Christiano Junior, fotógrafo pionero
de la Sociedad Rural Argentina.
Abel Alexander
1. Introducción.
Desde hace más de quince años estamos investigando la
vida y obra del gran fotógrafo portugués José
Christiano de Freitas Henriques Junior, más conocido por
su nombre de Christiano Junior, con el cual firmaba sus
obras fotográficas, pictóricas y literarias.(1)
Y en nada exageramos cuando lo señalamos como un grande
de la fotografía latinoamericana del siglo pasado. Pocas
veces hemos encontrado una personalidad más rica en
iniciativas artísticas, técnicas y comerciales con
relación al nuevo arte de Niépce y Daguerre.
Hoy queremos presentar este trabajo de investigación que
muestra una faceta desconocida en la trayectoria
profesional de Christiano Junior; nos referimos a su
labor como fotógrafo pionero de la Sociedad Rural
Argentina.
En este sentido, debemos señalar que el registro
fotográfico de animales de raza durante este período de
la fotografía nacional, fue un género poco frecuente,
por las grandes dificultades en retratar estos inquietos
animales y registrar paralelamente sus características
anatómicas correctas con relación a cada especie.
2. La Sociedad Rural Argentina.
En 1866, año en que se funda la Sociedad Rural
Argentina, los pobladores del campo enfrentaban una serie
de graves problemas, en un contexto nacional donde los
vaivenes políticos estaban a la orden del día.
La Argentina se encontraba en guerra con el Paraguay
desde mayo del año anterior y después del sangriento
combate de Tuyutí, los ejércitos adversarios se
aprestaban a librar la batalla de Yatay-Corá.
En las provincias del noroeste los caudillos se equipaban
para la defensa y las provincias mesopotámicas
mantenían una actitud hostil hacia el gobierno nacional.
La guerra era impopular en todo el país.
Hacia el sur, vastas zonas de la provincia de Buenos
Aires estaban sometidas a la acción de los malones,
problema soportado en Córdoba, San Luis y Mendoza.
Organizar una Sociedad Rural era de locos o visionarios,
comentaban las crónicas de aquellos días.
Todo el sistema económico nacional -basado precisamente
en la riqueza del campo- parecía retroceder y
estancarse; de hecho y debido a múltiples factores, las
fértiles llanuras se iban despoblando, creando un
desánimo generalizado entre los pobladores.
A pesar que la situación era claramente adversa, un
grupo de estancieros se reunieron finalmente el 10 de
junio de 1866 en la casa de José Martínez de Hoz, en la
calle Bolívar 111. De este encuentro participaron trece
productores agropecuarios quienes firmaron el "Acta
de Instalación", estableciendo las bases de la
nueva entidad, que por votación se denominó
"Sociedad Rural Argentina" y cuyo reglamento
fue redactado por el ingeniero Eduardo Olivera.
Los objetivos estaban condensados en trece puntos; el
primero indicaba:"velar sobre los intereses en
general de la campaña", mientras el 6°
puntualizaba: "estudiar las especies de ganado que
más convengan a nuestro clima, estado social y
económico e investigar en ello cuál de sus razas
convienen más al país ya por su valor o facilidad de
aclimatación"
3. Christiano Junior fotógrafo de Buenos Aires.
Christiano Junior nació en el reino de Portugal hacia
1832. Lamentablemente desconocemos por completo esta
etapa de su vida europea; sin embargo, por ciertos
indicios nos inclinamos a pensar que su formación
pictórica y fotográfica la adquirió en su país natal.
Lo que sabemos es que se casó y formó su familia en
Portugal; allí nacieron sus dos hijos, José Virginio
(1851) y Federico Augusto (1853)(2); seguramente en
búsqueda de horizontes económicos más prósperos,
emigró hacia América durante los primeros años de la
década de 1860.
Por su origen lusitano, el destino escogido fue el
Imperio de Brasil, regido entonces por el progesista Dom
Pedro II, un entusiasta cultor de la fotografía y
decidido protector del nuevo arte.
En 1862 se instaló con su familia en la norteña ciudad
de Maceió, actual estado de Alagoas; aquí explotó
durante cierto tiempo un establecimiento fotográfico
ubicado en la céntrica Rua do Commercio. Pero Maceió
era una pequeña plaza provincial que no reunía las
espectativas comerciales y profesionales del joven
inmigrante, su talento y empuje lo impulsan a destinos
mayores.
Fue entonces Río de Janeiro, sede de la Corte Imperial,
el nuevo destino que colma sus expectativas. Muy pronto
la sociedad carioca privilegia la calidad de sus retratos
y la variedad de los procesos técnicos empleados por
este emprendedor portugués. En esa capital ya a partir
de 1863, dirigió diversas casas fotográficas, solo o
asociado a otros destacados profesionales de la cámara.
Su expansión por los países del área de inicia en el
Uruguay, abriendo un local en la ciudad de Mercedes. El
mismo funcionaba en la vivienda de don Tomás Viale,
ubicada sobre la importante calle de La Asamblea, en este
caso "cuadra y media arriba de la plaza",
información que encontramos al dorso de varias
"carte de visite" formando parte de la clásica
publicidad de estas obras fotográficas.
Lógicamente el próximo destino fue Buenos Aires, la
gran metrópoli del Plata. Es interesante destacar que en
ese momento y con 35 años, Christiano Junior logra
conformar una verdadera red de estudios fotográficos
sudamericanos, cuya "Oficina General" se
encontraba en la Rua da Quitanda N° 45, bajo la razón
social de "Christiano Junior & Pacheco" de
Río de Janeiro, el mencionado local de la ciudad
uruguaya de Mercedes y el flamante atelier de la calle
Florida 159 de la capital porteña.
