LOS SEDIMENTOS OCEÁNICOS Y LA EDAD DE LA TIERRA

por Lenny Flank
(c) 1995
traducción: Hernán Toro.

Uno de los argumentos del creacionista Henry Morris que más a menudo se repite para respaldar la idea de una tierra joven, se centra en el flujo de sedimentos fluviales que entra en los océanos. El razonamiento de Morris es así: Si se mide la cantidad de ciertos materiales (como el níquel, sodio, estaño o magnesio) que es arrastrado por los rios de todo el mundo hacia las cuencas oceánicas, y luego se mide cuánto de estos minerales ya ha sido depositado en los océanos, entonces es de esperarse que se pueda calcular cuántos años tardarían en acumularse estos sedimentos, y por lo tanto, la edad de los océanos (y presumiblemente de la tierra). Morris presenta los datos resultantes en una tabla:
 
 
 Elemento Químico Años para acumularse fluvialmente en el océano.
Sodio 260.000.000
Magnesio 45.000.000
Silicio 8.000
Potasio 11.000.000
Cobre 50.000
Oro 560.000
Plata 2.100.000
Mercurio 42.000
Plomo 2.000
Estaño 100.000
Níquel 18.000
Uranio 500.000

(Morris, Scientific Creationism, 1974, p. 154)

En el párrafo inmediatamente posterior a esta tabla, Morris también menciona casualmente que la cifra para el elemento aluminio es de sólo 100 años. (Morris, Scientific Creationism, 1974, p. 154) ¿Y cuál es la conclusión de Morris? "El simple hecho de que el contenido oceánico de níquel se hubiera podido acumular por medio de la entrada fluvial de minerales en cerca de 9.000 años, parece fijar un límite superior para la edad del océano." (Morris, Scientific Creationism, 1974, p. 153)

Pero, ¿por qué el níquel? ¿Por qué no la plata, que da una edad de 2.1 millones de años, o el sodio, que da una edad de 260 millones de años? La respuesta, por supuesto, es que Morris ya "sabe" qué tan antigua es la tierra - Dios le dijo que es menos de 10.000 años de edad. Por lo tanto, él es libre de seleccionar de entre los datos de su tabla aquéllos que más le convengan y rechazar los otros que no le gusten, sin necesidad de dar explicaciones. De los datos que Morris ha presentado, se podría concluir igual de fácil (del dato de entrada fluvial de aluminio) que la tierra tiene sólo 100 años de edad y que la Declaración de la Independencia, la Guerra de 1812 y la Guerra Civil realmente nunca ocurrieron. (Tal vez, todos los indicios de que estas cosas REALMENTE sucedieron son sólo parte de la "apariencia de antigüedad" que Dios le dió al universo, según lo que afirman los creacionistas.)

Dada la amplia discrepancia que resulta del "método de datación" de Morris, (resultan antigüedades que van desde los 260 millones de años hasta sólo 100 años), no debería sorprendernos que su razonamiento sea defectuoso y que la metodología que sigue se derrumbe.  Es cierto que hay una rata a la cual estos diversos metales se depositan en los océanos debido a los caudales fluviales. Pero también hay una gran variedad de procesos que remueven estos minerales de los océanos - no siendo el menor en importancia la subducción de los pisos oceánicos del planeta debido a la tectónica de placas. Por lo tanto, los datos que cita Morris no representan posibles edades del mar - simplemente representan la duración temporal promedio que un metal permanece en el mar antes de ser removido por procesos físicos o químicos. No es sorprendente entonces que las sustancias más inertes como la plata o el magnesio permanezcan más tiempo mientras que los elementos altamente reactivos como el aluminio sean removidos rápidamente. Los datos de entradas fluviales de minerales de Morris son absolutamente irrelevantes a la cuestión de qué tan antigua es la tierra.

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