Los Testigos de Jehová

Servicio Sagrado - Día y Noche (Parte 1 de 2)


¿Puede definirse el servicio a Dios como importante y más importante? ¿Puede definirse algo como “servicio sagrado” y como simplemente “servicio”? ¿O se define la importancia por la motivación correcta del corazón?

Dios no necesita nada de nosotros los humanos imperfectos. Somos nosotros los que necesitamos ayuda divina a través del sacrificio de Jesucristo para alcanzar la salvación final. Después de un estudio sobre la forma como Dios efectuó esa maravillosa provisión de salvación para la humanidad a través de su hijo, puede que sintamos la necesidad de encontrar formas en nuestra vida diaria de dar algo a Dios, como muestra de aprecio por este arreglo.

La pregunta que puede surgir es, ¿cómo puedo yo en mi rutina diaria expresar aprecio y rendir servicio sagrado a Dios? ¿Está usted entre los Testigos de Jehová que en el pasado sintieron el gozo de rendir servicio sagrado según el artículo de La Atalaya, provisto por la clase del esclavo fiel y discreto en el número del 15 de Marzo de 1977? Este artículo explicó el significado del servicio sagrado y como diferentes aspectos de nuestra vida diaria pueden considerarse como sagrados si se hacen con el motivo correcto.

Pero como en muchos otros asuntos, la Sociedad Watchtower tiende a regular toda la vida de los Testigos, así como sus motivos para actuar, por eso, otro artículo de La Atalaya que apareció cuatro años después (15 de Agosto de 1980) cambió el artículo antes mencionado, al regular específicamente lo que significa el “servicio sagrado”. Es claro que esto ayudó a promover el propósito de la Sociedad Watchtower, que es el de distribuir su literatura y que se contribuyera para su existencia. Queremos mostrarles los dos artículos, y esperamos que utilice la Biblia misma para que determine cómo se siente acerca de este cambio, mientras recuerda las palabras de Jesús en Mateo 4:10: “Entonces Jesús le dijo: “¡Vete, Satanás! Porque está escrito: ‘Es a Jehová tu Dios a quien tienes que adorar, y es solo a él a quien tienes que rendir servicio sagrado’”

(Publicamos aquí casi todo el artículo de La Atalaya, 15 de marzo de 1977, y esperamos que cada lector se beneficia de su refrescante contenido y consideración bíblica.)

Determinando el significado de “ Servicio Sagrado”

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DETERMINANDO EL SIGNIFICADO DE “SERVICIO SAGRADO”
15 La Biblia nos proporciona el medio de determinar lo que constituye el “servicio sagrado” que resulta en la aprobación y protección de Dios. La palabra griega que se usó en el relato de cuando Jesús rechazó la tentación es el verbo latreúo. (Mat. 4:10) Esta palabra es diferente del vocablo griego diakoneo, que se vierte “servir” en muchas traducciones. ¿Cuál es la diferencia?

16 Aunque ambas palabras se refieren a servicio, diakoneo con regularidad se usa con referencia al servicio de índole personal que una criatura humana rinde a otras. (Luc. 12:37) Pero latreúo, según se usa en las Escrituras, está limitado estrictamente al servicio que se rinde a Dios, o, en unos cuantos casos, al servicio que se rinde a los que se considera dioses, dioses falsos. -Hech. 7:42; Rom. 1:25.

17 La Biblia revela que el “servicio sagrado” en la Tierra al Dios verdadero no se originó con Cristo Jesús y la fundación del cristianismo. El apóstol Pablo muestra esto en Hebreos 8:5 cuando al referirse a los sacerdotes israelitas escribe que estaban “rindiendo servicio sagrado en una representación típica y sombra de las cosas celestiales,” cuando servían en el tabernáculo y ofrecían sacrificios a Dios. -Heb. 9:1, 6; 10:2; 13:10.

