Christiano Junior en Quilmes

Abel Alexander

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A la memoria de Miguel Ángel Cuerterolo.

Introducción:

Hay encuentros que marcan muy fuerte los senderos de vida, en mi caso personal fue conocer y admirar al titánico esfuerzo que desarrollaba el industrial Enrico Lanza para inaugurar en su querida ciudad de Quilmes el primer Museo Fotográfico del país.
Cuando un grupo de entusiastas decide en el año 1985 fundar el centro de Investigaciones sobre Fotografía Antigua en la Argentina "Dr. Julio F. Riobó", realiza su primer reunión en esta localidad por pedido especial de Lanza.
Desde esa fecha y, en forma periódica recorro el mismo sendero hacia un Quilmes pródigo en eventos, muestras y jornadas históricas dedicadas a la rica y extensa historia de la fotografía local.
En 1994 fui designado director del Museo Fotográfico de Quilmes, desde el cual inicié una investigación que se plasmó en la obra "Monsieur Bonnevide y la historia de la fotografía en Quilmes" ensayo ampliado en 1996 con "Monsieur Bonnevide, Pionero Fotográfico en Quilmes y Berazategui", el cual fue presentado en el marco del Primer Encuentro Fotográfico para la Recuperación y conservación de la Memoria Visual.
El año pasado, en la Segunda Jornada Histórico-Fotográfica organizada por el Museo, dimos lectura a la ponencia "Samuel Rimathé. Cronista Fotográfico de Quilmes", hoy nos presentamos en un nuevo aporte, nada menos que la actuación del gran fotógrafo Christiano Júnior en esta localidad sureña y, es de destacar que, ambos profesionales no habían sido detectados anteriormente por los estudiosos del tema.

Christiano Junior, Fotógrafo de Buenos Aires.

José Christiano de Freitas Henriques Júnior, más conocido por su seudónimo artístico de "Christiano Júnior", nació en 1832 en la Isla Flores, archipiélago de Azores, en el Reino de Portugal. De su etapa europea nada se conoce, excepto que allí se casó con María Jacinta Fraga, con la cual tuvo dos hijos, José Virginio (1851) y Federico Augusto (1853), el primero colaborador y luego brillante fotógrafo.
En 1862 se encontraba instalado en la ciudad de Maceió, norte de Brasil, con un estudio en Rua de Commercio; seguramente por ser una plaza pequeña para sus aspiraciones se mudó a Río de Janeiro, capital del imperio dirigido por Don Pedro II, un entusiasta fotógrafo amateur y gran protector del nuevo arte.
Aquella Río opulenta y sede de la corte fue un campo propicio para un fotógrafo inteligente y creativo como C. Júnior, solo o asociado regenteó varios establecimiento, puntos de cita de la sociedad carioca; de esta etapa brasileña rescatamos dos producciones significativas, la serie de esclavos africanos - verdadero documento antropológico - y sus impresionantes fotografías sobre enfermos de elefantiasis.

Su expansión por los países del área se inició en el Uruguay, donde en la década de 1860 inauguró un estudio en la ciudad de Mercedes; pero su meta es Buenos Aires, la gran capital del plata, donde desembarco el 1º de diciembre de 1867 inaugurando un coqueto atelier en la calle Florida Nº 159.
Pintor, escritor, fotógrafo, su espíritu inquieto le ganó amigos influyentes entre la mejor sociedad porteña, por su galería de pose desfilaron las grandes familias de la época, Sarmiento se retrató con la banda presidencial, inaugurando una costumbre que la ubicará como "la Fotografía de los Presidentes".
Un aviso comercial publicado por el diario"La Prensa" del 4 de febrero de 1875 es indicativo de la categoría de su establecimiento, por lo cual lo transcribimos en forma íntegra: "Talleres de Fotografía y Pintura de Christiano Júnior - Premiado en la exposición Nacional de Córdoba con la primera medalla de oro y 150 pesos fuertes. Calle de la Florida 160 (para adultos). Artes 118 - Fotografía de la Infancia. Especialidad en retratos de criaturas. Casa en Río de Janeiro. Rua de Quitanda Nº 45. Retratos de cualquier tamaño en fotografía simple o colorida al óleo, pastel , aquarela, etc. Copias de cualquier retrato aumentadas hasta el natural. Retratos al óleo sobre lienzo. Retratos sobre porcelanas y esmaltes, trabajo que actualmente Buenos Aires y Montevideo se hacen únicamente en nuestros establecimientos. Vistas de Buenos Aires y sus contornos, para cuadros, álbums y sus stereoscopos. Gran colección de retratos de los hombres célebres de esta República en dos tamaños. No hay en Buenos Aires Establecimiento de este género que ocupe edificios tan vastos como los nuestros, ofreciendo al público confort, comodidades y distracción en sus salones y jardines. En el establecimiento de la calle Artes tenemos maquinas instantáneas que permiten sacar retratos de criaturas por más traviesas e inquietas que sean. Recibimos encargos de la campaña y la provincia para copiar retratos aumentados en fotografía al óleo, recibimos con el original las explicaciones precisas como edad, color de pelos, cara, ojos, barba, etc. , y más designándonos la persona que nos debe abonar el importe al recibir el retrato, etc."

