LA OVNILOGIA Y LA VIDA EXTRATERRESTRE

Paul Kurtz

La ovnilogía es otro sistema de creencia en lo paranormal que muy bien puede expresar la tentación trascendental; al menos todos los signos en la actualidad parecen indicar esa dirección. Pero este sistema de creencia en lo paranormal es de una clase audaz y fascinante: la idea que la tierra está siendo visitada por seres altamente inteligentes y misteriosos de las lejanías -en este caso, entidades esquivas del espacio exterior-. La similitud de esta con la idea de la revelación es sorprendente: la diferencia es que esta nueva religión de la revelación está cubierta con las formas más últimas de la ciencia ficción. ¿La ovnilogía es simplemente un masivo sistema ilusorio que ha cautivado a millones de personas en este planeta? Si es así,  no sería el primero de tales sistemas de creencias que no tenga ningún fundamento en los hechos probados, no obstante tiene fuerte apoyo. Sin duda, toma ímpetu de los esfuerzos científicos reales e impresionantes por explorar el universo en búsqueda de vida extraterrestre.
La moderna ovnilogía empieza el 24 de junio de 1947 cuando Kenneth Arnold reportó que vio una formación de nueve objetos parecidos a discos sobre el monte Rainier, en el Estado de Washington. Arnold dijo que cada disco se parecía a un «plato rebotando sobre el agua». Se le prestó atención mundial a sus afirmaciones y subsecuentemente se han reportado decenas de miles de avistamientos de «platillos voladores» a través del mundo. Los creyentes llegan a los millones. En algunos años, los reportes de ovnis llegaron a ser epidémicos y el interés público se incrementó enormemente. Estos reportes han llegado de la mayoría de los países del mundo y de todos los estratos de la sociedad. ¿Están los seres y las naves extraterrestres visitando y observando la vida en el planeta tierra?
Los relatos de los ovnis han variado, pero parece haber un síndrome común: objetos extraños en el cielo, de forma cilíndrica o de plato, luces brillantes o parpadeantes, haciendo sonidos de pito, precipitándose a increíbles velocidades, volando en extraños ángulos, de repente permanecen detenidos o desaparecen. Ha habido muchos reportes de encuentros humanos con criaturas humanoides que salieron de estos platillos, e incluso increíbles relatos de haber sido raptados, examinados, llevados a otras galaxias, y luego regresados a la tierra.
¿Qué es lo genuino en estos relatos y qué es fantasía? Si vamos a estar comprometidos con el método empírico, ¿no debemos tomar el testimonio de los testigos oculares con seriedad? Estos reportes no fueron raros ni aislados en número, pero han sido numerosos. Hubo al menos dos consideraciones destacadas: (1) ¿Ocurrieron los sucesos como se reportaron? (2) ¿Cómo deberíamos interpretar lo que la gente sostuvo que vio? ¿Pueden darse explicaciones naturales?
La ovnilogía se divide en dos grandes campos: 1. Los creyentes en ovnis que están convencidos que al menos algunos ovnis son de origen extraterrestre, y que su conocimiento está siendo sistemáticamente ocultado al público por los gobiernos nacionales (pero no está claro para qué propósito). 2. Los escépticos que han examinado la evidencia y que han ofrecido interpretaciones prosaicas naturales de los fenómenos. La mayoría de los reportes de ovnis, dicen, sin son cuidadosamente investigados, se convierten en ovis -esto es, en objetos voladores identificados-, objetos en el cielo que son comúnmente mal percibidos o interpretados. La mayoría de los relatos pueden explicarse como estrellas brillantes, la luna o planetas que sobresalen en el cielo (Venus, Marte, Júpiter), meteoros, globos meteorológicos y de otro tipo, helicópteros, aviones de pasajeros o militares, misiles, cohetes y satélites hechos por el hombre que retornan, reflectores, bengalas, luces fijas de tierra y otras anormalidades visuales -incluso pájaros, relámpagos, cometas o formaciones de nubes inusuales-. En algunos casos las observaciones fueron una travesura o una patraña. No todos los ovnis han sido identificados, principalmente porque no hay evidencia que corrobore las afirmaciones de los testigos iniciales. Por eso un aire de misterio acompaña a aquellos casos que todavía no han sido completamente explicados para la satisfacción de todos.
