LO SAGRADO DE LA TAWA-CHAKANA[1]El Qhapaq Ñan (o Camino de los Justos, en español) es una línea recta de ciudades Inkas ubicadas geográficamente en una diagonal a 45° del eje Norte-Sur. Las preguntas que surgen sobre dicho alineamiento son disímiles, pero todas válidas: ¿Quiénes construyeron estas ciudades en una “línea” de centenares de kilómetros? ¿Cómo lo hicieron?, y sobre todo ¿Para qué servía, qué uso tenía?. Indagando sobre los “Qhapaq”, que son los “caminantes” o “navegantes” de esta ruta real, de este “camino recto” de ciudades sagradas del mundo Inka , podremos ir dando respuestas. - SIGNIFICADO DE LA SAGRADA CHAKANA
Javier Lajo Indagando sobre
el término Qhapaq podemos dar con lo siguiente: “Qhapaq” en el
diccionario Quechua-Castellano del Padre Lira[1]
, tiene un significado interesante que en ese entonces se escribió
con doble “c” adelante y atrás ó sea Ccápacc que significa
“justo, correcto, exacto”. Basados en esto, apuntamos nuestra
hipótesis: Qhapaq Ñan significaría Ruta o Camino de los Justos,
de los Correctos, de los Exactos o de los Nobles y Santos, puesto
que en el idioma Puquina[2]
(ancestro del kechua y Aymara ), “Khapaj” significa: santo,
noble. Y allí, marcado
en el suelo peruano a 45° del eje N-S (ver dibujo), tenemos una
especie de TAO andino. Como se sabe el Tao asiático, es el
“camino” del encuentro del hombre consigo mismo, con su verdad.
Con mucha razón la descubridora[3]
del Qhapaq Ñan se pregunta. ¿Imataq Cheq’ari? ¿Cuál es la
verdad?. O lo que es lo mismo: ¿En nuestra cultura andina, porqué
la diagonal es el camino de la verdad? Estamos pues, frente a una
Escuela Andina de Sabiduría, que es la disciplina global de la
Qhapaq Cuna. Lo contrario sería pensar que estas ciudades se construyeron sobre una línea recta y a 45° del eje N-S, por azar, o que esta “ruta” fue construída por algún “Dios” o por “extraterrestres”. Aun así habría que indagar qué nos quisieron “decir o indicar esos señores” con tan magistral alineamiento. Pero como creemos en la grandeza de nuestros antepasados, aceptamos que fue hecho por una sabiduría y disciplina científica y tecnológica superior, que está inmersa en si misma, es decir que explicando sus “misterios”, o “siguiendo esa ruta” podemos aprehenderla y re-conocerla. Teniendo claro este punto de partida, transitando el “ancho camino” del Qhapaq Ñan, podemos darle continuidad a nuestra “Escuela Andina”, a nuestra sabiduría sistematizada por milenios de autonomía. Siguiendo esta huella redescubriremos todo: Identidad, sabiduría, conocimientos, espiritualidad, y lo más importante, nuestra propia verdad histórica.
Podemos dibujar
una posible respuesta geométrica a la pregunta de la Dra. Sholten
¿Cúal es la verdad?, siguiendo el “camino”...: Si tomamos un
cuadrado y su diagonal o “Qhapaq Ñan” a 45°, luego un
circulo que lo circunscriba y un circulo más otro cuadrado
inscritos, pero este último cuadrado con sus vértices en los
puntos medios de cada lado, obteniendo los puntos A y D, luego
trazamos la otra diagonal de nuestro cuadrado original y obtenemos
los puntos B y C, cruzando líneas por estos puntos haremos surgir
una Cruz Cuadrada inscrita en el círculo mayor, pero que tiene su
mismo perímetro. La CRUZ ANDINA sirve de inspiracion al MOVIMIENTO PACHAKUTEQ PARA LA LIBERACION DEL TAWANTINSUYU (MP-LT), pues en ella ve plazmada la sintesis del saber tradicional de nuestra Cultura Panadina. La Cruz Cuadrada es parte de los simbolos del MP-LT. (este agregado es nuestro)
Esta Cruz
Andina, nos arroja en su construcción 2 diagonales, además de
las 2 del cuadrado inicial que tienen un ángulo de 45°, estas
últimas trazan uno de 22° 30’ con respecto a la horizontal del
dibujo. Ahora bien,
superpongamos este diagrama al globo terráqueo y notaremos que el
Qhapaq Ñan estará a 45° del eje Norte-Sur y la
“linea o camino de la verdad” o Chekaluwa
prácticamente quedará superpuesta sobre el eje de rotación de
la tierra que tiene un ángulo de 23° 30’. Lo cual nos lleva a
concluir que esta “Línea de la verdad o de la vida” fue
originalmente el ángulo del eje de rotación de la tierra que hoy
en día tiene una inclinación de 23° 30’.
