El paradigma intelectualista versus el aplicado en la filosofía nacional.-
La filosofía universitaria contemporánea [1879-1970] en el país fue hasta hoy dominada por el paradigma intelectualista y tiene que enfrentar la posibilidad de desarrollo de otro paradigma, el paradigma de la filosofía aplicada. En otro momento hemos indicado que desde la década del 60 y con la figura de A. Salazar B. se inicia en el Perú la etapa nacional de la filosofía. Y es de esta manera porque es Salazar quien se plantea la pertinencia de una filosofía con rasgos propios. Aunque nadie desconoce que su evaluación de la filosofía peruana fue negativa en tanto que puramente imitativa no deja de ser interesante su evaluación. Es así que de ella saca conclusiones negativas para nuestra filosofía pero sirve de soporte para conclusiones positivas, la razón nos parece clara: se inicia con él la incorporación de la temática de la realidad peruana a la filosofía académica. Dentro de esta etapa nacional es que ubicamos a la filosofía aplicada.
A partir de esta constatación es que
nosotros opinamos que lo que dominó en nuestra filosofía
universitaria contemporánea fue el intelectualismo. Entenderemos
por intelectualismo a la desnaturalización de lo intelectual expresado
en la sobrevaloración del referente de las ideas. Lo intelectual
es la apropiada intelección de la realidad por las ideas, hay en
consecuencia una clara relación entre teoría y realidad.
El ismo de este intelectualismo expresa aquí un conjunto
de rasgos negativos siendo el principal el que mencionamos.
Las idealizaciones en filosofía.-
Pero no es esto todo, esta intelección consiente la configuración de un modelo, un prototipo, de idealización [en el sentido de coherencia de un conjunto de ideas sobre algo, sea este algo lo que sea] de la realidad posible de modificar. Este posible de modificar puede ser entendido en dos sentidos, en un sentido como una idealización para modificar la realidad que sea en la práctica algo totalmente imposible de lograr, es decir, sea simplemente imposible de materializar en todo sentido, o en el sentido principal de lo que quiere la idealización, sería un visión antagónica entre pensamiento y realidad. Y esto ocurriría porque no define apropiadamente el método a implementar
El otro sentido de lo que entendemos por posible de modificar es el sentido no antagónico. Aquí se parte de la premisa de que la realidad es quien da las pautas para una idealización que corresponda a la realidad y sea capaz de adelantarse a los eventos, fundado en la misma lógica del proceso. Luego del diagnóstico viene el pronóstico, pero el pronóstico [sea cual sea la forma objetiva que adopte] se ha convertido en una mala palabra.
La futurología, v. g, no viene a ser nada más y nada menos que una forma mediatizada de lo que antes llamábamos filosofía de la historia. Una drástica inversión ocurrió con A. Comte; K. Marx, [luego la versión soviética del materialismo histórico] y la filosofía materialista de la historia; en la versión estadounidense es la dinámica de los diversos factores actuantes en el proceso de la historia a veces tomando lo económico como factor importante otras negándolo. En cuentas resumidas y desde el ángulo metodológico, la idealización no antagónica de lo posible de modificar supone el método de cómo modificar algo. El método será más impreciso mientras menos claro estemos respecto al objeto de lo que se estudia, afinado el objeto de estudio más claro el o los métodos de estudio y la jerarquía de teorías para englobar micro y macroeventos.
De esta manera se produce una teleología en la que cada sistema biológico, social y de pensamiento genera sus propias finalidades conforme leyes, regularidades o probabilidades propias de su desarrollo.
El paradigma intelectualista.-
El paradigma intelectualista en filosofía se ha desarrollado sobre un conjunto de perspectivas unilaterales: la reducción de la relación pensamiento/realidad a un problema de solo pensamiento, la ideologización del pensamiento a que es mejor mientras más desligada de premisas sociales, a los aparatos culturales que han reducido la filosofía a un problema universitario. Todo esto engendra un cuadro en que la filosofía intelectualista desarrolla conforme a sus propias regularidades y un sentido único: ser teorías válidas en sí, por sí, para sí. Pero el problema central no radica en que la filosofía de este tipo sea reduccionista que ya es un problema, sino que se pretende único paradigma.
Pero esta sobrevaloración de lo intelectual en el actual enfoque de los sistemas, es decir sistemas que engendran sus propias regularidades, leyes, probabilidades conforme su desarrollo, carece de posibilidades de sobrevivencia, peor todavía padece el problema de vivir una ilusión opiácea. La razón es simple: si asumimos que se ha dado una inversión en el estudio de la realidad en la que hemos pasado de la relación pensamiento/realidad a la relación realidad/pensamiento, cambia por consiguiente el paradigma en la cual el referente del pensamiento, el nutriente de la filosofía, no es ni puede ser la misma filosofía sino sustancialmente la realidad. Lo que alimenta a la filosofía es la realidad y no la sola filosofía como solo ideas. La filosofía para ser tal precisa pasar por la realidad y desarrollar en lo específico [como ontología local o regional] y general[como ontología general] sobre esta base.
