ADVENTISMO Y JEHOVISMO
(SU ORIGEN Y SU PECULIAR MENSAJE)
Pedro de Felipe del Rey
CONTENIDO
Capítulos
SECCIÓN SEGUNDA:
el Jehovismo
Primera parte: el Jehovismo
y su peculiar mensaje
Segunda parte: el desmontaje
de los cálculos para llegar a 1914
Tercera parte: el desmontaje
del reino de Dios comenzado en 1914
CONCLUSIÓN
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Sección
segunda
EL JEHOVISMO
(Tito 1:10-11)
Primera
parte
EL JEHOVISMO Y SU PECULIAR MENSAJE
En la Sociedad jehovista,
su fundador delirante
hace un anuncio alarmante:
¡el fin del mundo a la vista!
Capítulo primero
EL
ORIGEN DEL JEHOVISMO
1) Tras el fracaso de los milleritas en 1844, se separó
de ellos un grupo, que dio lugar a los "Adventistas del Séptimo
Día"; después se separó también de los milleritas
otro grupo, que originó la "Iglesia Cristiana Adventista, observadores
del domingo", que fijaron una nueva fecha para la venida de Cristo, mientras
que el grupo de los milleritas, tras la muerte de Guillermo Miller, siguieron
fijando fechas hasta que se extinguieron; éstos fueron los grupos
más importantes, amén de otros menores. El Adventismo lo
cuenta así:
"Miller murió en diciembre de 1849. Sus colaboradores
continuaron fijando fechas durante años. Estos llegaron a ser los
adventistas evangélicos […]. Gradualmente se fueron extinguiendo.
"Un grupo considerable se separó de estos milleritas
fijando una nueva fecha para la venida de Cristo. […] Fueron conocidos
como la Iglesia Cristiana Adventista, observadores del domingo; el único
grupo adventista importante fuera de los Adventistas del Séptimo
Día.
"[…] hubo algunos grupos fragmentarios […]." (1/155-156).
2) Como ya hemos visto (en la Sección primera), el
Adventismo llama "milleritas" y "adventistas" a todos los seguidores de
Miller, mientras que el Jehovismo los llama "segundo adventistas"; un ex
miembro del Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová, refiriéndose
a la multitud de escritores que fijaron fechas para la segunda venida de
Cristo en el siglo XIX, de los cuales hablamos en el Apéndice
1, dice así:
"Trastornos adicionales en Europa produjeron un torrente
de nuevas predicciones. Entre los pronosticadores, hubo un hombre en Inglaterra
llamado John Aquila Brown. A comienzos del siglo diecinueve, él
publicó una explicación de los 2.300 días de Daniel,
capítulo 8, en la cual mostraba que éstos habían de
terminar en 1844 de nuestra era común. Tal punto de vista fue adoptado
por William (Guillermo) Miller, el pionero americano del movimiento segundo
adventista." (56/164).
3) En la cita penúltima, el Adventismo nos habla de
un grupo de milleritas que formaron la "Iglesia Cristiana Adventista, observadores
del domingo", los cuales fijaron "una nueva fecha para la venida de Cristo";
pero no dice qué fecha era ésa, ni quién dirigía
este grupo; mas el último autor citado nos aclara quién estaba
al frente de este grupo:
"Después del fracaso de las expectativas relacionadas
con el año 1844, ocurrió una división en varios de
los grupos de los segundo adventistas, […]. Uno de estos grupos se formó
alrededor de N. H. Barbour de Rochester, Nueva York." (Ib.).
4) El Jehovismo también nos dice cuál era la
fecha fijada por los "segundo adventistas", que, encabezados por N. H.
Barbour, formaban la "Iglesia Cristiana Adventista, observadores del domingo":
"[...] un tercer grupo, esta vez de segundo-adventistas
desilusionados, esperaba el 1873 ó 1874. Este grupo lo dirigía
N. H. Barbour, de Rochester, Nueva York, publicador de The Herald of
the Morning (El heraldo de la mañana)" (57/14).
5) Ahora aparece en escena el fundador de los Testigos de
Jehová, C. T. Russell; de él, nos dice el Jehovismo:
"Carlos Taze Russell, […], nació en Pittsgurgo,
Pa., el 16 de febrero de 1852; murió el 31 de octubre de 1916. Era
hijo de José L. y Elisa Birney Russell, ambos de descendencia escocesa
e irlandesa." (Íd., 17).
6) Russell, cuya fe religiosa andaba cerca del naufragio
hacia 1868, entró en contacto con el grupo encabezado por N. H.
Barbour, al escuchar una conferencia dada por un miembro de ese grupo,
llamado Jonás; las ideas de estos "segundo-adventistas" despertaron
el interés de Russell por la Biblia, quien se puso a interpretarla,
y rápidamente formó un grupo, según nos lo cuentan
ahora los Testigos de Jehová, presentándonos las palabras
– según ellos – del mismo Russell:
"Entonces, por fin, cerca de 1870, empezó a aparecer
otro grupo. Este era el que encabezaba Carlos Taze Russell, de Pittsburgo,
Pensilvania. Leemos ahora las palabras de Russell mismo acerca de esto:
"Empezamos la narración con el año 1868, cuando
la fe del editor de Zion’s Watch Tower (La Torre del Vigía
de Sión), un hijo de Dios consagrado por algunos años, y
miembro de la Iglesia Congregacional y del Y. M. C. A. (Asociación
Cristiana de Jóvenes), empezó a ser sacudida en cuanto a
muchas doctrinas que había aceptado por largo tiempo.
"Habiendo sido criado presbiteriano, doctrinado según
el catecismo, y siendo por naturaleza de disposición inquisitiva,
caí víctima fácil de la lógica de la infidelidad,
tan pronto como empecé a pensar por mí mismo. Pero lo que
al principio amenazó ser el naufragio completo de mi fe en Dios
y en la Biblia resultó, bajo la providencia de Dios, revocado para
bien, […].
"Aparentemente por casualidad, una noche entré en
un salón lleno de polvo y humilde en Allegheny, Pa., […]. Allí,
por primera vez, oí algo de los puntos de vista de los segundo–adventistas,
siendo el orador Jonás Wendell ...
"Aunque su exposición bíblica no era del todo
clara, […], fue suficiente, bajo Dios, para restablecer mi fe vacilante
en la inspiración divina de la Biblia, […].
"Pronto comencé a comprender que estábamos
viviendo cerca del cierre de la Edad del Evangelio, y cerca del tiempo
en que según declaró el Señor los prudentes y vigilantes
de Sus hijos recibirían un conocimiento claro de Su Plan. En este
tiempo, yo y otros pocos buscadores de la verdad de Pittsburgo y Allegheny,
formamos una clase para el estudio de la Biblia; […]." (Íd.,
pp. 14-15) y (150/43-48).
7) Ahora bien, este grupo formado por Russell no aceptó
la enseñanza de los "segundo–adventistas" referente a que la segunda
venida de Cristo sería en 1873 ó 1874:
"Nos sentimos grandemente apenados – sigue escribiendo
Russell – a causa del error de los segundo-adventistas, que esperaban a
Cristo en la carne y que enseñaban que el mundo y todos los que
estuvieran en él menos los segundo-adventistas serían consumidos
por fuego en 1873 ó 1874, […]." (57/15).
8) Vemos que el grupo de "segundo-adventistas", encabezado
por Barbour, esperaba que en 1873 ó 1874, ocurrieran dos cosas: el
regreso de Cristo y el fin del mundo; pero, cuando pasó el año
1874 sin que tuviera lugar ninguno de esos dos acontecimientos, que tenían
que suceder al mismo tiempo, el grupo de Barbour cambió de idea
pensando "a favor de una presencia invisible de Cristo". Barbour
publicó esta idea en 1876 en su revista; un ejemplar de ella
fue a parar a manos de Russell, esa nueva teoría de Barbour le agradó
hasta tal punto que concertó una entrevista con él:
"Luego, en 1876, mientras el pastor Russell estaba en
Filadelfia en un viaje de negocios, obtuvo por casualidad un ejemplar de
la revista The Herald of the Morning (El heraldo de la mañana),
la cual recordarán, estaba publicando N. H. Barbour, de Rochester,
N. Y. […]. Se interesó en la cronología que manifestaba la
revista e inmediatamente se puso en comunicación con Barbour para
arreglar una cita a costa de Russell para considerar este asunto aún
más.
"Parece que uno del grupo de Barbour había adquirido
la traducción de Benjamín Wilson del ‘Nuevo Testamento’ llamada
Diaglott.
Allí notó, en Mateo 24:27, 37, 39, que la palabra que se
había traducido venida en la Versión del Rey Jaime
se traduce presencia en el Diaglott. Este era el indicio que había
dirigido al grupo de Barbour a pensar a favor de una presencia invisible
de Cristo, además de sus cálculos en cuanto al tiempo." (Íd.,
p. 18).
9) El ex miembro del "Cuerpo Gobernante" de los Testigos
de Jehová, citado más arriba, habiendo tenido acceso, por
su cargo, a toda la información de la central del Jehovismo en Brooklyn,
nos dice quién fue el miembro del grupo de Barbour que tuvo la genialidad
de decir que parusía significa "presencia invisible":
"[…] un segundo adventista que contribuía a la
revista de Barbour, llamado B. W. Keith, luego notó que cierta traducción
del Nuevo Testamento, El Diaglotón Enfático (The
Emphatic Diaglott), usó la palabra ‘presencia’ en lugar de ‘venida’
en los textos relacionados con el regreso de Cristo. Keith propuso a Barbour
la idea de que Cristo sí había regresado en 1874 pero invisiblemente
y que Cristo estaba ahora invisiblemente presente llevando acabo el trabajo
de juzgar.
"Una ‘presencia invisible’ es algo muy difícil de
refutar. […]
"A los segundo adventistas asociados con Barbour en el concepto
de la ‘presencia invisible’ les permitió así decir que ellos
tenían, a pesar de todo, la ‘fecha correcta (1874) pero que habían
esperado el acontecimiento incorrecto en esa fecha.’ Esta explicación
fue también aceptada y adoptada por Russell." (56/169).
10) Por una parte, podemos afirmar que el hecho de sacar
de la palabra griega "parusía" la expresión "presencia
invisible" es una atrocidad muy fácil de refutar, a pesar
de que Raymond diga lo contrario; pero dejamos esta refutación para
la tercera parte. Por otro lado, es interesante notar que estos
"segundo adventistas" copiaron, al pie de la letra, de los adventistas
del séptimo día, el hecho de afirmar que su fecha de 1874
para la venida de Cristo era correcta; pero se habían equivocado
en el acontecimiento; porque, en vez de venir Cristo de forma corporal
y visible como ellos decían, había venido de "forma invisible";
y Russell aceptó esta explicación en su entrevista con Barbour,
a tal punto que se unieron ambos grupos:
"Como resultado de la reunión de Russell con
Barbour, su grupo de estudio de Pittsburgo llegó a afiliarse con
el grupo de Rochester, y Russell contribuyó dinero de sus propios
fondos a Barbour para que el mensaje se empezara a imprimir de nuevo en
la revista The Herald of Morning. Puesto que Barbour era impresor
por oficio se convino en que él de hecho publicara la revista, entre
tanto que Russell llegaría a ser corredactor de The Herald of
Morning y ayudaría con la parte financiera de la empresa." (57/18).
11) Ya tenemos juntos a los dos grupos: el de Barbour y el
de Russell, creyendo todos ellos que Jesús estaba presente de forma
invisible desde 1874. Russell estaba tan convencido de esa "presencia"
de Cristo, que se lanzó a hablar de ella con toda osadía,
aunque los que conocían las Escrituras mejor que él, no le
hicieron ningún caso:
"En 1877 el pastor Russell invitó a todos los
ministros de Allegheny y Pittsburgo a una reunión, les manifestó
las Escrituras que indicaban la presencia de nuestro Señor y los
instó a investigar y proclamar el mensaje. Todos los ministros de
las dos ciudades estuvieron presentes; todos los ministros de las dos ciudades
rehusaron creer. El mismo año él se resolvió a abandonar
su trabajo seglar y dedicar todo su tiempo y fortuna cabalmente al trabajo
indicado por las Escrituras." (Ib.).
12) Vemos que, a pesar de que ninguno de los pastores de
esas dos ciudades aceptó que Cristo estuviera "presente" de esa
forma desde 1874, Russell se empecinó más en esa creencia,
a tal punto que, desde entonces, año 1877, abandonando su trabajo,
dedicó todo su tiempo y fortuna a predicar tal entelequia.
Por otra parte, hemos visto (en el precedente punto 8) que el grupo de
Barbour esperaba dos cosas para 1873 ó 1874: a) el regreso de
Cristo; b) el fin del mundo. También acabamos de ver
de qué forma quedaron satisfechos los dos grupos en lo referente
al cumplimiento del primer acontecimiento: el regreso de Cristo de forma
invisible en 1874; pero ¿cómo explicar que el fin
del mundo había acontecido también de forma invisible
en 1874, puesto que esos dos acontecimientos tenían que ocurrir
al mismo tiempo? Su osadía no llegó a tanto; pero sí
se atrevieron a separar esos dos acontecimientos, sin tener en cuenta que
la Biblia los presenta juntos (Mateo 24:3; Apocalipsis 6:14-17; 14:14-20;
19:11:21; etc.). Por tanto, buscaron una nueva fecha para el fin del mundo;
en seguida encontraron el sofisma de "los tiempos de los gentiles" (de
los que hablaremos en la segunda parte), cuyo final colocaron en 1914:
"En aquel nuevo año, 1877, junto con Barbour,
Russell produjo un libro intitulado ‘Three Worlds or Plan of Redemption’
(Tres Mundos o Plan de Redención). Jamás se había
publicado algo parecido. […] Ya en aquella fecha temprana ellos reconocían
que el fin del período no interrumpido del gobierno de la Tierra
por Satanás, llamado los ‘tiempos de los gentiles’, terminaría
en 1914. […]" (Íd., p. 19).