Examinemos algunos de los casos clásicos. Me centraré primero en algunos de los ejemplos más discutidos de rapto por testigos que sostienen haber tenido encuentros directos con extraterrestres.

Raptos
Betty y Barney Hill. Allen Hynek, notable investigador de ovnis y astrónomo, ha catalogado los casos de secuestro como «encuentros cercanos del tercer tipo». Sin duda el caso más celebrado y además el rapto más completo documentado registrado es el de Betty y Barney Hill, residentes de Whitfield, New Hampshire. De acuerdo a su testimonio, estuvieron dirigiéndose hacia el norte de New Hampshire en su camino a casa de regreso de vacaciones en Montreal en la tarde del 19 de septiembre de 1961. En algún momento entre las 10 p.m. y la medianoche, captaron la atención de una luz que se movía erráticamente en el cielo, que parecía estar siguiendo a su carro. El cielo estaba claro y la luna brillaba intensamente, menos en el suroeste. Betty dijo que había visto una estrella o planeta bajo la luna, pero que pronto después, reportó, que ella vio un segundo objeto en el cielo, que era una «estrella» más grande y brillante por encima del primer objeto. Este, dijo, era un ovni. Barney al principio creyó que era un objeto ordinario, tal vez un aeroplano o satélite, pero Betty sostuvo que era un plato volador e insistió que Barney pare el carro y lo observase. «Es sorprendente», exclamó (1).
Barney salió del carro, miró al objeto con binoculares, y pensó que vio una hilera doble de ventanas iluminadas y con alienígenas adentro, burlándose de él y volteándose para jalar palancas. El líder de los extraños seres parecía ser un «nazi», dijo. Aterrorizado saltó atrás hacia el carro y arrancó a toda prisa. Betty reportó que Barney estaba en una «condición histérica», temiendo que fueran a ser capturados (2). La nave aérea, adujeron, continuó siguiendo a su carro. Fue en este punto que su viaje fue supuestamente interrumpido. De acuerdo a la historia, oyeron una serie breve de sonidos piteantes venir de la parte trasera del auto que causó que el auto vibrara. Dijeron que cayeron en somnolencia. Cuando recuperaron la conciencia, descubrieron que habían transcurrido dos horas y que estaban treinta y cinco millas al sur de donde los sonidos piteantes habían empezado.
Los Hill fueron sometidos a un intenso interrogatorio por dedicados defendores de los ovnis que se encontraron con ellos dentro de las semanas siguientes al supuesto encuentro. Fueron atormentados por desórdenes nerviosos y sueños espantosos y pesadillas sobre el ser llevados a bordo de una nave espacial extraterrestre. Después de dos años, Barney estaba tan perturbado que fue forzado a buscar ayuda de un psiquiatra, el Dr. Benjamin Simon de Boston. Bajo hipnosis, Barney y Betty Hill intentaron relatar las «dos horas perdidas». Contaron que fueron llevados a bordo de la nave espacial y que fueron examinados por las extrañas criaturas. Además, Betty Hill afirmó haber visto un «mapa estelar», que describía el sistema solar del cual había venido el ovni. Quince estrellas de este mapa correspondían supuestamente según Marjorie Fish, una profesora de escuela elemental, a estrellas en el cielo, y esto es frecuentemente citado por los creyentes en los ovnis como confirmación independiente que la historia de los Hill es verdadera. El relato de Betty concluye cuando ella y Barney retornaron al auto unas dos horas después.
¿En qué consiste este caso famoso? Robert Sheaffer, un escéptico de los ovnis, informa que si consultamos los reportes del tiempo y las tablas astronómicas de ese día, podremos reconstruir ciertos hechos: la luna estaba brillando, el primer planeta que vieron fue Saturno, y el otro objeto brillante probablemente fue Júpiter el cual había llegado a la posición que describen. Si se está yendo en coche, parece que el planeta se está moviendo cuando lo hace el carro. «Si un ovni genuino hubiera estado presente, habrían sido tres objetos cerca a la luna esa noche: Júpiter, Saturno y los ovnis. No obstante, reportaron ver sólo dos» (3).
