HUMORISTA

Yosmar Lorena Pineda Monroy

FABULA DEL MORROCOY Y EL VENADO

Venados

El Venado Corredor,
Esteves por sobrenombre,
a un tiempo venado y hombre,
escopeta y cazador,
el Venado, sí señor,
que es una línea en un Pool,
apostó antier su baúl,
cien bolos y una ponchera,
a que ganaba en carrera
con El Morrocoy Azul.

La apuesta fue muy sencilla:
cuatro cuadras, que en verdad
vienen a ser la mitad
de la mitad de una milla;
montado sobre una silla,
Monengue, el Juez de llegada,
les daría la largada
con el sistema australiano
del batir mano con mano,
gritar: -¡Raspen!- y más nada.

El Morrocoy aceptó
y al correr con el Venado,
palmo a palmo y lado a lado:
sin vacilar se prestó,
y el Venado murmuró,
cuando el Morrocoy convino,
muy contento y muy ladino,
porque el Venado es vivote:
-¡A un Morrocoy del cipote
-lo raspo yo como a un chino!

Y dijeron los peritos:
Hora: diez de la mañana;
pista: vuelta a la manzana,
cruzando por Pajaritos.

Y entre aplausos y entre gritos
de élite y camuchina,
con una voz cristalina,
mostrando a los dos rivales,
gritó Augustico Gonzales:
-¡Señores! ¡En esta esquina!

De San Franciso, colmado
hacia Pajáritos "full",
salió el Morrocoy Azul
corriendo con el Venado.

Pero nadie había notado
que en San Francisco quedaba
otro morrocoy que estaba
ayudando a su pariente
y era un poco diferente,
por la concha colorada.

¡Venado era un aereolito!
Morrocoy, que no es perplejo,
entró a un bar, junto a Camejo
y se pegó del roncito;
y al llegar, furioso grito
dio en San Francisco El Venado,
pues, orondo y apurado,
frente al juez de la silleta,
cruzaba antes que el la meta
el Morrocoy colorado.

-¡Esto es un robo!, gritó
el Venado enardecido;
y el Morrocoy, muy cumplido,
preguntó: -¿Robo, "pur cuá"?
y al tranquilo morrocuá,
Venado de esta manera
gritó: -¡Mi morrocoy era
azul y usted colorado!
-¡pero es que estoy sofocado,
compadre, por la carrera!...

Moraleja:
Nunca apuestes el baúl,
si el Morrocoy es Azul.

F.V.
El Morrocoy Azul - 16-2-1946

Andrés Eloy Blanco. "Humorismo". Ediciones Centauro 76. Caracas, Venezuela, 1976.

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