13) Al año siguiente, 1878, Russell y Barbour se separaron
por causa de que cada uno quería dar una explicación diferente
al hecho que no había acontecido; a saber, que, cuando venga Jesús,
los creyentes muertos y vivos, previa transformación, se irán
con él (según 1Corintios 15:51-52; 1 Tesalonicenses 4:14-18),
cosa que esperaban para 1874 y que no había acontecido; pues la
misma existencia de ellos era la evidencia de no haber acontecido nada
de eso en 1874. Así que, al no ponerse de acuerdo en la explicación
que había que dar sobre este fallo (porque cada uno de los dos había
inventado la suya), se dividieron; Russell cogió su grupo y se separó
del grupo de Barbour; así lo dice él:
"Pero aunque así se me ayudó a tener puntos
de vista más claros y esperanzas más brillantes, y aunque
me esforcé diligentemente por ayudar a otros, la primavera de 1878
no fue bendición alguna para el señor Barbour y muchos que
estaban bajo su influencia. Rechazando la solución clara y sencilla
que se presentaba aquí, el señor Barbour pareció pensar
que necesariamente debía producir algo nuevo para distraer la atención
del hecho de que los santos que vivían no habían sido arrebatados.
"[…]. Por tanto, después de un esfuerzo cuidadoso,
aunque infructuoso, por corregir el error, me separé completamente
de The Herald of Morning, y de todo compañerismo posterior
con el señor Barbour. […]
"[…], dejé de viajar, y en julio de 1879 apareció
el primer número de The Watch Tower and Herald of Christ’s Presence
(La Torre del Vigía y Heraldo de la Presencia de Cristo)." (Íd.,
pp. 20-21).
14) Llegados aquí, tenemos varias cosas claras:
a) Que Russell se interesó en el estudio de la
Biblia cuando, en 1868, escuchó una conferencia dada por un tal
Jonás, del grupo de los "segundo-adventistas", encabezado por Barbour;
este grupo era un fragmento de los milleritas, seguidores de Miller.
b) Este grupo de Barbour había fijado la fecha
de 1874 para la venida de Cristo y el fin del mundo; pero esto no agradó
a Russell; por lo que no se unió a ellos, sino que formó
su propio grupo.
c) Cuando pasó la fecha de 1874 sin que viniera
Jesús, dijeron que sí había venido en esa fecha, pero
de forma invisible; esto sí agradó a Russell, por lo que
juntó su grupo con el de Barbour en 1876.
d) En 1877, publicaron entre Russell y Barbour el libro
Tres
Mundos o Plan de Redención, en el cual decían que "los
tiempos de los gentiles" terminarían en 1914.
e) En 1878, Russell y Barbour se separaron.
f) En 1879, Russell creó su propia revista.
15) Por consiguiente, vemos que Russell formó un
grupo de estudiantes de la Biblia por causa de haber escuchado una conferencia
de los "segundo-adventistas" en 1868; se juntó con ellos en 1876,
y se separó en 1878; a partir de esta fecha Russell y los suyos
funcionan ya por su cuenta. Así que este es el origen de los Testigos
de Jehová, nombre que tomarán en 1931 (Íd.,
p. 320). Por tanto, queda claro que el Jehovismo tiene su origen en un
grupo fragmentario resultante de la disgregación de los seguidores
de Guillermo Miller, cuando, en 1844, sufrieron "el chasco" (1/443).
En consecuencia, mientras que el Adventismo se originó con un fragmento
de los milleritas, otro fragmento dio lugar al grupo de Barbour (o "segundo-adventistas",
o "Iglesia Cristiana Adventista, observadores del domingo"), el cual dio
origen al grupo de Russell, que llegó a ser el Jehovismo. Así
que, mientras el Adventismo es un hijo espiritual de Guillermo Miller,
el Jehovismo es un nieto, cuyo padre es el grupo de Barbour; por tanto,
el Adventismo y el Jehovismo no habrían existido si los traductores
de la Septuaginta no hubieran puesto la palabra "PURIFICADO" en Daniel
8:14; porque, en ese caso, nunca la habría encontrado Guillermo
Miller; y, en consecuencia, nunca habría dicho que esta palabra,
purificado,
se refería a la purificación de la Tierra en 1844
con la segunda venida de Cristo.
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Capítulo II
EL FRACASO
DEL JEHOVISMO EN 1914
1) Hemos visto que Russell y Barbour escribieron el libro
Tres
Mundos o Plan de Redención en 1877. En 1878, se separaron; y,
1879, Russell creó su propia revista.
2) En el libro Tres Mundos ..., anunciaban que
"los tiempos de los gentiles terminarían en 1914".
3) Guillermo Miller había anunciado el fin del
mundo para 1844; su hijo espiritual, Barbour, había hecho
el mismo anuncio para 1874; los dos habían fracasado; pero
esto no sirvió de escarmiento al nieto espiritual de Guillermo Miller
e hijo de Barbour, Russell; porque éste, para no ser menos que su
abuelo y su padre, también anunció el fin del mundo para
octubre de 1914 (curiosamente los tres eligieron una fecha terminada
en cuatro). Russell hizo este pronóstico y lo anunció
en 1889 en un libro titulado El tiempo ha llegado. El día
30 de agosto de 1914, el periódico "World de Nueva York",
decía lo siguiente sobre el anuncio del fin del mundo que había
hecho Russell en ese libro:
"Según los cálculos de los ‘Estudiantes
Internacionales de la Biblia,’ del Rdo. Russell, este es el ‘Tiempo de
Tribulación’ Anunciado por el Profeta Daniel, el Año 1914
Pronosticado en el Libro ‘The Time Is at Hand’ (El tiempo ha llegado),
del Cual Se Han Vendido Cuatro Millones de Ejemplares, como la Fecha de
la Caída de los Reinos de la Tierra.
"[…]. ‘En vista de esta evidencia fuerte de la Biblia,’ escribió
el Rdo. Russell en 1889, ‘consideramos como una verdad establecida el que
el fin cabal de los reinos de este mundo y el establecimiento completo
del reino de Dios se realizarán para el fin de 1914 d. de J. C.’
"[…]. El (Russell) y sus estudiantes están satisfechos
con esperar – esperar hasta octubre, fecha que ellos calculan será
el fin verdadero de 1914." (Íd., pp. 56-57).
4) Está claro que Russell y su grupo (que, en 1914,
se llamaban "Estudiantes Internacionales de la Biblia") venían anunciando,
desde 1889, el fin del mundo para octubre de 1914, lo mismo que había
anunciado Miller para 1844; y Barbour para 1874. Por tanto, lo mismo que
su padre y su abuelo, Russell anunció "que el fin cabal de los reinos
de este mundo y el establecimiento completo del Reino de Dios se realizarán
para el fin de 1914". Tan convencido estaba Russell de que el fin del mundo
iba a llegar para octubre de 1914, que, en ese mismo año, lo volvió
a anunciar con toda rotundidad; así lo dice el mismo Jehovismo:
"[…] el 28 de junio de 1914 estalló la guerra
en la cristiandad. Para el fin de septiembre, cuando habían de terminar
los ‘tiempos de los gentiles’ según el calendario judío o
bíblico, nueve naciones del mundo ya se hallaban en las angustias
de la guerra mundial.
En ese año el resto de los israelitas espirituales
(Russell y su grupo) distribuyó en los Estados Unidos de Norteamérica
y el Canadá más de diez millones de ejemplares del tratado,
The
Bible Students Monthly, tomo 6, número 1, con el artículo
de primera página ‘Fin del mundo en 1914,’ […]." (58/279).
5) Es indudable que el Jehovismo anunció el fin del
mundo para octubre de 1914; y este anuncio lo hizo desde 1889 hasta ese
mismo año 1914.
6) Por fin se acabó el año 1914 sin que
tuviera lugar el fin del mundo. Entonces ocurrió al Jehovismo exactamente
igual que había ocurrido al Adventismo cuando no llegó el
fin del mundo en 1844, que los seguidores de Miller terminaron llorando
y la gente riéndose de ellos; igual ocurrió a los seguidores
de Russell, padre del Jehovismo:
"El libro Luz I, publicado por la Sociedad Watch
Tower en 1930, página 195, describe la situación de esta
manera:
"’Todos los miembros del pueblo de Dios esperaban con júbilo
el año 1914. Cuando llegó ese año y pasó, fue
mucha la contrariedad, disgusto y pena de los del pueblo del Señor,
y los miembros del clero los reprochaban en gran manera, poniéndolos
en ridículo por cuanto habían hablado tanto de 1914 y de
lo que entonces sucedería, y porque sus ‘profecías’ quedaron
sin cumplimiento.’" (56/189).
7) Es evidente que el fracaso del Jehovismo en 1914 fue una
repetición del chasco del Adventismo en 1844. En estos dos fracasos,
quedó una doble lección para el futuro, que enseña,
a quien quiera ver y aprender, a dónde conducen y cómo terminan
las "profecías" de todos los falsos profetas: en un fracaso para
ellos, y en un desengaño trágico para sus seguidores.
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Capítulo III
EL AMAÑO
DE ESE FRACASO
1) Es indudable que Russell había anunciado que,
para finales del año 1914, los reinos de este mundo dejarían
de existir y serían sustituidos por el reino de Dios sobre la Tierra.
Veamos la información que aporta sobre este punto Raymond Franz,
perteneciente al libro de Russell, mencionado en el capítulo anterior:
"Del libro El tiempo se ha acercado (The Time
Is At Hand), páginas 98 y 99, publicado en 1889, encontramos
lo siguiente:
"’Es cierto que es esperar mucho al declarar, como lo hacemos
nosotros, que dentro de los próximos veintiséis años
todos los gobiernos presentes serán derrocados y disueltos; […].
"’En vista de esta fuerte evidencia bíblica con relación
a los tiempos de los gentiles, la consideramos una verdad establecida el
que el fin de los reinos de este mundo, y el completo establecimiento del
Reino de Dios, se realizarán y tendrán culminación
para finales del 1914. […]’
"En la misma publicación, en la página 101,
aparece esta declaración:
"’No se sorprendan, pues, si en capítulos siguientes
presentamos pruebas de que el establecimiento del Reino de Dios ya ha comenzado,
[…], y que la [Batalla del gran día de Dios Todopoderoso] (Rev.
16:14), que terminará en 1914 con el completo derrocamiento del
presente dominio sobre la tierra, ya ha comenzado. […]’
"Dos años después de haberse publicado este
libro, en 1891, Russell publicó otro titulado ‘The Kingdom Come’
(‘Venga tu Reino’), y en la página 153 encontramos lo siguiente:
"’Y con el fin del 1914, lo que Dios llama Babilonia, y que
los hombres llaman la cristiandad, habrá pasado, como ya se ha mostrado
con la profecía.’
"El año siguiente, 1892, en el número del 15
de enero, la Watch Tower declaró que la ‘batalla’ final ya
había comenzado, y que su fin vendría en 1914:
"’La fecha para la terminación de la "batalla" está
definitivamente marcada en las Escrituras como siendo octubre del 1914.
[…]’
"[…] en la Watch Tower en julio de 1894 […]:
"’Pero recuerden que la fecha del 1914 no es la fecha del
comienzo
sino la fecha del final del tiempo de angustia. […]’." (56/182-185).
2) Y, como también hemos visto ya más arriba
(cap. II, punto 4), cuando llegó el tan cacareado 1914, repartieron
diez
millones de ejemplares de cierto escrito, en cuya primera página
se decía : "Fin del mundo en 1914."
3) Cuando pasó el año 1914 sin que llegara
el fin del mundo, el fracaso quedó consumado. Entonces, el mismo
Russell empezó a quitar importancia a ese fracaso; pero, a pesar
de todo y de sí mismo, reconoció "el error":
"En octubre de 1916, poco antes de su muerte, Russell,
escribiendo en el prólogo de una nueva edición de El tiempo se
ha acercado, trató de restar importancia al significado del
error en lo predicho para 1914. […]:
"’La idea de que la Iglesia sería recibida en gloria
antes de octubre, 1914, ciertamente tuvo un efecto estimulante y santificador
en miles, todos los cuales pueden alabar al Señor – aun por el error.
Muchos ciertamente, pueden expresarse agradecidos al Señor de que
la culminación de las esperanzas de la Iglesia no haya tomado lugar
al tiempo esperado; […]’." (56/189-190).
4) Así, pues, nada de lo que esperaban Russell y los
suyos se cumplió en 1914:
a) No llegó el fin del mundo.
b) No desaparecieron los gobiernos de este mundo.
c) No se estableció el reino de Dios.
d) No fueron glorificados los creyentes, etc.
5) Por consiguiente, todo lo anunciado por Russell fue un
error,
por el cual, dijo después el mismo Russell, que se podía
alabar a Dios; pero lo que no se le ocurrió, a Russell, fue decir
que, en 1914, empezó Cristo a gobernar en su reino, como lo afirma
hoy el Jehovismo:
"Los Testigos de Jehová, hoy, creen que Cristo
comenzó oficialmente la gobernación de su Reino en 1914.