Un portugués en Quilmes

" Mi plan es vasto y, cuando esté completo, la República Argentina no tendrá piedra ni árbol histórico, desde el Atlántico a los Andes, que no haya sometido al foco vivificado de la cámara oscura" tal fue el concepto central con que encabezó su álbum fotográfico "vistas de la provincia de Buenos Aires" editado en 1876 y con textos en cuatro idiomas.
Este ambicioso proyecto de cubrir todo el país en fotografías, se inicia en Buenos Aires y con los años abarcará todo el territorio nacional. El estudio de su vida y su obra nos ha revelado un hombre, un artista, obsesionado por la ciencia, la técnica y lo que el consideraba los beneficios casi infinitos de la acción del progreso sobre los jóvenes pueblos del nuevo mundo.
Dentro de este plan, Christiano Júnior se dedicó a documentar con enorme talento el símbolo mismo del progreso, el ferrocarril, y fue en el marco de ese proyecto que arribó a Quilmes hacia el año 1875; de esta fugaz visita solo conocemos la vista de la estación de pasajeros, cuya autoría hasta este ensayo se desconocía.
Decimos que su verdadero autor se desconocía, porqué una copia de esta fotografía se encuentra a la consulta en el departamento de documentos fotográficos del Archivo General de la Nación , pero identificada como la obra de Alejandro Witcomb.
Efectivamente, en el "Álbum de vistas, tipos y costumbres de Buenos Aires antiguo, propiedad de la casa Witcomb, en el año 1868" y en un álbum con el número 13 se encuentra una copia al gelatino-bromuro de plata de 23,8 x 29 cm de esta vista con el sencillo título de "Estación Quilmes".
¿Por qué Wicomb? ¿por qué el Archivo General de la nación? Bueno, es todo una historia y muy interesante por supuesto; hacia 1878 Christiano Júnior contaba con 46 años y ya había triunfado en toda la línea, tanto artística como comercialmente, allí estaban sus nueve medallas obtenidas en otros tantos premios en exposiciones nacionales e internacionales, sus dos establecimientos capitalinos, álbumes editados, fotógrafo de la Sociedad Rural Argentina ¿qué le faltaba?
Nada, excepto un viejo sueño, mesiánico, inabarcable, pero excitante, documentar la extensa Argentina en fotografías, a un tomo por provincia; convencido que solo él era capaz de semejante tarea, decidió vender su atelier de la calle Florida a un viejo conocido, el fotógrafo ingles Alejandro S. Witcomb y su socio capitalista Roberto Mackern.
La operación se concretó en 1878 e incluía el fondo de comercio o sea entre otro ítems, el fabuloso archivo de negativos, con miles y miles de retratos y las preciosas vistas de la provincia de Buenos Aires; lógicamente este monumental archivo conformado por una década de trabajo exitoso se incorporó a la nueva firma Witcomb y a partir de ese momento llevaron su autoría.
Cuando en la década de 1960 el estudio Witcomb vendió su histórico archivo fotográfico a el Estado Nacional, estos grandes álbumes de trabajo - 13 en total - y el enorme archivo de negativos en placas de vidrio se incorporaron al actual Archivo General de la Nación.
En el año 2001, trabajando con Luis Priamo en la investigación y edición del libro "Un País en Transición" sobre la vida y obra de este pionero, tuve el privilegio de trabajar con estos grandes negativos al colodión húmedo realizados artesanalmente por el mismo Christiano Júnior en aquel carromato tirado por caballo, laboratorio ambulante necesario para las difíciles vistas urbanas y rurales.
