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IBLIOGRAFIAUna buena introducción al mundo bizantino y a la bizantinología, es la obra de O. Mazal, Manuel d'Études Byzantines, Traduit de l'Allemand par C. Detienne, Brepols, 1995 (1988), Bruselas, que constituye lo que podría llamarse una iniciación a los estudios bizantinos, una exposición sintética de los grandes problemas que plantea la bizantinología. En catorce capítulos el autor introduce al lector en el mundo de Bizancio, desde un breve resumen de su historia (cap. III) hasta las ciencias auxiliares de la bizantinología (c. XIII), pasando por la literatura (c. IX), la enseñanza (c. X), el monaquismo (c. VII) o la lengua griega en época bizantina (c. VIII), entre otros temas.
Para el lector lego en la materia, serán de gran utilidad los siguientes manuales de Historia Bizantina, de los cuales hemos extraído más de alguna idea o dato relevante: pequeño manual, de gran claridad, que integra documentos al texto, es el de A. Bailly (Bizancio, Trad. de L. Martín y L. Salgado, Imprenta Rubí, 1943 (Paris, 1939), Barcelona), el cual, con todo, no alcanza la profundidad y claridad de exposición del trabajo de Norman Baynes (El Imperio Bizantino, Trad. de M. L. Díez-Canedo y F. Giner de los Ríos, F.C.E., 1985 (Oxford, 1925), México D.F.), dividido en capítulos que, a diferencia de los manuales tradicionales, no siguen una secuencia cronológica, sino temática. La obra de L. Bréhier (El Mundo Bizantino, Trad. de J. Almoina, UTEHA, 1956, México, 3 vols.: Vida y Muerte de Bizancio, La Civilización Bizantina, Las Instituciones del Imperio Bizantino), constituye, en su conjunto, un manual de inestimable valor para conocer la vida espiritual y material de Bizancio. Si el libro de N. Baynes es recomendable por su extraordinaria síntesis, el de Bréhier lo es por sus excelentes y documentadas descripciones y análisis. No podemos dejar de recomendar El Imperio Bizantino 395-1204 de F. Malleros (Ed. del Centro de Estudios Bizantinos y Neohelénicos "Fotios Malleros" de la U. de Chile, 1987 (1951), Santiago de Chile), primer manual de Historia Bizantina publicado en América Latina. También es aconsejable la lectura de La Civilación Bizantina de S. Runciman (Trad. de A. J. Dorta, Pegaso, 1942, Madrid), que, como la citada obra de N. Baynes, constituye un manual de tipo temático. Un clásico de la historiografía sobre Bizancio lo constituye la obra de A. Vasiliev (History of the Byzantine Empire 323-1453, The University of Wisconsin Press, 1964 (1928), Madison and Milwaukee, 2 vols.; hay Trad. al español, El Imperio Bizantino, realizada por J. de Luaces, para Gil Ed., 1946, Barcelona). A H. Ahrweiler debemos dos artículos de síntesis acerca de la milenaria historia del Imperio Bizantino: "L'Empire Byzantin" (Cap. VI de Le Concept d'Empire, sous la direction de Maurice Duverger, P.U.F., 1980, Paris, pp. 131 y ss.) y "L'Empire Byzantin. Formation, évolution, décadence", en: Recueils de la Societé Jean Bodin, 31 (Bruxeles, 1973), pp. 181-198, ahora en: Ahrweiler, H., Byzance: les pays et les territoires, Variorum Reprints, 1976, London). En ellos, con una claridad notable, la autora expone las características esenciales del Imperio Bizantino, sin entrar en una narración tan detallada como en los manuales ya citados. Para la época de Teodosio el Grande, y la historia del Imperio Oriental hasta el siglo VI, aparte de los manuales ya recomendados, véase la excelente exposición que hace del proceso histórico F. Lot en El Fin del Mundo Antiguo y los Comienzos de la Edad Media (Trad. de J. Amoros, UTEHA, 1956, México D.F.).
Acerca de la fundación de Constantinopla y, en general, de la ciudad, se pueden leer dos hermosos libros debidos a la erudita pluma de G. Dragon: Naissance d’une Capitale. Constantinople et ses Institutions de 330 à 451, PUF, 1974, Paris, y, Constantinople Imaginaire. Etudes sur le recueil des "Patria", PUF, 1984, Paris. También reviste gran interés el reciente libro Constantinople and its Hinterland, Edited by Cyril Mango and Gilbert Dragon with the assistance of Geoffrey Greatrex, Society for the Promotion of Byzantine Studies, Publications 3, Variorum, 1993, London. A pesar de ser más antigua y de carácter general, sigue siendo de interés The City of Constantinople, de Michael Maclagan, Thames and Hudson, 1968, London.