[…]
"Este punto de vista comenzó a cambiar en 1922, en
la asamblea de Cedar Point, ocho años después del 1914."
(Íd., p. 170 y nota 8).
6) En efecto, ahora dicen, los Testigos de Jehová,
que, en 1914, Cristo fue hecho rey en los cielos, con lo cual empezó
entonces el Reino de Dios; en aquel momento también fue establecido
el trono de Dios y de Cristo en el cielo, y desde esa fecha Dios, por medio
de su Hijo, gobierna en la Tierra; pero no saben que empezaron a decir
eso en esa asamblea de Cedar Point el día 10 de septiembre de 1922;
por tanto, después de haber muerto Russell; ésta es la prueba,
dada por el mismo Jehovismo:
"El domingo por la tarde, el diez de septiembre, el
presidente Rutherford pronunció un discurso público sobre
el tema desafiador ‘Millones que ahora viven nunca morirán.’ En
la conclusión presentó una resolución intitulada ‘Un
desafío a los gobernantes del mundo,’ la cual adoptaron con júbilo
las 18.000 a 20.000 personas que estaban allí presentes. Esta notificó
a las naciones que los ‘tiempos señalados de las naciones’ habían
terminado en 1914; que el reino de Dios por Cristo se había establecido
en ese entonces en el cielo; […]; que el reino del Mesías de Jehová
era el sanalotodo para los males de la humanidad; y que por medio de obedecer
las leyes de ese justo reino los hombres seguirán viviendo y nunca
morirán de sobre la Tierra. […]
"Indisputablemente esa asamblea de Cedar Point (septiembre
5-13 de 1922) […]" (61/357-358).
"La misma Sociedad de Naciones y su sucesora, las Naciones
Unidas, representan una conspiración internacional contra el reino
de Dios, que nació en los cielos en 1914 al fin de los Tiempos de
los Gentiles. […]" (59/170).
"En el año 1914 fue cuando Dios comenzó a ejercer
su autoridad sobre los asuntos de la tierra por medio de su amado Hijo
a quien en ese entonces puso sobre su santo trono. […].
"El ‘trono de Dios y del Cordero’ está establecido
en los cielos desde el año de cambio, 1914 E. C." (60/320-321,
405).
7) Es evidente que el Jehovismo hizo, para el año
1914, el mismo anuncio que había hecho el Adventismo para 1844;
a saber, la desaparición de todos los reinos de este mundo por medio
de la segunda venida de Cristo, y el establecimiento del reino de Dios
en la Tierra; pero, cuando ambos anuncios fracasaron, cada uno conservó
(y sigue conservando) su fecha como buena; pero cada uno transformó
su fábula terrenal fracasada en una fábula celestial
nueva.
Así, el Adventismo (como ya hemos visto) dijo que, en 1844, había
comenzado en el cielo el "juicio investigador"; y el Jehovismo,
copiando el ejemplo, dijo que, en 1914, había empezado en el cielo
"el reino de Dios". Así, cada una de estas dos multinacionales
amañaron
su fracaso.
8) Pasó el tiempo, y los nuevos Testigos de Jehová
desconocen que Russell, primer presidente del Jehovismo, anunció
el fin del mundo para 1914, y que fue el segundo presidente jehovista,
Rutherford, quien inventó, el día 10 de septiembre de 1922,
que el reino de Dios había comenzado en el cielo en 1914.
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Capítulo IV
EL
PECULIAR MENSAJE DEL JEHOVISMO
1) Este mensaje consiste en dar a conocer al mundo entero
una doctrina que nadie, fuera del Jehovismo, ha conocido a lo largo de
veinte siglos de cristianismo. Esta doctrina dice que el reino de Dios
empezó en 1914 en el cielo:
"[…] el reino de Dios con Jesucristo sobre el trono
fue establecido en el cielo en el año 1914." (65/212).
"Así que algo terminó en 1914 y algo empezó.
Lo que terminó fue el período de 2.520 años, o siete
'tiempos señalados de las naciones.' Lo que empezó fue el
reino de Dios en el cielo con Cristo como Rey." (Íd., p.
173).
"La misma Sociedad de Naciones y su sucesora, las Naciones
Unidas, representan una conspiración internacional contra el reino
de Dios, que nació en los cielos en 1914 […]." (59/170).
"En el año 1914 fue cuando Dios comenzó a ejercer
su autoridad sobre los asuntos de la tierra por medio de su amado Hijo
a quien en ese entonces puso sobre su santo trono. […]
"Ese mensaje desafiador, en reto al régimen mundial
de Satanás, que fue dado entonces como toque de trompeta, ha seguido
sonando a través de los años hasta ahora y su volumen sigue
aumentando. Por página impresa y por conferencias al público
ha sonado por todas partes de la Tierra. Centenares de millones de personas
han oído o leído acerca de él." (60/220-221).
2) He ahí el mensaje peculiar del Jehovismo: El
reino de Dios empezó en el cielo en 1914, cuando Cristo fue
entronizado como rey. Este mensaje es el que tienen que predicar los TJ
a todas las naciones antes que llegue el fin del mundo. Por esto, en todas
las portadas de su revista "La Atalaya", como subtítulo se
lee: "Anunciando el Reino de Jehová", frase que se refiere
a ese reino de Dios comenzado en 1914 (según los TJ). El mensaje
que anuncia este reino es el más importante de todos los mensajes
para los TJ, el cual deben predicar ellos, según se les ordena en
sus publicaciones:
"Desde 1914 el Rey de gloria ha tomado su poder y reina.
[…]. La importancia del mensaje del reino no se puede exagerar. Es el mensaje
de todos los mensajes. Es el mensaje de la hora. […]
"¡Miren, el Rey reina! Ustedes son sus agentes de publicidad.
Por tanto, anuncien, anuncien, anuncien, al Rey y su reino." (66/113).
"Este evangelio del reino será predicado en toda la
tierra habitada, para testimonio; y entonces vendrá el fin (Mateo
24:14). El dar este testimonio del reino de Dios a todas las naciones antes
que venga el fin del mundo en el Armagedón es una de las cosas que
nos toca hacer como testigos de Jehová." (65/248).
3) Por tanto, este mensaje, que anuncia que Cristo fue hecho
rey en el cielo en 1914 y entonces empezó el reino de Dios, es el
mensaje peculiar del Jehovismo; por lo cual, los TJ:
"[…] hacen del Reino la cosa más importante de
su vida." (67/142).
4) Como vemos, la existencia de ese reino que anuncian los
TJ, así como todas las aspiraciones de los dirigentes del Jehovismo
(de lo que hablaremos en el capítulo siguiente) dependen de la fecha
de 1914, pues, sin ella, todo ese reino y sus esperanzas se irían
a pique; por esto, en 1975, F. W. Franz (que después sería
presidente mundial del Jehovismo) dijo:
"[…] tenemos una fecha que nos sirve de ancla, 1914,
[…]" (68/286).
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Capítulo V
LAS
ASPIRACIONES POLÍTICAS
DE LOS MÁXIMOS DIRIGENTES
DEL JEHOVISMO
1) Los dirigentes del Jehovismo afirman que el reino de
Dios, que empezó en los cielos en 1914, es un gobierno que comenzó
en esa fecha, para gobernar, desde entonces, en el cielo y en la Tierra:
"El reino de Dios es un gobierno". (69/128).
"Cuando terminaran esos ‘tiempos señalados’, entonces
el reino de Dios sería establecido con su Rey en el cielo, […].
Toda la tierra queda abarcada bajo su dominio." (3/171) y (65/171).
"[…] año 1914 E. C., en el cual nació el reino
mesiánico de Dios en los cielos, puesto que Jehová Dios entonces
entronizó a su Cordero, Jesucristo, para gobernar en medio de sus
enemigos tanto en el cielo como en la Tierra". (70/351).
2) Ahora bien, el Jehovismo dice que Jehová y su Hijo
gobiernan en la Tierra por medio de representantes humanos, que son los
máximos dirigentes de los TJ; por tanto, esos dirigentes son parte
del gobierno de Dios, y se autodenominan "el cuerpo gobernante visible",
por oposición a los miembros del gobierno de Dios que son "invisibles",
porque están en el cielo:
"[…] tenemos que reconocer la importancia de la fe en
la habilidad de Jehová Dios y su Hijo para usar representantes humanos
al gobernar. Uno podría responder con presteza a instrucciones o
asignaciones pronunciadas por un ángel o transmitidas por una poderosa,
hasta atronadora, voz del cielo. Pero, ¿qué hay si una asignación
viene por medio de representantes humanos del gobierno celestial? Esto
requiere más fe, ¿no es verdad?" (71/657).
"Para hacer más fácil la ejecución de
las instrucciones de Jesús de predicar ‘estas buenas nuevas del
reino’ en toda la tierra habitada, la Sociedad Watch Tower Bible and Tract
también tiene oficinas sucursales en varios países. Todas
éstas están sujetas al cuerpo gobernante visible, […]." (72/41).
3) En 1973, los TJ daban esta información:
"El Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová
está formado de once hermanos todos ungidos de Dios." (73/257).
4) Este Cuerpo Gobernante de los TJ, desde su formación
(según ellos el 1 de octubre de 1914), no cesa de aspirar a gobernar
todo el planeta Tierra, lo cual reclama con insistencia, alegando que,
en esa fecha, se acabó el permiso que Dios dio a los gobernantes
de todos los países para gobernar la Tierra durante 2.520 años,
desde el año 607 a. C. hasta 1914; desde entonces, el Gobierno de
los TJ debía sustituir a todos los demás gobiernos, por ser
este Cuerpo Gobernante parte integrante del mismísimo Gobierno del
reino de Dios empezado en 1914:
"El asunto sobre el cual el Dios Altísimo tiene
que juzgar es la dominación de la Tierra. Por 2.520 años
las naciones mundiales de la Tierra la han gobernado sin interrupción
por parte del Creador de la Tierra. Pero ahora ha llegado el otoño
de 1914 (d. de J. C.) y los ‘tiempos señalados de las naciones’
han caducado. […] Las naciones no merecen una continuación del permiso
que han tenido para ejercer la soberanía de la Tierra." (61/195).
"[…], ellos (los TJ) estaban seguros de que el 1 de octubre
de 1914 había puesto fin legal a los 2.520 años de tolerancia
de parte de Jehová para la soberanía que las naciones gentiles
habían asumido sobre la Tierra; […]" (57/57).
"¿Qué quiso decir todo esto en cuanto a la
dominación al fin de los ‘siete tiempos’ (= a los 2.520 años)
en el otoño del año 1914 (d. de J. C.)? Nada menos grandioso
y maravilloso que esto: que la dominación debería pasar a
manos del reino restaurado de Dios, […]" (61/109).
5) En 1914, en la Tierra, el máximo representante
del "recién nacido gobierno del nuevo mundo" era Carlos T. Russell;
ante él deberían haberse inclinado los gobernantes del mundo
y haberle entregado la "soberanía y dominio de la Tierra"; así
lo dice el Jehovismo:
"En el otoño de 1914 los ‘siete tiempos’, o ‘los
tiempos señalados de las naciones’, terminaron también para
la potencia mundial binaria angloamericana. […] Había llegado el
tiempo para que el prometido Reino de Dios y de su Cristo se presentara
como el legítimo gobernante de la Tierra. Era el tiempo apropiado
para que los reinos de este mundo, particularmente los reinos de la cristiandad,
se inclinaran ante el recién nacido gobierno del nuevo mundo y le
entregaran su soberanía y dominio de la Tierra." (61/191).
6) El "gobierno del nuevo mundo" ahí mencionado es
el gobierno de la organización de los TJ, que también se
llama "la sociedad del nuevo mundo de los Testigos de Jehová":
"El Buen Pastor ha reunido a las ‘otras ovejas’ junto
con la ‘manada pequeña’ u organización que se llama la sociedad
del nuevo mundo. Es la sociedad del nuevo mundo de los Testigos de Jehová
[…]. Es la sociedad del nuevo mundo porque los cristianos en ella están
siendo entrenados para vida eterna […] en el nuevo mundo de Dios." (65/195).
7) Así, pues, los gobernantes de la Tierra debían,
según los TJ, haber entregado la soberanía y el dominio de
este mundo al gobierno encabezado por el señor Russell, como representante
del gobierno del reino de Dios, que es el único que tiene derecho
a gobernar el mundo desde 1914; así lo afirma el Jehovismo:
"Este reino nació en los cielos en 1914 como
el único gobierno que tiene el derecho de gobernar toda la Tierra."
(74/22).
8) Por eso, el Jehovismo espera que los gobernantes de la
Tierra entreguen su poder a ese reino; pero dicen que éstos no quieren
entregarlo:
"Los ‘reyes de toda la tierra habitada’ rehusan reconocer
la existencia de este reino mesiánico establecido. Rehusan quitarse
las coronas y bajar de sus tronos terrestres y entregar su poder de reyes
al reino mesiánico de Dios." (75/21).
9) El Jehovismo considera que los gobernantes de la Tierra
no sólo se niegan a entregar su poder, si no que, además,
se han juntado en la ONU para conspirar contra ese reino de Dios que predican
los TJ:
"La misma Sociedad de Naciones y su sucesora, las Naciones
Unidas, representan una conspiración internacional contra el reino
de Dios que nació en los cielos en 1914 al fin de los Tiempos de
los Gentiles. Esta organización internacional para la paz y seguridad
por medios humanos es una falsificación engañosa del reino
de Dios por su Cordero, que los testigos de Jehová han estado predicando
a todas las naciones desde el fin de la I Guerra Mundial ." (59/170-171).
