ICHTHYOSTEGA: UN FOSIL TRANSICIONAL

Por: Lenny Flank
(c) 1995

Traducción Rolón Ríos
Notas del traductor entre corchetes.

Los creacionistas aseveran apasionadamente que "no existen formas transicionales en el registro fósil". Uno de los mejores fósiles transicionales, empero, es el Ichthyostega, en el que se combinan rasgos tanto de pez como de anfibio, representando la transición de los vertebrados entre la vida acuática y la terrestre.

Fig.1 Ichthyostega

Los vertebrados terrestres descienden de una clase de peces antiguos denominados "peces de aleta lobulada", ó Crosopterigios. En particular, la familia de peces de agua dulce conocidos como Rhipidistios tenía un número único de rasgos en común con los vertebrados terrestres. Los Rhipidistios de agua dulce parecen haber sido los ancestros directos de los primeros vertebrados terrestres, mientras que otros Crosopterigios evolucionaron hacia especializados peces marinos de los océanos profundos. Como los animales del océano profundo se fosilizan aún más raramente, no hay rastros de los Crosopterigios en el registro fósil hasta el final del periodo Cretácico, unos 65 millones de años atrás. Sin embargo, sabemos que los Crosopterigios evolucionaron en peces más y más especializados del océano profundo porque en 1939 se encontró un Crosopterigio vivito y coleando: El Coelacanthus Lattimeria, ó Celacanto, que fue dragado de una fosa del océano profundo frente a las costas de Africa.

Entre las características únicas que aparecen en los peces Rhipidistios se tiene un cráneo cuyo patrón se aproxima al de los más primigenios anfibios conocidos. En el pez Rhipidistio Osteolepis, hay dos huesos en el techo del cráneo que corresponden a los huesos parietales de los vertebrados terrestres, y entre ellos existe una apertura para la glándula pineal ó "tercer ojo", que en los animales terrestres sirve como detector de luz para calibrar los relojes internos. [Las aves, por ejemplo, "saben" mediante esta glándula cuando se acortan los días -entrada al invierno- época en que disminuyen o cesa su producción de huevos ya que no es adecuada para reproducirse en virtud a recursos alimenticios escasos y bajas temperaturas. Los avicultores "engañan" a las aves mediante luz artificial].

Los Rhipidistios se caracterizan también por dos articulaciones móviles que se extienden a través del cráneo, una en el techo de la boca, y la otra en la base de la caja cerebral. Estas articulaciones permitían al pez acrecentar sus fauces y tragar grandes objetos.

De lejos, las características más importantes de los Rhipidistios, eran sus aletas lobuladas, consistentes en dos pares de proyecciones pulposas con una aleta radiada en sus extremos. Cada lóbulo contenía varios huesos y músculos que permitían a la aleta moverse, lo que permitía al pez propulsarse a lo largo del fondo del río (algo parecido al moderno "bagre caminante"). La lobulada aleta del Rhipidistio estaba altamente desarrollada en especies posteriores, como el Eusthenopteron. El Eusthenopteron difería de muchos otros Riphidistios en que tenía varias proyecciones espinosas desde los huesos vertebrales, que daban una protección adicional al espinazo.


Fig.2 Eusthenopteron

En el Devónico superior, hará unos 375 millones de años atrás, apareció el primer vertebrado terrestre conocido, llamado Ichthyostega. El Ichthyostega poseía extremidades bien desarrolladas con cinco dedos, así como todos los otros vertebrados terrestres. Las extremidades del Ichthyostega poseían una estructura esquelética consistente en un simple y largo hueso (llamado húmero en la extremidad delantera y fémur en la posterior) y dos huesos largos  en la extremidad inferior (llamados radio y ulna en la extremidad delantera; y tibia y fíbula en la extremidad posterior). Los dígitos y "muñecas" están hechos de un gran número de pequeños huesos. Este patrón se encuentra también en todo vertebrado terrestre. Las pulposas aletas lobuladas de los peces Rhipidistios tienen una estructura ósea idéntica, que corresponde de manera unívoca con los esqueletos de las extremidades de Ichthyostega y otros vertebrados terrestres.