Siempre se afirmó que Christiano Junior se instaló en
Buenos Aires durante el año 1868; sin embargo, contamos
con evidencias que adelantan en algo esta fecha. En
efecto, en el diario "La Tribuna" de esta
ciudad correspondiente al 1° de diciembre de 1867,
página 3, columna 2, se encuentra el siguiente anuncio:
"Christiano Junior - Fotografía y Pintura - 159
Florida 159 - Hallándose mi oficina lista a funcionar,
estará abierta al público desde hoy 1° de Diciembre.
Christiano Junior" .
Otra evidencia sobre esta fecha, la encontramos en la
publicidad que efectúa durante su gira a la provincia de
Mendoza. En el diario "El Constitucional", del
8 de mayo de 1880, un aviso de gran tamaño, ilustrado
con una medalla de oro otorgada en la Exposición
Nacional de Córdoba de 1871, se encabeza con la
siguiente leyenda: "Christiano Junior - Fotógrafo -
Establecido en Buenos Aires desde el año 1867. Premiado
con nueve medallas en cinco exposiciones nacionales y
estranjeras (sic), actualmente en esta ciudad. Mendoza,
Abril 24 de 1880" .
Buenos Aires era hacia 1867, una plaza comercial de gran
importancia; de hecho, la principal del país, que
dependía de un puerto de ultramar y donde se encontraban
radicados los más destacados fotógrafos profesionales,
cuya actividad central giraba alrededor de la
retratística, definitivamente el segmento que mayores
ganancias aportaba a esta actividad.
La primera decisión de Christiano Junior fue
establecerse sobre Florida, una de las calles más
elegantes de la capital, entre Cuyo (actual Sarmiento) y
Corrientes. Aquí se alineaban tiendas distinguidas
ofreciendo las últimas modas de Europa; ésta era la
clientela que deseaba captar pues representaba las clases
dominantes de la sociedad porteña. Refuerza su imagen
insertando al dorso de sus obras fotográficas una
publicidad puntual; el escudo argentino flanqueado por
los del Imperio de Brasil y el Reino de Portugal y en
donde promocionaba sus establecimientos de Mercedes en la
Banda Oriental y de Río de Janeiro.
Precisamente estas tres naciones se encontraban unidas en
guerra contra el Paraguay, en un conflicto bélico de
características sangrientas y cuyas repercusiones
políticas, sociales y económicas se hacían sentir con
mucha fuerza en la sociedad local.
Son tiempos difíciles y hay que aguzar el ingenio.
Haciendo honor al título de Gran Establecimiento de
Pintura y Fotografía, organiza algunas exhibiciones
públicas de sus obras en los salones de Fussoni y de la
firma Francischelli, que por aquellos años funcionaban
como galerías de arte.
Tiempo después se muda a la vereda de enfrente donde
disponía de mayores comodidades, con entrada sobre el
números 160 y 164 de la calle Florida. El estudio
fotográfico se completaba con la vivienda de la familia
Freitas Henriques.
El prestigio de la firma es indudable; por sus salones
desfila lo más granado de la sociedad local, políticos,
militares, diplomáticos, ricos comerciantes,
estancieros, figuras como los presidentes Carlos
Pellegrini, Domingo Faustino Sarmiento, Bartolomé Mitre,
etc.
Tiene plena conciencia que competir y ganar en las
exposiciones nacionales e internacionales, le otorga un
espaldarazo formidable para su actividad comercial. Como
ya lo había realizado en la Exposición Nacional de Río
de Janeiro de 1866, donde obtuvo medalla de bronce,
participa en la Primera Exposición Nacional en Córdoba
durante el año 1871 y obtiene el máximo galardón, la
medalla de oro y 150 pesos fuertes por la calidad de sus
obras. Esta medalla de oro fue motivo de gran orgullo
para el artista, incluyendo su reproducción en toda su
publicidad, tanto en los diarios de la época como al
dorso de sus fotografías.(3)
A principios de 1875 ya se conocía que Buenos Aires iba
a ser la sede de la primera exposición y feria
organizada por la Sociedad Rural Argentina. Esta novedad
no pasó desapercibida para el gremio fotográfico,
siempre atento ante la posibilidad de nuevos negocios. El
inquieto portugués abre el juego, insertando un
destacado aviso en el influyente diario "La
Prensa" del 4 de febrero de ese año, que por la
riqueza de su contenido, nos permitimos reproducir en
forma textual, pues permite apreciar un completo panorama
sobre el desarrollo de la fotografía durante esa
década:
"TALLERES DE
FOTOGRAFÍA Y PINTURA
DE CHRISTIANO JUNIOR
Premiado en la Exposición Nacional de Córdoba
con la primera medalla de oro y 150 pesos
fuertes.
Calle de la Florida 160 (para adultos).
Artes 118 - Fotografía de la Infancia.
Especialidad en retratos de criaturas.
Casa en Río de Janeiro. Rua de Quitanda N° 45.
Retratos de cualquier tamaño en fotografía
simple
o colorida al óleo, pastel, aquarela (sic), etc.
Copias de cualquier retrato aumentadas hasta el
natural. Retratos al óleo sobre lienzo. Retratos
sobre porcelana y esmalte,
trabajo que actualmente en Buenos Aires y
Montevideo
se hacen únicamente en nuestros
establecimientos.
Vistas de Buenos Aires y sus contornos, para
cuadros,
albums (sic) y sus stereoscopos.
Gran colección de retratos de los hombres
célebres
de esta República en dos tamaños.
No hay en Buenos Aires, establecimiento de este
género que ocupe edificios tan vastos como los
nuestros, ofreciendo al público confort,
comodidades y distracción en sus salones y
jardines.