10) Por eso, el Jehovismo asegura que Dios odia a los que
se oponen a su soberanía, y los destruirá:
"En el conflicto universal del Armagedón las
naciones de este mundo perecerán para siempre, incluyendo las llamadas
‘naciones cristianas’ de la cristiandad. […] Dios odia a los hipócritas
porque los hipócritas traen oprobio a su nombre y se oponen a su
soberanía universal. Lógicamente, Dios odia a la cristiandad.
Pronto él la destruirá con el resto del mundo.- Proverbios
6:12-19." (76/52-53).
11) Vemos que las aspiraciones políticas de los máximos
dirigentes del Jehovismo son claras y rotundas; no se puede aspirar con
más claridad a gobernar la Tierra aquí y ahora; pero, como
hemos visto, el único fundamento de estas aspiraciones políticas
es la fecha de 1914; todo depende de ella; por esto, uno de estos aspirantes
a gobernar el mundo dijo que tienen una fecha que les sirve de ancla, 1914
(como hemos visto más arriba, cap. IV, punto 4); por lo cual, esta
fecha es de total importancia para el Jehovismo. El ex miembro del Cuerpo
Gobernante del Jehovismo, que ya hemos mencionado, lo expresa así:
"1914 es la fecha de importancia crítica sobre
la cual descansa una gran porción de la estructura doctrinal y autoritaria
de los Testigos de Jehová. […]
"El remover esa fecha, como punto focal con tal significado,
pudiera llevar al virtual desplome de toda la estructura doctrinal y autoritaria
basada en ella. Así de importante es.
"Lo que especialmente distingue sus enseñanzas de
las de cualquier otra denominación es la doctrina fundamental que
se centraliza en el 1914 como la fecha en que el gobierno activo de Cristo
empezó; […]" (56/160, 395).
12) Pero ¿de dónde sacan los TJ esta fecha?
Esto es lo que vamos a averiguar a continuación, en la segunda parte,
donde, no sólo quedará demostrada la falsedad de esta fecha
de 1914, sino también todas las fechas intermedias en las cuales
se apoya ésta.
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Segunda
parte
EL DESMONTAJE DE LOS CÁLCULOS
PARA LLEGAR A 1914
La falsa cronología
toda la Historia trastoca,
en gran error desemboca
y engaña a quien se confía.
Capítulo primero
EL FUNDAMENTO
DEL MENSAJE DE C. T. RUSSELL
1) Russell predicó su mensaje afirmando que el
fin del mundo sería en 1914, como ya hemos visto.
2) Cuando pasó esa fecha sin que llegara el fin
del mundo, ya muerto Russell, el Jehovismo inventó la doctrina de
que, en esa fecha, Cristo fue hecho rey en el cielo, con lo cual comenzó
entonces el Reino de Dios.
3) Por consiguiente, para demostrar el error del Jehovismo,
tenemos que estudiar dos temas:
a) La cronología que usó Russell para establecer
la fecha de 1914, lo cual haremos en los capítulos sucesivos.
b) La doctrina jehovista de que el Reino de Dios empezó
en el cielo en 1914, cuando Cristo fue hecho rey. Esto lo examinaremos
en la tercera parte.
4) La cronología usada por Russell se puede resumir
en este gráfico:
Gráfico décimotercero.
5) El mismo Jehovismo, por medio de su Cuerpo Gobernante
(en adelante CG), (también se llama "cuerpo gobernante visible",
como ya hemos visto), nos dice de dónde saca cada una de estas cuatro
fechas: 539 a. C. / 537 a. C. / 607 a. C. / 1914 d. C., y los períodos
intermedios. Por tanto, vamos a estudiar cada una de ellas siguiendo ese
mismo orden.
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Capítulo II
LA
FECHA DEL AÑO 539 A. C.
1) ¿Qué aconteció en esta fecha?
El CG dice esto:
"Cronólogos seglares generalmente convienen en
que Babilonia cayó en octubre de 539 a. de la E. C.; este suceso
está anotado en la Biblia:
"Dan. 5:30, 31 ‘En aquella misma noche Belsasar el rey caldeo
fue muerto, y Darío el medo mismo recibió el reino’." (77/137).
2) Es evidente que el CG reconoce que el suceso
de la caída de Babilonia se halla en la Biblia; pero la fecha
del año 539 a. C., cuando tuvo lugar ese suceso, no está
en la Biblia, sino que ha sido establecida por "cronólogos seglares";
mas, ¿de dónde sacan esos cronólogos esta fecha? El
CG
responde así:
"Para calcular las fechas de las Escrituras Hebreas,
es esencial la fecha absoluta del 5 al 6 de octubre del año 539
a. de la E. C. Este fue el año en que los medos y los persas derrocaron
a Babilonia y quedó definitivamente establecido en la historia seglar
cuando se halló un registro del rey Nabonido, el padre y corregente
del rey Belsasar. Este notable documento en arcilla estableció que
Babilonia cayó del 5 al 6 de octubre del año 539 a. de la
E. C. según el calendario gregoriano." (78/1968).
3) Es evidente que la fecha del año 539 a. C. corresponde
al calendario gregoriano; pero, como éste no existía entonces,
¿cuál es la fecha consignada en esa tablilla o "registro
del rey Nabonido" (o "crónica de Nabunaid")? Esto también
nos lo dice el Jehovismo:
"’En el año diecisiete del rey Nabunaid, Babilonia
cayó a Ciro el Persa. La crónica de Nabunaid da fechas exactas.
En el mes de Tashritu […] el día dieciséis […] el ejército
de Ciro entró en Babilonia sin batalla’.- Light from the Ancient
Past (Princeton, 1959), Jack Finegan, págs. 227-229" (77/137).
4) El mismo CG dice que la Biblia no contiene
la fecha de la caída de Babilonia, sino que esa fecha fue registrada
por el rey Nabonido en la mencionada tablilla; incluso nos dice cuando
fue descubierta y donde se halla:
"La Biblia registra este acontecimiento en Daniel 5:30.
El registro pagano fue hecho por el rey Nabonido, y ha sido fechado por
él en lo que se conoce como la Crónica de Nabonido, descubierta
en 1879 y ahora conservada en el Museo Británico de Londres." (79/281).
5) Aunque el CG llama "registro pagano" a la Crónica
de Nabonido, reconoce que ese registro es el medio que hay para saber la
fecha de la caída de Babilonia:
"El registro notablemente bien fechado de Nabonido de
la caída de Babilonia es nuestro medio de establecer en qué
día sucedió este acontecimiento." (79/335).
6) Efectivamente, el CG tiene razón al decir
que ese registro de Nabonido es el medio que hay para saber la fecha de
la caída de Babilonia; por esto, aun reconociendo que se trata de
un "registro pagano", como no hay otro escrito (ni en la Biblia ni fuera
de ella) que feche la caída de Babilonia, el Jehovismo pone su confianza
en ese "registro pagano" de Nabonido para establecer la fecha de la caída
de Babilonia en el año 539 a. C., que es la base de todos los cálculos
de su cronología, para llegar a 1914:
"Con la fecha 539 a. de la E. C. tan firmemente establecida
y con la cual concuerdan tantos doctos, tenemos bastante confianza tocante
a dónde nos hallamos hoy en relación con la caída
de Babilonia hace veinticinco siglos." (80/12).
7) Resumiendo lo dicho hasta aquí por el CG
referente a la fecha de la caída de Babilonia, podemos establecer
que éste afirma lo siguiente:
a) La Biblia registra ese acontecimiento en Daniel 5:30-31.
b) Pero la Biblia no tiene la fecha de ese acontecimiento.
c) La fecha de la caída de Babilonia sólo está
registrada en la Crónica de Nabonido.
d) Esa fecha es el día dieciséis del mes
de Tashritu del año diecisiete del rey Nabonido.
e) Los cronólogos seglares han establecido que esa
fecha del calendario caldeo corresponde al día 6 de octubre del
año 539 del calendario gregoriano.
8) Pero el CG no nos dice cómo han hecho esos
cronólogos los cálculos para saber que aquella fecha del
calendario caldeo corresponde a esta fecha del calendario gregoriano; seguro
que el Jehovismo sabe esto; pero se guarda muy mucho de explicarlo, por
las consecuencias nefastas que tal explicación tendría para
su cronología; lo veremos en los capítulos siguientes.
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Capítulo III
LA
FECHA DEL AÑO 537 A. C.
1) Para llegar a esta fecha, el CG cuenta el tiempo
que reinó Darío el Medo, desde que éste recibió
el reino, cuando cayó Babilonia, según Daniel 5:30-31. A
este Darío, sucedió Ciro, quien, en el primer año
de su reinado, dio la libertad a los judíos, para que regresaran
a su tierra a construir el templo de Jerusalén, según Esdras
1:1-4. El mismo CG lo dice así:
"El reinado de Darío […] fue breve; la mención
del ‘primer año’ de su reinado infiere que fue rey por lo menos
por un año completo. (Dn. 9:1; 11:1) Ciro lo siguió en el
trono a fines de 538 […]." (80/13).
"En Daniel 5:30, 31, se muestra que primero Darío
el Medo gobernó en Babilonia inmediatamente después de su
caída. Daniel, en Babilonia, habla del ‘primer año de Darío
hijo de Asuero de la descendencia de los medos, que había sido hecho
rey sobre el reino de los caldeos’. (Dan. 9:1; 11:1; 6:1, 6, 9, 25, 28)
El decreto de liberación no se dio en ese año, porque fue
en ese año que Daniel estudió la liberación que vendría
al final de los setenta años. (Dan. 9:1-18). […], por lo menos con
un año y posiblemente parte de un segundo año para Darío
el Medo, el primer año del rey Ciro el Persa quizás no haya
comenzado sino hasta el año 538 a. de la E. C., extendiéndose
hasta el siguiente año, 537 a. de la E. C." (81/87).
"Esa fecha es 537 a. de la E. C., la fecha del decreto de
Ciro el Persa dando permiso a los judíos para regresar a su país
natal." (81/86).
2) Una vez que el CG ha llegado a la conclusión
de que la fecha del decreto de Ciro, que daba la libertad a los judíos
para regresar a su tierra, corresponde al año 537 a. C., explica
lo importante que es esta fecha, porque le sirve para confirmar que el
reino de Dios fue establecido en los cielos en 1914; he aquí sus
palabras:
"[…] la fecha 537 a. de la E. C. es muy importante.
[…] Es importante para todos nosotros, porque mediante ésta podemos
corroborar la evidencia de […] el establecimiento del reino de Dios bajo
Cristo, en los cielos, en 1914 E. C." (81/90, 91).
3) Habiendo visto hasta aquí cómo llega el
Jehovismo a la fecha del año 537 a. C. y lo importante que es para
él esta fecha, pasemos a ver cómo hace para establecer la
fecha siguiente de su cronología (año 607 a. C.), para llegar
al año 1914 d. C. (según el gráfico del precedente
cap. I, punto 4).
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Capítulo IV
LA
FECHA DEL AÑO 607 A. C.
El CG deduce esta fecha contando hacia atrás,
desde el año 537 a. C., los 70 años mencionados en
la Biblia (Jer. 25:11-12; 29:10; 2 Cró. 36:20-21); así llega
a la fecha del año 607 a. C. y dice que, en esta fecha, el ejército
de Babilonia destruyó Jerusalén, incluido el templo, y, unos
dos meses después, no quedó nadie en el reino de Judá;
ésa es la fecha (según el Jehovismo) para empezar a contar
los mencionados 70 años; pero tengamos en cuenta que esta fecha
está calculada contando esos 70 años hacia atrás,
no olvidemos este detalle; pues, en el capítulo siguiente, veremos
las consecuencias de esta forma de contar. He aquí la explicación
del CG, para deducir la fecha del año 607 a. C.:
"Ciro expidió su decreto de liberación
para los judíos durante su primer año, antes de la primavera
del 537 a. de la E. C. Esdras 3:1 informa que los hijos de Israel se hallaban
de regreso en Jerusalén para el séptimo mes, o temprano en
el otoño. De modo que se cuenta el otoño de 537 como la fecha
de la restauración de la adoración de Jehová en Jerusalén.
"Esta restauración de la adoración de Jehová
en el otoño del 537 marcó el fin de un período profético.
¿Qué período? Fue los ‘setenta años’ durante
los cuales la Tierra Prometida ‘tenía que llegar a ser un lugar
devastado’, […]. Los ‘setenta años’ que terminaron en el otoño
del año 537 deben haber comenzado, entonces, en el otoño
del 607 a. de la E. C. Los hechos confirman esto. El capítulo 52
de Jeremías describe los sucesos trascendentales del sitio de Jerusalén,
la manera en que se abrieron paso los babilonios y la captura del rey Sedequías,
en 607 a. de la E. C. Luego, como expresa el versículo 12, ‘y el
mes quinto, el día diez’, es decir, el 10 de Ab, los babilonios
quemaron el templo y la ciudad. Sin embargo, éste todavía
no fue el punto de partida de los ‘setenta años’. Todavía
permanecía algún vestigio de soberanía judía
en la persona de Gedalías, a quien el rey de Babilonia había
nombrado gobernador de los poblados judíos que quedaban. En ‘el
mes séptimo’ Gedalías y otros fueron asesinados, de modo
que los judíos que quedaban huyeron por temor a Egipto. Sólo
entonces, desde alrededor del 1 de octubre del 607, estuvo la tierra en
el sentido completo ‘yaciendo desolada ... para cumplir setenta años’.-
2 Rey. 25:22-26; 2 Cró. 36:20, 21". (79/283-284).
"Aquí, entonces, muy definidamente establecido, está
otro poste indicador – el tiempo en que terminaron los setenta años
de desolación de la tierra de Judá – aproximadamente el 1
de octubre de 537. (Jer. 25:11, 12; 29:10) Ahora es una fórmula
sencilla determinar cuando comenzaron los setenta años. Uno sólo
tiene que agregar 70 a 537 para llegar a 607. De modo que aproximadamente
el 1 de octubre del 607 antes de la E. C. se había efectuado a grado
cabal la desolación de la tierra de Judá y quedó vaciada
completamente de sus habitantes". (80/14).