18 Bueno, pues, ¿está limitado el servicio sagrado” de los cristianos a un lugar especial o lugares especiales, o está restringido a una clase o grupo especial como el antiguo sacerdocio de Israel? No, porque hasta entre los israelitas no eran solo los que habían sido nombrados para servir en el tabernáculo quienes hubieran de participar en el “servicio sagrado.” Era el privilegio y deber de todo el pueblo de Israel participar en ese servicio. -Exo. 3:12; Hech. 7:6, 7; Rom. 9:4.

19 Cuando el apóstol Pablo estuvo ante el tribunal del rey Agripa, dijo que en aquel mismo tiempo las “doce tribus” del Israel carnal, no solo la tribu de Leví con su sacerdocio aarónico, todavía esperaban alcanzar el cumplimiento de la promesa de Dios a sus antepasados. ¿Y cómo manifestaban esta esperanza? En Hechos 26:7, Pablo dice que la manifestaban “rindiéndole [a Dios] servicio sagrado asiduamente noche y día.” ¿Cómo hacían esto?

20 Ana la profetisa era una de aquellas personas, que según Lucas 2:37 “nunca faltaba [¿dónde?] del templo, rindiendo servicio sagrado noche y día [¿cómo?] con ayunos y ruegos.” Ella era constante y regular en todos los servicios públicos que se efectuaban en el templo. No todos los judíos vivían en Jerusalén; por lo tanto, no podían estar tan frecuentemente en el templo. Pero los judíos de todo Israel podían ‘servir día y noche,’ y, como dijo Pablo, muchos lo hacían por medio de mostrar celo por el pacto de la Ley y sus estatutos, por pagar la décima parte de su producto para el servicio que se efectuaba en el templo, por sacrificios y por su oración en la mañana y en la noche, y también por asistir con regularidad a las sinagogas donde se consideraba la Palabra de Dios.

21 ¿Gira hoy día alrededor de ese pacto de la Ley y sus sacrificios el “servicio sagrado” a Dios? No, porque tal como declaró el apóstol, todo esto era simplemente “una representación típica y sombra” de cosas mayores que habían de venir. (Heb. 8:5) Y en Hechos 9:9, 10 dijo que aquellos sacrificios en el tabernáculo fueron “requisitos legales tocantes a la carne [e] ... impuestos hasta el tiempo señalado para rectificar las cosas.” -Compare con Filipenses 3:3.

22 El “tiempo ... para rectificar las cosas” llegó con Cristo Jesús. El cumplió las ‘sombras’ de la Ley. (Heb. 10:1-4) Como el Cordero de Dios “se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios,” dando su vida como el sacrificio perfecto, uno que no requiere repetición. Y, como declara el apóstol en Hebreos 9:14, es la sangre derramada de Cristo la que, debido a nuestra fe, puede ‘limpiar nuestra conciencia de obras muertas para que rindamos servicio sagrado al Dios vivo.’

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HOY no se requiere de los siervos de Dios que ofrezcan sacrificios según el pacto de la Ley, que Cristo Jesús cumplió y que Dios por lo tanto quitó de un medio. Pero sí hay sacrificios que constituyen parte vital de nuestro “servicio sagrado.” ¿Cuáles son?

2 Pablo el apóstol de Cristo Jesús nos muestra cuáles son en Hebreos 13:15, 16. Después de hablar del “servicio sagrado que rendía en el tabernáculo el sacerdote de Israel y cómo éste se cumplió en Jesús, Pablo dice: “Por medio de él ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que hacen declaración pública de su nombre.”

3 ¿Qué significa esto para nosotros? Significa que deberíamos querer hablar francamente la verdad acerca de Jehová Dios y acerca de las buenas nuevas de su Reino. Y deberíamos estar haciendo esto, no solo de vez en cuando, esporádicamente, en los fines de semana o noches de reunión, sino, como dice el apóstol, “siempre” ... todos los días, noche y día, manteniéndonos alerta en cuanto a oportunidades de hacerlo.

