El vendedor más grande del mundo. Comentario del libro por: Juan Carlos Albornoz.
Este que es uno de los libros de autoayuda más importantes que existen en a actualidad, trata de la historia de un vendedor ya anciano que intenta trasmitir su enseñanza a un discípulo a través de diez pergaminos que contienen principios para lograr el éxito en el arte de vender.
Como su nombre lo indica está dirigido a vendedores, pero puede ser leído por toda clase de lectores, ya que todos, en una forma u otra, vendemos algo.
Veamos un resumen de los diez pergaminos que son el centro de este libro.
1.- Me formaré buenos hábitos y seré el esclavo de esos hábitos.
Es uno de los principios básicos para lograr las empresas que nos proponemos, somos esclavos de los hábitos que nos formamos, y estos deben ser, por lo tanto, buenos hábitos.
¿ Cómo se forma un hábito? La respuesta es muy sencilla, con la repetición. Cómo dice Og Mandino en su libro:
" porque cuando un acto se hace fácil mediante la repetición constante se convierte en un placer realizarlo, y si es un placer realizarlo corresponde a la naturaleza del hombre el realizarlo con frecuencia."2.- Saludaré este día con amor en mi corazón.
Este pergamino se refiere a que el afecto que sentimos nuestros semejantes nos hace mejores vendedores, ellos descubren el afecto en nosotros, " Podrán contradecir mi razonamiento; podrán desconfiar de mis discursos; podrán desaprobar mi manera de vestir; podrán rechazar mi rostro; y hasta podrán sospechar de mis ofertas especiales; y sin embargo mi amor les derretirá el corazón, al igual que el sol cuyos rayos entibian la más fría arcilla".
3.- Persistiré hasta alcanzar el éxito.
Es la perseverancia el componente más importante de conseguir nuestras metas, ni el talento, ni la suerte, ni las relaciones por si solas pueden ayudarnos sin perseverancia.
4.- Soy el milagro más grande de la naturaleza.
Si hay algo que debemos explotar es que somos criaturas únicas en la naturaleza, nunca ha nacido nadie exactamente igual a nosotros, nuestra manera de hablar, caminar y de vender es única, y debemos conservar esta singularidad. Como dijo el sabio Ralph Waldo Emerson:
"La imitación es un suicidio, la envidia es ignorancia "
5.- Viviré este día como si fuese el último día de mi vida.
Si vivimos este día como si fuera el último de nuestras vidas, no debemos perder ni un minuto en lamentaciones sobre cosas que no podemos modificar, sobre errores que hemos cometido y que pertenecen al pasado. Nuestro último día debe ser nuestro mejor día de ventas, realizar más visitas que nunca, vender más que nunca, ganar más oro que nunca.
6.- Hoy seré el dueño de mis emociones.
Debemos recordar que podemos controlar nuestras emociones, que nuestras acciones deben controlar nuestros sentimientos y no al contrario.
" Si me siento deprimido cantaré.
si me siento triste reiré.
si me siento inferior vestiré ropas nuevas.
si me siento inseguro levantaré la voz.
si miedo me lanzaré adelante.
si siento pobreza pensaré en la riqueza futura.
si me siento incompetente recordaré éxitos del pasado.
si me siento insignificante recordaré mis metas."
7.- Me reiré del mundo.
El hombre es el único animal con la capacidad de encontrar el lado gracioso en todo lo que acontece, y debemos cultivar esta cualidad. ¿Pero cómo reír cuando todo a nuestro alrededor parece volverse en contra nuestra? Debemos entonces repetir estas tres palabras: Esto pasará también.
8.- Hoy multiplicaré mi valor en un ciento por ciento.
Hoy multiplicaré mi valor en un ciento por ciento. ¿Y cómo lograré esto? Debo fijar metas para el día, la semana, el mes, el año y mi vida. Nunca debemos preocuparnos por que nuestras metas sean demasiado elevadas, porque: " ¿No es mejor apuntar mi lanza a la luna y herir solamente a un águila que apuntar mi lanza al águila y pegarle solamente a una roca?"
9.- Procederé ahora mismo.
Ningún mapa, por bueno que sea, puede transportarnos ni a un centímetro de distancia. Es nuestra diligencia lo que nos conduce al éxito.
10.- Oraré pidiendo directivas y orientaciones.
No debemos orar pidiendo cosas, debemos orar pidiendo directivas para lograr estas cosas. Lo primero conduce a la pasividad, lo segundo a hacernos las preguntas que nos conducen a lograr el éxito.
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