-Usted no.
-Pues por el momento no. Los temas de inspiración a mí me vienen con el tiempo. Son cosas que me ocurren y que luego, con el paso de los años, se convierten en un estímulo para fantasear.

-¿Para usted Chávez sigue siendo un golpista?
-Bueno, las credenciales del presidente Chávez son las de un militar que se levantó contra un orden constitucional -que podía ser muy imperfecto sin duda- pegando tiros.

-¿No lo considera un demócrata?

-Si alguien, en un momento dado, creyó que a balazos se podía cambiar la realidad política, es algo que despierta naturalmente una inquietud. En una democracia eso es algo que hay que tener en cuenta y que debe formar parte del debate político.

-Mire, la demagogia es exagerar las críticas a la realidad, desconectarse del mundo objetivo y entrar en un mundo retórico. El presidente Chávez se abandona a una retórica desconectada, por ejemplo, cuando va a La Habana, abraza a Fidel Castro y dice que es un ejemplo para América Latina. ¿No es demagogia presentar eso como un modelo para un país como Venezuela ?

-El ha dicho que le va a responder con plomo y que dijo eso debido a su formación militar.
-Yo creo que la formación militar no es la mejor formación para la tolerancia. Un ejército no funcionaría con un sistema de diálogo, de consensos que exigen siempre hacer concesiones recíprocas. No, en el Ejército las órdenes se obedecen sin dudas ni murmuraciones. Lo cual no impide que hayan militares que dan el paso hacia la vida política y son demócratas impecables.

-Usted dijo que Chávez cree que Venezuela anda mal porque no funciona como un cuartel...
-Yo veo muchas semejanzas con lo que ocurrió en el Perú a partir del 92 con Fujimori y con lo que fue el general Velasco, a fines de los 60. El pensaba que el Perú andaba mal porque no funcionaba tan bien como los cuarteles. Entonces se llevó a los militares a gobernar y los puso en los ministerios y entes públicos. Resultó que a veces actuaron incluso peor que los burócratas y por eso el Perú terminó empobrecido y atrasado.

-¿Se parece el presidente Chávez a Juan Velasco Alvarado?
-Bueno, por lo menos en esa idea de que los militares son una fuerza pura, limpia y eficiente que puede transformar a una corrompida administración. Chávez ha llevado a muchos oficiales a los cargos públicos con esa idea ¿En qué país los ejércitos sustituyéndose a la administración civil han resuelto los problemas? ¿Usted conoce alguno? Yo no conozco ninguno.