4 ¿Quiere decir esto que nuestro “servicio sagrado” es enteramente un asunto de hablar? No, porque después de hablar del “sacrificio de alabanza,” el apóstol pasa a hablar de otros sacrificios que Dios quiere de nosotros. Dice, en el versículo 16; “Además, no olviden el hacer bien y el compartir cosas con otros, porque con dichos sacrificios Dios se agrada mucho.” Sí, nuestro “servicio sagrado” tiene que ser un servicio equilibrado, uno en el cual las palabras de alabanza a Dios estén equilibradas con actos, con “el hacer bien y el compartir cosas con otros.”

5 Así es que, lo mismo que Jesús, queremos que toda nuestra vida sea un testimonio a la verdad. Por supuesto, no podemos ejecutar milagros como lo hizo Jesús para ayudar a la gente, pero nuestra conducta excelente, nuestra honradez y sinceridad, y el estar dispuestos a ayudar a la gente cuando podemos y con lo que tenemos tienen igual aceptación. Podemos hacer tal como se nos insta en Gálatas 6:10: “Realmente, pues, mientras tengamos tiempo favorable para ello, obremos lo que es bueno para con todos, pero especialmente para con los que están relacionados con nosotros en la fe.” Al proceder así establecemos la base para que las personas abran los oídos a la verdad. Por lo tanto, no podemos retraernos de declarar las buenas nuevas a todos, haciéndolo generosa y denodadamente ‘desde la abundancia de nuestro corazón.’ De otros modo, ¿cómo realmente se ayudará a la gente que observa nuestras buenas obras y excelente modo de vivir? Tenemos que dejar que la gente sepa que las buenas nuevas de Dios son lo que nos ha impelido a hacer las obras excelentes. (Mat. 5:16; 12:34, 35) Entonces verán que existe la posibilidad de que ellos lleguen a ser lo mismo que nosotros, si ellos también aprenden las buenas nuevas. A menos que tengamos las obras excelentes, beneficiosas y bondadosas acompañadas de buenas conducta así como también el “sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que hace declaración pública de su nombre,” no le estamos rindiendo de lleno a Dios “servicio sagrado.” -Heb. 13:15.

6 Queda manifiesto, pues, por los ejemplos de Jesús y los apóstoles, que nuestro “servicio sagrado” no es enteramente asunto de cambiar nuestra personalidad y hacer cosas bondadosas. Esto es una parte , el fundamento, de nuestro servicio, al cual agregamos el sacrificio de alabanza. (Sal. 106:12) Nuestro “servicio sagrado” no puede ser completo a menos que tanto vivamos las buenas nuevas como las declaremos.

7 Hoy todos podemos demostrar que estamos entre los que rinden “servicio sagrado” a Dios día y noche. Jehová Dios no ha establecido para nosotros un código legal que nos diga cuánto tiempo debemos emplear en ofrecer el sacrificio de alabanza (salvo que dice “siempre”) o cuánto en los otros sacrificios que agradan a Dios. Nos toca a nosotros equilibrar esto. Pero todos estos sacrificios -el fruto de nuestros labios al hacer lo bueno y el compartir cosas con otros- todos tienen que estar presentes y hallar un lugar en nuestra vida, en las horas del día y en las horas de la noche. -Compare con Hechos 26:7.

Todo el proceder de nuestra vida un “Servicio Sagrado”

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TODO EL PROCEDER DE NUESTRA VIDA UN “SERVICIO SAGRADO”

9 Se ve, pues, que el “servicio sagrado” no es algo que ocupe solo parte de nuestra vida. No está limitado a una sola actividad, ni a cierto número de actividades, sino que abarca todo aspecto de nuestro vivir diario. Se puede resumir con estas palabras: ‘Sigan haciendo todo como para Jehová, sea el comer o el beber o el hacer cualquier otra cosa.’ (1 Cor. 10:31) Mostrando lo abarcador que debe ser este servicio, el apóstol dice en Romanos 12:1, 2: “Les suplico por las compasiones de Dios, hermanos que presenten sus cuerpos en sacrificio vivo, santo, acepto a Dios, un servicio sagrado con su facultad de raciocinio. Y cesen de amoldarse a este sistema de cosas.”