Adicionalmente a estas extremidades con cinco dedos hay otras características anfibias obvias, Ichthyostega posee sin embargo varias características que son únicas de sus ancestros, los peces Rhipidistios. Las más evidentes son una larga aleta radiada, como la de los peces, junto con las orillas posteriores de la cola. Los soportes de la aleta espinosa encontrados en Ichthyostega son idénticos a los encontrados en las aletas de la cola de los Rhipidistios, y no se encuentran en ningún otro grupo de anfibios.Ichthyostega retiene también pequeñas escamas en su piel, un rasgo característico de los peces Rhipidistios pero no de los anfibios, que poseen una piel suave y sin escamas.

Varias características del cráneo de Ichthyostega son también compartidas por los Rhipidistios. Los Rhipidistios, como muchos peces, poseen varios huesos del cráneo que se conocen como huesos operculares, suboperculares y preoperculares, que soportan y protegen las cubiertas de las agallas. Ichthyostega no poseía cubiertas de agallas, y ha perdido los huesos operculares y suboperculares, pero mantiene aún los huesos preoperculares, aunque más reducidos en tamaño, en la posición precisa que tiene este hueso en los Rhipidistios. La articulación móvil de la base del cráneo Rhipidistio esta todavía presente en Ichthyostega, pero la articulación del techo de la boca esta fusionada y ya es inmóvil. Ichthyostega también retiene la apertura pineal de la cabeza que caracteriza a los anfibios (y que también estaba presente en los Rhipidistios).

Otra característica del cráneo de los Rhipidistios era la configuración de las fosas nasales. En todos los anfibios, las fosas nasales internas están separadas de las aperturas externas en el cráneo  por una ancha barra ósea.En Ichthyostega, los nares internos están muy próximos a las fosas externas, y están separadas solo por un hueso delgado, así como en los Rhipidistios.
Ichthyostega también poseía un pequeño hueso lateral del rostro entre las fosas nasales, que se encuentra en los peces Rhipidistios pero no en cualquier cráneo anfibio.

Los huesos vertebrales de Ichthyostega eran también muy parecidos a los de los peces Rhipidistios. Si bien cada hueso vertebral poseía una proyección o "proceso" óseo, las vértebras mismas eran sueltas y no estaban ajustadas apretadamente unas a otras como ocurre en todos los vertebrados terrestres. Ya que los animales terrestres requieren de una fuerte y sólida
columna vertebral para poder sostener su propio peso en contra de la gravedad, ello sugiere, pese a las extremidades con cinco dedos, que Ichthyostega  no poseía todavía suficiente locomoción terrestre y probablemente pasaba la mayor parte del tiempo en el agua (lo que sería de esperar en un animal de transición desde pez hacia anfibio), utilizando sus extremidades para empujarse a sí mismo alrededor del fondo del río. Ello es confirmado por la presencia en el esqueleto de Ichthyostega de los canales laterales que utilizan los peces para sentir las vibraciones en el agua.

Ichthyostega y sus descendientes posteriores pertenecían a un grupo de anfibios llamados Laberintodontos, ó "dientes laberinto", un nombre que proviene de la característica cubierta dental plegada sobre si misma, formando un complicado patrón tipo laberinto. Este patrón único es compartido por solo dos grupos de animales - los anfibios Labryntodontes y los peces Crossopterigios.

Por lo tanto, los fósiles de Ichthyostega demuestran claramente un animal que poseía varios rasgos que eran únicos a dos grupos de animales enteramente separados. Los rasgos tipo anfibio del Ichthyostega - las extremidades pentadáctiles y las juntas pélvicas y pectorales - marcan a Ichthyostega como el más antiguo vertebrado conocido capaz de caminar en tierra, mientras que sus rasgos tipo pez - las escamas, los huesos preoperculares, las espinosas aletas rayadas, la configuración de las fosas nasales, y la columna vertebral  relajadamente interconectada - marcan sus muy primitivos rasgos tipo pez; en una curiosa mezcla de atributos de transición entre los peces y los anfibios.

Los creacionistas están totalmente perdidos al explicar estos rasgos únicos, tanto de los peces Rhipidistios como del Ichthyostega.

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