¿Fue la imaginación de los dos responsable del resto de su historia? Es interesante que el Dr. Simon quien puso a los Hill bajo hipnosis dos años después del suceso, sostuvo que todo el acontecimiento «era una fantasía...en otras palabras, fue un sueño. El rapto no sucedió» (4). Según el Dr. Simon, Betty había descrito muchos detalles específicos del rapto, mientras que Barney parecía no recordar casi nada. El Dr. Simon indicó que el incidente del rapto no fue una experiencia común, compartida, y se sugiere que Barney había derivado su conocimiento del supuesto rapto al oír a Betty referir sus sueños. El Dr. Simon le dijo a Philip Klass que no creía que los Hill habían sido secuestrados, sino que más bien la historia era una fantasía que habían llegado a creer y volver a contar bajo hipnosis.
¿Qué hay acerca del mapa estelar que vio Betty? Sheaffer indica que el mapa pudo corresponder con muchas áreas del cielo, que existen muchos patrones estelares que le encajarían con el boceto de Betty. Algunos creyentes de los ovnis sostienen que las observaciones de radar aquella vez corroboran la historia. La base Pease de la fuerza aérea en Portsmouth, Nueva Hampshire, a varias millas de ahí, reportó un objeto no identificado en su radar a las 2:14 a.m., pero no hubo ninguna corroboración por parte del radar del aeropuerto de Survellaince. Sheaffer sostiene que los radares son sensibles a muchos objetivos, incluyendo incluso a pájaros e insectos. Además, la anomalía del radar aconteció después, a muchas millas a lo lejos. Así que no existe realmente corroboración independiente del «testimonio ocular» de los Hill del encuentro.
Ciertamente, los avances subsecuentes en el caso Hill fuerzan nuestra credubilidad todavía más. En 1977 Betty Hill empezó a hablar acerca de un «lugar de aterrizaje de ovnis» en el sur de New Hampshire, que visitaría tres veces a la semana para observar a los ovnis. Incluso los devotos de los ovnis han reconocido que ella es capaz de ver ovnis cuando nadie lo puede hacer estando con ella. En una oportunidad, John Oswald reporta, el investigador de campo para un grupo ovni (que acepta las historias de raptos), la Sra. Hill fue incapaz de «distinguir entre un ovni posado en tierra y una luz de la calle» (5). Esto hace surgir la pregunta interesante si los reportes de rapto por ovnis son igualmente experiencias místicas o reveladoras, sin confirmar pero fortalecidas con convicciones psicológicas sostenidas firmemente.
El caso Travis Walton. Otro famoso incidente referido a los anales de la ovnilogía es el secuestro de Travis Walton a bordo de un ovni. El incidente supuestamente ocurrió el 5 de noviembre de 1975 cerca a Snowflake, Arizona. Walton, un maderero de 22 años, estaba trabajando con un equipo de madereros en el Parque Nacional de Sitgreaves. Según la historia, Walton y seis miembros del  equipo estaban yendo en camión cuando se encontraron con un objeto parecido a un platillo flotando sobre la tierra a unos 110 pies [334 metros]. El extraño objeto estaba emitiendo un muy agudo sonido zumbante. Walton llegó a emocionarse por el objeto. Salió del camión y se acercó a él. Cuando estuvo bajo él, un rayo de luz apareció de pronto en la parte inferior de la nave y lo golpeó contra la tierra, aparentemente inconsciente, y afirmó haber experimentado una clase de choque eléctrico. Los otros seis hombres se espantaron y se alejaron a toda prisa en su camión.
Mientras tanto Walton había desaparecido y los esfuerzos de la policía y otros en localizarlo probaron ser en vano. Después de cinco días, regresó y llamó a sus amigos desde un teléfono público. Se le encontró en una condición de aturdimiento.
Según el relato de Walton de lo que sucedió, después de que había sido golpeado contra la tierra, despertó en un cuarto «parecido a un hospital» todo de metal. Estaba siendo observado por tres extrañas criaturas con cabezas calvas de no más de un metro y medio. Trató de luchar contra ellos, pero ellos abandonaron el cuarto ilesos. Después, un humano entró al cuarto. Era de cerca de 1.80 m. de alto, con pelo castaño rubio y ojos color avellana y llevaba un casco. Sin hablar llevó a Walton abajo a un corredor donde encontraron a otros tres humanos que pusieron una máscara de plástico sobre su cara. Walton se desmayó. La siguiente cosa que recuerda era que estaba caminando por una autopista con el platillo volador despegando hacia arriba. Sólo era capaz de recordar unas pocas horas del tiempo que desapareció.