Cuidando sus hijos un “Servicio Sagrado”

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10 Son muchas las cosas que están envueltas en esto, pero la mira que uno tiene, su meta y lo que impele su corazón son los factores claves para determinar si lo que uno hace es realmente “servicio sagrado” o no. Por ejemplo, hay muchos padres y madres entre nosotros. Parte, en realidad gran parte, de su “servicio sagrado” a Dios tiene que ver con sus hijos. Salmo 127:3 dice que son “una herencia de parte de Jehová.” ¿Están cuidando ustedes de herencia como para él y para la gloria de él? Este rasgo de su servicio también es uno de “noche y día,” porque la Palabra de Dios indica que los padres deben estar inculcando los excelentes principios de Dios en sus hijos desde cuando se levantan hasta cuando se acuestan. (Deu. 6:4-9) Para hacer esto, una cosa fundamental es estudiar la Biblia con ellos. Pero un padre no debe decir para sí: ‘Tengo un estudio bíblico con mis hijos una vez a la semana, así como lo tengo con otras personas. Por lo tanto, tienen suficiente con eso para saber lo que es correcto y seguir los principios bíblicos.’ Esto sencillamente no es cierto. Recuerde que la Biblia dice que Dios considera “santos” o sagrados a los hijos de un padre o una madre creyente. (1 Cor. 7:14) ¿Cómo trataría usted algo que hubiese sido encomendado a su cuidado, de lo cual usted supiera que Dios lo consideraba sagrado? ¿No lo guardaría usted con sumo cuidado todos los días, día y noche?

Ayudar a sus hijos a apreciar a Jehová Dios, su sabiduría, su amor y lo justo de sus caminos,un “Servicio Sagrado”

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11 Lo que ustedes, padres, hagan ahora para enseñar y disciplinar a sus hijos bien pudiera salvarlos. Por otra parte, si son negligentes ahora, pudieran perderlos. Es decir, de repente puede llegar el tiempo -antes de que se den cuenta de ello- cuando las palabras que les dirijan caigan en oídos sordos. El mundo tendrá más influencia en ellos que ustedes. Entonces, ¿cómo verá Dios el modo en que ustedes habrán manejado propiedad que le era sagrada a él?

12 El inculcar la Palabra de Dios en los hijos todo el día no quiere decir predicarles constantemente. Exige que uno manifieste por su vida diaria y conversación lo que realmente significa la verdad de Dios. En toda ocasión, sea por la relación amorosa y estrecha que tienen con ellos o por su asociación amigable e íntima y comunicación libre de trabas, pueden ayudarlos a apreciar a Jehová Dios, su sabiduría, su amor y lo justo de sus caminos. Escúchenlos, razonen con ellos. Cuando les den instrucciones o tareas que hacer, o los disciplinen, muestren por qué, y expliquen los buenos resultados de obedecerlos como madre o padre y, por consiguiente, de obedecer a Dios como Cabeza sobre todo.

13 No pueden sencillamente tratar de tener un “buen hijo” o una “buena hija” en el sentido en que el mundo emplea esa expresión. Por supuesto, ustedes quieren que sus hijos sean de buenos modales, respetuosos, honrados y considerados para con otros. Pero quieren que su hijo o hija sea así porque, sobre todo, ha llegado a conocer y amar a Jehová Dios. Para que la crianza de su hijo o hija sea diferente de la de los jóvenes del mundo, y verdaderamente sea un “servicio sagrado,” es preciso dirigir la mente y corazón de él o ella a Jehová, para que llegue a ser un alabador de Jehová. -Sal. 148:12, 13.

