LA MISA DEL DÍA 5  DE MARZO DEL 2000                                             AÑO SANTO

9° DOMINGO ORDINARIO.



ANTIFONA DE ENTRADA.

Tengo los ojos puestos en el Señor, porque el me libra de todo peligro. Mírame, Dios mío, y ten piedad de mí, que estoy solo y afligido.
                                                                                                                      Sal 24, 16. 18



PRIMERA LECTURA.
Recuerda que fuiste esclavo en Egipto.
Lectura del libro de Deuteronomio.  5, 12-15

Esto dice el Señor: "Santifica el día sábado, como el Señor, tu Dios, te lo manda. Tienes seis días para trabajar y hacer tus quehaceres, pero el séptimo es día de descanso, dedicado al Señor, tu Dios. No harán trabajo alguno ni tu, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu buey, ni tu asno, ni tu ganado, ni el extranjero que hospedes en tu casa; tu esclavo y  tu esclava descansarán igual que tu.

Recuerda que fuiste esclavo en Egipto y que te saco de allá el Señor, tu Dios, con mano fuerte y brazo poderoso. por eso te manda, el Señor, tu Dios, guardar el día sábado."
Palabra de Dios.



SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 80

R. El Señor es nuestra fortaleza. 

Entonemos un canto
al son de las guitarras y el arpa.
Que suene la trompeta en esta fiesta,
que conmemora nuestra alianza. R.

Porque esta es una ley en Israel,
es un precepto que el Dios de Jacob
establecio para su pueblo,
cuando lo recato de Egipto.. R.

Oyó Israel las palabras nunca oídas:
"He quitado la carga de tus hombros
y el pesado canasto de tus manos.
clamaste en la aflicción y te libre". R.

"No tendrás otro Dios, fuera de mí,
ni adoraras a dioses extranjeros.
Pues yo, el Señor, soy el Dios tuyo,
el que te sacó de Egipto, tu destierro". R.



SEGUNDA LECTURA.
La vida de Jesús se manifiesta en nuestra carne mortal.
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los corintios.
4, 6-11

Hermanos: El mismo Dios que dijo: Brille la luz en medio de las tinieblas, el que ha hecho brillar su luz en nuestros corazones, para dar a conocer el resplandor de la gloria de Dios, que se manifiesta en el rostro de Cristo. Pero llevamos este tesoro en vasijas de barro, para que se vea que esta fuerza extraordinaria proviene de Dios y no de nosotros mismos.

Por eso sufrimos toda clase de pruebas, pero no nos angustiamos. Nos abruman las persecuciones, pero no nos desesperamos. Nos vemos perseguidos, pero no desamparados; derribados pero no vencidos.

Levamos siempre y por todas partes la muerte de Jesús en nuestro mismo cuerpo, para que en este mismo cuerpo se manifieste también la vida de Jesús. Nuestra vida es un continuo estar expuestos a la muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra vida mortal.
Palabra de Dios.



R. Aleluya, aleluya.
Tu palabra, Señor, es la verdad;
santificanos en la verdad.
R. Aleluya, aleluya.


EVANGELIO.
El hijo del hombre también es dueño del sábado.
 
Evangelio Lectura del santo evangelio según san Marcos. 
2, 23 - 3, 6. 
 
Un sábado, Jesús iba caminando entre los sembrados, y sus discípulos comenzaron a arrancan espigas al pasar. Entonces los fariseos le preguntaron:"¿Porque hacen tus discípulos algo que no esta permitido en sábado?"

El les respondió: "¿No han leído acaso lo que hizo David una vez que tuvo necesidad y padecían hambre el y sus compañeros?  Entró en la casa de Dios, en tiempos del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes sagrados, que solo podían comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros". Luego añadió Jesús: "El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado. Y el Hijo del hombre también es dueño del sábado"

Entró Jesús en la sinagoga, donde había un hombre que tenía tullida una mano. Los fariseos estaban espiando a Jesús para ver si curaba en sábado y poderlo acusar. Jesús dijo al tullido: "Levantate y ponte allí en medio". Después les pregunto: "¿Que es lo que esta permitido hacer en sábado, el bien o el mal? ¿Se le puede salvar la vida a un hombre en sábado o hay que dejarlo morir?" Ellos se quedaron callados. entonces, mirandolos con ira y con tristeza, porque no querían entender, le dijo al hombre."Extiende tu mano". La extendió, y su mano quedo sana.

Entonces se fueron loa fariseos y empezaron a hacer planes con los del partido de Herodes para matar a Jesús.
Palabra del Señor.


ANTIFONA DE LA COMUNIÓN.

Yo te invoco, porque tu me respondes, Dios mío; inclina el oído y escucha mis palabras.

                                                                                                                                    1 Jn 4, 16



 
 
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