¿Es cierta la historia? ¿Su testimonio es evidencia confiable para probar la existencia de seres extraterrestres? Cuando una palabra del incidente fue revelada se convirtió en noticia de inmediato y la prensa mundial invadió a Snowflake. Creyentes y escépticos llegaron por igual. Un diario sensacionalista, el National Enquirer, cubrió el incidente, y Walton y los madederos ganaron un premio de US $ 5000 por el «mejor caso de ovnis del año». Se adujo que todos ellos pasaron las pruebas del detector de mentiras. El escéptico de ovnis Philip Klass fue capaz de descubrir muchas discrepancias en sus relatos. Primero las pruebas de polígrafo que les habían tomado fueron administradas de mala manera. Además, Klass dijo que Walton había fallado en una prueba anterior, no publicitada, del detector de mentiras hecha por un experto, John J. McCarthy, quien concluyó que el caso involucraba una «gran mentira». El reporte de McCarthy concluyó que «basado en su  reacción [la de Travis Walton] sobre todas las gráficas, es la opinión de este examinador que Walton, de acuerdo con los otros, está intentando perpetrar un fraude ovni, y que no ha estado en ninguna nave espacial» (6).
Klass encontró detalles interesantes del caso, de manera notable que Travis Walton, su hermano y su madre, todos creían en los fenómenos ovni, y que Walton había dicho a su madre unas semanas antes del incidente que no se preocupase si alguna vez fuera raptado -que él retornaría a salvo-. Klass también decubrió que el equipo de trabajadores, y especialmente su jefe, Mike Rogers, tuvo posiblemente un motivo económico en ayudar a tramar el engaño. Es claro que el rapto real a bordo de la nave espacial y lo que ocurrió dentro solamente es atestiguado por Travis y no por los demás miembros del equipo de labores, quienes pudieron o no haber visto un objeto extraño en el cielo. No hay corroboración de la historia de Travis, y así permanece como un relato subjetivo.
El encuentro Hickson-Parker. Un tercer suceso muy publicitado ocurrió el 11 de octubre de 1973 en Pascagoula, Mississipi. Dos trabajadores de astilleros, Charles Hickson de 42, y Calvin Parker de 19, afirmaron haber sido raptados por un ovni mientras pescaban sobre el río Pascagoula. Sostuvieron que oyeron un sonido zumbeante o silbante, y vieron a un platillo volador redondo flotando sobre la tierra. El vehículo destelleaba luces azules. Los relatos de Hickson del suceso eran contradictorios. En una ocasión dijo era de 2.5 a 3 metros de extensión, y en otra lo describió como de sesenta a noventa metros de largo. Según este relato, surgieron tres humanoides del ovni y flotaron hacia Hickson y Parker. Fueron descritos como de cerca de metro y medio de alto con piel gris arrugada, semejantes a elefantes, cabezas de forma de huevo, sin cuello, y brazos tipo garra. Dos de las criaturas cogieron a Hickson y flotaron con él para abordar el ovni, donde fue introducido a una cámara intensamente iluminada. Una tercera criatura agarró a Parker, quien se desmayó, y además le hizo flotar hacia la nave. Los humanoides examinaron a Hickson con un objeto que parecía un ojo pero que no estaba adherido a nada. Se sintió completamente paralizado cuando lo hicieron. Cerca de veinte minutos después, hicieron flotar a Hickson afuera, mientras se reunía con el muy perturbado Parker quien había recobrado la conciencia. Entonces el ovni salió disparado hacia arriba y desapareció. Parker, habiéndose desmayado, fue incapaz de proveer algún detalle del suceso. Después de varias horas, los dos hombres ganaron suficiente coraje para contar su relato al alguacil, y este incidente milagroso rápidamente se convirtió en una noticia pública.
¿Qué tenemos que hacer con esta increíble historia? ¿Es verificable? ¿Debería aceptársele como un genuino encuentro? Los aficionados a los ovnis -un grupo de creyentes comprometidos- parecen tener un deseo casi religioso de aceptar las hipótesis de los ovnis. Hickson y Parker fueron entrevistados por dos expertos en ovnis muy bien conocidos: el profesor James A. Harder y el doctor J. Allen Hynek. Harder concluyó que «había definitivamente algo aquí que no era terrestre...De dónde vinieron y por qué estaban aquí es un asunto de conjetura, pero el hecho que están aquí es verdad, más allá de duda razonable». Y Hynek cautelosamente sostuvo: «No hay duda en mi mente que estos dos hombres tuvieron una aterradora experiencia» (7). Al testimonio de Hickson se le dio credibilidad adicional cuando se reveló que se les había tomado una prueba con el detector de mentiras. Mientras, el caso levantó bastante interés, especialmente en el área de Mississippi, donde hubo varios reportes similares de ovnis.
