Dicen que hay personas que son verdaderos profesionales de la participación en los concursos, escriben a todos, recortan etiquetas y están pendientes del próximo en salir y sin importar cuánta suerte puedan tener, son tenaces y como se dice normalmente “ van a todas las paradas “, la tía Gladys es una de ellas, en su vida se debe haber gastado una fortuna en estampillas y sobres, además de consumir y comprar exclusivamente productos que tengan alguna promoción interesante y que yo sepa nunca le ha acertado a nada. En cambio mi tía Cecilia es todo lo contrario, tiene una suerte increíble, le fascinan los bingos y nunca se va de uno de ellos sin llevar bajo el brazo algún regalo cototudo, la última vez fue una bicicleta todo terreno. Ella suele comprar lotería, rifas colegiales y de instituciones y por supuesto todos los productos que de alguna forma llamen a ganarse un premio llenando de datos su etiqueta y mandándola al clasificador correspondiente. La tía Cecilia últimamente está dedicada a tomar agua mineral, ya lleva no se cuántas botellas ingeridas y naturalmente no es por consejo médico ni por alguna dieta en especial, simplemente está dedicada a juntar las tapas del envase para participar en el concurso que invita a acompañar a un Grand Slam al Chino Ríos, lo que en cierta forma la está transformando en una clienta importante de los carriers portadores de llamadas de larga distancia, porque para participar hay que llamar también. Como dicen que “ el que la sigue, la consigue” estoy al borde de la oxidación, en mi vida había tomado más vasos de agua, sobre todo desde que supe que hay un niño Mauad viendo jugar tenis en Francia, porque fue el afortunado ganador de uno de los pasajes y estadía que se sortearon hace unos cuantos días atrás y como la suerte anda rondando por Coquimbo, casi me he desmayado de la impresión cuando mi tía Cecilia me ha llamado el otro día, por supuesto con una voz que la tenía al borde del infarto, para avisarme que ella también irá gratis a Nueva York a ver jugar al Chino Ríos, porque de tanto tomar agua finalmente lo consiguió....se ganó un cupo para un grand Slam. Y aquí estoy yo, escribiendo y tomando agua como mala de la cabeza, porque en una de esas agarro premio y aunque no sepa gran cosa de tenis, me paso 15 días viendo jugar a los mejores del mundo. |
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