::Los aciagos días del Sr. Blair

Terry Jones
 

Cuán afligidos deben haber estado los pobres Tony, Jack y David cuando pensaron que tendrían que renunciar. Es bueno saber que nunca perdieron de vista lo que realmente importa.

Nadie podría haber leído los informes de este sábado sobre la crisis de Iraq sin sentirse profundamente conmovido. Leer cuán cerca había estado Tony Blair de perder su trabajo fue una experiencia aleccionadora. Fue igualmente estremecedor saber lo "aterrado" que el Primer Ministro había estado de que Iraq resultara ser su propio "Vietnam". Y qué emotivo fue descubrir que el Sr. Blair había debido advertir a su familia que podría verse obligado a renunciar a Iraq. Deben haber sido días realmente aciagos.

Qué angustiante que debe haber sido para Jack Straw saber que, si las cosas les salían mal, probablemente terminara cargando con la culpa de haber presionado el voto parlamentario. Y el pobre David Blunkett debe haber necesitado de todo el consuelo que su perro pudiera darle, sabedor de que siendo uno de los más cercanos al Primer Ministro, caería junto con él. Y cómo debe haber odiado a Clare Short. No extraña que ella no tenga futuro en la política.

Y no obstante, ahora todo ha salido tan bien. A cambio de tan solo unos pocos miles de muertos iraquíes (nadie realmente se ha tomado el trabajo de contarlos), el Sr. Blair ha triunfado en ayudar a los Republicanos de extrema derecha de la Casa Blanca a conseguir su públicamente declarado objetivo de dominar el mundo. Qué orgullosos deben estar el Sr. Blair y los demás de que su decisión y templanza hayan posibilitado que Donald Rumsfeld y Dick Cheney pasaran con éxito la primer etapa de su proyecto estableciendo una "presencia de fuerzas" estadounidenses permanente (como la llaman ellos) en el Golfo.

El Sr. Blair debe estar ahora deseoso de ayudar a los halcones estadounidenses a pelear la siguiente de sus "múltiples guerras simultáneas de gran escala" que proponen en su sitio web. (Espero que lo haya consultado, Sr. Blair. Si aún no lo ha hecho, es
http://www.newamericancentury.org/.)

Debe ser estimulante también para el Sr. Blair contemplar el éxito que ha tenido en ayudar a Rumsfeld & Cía a desmantelar las Naciones Unidas. Ahora, finalmente, ya no hay ningún foro internacional para disputas y los Estados Unidos de Norteamérica pueden hacerles lo que se les ocurra a niños de 13 años en la Bahía de Guantánamo.

En efecto, si nos ponemos a pensar, ahora EE.UU. puede hacer lo que sea que al Sr. Rumsfeld y sus amigotes quieran... y eso implica bombardear un montón más de países... creando una tensión permanente y un derecho a guerra alrededor del planeta entero...

Debo confesar que todo ese tiempo, durante la preparación de la invasión a Iraq, cuando Tony caminaba por ahí con tan mal aspecto y aparentemente preocupado, tontamente imaginé que se debía a que estaba luchando con su conciencia. Sé que es para reírse pensarlo ahora, pero de verdad creí que el Sr. Blair se estaba preocupando por los aspectos correctos e incorrectos de matar a niños y mujeres iraquíes con el fin de promover los intereses militares estadounidenses en Oriente Medio.

Pueden imaginarse lo aliviado que estoy de descubrir que nada por el estilo se pasaba por su mente. No... nuestro Tony nunca sacó su ojo de los verdaderos temas del día: la supervivencia del gobierno laborista y la continuación de su residencia en el Nro. 10.

Es reconfortante saber que no tenemos razón para preocuparnos porque nuestro Primer Ministro ponga a nuestro país en peligro porque él quiera defender una línea moral. Sus únicos intereses y los de su gobierno son manifiestamente los de los extremistas de derechas que ahora habitan la Casa Blanca, y eso debe ser bueno para alguien -- si tan sólo supiéramos para quién.

27 de abril de 2003

Tomado de REBELION