En el establecimiento de la calle Artes tenemos
máquinas instantáneas que permiten sacar
retratos de las criaturas más inquietas y
traviesas.
Recibimos encargos de la campaña y la provincia
para copiar retratos aumentados en fotografía o
al óleo, recibiendo con el original las
explicaciones precisas como edad, color de
pelos,cara, ojos, barba, etc., y más
designándonos la persona que nos debe abonar el
importe al recibir el retrato, etc."
|
De este aviso surge la primera referencia sobre la
existencia de una casa fotográfica de Christiano Junior
en Montevideo y la promoción de la venta de vistas
fotográficas de Buenos Aires y sus alrededores para
insertar en marcos o álbumes. Es interesante destacar
que ello precede en casi un año a su famoso álbum
"Vistas y Costumbres de la República Argentina -
Provincia de Buenos Aires", editado en 1876.
Pero el dato más significativo, es que vende también
vistas estereoscópicas sobre los mismos temas, variante
técnica que permite observar fotografías con
perspectiva tridimensional. Personalmente nunca hemos
visto estas piezas tan especiales.
Estos anuncios a tamaño grande se publican diariamente
entre el 4 de febrero y el 4 de marzo de 1875 y vienen
ilustrados con la famosa medalla de oro de Córdoba,
mientras cumplen el cometido de interesar a una potencial
clientela ofreciendo variedad y novedad.
El hecho de abrir una casa fotográfica dedicada
exclusivamente a los niños, es un hito remarcable dentro
del panorama de la fotografía argentina del siglo XIX.
Este "taller destinado únicamente para retratar
criaturas", tenía su entrada por los baños
públicos y a los pequeños y sus padres se los tentaba
con la frase: "se regalan dulces y juguetes a los
niños". Artes es la actual calle Carlos Pellegrini.
Pero una imprevista desgracia vino a perjudicar los
planes del empeñoso fotógrafo. El lunes 8 de marzo de
1875 en horas de la noche se declaró un voraz incendio
en el conjunto de edificios donde Christiano Junior
operaba su "Fotografía de la Infancia". El
fuego se inició por un escape de gas en el interior de
una tienda sobre la calle Artes y fue combatido de
inmediato. Participó de las tareas una "bomba"
de la firma Fussoni, pero aún así no se pudo evitar la
destrucción casi total del estudio, donde sólo se
salvó "algún aparato de fotografía", como lo
señaló la crónica del diario "La Prensa" del
día siguiente.
Artes 188, era un conglomerado de negocios y viviendas
ubicado entre las calles Cuyo (hoy Sarmiento) y Cangallo
(actual Perón). Allí funcionaba un establecimiento de
baños públicos, saunas, turcos, de inmersión, etc. y
el famoso colegio de los hermanos Junor, mientras en la
parte alta se ubicada la vivienda del doctor Maglein.
Estas propiedades se realzaban con un amplio y agradable
jardín de uso público, que era promocionado por nuestro
fotógrafo.
Pero la reacción de Christiano Junior fue muy rápida.
En el diario "La Prensa" del sábado 20 de
marzo insertó un aviso:
"Retratos de Criaturas - Fotografía de la
Infancia". Habiéndose incendiado este
establecimiento, situado en la calle Artes 118, se avisa
a las personas que tengan criaturas para retratar, que lo
podemos hacer en la calle Florida N° 160 de las 8 a las
12 del día, mientras no se instale otro taller destinado
a las criaturas".
Christiano Junior estaba otra vez en carrera y dando
pelea en la dura competencia entre los fotógrafos
porteños.
4. La fotografía en la Primera Exposición de la
Sociedad Rural.
Para cumplir el viejo deseo de los fundadores de la
Sociedad Rural Argentina de hacer "una exposición
de ganados, aves y además productos agrícolas", la
Comisión Directiva logra inaugurar el primero de estos
eventos el 11 de abril de 1875 en un terreno cedido
gratuitamente por el socio fundador don Leonardo Pereyra.
Hoy nos parece increíble el lugar escogido, ubicado en
la intersección de las actuales Florida y Paraguay,
enfrente del mercado "del Norte". La superficie
ocupaba un cuarto de manzana y estaba rodeado por una
pared de ladrillos.
La Exposición y Feria fue inaugurada en forma solemne
por el entonces presidente de la Nación Dr. Nicolás
Avellaneda, el gobernador de Buenos Aires Carlos Casares
y otras altas autoridades; presidía la entidad José
María Jurado, una figura clave en el desarrollo de la
S.R.A. y en definitiva quien concretó esta iniciativa,
luego de diez años de espera.
Participaron 85 expositores y se presentaron 79 equinos,
18 vacunos, 18 caprinos, 79 ovinos, 5 porcinos y 153
aves, perros, conejos y algunas llamas alpacas. Hubo
también seis expositores de productos agrícolas y de
jardinería y se exhibió escasa maquinaria.
Los productos del campo concitaron la atención de gran
cantidad de porteños; durante los ocho días de la
Exposición -la Feria en cambio, se extendió por otros
ocho días más- se vendieron 12.837 entradas a
diferentes precios, pero se calcula que los visitantes
sumaron más de 18.000.
A más de un siglo de distancia de esta inteligente
iniciativa que se repite años tras año hasta el
presente, la pregunta que nos formulamos es ¿qué papel
jugó la fotografía en aquellas jornadas iniciales?
Debemos confesar que esta pregunta arroja más
interrogantes que datos concretos.
La imposibilidad de acceder a los archivos históricos de
la Sociedad Rural, nos obligó a consultar en profundidad
la colección de los "Anales" editados por la
entidad. De estas excelentes publicaciones hemos
extraído la mayoría de los datos buscados.