Afortunadamente este caso, como los dos previos casos, han sido examinados por los escépticos, que pueden proveer explicaciones alternativas. Klass sostiene que la evidencia indica la fuerte posibilidad de ser un engaño inventado. Según Klass, la prueba del detector de mentiras se le hizo a Hickson un operador inexperto. Los esfuerzos para hacer que Hickson tome otra prueba o para probar a Parker no fueron exitosos. Klass descubrió que Hickson se había registrado por bancarrota unos meses antes. Especuló que Hickson esperaba que esta historia le traería ofertas de películas o de televisión, motivos que sólo se pueden inferir y no confirmar.
¿Qué vamos a hacer de estos tres casos de secuestro? ¿Son todos engaños? ¿Los relatos de los raptados fueron simplemente alucinaciones, o fue una combinación de motivos? Algunos comentadores han encontrado similaridades entre las historias de rapto, las experiencias cercanas a la muerte, y las alucinaciones inducidas por drogas. Los hilos comunes que corren a través de estas historias son similares: la visión de una luz brillante, un sonido zumbante, una sensación de flotar fuera del cuerpo, el movimiento a través de un túnel o corredor, el encontrar un ser o seres bañados en luz, someterse a exámenes, y entonces retornar a la vida real. Esto lleva a especular si la tentación trascendental es además un factor importante en el fenómeno ovni -no sólo para los 200 o más raptos reportados sino también en la voluntad de la población general para creer en el fenómeno-. La ovnilogía, al menos para algunos, parece funcionar como un fenómeno casi religioso.
Millones de personas sostienen haber visto cosas extrañas en el cielo que no pueden explicar por medios naturales, a los cuales atribuyen una fuente extraterrestre, fuera de este mundo. Incapaces de dar una explicación causal, les atribuyen un relato mágico, reminiscencia de sucesos espirituales, psíquicos, paranormales, sobrenaturales u otros sucesos milagrosos. ¿Está trabajando un proceso similar, sutil, psicológico, con sólo un contenido de creencias diferente pero con el mismo origen y función?

La hipótesis extraterrestre y los ovnis
La hipótesis extraterrestre es perfectamente plausible. La posibilidad que la vida pueda existir en otras galaxias en el universo es una hipótesis científica significativa. Algunos astrónomos han postulado la probabilidad de que la vida haya evolucionado en otros planetas. El argumento va como sigue: puede haber al menos un millón de planetas en nuestra sola galaxia. Existen decenas de mil millones de galaxias a través del universo. Si las condiciones para la vida están presentes en estos sistemas planetarios, presumiblemente formas superiores podrían haber evolucionado, y puede haber formas inteligentes las cuales han desarrollado civilizaciones tecnológicas avanzadas. Es razonable asumir que la vida aparecerá espontáneamente en los planetas convenientes, dada la adecuada temperatura en la superficie y otras condiciones. Los organismos capaces de fotosíntesis pueden desarrollarse entonces, y se estima que después de tres o cuatro mil millones de años, otras formas superiores de vida evolucionarán o han evolucionado. Esto presupone la presencia de carbono, oxígeno, nitrógeno, hidrógeno y otros elementos. Es concebible que tales civilizaciones hayan avanzado más que nosotros y hayan conquistado la tecnología para hacer viajes espaciales sobre posible distancias infinitas.
