Insularismos y la Unión Europea

 

José Rivera*

 

Una de las cosas que me trajeron a estudiar al Reino Unido fue el apartarme del insularismo boricua que tanto nos afecta.  Vivimos en una pequeña burbuja, mirando introspectivamente sin reconocer otras realidades más allá de los Estados Unidos.  Para muchos de nosotros significa el límite de nuestra trascendencia.  Insularismo nos hace ignorantes y provincianos: lo que existe más allá de nuestra isla y la nación americana es otra cosa; la miramos aprehensivamente cuando se trata de Asia, África, Medio Oriente o América Latina, o con un sentimiento vacio de admiración -y hasta de exotismo- cuando se trata de Europa. 

 

Tristemente la falta de conocimiento básico sobre esas realidades no se queda en la persona promedio, también afecta a nuestros políticos.  En particular aquellos que recientemente viajaron al Parlamento Europeo en la ciudad francesa de Estrasburgo a 'promover la participación' de Puerto Rico en ese foro.

 

No es que esté mal que el Senado de Puerto Rico trate de ir más allá de las fronteras insulares.  Me parece sin embargo que en la coyuntura en que nos encontramos la delegación senatorial perdió su tiempo así como el dinero público con el que sufragaron sus viajes.

 

No sé quien asesora al Senado de Puerto Rico en materia de la Unión Europea, pero un poco de investigación de parte del cuerpo de asesores hubiese revelado que líderes politicos extranjeros nunca hacen de Estrasburgo su única parada.  El Parlamento Europeo, aunque respetado, no ejerce poder político real en los asuntos de la UE (compuesta por quince países miembros: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Portugal, Reino Unido y Suecia; de los cuales doce comparten una sola divisa: el euro).

 

La UE es una entidad política diferente y única, ejerce el poder a múltiples niveles, la mayoría de los cuales residen aún en los países miembros.  Estos acuerdan en virtud del tratado constitutivo -siendo el más reciente el Tratado de Niza- ceder soberanía para alcanzar objetivos estratégicos comunes.  Nada de esto trascendió de la conferencia de prensa que a su llegada hizo la delegación senatorial. 

 

Las instituciones a través de las cuales los países miembros ejercen ese poder soberano compartido son dos: el Consejo de Ministros y el Consejo de la Unión Europea.  Ambos son dirigidos por un país miembro a través de una presidencia rotativa semestral que coordina los trabajos de formulación de politicas públicas y regulación a nivel comunitario.

 

Otras instituciones de importancia son: la Comisión Europea, ente ejecutivo que se encarga de administrar aquellas politicas públicas en areas que los países miembros han decidido delegar; el Tribunal Europeo de Justicia, que adjudica controversias y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

 

El Parlamento Europeo es un mero cuerpo deliberativo en la estructura de la UE. Su poder está limitado a debatir iniciativas legislativas del Consejo o la Comisión, aprobar candidatos a ocupar puestos en la Comisión Europea y votar sobre el presupuesto general; no puede en última instancia detener, prorrogar o enmendar legislación o políticas que provengan de las otras instituciones comunitarias.

 

No sé lo que pretendía nuestra delegación senatorial.  Pero aparte de folletos explicativos y audiencias con el cuerpo presidencial del PE no creo que se llevaron mucho.  En vez de Estrasburgo debieron parar en Copenhagen, capital de Dinamarca y cuyo gobierno esta a cargo de la presidencia semestral de la UE hasta diciembre de este año.  Una audiencia con el Primer Ministro Anders Fogh Rassmunsen hubiese sido mucho más efectiva para promover algún tipo de agenda puertorriqueña.

 

El viaje fue bien intencionado pero inoportuno.  En este momento crítico las delegaciones legislativas necesitan viajar a Washington D.C. para convencer congresistas de la premura de crear un régimen tributario que pueda incentivar la inversión en Puerto Rico.  Quedarse en casa ayuda también, legislando para incentivar el pequeño y mediano negocio y el sector de servicios.  Nada de esto se echa a andar desde Europa.

 

Back to my Index

Back to The Cornershag

 

Comment: cornershag@yahoo.com

Hate-mail: cornershag@yahoo.com

 



* El autor es especialista en la Unión Europea finalizando estudios doctorales en la Universidad de Essex, Inglaterra