Los Testigos de Jehová

La Sangre y la Ley de Moisés



El siguiente conjunto de textos bíblicos utilizados por la Sociedad en apoyo de sus enseñanzas acerca de la sangre se encuentran en la Ley Mosaica, y están registrados en los libros de Levíticos, Deuteronomio y Primero de Samuel.

Comencemos haciendo una revisión de los mismos utilizando los comentarios de la Sociedad extraídos del folleto sobre la sangre.

  • (Levíticos 17:10-14) " ` "En cuanto a cualquier hombre de la casa de Israel o algún residente forastero que esté residiendo como forastero en medio de ustedes que coma cualquier clase de sangre, ciertamente fijaré mi rostro contra el alma que esté comiendo la sangre, y verdaderamente la cortaré de entre su pueblo. 11 porque el alma de la carne está en la sangre, y yo mismo la he puesto sobre el altar para ustedes para hacer expiación por sus almas, porque la sangre es lo que hace expiación en virtud del alma en ella. 12 Por eso, he dicho a los hijos de Israel: `Ninguna alma de ustedes debe comer sangre, y ningún residente forastero que esté residiendo como forastero en medio de ustedes debe comer sangre'. 13 En cuanto a cualquier hombre de los hijos de Israel o algún residente forastero que esté residiendo como forastero en medio de ustedes que al cazar prenda una bestia salvaje o un ave que pueda comerse, en tal caso tiene que derramar la sangre de esta y cubrirla con polvo. Porque el alma de toda clase de carne es su sangre en virtud del alma de ella. En consecuencia, dije a los hijos de Israel: `No deben comer la sangre de ninguna clase de carne, porque el alma de toda clase de carne es su sangre, Cualquiera que la coma será cortado.' " ' "

En este momento, sería útil analizar cómo el folleto actual de la Sociedad trata estos versículos. Aquí tenemos una cita del mismo:

  • "De nuevo él se refirió a la sangre cuando dio el código de la Ley al Israel de la antigüedad. Aunque mucha gente respetaba la sabiduría y ética de ese código, pocos estaban al tanto de sus rigurosas leyes acerca de la sangre. Por ejemplo: ` Cualquier hombre de la casa de Isra-e-l, o de los extranjeros que moran en ellos, que comiere cualquier clase de sangre, Yo Me volveré contra el que come la sangre, y le exterminaré de entre mi pueblo; porque la vida de la carne está en la sangre'. (Levítico 17:10, 11, Editorial Sigal.) Dios entonces explicó lo que debía hacer un cazador con el animal al que diera muerte: `Derramará su sangre y la cubrirá con polvo. [...] No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre, cualquiera que la comiere será exterminado". (Levítico 17:13,14, ES.)

    "[...] Aunque la ley sobre la sangre tenía rasgos con la salud, había mucho más implicado en esto. La sangre tenía un significado simbólico. Representaba la vida que el Creador había provisto. Al tratar de ese modo especial la sangre, el pueblo mostraba que dependía del Creador para la vida. Sí, la razón principal por la cual no debían de ingerir sangre no era que no fuera saludable, sino que tenía un significado especial para Dios." (¿Cómo puede salvarle la Vida la Sangre?, páginas 3 y 4).

En estas porciones de la Ley Mosaica encontramos detalles adicionales con respecto a la sangre. La misma debe ser vertida en el suelo, y cualquiera que la coma deliberadamente será ejecutado.

¿Están estos textos simplemente reafirmando y alargando el llamado "pacto eterno" que encontramos en Génesis 9? Como aprendimos antes, ese pacto no fue eterno, o al menos no en todos sus puntos. Adicionalmente, esos mandamientos son claramente una parte de la Ley de Moisés. Como cristianos, no estamos bajo la Ley de Moisés que Cristo abolió.

  • (Romanos 10:4). Porque Cristo es el fin de la Ley, para que todo el que ejerza fe tenga justicia.
  • (Gálatas 3:23-25). Sin embargo, antes que llegara la fe, estábamos guardados bajo ley, entregados juntos en custodia, esperando la fe que estaba destinada a ser revelada. 24 Por consiguiente, la Ley ha llegado a ser nuestro tutor que nos conduce a Cristo, para que se nos declarara justos debido a fe. 25 Pero ahora que ha llegado la fe, ya no estamos bajo tutor.