Es de suponerse que el ángulo “óptimo” u original del
eje de rotación fue de 22° 30’, y que esta es la inclinación
exacta que crea la vida y la biodiversidad en la tierra, al ser la
causa de los solsticios, de las estaciones y la diversidad de
climas. ¿Será
ésta una explicación de aquella leyenda amazónica que dice que
los Inkas sabían el secreto de la vida? Pero aún nos
quedará la pregunta: ¿Porqué o para qué hicieron los Amautas
de la Qhapaq Kuna aquel magistral alineamiento de ciudades? ¿Qué
utilidad práctica tenía?. Lo que sí sabemos, porque han quedado incólumes las grandes piedras labradas de los Intihuatanas [1], es que a lo largo del Qhapaq Ñan en cada una de estas ciudades están aún estos sitios llamados “donde se ata al sol”. Entonces podemos formular otra pregunta: Si el ángulo óptimo del eje de rotación terráqueo es de 22° 30’ ¿Qué relación tienen los dos grandes alineamientos Inkas con este ángulo “óptimo”’ de rotación de la tierra?.
Dado que la
inclinación del eje de la Tierra cede con el tiempo, cierto que
lentamente, pero cede... Y siendo el Qhapaq Ñan un gran
alineamiento de “intiwatanas”, es lícito preguntarse: ¿Era
usado como un sistema para “amarrar al sol”? o mejor: ¿Atar
el ángulo de incidencia del sol sobre la tierra?.
Igualmente no podemos dejar de pensar en: ¿Cuánto
se tardará en inclinarse lo suficiente para que se de la vuelta
el mundo?; parece fantasía, pero para un hombre de la cultura
andina encontrar la respuesta es algo importante, pues el
significado del vocablo Quechua “Pachakuti” es “se voltea
el mundo”. Y la mitología y leyendas andinas quechuas y
aymaras están llenas de mensajes sobre “desastres
cósmicos” cíclicos llamados “Pachakutis”. Si observamos
el actual desorden climático y ecológico que se agrava cada
año, podemos calcular y temer lo que va a suceder si el eje del
mundo se inclina algunos minutos o un grado más. ¿Será
inevitable un próximo Pachakuti
que destruya o deteriore mucho la vida sobre la tierra?. Pero lo mas importante para los descendientes de los Inkas,
es saber si este desastre cósmico se puede detener; o dicho de
otra forma, saber si es reversible la inclinación inexorable
del ángulo de rotación del eje terrestre. ¿Es el Qhapaq Ñan
un sistema para armonizar el orden o equilibrio
hombre-naturaleza?. ¿Es este ORDEN ANDINO el que usaba el
Qhapaq Ñan, como un equilibrador del mundo? Y finalmente,
¿Cómo lo hacían?. Son preguntas
que sólo el “caminante del Qhapaq Ñan” las podrá
comprender y responder, pero todas las respuestas reclaman la
recuperación del ORDEN ANDINO, como una forma de reordenar el
mundo o mejor, recuperar el “equilibrio del mundo” que se
comenzó a romper hace 500 años con la llegada del europeo a
América, año en que comenzó un “desorden cósmico” que
hace en lo fundamental que el ángulo del eje de rotación de la
tierra esté deteriorándose
grave e irremediablemente.
Rimaqmarca
(Lima), febrero de
2003
[1] Vocablo Quechua cuyo significado en español es: “Donde se ata al sol”. [1] Lira A. Jorge. Diccionario Kkechuwa-Español. 2da Edición.Cuadernos Culturales Andinos N° 5 , Bogotá.1982 [2] P. Federico Aguiló, S.I. El Idioma del Pueblo Puquina. Edit. Colección Amauta Runacunapac, 2000. Quito [3] Sholten Maria. El Capac Ñan. 1980. Edit. Boletín de Lima [1] El presente artículo esta basada en una parte del libro: “Qhapaq Kuna...mas allá de la civilización”, de Javier Lajo, Editorial Grano de Arena, 2002; Cusco, Perú.
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