Cacos

     Al tío Toño le limpiaron la casa, pero no fue un aseo industrial sino que, a alguna hora del día que él no sabe entraron los amigos de lo ajeno y se llevaron todo lo que encontraron a su paso, desde la plancha hasta el televisor que nunca quiso cambiar por un modelo más actual.  Pasada la primera y espantosa impresión se vio en la obligación, cual recién casado, de reemplazar todo lo perdido, para ello se fue a una multitienda y compró todo lo que necesitaba.  De esa manera fue que la tía Nena se hizo del ansiado microondas que ella tanto quería tener y de la batidora especial para merengues.

  Paralelo a su salida de compras fue a Carabineros e hizo todos los trámites pertinentes a la denuncia, los que según él de poco o nada servirían porque nadie le devolvería lo robado. Tan pronto el tío Toño dotó de todos los elementos nuevos y necesarios a su casa comenzaron sus problemas porque no había manera de hacer funcionar bien el televisor nuevo y es que  le costó un mundo entender lo del control remoto, que en el caso del equipo de música fue la misma cosa, lo que le hizo lamentar profundamente la pérdida de su vieja y famosa radio phillips del año del cuete, que aunque a tubo funcionaba como un reloj a la hora de las noticias.    La tía Nena por su parte estaba feliz, su cocina se había modernizado hasta el punto que las ollas que se libraron de los cacos, se veían pasadas de moda, pero hasta ahí llegaba su alegría, cada vez que salía o entraba a la casa temía volver a encontrar ese desorden espantoso que vivió después de la visita de los cacos . La psicosis post robo fue atroz, no podían dormir tranquilos y las rejas de las ventanas no les parecían suficientes para protegerse.  La situación llegó hasta tal punto que decidieron poner un sistema de alarma tanto a puertas como a ventanas para de ese modo vivir tranquilos.  Una vez instalado el sistema y conectado a la unidad de Carabineros más cercana, a la par que a la central de vigilancia que habían contratado,  no era posible abrir nada sin que la sirena aullara y aparecieran los vecinos y Carabineros de la comisaría cercana.

  Durante la primera semana los nervios de la tía Nena estuvieron en tensión permanente activando y desactivando el sistema para salir al patio  a colgar la ropa.  Con el paso de los días logró adecuarse al código secreto y a conectar la alarma  cada vez que salía, hasta que se le hizo una rutina, pero al tío Toño el sistema le complicó la existencia más de lo debido, porque por su trabajo tiene un horario bastante peculiar para salir de su casa, lo hace antes de las  6 de la mañana y a esa hora entre la prisa y lo dormido que está se olvida de que tiene alarma conectada, entonces se despiertan los vecinos, el barrio entero y en dos oportunidades ha tenido que dar más de una explicación a Carabineros, porque no logra recordar cuál es el numero secreto para entrar o salir de su casa, amén de que para digitarlo se tiene que poner anteojos chicos, en suma el pobre está hecho un lío desde que los cacos le limpiaron la casa.        

Maranda
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