Las ideas expuestas más arriba acerca de una "nacionalidad" y "síntesis" bizantinas, así como algunas nociones muy interesantes sobre los fundamentos de la Civilización Bizantina y su proyección histórica en el sudeste europeo, las hemos tomado de un esclarecedor artículo de D. Zakythinós que lleva por título "Byzance et les peuples de L'Europe du Sud-est. La synthèse byzantine" (en: Actes du Premier Congrès International des Etudes balkaniques et Sud-Est Européennes, Sofia, 26 Août - 1º Septembre 1966, t. III, Sofia, 1969, pp. 9-26). El problema del ancestro helenístico de Bizancio es abordado por el mismo autor en "Etatisme byzantine et expérience hellénistique" (en: Mélanges Henri Grégoire, II, Annuaire de l'Institut de Philologie et d'Histoire Orientales et Slaves, X, 1950, Bruxeles, 1960, pp. 667-680). A Zakythinós corresponde también el haber incorporado, tomándolo de la historiografía alemana, el concepto de "Brecha Histórica", que explica claramente las condiciones materiales, intelectuales y espirituales de la historia griega y bizantina de los siglos VII al IX; esta conceptualización, que el autor utiliza en los dos artículos ya citados, es explicada en detalle en "La Grande Brèche dans la tradition historique de l'Hellénisme du septième au neuviéme siécle" (en: Jaristírion eís Anastásion K. Orlándon. Dimosíeuma tis en Athínais Arjaioloyikís Etaireías (en Athínais, 1966), pp. 300-327). Los tres artículos han sido publicados en: Zakythinós, D., Byzance: Etat-Societé-Economie, Variorum Reprints, 1973, London.
El tema de la noción de Imperio en Bizancio y cómo ésta se encarnó de manera singular en la realidad histórica bizantina, ha sido estudiado con gran profundidad analítica y conceptual en la Primera Parte del libro Las Relaciones Internacionales del Imperio Bizantino durante la época de las Grandes Invasiones (Ed. del Centro de Estudios Bizantinos y Neohelénicos "Fotios Malleros", 1972, Santiago, pp. 16 y ss.), del Prof. H. Herrera. Recomendamos, del mismo autor, los artículos "Aproximación al Espíritu Imperial Bizantino" (en: Revista de Historia Universal, Pontificia Universidad Católica de Chile, (nº5) I, 1986, Santiago, pp. 37-54) y "La Idea Imperial Bizantina: Representación y Concentración del Poder" (en: El Mercurio de Santiago, Mayo 14 de 1995, p. E- 25), donde el lector encontrará una interesante visión de la idea imperial bizantina y su relación con el espacio, ideas que el autor profundiza en "Simbología política del poder imperial en Bizancio: los pendientes de las coronas", en: Byzantion Nea Hellás, 13-15, 1993-1996, Santiago de Chile, pp. 15-53. En cuanto al problema de las relaciones entre el poder imperial y la religión, así como la figura del emperador, véase el hermoso libro de G. Dragon, uno de los más grandes bizantinistas vivos, Empereur et Prêtre. Etude sur le "césaropapisme" byzantin, Gallimard, 1996, Paris. También serán de gran ayuda los dos artículos ya citados de H. Ahrweiler.
Para la llamada "crisis del siglo VII", o "Gran Brecha" según Zakythinós, revísense los interesantes trabajos de A. Stratos, publicados en un volumen de la colección Variorum Reprints titulado Studies in 7th-century Byzantine Political History (1983, London). El valor de la obra de Stratos radica en que, primero, se atreve a estudiar un período crucial para la historia de Bizancio y que, paradójicamente, ha sido poco estudiado, y segundo, en que analiza con erudición y perspicacia las escasas fuentes disponibles para el período, llegando a interesantes conclusiones. Para el mismo tema: Lemerle, P., "Les répercusions de la crise de l'Empire d'Orient au VIIe siècle sur les pays d'Occident", en: Settimane di Studi sull'Alto Medioevo, vol. V: Caratteri del Secolo VII in Occidente, Spoleto, 1958, pp. 713-731, ahora en: Lemerle, P., Le Monde de Byzance: Histoire et Institutions, Variorum Reprints, 1978, London. Para una visión sintética de la situación general del mundo mediterráneo a comienzos del siglo VII, véase el artículo "Dagoberto y Heraclio. Un capítulo de Historia Diplomática", de H. Herrera (en: Byzantion Nea Hellás, 2, 1971, pp. 135-151), como también el de G. Ostrogorsky, "The Byzantine Empire in the world of the seventh century" (en: Dumbarton Oaks Papers, 13, 1959, pp. 1-21).