2) Una vez visto cómo llega el CG a establecer
la fecha del año 607 a. C., pasemos ahora a examinar de qué
manera llega a la fecha de 1914 d. C.
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Capítulo V
LA
FECHA DEL AÑO 1914 D. C.
1) Para llegar a esta fecha, partiendo del año
607 a. C., según los cálculos del CG, hay que considerar
varios acontecimientos, los cuales vamos a reseñar:
a) Fin del gobierno de Jerusalén en el año
607 a. C. (según el Jehovismo) al ser destronado el rey Sedequías;
como ese gobierno representaba al gobierno de Dios, Dios no tuvo desde
entonces ningún representante de su gobierno en la Tierra; por tanto,
desde esa fecha, sólo gobernaron la Tierra las naciones gentiles;
por lo que entonces empezaron "los tiempos de los gentiles", mencionados
en Lucas 21:24, o, según traduce el CG, "los tiempos señalados
de las naciones." (82/1268); después Jesucristo recibiría
el trono de David, según Ezequiel 21:25-27. Así lo explican
los TJ:
"[…], cuando Jesús habló en cuanto a que
’Jerusalén’ sería pisoteada ‘hasta que se cumplan los tiempos
señalados de las naciones’, no se refería simplemente al
hecho de que la ciudad literal de Jerusalén sería pisoteada,
sino a algo adicional y mayor. ¿A qué? Para averiguarlo,
examinemos el significado que las Escrituras inspiradas atribuyen a Jerusalén.
"Jerusalén fue la capital de la nación de Israel,
de cuyos reyes de la línea de David se decía que ‘se sentaban
sobre el trono de Jehová.’ (1 Cró. 29:23) Por lo tanto, Jerusalén
representaba el asiento del gobierno constituido divinamente o reino típico
de Dios que se ejercía por medio de la casa de David. Con su monte
Sión, era ‘el pueblo del gran Rey.’ (Sal. 48:1, 2) Por consiguiente,
Jerusalén vino a representar el reino de la dinastía del
rey David, de manera muy semejante a como Washington, Londres, París,
Moscú representan los poderes gobernantes de las naciones del día
presente, y así se mencionan en los comunicados.
"El pisotear a aquel reino de la dinastía de gobernantes
davídicos no comenzó originalmente con la devastación
romana de la ciudad de Jerusalén en 70 E. C. Comenzó siglos
antes con el derrocamiento de aquella dinastía en 607 a. de la E.
C. cuando el rey babilonio Nabucodonosor destruyó a Jerusalén
y capturó al destronado rey de la línea de David, Sedequías,
y aquella tierra quedó desolada. (2 Rey. 25:1-26) Esto concordó
con las palabras proféticas dirigidas a Sedequías en Ezequiel
21:25-27, […].
"Así, con el destronamiento del rey Sedecías
en 607 a. de la E. C. y la desolación de Jerusalén y Judá,
las potencias gentiles ejercieron dominio sobre toda la Tierra. El reino
de la dinastía del rey David sufrió una interrupción.
Por consiguiente, Jerusalén, que representaba al ‘trono de David’
que habría de darse al que tenía el derecho legítimo,
Jesucristo, continuaría siendo pisoteada mientras el reino de Dios,
según funcionaba por medio de la casa de David, fuera mantenido
en una condición baja, sin estar en operación, bajo las potencias
gentiles." (83/196-197).
"Los testigos de Jehová explican que los ‘tiempos
señalados de las naciones’ constan de un período de tiempo
de clase especial. Es el largo período de tiempo en que las naciones
gentiles o no judías dominan la tierra. Es un tiempo en que Jehová
no domina en relación con la tierra." (65/171).
b) Como vemos, el CG dice que los "tiempos señalados
de las naciones" durarían desde que el rey Sedequías fue
destronado en el año 607 a. C. (según él) hasta que
el trono de David, que ocupó Sedequías, fuera dado a Jesucristo;
pero ¿cuántos años durarían esos "tiempos señalados
de las naciones" o "tiempos de los gentiles", para llegar a la fecha cuando
Jesucristo recibiría ese trono, según la explicación
del Jehovismo? Los TJ lo dicen así:
"Naturalmente queremos saber cuándo terminaron
los ‘tiempos señalados de las naciones’. Pero primero tenemos que
saber cuánto duran esos tiempos. La Biblia nos dice que los ‘tiempos
señalados de las naciones’ serían ‘siete tiempos’. El reino
de Dios no podía empezar hasta que hubiesen pasado ‘siete tiempos’.-
Daniel 4:16".
"¿Cuánto duran ‘siete tiempos’? Los testigos
de Jehová explican esto por medio de señalar a Apocalipsis
12:6, 14. El versículo 14 hace mención de ‘un tiempo y dos
tiempos y la mitad de un tiempo’. Esto representa tres tiempos y medio,
o la mitad de siete tiempos. El versículo 6 se refiere a tres tiempos
y medio como constando de 1.260 días. Así que ‘siete tiempos’
sería dos veces 1.260 días ó 2.520 días".
"¿Pero son los ‘siete tiempos’ 2.520 días de
veinticuatro horas? No. Con Dios cada día cuenta por un año.
En Números 14:34 la regla de Dios es ‘por cada día un año.’
Y en Ezequiel 4:6 Dios señaló ‘un día por cada año.’
Así que los 2.520 días vienen a ser 2.520 años. Esto
hace que los ‘siete tiempos’ de los ‘tiempos señalados de las naciones’
duren 2.520 años.
"Ahora bien, puesto que los ‘tiempos señalados de
las naciones’ empezaron en 607 a de J. C., tenemos que contar adelante
2.520 años. ¿Adónde nos trae eso? Al año 1914
(d. de J. C.). Este es el año designado en la Biblia en que habrían
de terminar los ‘tiempos señalados de las naciones.’ Es el año
en que habría de dársele a Cristo, ‘cuyo es el derecho’,
el reino celestial.
"Así que algo terminó en 1914 y algo empezó.
Lo que terminó fue el período de 2.520 años, o siete
'tiempos señalados de las naciones.’ Lo que empezó fue el
reino de Dios en el cielo con Cristo como Rey." (65/173).
2) El CG, precisando más las fechas, nos dice
que esos 2.520 años empezaron el día 1 de octubre del año
607 a. C. y terminaron el día 1 de octubre del año 1914:
"2.520 años comenzando en el otoño de
607 a. de la E. C. terminan en el otoño de 1914:
"Desde alrededor del 1 de octubre de 607 a. de la E. C. hasta
el 31 de diciembre del (año) 1 a. de la E. C. son 606 ¼ años.
Desde el 1 de enero del año 1 E. C. hasta alrededor del 1 de octubre
de 1914 de la E. C. son 1.913 ¾ años. 606 ¼ más
1.913 ¾ = 2.520." (77/144).
3) Vemos que el CG dice que los "tiempos señalados
de las naciones" (o "tiempos de los gentiles"), de Lucas 21:24, duran "siete
tiempos", según Daniel 4:16, y que esos siete tiempos son 2.520
días, según Apocalipsis 12:6, 14; asimismo esos 2.520 días
son 2.520 años, según Números 14:34 y Ezequiel 4:16.
Estos 2.520 años empezaron el 1 de octubre del año 607 a.
C., cuando, al ser destronado el rey Sedequías, Dios ya no tuvo
ningún representante de su gobierno en la Tierra; desde entonces
la Tierra fue gobernada sólo por las naciones gentiles durante esos
2.520 años; estos años terminaron el día 1 de octubre
de 1914; entonces terminaron esos tiempos de gobierno de los gentiles,
y Jesucristo fue hecho rey en los cielos, con lo cual el reino de Dios
empezó entonces en el cielo, y la Tierra quedó, desde esa
fecha, bajo el gobierno de ese reino. Ésta es la explicación
del CG:
"Por 2.520 años las naciones mundanas de la Tierra
la han gobernado sin interrupción por parte del Creador de la Tierra.
Pero ahora ha llegado el otoño de 1914 (d. de J. C.) y los ‘tiempos
señalados de las naciones’ han caducado. […]. Las naciones no merecen
una continuación del permiso que han tenido para ejercer la soberanía
de la Tierra." (61/107).
"[…], ellos (los TJ) estaban seguros de que el 1 de octubre
de 1914 había puesto fin legal a los 2.520 años de tolerancia
de parte de Jehová para la soberanía que las naciones gentiles
habían asumido sobre la Tierra; […]." (57/57).
"Esto, por tanto, significa que ‘los tiempos señalados
de las naciones’ se cumplieron en 1914 E. C. En ese tiempo terminó
el pisotear a Jerusalén. El reino de Dios, funcionando por medio
de la casa del rey David, asumió el poder y comenzó a gobernar.
Sí, Jesucristo, aquel que tiene el ‘derecho legal’, fue instalado
entonces como rey, habiendo recibido ‘el trono de David su padre’.- Eze.
21:27; Luc. 1:32." (84/200).
"Cuando terminaran esos ‘tiempos señalados’, entonces
el reino de Dios sería establecido con su Rey en el cielo, donde
ningún gentil o nación impía pudiera hollarlo. Toda
la tierra queda abarcada bajo su dominio. Envía su poder desde el
cielo para hacer que se haga la voluntad de Dios en toda parte de la tierra.
Es este reino celestial el que no podía empezar antes que terminaran
los ‘tiempos señalados de las naciones’." (65/171).
4) Es evidente que, según el CG, toda la Tierra
quedó bajo el gobierno del reino de Dios que empezó en 1914
en el cielo, y, desde ese Gobierno del cielo, llega el poder a la Tierra,
para que en ella se haga la voluntad de Dios; pero, ese poder que llega
a la Tierra, lo ejerce el CG del Jehovismo, que está en Brooklyn,
Nueva York (U. S. A.). Estos dirigentes se autodenominan (entre otros nombres,
como ya hemos visto) "el cuerpo gobernante visible"; porque forman parte,
según ellos, del gobierno de ese reino que empezó en 1914
en el cielo; también se dan el nombre de "esclavo fiel y discreto",
por medio del cual, Dios da el alimento espiritual mediante las revistas
y libros que escriben esos dirigentes; así lo afirman ellos mismos:
"[…] Cristo está usando una sola organización
en la tierra para llevar el alimento espiritual a la gente. Dijo Jesús:
‘¿Quién, pues, es el siervo fiel y prudente (‘esclavo fiel
y discreto’, NM), a quien su señor ha puesto sobre su familia, para
darles el alimento a su tiempo? ¡Bienaventurado aquel siervo, a quien
su señor cuando viniere le halle haciendo así! De cierto
os digo, que le pondrá sobre todos sus bienes.’ – Mateo 24:45-47.
"En fiel cumplimiento de las palabras de Jesús, Cristo
ha nombrado y puesto a los últimos de la nación espiritual
de Dios ‘sobre todos sus bienes’. ¿Quién, pues, es este ‘siervo
fiel y prudente’ o ‘esclavo fiel y discreto’? El ‘siervo’ no es cierto
hombre. Tampoco es la Sociedad Watch Tower. Es el cuerpo unido de los últimos
que han sido recogidos de la nación espiritual de Dios. El hecho
de que se puede hacer referencia a un cuerpo, congregación o nación
de gente como ‘siervo’ de Dios El nos lo muestra en Isaías 43:10,
donde él dice: ‘Vosotros sois mis testigos, dice Jehová,
y mi Siervo, a quien he escogido. (65/192-193).
"Para entender el mensaje de la Biblia, lo que son los propósitos
de Dios y lo que las personas deben hacer para obtener Su favor y guía,
la mayoría de las personas necesitan la respuesta a muchas preguntas
y es necesario darles mucha explicación. En tiempos modernos, el
medio más eficaz que se ha hallado para lograr esto ha sido el de
los estudios bíblicos de casa, usando publicaciones suministradas
por la clase del ‘esclavo fiel y discreto’ por medio de la Sociedad Watch
Tower. […] La gran mayoría de los que hoy se asocian con el pueblo
de Jehová por toda la Tierra recibieron ayuda por medio de un estudio
bíblico de casa de este tipo.
"[…]. Mientras efectúan su trabajo (de casa en casa)
se esfuerzan por utilizar cabalmente las excelentes publicaciones que suministra
la clase del ‘esclavo fiel y discreto’ por medio de la Sociedad Watch Tower."
(98/120, 140).
"Bajo la supervisión de un cuerpo gobernante central
con residencia en Brooklyn, Nueva York, se prepara literatura que considera
y explica la Biblia. El órgano principal de los testigos de Jehová
para diseminar las verdades bíblicas es La Atalaya. Esta
revista empezó con una edición de 6.000 ejemplares en julio
de 1879, y ha aumentado hasta tener una circulación de 9.000.000
en 79 idiomas desde la fecha del 1 de enero de 1978. Una revista compañera,
¡Despertad!,
empezó a publicarse en inglés como
The Dolden Age
en 1919 y posteriormente (de 1937 a 1946) como Consolación.