Por consiguiente, aquellos textos por sí mismos no determinan si sería apropiado para un cristiano el utilizar sangre o no. La Ley Mosaica fue clavada al madero junto con Cristo. Está abolida y sin ningún efecto. Argumentar cualquier otra cosa es simplemente negar la sencilla realidad de las Escrituras.

(Efesios 2:15). Por medio de su carne abolió la enemistad, la Ley de Mandamientos que consistía en decretos...

La Sociedad ha reconocido esto frecuentemente por escrito:

"Si los seguidores judíos de Jesús ya no estaban bajo la maldición de la Ley, ¿estaba algún cristiano obligado a observar todos los mandamientos que se habían dado a Israel? Pablo escribió a los colosenses: `Dios bondadosamente nos perdonó todas nuestras ofensa y borró el documento manuscrito contra nosotros, que consistía en decretos y que estaba en oposición a nosotros; y Él lo ha quitado del camino clavándolo al madero de tormento de Cristo'. (Colosenses 2:13, 14.) No hay duda de que muchos cristianos primitivos tenían que ajustar su modo de pensar y reconocer que habían sido `desobligados de la Ley'. (Romanos 7:6.)" (La Atalaya, 15 de Noviembre de 1898, página 5. Itálicas nuestras.)

A pesar de esto, la Sociedad ve apropiado el citar estas difuntas leyes mientras cumplan su propósito. A medida que seguimos leyendo en el folleto, nos seguiremos tropezando con ejemplos particularmente obvios de leer algo en las Escrituras que simplemente no está allí.

"En la Ley se declaró vez tras vez la prohibición del Creador sobre ingerir sangre para sostener la vida. `La sangre es la vida; así que no deben comer la vida junto con la carne. Lo que deben hacer es derramarla como agua. No la coman, y les irá bien a ustedes y a sus hijos por hacer lo recto.' (Deuteronomio 12:23-25, VP; 15:23; Levítico 7:26, 27; Ezequiel 33:25)." (Cursivas nuestras).

¿Establece la Ley Mosaica la prohibición del Creador en este sentido? Ciertamente no. En ninguna parte leemos una prohibición del Creador en contra del utilizar sangre para sostener la vida. Leemos, más bien, que el Creador prohibe el "comer" sangre. Esta es una diferencia sutil, pero importante.

Hay muchas cosas que hacemos para sostener nuestra vida. Tenemos que aspirar oxígeno en nuestros pulmones. Tenemos que consumir alimento y agua. El dormir es esencial, y así sucesivamente.

Como veremos después en El Punto de vista Científico, el recibir una transfusión de sangre no es lo mismo que el comer sangre. Entonces, es necesario para la Sociedad el relacionar ambos puntos. Ellos hacen esto afirmando que, cuando Dios dijo "no coman sangre", lo que él realmente quiso decir era que no sustentemos nuestras vidas con sangre. Claramente, esto no es lo que el texto dice.

Consideremos el siguiente párrafo en el folleto de la Sangre:

  • "Contrario al razonamiento de algunos hoy, la ley de Dios sobre la sangre no se debería pasar por alto simplemente porque surgiera una emergencia. Durante un tiempo de crisis bélica, algunos israelitas mataron animales y `se entregaron a comer junto con la sangre'. En vista de la emergencia, ¿les era permisible sostenerse la vida con la sangre? No. Su comandante señaló que todavía era un mal grave lo que habían hecho. (1 Samuel 14:31-35.) Por lo tanto, aunque la vida sea preciosa, nuestro Dador de Vida jamás dijo que sus normas se podían pasar por alto ante una emergencia." (¿Cómo puede salvarle la Vida la Sangre?, páginas 4 y 5).

Hablando con honestidad, ¿es razonable pensar que un grupo de soldados hambrientos estaban en una "emergencia"? Pienso que no. Esto es, simplemente, un débil intento de relacionar el pasaje mencionado con las modernas emergencias médicas que requieren transfusiones de sangre. ¿Quién de nosotros compararía una emergencia médica de vida o muerte con un grupo de soldados hambrientos?

Vale la pena notar de nuevo el uso de la expresión "sostener" como sustituto de la palabra "comer". Esta es una manipulación intencional del pasaje bíblico, para aparentar que el mismo dice algo que no es.

Por otro lado, lo que esta historia bíblica nos enseña es interesante. ¿Notó lo que les pasó a esos soldados hambrientos, quienes en una "emergencia" escogieron "sostener sus vidas" mediante el "alimentarse con sangre?"