Los "Anales" fueron la preocupación inicial de
los fundadores, pues en sus objetivos ya se puntualizaba:
"Tendrá un periódico puramente agrícola" y
"el periódico de la Sociedad será repartido gratis
a todos sus miembros". Sólo dos meses después de
su fundación, en septiembre de 1866, sus dirigentes
lanzaron a la circulación el primer número de la
revista, órgano de prensa oficial de la nueva entidad,
bajo el lema "Destinada a la defensa de los
intereses rurales del país y a la propagación de
conocimientos útiles a la Agricultura en todos sus
ramos". Los "Anales", dirigidos por el
presidente de la agrupación, con la colaboración de
miembros de la C.D. y socios del país y del exterior,
constaban de doce números mensuales, de enero a
diciembre y contenían no sólo las informaciones
institucionales, sino una amplia gama de artículos
técnicos nacionales y extranjeros sobre la materia.
Anualmente daba un libro de alrededor de 500 páginas,
con administración y redacción en sus principios, en la
calle Perú 92, en los "altos", como se
indicaba a las propiedades de un piso en aquella chata
ciudad.
Escribieron para esta publicación figuras de gran
prestigio intelectual como Juan María Gutiérrez,
Domingo F. Sarmiento, Miguel Puiggari y muchos más. Si
bien la entidad contaba con un caudal de socios que
oscilaba entre 250 a 350, durante la primera década, la
revista tiraba 1000 ejemplares, de los cuales el gobierno
de la Nación y el de la provincia se reservaban 100
números cada uno por su contribución económica.
Revisando exhaustivamente dicha colección, comprobamos
que desde 1866, año de su fundación, hasta 1874, no
existe una sola referencia a la fotografía, ni siquiera
un grabado tomado de una foto. Las únicas ilustraciones
son litografías, aunque en el Volumen Noveno
correspondiente al año 1875 surgen de repente seis
menciones puntuales al arte fotográfico; ¿qué había
sucedido?
Existen dos respuestas para este interrogante. Una es de
tipo lógico: en abril de ese año la Sociedad Rural se
presentó a la consideración pública por vez primera y
lo hizo en un marco multitudinario; obviamente debió
existir la necesidad de registrar esta iniciativa que
tardó una década en concretarse. Pero,
fundamentalmente, la Sociedad Rural, apuntaba a uno de
sus objetivos contemplados en su acta fundacional,
incentivar entre los criadores la necesidad de mejorar
las razas existentes en el país y el vehículo de
emulación e información visual era la fotografía.
La segunda respuesta es hipotética, pues hasta el
momento no hemos hallado testimonio documental que
confirme nuestras sospechas, pero el repentino interés
de la Rural hacia la fotografía es la consecuencia de la
incorporación de un nuevo socio. Durante los primeros
meses de 1875, ingresa el fotógrafo José Christiano de
Freitas Henriques Junior. En efecto, en los
"Anales" del 31 de agosto de 1875, en una lista
de miembros por orden alfabético, figura, bajo el
número 517, con dirección en la calle Victoria 292
(actual Hipólito Yrigoyen).
¿Cual fué el motivo que impulso lo impulsó a ingresar
a dicha entidad? En primer lugar, los socios de la S.R.A.
formaban parte de la elite económica y social del país
y las posibilidades de vinculación personal con las
mejores familias de Buenos Aires favorecía la marcha de
sus establecimientos fotográficos. Pero además, este
inquieto portugués, poseía un marcado interés hacia la
agricultura, en especial sobre el mejoramiento de los
productos de la tierra a través de la tecnología. No
olvidemos que hacia el fin de su vida edita un
interesante manual con reglas prácticas destinadas a la
industria de la vid y de otras bebidas alcoholicas.(4)
El caso es que la Comisión Directiva tomó la
determinación de contratar un fotógrafo para documentar
aspectos de la Primera Exposición, y la elección
recayó en un profesional de reconocida solvencia, en
especial por la delicada tarea de registrar los animales
premiados. Si observamos las fotografías publicadas
debemos reconocer que escogieron acertadamente. Las
tratativas entre la entidad y el fotógrafo fueron
anteriores a la entrega de los premios, pues para
registrar los distintos animales, el fotógrafo
confeccionó un telón de gran tamaño -medía alrededor
de 2.50 de alto por 4 ó 5 metros de ancho-, montado en
un bastidor de madera. El enorme lienzo estaba pintado
con escenas camperas.
Las fotografías fueron ejecutadas hacia el final del
certamen cuando se dieron a conocer los animales
premiados en sus distintas categorías. El operador
realizó su tarea en el interior del predio ferial,
utilizando el gran fondo pictórico como ambientación y
las tomas se efectuaron en el exterior. Por la
proyección de sombras se puede calcular aproximadamente
a qué hora fueron realizadas.
En plena etapa del sistema al colodión húmedo, el
fotógrafo trasladó hasta la sede de la Exposición sus
equipos técnicos de toma y revelado, bastante
voluminosos por cierto, con sus frascos de productos
químicos y los vidrios utilizados como soporte de los
negativos y seguramente contó con la colaboración de un
ayudante.