Algunos astrónomos han negado que esto sea el caso, sin embargo, manteniendo que las probabilidades son muy bajas. Puede haber muy pocos sistemas planetarios que lo que antes se creía; ciertamente la vida en el planeta tierra puede ser un suceso relativamente raro. Además, para que un planeta sea propenso a la vida, los elementos básicos necesarios deben estar presentes, al menos para los tipos de vida con los cuales estamos al corriente, y muchos planetas pueden contener muy pocos elementos. Para que la vida esté presente, el planeta debe estar a la distancia correcta de su sol, esto es, ni muy lejos ni muy cerca. Si la tierra estuviera muy cerca al sol, haría demasiado calor para sostener la vida, si estuviera muy lejos, se produciría glaciación. Las zonas que son habitables pueden ser relativamente limitadas. Así que las probabilidades de la vida son, hemos dicho, mucho más pequeñas que las extrapoladas por los optimistas de lo E.T. [extraterrestre]. Algunos astrónomos difieren de esta estimación pesimista y creen que la materia orgánica no necesita basarse en el carbón y el agua, como nuestro planeta; piensan que la vida fundamentada en el silicio u otras formas de la química podría ser posible, y que estas formas de vida podrían ser capaces de sobrevivir a temperaturas extremadamente altas o bajas. Asumir que la vida en el planeta tierra es un fenómeno completamente único, dicen, sería sorprendente.
Con todo, otra sugestión especulativa es que puede haber nubes cósmicas de material orgánico que sobrevivan por largos periodos y/o que la materia orgánica en rastros de vida haya sido transmitida por meteoritos de diferentes galaxias, permitiendo que el proceso evolutivo sea repetido por todo el universo.
Cualquiera sean las probabilidades de estos procesos todavía son inciertas en el presente. Lo que tiene significado trascendental para la especie humana es si existe vida inteligente en otra parte. Si es así, deberíamos intentar hacer contacto y comunicarnos con estas formas de vida -como ha instado Carl Sagan-. Los radiotelescopios han estado monitoreando los cielos y transmitiendo los mensajes, pero hasta ahora ningún mensaje identificable se ha recibido. Tampoco se puede confirmar ni negar la hipótesis E.T. sobre fundamentos a priori en este estadio de la investigación científica. Pero esto está completamente apartado de la cuestión de si el planeta tierra ha sido visitado por astronautas, como ha sostenido von Däniken, o está siendo visitada actualmente por ovnis.
Aparte de la cuestión de las probabilidades está la pregunta empírica de la confirmación, y esto puede ser resuelto por referencia a la evidencia.
¿Cuál es la evidencia que apoya a la hipótesis ovni-E.T.? Me he referido a tres de los más famosos casos de secuestro, pero realmente el número de avistamiento de ovnis es enorme. En los Estados Unidos, algo como el 9 por ciento de la población, millones de gentes, sostienen haber visto un ovni (según un sondeo de Gallup de 1978). Cincuenta seis por ciento de la población dice que cree en los ovnis. Esto es repetido internacionalmente, así que estamos tratando con fenómenos de proporciones masivas. De modo general, los «avistamientos» son extrañas luces u objetos en el cielo que se comportan de formas extrañas, flotando y precipitándose en ángulos inesperados. Esta es la era de los viajes aéreos, así que la gente está acostumbrada a mirar hacia el cielo y ver globos, helicópteros, aviones a hélices y a chorro, cohetes y misiles -fenómenos todos que habrían parecido extraños en los siglos precedentes-. Pero además están perplejos por otras cosas que son anómalas e inexplicables.
En 1952 la Fuerza Aérea de los EE.UU. lanzó una investigación especial, el Proyecto Libro Azul, para investigar tales fenómenos. Manejó aproximadamente 13,000 casos de avistamientos supuestos. Después de un estudio extendido, la Fuerza Aérea concluyó que no había evidencia para la suposición que los fenómenos eran extraterrestres. Se sostenía que era capaz de explicar aproximadamente 94 por ciento de los avistamientos como debidos a causas naturales. La mayoría contundente de casos estaba basada en simples malas percepciones, y malas interpretaciones, incluso por muy bien entrenados pilotos de aerolíneas, ingenieros, y científicos. Un largo estudio conducido en la Universidad de Colorado, conocido como el Reporte Condon, recomendó en 1969 que no se haga ningún estudio posterior por parte de la Fuerza Aérea, aunque algunos casos permanecieron «inexplicados». Los creyentes en los ovnis con frecuencia indican ese hecho como significativo, pero esto no confirma necesariamente la hipótesis extraterrestre, sino que simplemente indica que no hay suficientes datos para determinar lo que estaba presente o para corroborar el testimonio de los testigos oculares. No todo asesinato ha sido resuelto por los departamentos de policía, pero no tenemos el derecho a suponer que un agente paranormal cometió asesinatos sin resolver. El peso de la prueba descansa en los defensores de la hipótesis extraterrestre. Y ellos no han producido suficiente evidencia.
