La historia de la fotografía en Saladillo

por Abel Alexander



El invento francés del daguerrotipo se conoció oficialmente en París en 1839, cuatro años después arribó a Buenos Aires de la mano de profesionales extranjeros, el sistema sólo duró dos décadas, reemplazado por la fotografía o proceso negativo-positivo, el cual debido a sus grandes ventajas económicas se expandió por todo el país a partir de 1860.

En noviembre de 1887 los vecinos de Saladillo se vieron sorprendidos por un aviso en la primera página del diario local. Es que Juan Erriest se comprometía a realizar diversos tipos de retratos "...con todo esmero y buen parecido, iguales a los que se hacen en Buenos Aires..."
Su taller de fotografía se encontraba instalado en la casa de los señores Soler, frente al doctor Robles; cobraba Erriest por una docena de tarjetas chicas tres pesos y seis por la de tamaño "álbum".
A la tarea de aquellos profesionales, hay que sumar la iniciativa de algunos aficionados locales, como el italiano José Antonio Rossi, destacado educador, músico e historiador, el cual utilizó una cámara para documentar distintos proyectos culturales; o el caso de Ibáñez Frocham, cuya colección de vistas fotográficas sobre la visita del presidente brasileño Campos Salles a Buenos Aires, en el año 1900, aún se conservan.
Nicolás Lacerra, se encontraba establecido en Saladillo hacia 1899, según la Guía Argentina de H. Montheil de ese año, era el único profesional del pueblo y todavía hacia 1905, según otra guía comercial, se dedicaba a la retratística social; solía utilizar por toda publicidad un sello húmedo de formato redondo al pie de sus obras.
El historiador Alberto O. Benítez nos informa que el 12 de octubre de 1909 se realizó una proyección pionera del biógrafo, como se le llamaba al incipiente cine. El hecho ocurrió en el Club Social de Saladillo y el operador del equipo fue el fotógrafo Valerio Toja de Ortuzar.
Gran impulso cobró la fotografía local con la radicación de Emilio B. Cancella, quien además de su galería fotográfica, explotaba un taller de marcos especiales para retratos. Su local estaba ubicado en la calle San Luis, entre Moreno y Belgrano.
La actuación de Cancella hay que ubicarla entre las décadas de 1910-1920. Gracias a la gentileza del doctor Eduardo A. González, pudimos apreciar un temprano álbum de su autoría con el título "Vistas fotográficas de las fiestas celebradas en ésta y Capital Federal, en honor al ex Ministro de Obras Públicas y la provincia, doctor José T. Sojo. Saladillo. Mayo 3 de 1913.
Quizás la iniciativa más interesante de Cancella fue la edición de un álbum sobre Saladillo por impresión fotomecánica. Son vistas urbanas, una de ellas con cámara panorámica mostrando la plaza principal. El título de la publicación es "Álbum de Saladillo. Tomo 1º. Emilio B. Cancella. Editor Fotográfico y Taller Tipográfico. Saladillo, 1911". En el interior de la obra insertó su propia publicidad: "Gran Fotografía. Imprenta y Librería. Grafófonos y Discos".
El coleccionista porteño César Gotta atesora una interesante fotografía realizada por Cancella. Se trata del famoso caballo de carrera "Zappelin" posando con todos sus aperos en el interior de la galería y junto al jinete Ramón Torres.
Cancella fue un activo retratista y frente a su cámara desfiló una parte de la sociedad saladillense; en nuestra colección contamos con una excelente fotografía de boda, donada por Néstor Mancini, donde la novia posa con vestido negro y tul blanco.
Pero la gran figura del arte fotográfico en Saladillo fue, sin lugar a ninguna duda, don José Rosano. Ahora, y gracias al historiador Roberto Conde, nos enteramos que su verdadero nombre era Pedro Tomás Rosano, había nacido en Buenos Aires en 1891. Hijo del fotógrafo José Rosano, en su juventud se dedicó también a tareas fotográficas en San Martín (Provincia de Buenos Aires), donde su padre ya venía actuando desde fines del siglo XIX.
Hacia el año 1920 tomó la determinación de mudarse a Saladillo en procura de mejores horizontes económicos. Adopta el nombre de José Rosano y se traslada junto a su mujer Hungría Pisano y sus hijos Selva y Oscar, instalándose con un estudio sobre la calle Moreno entre Rivadavia y Mitre.
Su fotografía artística fue la dueña indiscutible de esta plaza durante 50 años de trayectoria. La predilección del público por sus finos retratos y la calidad de sus obras lo consagró definitivamente.
