Diario 16 (Madrid), Martes 20 de febrero del 2001
Mario Vargas Llosa, escritor: ''Nunca he escrito un artículo buscando polémicas''
Elena F. Palacios , Madrid · D16
El escritor hispano-peruano recopila su labor periodística "El lenguaje de la pasión", una lúcida visión del mundo de los últimos ocho años.
Cuando aún La Fiesta del Chivo (publicada hace un año) se mantiene en la lista de best-sellers, Mario Vargas Llosa se hace la competencia a sí mismo con un nuevo volumen. Esta vez, a modo de autobiografía intelectual, ha seleccionado y agrupado los artículos que publicó en el diario El País entre 1992 y 1999. "Las columnas son para mí una especie de vacaciones que me sacan de las novelas, proyectos larguísimos en los que empleo años. Las escribo con gusto y cariño".
-Usted
que defiende que el periodismo debe ser desapasionado,
ahora va y saca una recopilación de artículos titulada
"El lenguaje de la pasión", ¿cómo es eso?
-Yo creo que cuando uno escribe artículos o ensayos debe tratar de mantenerse en el mundo de la racionalidad, de las ideas, y no suprimir del todo los sentimientos, pero sí sujetarlos. En cambio, cuando uno escribe ficción no tiene ninguna obligación de sujetar las pasiones. La sinrazón puede ser enormemente útil en una novela. Pero en el periodismo hay que esforzarse por ser racional. Si no hay sensatez, hay sinrazón y ésta siempre trae consigo violencia. -¿El escritor le paga algún peaje al periodista o viceversa? -En mi caso el periodismo ha sido una fuente riquísima para el escritor, porque me ha dado muchas experiencias con las que he escrito mis novelas. Por otra parte, el periodismo me hace estar involucrado en la historia que está haciéndose. La idea del escritor que se aísla en un mundo de imaginación a mí no me seduce, por más que la literatura sea mi vocación. -¿Con qué adjetivo se reconoce como columnista: provocador, ecuánime...? -No creo ser un provocador, yo no busco las polémicas aunque a veces me vea envuelto en ellas. El polemista profesional no es un personaje que me seduzca. Lo que pasa es que cuando una persona da unas opiniones de una forma clara y explícita, y si esas opiniones no son muy populares, irremediablemente se ve envuelto en polémicas, y eso me ha ocurrido muchas veces. Pero nunca he escrito un artículo buscando polémicas, no. -Hablando de polémicas, ¿escribiría una artículo sobre lo ocurrido en el último Premio Cervantes? -No. Esa es una polémica bastante ociosa. Hay un jurado que da un fallo, y ya está. |
-¿Y
sobre la preponderancia de valores mercadotécnicos sobre
la literatura? -Es una ingenuidad creer que los libros pueden estar exonerados del mercado. Si no hubiera un mercado que los moviera, ¿qué pasaría? ¿Deberíamos volver a la Edad Media y que los libros fueran pagados por los poderosos? ¿Daría mayor pureza al libro que cada escritor tuviera, como en la época de Cervantes, que buscar un rico que patrocinara su obra? Yo creo que no. El mercado representa un progreso respecto a eso. Es un mecanismo impersonal que hace que malos libros sean muy populares y que buenos libros queden relegados ante unas minorías. Pero eso por lo menos garantiza una cierta libertad. Es verdad que el mercado produce cosas muy negativas, pero yo no sé cuál sería la alternativa. Muchas veces las críticas al mercado son muy poco racionales. No parten de un análisis riguroso. -¿Cuál es la columna más ansiada? -Me gustaría poder escribir un artículo titulado Un mundo sin dictaduras, que explicara que tenemos una democracia planetaria. Ésa es mi utopía personal. -Y puestos ya a
soñar, ¿cuál le gustaría que fuese la efeméride
cultural del siglo XXI? |