La circulación de ¡Despertad! Con fecha de 8 de enero
de 1978, fue de 8.900.000 en 33 idiomas." (86/25).
5) A la hora de redactar este texto (noviembre del 2001),
La
Atalaya alcanza una tirada quincenal de 23.042.000 ejemplares (62/2),
y ¡Despertad!, también quincenal, llega ahora a los
20.682.000 ejemplares (63/2); esto significa que, entre estas dos
revistas, el Jehovismo distribuye 87.448.000 ejemplares de esas
dos revistas al mes, amén de la cantidad de ejemplares de "biblias"
manipuladas, libros y folletos. Por lo que el Jehovismo aparece como una
gran multinacional editora con dos fines: a) recaudar fondos "voluntarios"
(porque se presenta como una Sociedad no lucrativa; por eso, no vende sus
publicaciones, sino que las regala a cambio de una ayuda para los gastos
de la publicación) por medio de esas publicaciones, y
b)
hacer más TJ, los cuales recaudarán más fondos, etc.,
y así hasta que llegue el Armagedón y acabe con ese "inicuo
sistema de cosas" (como a ellos les gusta decir para referirse a todo lo
que no es el Jehovismo; pero que a los TJ les cuadra mejor que a nadie).
Aquí debemos precisar que el grupo llamado por el Jehovismo "esclavo
fiel y discreto" o "esclavo" o "los ungidos" son las personas que, según
los TJ, quedan vivas de los 144.000 mencionados en el Apocalipsis (según
su particular interpretación), y que, según ellos, todas
ellas son testigos de Jehová; a ese colectivo "esclavo", pertenecen
los máximos dirigentes del Jehovismo, llamados "el cuerpo gobernante
visible" o simplemente "el cuerpo gobernante", éstos son los que
escriben toda la literatura del Jehovismo, en la cual aparecen toda suerte
de contradicciones, cambios doctrinales, profecías jehovistas fallidas,
etc.; cuando se presenta una de estas anomalías a un TJ, en seguida
trata de buscar una justificación diciendo que todo eso es debido
a que han recibido "más luz" o "nueva luz", y, por tanto, todas
esas publicaciones atrasadas ya no tienen ningún valor; pero, cuando
sucede esto, hay que presentarles la cita siguiente y hacer que se atengan
a ella, que dice:
"En su obra predicadora los testigos de Jehová
usan libros y folletos para la conveniencia de la gente. Dichas publicaciones
contienen las verdades de la Biblia en forma permanente para que la persona
interesada las estudie a su conveniencia." (67/219).
6) Es evidente que, según los TJ, desde el 1 de octubre
de 1914, sus máximos dirigentes, que se autodenominan "el cuerpo
gobernante visible", forman parte del gobierno del reino de Dios que empezó
en 1914 en el cielo, cuyas aspiraciones políticas ya hemos visto
(en la primera parte, capítulo V); quienes también suministran
el alimento espiritual a todos los TJ por medio de esa literatura mencionada.
Ahora bien, el que estos máximos dirigentes de los TJ formen parte
del gobierno de ese reino comenzado en 1914 (según ellos) y que
también ellos sean el órgano, o "esclavo fiel y discreto",
que Dios tiene en la Tierra para distribuir el alimento espiritual a todos
los TJ por medio de sus libros, revistas, folletos, etc., todo, incluida
la existencia de ese reino, se lo juega el Jehovismo a que sean ciertos
sus cálculos para llegar a 1914; pero he aquí la tragedia
para esos dirigentes: ellos mismos destruyen sus propios cálculos
para llegar a 1914, con lo cual ese reino comenzado para ellos en 1914
no es más que una fantástica quimera, como vamos a ver en
el capítulo siguiente.
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Capítulo VI
LOS
ESCRITOS DEL JEHOVISMO DESTRUYEN LA FECHA DE 1914
A) Destrucción de la cronología para
llegar a 1914.
1) Recordemos que todos los cálculos del Jehovismo
para llegar a 1914 se apoyan en la fecha del año 539 a. C., cuando
Babilonia fue conquistada por el ejército de Ciro; volvemos a poner
aquí la cronología jehovista para llegar a 1914:
Gráfico decimocuarto.
2) Es evidente que la base de la existencia del reino
de Dios y del gobierno que, según los TJ, empezaron en 1914 es la
fecha del año 539 a. C. Recordemos algunas afirmaciones del CG
insistiendo en lo segura que es esta fecha, y en la confianza que tiene
puesta en ella, hasta tal punto que la llama "fecha absoluta", lo que da
a entender la importancia que tiene para los TJ:
"Esta fecha de 539 a. de la E. C. es una fecha establecida,
probada y aceptada por la historia seglar." (79/85).
"Cronólogos seglares generalmente convienen que Babilonia
cayó en octubre de 539 a. de la E. C.; […]" (77/137).
"Autoridades modernas han establecido esta fecha absoluta
para la caída de Babilonia como el 11-12 de octubre 539 a. de la
E. C., según el calendario juliano, o el 5-6 de octubre por el calendario
gregoriano." (79/281).
"Con la fecha 539 a. de la E. C. tan firmemente establecida
y con la cual concuerdan tantos doctos, tenemos bastante confianza tocante
a dónde nos hallamos hoy en relación con la caída
de Babilonia hace veinticinco siglos." (80/12).
3) Vemos que los TJ confían en los cálculos
que han hecho historiadores, cronólogos y autoridades modernas para
establecer la fecha del año 539 a. C., para la toma de Babilonia
por el ejército de Ciro; pero se cuidan muy mucho de no explicar
cuáles son los cálculos que han hecho todos esos señores,
para llegar a saber que Babilonia cayó en esa fecha; porque, si
explicaran esto, sería la ruina de toda su cronología para
llegar a 1914, como vamos a ver en lo que sigue (a la "fecha absoluta"
del año 539 a. C., ahora la llaman "fecha eje"), (104/282)
y (79/281).
4) El CG dice que sólo existe un documento
para saber la fecha de la caída de Babilonia; estas son sus palabras:
"El registro notablemente bien fechado de Nabonido de
la caída de Babilonia es nuestro medio de establecer en qué
día sucedió este acontecimiento." (79/335).
"El registro pagano fue hecho por el rey Nabonido, y ha sido
fechado por él en lo que se conoce como la Crónica de Nabonido,
descubierta en 1979 y ahora conservada en el Museo Británico de
Londres." (79/281).
5) ¿Y cuál es la fecha, de esa caída
de Babilonia, que escribió el rey Nabonido en su Crónica?;
el CG contesta así:
"En el año diecisiete del rey Nabunaid (Nabonido),
Babilonia cayó a Ciro el Persa. La crónica de Nabunaid da
fechas exactas. En el mes de Tashritu […] el día dieciséis
[…] el ejército de Ciro entró en Babilonia sin batalla."
(77/137).
6) No hay duda de que, prescindiendo por el momento del día
y del mes, el año de la caída de Babilonia fue el año
diecisiete del rey Nabonido; es decir, cuando estaba transcurriendo
el año 17 de su reinado, y el CG dice que esta fecha es exacta.
Ahora bien, ¿cómo se puede saber que ese año 17 coincide
con la fecha del año 539 a. C. de nuestro calendario? Amigo testigo
de Jehová, haz esta pregunta al CG de la Watch Tower, y verás
como jamás te lo explicará; tampoco te lo explicará
ningún superintendente de los TJ que tú conozcas; haz la prueba;
pregúntales; escribe a la sede del Jehovismo en Brooklyn; de todas
formas, a continuación va la explicación.
7) Para saber a qué año de nuestro calendario
corresponde el año 17 de Nabonido, tenemos que saber primero a qué
año de nuestro calendario corresponde el año primero de este
rey, para contar desde allí esos 17 años; y, para saber en
qué año empezó a reinar este rey, tenemos que saber
antes cuándo terminó de reinar el rey anterior, y así
sucesivamente hasta que empecemos a contar desde el año que comenzó
a reinar el primer rey de Babilonia, para contar desde allí todos
los años que reinó cada uno de los reyes de Babilonia, del
período que nos ocupa, que es el imperio neobabilónico; así
veremos si el último año del reinado del último rey,
que es el año 17 de Nabonido, coincide con el año 539 a.
C. de nuestro calendario; por la importancia que tiene esta fecha del año
539 a. C. para los TJ, y por la confianza que tienen puesta en ella, merece
la pena estudiar esto a fondo. Pero ¿cuántos son los reyes
de Babilonia hasta llegar a Nabonido y cuántos años reinó
cada uno de ellos? Todo esto nos lo dice claramente el CG, al afirmar
que los reyes del "IMPERIO BABILÓNICO" fueron éstos:
"Nabucodonosor.
"Evilmerodac.
"Nergalsarosor.
"Laborosoarchod.
"Nabonido.
"(Baltasar – Belsasar – murió 539 a. de J. C.)" (61/389).
8) Vemos que, según el CG, éstos son
todos los reyes del imperio babilónico; pero no dice los años
que reinó cada uno de ellos, a pesar de que lo sabe; mas lo dirá
por otra parte, aunque de forma fragmentaria; pues, por una parte afirma:
"Amel-Marduk (Evil-merodac) era el hijo mayor, sucedió
a Nabucodonosor en el trono en 581 a. de la E. C. […]
"Evil-medodac reinó dos años y fue asesinado
por su cuñado Neriglissar (Nergalsarosor) que reinó por cuatro
años, […]. Su hijo menor de edad Labashi-Marduk (Laborosoarchod),
un muchacho vicioso, le sucedió, y fue asesinado en el transcurso
de nueve meses. Nabonido, […], tomó el trono y tuvo un reinado más
o menos glorioso hasta que Babilonia cayó en 539 a. de la E. C."
(87/349).
"Se informa que Nabucodonosor reinó cuarenta y tres
años […]." (61/122).
9) Es evidente que, entre estas dos últimas citas
y las anteriores, nos dice, el CG, los años que reinó
cada uno de los cinco reyes de la lista anterior (punto 7), excluyendo
a Baltasar, porque dejó de reinar al mismo tiempo que su padre Nabonido.
He aquí el resumen de todos esos datos que nos da el CG:
- Nabucodonosor ........... 43 años.
- Evilmerodac ................ 2 "
- Nergalsorosor ............. 4 "
- Laborosoarchod .......... (9 meses).
- Nabonido .................... 17 "
------------------------
Total ..... 66 " (+ 9 meses).
10) Estamos de acuerdo en que, desde que empezó a
reinar Nabucodonosor hasta que terminó de reinar Nabonido (en su
año 17 de reinado), pasaron esos 66 años (los nueve
meses indicados no pueden contarse como un año más; por lo
que operaremos en los cálculos con esos 66 años). Ahora nos
hace falta saber cuándo empezó a reinar Nabucodonosor, para
contar desde allí el primero de esos 66 años, y, entonces,
sabremos a dónde va a parar el último de esos mismos 66 años,
que es el último de los 17 años del reinado de Nabonido;
sólo, cuando hagamos este cálculo, veremos si ese año
17 coincide, o no, con el año 539 a. C.
11) Ahora, los TJ sólo tienen que consultar en
los libros de Historia, y verán que todos los libros que digan que
Babilonia cayó en el año 539 a. C. también dirán
que Nabucodonosor empezó a reinar en el año 605 a. C. Ahora,
para saber si la fecha del año 539 a. C. es correcta, debemos comprobarlo
contando los 66 años desde cuando empezó a reinar Nabucodonosor
en el año 605 a. C. Por consiguiente, al año 605, le restamos
los 66 años que hemos sumado anteriormente, y sabremos cuál
es el último de esos 66 años, el cual coincide con el año
17 del rey Nabonido; he aquí la operación: 605 – 66 = 539;
así calculan los historiadores y cronólogos, mencionados
más arriba por el CG del Jehovismo, la fecha del año
539 a. C. para la caída de Babilonia.
12) Ahora bien, si los TJ dan por buena la fecha del año
605 a. C. como fecha del comienzo del reinado del rey Nabucodonosor, tendrán
como resultado la fecha del año 539 a. C., para la caída
de Babilonia en el año 17 del reinado del rey Nabonido; pero, al
mismo tiempo, destruirán los cálculos de su CG para
llegar al año 1914.
13) He aquí la demostración de la destrucción
de los cálculos jehovistas para llegar a 1914: la misma Biblia de
los TJ dice que Nabucodonosor destruyó Jerusalén y el templo
en el año 19 de su reinado, según 2 Reyes 25:8-10
(82/512) y Jeremías 52:12-16 (82/1003).
14) Puesto que, según la Historia (64/86-97),
Nabucodonosor empezó a reinar en el año 605 a. C, para saber
a qué fecha corresponde el año 19 de su reinado, restamos
estos 19 años al año 605 a. C., que es cuando empezó
a reinar; he aquí la operación: 605 – 19 = 586 a. C.; por
tanto, Nabucodonosor destruyó Jerusalén en el año
586 a. C. que fue el año 19 de su reinado; pero el CG dice
que esa destrucción de Jerusalén fue en el año 607
a. C.; esto supone una diferencia de 21 años en los cálculos
del Jehovismo para llegar a 1914; es decir, aquí hay una laguna
de 21 años que no permite llegar a la fecha de1914, la cual, por
esto, resulta ser falsa. Veamos esto en el siguiente gráfico:
Gráfico decimoquinto.
15) Es evidente que la fecha del año 607 a. C.
ha quedado destruida, lo cual supone una tragedia para la fecha de 1914
y para el reino y el gobierno que se apoyan en ella; todo eso resulta ser
una quimera; ese reino y ese gobierno no existen en la realidad en ninguna
parte; todo eso es un fraude; porque, al retroceder la fecha del 607 al
586, la fecha de 1914 retrocede al 1893.
