Vuelo de gaviotas, Ediciones
de la Universidad Autónoma de Nayarit,
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Nadie sabrá por qué
Iré
sacando
una
a una
las
estrellas
de
la bolsa
para
endulzar
los
minutos
de
la noche.
Guardaré
en el archivo
de
recuerdos
el
celofán
que
las cubría
desde
la infancia.
La oscuridad
terminará
cuando
la luna aparezca
para
trazar
entre
las olas
un
sendero infinito
de
promesas.
El mar
será testigo
silencioso
y en
la noche
arribarán
los sueños nuevos
para
no amedrentar
a la
esperanza.
El mar
jugará a ser mar
y nadie
entenderá
cómo
las olas
generan
sus estrellas
y ahuyentan
los fantasmas.
El dolor
Para Nayeli
Hay momentos
en que el alma duele
y no hay llantos
ni pastillas que la curen.
Te puede doler un brazo
una cadera,
te puede sangrar la piel
cuando te hieras,
pero el dolor
¡carajo!
es algo así
como desbaratar la vida;
romperse todo,
toditito.