El paradigma aplicado.-
El retorno a la tradición de ver la filosofía asumiendo la realidad y los aspectos de ésta es lo que denominamos filosofía aplicada e igualmente tratando de encontrar métodos que faciliten una transformación práctica del mundo y de la vida de los individuos y colectividades es lo que forma parte de este interés. El otro ángulo del problema radica en la lucha contra la escolástica moderna y contemporánea, el primero procede del racionalismo filosófico, el intelectualismo es racionalismo filosófico. Pero a diferencia de la escolástica del medievo, la escolástica contemporánea es de tipo universitario. Una variable de esta escolástica es la que toma problemas, algunos problemas de la vida, y los lleva a la reflexión filosófica, es el caso de la filosofía estadounidense actual, pero la objeción que se hace es que no cambia el giro, no opera su revolución copernicana, simplemente cuando se ahoga de intelectualismo apela a la realidad. No es que decida incorporar decididamente la realidad a su reflexión. La filosofía alemana hundida en la confusión entre filosofía e historia de la filosofía vive su peor momento. La filosofía francesa vive el aburrimiento del escepticismo
La etapa nacional de la filosofías encuentra un conjunto de temas que comienzan a perfilarse historia de la filosofía en el Perú, historia de la ciencia en el Perú, la pertinencia de la reflexión específica, el cuestionamiento al quehacer filosófico pedagógico, la necesidad de un programa filosófico y el carácter que debe tener este programa, lo relativo a la relación filosofía y sentido común, investigaciones en antropología filosófica nacional; la crítica de las condiciones materiales para un efectivo quehacer filosófico, etc.; dentro de testa vertiente de la filosofía nacional es que se encuadra la filosofía aplicada que discute sobre qué debemos entender por ésta, y frente a lo cual hay una gran cantidad de matices que aquí expongo grosso modo.
El filósofo nacional A. Paz cree que la filosofía aplicada es reflexionar sobre todos los temas que ofrece la vida, es decir se opone básicamente al reduccionismo del intelectualismo; para otros es recapacitar y fundar categorías propias, es el caso del filósofo nacional J. Abugatás [este filósofo no adscribe explícitamente al movimiento de la filosofía aplicada]. Para el filósofo O. Obando es transitar al materialismo ontológico vía la comprensión de las categorías filosóficas contenidas en la autoconciencia espontánea del sentido común. El filósofo G. Flores asume que la filosofía además de pensar sobre todos los temas de la vida debe ser no-universitaria para ser filosofía auténtica. El filósofo L. Solís cree que la filosofía para ser tal tiene que llevar a pensar homogéneamente a las colectividades sociales. La filósofa M. L. Rivara [no inscrita en esta corriente pero su reflexión se orienta por esta corriente] asume que la filosofía se sujeta a su condición tempo-espacial debiendo responder a los problemas de su época, en nuestra historia habría un conjunto de problemas sedimentados e irresueltos. La filósofa C. Zavala al igual que colegas de Israel, EE.UU y Alemania encuentra que una de los aspectos de la filosofía aplicada es la localización de un conjunto de aspectos sometidos al análisis y sirven de ayuda a los sujetos para su mejor autocomprensión y ubicación en el mundo. Para el filósofo J. Rivera es pensar nuestra realidad sin mas [Rivera explícitamente no adscribe al movimiento de la filosofía aplicada].
Hay otros filósofos que sin adherir explícitamente al movimiento de la filosofía aplicada h coinciden en algunos tópicos y preocupaciones con él. Queda claro que nuestra idea es trabajar seria mente dentro del horizonte de la etapa nacional de la filosofía peruana que fuera inagurada por Salazar sólo que hay un bloque de filósofos que encuentra la necesidad de hacer más claro que hay de por medio otro paradigma actuando y que se trata de explicitar y aclarar.
Metodológicamente este conjunto de filósofos encontraría que la idealización que se hace de la realidad sería no antagónica y capaz de adelantarse a los eventos, además de ser capaz de elaborar un pronóstico respecto a la misma, o las tendencias y problemas de la realidad. El paradigma tendería a darle el status apropiado a la realidad y mantener con ella una relación fluida.