16) Ahora bien, el CG, para remediar este descalabro
que acaba con su razón de ser al poner al descubierto el gran error
de la fecha del año 607 a. C., recurre a un sofisma que consiste
en afirmar que Nabucodonosor no empezó a reinar en el año
605 a. C., como dice la Historia, sino que empezó en el año
625 a. C.; éstas son sus palabras:
"Se informa que Nabucodonosor reinó cuarenta
y tres años desde su entronización en 625 a. de J. C., […]."
(61/122).
17) Jamás encontrará nadie un libro de Historia
que sea posterior al hallazgo de la Crónica de Nabonido (en el año
1879, según 79/281) y diga, por una parte, que Babilonia
cayó en el año 539 a. C., y, por otra parte, que Nabucodonosor
empezó a reinar en el año 625 a. C.; esto sólo es
un invento del CG para que, al adelantar 20 años el comienzo
del reinado de Nabucodonosor, el año 19 del reinado de este rey
coincida con el año 606 a. C., que es cuando Russell decía
que había sido destronado el rey Sedequías en el momento
de la destrucción de Jerusalén; después dijeron que
ese hecho sucedió en el año 607 a. C.; he aquí
la prueba: Russell, en 1877, publicó un libro titulado "Three
Worlds, and The Harvest of This World (Tres mundos, y la siega de este
mundo)"; en las páginas 83 y 189 de ese libro, dice así:
"’Por lo tanto, fue en 606 a. de J. C., que el reino
de Dios llegó a su fin, la diadema fue quitada, y toda la Tierra
entregada a los gentiles. 2520 años desde 606 a. de J. C terminarán
en 1914 d. de J. C., […].’."
"’[…], de la misma manera estos 2520 años o ‘tiempos
de los gentiles’ se extienden desde 606 a. de J. C., hasta 1914 d. de J.
C., […]’." (Citado en 58/278).
18) Después, en 1924, J. F. Rutherford (sucesor de
Russell) escribió esto:
"El destronamiento de Sedequías ocurrió
en el año 606 antes de Cristo." (88/12).
19) En 1928, el mismo autor insiste en que el destronamiento
de Sedequías ocurrió en el año 606 a. C.; éstas
son sus palabras:
"En el año 606 A. de C., cuando el destronamiento
de Sedequías, último rey de Israel, […]." (89/91).
20) Evidentemente era un error decir que, contando 2.520
años desde el 606, se llegaba a 1914; cuando se dieron cuenta de
ese error, retrasaron un año la fecha de la destrucción de
Jerusalén y el destronamiento de Sedequías, y los pusieron
en el año 607. Quien conoce bien esta tramoya, lo cuenta así:
"No fue sino hasta después de la muerte de Rutherford
en 1942 que un cambio se hizo con relación al año 606 antes
de la Era Común como el punto de comienzo para los 2.520 años.
Extrañamente, el hecho de que 2.520 años desde 606 a. J.
C. llevaban en realidad al 1915 E. C. y no al 1914 E. C., no se reconoció
ni se atendió por más de 60 años.
"Entonces, calladamente, se atrasó el punto de comienzo
un año, al 607 a. de J. C., permitiendo la retención del
año 1914 E. C. como el punto final de los 2.520 años. Ninguna
evidencia histórica se había presentado al efecto de que
la destrucción de Jerusalén había ocurrido un año
antes de lo creído. El deseo de la organización de retener
el 1914 como fecha señalada por ellos durante muchos años
(cosa que ellos no habían hecho con 1915) ocasionó el atrasar
la destrucción de Jerusalén un año, una cosa fácil
de hacer – en el papel." (56/224).
21) Efectivamente, si restamos 606 años a los 2.520,
se llega a 1914, que es como lo calculó Russell, y eso parece que
es un cálculo correcto; pero el error está en que, si la
destrucción de Jerusalén hubiera ocurrido en el otoño
del año 606 (como decía Russell), sólo tendríamos,
de antes de Cristo, 605 años completos más un trimestre (el
que va desde principios de octubre hasta el final del año 606),
es decir, 605, 25 años. Si, a los 2.520 años, restamos los
605, 25, llegamos al otoño del año 1915; en efecto: 2.520
– 605, 25 = 1914, 75, lo cual nos sitúa en el otoño del año
1915. El hecho de tener que retrasar un año la destrucción
de Jerusalén desde el 606 al 607, para conservar la fecha de 1914,
supone que Russell no sabía hacer esa sencilla operación
matemática; no obstante, este individuo pretendía calcular
la fecha del fin del mundo para 1914, cuando sus cálculos llegaban
hasta 1915, y ni siquiera se dio cuenta de ese error suyo en toda su vida;
y no sólo él, sino también su sucesor, Rutherford,
y todos los TJ continuaron "por más de 60 años" enseñando
que contando 2.520 años desde octubre del año 606 a. C.,
se llegaba a octubre del año 1914 d. C. Por fin, se dieron cuenta
de su error, y cambiaron la fecha de la destrucción de Jerusalén,
desde el 606 al 607; pero ¿no fue esa destrucción un hecho
histórico?, ¿cómo, pues, se puede cambiar la fecha?;
lo lógico habría sido que hubieran dicho que los 2.520 años
terminaban en 1915; así habrían corregido el error correctamente;
pero, como habían convertido la fecha de 1914 en una especie de
ídolo, ya no la podían cambiar; por eso cambiaron la fecha
del 606, la cual, al ser una fecha falsa, inventada por el Jehovismo, es
una fecha suya, y la puede poner donde más le convenga, aunque ya
veremos más abajo otra causa de ese cambio (puntos 30-34). Los TJ
actuales deberían de tomar nota de lo bien inspirado que estaba
su fundador; pero por la diosa ignorancia. No obstante, todavía
vienen ahora los TJ a enseñarnos que Nabucodonosor destruyó
Jerusalén en el año 607 a. C., y piensan que eso es lo correcto,
y quien diga que ese hecho sucedió en el año 586 a. C. está
en un error; después de todo: "¡sus Minervam!".
22) Volviendo a los cálculos que presentan ahora
los TJ, vemos que, si contamos los 66 años (que reinaron todos los
reyes de Babilonia, desde Nabucodonosor hasta Nabonido, según la
enseñanza del CG) desde el año 605 a. C. (que es cuando
dice la Historia que empezó a reinar Nabucodonosor), se destruye
la fecha del año 607 a. C.; por esto, dice el CG que Nabucodonosor
comenzó a reinar en el año 625 a. C. Por tanto, haciendo
caso a esta afirmación jehovista, contamos esos 66 años desde
el año 625 a. C., para saber cuál es el último año
del rey Nabonido, en el cual cayó Babilonia; haciendo la operación,
tenemos: 625 – 66 = 559; en este caso, resulta que Babilonia cayó
en el año 559 a. C., en lugar de ser en el año 539 a. C.,
que dice la Historia; pues, al retrasar 20 años el comienzo de esos
66 años, también es lógico que el final se retrase
otros 20 años. Vemos esto en otro gráfico:
Gráfico decimosexto.
23) Por tanto, si contamos el reinado de Nabucodonosor
desde el año 605 a. C. (como dice la Historia), sale la fecha del
año 539 a. C., como la fecha de la caída de Babilonia (que
es lo que interesa al Jehovismo); pero, en este caso, el año 19
del reinado de Nabucodonosor (en el cual destruyó Jerusalén)
no coincide con el año 607 a. C., sino con el 586 a. C.; y entonces
los cálculos para llegar a 1914 quedan destruidos por resultar falsa
la fecha del año 607 a. C. Por esto el CG (contradiciendo
la enseñanza de la Historia) afirma que Nabucodonosor empezó
a reinar en el año 625 a. C.
24) Ahora bien, si contamos el reinado de Nabucodonosor
desde el año 625 a. C. (como dice el CG), resulta que el
año 19 de Nabucodonosor pone la destrucción de Jerusalén
en el 607 a. C. (donde quiere el Jehovismo); pero, como sólo hay
66 años para llegar (desde el comienzo del reinado de Nabucodonosor)
hasta la caída de Babilonia, resulta que, si este rey comenzó
a reinar en el año 625, Babilonia cayó en el año 559
a. C. (en lugar de ser en el 539), con lo cual quedan destruidos por la
base todos los cálculos para llegar a 1914; porque, al retrasar,
el CG, 20 años el comienzo del reinado de Nabucodonosor,
retrasa también 20 años el comienzo de esos 66 años;
por lo que, al mismo tiempo, también retrasa 20 años el final
de los 66 años; así el año 17 de Nabonido (que es
el último de esos 66), en el cual cayó Babilonia, ya no coincide
con el 539, sino con el año 559 a. C. Por consiguiente, los cálculos
del CG para llegar a 1914 sólo son un cúmulo de errores:
o fallan por el año 607 a. C. o se destruyen por el año 539
a. C. (como se ve en los dos últimos gráficos, puntos
14 y 22); porque es imposible mantener las fechas de los años 625
a. C. (para el comienzo del reinado de Nabucodonosor) y 539 a. C. (para
la caída de Babilonia en el año 17 de Nabonido), dado que
entre esas dos fechas hay 86 años (625 – 86 = 539); mientras el
CG
enseña, como ya hemos visto más arriba (puntos 7-9), que,
entre todos los reinados de los reyes de Babilonia desde Nabucodonosor
hasta Nabonido, sólo suman 66 años. No obstante, el CG
quiere cubrir, con estos 66 años, ese período de 86 años
inventado por él mismo; he aquí la prueba con sus propias
palabras:
"[…], durante aquella misma noche de 539 a. de J. C.,
Belsasar fue muerto, la dinastía real empezada por Nabucodonosor
ochenta y seis años anteriormente terminó, […]." (90/337).
25) En definitiva, vemos que el CG (para que le cuadren
sus cálculos y poder llegar a 1914) quiere cubrir un período
de 86 años con unos reyes que sólo reinaron 66 años,
según sus propios escritos; intenta conseguir este imposible contando
desde el año 625 a. C., cuando él dice que empezó
a reinar Nabucodonosor; después continúa con los demás
reyes hasta el penúltimo; a continuación da un salto en el
vacío y pone el año 17 de Nabonido (en el cual murió
Belsasar y cayó Babilonia) en el año 539 a. C. He aquí
las palabras del CG:
"Se informa que Nabucodonosor reinó cuarenta
y tres años desde su entronización en 625 a. de J. C. […]
Evilmerodac empezó a reinar en 582 a. de J. C. como sucesor inmediato
de Nabucodonosor." (61/122).
"Evilmerodac reinó dos años y fue asesinado
por su cuñado Neriglisar, que reinó por cuatro años,
[…]. Su hijo menor de edad Labashi-Marduk, un muchacho vicioso, le sucedió,
y fue asesinado en el transcurso de nueve meses. Nabonido, que había
sido el yerno favorito de Nabucodonosor, tomó el trono y tuvo un
reinado más o menos glorioso hasta que Babilonia cayó en
539 a. de la E. C." (87/349).
26) Vemos que, según esas dos citas, el CG
cuenta los años que reinaron todos los reyes de Babilonia desde
el año 625 a. C., y lo hace de tal forma que no deja ninguna laguna
hasta llegar al penúltimo rey; pero después dice que el último
(que es Nabonido) reinó hasta la caída de Babilonia en el
año 539 a. C.; mas no nos dice cuántos años reinó
este rey; así que tenemos la sucesión de todos los reyes
desde Nabucodonosor hasta Nabonido sin que haya ninguna laguna entre ellos;
por tanto, sólo nos falta que el CG diga los años
que reinó Nabonido, lo cual, por fin, afirma por otra parte, de
esta forma:
" En el año diecisiete del rey Nabunaid (Nabonido)
Babilonia cayó a Ciro el Persa." (77/137).
27) Así vemos que Nabonido reinó 17 años
y, en el último de ellos, cayó Babilonia. Es evidente que
el CG da la lista de los reyes de Babilonia desde Nabucodonosor
hasta Nabonido de forma que no queda espacio de tiempo para colocar a ningún
otro rey entre los mencionados por él. Observamos también
que el CG cuenta los años de esos reyes desde el año
625 a. C.; pero, al llegar a Nabonido, hace coincidir el último
año de este rey con el año 539 a. C.; así que le queda
un vacío de 20 años delante del reinado de Nabonido, como
vemos en el siguiente gráfico:
Gráfico decimoséptimo.
28) Si ahora se cuentan los 17 años de Nabonido
desde el año 576, desaparece la fecha del año 539, que pasa
a ser el 559. Por tanto, es evidente que el CG destruye sus propios
cálculos para llegar a 1914 al producir esa laguna de 20 años
en su cronología; y no hay forma de que alguien pueda llenar esa
laguna de 20 años. Un TJ, a quien planteamos este problema, contestó
rotundamente:
"Fíjese si tengo fe, que estoy seguro de que
algún día aparecerá algún rey para llenar ese
vacío de 20 años".
29) Evidentemente, no podemos saber cuanta fe es necesaria
para hacer esa afirmación; pero sí estamos seguros que, cuando
un loco, en un manicomio, dice que es Julio César, o Napoleón
Bonaparte, o Adán y Eva, tiene más razón que él;
pero esta clase de seguidores es la que busca el CG; el ex miembro
de este Cuerpo, que ya hemos citado varias veces, relata lo que sucedió
en una reunión jehovista, éstas son sus palabras:
"El superintendente de distrito, Bart Thompson, alzó
para que todos la vieran una publicación de la Sociedad que tenía
cubierta verde. Entonces dijo a la asamblea de ancianos: ‘Si la Sociedad
me dijera que este libro es negro en lugar de verde, yo diría: Sabes,
yo hubiera jurado que es verde, pero si la Sociedad dice que es negro,
pues, ¡negro es!’ Otros han empleado ilustraciones similares." (56/336).