Hacer que su matrimonio sea uno de éxito, un “Servicio Sagrado”

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14 Los esposos y las esposas pueden rendir “servicio sagrado” por medio de hacer que su matrimonio sea uno de éxito y una honra a la institución divina del matrimonio. Un hombre o una mujer pudiera ser muy amable y agradable para con otros, y soportar con paciencia equivocaciones o hasta sufrir indignidades y agravios por parte de ellos sin desquitarse. Pero en sus tratos con el cónyuge, el esposo o la esposa pudiera ser presto para enojarse, andar ‘leyendo entre las líneas’ de lo que dice el cónyuge, manifestar una actitud de pendenciero, andar buscando una ocasión para criticar. O pudiera ser que la pareja cortara toda comunicación entre sí. Prescindiendo de las otras cosas que una persona casada haga, no está rindiéndole de lleno a Dios “servicio sagrado” acepto si él o ella no hace caso del pacto sagrado del matrimonio. -Efe. 5:22-25, 29.

Las amas de casa tienen una excelente oportunidad para rendir “Servicio Sagrado” acepto a Dios

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15 Las amas de casa tienen una excelente oportunidad para rendir “servicio sagrado” acepto a Dios. Sus obras excelentes que otros pueden ver ciertamente incluirían el mantener una casa limpia y ordenada, el preparar las comidas y tener la ropa arreglada para los de su familia. Pues, ¿qué hay que se exhiba más a la vista de otros que el hogar de uno? La hospitalidad de la esposa, su pronta disposición en cuanto a ayudar a sus vecinos, especialmente el que esté lista para hacer lo extraordinario por ayudar a otras hermanas de la congregación en lo que necesiten... éstos son los sacrificios que agradan mucho a Dios. Cuando la gente sabe estas cosas acerca de ella, entonces la declaración pública de la buenas nuevas por ella en el territorio de la congregación tiene una influencia más poderosa. -Hech. 9:36-41; Tito 2:4, 5.

Los hijos de la casa pueden rendir “Servicio Sagrado” a Jehová

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16 Si los hijos de la casa se interesan en rendirle “servicio sagrado” a Jehová, le pueden mostrar respeto a su padre y ayudar a su madre a honrar a Dios por medio de ayudarles a mantener la casa limpia y en buen orden. Y en los casos en los cuales los padres no están en la verdad, de esta manera los hijos pueden hacer mucho para llevar a sus padres a honrar a Dios. El modo en que se portan delante de sus compañeros de escuela, el respeto que les muestran a los maestros, el hablar a otros acerca de las buenas nuevas cuando se presenta la oportunidad y el trabajar en estrecha unión con la congregación en las cosas que se hacen en el Salón del Reino y en participar en el servicio del campo ciertamente son cosas que Dios cuenta como “servicio sagrado” a él. (Prov. 20:11; Tito 2:6-8) Una buena prueba a tu servicio, en cuanto a si es verdadero “servicio sagrado” o no, es hacerte esta pregunta: ‘¿Salgo al servicio del campo, tal vez llevando literatura bíblica a otros?’ Eso es digno de encomio. Pero, ahora, también pregúntate: ‘En la escuela y en otros lugares, ¿cómo me porto? ¿Hago lo que hacen los jóvenes mundanos? ¿O recuerdo que he de rendir “servicio sagrado” a Jehová noche y día?’ Tú, como otros, puedes efectuar mucho en cuanto a interesar a la gente en las buenas nuevas por tu conducta diaria y tu actitud excelente.

Los ancianos rinden “Servicio Sagrado” atendiendo las necesidades espirituales de sus hermanos

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17 De los ancianos cristianos también se exige que sirvan noche y día. Parte del “servicio sagrado” que ustedes rinden es a favor de sus hermanos, atendiendo sus necesidades espirituales. El apóstol Pablo pudo decirles a los ancianos de la congregación Efeso: “Por lo tanto manténganse despiertos, y recuerden que por tres años, noche y día, no cesé de amonestar a cada uno con lágrimas.” (Hech. 20:31) Hoy día sus hermanos necesitan la ayuda de ustedes tanto como los hermanos de Efeso necesitaban ayuda allá en el primer siglo.



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