Una consideración ontológica.-
El ser de la filosofía es la realidad, pero la realidad contemporáneamente está compuesto por subsistemas: pensar, naturaleza, sociedad. Cada subsistema se compone además de subsistemas menores, así habrían subsistemas con ontologías locales: por ejemplo filosofía de la biología, filosofía de la economía, de la historia, etc; habrían ontologías regionales, por ejemplo filosofía de la naturaleza, filosofía de la sociedad, filosofía del pensamiento, que en rigor serían ontologías generalizadoras de que entendemos por estos ámbitos; ontologías generales que en rigor serían generalizaciones de estas ontologías regionales, asumimos que pasar de ontologías locales a generales sólo pueden general falsas generalizaciones, como sería erróneo absolutizar alguna de escala inferior a las generales
De esta manera en el proceso de la historia de la filosofía lo que hemos tenido son ontologías generalizadoras que es lo que caracteriza la filosofía cuando hablamos de que el objeto de la filosofía es la totalidad de ser. Pero los filósofos al fundarse sobre sus predecesores lo que hacían era montar su conocimiento de la época junto con las generalizaciones de sus predecesores lo que arrojaba un nuevo enfoque ontológico generalizador. En rigor el paradigma del filósofo de una época determinada es la de un modelo sintetizado. Con este modelo sintetizado nos volcamos a la realidad la sintetizamos y creamos nuevos modelos sintetizados [ontologías generales], de esta manera hasta el infinito. Este enfoque se sujeta al enfoque del proceso de los sistemas orgánicos y sociales mencionados antes, para este caso el filósofo estructura una teleología conforme a las leyes, regularidades o probabilidades que ha estudiado y reconocido pero llevado al nivel del ser. Y en la cual el filósofo es conciente de que nos nada más que un intermediario en esta dinámica.
Implica igualmente asumir que la relación entre el ser y sus subsistemas si bien es una relación que supone contradicción, tiene que asumir también que la realidad no es otra cosa que una constante contradicción. No somos partidarios de la totalidad contradictoria, afirmamos más bien la totalidad de las contradicciones como posibilidad de una ontología que impida definitivamente las cristalizaciones ideológico-filosóficas. O en su defecto asumir que las cristalizaciones son temporales y que es inevitable cada cierto tiempo construirlas y destruirlas. La destrucción no debe suponer escepticismo o desencanto sino más bien entusiasmo. Desencantarse de alguna filosofía es presumir que éstas son permanentes, lo que es una locura, el escéptico por lo general cuando estuvo encantado por alguna filosofía lo estuvo por lo que creyó era la filosofía: una especie de curalotodo. Asumió la filosofía como se asume una religión confesional.
1- Examen de los argumentos del cliente y sus justificaciones.-
La metodología de ingreso al cliente será de la conversación dejándolo discurrir libremente sobre una serie de tópicos que luego el filósofo irá sistematizando, ordenando, jerarquizando para obtener ciertas pautas de orientación de lo que se plantea de distinta manera el cliente. El problema pues es tener una idea cercana de la red mental que posee, es decir de la red y lógica conceptual que subyace tras sus palabras aparentemente incoherentes o sin sentido. Este es un tópico que hay que trabajar constantemente porque se presta a una serie de problemas. Aquí se toma en cuenta también el hecho de que hay que distinguir que corresponde al filósofo aplicado y que corresponde al psicólogo o dedicado a otras disciplinas.
2- Clarificación y análisis de términos y conceptos.-
Aquí se puede hacer uso de la variedad de categorías, conceptos y términos presentes en los materiales llamados diccionarios de filosofía. Lo interesante radicaría en como establecemos la red o urdimbre o lógica conceptual de la gente.
3- Exposición de presupuestos implícitos
e implicaciones lógicas.-
En todo razonamiento aparentemente inocuo
o furioso o normal hay en la lógica conceptual de los sujetos un
ámbito implícito y explícito que supone implicaciones
lógicas. Cuando se habla de consideraciones explícitas
podría ser en realidad razonamientos con los cuales justificamos
cierto conjunto de ideas, en realidad armazones conceptuales con el cual
nos defendemos de la curiosidad o los embates de la realidad bajo sus diversas
modalidades. Pero si bien esto resulta interesante no lo es menos cuando
actúan implícitamente estas consideraciones lógico-conceptuales
que supone una actitud lógica, es decir, hay presupuestos
explícitos que obran como razonamientos que son armazones
protectores, lo más llamativo radica en las implicancias lógicas
de cierta lógica implícita que se confunde con los razonamientos
[de soporte explícito] dando vida a una posición bifronte
frente a los eventos y que por supuesto lleva a que los sujetos tengan
casi una doble postura frente a la vida. La mas de las veces está
lógica implícita es una lógica actuada en la
vida cotidiana, en síntesis las palabras expresan una armazón
determinada mientras lo implícito refleja una posición en
la acción, el comportamiento, lo cotidiano, lo práctico.