  • (1 Sam. 14:34,35) "Después de eso Saúl dijo: `espárzanse entre la gente, y tienen que decirles: "Acérquenme, cada uno de ustedes, su toro y, cada cual, su oveja, y en este lugar tienen que degollar y comer, y no deben pecar contra Jehová comiendo junto con la sangre" '. En conformidad, toda la gente acercó cada uno su toro que estaba en su mano aquella noche y efectuaron la degollación allí. 25 Y Saúl procedió a edificar un altar a Jehová. Con éste él comenzó la edificación de altares a Jehová."

Eso fue todo. Esa fue toda la consecuencia de sus acciones. Ellos recibieron una reprimenda verbal. Hoy, sin embargo, si usted como testigo de Jehová bautizado se encuentra a sí mismo en una verdadera emergencia y usted acepta voluntariamente una transfusión de sangre, probablemente usted será expulsado. ¿Le parece a usted que esto tiene sentido?

Antes de continuar, dediquemos algunos momentos en discutir lo que representa la sangre en las Escrituras Hebreas [OT], especialmente su uso en el libro de Levíticos, debido a que esto cobrará gran importancia en la siguiente sección de este texto.

Si usted dedica algún tiempo en estudiar la Ley Mosaica con su sistema de sacrificios animales, rápidamente se dará cuenta de que la sangre era parte del mismísimo corazón de la Ley. La sangre tuvo gran significado en la vida de un israelita, debido a que el verter la misma en los sacrificios podía expiar pecados temporalmente.

Claramente, la sangre era algo sagrado. Vertiendo la misma al piso y cubriéndola, el cazador israelita mostraba respeto por la vida que él había tomado por concesión divina. Adicionalmente, un animal apropiadamente desangrado en efecto estaba muerto, y el cazador estaba cumpliendo con el mandato encontrado en Génesis 9:4. Finalmente, al no comer sangre, el israelita mostraría su aprecio por el significado de la sangre utilizada en el arreglo de sacrificios animales que existía en el templo.

Valdría la pena leer los capítulos diecisiete y dieciocho de Levíticos para apreciar el contexto en el cual esas prohibiciones ocurrieron.

Un análisis cuidadoso revela mucho. Por ejemplo, usted podría sorprenderse al aprender cuan precioso es todo tipo de vida para Dios. Si un israelita sacrificaba un animal doméstico pero no lo llevaba al sacerdote para que éste salpicara la sangre del animal sobre el altar, ¡el israelita era declarado culpable de sangre y condenado a muerte, tal y como si él hubiera asesinado a un ser humano! (Lev. 17:3-6).

Los mandamientos eran mucho más simples cuando se cazaban animales salvajes, aunque de todas formas la sangre tenía que ser vertida en el suelo (Lev. 17:13).

Los mandamientos más severos envolvían a animales domésticos que se utilizaran en un sacrificio de comunión que envolviera al adorador, al sacerdote y a Jehová.

Una pregunta lógica en este momento podría ser: "¿Cual es el significado de la Sangre? ¿Hay algo especial en ella, algo como una facultad mística?"

Esta pregunta puede ser respondida considerando lo que la Ley tenía que decir acerca de los animales que murieron por causas naturales o tal vez por un depredador.

  • Levíticos 17:15, 16: "En cuanto a cualquier alma que coma un cuerpo ya muerto o algo desgarrado por una fiera, sea un natural o un residente forastero, en tal caso tiene que lavar sus prendas de vestir y bañarse en agua y ser inmundo hasta el atardecer; y tendrá que ser limpio. Pero si no las lava y no baña su carne, entonces tendrá que responder por su error."

Uno puede imaginarse fácilmente una situación en la que un israelita se encontrara perdido o abandonado y sin alimento alguno. Si él se tropieza con un animal muerto, se daría cuenta de que el animal no ha sido desangrado. La ley permitía comer el animal tal y como estaba siempre y cuando el israelita siguiera el ritual exigido por el código de la Ley.

Además, encontramos una provisión adicional con respecto a los residentes extranjeros que es digna de consideración.

  • (Deuteronomio 14:21) "No deben comer ningún cuerpo ya muerto. Al residente forastero que está dentro de tus puertas lo podrás dar, y él tendrá que comerlo; o puede haber un venderlo a un extranjero, porque tu eres un pueblo santo a Jehová tu Dios."