Pero la Comisión Directiva tomó una determinación más
trascendente aún que tomar las fotografías de la
Exposición, decidió publicarlas a través de los
Anales, formidable vehículo de divulgación entre los
socios con una edición de mil ejemplares. En efecto en
la revista N° 7, volumen IX del 30 de julio de 1875,
leemos:
"Fotografías de animales premiados. - Por acuerdo
de la Comisión Directiva de la Sociedad Rural, se han
mandado sacar fotografías de los animales que obtuvieron
el primer premio en la Exposición de Abril ppdo. y se ha
pasado la siguiente circular a sus respectivos dueños
pidiéndoles los datos con que deben ser acompañados al
repartirse con los Anales de la Sociedad. Si a última
hora se puede empezar esa publicación, este número irá
ya acompañado de algunas fotografías, sino, empezaremos
en el próximo dando el mayor número de ellas que sea
posible", y a continuación se publicaba una
circular, fechada el 8 de julio de 1875 dirigida a los
dueños de todos los animales premiados,
Allí se solicitaba a nombre del Presidente, "tenga
a bien enviarle todos los datos que le sea posible reunir
para dar una descripción y genealogía de su
caballo...premiado en la Exposición de Abril, con el
objeto de publicarlos en los Anales de la misma,
juntamente con una fotografía que se ha sacado de dicho
caballo, tanto para dar a conocer los animales premiados
como para rendir el debido homenage (sic) a los
expositores, por el empeño con que procuran el
perfeccionamiento de la ganadería del país".
Finalmente de los 22 animales ganadores que se consignan
en dicha nota, sólo se publicaron dos en el volumen
noveno de los Anales, correspondientes al año 1875. Se
trata del caballo Bayard en el mes de julio y Sultán en
agosto.
Ambos caballos fueron fotografiados sobre el gran telón
pintado como fondo, posando de costado para poder
apreciar las características de sus esbeltos cuerpos;
mantienen las cabezas en alto sujetadas a las riendas que
sostienen dos hombres de campo.
Luego se siguieron publicando cinco imágenes más, pero
ya en el volumen décimo correspondiente al año 1876;
todas fotografías relacionadas con la Primera
Exposición. Fueron, una vaca Durham que obtuvo Gran Copa
de Plata, dos ovejas para carne, premiadas con Gran Copa
de Plata, la yegua Beatriz, que se alzó con una Medalla
de Plata, el caballo Talisman, acreedor de la Gran Copa
de Plata y finalmente una excelente fotografía tomada el
11 de abril de 1875, día de la inauguración, que
muestra un aspecto parcial del predio de Florida y
Paraguay.
En este volumen, las fotografías de caballos y yeguas
fueron tomadas con telón pintado de fondo, mientras las
vacas y ovejas están registradas sin este recurso y
posan frente a empalizadas y corrales, donde se aprecian
algunos faroles de iluminación a gas.
Del total de fotos publicadas, la más lograda pertenece
a la yegua Beatriz, un ejemplar magnífico por su
apostura y gran alzada, que posa en forma soberbia sujeta
por un peón de campo con gran sombrero y botas.
En realidad, se publicaron menos fotografías de las que
se habían anunciado. En total fueron siete fotos en dos
Anales (1875-76) y de esta manera concluyó el ciclo de
impresiones fotomecánicas durante esta etapa de la
entidad. Seguramente el motivo fue el gran esfuerzo
económico para la Rural, pues el el balance anual del
período del 1 de julio 1875 hasta 30 junio 1876, figura
el siguiente gasto:"por fotografías de animales
premiados, también para los Anales...$ 8.000,-"
Es importante destacar que gracias al sistema de
impresión fotomecánica estas siete fotos se
transformaron en 7.000 imágenes fidedignas, vehiculadas
a través de un medio tan especializado en el ambiente
agropecuario nacional como eran los Anales. Y es éste,
precisamente, uno de los puntos más importantes del
presente trabajo; las imágenes publicadas en los dos
volumenes, son probablemente las fototipias más antiguas
realizadas en nuestro país. Las hemos estudiado con todo
detalle con una lupa de gran aumento; son excelentes y de
buena factura, cuya apretada trama se aprecia cuando se
observa con una óptica potente, aunque reconocemos que
existe un cierto empastamiento en los negros.
¿Quien fue el autor de estas impresiones? ¿En qué
taller de fotograbado fueron realizadas? No lo sabemos;
sin embargo todo indicaría que tanto las fotografías de
la Primera Exposición como el trabajo de impresión
fueron realizados por el mismo Christiano Junior, pues en
el "Catálogo Razonado de los Trabajos Exhibidos en
la Primera Exposición del Club Industrial"(5),
editado por el mismo en 1877, entre los objetos expuestos
a partir del 15 de enero de ese año, en la Clase 80,
Grupo 31, N° 28 se indica: "Doce láminas impresas
con tinta litográfica sobre gelatina estendida en
planchas de cobre, procedimiento conocido en Europa
(entre otros) con el nombre de Fototipia..."
Con respecto a las fototipias editadas en los dos
volumenes, diremos que la impresión se realizó sobre
una sola cara de la página con el dorso en blanco y ella
se encuadernó junto a las hojas impresas. Las dos
fototipias del tomo de 1875 miden 9 por 13 centímetros
aproximadamente y sus bordes son redondeados; en el tomo
de 1876 se publican cinco imágenes de 10 por 13,5
centímetros con bordes rectos, excepto la vista de la
Exposición de 1875 que es una impresión de tamaño
mayor, de 14,2 por 18 centímetros.
5. Christiano Junior, fotógrafo de la Segunda
Exposición Rural.
En agosto de 1876, se publicó en los Anales un
interesante artículo sobre botánica. Se trataba de una
prolija descripción de una planta tropical cuyo nombre
científico es Caladiun Esculentun, habitual en Africa,
en las islas Azores y en el Brasil.
El autor señalaba que en la Argentina se la utilizaba
como planta decorativa en los jardines, pero en realidad
su tubérculo era un apreciado alimento en muchas
regiones por las capas más humildes de la población.
Sugería que se cultive en forma metódica en el delta
del río Paraná.