Respecto del tema del arte, remitimos a la amplísima bibliografía citada por Héctor Herrera Cajas en: "Los orígenes del Arte Bizantino. Ensayo sobre la formación del arte cristiano", en: Byzantion Nea Hellás, 7-8, 1985, pp. 57-160. También del mismo: "Los pueblos de las estepas y la formación del arte bizantino: de la tienda a la iglesia cristiana", en: Byzantion Nea Hellás, 9-10, 1990, pp 159-174. En relación a la Iconoclasia, además de los capítulos que a este interesante tema dedican cada uno de los manuales citados más arriba, disponemos de algunos estudios publicados en Dumbarton Oaks Papers, 7, 1953: Ladner, G., "The Concept of the Image in the Greek fathers and the Byzantine Iconoclastic Controversy"; Alexander, P., "The Iconoclastic Council of St. Sophia (815) and its Definition (Horos)"; Dvornik, F., "The Patriarch Photius and Iconoclasm".
El patriarca Focio, una de las personalidades más notables de la historia bizantina, ha suscitado el interés de diversos autores, que han estudiado tanto su vida como su obra. Debe citarse en primer lugar el libro de P. Lemerle (Le Premier Humanisme Byzantin. Notes et remarques sur Enseignement et Culture à Byzance des origines au Xe Siècle, P.U.F., 1971, Paris, pp. 177-204), obra que es un verdadero alarde de rigurosidad en el análisis histórico. Debemos el conocimiento de tal libro, como de muchos otros aquí citados, al Prof. H. Herrera, de quien recomendamos el artículo "Los Estudios Superiores en Bizancio" (en: Byzantion Nea Hellás, 11-12, 1991-1992, Centro de Estudios Bizantinos y Neohelénicos "Fotios Malleros", pp. 27-49, especialmente las pp. 33, 38-39). Recientemente se tradujo al español el libro Filólogos Bizantinos (Alianza, 1994 (1983), Madrid), de N. G. Wilson, quien dedica el capítulo V completo (pp. 133-173) al análisis pormenorizado de la obra del mencionado patriarca. A F. Dvornik debemos varios estudios dedicados a Focio, publicados en el tomo Photian and Byzantine Ecclesiastical Studies (Variorum Reprints, 1974, London); de entre ellos remitimos en esta oportunidad a "Patriarch Photius, Scholar and Statesman" (en: Classical Folia. Studies in the Church Perpetuation of the Classics, 13 y 14, 1959 y 1960, New York, pp. 3-18 y 3-22).