Notemos aquí que la razón dada a los israelitas para no comer un cuerpo ya muerto es su condición de ser un "pueblo santo". No es la sangre o su santidad lo que constituía un problema, y podemos estar seguros de ello pues a Dios no le preocupaba si los no judíos comían carne con sangre en ella.

Si razonamos en todo esto, nos daremos cuenta de que la sangre por sí misma no era sagrada. La sangre no poseía propiedades mágicas. En cambio, la sangre que corre por las venas de las criaturas vivientes representan la vida de esa criatura, y si alguien tomaba una vida, entonces tenía que derramar la sangre de ella, regresándosela a Dios. En el caso de un animal que moría de causas naturales, no había ningún humano que hubiera tomado una vida, y, por ello, este mandamiento podía ser ignorado.

Dos puntos interesantes:

1. Levíticos 17:15,16 es una previsión hecha para situaciones en las cuales la vida corra peligro, y esa previsión envuelve el consumo de carne con sangre. Esto es algo muy significativo.

2. La Sociedad ha asumido que el antiguo Israel es un modelo para el Israel espiritual del día moderno (los 144 mil), y que los residentes forasteros fueron un modelo para la gran muchedumbre de otras ovejas de hoy. Asumiendo que esto sea cierto, Deuteronomio 14:21 parecería indicar que ambos grupos deberían ser tratados de una forma distinta. (Nota: este es el pasaje bíblico que la Sociedad utiliza para afirmar que es correcto que un médico testigo de Jehová haga transfusiones de sangre en personas que no sean testigos.)

Usted puede encontrar interesante el leer las Preguntas de los Lectores en La Atalaya del 15 de Abril de 1983, donde la Sociedad trató de aclarar el significado de Levíticos 17:15. Se nos hizo más interesante la lectura dividiendo y analizando el artículo frase por frase.

El punto final que mencionaremos y analizaremos en esta sección tomando en cuenta el contexto bíblico involucra las consecuencias de obedecer las leyes judías. La prohibición divina en contra del comer la sangre de un animal no resultaba en la muerte del devoto. Lejos de eso, se argumenta con frecuencia que dichas observancias tenían como objetivo el proteger la salud de los creyentes. Sin embargo, cuando tal prohibición se mantiene en un procedimiento médico, trae como consecuencias el sufrimiento e incluso la muerte de los creyentes en la misma. Una consecuencia como tal, debería ser suficiente para mostrar que esta prohibición no es mencionada en la Biblia. Vale la pena notar que ningún grupo judío aplica esas sanciones a los seguidores que utilicen sangre en procedimientos médicos, ni siquiera los estrictos Judíos Ortodoxos.

Ahora que hemos concluido nuestra revisión de esta sección de la Biblia, hemos establecido los siguientes puntos:

  1. La Ley Mosaica no está vigente para los cristianos. Esto es algo reconocido por las Escrituras y por la Sociedad.
  2. La Ley Mosaica prohibe el comer sangre deliberadamente. No dice nada acerca de utilizar sangre para "sostener la vida".
  3. La Ley Mosaica describe situaciones donde una persona podría comer sangre indirectamente bajo circunstancias específicas.
  4. La sangre no posee facultades místicas. Si un israelita mataba un animal, él tenía que derramar la sangre del mismo en el suelo reconociendo que él había tomado una vida por concesión divina, y en efecto estaba devolviendo la misma a Dios.

Antes de continuar analizando el resto de las Escrituras, sería útil para nosotros el tomar nota del orden en el cual las prohibiciones ocurrieron en el libro de Levíticos, en vista de que esto se volverá esencial para poder entender el capítulo quince de Hechos, que será considerado en la siguiente sección de este material.

  1. Los sacrificios de comunión (ofrendas de alimentos) se hacían sólo a Jehová Dios (Lev. 17:1-9).
  2. El consumo deliberado e intencional de sangre estaba prohibido (Lev. 17:10-14).
  3. Un animal que haya muerto por causas naturales o por un depredador sólo podría ser consumido como alimento en una emergencia (Lev. 17:15, 16; véase también Deuteronomio 14:21, 28, 29).
  4. Ellos no podían verse envueltos en actos sexuales inmorales o en relaciones incestuosas (Lev. 18:1-27).

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Primera página.




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