La nota venía acompañada de un dibujo de la planta
realizado en litografía, con la firma al pie del
grabador: Rocher SC, un artista cuya relación con el
fotógrafo lusitano veremos más adelante.
Lo interesante del caso, es que dicho artículo con
cierta extensión se encuentra firmado con las iniciales
"C.J." que corresponde a Christiano Junior,
quien abandona por un momento sus cámaras y pinceles
para incursionar en los secretos de la agricultura. Como
podemos apreciar, fue una personalidad multifacética con
inquietudes en campos muy diversos.
Cumpliendo con la promesa realizada en la clausura de la
primera exposición, la Comisión Directiva inauguró el
8 de septiembre de 1876 la Segunda Exposición Rural, en
la misma ubicación anterior. Tuvo una duración de 17
días y 8 más de feria. Se vendieron 17.177 entradas.
Los visitantes pudieron apreciar un espectáculo
sumamente interesante gracias al concurso de 54
expositores. Creció la exhibición de maquinaria
agrícola y al final del certamen se adjudicaron 110
premios. En este caso, como en el anterior, la entidad
tomó la determinación de contratar un fotógrafo y la
responsabilidad recayó en Christiano Junior.
El artista debió trasladar buena parte de sus equipos
técnicos,desde su atelier en la calle Florida 208 hasta
la esquina de Florida y Paraguay, una distancia de cinco
cuadras. Amén de las cámaras fotográficas tuvo que
transportar un completo laboratorio portáltil, junto al
enorme fondo de tela pintada y montada en un bastidor de
madera. Debió encarar con profesionalidad la tarea de
fotografiar una gran cantidad de inquietos animales,
donde de nada servían los famosos sujetadores de cabeza.
Había que trabajar con rapidez y habilidad, con ángulos
muy precisos para documentar las características
anatómicas de cada ejemplar premiado.
Frente a su objetivo y bajo el brillante sol de
septiembre fueron desfilando todos los animales de campo,
caballos, yeguas, toros, vacas, ovejas, puercos, asnos,
aves, perros y hasta conejos. Estos registros seguramente
deben estar entre los primeros trabajos dentro de este
género de fotografía en la Argentina.
Contamos con dos evidencias; la primera la aporta el
propio Christiano Junior en el mencionado catálogo de la
Primera Exposición del Club Industrial. Bajo el N° 23
detalla: "Un album con las fotografías de los
animales que obtuvieron los primeros premios en la
última Exposición Rural Argentina, y dos vistas de la
misma. Debe tenerse en cuenta las contrariedades con que
se lucha para lograr perfectas fotografías de esta
clase, pues principalmente los caballos, rara vez están
quietos y cuando esto sucede no guardan sus proporciones
naturales, perjudicando el tipo de raza. Esto hará
disculpable si alguna de las sesenta y dos láminas que
este album contiene, no son bastante buenas, teniéndose
en cuenta solamente su importancia para aquellos
hacendados que se dedican con preferencia a la
propagación de animales finos y de sangre pura, pues que
hallarán aquí tipos que comparar y un estímulo digno
de sus ideas progresistas y benéficas".
Este excelente discurso en apoyo a una iniciativa
comercial, coincidía en un todo con los propósitos
enunciados por los dirigentes de la Rural, imbuídos de
una filosofía cuya encarnación suprema es la figura del
Progreso, bajo cuyo influjo deberán suceder las grandes
transformaciones sociales, políticas y económicas que
el país reclamaba luego de siglos de atraso.
En el mismo catálogo bajo los números 29 A y 29 B,
Junior exhibe a partir del 15 de enero de 1877, dos
cuadros con fotografías de caballos retocadas a lápiz,
que suponemos forman parte de las tomadas en la Segunda
Exposición Rural.
La segunda evidencia es de tipo personal. En diciembre de
1987, el bibliófilo porteño Ezequiel de Elía, nos
enseñó dos fotografías relacionadas con su familia. En
soporte de cartón rígido tienen una leyenda impresa:
"SEGUNDA EXPOSICION Y FERIA AGRICOLA
INAUGURADA EL 8 DE SEPTIEMBRE DE 1876-
ARTEMIS. Raza Durham. Obtuvo el Primer Premio.
Perteneciente a Ezequiel de Elía. (una lechera).
AMBASSADOR. Raza Durham. Obtuvo el Segundo Premio
Perteneciente a Ezequiel de Elía. (un toro)"
Ambas fotografías llevan la publicidad de Christiano
Junior también impresa al frente de la obra. Las fotos
miden 12 por 18 centímetros y en ambas se aprecia el
inmenso telón de fondo, detalle que podría ser el nexo
con la autoría de las fotografías realizadas en la
Primera Exposición Rural de 1875.(6)
Finalizada la tarea de fotografiar todos los animales
premiados en la Segunda Exposición, la Comisión
Directiva debía tomar la decisión de imprimirlas en las
páginas de los Anales, como lo había hecho el año
anterior. Sin embargo y por motivos que desconocemos, se
suprimió la impresión por fototipia y en un evidente
retroceso técnico, todas las fotografías fueron
impresas por el viejo sistema de la litografía.
Para este proyecto editorial se formó un equipo de
trabajo; todas las fotografías fueron proporcionadas por
el propio Christiano Junior y en base a estas imágenes
se contrataron los servicios del famoso dibujante Enrique
Stein (1843-1919), quien corrió con la responsabilidad
de convertir las fotografías de animales premiados en
dibujos exactos y el grabador escogido fue un tal Rocher,
grabador del que poseemos muy escasa información.(7)
Parece que las tareas de este equipo insumieron tres
meses, pues recién en los Anales del año 1877 (Volumen
XI) comienza la publicación de estas imágenes bajo el
título de "Segunda Exposición de la Sociedad Rural
Argentina - Setiembre de 1876". Cada grabado se
ubicaba en la parte superior de la página y a
continuación se incluían las referencias sobre el
animal premiado y el hacendado o establecimiento rural al
que pertenecía.
