Jesús el Constructor

(Domingo 21o, Ciclo A)

Este domingo Jesús le dice a Pedro: "Dichoso tú, Simón, hijo de Juan...yo te digo a ti que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia."

Antes de commentar sobre el papel de Pedro y su sucesor actual, es importante decir algo sobre la primacía de Jesús mismo. Hemos tenido cinco siglos de controversia alrededor del papa y su autoridad. Quizás no hemos prestado suficiente atención a Jesús como la cabeza invisible de la Iglesia. El lo dice claramente, "voy a construir mi iglesia."

Jesus sobre es un constructor. Al comienzo de la creación (en el momento de lo que los cientificos llaman el big bang, la explosión primordial) El estaba al lado de su padre. (ver Juan 1:1, también Prov. 8:29ss. "Cuando puso las bases de la tierra, allí estaba yo, fielmente a su lado"). Al assumir uestra naturaleza humana (la Incarnación) es significante que trabajó como carpintero. Hoy algunos imaginan que fue a la India para estudiar bajo el Buda, pero la gente de Nazaret no sabían nada de estudios especiales porque dijeron, "¿No es éste el carpintero?" (Marcos 6:3)

Después de los años escondidos trabajando en el taller de Nazaret, Jesús siguió construyendo. No era un hombre solitario en el desierto, quizás como Juan el Bautista, sino formó un grupo de discípulos. Entre ellos escogió a Doce hombre. El número es preciso porque había doce tribus en Israel. Jesús está edificando un Nuevo Israel. El Israel anterior fue novia de Yavé, su esposa que a pesar de sus infidelidades, la perdonó. El Nuevo Israel también es novia y el novio es Jesús mismo. Por eso le explicó a los fariseos que sus discípulos no ayunaban, porque el novio está presente.

San Pablo aclara que Jesús sigue formando su novia. A pesar de estar en el cielo envía el Espíritu Santo para purificar la iglesia, la novia de Cristo por medio de la palabra y los sacramentos.

Entonces vemos que Jesús es la cabeza invisible de la iglesia. El la forma, la construye hasta ahora. Pero ha escogido a alguien como cabeza visible. En el evanglio de hoy Jesús elige un hombre como "roca." Le da un apodo, Cefas en arameo; en griego es Petros o Pedro. Las dos palabras significan un roca o piedra. Por un lado no es un apodo muy positivo. ¿Quien quiere tener una cabeza dura como una roca? Y al mismo tiempo tiene un poco de ironía considerando que Simon Pedro en realidad era un hombre explosivo y cobarde. No era una roca muy impresionante.

El gran obispo Fulton Sheen dice que Jesús escogió a Pedro precisamente porque era un hombre debil. Quería indicar que la iglesia no depende del poder humano. Algunos de ustedes llevan cadenas. Saben que la cadena no puede ser más fuerte que el vínculo debil. Entre todos los papas de la iglesia católica, Pedro fue el más debil. El negó a Jesús tres veces. Ningun otro Santo Padre ha negado conocer a Cristo. Entonces tenemos la seguridad que la iglesia va a perdurar a pesar de la debilidad humana.

Alguien le preguntó a un amigo mio que pensaba sobre el papa actual. Le replicó, "Lo que yo pienso sobre el Santo Padre Juan Pablo II como persona no importa nada. Lo importante es que lo respeto como el Vicario de Cristo aquí en la tierra. No es un deber a un hombre sino a Dios mismos." El Santo Padre no nos va a juzgar, pero Jesús será nuestro juez.

Pues, yo tengo un opinión humana sobre el Santo Padre actual. Para mí es un privilegio que hemos vivido los últimos viente años bajo la autoridad de uno de los papas mejores de la historia. Pero su grandeza como ser humano es poca cosa en comparación con el hecho que Jesús habla por medio de él. (ver Jn. 21:16; Lc. 22:31). Nuestra lealtad al Santo Padre es obediencia a Jesús mismo.

Cuando alguien te acerca diciendo que todas las religiones son iguales, hay que hacer una pregunta sencilla. ¿Hermano, reconoces tu la autoridad del Santo Padre? En la iglesia de los primeros siglos los cristianos siempre decían, "Ubi Petros, ibi Cristo." Donde Pedro está, allí está Cristo. El la piedra sobre la cual Jesús edifica su Iglesia.

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