Y digo privilegio, pues de los centenares de estudios fotográficos profesionales que actuaron en la Argentina durante el siglo XIX, el único archivo de negativos en vidrio al colodión húmedo que se conserva es el de Christiano Júnior, hoy en los sótanos del Archivo General de la Nación, Avenida Paseo Colón 246.
Como antecedente histórico, diremos que la estación de Quilmes fue inaugurada el 18 de abril de 1872, como parte del ferrocarril "Buenos Aires a la Boca y Puerto de la Ensenada", su artífice fue el ingeniero norteamericano Guillermo Wheelwright 81798-1873), quién curiosamente estuvo a punto de morir ahogado frente a estas playas, cuando el navío que capitaneaba se fue a pique durante el año 1823
En la historia de la fotografía ferroviaria Argentina se inscriben los nombres pioneros de Antonio Pozzo, Adolfo Alexander, Esteban Gonnet y Benito Panunzi, Christiano Júnior forma parte de una segunda generación , pero las obras de este portugués son de una calidad superlativa, poseen una técnica depurada que la distingue del resto.
Es interesante señalar que incluso, dicha estación, ya había sido "capturada" dos años antes que lo hiciera nuestro personaje, efectivamente , el 8 de septiembre de 1873 el daguerrotipista y fotógrafo alemán Rudolf Krastzenstein la registró junto a otras vistas de esta ciudad, en una serie que tituló "Recuerdo de un Pic- Nic".
Finalmente un soleado medio día de 1875 Christiano Júnior planta sobre las mismas vías de la estación Quilmes el sólido trípode que sostiene la pesada cámara de madera con objetivo de montura de bronce, luego y cubierto del infaltable paño negro enfoca a través del vidrio despulido la imagen del elegante edificio de dos plantas de puro estilo inglés y con ladrillos a la vista.
Cuando encuadre y foco están listos, inserta en la parte posterior del equipo la gran placa de vidrio todavía chorreado del compuesto químico sensible a la luz. Este artesanal negativo portátil ubicado muy cerca de la cámara; así eran de trabajosas las tomas de exteriores durante buena parte del siglo XIX.
Con el auxilio de su ayudante, imparte las últimas instrucciones a los ocho hombres ubicados sobre el andén, los cuales se encuentran en diferentes planos; nosotros esbozamos la teoría , que éstas y otras numerosas vistas tomadas en todo el país, fueron realizadas por dos cámaras en forma casi simultanea, la primera sería ésta imagen con un equipo fotográfico de placa común, pero la segunda se realizó con una cámara estereoscópica la cual obtenía fotografías en tercera dimensión, de ahí la necesidad que estas personas posen a diferentes distancias para luego lograr el efecto de tridimensionalidad.
Por supuesto, siempre quedan más interrogantes que certezas, por ejemplo no sabemos si arribó a Quilmes con su carromato o lo hizo con los equipos transportados por ferrocarril, tampoco cuanto tiempo permaneció en Quilmes o si tomó toda una serie de vistas de esta antigua ciudad bonaerense.
Solo sabemos que su fotografía de esta estación es magnífica y que incluye el infaltable tanque de agua para las locomotoras de vapor, también que su preocupación por incluir personas y hasta un perro la otorgan un clima más humano y atractivo, que lo distancia de un frió registro ferroviario-arquitectónico.
Ahora sabemos que Christiano Júnior estuvo y registró Quilmes y que su nombre, con toda justicia, se deberá incluir entre los pioneros de la fotografía de esta localidad.

Abel Alexander.
Sociedad Iberoamericana de Historia de la Fotografía.
San Miguel. Buenos Aires.
28 de agosto de 2004.- Derechos reservados.