EL COMERCIO Perú, 26 de Abril de 1997
Polémica García Márquez-Vargas Llosa: exageraciones e impresionismos

Gabriel García Márquez lanzó la primera piedra en el Primer Congreso Internacional de la Lengua Española, efectuado recientemente en la ciudad mexicana de Zacatecas: que se simplifique la ortografía en el idioma español. Opinan el prestigiado linguista peruano Rodolfo Cerrón y el linguista Oscar Mavila.

Mario Vargas Llosa, ni corto ni perezoso, le respondió que el lenguaje desaparecería si se erradicara la ortografía, que tal propuesta no es seria, que debe ser tomada con humor pues García Márquez "es un escritor con una rica imaginación pero no es pensador ni teórico", que erradicar el uso de la ortografía acarrearía la desintegración del lenguaje y conllevaría a que "se regrese a la comunicacion primitiva".

Sobre esta breve polémica desatada entre el peruano-español y el colombiano opina Rodolfo Cerrón Palomino, académico de número de la Lengua Española, especialista en lenguas andinas y profesor de Lingüística de la Universidad Católica. Cauteloso por las distorsiones, aclara que no conoce de fuente directa las declaraciones de ambos escritores y que su opinión se basa en las noticias que leyó en los diarios y vio en la televisión.

Como lingüista tengo mi punto de vista bastante claro respecto a la relación entre la lengua escrita y la oral, entre la ortografía y la pronunciación y en ese sentido debo señalar que la opinión de García Márquez en el sentido de que la ortografía castellana constituye un obstáculo para el aprendizaje de la escritura me parece exagerado, dice.

Al contrario, argumenta, debemos felicitarnos por contar con una lengua como la castellana que dispone de un sistema ortográfico coherente y casi completamente fonológico, en el que la discrepancia entre grafía y pronunciación es mínima; lo que ocurre es que el dominio de la reglas ortográficas de cualquier lengua requiere de un mínimo de habilidad, como en cualquier proceso de aprendizaje

y así como no todos son igualmente hábiles en modelar un cántaro o conducir un auto, no todos tienen la habilidad de manejar sistemáticamente el castellano.

Siempre habrá gente que no sepa escribir de acuerdo con las reglas ortográficas y esto ocurre con todas las lenguas, por mencionar al inglés, cuyo sistema ortográfico es el más incoherente y sin embargo, ello no es obstáculo para que se haya constituido en una lengua de carácter universal, expresa.

A Cerrón le pedimos ejemplos. En el castellano, en la palabra "completamente" se pronuncian todas las consonantes y vocales, hay armonía entre escritura y pronunciación. En inglés, la palabra "knife" se pronuncia "naif", por tanto la correspondencia entre grafía y pronunciación resulta totalmente arbitraria con una K que no se pronuncia y una e que termina siendo un diptongo.

Aligerar la ortografía es un asunto de la Real Academia de la Lengua Española lo que no quiere decir que la ortografía sea algo intocable, pues puede ser objeto de reformas, dice el lingüista, quien, sin embargo, no cree que lo afirmado por García márquez sea producto de un lapsus. "Es su perspectiva. Como escritor, él ve las cosas diferentes. Hay gente que nunca aprendió a hacer ecuaciones y sin embargo el mundo sigue su marcha".

Cerrón también tiene reservas sobre la respuesta de Vargas Llosa . "Al margen de mi admiración por él como literato, creo que sus declaraciones son igualmente impresionistas en el sentido de que no veo que el castellano se desintegre a causa de una reforma ortográfica como la sugerida por García Márquez. En todo caso, estamos hablando del registro escrito; por encima y por debajo de él, la lengua oral continuará usándose a ambos lados del Atlántico. Los medios de comunicación nivelan la lengua oral y contrarrestan los peligros supuestos de la desintegración".

Según el lingüista, lo que podría ocurrir y en ese sentido entiende la preocupación de Vargas Llosa es que con una reforma ortográfica no sólo crearía barreras ortográficas entre España e Hispanoamérica sino también, más importantemente aún, crearía entre la juventud y sobre todo en la niñez una barrera igualmente peligrosa consistente en la separación de toda la tradición literaria española escrita con los cánones ortográficos en uso.

¿Ocurriría lo mismo que con nosotros cuando leemos a Cervantes? Ciertamente, responde y eso sí sería grave. En tal sentido la ortografía castellana, tal como está, nos une a través del sistema escrito no sólo en el espacio sino también en el tiempo.

LA ORTOGRAFIA NO ES CAPRICHOSA

Si Gabriel García Márquez lo dijo, creo que ignora algo que es fundamental: la ortografía no es caprichosa porque toda lengua tiene una historia. Esta afirmación tan contundente es del literato Oscar Mavila Marquina, coordinador de Lengua y Literatura de la Facultad de Letras y profesor del Departamento de Humanidades de la Universidad Católica. Mavila hace una defensa específica de la ortografía de nuestro idioma. "Si comparamos la ortografía del español con la del inglés, ésta última es un infierno". Como prueba de ello señala que los anglohablantes tienen concursos de vocabulario, los niños van a la pizarra a decir cómo se deletrea tal palabra y hasta un vicepresidente de los Estados Unidos trató una vez de corregir a un niño, quien al final tuvo la razón. El político pasó por un gran papelón", indica.

Cada palabra tiene una historia. La ortografía no es arbitraria, aunque a veces nos ocasione problemas, señala Mavila. Pero "si uno cultiva su lengua, no como lingüista sino que es consciente de la lengua que utiliza, no tendrá problemas de ortografía; aunque a veces al mejor cazador se le va la paloma", manifiesta.

En conclusión, sostiene, Mario Vargas Llosa tiene razón. "Pero a él también se le escapan algunos tiritos que van al aire y no al blanco, lo que no quiere decir que sea un ignorante en materia de ortografía y sintaxis. A veces ese es problema de la industria editorial".

(Rosa Amelia Fierro)

 

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