EL PAÍS
(España) 17 de marzo del 2000 Vargas Llosa defiende la combinación liberal de democracia y mercado Debate sobre el nuevo capitalismo |
Por M. JOSÉ DÍAZ DE TUESTA, Madrid Casi un centenar de asistentes, entre los que se encontraba buen número de jóvenes, fueron testigos ayer, en Madrid, del animado debate entre dos atentos observadores de la realidad: desde el liberalismo, Mario Vargas Llosa, y desde la socialdemocracia, Joaquín Estefanía. Vargas Llosa alabó del nuevo libro de Estefanía, "Aquí no puede ocurrir", la información que aporta, pero no le gustó la imagen "sesgada" que ofrece del capitalismo. Para Estefanía, la americanización del capitalismo ha vencido con una concentración de poder impresionante y una desigualdad social cada vez más creciente. |
El calor que iba concentrándose anoche en la sala
(el aire acondicionado hizo mutis) a medida que avanzaba
el debate en el Círculo de Bellas Artes de Madrid se
trasladó a la mesa de los contertulios, moderados por el
escritor Vicente Verdú, quien calificó el libro
"Aquí no puede ocurrir" (Taurus) como un texto
político, social, económico y cultural escrito con la
vibración de un thriller. El escritor hispanoperuano Mario Vargas Llosa (Arequipa, Perú, 1936) inició el debate, que se prolongó casi dos horas. Empezó por ensalzar la primera parte del libro, que contiene "una información admirable y es enormemente útil para los que desconocen las intimidades de los mecanismos económicos". Pero, dicho esto, pasó a enumerar las discrepancias con respecto al libro en el que, por cierto, Vargas Llosa aparece muy mencionado. Le reprochó Vargas Llosa que presente la cara del capitalismo catastrófico de Tailandia; la gansteril de Rusia; la despiadada de los tigres asiáticos, y las semidemocracias de América Latina. "Me hubiera gustado que balanceara el capitalismo fracasado con el exitoso como Irlanda, Nueva Zelanda y España. Y que lo son gracias a esa combinación liberal: democracia política y economía de mercado, que tan buenos resultados ha dado en España", indicó el autor, quien ha leído este libro entre aviones y presentaciones de su nueva novela, La fiesta del Chivo (Alfaguara), que Estefanía definió como "la mejor de Vargas Llosa junto con Conversación en La Catedral". "No es un libro apocalíptico, porque no estoy en contra del capitalismo sino enfrente del modelo que ha creado este tipo de globalización que favorece el crecimiento y la productividad, pero también la inestabilidad y la desigualdad", le contestó Estefanía, director de Opinión de EL PAÍS, quien definió su nuevo ensayo como un recorrido por los 10 últimos años del capitalismo en el mundo. Y la discusión central que plantea, según su autor, es que el neoliberal ha explotado la primera parte de la premisa economía de mercado y ha olvidado la segunda, la democracia. "Si tus referencias son liberales, ¿por qué abominas entonces de esa manera? Díme ¿qué liberal ha dicho que puede haber una economía sin mercado?", añadió Vargas Llosa. "Hay una realidad que desborda las categorías estrictamente económicas. Y tú cuando no te abandonas a la tentación ideológica haces capítulos espléndidos, como el de Japón", dijo Vargas Llosa, arrancando las risas de los asistentes. "El problema fundamental del neoliberal es que ha olvidado el concepto de empatía, el de asimilar parte de las emociones y creencias de los otros. Por eso se ha convertido en un sistema tan antipático y nadie se presenta a las elecciones diciendo que es neoliberal", le respondió Estefanía. En algo coincidieron los dos analistas y viejos amigos: en el caso de Rusia, donde 70 años de economía colectivista han derivado en un país "sin Estado, donde nadie paga impuestos". "Bien", sonrió Vargas Llosa, que dijo del libro de Estefanía que era estimulante y provocador. "Mario y yo tenemos una vieja discusión interna. Él dice que yo soy un liberal vergonzoso y yo digo de él que es un socialdemócrata vergonzoso y cuando leo sus artículos no reconozco al neoliberal", concluyó Estefanía. |