Respecto de los pueblos eslavos y la misión de evangelización de Cirilo y Metodio existe abundante bibliografía, de carácter tanto general como específico, que puede consultar el lector interesado. Entre los manuales de historia eslava vale la pena citar el de F. Dvornik, Les Slaves. Histoire et Civilisation de l'Antiquité aux Débuts de l'Epoque Moderne (Trad. de l'anglais par D. Pavlesky avec la collaboration de M. Chpoliansky, Ed. Du Seuil, 1970 (Boston, 1956), Paris), así como el de A.P. Vlasto, The Entry of the Slavs into Christendom (Cambridge University Press, 1970, London). En el libro Byzantium and the Slavs: Collected Studies (Variorum Reprints, 1971, London), se recogen dos artículos en los que D. Obolensky se ha preocupado del estudio de la vida y obra de Cirilo y Metodio: "Saints Cyril and Methodius, Apostles of the Slavs" (en: St. Vladimir's Seminary Quarterly, VII, New York, 1963, pp. 1-11), y, "Cyrille et Méthode et la Christianisation des Slaves" (en: Settimane di Studi sull'Alto Medioevo, vol. XIV: La Conversione al Cristianessimo nell'Europa dell'Alto Medioevo, 1967, Spoleto, pp. 587-609); en ambos trabajos el lector encontrará interesantes datos acerca de la obra de Cirilo y Metodio, el ambiente cultural de la época y el problema que entonces planteó la traducción de las Escrituras a una lengua vernácula. En el mismo volumen de Variorum Reprints se puede consultar el artículo "Russia's Byzantine Heritage", en el cual Obolensky se detiene en la importancia de la influencia bizantina en la formación de Rusia, aludiendo al problema de la Tercera Roma. Para el mismo tema, "Bizancio y la formación de Rusia" (en: Byzantion Nea Hellás, 6, 1982, Centro de Estudios Bizantinos y Neohelénicos "Fotios Malleros", pp. 13-56), de H. Herrera, con abundantes referencias bibliográficas. Respecto del caso de crotas y serbios, por un lado, y del problema de la eslavización de los Balcanes, por otro, se pueden consultar nuestros trabajos: "Croatas y Serbios en el De Administrando Imperio de Constantino VII Porphyrogénito", en: Studia Croatica, Revista de Estudios Políticos y Culturales patrocinada por el Instituto Croata Latinoamericano de Cultura, Buenos Aires, Argentina, Año XXXVII, nº 130, Marzo 1996, Buenos Aires, pp. 24-45.(tb. publicado en: Byzantion Nea Hellás, nº 13-15, 1993-1996, pp. 55-79.); "La cuestión eslava en el Peloponeso Bizantino (s. VI-X)", en: Byzantion Nea-Hellás, nº 11-12, 1991-1992, Centro de Estudios Bizantinos y Neohelénicos "Fotios Malleros", U. de Chile, Santiago, pp. 205-244.
En cuanto a la historia del Imperio Bizantino después de 1204, y de la nación griega hasta el presente, véase la obra de A. Vacalópoulos (Historia de la Grecia Moderna, Trad. de A. Zorbas y N. Nikolaides, Ed. del Centro de Estudios Bizantinos y Neohelénicos "Fotios Malleros" de la U. de Chile, 1995, Santiago), especialmente el capítulo primero, donde el autor analiza el problema del cisma eclesiástico y las corrientes "unionistas" bizantinas. La obra citada de Ch. Diehl, a propósito de las consecuencias de la Cuarta Cruzada, es Byzantium: Greatness and Decline (Trans. from the french by N. Walford, Rutgers University Press, 1957, New Brunswick-New Jersey); recomendamos especialmente las pp. 163 y ss., donde el autor se ocupa del problema religioso y las relaciones entre el Imperio y el Patriarcado, así como también las pp. 221 y s., dedicadas a la Cruzada de 1204.
Para el problema de la separación entre Oriente y Occidente, entre Catolicismo y Ortodoxia, es fundamental la mención de un interesante artículo de P. Lemerle, en el cual el eminente bizantinista, con una claridad notable, llegando a conclusiones sorprendentes, específicamente el rol que jugó en el curso de los acontecimientos la Cuarta Cruzada, analiza el problema del cisma entre las iglesias de Roma y Constantinopla: "L'Orthodoxie byzantine et l'oecuménisme mediéval: les origines du "schisme" des Eglises" (en: Bulletin de l'Association Guillaume Budé, Quatrième Série, 2, Paris, 1965, pp. 228-246, ahora en: Lemerle, P., Essais sur le monde byzantin, Variorum Reprints, 1980, London). En nuestro artículo "Bizancio y la Civilización Cristiana Ortodoxa", en: Bizancio: Arte y Espíritu, Publicación del Centro de Estudios Bizantinos y Neohelénicos "Fotios Malleros", U. de Chile, y financiada por Fundación Andes, 1995, Santiago, pp. 67-77, seguimos de cerca los planteamientos de Lemerle. También son de interés los artículos de J. Gill reunidos en un tomo de Variorum Reprints (London, 1979), titulado Church Union: Rome and Byzantium (1204-1453).
Para los últimos siglos del Imperio, contamos, además, y entre otros libros ya clásicos, con los manuales de Donald M. Nicol (The Last Centuries of Byzantium. 1261-1453, Cambridge University Press, Second Ed., 1994 (1972), Cambridge) y la reciente obra de John Julius Norwich (Byzantium. The Decline and Fall, Viking, 1995, London).