Rosano fue un artista indiscutido, de gran sensibilidad y se reveló como un maestro en el juego de luces y sombras; tuvo la fortuna que su padre le trasmitiera los secretos de una difícil profesión.
Durante su primera etapa trabajó con una galería de pose vidriada, utilizando la luz natural. La especialidad de Rosano fueron los retratos de boda, en los que alcanzó una notable perfección técnica y estética, como por ejemplo el de Olga Di Battista de Mancini, realizado en el año 1958.
También se dedicó a las grandes ampliaciones finamente coloreadas, como el retrato de María Francisca Paz, ejecutado hacia la década de 1930; años después se especializó en murales fotográficos.
Siempre contó con la colaboración de su esposa e hijos, hacia 1948 se incorporó a la firma la señorita Alicia Arbeloa, la cual se desempeñó por más de 20 años en su especialidad de retocadora de negativos, ayudante de estudio y coloreando las obras fotográficas. Por aquellos años era responsable del laboratorio el señor Enrique Rodríguez.
Rosano trabajaba con una cámara de madera de gran formato, llamada de "estudio" ubicada sobre un sólido pie y transportable. Actualmente se conserva en el Museo Histórico como una verdadera reliquia.
Fue autor de una colección de postales fotográficas sobre Saladillo; durante muchos años se desempeñó como corresponsal fotográfico de la revista "Caras y Caretas". Solía viajar a Buenos Aires para proveerse de insumos fotográficos en la firma Rossi y Lavarello. Hacia 1970 vendió su negocio a Juan Ignacio Altamira y regresó a San Martín donde falleció el 4 de octubre de 1973.
Durante la actuación de Rosano, de casi medio siglo, debemos mencionar también la participación de otros profesionales en Saladillo, tal es el caso de la Fotografía Artística "La Moderna" o la Fotografía "La Silueta", que en 1933 registró un repollo de 18 kilos y medio, cosechado por el agricultor Ángel Divella.
La presencia femenina está representada por María Angela Regis, quien entre 1839 y 1950 atendió en su estudio de Belgrano y San Martín; su nieto Gustavo Dalto aún conserva su cámara Speed Graphic de fabricación norteamericana.
"Foto Lux" estaba a cargo de un profesional proveniente de Las Flores y su actuación se prolongó durante una década en competencia con Rosano; de "Foto Mitre" conocemos algunas postales fotográficas sobre Saladillo en el Archivo General de La Nación.
Y no debe faltar en esta apretada reseña periodística, el valioso trabajo de los fotógrafos de plaza o "chasiretes", a los cuales hemos denominado como los "retratistas del pueblo", pues desde siempre su clientela estuvo conformada por las clases más humildes; en Saladillo se destacó en esta especialidad el simpático Valva que atendía pedidos de retratos en su casa, camino al cementerio y del cual se conoce una jocosa anécdota. El resto de su trabajo lo desarrollaba en la plaza, en especial durante las fiestas patronales.
Profesionales, aficionados, "chasiretes", todos ellos merecen nuestro mayor reconocimiento y respeto, gracias a su silenciosa labor. Estos trabajadores de la imagen han construido una saga formidable, nada menos que la historia de Saladillo en precisas y preciosas fotografías.

Artículo publicado en el Diario La Mañana el 18 de marzo de 2004
http://www.lamanana.com.ar/18-04-04/notaintgrl10.html



HOME  -  EL MUSEO  -  TEXTOS   -  MUESTRAS  -  PUBLICACIONES  -  NOTICIAS  -  CONTACTENOS


Copyright © 2003 Museo Fotográfico y Archivo Histórico "Adolfo Alexander"
Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723.

Todas las imágenes y textos reproducidos en este sitio son propiedad del Museo Fotográfico y Archivo Histórico "Adolfo Alexander". Está prohibida su modificación, reproducción, copiado, distribución, transmisión o publicación tanto digitalmente como a través de cualquier tipo de material impreso, sin expresa autorización de los propietarios. Los textos pueden ser citados solamente en forma parcial mencionando la fuente y con previa notificación.

All digital files and associated texts in this site are the property of the Museo Fotográfico y Archivo Histórico "Adolfo Alexander". None of the material may be copied, reproduced, distributed, republished, downloaded, displayed, posted or transmitted in any form or by any means, including, but not limited to, electronic, mechanical, photocopying, recording, or otherwise, without the prior written permission of the proprietors. The texts may be partially cited mentioning the source and with previous notification