En otro estudio importante (8), Allan Hendry, asociado con el Centro para los Estudios de Ovnis, revisó más de 1300 reportes de ovnis que sucedieron en un período de catorce meces (de agosto de 1976 a noviembre de 1977) en los Estados Unidos. Entrevistó, en gran medida por teléfono, a testigos que había reportado avistamientos de ovnis. Concluyó que las explicaciones prosaicas podrían dar cuenta de tales reportes. Hendry encontró que estos eran globales en naturaleza, llegados de todas partes de los Estados Unidos y fueron hechos por una sección cruzada de individuos representantes de todas las edades, ocupaciones y formaciones educativas. Los reportes fueron de varias clases: aquellos que estuvieron «cerca» (es decir, un ovni del que se había dicho que apareció a 1500 metros del testigo), aquellos que influenciaron en el medio ambiente (y supuestamente dejaron algún rastro físico y aquellos que involucraban contactar a los ocupantes o entidades. De los 1307 casos que Hendry investigó, 1158 fueron convertidos rápidamente por él en ifos (88.6%), 36 casos fueron excluidos ya que proveyeron datos apropiados (2.8%), y sólo 113 casos (8.6%) permanecieron como fenómenos no identificados. Hendry confiesa al final de su estudio caso por caso que «todavía no estaba muy cerca a la naturaleza de esta bestia compleja» que cuando empezó (9). Dice que mucho o la mayoría de los datos son testimonios anecdóticos de testigos emocionados. «La evidencia nunca admite de repente un estallido de aprobación incluso para un ovni» (10) es decir, para la explicación extraterrestre.
Lo que Hendry ha descubierto es seguramente significativo. Porque es claro que después de décadas de búsqueda no tenemos aún un caso incontrovertible que salga muy bien del escrutinio cuidadoso. No tenemos ninguna prueba decisiva, ninguna evidencia fuerte corroborante, que los ovnis sean extraterrestres. Tal vez al continuar investigando tales avistamientos, algún día descubriremos bastante evidencia fuerte y rigurosa que corrobore la afirmación sin ambigüedades. Pero hasta que lo hagamos, está disponible una explicación alternativa, esto es, que el fenómeno ovni nos diga algo acerca de la conducta de la especie humana, de la fascinación con lo desconocido, y el hambre por creencias en la existencia de realidades del más allá.
Aquí encontramos la reaparición de un hilo común. La ovnilogía es la mitología de la era espacial. Más que ángeles danzando sobre las cabezas de alfileres, ahora tenemos naves espaciales y extraterrestres. Es el producto de la imaginación creativa. Busca dar al hombre raíces y relaciones más profundas con el universo. Es una expresión de nuestra hambre por el misterio, nuestra demanda por algo más, nuestra esperanza por sentido trascendente. Los dioses del monte Olimpo han sido transformados en viajeros espaciales, transportándonos por medio de nuestros sueños a otros dominios. La tentación trascendental nos ha vencido de nuevo. Y así vemos lo que queremos. Forjamos un universo a nuestro gusto.

Ejemplos típicos de avistamientos de ovnis
1. El 17 de julio de 1957 a las 4:10 p.m. la tripulación de un avión RB-47 de la base Forbes de la Fuerza Aérea Norteamericana en Topeka, Kansas vio una intensa azul blanquecina sobre Lousiana. Una señal fue captada por el operador de radar a bordo del avión. Aunque el RB-47 incrementó su velocidad no pudo alcanzar al ovni. Este también fue detectado por el radar sobre Texas, mientras el avión lo perseguía. El ovni desapareció y reapareció ante el avión y sobre el campo del radar. En un punto, el ovni desapareció y reapareció sobre la cola del RB-47. El avión lo siguió por 90 minutos sobre cuatro estados por una distancia de 1126 km.
2. En la noche del 29 de abril de 1978, el departamento de policía en Aurora, Illinois (en las afueras de Chicago) recibió diez reportes de avistamiento de un ovni, entre las 10:30 p.m. y la medianoche. Los testigos afirmaron ver un objeto parecido a un platillo, con luces circulando alrededor de su perímetro. Hubo reportes diversos en cuanto a su tamaño exacto, con estimados por doquier desde 7 metros hasta el ancho de un campo de fútbol. Algunos sugirieron que pudo haber habido una nave madre y una más pequeña también. El señor y la señora S. reportaron un encuentro cercano con la nave. El platillo flotaba sobre su carro y mientras ellos se dirigieron a sus vecinos para alertarlos, la nave los siguió volando al nivel de la cima de los árboles. El platillo fue completamente silencioso. Después de permanecer inmóvil por encima de ellos por un tiempo, abruptamente partió hacia el Este.