De aquí procede la incoherencia de nuestro comportamiento en la
que la práctica desdice las palabras, o, a la inversa, las
palabras desdicen la práctica. El concepto de lo lógico conceptual
no hay que reducirlo a la lógica formal, más bien hay
que ubicarlo en el horizonte de una lógica conceptual dialéctica.
Las implicaciones lógicas habría que situarlas en un contexto
que afecta los diversos niveles de la vida, lo ético, valorativo,
volitivo, físico, metodología de la vida cotidiana, etc.
4- Exposición de contradicciones e incoherencias.
En este sector se debe poner en evidencia las contradicciones e incoherencias entre lo implícito y explícito.
5- Rastreo de teorías filosóficas y su significado para los asuntos del cliente:
Por rastreo hay que entender el conjunto
de opiniones reiterativas que acompanan a un sujeto, como el conjunto de
ideas que están presentes en su discurso, en rigor aquí de
lo que se trata es de captar la lógica conceptual que hay detrás
de su discurso, en última instancia de lo que se trata es de captar
su lógica interna conceptual y allí ubicar las reiteraciones,
regularidades. Este es el significado permanentemente presente en
todo planteamiento de este tipo.
Por teorías previas hay que comprender
la serie de concepciones y filosofías con el cual el sujeto enfrenta
al mundo. En rigor es una mixtura de categorías
y conceptos que actúan implícita o explícitamente.
Por
lo general en varios niveles de
entendimiento. I. Kant habla de las diversas categorías poniendo
o distinguiendo en ellas a las del entendimiento que se dan en el
sentido común, un entendimiento del sentido común.
Estas categorías son desgraciadamente una de las cosas
menos trabajadas en nuestra cultura, pero concebidas dentro
de ciertos horizontes general usualmente el católico.
Eso empero no debe hacernos olvidar que somos una amalgama en las que parcialmente
se puede establecer una pauta pero no será drásticamente
visible, se une a esta cuestión que este proceso no es algo estático
sino fuertemente dinámico. Es característico de este aspecto
la comprensión de que mentalmente nos ponemos en una sedimentación
social bastante diferente en todos los casos, es decir, no es casual
que nuestros compatriotas carezcan de una conciencia histórica.
Es claro que este primer nivel del entendimiento implica igualmente
un primer nivel de autoconciencia, una autoconciencia espontánea.
Distinguir las teorías previas supone investigar en estos aspectos.
5. 2- Teorías metodológicas solucionadoras.-
Aquí hay que poner de relieve la metodología
y sentido común, es decir el conjunto de estrategias con el que
enfrentamos y resolvemos los problemas de la vida cotidiana. Usualmente
las personas de la vida cotidiana se sujetan a las experiencias asimiladas
en su experiencia cotidiana de otros para resolver sus problemas pero se
ignora que es una cuestión de repetición para la solución
de problemas. De lo que se trata es de que tengan un enfoque más
efectivo y productivo de sus relaciones con el mundo material. Pero otro
aspecto del mismo problema estriba en que el ser humano como conjunto de
las relaciones sociales que desarrolla por contradicciones expresa de manera
patente también que éste desarrolla desigualmente. Comenzaremos
indicando que estos niveles pueden ser el orgánico o físico,
el psicológico, el volitivo, el valorativo y el de los ideales culturales.
Estos planos están estructurados dentro de ciertos modelos de
aproximación, paradigmas conceptuales o idealizaciones aproximadas,
que se modelan conforme a ciertas filosofías. La amplitud o limitación
de las estrategias estará conforme a este horizonte general filosófico
Entenderemos por estrategias el conjunto de
pasos para llegar a determinada meta o fin, pero esto es algo que se puede
hacer mucho más efectivo. Incluso es posible pensar que se puede
manejar con absoluta eficacia siendo el único problema la
manera como se trabaja este plano. Este conjunto de niveles que aquí
se mencionan generan cierto suelo común, nutricio, cierta
sedimentación en la respuesta a problemas. Y no todos pueden ser
trabajados con el mismo nivel de eficacia, hay ocasiones en
que uno desarrolla gigantesca y deformadamente y con ello direcciona
y deforma a los otros niveles. Otro ángulo del problema radica
en que el ser humano enfrenta en cada situación concreta-cotidiana
infinidad de contradicciones de diverso tipo, nivel y
profundidad que a su vez repercute sobre la condición general
de equilibrio de una espoecie de idealización general que contempla
todos los niveles mencionados. Si miramos cada nivel y lo situamos en un
horizonte sistémico no es difícil entender que estará
sujeto a los vaivenes, imperativos y condicionantes de la biografía
personal del sujeto en cuestión desarrollado en su cotidianidad.
El siguiente problema a resolver es cómo el sujeto reitera sus estrategias
para solucionar éstos.
6. Formas y estilos de pensamiento.-
7. Herramientas cognoscitivas [replanteamiento de la teoría constructivista]
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