Obviamente el grabado difiere fundamentalmente de la
fotografía. En primer lugar, se eliminó el telón de
fondo y los animales se dibujan sobre fondo blanco. Como
elementos decorativos se ubican troncos de árboles,
algún rancho, el típico ombú de la pampa y hasta un
moderno alambrado.
El crédito de estas obras está bien marcado; en el
centro y abajo se lee: "Fotografía Christiano
Junior - Florida 208". A la izquierda, "Stein
Dib." y sobre la extrema derecha "Roger
SC.". La mención de la firma fotográfica en el
grabado era un conocido recurso para que las imágenes
publicadas contaran con mayor crédito o veracidad entre
los lectores. Por la Segunda Exposición la Sociedad
Rural Argentina abonó a C. Junior 12.000 pesos.
Todos estos grabados se encuentran publicados en el
Volumen XI de 1877 a partir del mes de enero y
representan a gran parte de los animales ganadores del
segundo certamen. Por los mecanismos de impresión,
muchos de ellos perdieron el crédito de la parte
inferior. En el número de diciembre se publica un
listado de 23 grabados.
Luego de esta segunda exposición, Christiano Junior
obsequia un retrato del presidente de la entidad. El 14
de septiembre de 1876 eleva una nota dirigida a la
Comisión Directiva:
"Como miembro de esa sociedad, deseando significar
mis simpatías y agradecimiento por la buena
Administración de su Presidente, el señor D. José
María Jurado, cuyo período administrativo ha concluído
el 19 de Agosto último, continuado a pedido del nuevo
Presidente hasta concluir la Exposición Agrícola, tengo
el gusto de enviar a esa Comisión su retrato elaborado a
lápiz en mi establecimiento, para que sea colocado en el
lugar que merece en la sala de sesiones. Deseando el
engrandecimiento de esa Sociedad que tan grandes
beneficios reportará al país, me suscribo. Muy atento y
S.S. - Christiano Junior"(8).
José María Jurado fue un directivo de gran impulso,
bregando por la realización de las primeras exposiciones
agrícolas, fue vicepresidente y ocupó durante tres
períodos la presidencia. Llama la atención que el
fotógrafo haya ejecutado un retrato al lápiz.
En la 11° Asamblea Anual realizada el 23 de agosto de
1877, bajo la presidencia de Emilio Duportal, constatamos
que entre los 37 socios que participan en los debates se
encuentra Christiano Junior junto a su amigo José María
Jurado.
Todavía en la Lista de los Señores Socios Activos
publicada el 31 de julio de 1877 encontramos el nombre de
Christiano Junior con domicilio en la calle Florida 208.
Esta es la última referencia que hemos hallado sobre su
actuación en la Sociedad Rural, pues en el listado de
1878 y años posteriores, ya no figura su nombre.
6. Conclusiones.
Termina de esta manera la investigación que hemos
realizado sobre un capítulo de la vida y obra de este
excepcional fotógrafo europeo en la Argentina.
Su genuino interés hacia los temas agropecuarios no
sólo lo impulsó a ingresar como socio pleno en la
naciente Sociedad Rural, sino que participó activamente
en el seno de la misma y hasta se convirtió en
colaborador literario de sus Anales.
La estrecha amistad que cultivó con varios de sus
dirigentes, fue decisiva en el proyecto de documentación
fotográfica de dicha entidad, cuya máxima expresión
fue la excelente cobertura en la Segunda Exposición
Rural.
La visión de sus dirigentes de publicar, aún por
distintos sistemas, las fotografías de los animales
premiados en las dos exposiciones, nos permite conocer
aspectos interesantes de nuestra ganadería durante la
década de 1870.
A excepción de las dos fotografías mencionadas de la
colección Ezequiel de Elía, no hemos podido ubicar
otras imágenes de Christiano Junior con relación a este
tema. ¿Se conservará todavía en algún archivo un
ejemplar del album con 62 fotos que confeccionó sobre la
Segunda Exposición Rural?
También es una verdadera incógnita el destino de aquel
retrato al lápiz que ejecutó en 1876 del presidente
José María Jurado; su hallazgo nos permitiría sumar
nuevos elementos para evaluar una faceta artística casi
desconocida: su labor como dibujante y pintor.(9)
Es notable comprobar la intensa actividad fotogrtáfica
desarrollada en el seno de la institución entre 1875 y
1877, precisamente los tres años de permanencia como
socio de Christiano Junior. En tal sentido, percibimos
claramente su influencia con relación a esta disciplina
artística. También es significativo que luego de su
alejamiento desaparezca toda referencia a la fotografía
por el prolongado lapso de una década.
Recien a fines del siglo pasado se vuelve a incluír la
fotografía en las páginas de los Anales y otros
profesionales se van sumando a esta tarea, que se
incrementa a partir del presente siglo, con los nombres
del español Lorenzo J. Bennazar, del norteamericano
Harry Grant Olds y de Antonio Juan Arata.
Pero de lo que no cabe ninguna duda, es que el precursor
fue José Christiano de Freitas Henriques Junior en el
registro fotográfico de animales de raza, un género
difícil aún en la actualidad.(10) Imaginemos entonces
la tarea que tuvo que realizar para las tomas de
exteriores, tratando de inmovilizar en la placa sensible
a inquietos y nerviosos caballos y otras bestias, con
emulsiones lentas en negativos de vidrio por el sistema
del colodión húmero, únicos adelantos de aquella
épóca. Pero los desafíos, en el ámbito de su
profesión, funcionaban como un irrestible imán para
este empeñoso artista, cuya obra ya se encuentra
definitivamente inscripta en la historia de la
fotografía argentina.