3. A fines de agosto de 1984, numerosos residentes de Brewster, Nueva York, un pueblo del valle Hudson a 6.4 km. al norte de la ciudad de Nueva York, empezó a reportar avistamientos de ovnis. Dijeron que vieron grandes objetos, circulares o de forma de V, que emitían luces rojas, verde y blancas, flotando silenciosamente o con un débil zumbido. Efectuaron maniobras erráticas, entonces de repente desaparecían. Monique Driscoll relata que cuando estaba dirigiéndose a casa una tarde, las voces de su radio CB de repente se apagaron por la estática. Vio que algo se acercaba a su vehículo muy lentamente, y siguió la nave mientras viraba y flotaba sobre una casa cercana. Al mirar al vientre de la nave, notó que «era un metal gris, como la estructura de un puente. Después de unos pocos minutos empezó a alejarse...y entonces, un silbido, se había ido» (11). Un piloto de una aerolínea comercial, Michael Faye, observó un extraño objeto después de despegar una noche del Aeropuerto Newark. Tenía seis u ocho luces que se apagaron todas a la vez cuando empezó a estar cerca de él. «Había desaparecido», afirmó con asombro (12). Surgió tal furor acerca de los avistamientos del valle Hudson que muchísimos investigadores de ovnis muy bien conocidos invadieron el área. Algunos atestiguaron su autenticidad.
¿Cuáles son algunas posibles explicaciones para los avistamientos precedentes? En relación al caso 1, Philip Klass ha sugerido que el ovni que aparece y reaparece muy probablemente puede ser explicado por una variedad de objetos naturales diferentes. Además, las señales del radar que la tripulación del RB-47 pensó venían del ovni tenía las características de las usadas por las instalaciones de radar de la defensa aérea que estuvieron operando en el área en esa época. El caso 2 es explicado por Allan Hendry como debido a un avión de propaganda iluminado claramente, que descubrió estaba en el área esa vez. Visto desde abajo, parecía silencioso. La revista Discover mostró que el caso 3 era un engaño perpetuado por pilotos de aviones privados novatos. Al volar en forma circular, de repente apagaban sus luces, lo que hizo parecer a aquellos que miraban desde la tierra que ¡habían desaparecido!
He citado sólo tres casos muy típicos de los que ocurren, pero la lista de observaciones equivocadas y generalizaciones apresuradas es interminable. Sin duda los reportes están teñidos por al amplia publicidad dada a los reportes previos y la creencia, y de la expectación, que los ovnis son de origen extraterrestre.

Paul Kurtz
Profesor emérito de filosofía, Universidad Estatal de Nueva York.

(Tomado de la obra del mismo autor The Trascendental Temptation. A critique of Religionn and the Paranormal [Buffalo, Prometheus Books, 1986], pp. 434-445. Traducción de M. A. Paz y Miño y revisión de Victor Montero Cam).

NOTAS
(1) John Fuller, The Interrupted Journey (New York: Dell, 1966), cap. 7.
(2) Ibid., cap. 2.
(3) Robert Sheaffer, The UFO Verdict (Buffalo, Prometheus Books, 1981), p. 35
(4) "Today Show" de la cadena televisiva norteamericana NBC, 20 de octubre de 1975; véase además Philip Klass, UFO´s Explained (Nueva York: Random House, 1974), pp. 252-54.
(5) Robert Sheaffer, The UFO Verdict, p. 43.
(6) Klass, UFOs: The Public Deceived (Buffalo: Prometheus Books, 1983), p. 186.
(7) Klass, UFO´s Explained, p. 298.
(8) Allan Hendry, The UFO Handbook: A Guide to Investigating, Evaluating, and Reporting UFO Sightings (Garden City, N.Y.: Doubleday, 1979).
(9) Ibid., p. 283.
(10) Ibid.
(11) Discover magazine, noviembre de 1984, p. 19.
(12) Ibid.

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