_____________________
Bibliografía.
Christiano Junior: "Vistas y Costumbres de la
República Argentina. Provincia de Buenos Aires".
Buenos Aires, 1876.
Christiano Junior: "Catálogo Razonado de los
Trabajos exhibidos en la Primera Exposición del Club
Industrial". Buenos Aires, 1877.
Gómez, Juan: "La Fotografía en la Argentina - Su
historia y evolución en el siglo XIX. 1840-1899".
Abadía Editora. Temperley, 1986.
Gesualdo, Vicente: "Los que fijaron la imagen del
país. Arte y aventura del daguerrotipo y la
fotografía". Revista "Todo es Historia"
N° 198. Buenos Aires, noviembre 1983.
Alexander, Abel: "El gran fotógrafo Christiano
Junior en Mendoza". II° Congreso de Historia de la
Fotografía en la Argentina". Vicente López, 1993.
Christiano Junior: "Galería Biográfica Argentina
por A.J.C. y M.A.P." Imprenta de Martín Biedma.
Buenos Aires, 1877.
Christiano Junior: "Manual Práctico del Vinicultor,
Destilador y Licorista". Imprenta J. Peuser. Buenos
Aires, 1899.
Anales de la Sociedad Rural Argentina. Volúmenes I a XV.
1866-1881.
Uriburu de Lernoud, Mónica: "Palermo. Los valores
perdurables". Revista de la Sociedad Rural
Argentina. Junio-julio 1984.
Frers, Emilio: "Reseña Histórica de la Sociedad
Rural Argentina". Buenos Aires, 1916.
_____________________
Notas
(1)En el pasado se han cometido numerosos
errores con relación al verdadero nombre y apellido del
genial fotógrafo, provenientes en gran parte del hecho
que dicho artista firmaba siempre con el nombre de
"Christiano Junior". Para aclarar
definitivamente estas dudas, sugerimos consultar su libro
"Tratado Práctico de Vinicultura, Destilería y
Licorería" Imprenta de Guillermo Kraft (Buenos
Aires, 1899)- Aquí y en una aclaración inicial a sus
lectores, al autor consigna su firma artistica y todos
sus nombres y apellidos correctos. Muchos cronistas lo
han mencionado erróneamente como Christian Junior, pues
así se llamaba un educador norteamericano, quien junto a
su hermano Alejandro Guillermo Junior regenteaban una
escuela ubicada en el mismo edificio donde funcionó
durante la década de 1870, la "Fotografía de la
Infancia", calle Artes 118; evidentemente una gran
casualidad. Muchos consignan el apellido del fotógrafo
como Henriquez, cuando en realidad en Henriques; otros
omiten la palabra Junior, sin saber que en Portugal es
imprescindidble su mención en los documentos de
identidad, pues ella diferencia a padres de hijos con
idénticos nombres y apellidos. Este detalle indica que
el padrede nuestro artista poseía el mismo nombre, pero
desconocemos cualquier otra referencia biográfica. Otro
error grave desde el punto de vista
histórico-fotográfico, es confundir a Christiano Junior
con Freitas; en este caso el primero es el padre y el
segundo su hijo, también destacado fotógrafo.
(2) En el Primer Censo Nacional de 1869 aparecen
registrados habitando la misma vivienda Christiano Junior
, sus hijos José Virginio y Federico Augusto; también
figura José Antonio Silva, todos con nacionalidad
porguguesa, de profesión fotógrafos y estado civil,
solteros.
(3) El ejemplo más curioso con relación a ello, se
encuentra en una certe de visite perteneciente a la
colección de Roberto Ferrari. Al dorso de la misma se
encuentra impresa la publicidad del local de Florida 160,
pero al frente, el artista cortó a tijera dos círculos
conteniendo ambas caras de la medalla y a continuación
pegó ambas albúminas sobre el soporte de cartulina.
Esta inusual carte de visite fue realizada probablemente
para obsequiar a los mejores clientes de la firma.
(4) Christiano Junior, "Manual Práctico del
Vinicultor, Destilador y Licorista". Imprenta
Peuser. Buenos Aires, 1899.
(5) Imprenta de La Nación. San Martín 208. Buenos
Aires, 1877.
(6) El señor de Elía nos comentó que dichas
fotografías las obtuvo hace más de veinte años de un
librero anticuario de Buenos Aires y que formaban parte
de un lote mayor relacionado con la misma exposición.
(7) Mientras el caricaturista, litógrafo y dubujante
Enrique Stein, director del periódico satírico "EL
Mosquito" tiene una trayectoria conocida, de Rocher,
sólo sabemos que ilustra una nota sobre botánica de
Christiano Junior en 1876 y a fines de ese año graba
todas las fotografías que C.Junior obtuvo en la Segunda
Exposición Rural en base a los dibujos de Stein. Sólo
podemos agregar que en 1875 y 1876 detectamos
litografías suyas en el diario "La Prensa" de
Buenos Aires.
(8) Anales. Volumen IX, N° 9. 30 septiembre 1876.
Páginas 402/03.
(9) Con la colaboración de la profesora Norma Szpak,
jefe de la Biblioteca de la Sociedad Rural Argentina,
hemos tratado de ubicar dicho retrato, en forma
infructuosa.
(10) El fotógrafo Roberto Luis Arata, hijo de Antonio
Juan, declaraba en un reportaje: "fotografiar bien a
un toro es más difícil que a una modelo".
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