30) Desgraciadamente no faltan quienes adoptan esa postura;
pero lo que no saben los TJ es que ese rey que les falta para llenar ese
vacío de 20 años, ya apareció; pero el señor
Russell y el señor Rutherford parece que no se enteraron, porque
pusieron a Nabucodonosor en el lugar de su padre Nabopolasar; por eso,
los reyes de Babilonia (del período que tratamos aquí, que
es el imperio neobabilónico) no empezaron con Nabucodonosor (como
hemos visto que venían enseñando los TJ desde sus orígenes),
sino que comenzaron con su padre Nabopolasar, y esto también lo
sabe ahora el CG; he aquí sus palabras:
"NABUCODONOSOR, […]. Segundo gobernante del imperio
neobabilónico. Fue hijo de Nabopolasar y padre de Evil-Merodac […]."
(91/1171) y (145/Volumen 2, p. 450).
31) Si ahora vamos a consultar cualquier libro de Historia
que diga que Babilonia cayó en el año 539 a. C., veremos
que también dice que Nabopolasar empezó a reinar en el año
626 a. C., y que reinó 21 años, hasta el año 605 a.
C., cuando lo sucedió su hijo Nabucodonosor (64/239-249),
(13/tomo III, pp. 156-185). Así se demuestra que, con estos
datos, no queda ninguna laguna en la cronología de los reyes de
Babilonia y todo sale justo, al mismo tiempo que se descubre el error del
Jehovismo, quien también confundió la campaña militar
del año 19 de Nabucodonosor (en la cual destruyó Jerusalén,
según 2 Reyes 25:8-10 y Jeremías 52:12-16) con otra campaña
militar de Nabopolasar, realizada también en el año 19 de
este rey, en la cual participó su hijo Nabucodonosor, dirigiendo
cada uno un ejército; el mismo CG ahora lo cuenta así:
"Los registros históricos en inscripciones cuneiformes
existentes acerca de Nabucodonosor completan en cierto modo el registro
bíblico. En estas inscripciones se muestra que fue en el año
decimonoveno de su reinado cuando Nabopolasar – al igual que su hijo Nabucodonosor,
para entonces príncipe heredero – reunió su ejército.
Parece ser que ambos ejércitos actuaron independientemente, y después
de que Nabopolasar regresase a Babilonia en menos de un mes, Nabucodonosor
guerreó con éxito en territorio montañoso, regresando
más tarde a Babilonia con mucho despojo." (91/1171) y (145/Volumen
2, p. 451).
32) Así, pues, Nabopolasar hizo una campaña
militar en el año 19 de su reinado, que, como comenzó
a reinar en el año 626 a. C., resulta que esa campaña tuvo
lugar en el año 607 a. C., pues 626 – 19 = 607 (64/85).
33) Por otra parte, Nabucodonosor también hizo
una campaña militar en el año 19 de su reinado, en
la cual destruyó Jerusalén, según 2 Reyes 25:8-10
y Jeremías 52:12-16. Como Nabucodonosor empezó a reinar en
el año 605 a. C., resulta que la destrucción de Jerusalén
fue en el año 586 a. C., porque 605 – 19 = 586. Veamos todos
estos datos en el siguiente gráfico:
Gráfico decimoctavo.
34) Ahora bien, aunque es evidente que los primeros jehovistas
confundieron a Nabucodonosor con Nabopolasar, contaron el reinado de aquél
desde el año 625 a. C. (un año después del verdadero
comienzo del reinado de Nabopolasar); por esto, el año 19 del reinado
de Nabucodonosor (cuando destruyó Jerusalén y derrocó
a Sedequías), al confundirle con su padre, vino a caer en el año
606 a. C., que es la fecha desde la cual Russell y después Rutherford
contaban mal los 2.520 años para llegar a 1914, como ya hemos visto.
35) Después, el CG situó la destrucción
de Jerusalén en el año 607 a. C., y quiere justificar la
fecha de este año contando 70 años hacia atrás desde
el año 537 a. C., como ya hemos visto; pero este año 607
a. C. no coincide con el año 19 del reinado de Nabucodonosor, contando
este reinado desde la errónea fecha del año 625 a. C. (cuando
dice el CG que empezó a reinar Nabucodonosor); porque 625
– 19 = 606, que es la fecha establecida por Russell y Rutherford.
36) Por tanto, cuando el CG cuenta hacia atrás
70 años desde el año 537 a. C., para llegar al año
607 a. C., sólo trata de ocultar el gran error que supone el hecho
de haber confundido, en el principio de su existencia, a Nabucodonosor
y su campaña militar del año 19 de su reinado con su padre
Nabopolasar, cuya campaña militar realizada también en el
año 19 de su reinado coincide con el año 607 a. C., como
queda demostrado por los mismos libros del CG.
37) Así, pues, ante esa laguna de 20 años,
creada por el mismo CG en sus cálculos para llegar a 1914,
es evidente que de ninguna manera se puede llegar a obtener esa fecha;
no obstante, el CG, cerrando los ojos ante ese cúmulo de
errores en sus cálculos, llama a éstos: "LOS HORARIOS BÍBLICOS"
(92/481).
38) Por consiguiente, después de ver cómo
se equivocaron Russell y Rutherford, y cómo el CG, con sus
mismos libros, ha dejado destruidos todos los cálculos, hechos sobre
aquella equivocación, para llegar a 1914, podemos afirmar que nadie
hizo rey a Cristo en 1914, ni ningún reino de Dios, ni ningún
gobierno celestial, empezaron en 1914; todo eso sólo es una tremenda
quimera, un cuento lleno de estulticia, un cínico sofisma y un gran
fraude mantenido por el CG, como fundamento de su razón de
ser, y predicado por una multitud de TJ, por causa de su desconocimiento
total de los entresijos doctrinales de la Watch Tower y de la Historia
en general, y de su Sociedad en particular.
39) Por otra parte, tenemos que ver cómo se cumplieron
los 70 años de la profecía de Jeremías 25:11 y 29:10;
y lo referente a los tiempos de los gentiles mencionados en Lucas 21:24,
que el Cuerpo Gobernante traduce por "tiempos señalados de las naciones"
(82/1268).
B) Los 70 años de Jeremías.
1) Sobre la profecía de los 70 años de Jeremías
25:11; 29:10, habría que tratar dos cosas: a) los años
de cautividad, b) los años de desolación; pero, como
el Jehovismo reduce la interpretación de esta profecía a
tratar todo junto, como aparece en 2 Crónicas 36:20-21, refiriendo
todo a 70 años de desolación, que cuentan desde la muerte
de Gedalías, de la cual se habla en 2 Reyes 25:22-26, y que, para
los TJ, ocurrió en octubre del año 607 a. C., pues nos limitaremos
a demostrarles que su interpretación es un error total.
2) En efecto, el CG limita el período de
esos 70 años de esta manera:
"Parece claro que el entendimiento más fácil
y más directo de las varias declaraciones bíblicas es que
los 70 años empezaron con la desolación completa de Judá
después de la destrucción de Jerusalén. (Jeremías
25:8-11; 2 Crónicas 36:21-23; Daniel 9:2) Por eso, al contar hacia
atrás 70 años desde cuando los judíos regresaron a
su país en 537 a. de la E. C., llegamos a 607 a. de la E. C. como
la fecha en que Nabucodonosor, en su 18 año de reinado, destruyó
a Jerusalén, […]." (93/198).
3) El CG, autor de esta última cita, tienen
que saber que Nabucodonosor no destruyó la ciudad de Jerusalén
en el año 18 de su reinado; en ese año, sólo la tenía
cercada, como lo explica Jeremías 32:1-3; pero el mismo Jeremías
dice que la destrucción de Jerusalén fue en el año
19 del reinado de Nabucodonosor, como se puede comprobar en Jeremías
52:1-14,
y en 2 Reyes 25:1-10; pero el CG dice el año 18 para evitar
caer en el año 606 a. C., que es la fecha de Russell y Rutherford,
que ya abandonaron los TJ, como hemos visto; pero que, mientras digan que
Nabucodonosor empezó a reinar en el año 625 a. C., no podrán
librarse de ella; porque 625 – 19 = 606; por esto, dicen el año
18, pues 625 – 18 = 607, que es la fecha que constituye ahora un hito en
sus cálculos para llegaaar a 1914. Por tanto, vemos aquí
claramente que el CG adelanta un año la destrucción
de Jerusalén en franca contradicción con lo que dice la Biblia,
para que le cuadren sus erróneos cálculos para llegar a 1914.
Verdaderamente los escritos del CG están plagados de trampas;
son como un campo sembrado de minas tapadas con mil sofismas.
4) El CG precisa con total claridad que los 70
años de desolación no empezaron cuando Nabucodonosor destruyó
Jerusalén, sino un poco de tiempo después, exactamente cuando
los judíos que habían quedado con Gedalías (o Guedalías),
tras la muerte de éste y de algunos otros de los que estaban con
él, los demás huyeron a Egipto; entonces – dice – es cuando
empezó la desolación de 70 años (desde el 607 al 537),
la cual consiste en que durante esos 70 años no hubo, en la tierra
de Judá, ni hombres ni animales; éstas son sus palabras:
"[…] los babilonios quemaron el templo y la ciudad.
Sin embargo, éste todavía no fue el punto de partida de los
‘setenta años.’ Todavía permanecía algún vestigio
de soberanía en la persona de Gedalías, a quien el rey de
Babilonia había nombrado gobernador de los poblados judíos
que quedaban. En ‘el mes séptimo’ Gedalías y otros fueron
asesinados, de modo que los judíos que quedaban huyeron por temor
a Egipto. Sólo entonces, desde alrededor del 1 de octubre de 607,
estuvo la tierra en el sentido completo ‘yaciendo desolada ... para cumplir
setenta años.’ – 2 Rey. 25:22-26; 2 Cró. 36:20, 21" (79/284).
"[…] los ejércitos babilonios quemaron el santuario
de Jehová y arrasaron la ciudad de Jerusalén hasta el polvo.
[…]. Dos meses más tarde, en el séptimo mes (etanim – o tisri
- ), la gente pobre que fue dejada all&iacutte;, huyó hacia el sur
a Egipto, y la tierra de Judá y de Jerusalén quedó
desolada sin hombre o animal doméstico. Allí empezaron los
setenta años de la desolación de la tierra." (61/115).
"[…] Jerusalén y Judá quedaron desoladas sin
hombre ni animal doméstico por setenta años, desde 607 antes
de la E. C. hasta 537 a. de la E. C." (60/62).
5) A pesar de tanta insistencia del CG afirmando que
la desolación de 70 años consistió en que durante
el período de tiempo que va desde el año 607 a. C. hasta
el 537 a. C. no hubo hombres en la tierra de Judá, eso no es cierto,
como se puede comprobar en la misma Biblia de los TJ; veamos:
a) Los 70 años, según los CG, empezaron
cuando los últimos judíos que quedaban en Judá huyeron
a Egipto, y esto sucedió, según el Jehovismo, en el año
607 a. C., en el cual Nabucodonosor destruyó Jerusalén; cuando
tuvo lugar esta destrucción, era el año 19 de Nabucodonosor,
como afirma la Biblia en 2 Reyes 25:8-10; Jeremías 52:12-15; y,
según el CG, el año 19 de Nabucodonosor es el 607
a. C.
b) Ahora hay que ver que los judíos que se fueron
a Egipto después de la destrucción de Jerusalén, lo
hicieron en contra de la voluntad de Dios, quien quería que siguieran
viviendo en Judá, según se dice en Jeremías 43:4-7.
c) Por consiguiente, Dios hizo que una parte de esos judíos
que, desobedeciéndole, se fueron a Egipto, regresaran otra vez a
la tierra de Judá, según Jeremías 44:26-28.
d) Cuando esos judíos estaban otra vez en Judá,
el jefe de la guardia de Nabucodonosor se los llevó al destierro;
la Biblia de los TJ lo cuenta así:
"En el año veintitrés de Nabucodonosor,
Nebuzaradán el jefe de la guardia de corps llevó al destierro
a judíos, a setecientas cuarenta y cinco almas. […]." (Jeremías
52:30).
6) Como se ve, estos 745 judíos fueron llevados al
destierro en el año 23 de Nabucodonosor; por consiguiente, si el
año 19 de Nabucodonosor, según el CG, era el 607 a.
C., cuando dice que empezó la desolación, resulta que el
año 23 del mismo rey, por ser cuatro años después
del 19, tiene que corresponder al año 603 a. C.; porque
607 – 4 = 603.
7) Por esto, cuando el CG dice que desde octubre
del año 607 a. C. no hubo hombres en Judá hasta el año
537 a. C., sencillamente quiere que eso se lo crean sus seguidores; pero
él sabe que eso no es cierto; porque, en el año 603 a. C.,
había allí 745 judíos; él mismo ha escrito
esto cuando ha traducido su Biblia; así que no puede decir que no
lo sabe.
8) Vemos que la desolación que dice el CG
de 70 años sin hombres en Judá no existe. Ahora bien, si
se cuenta la desolación desde que fue destruido el Templo de Jerusalén
en el año 19 del reinado de Nabucodonosor, que, como ya hemos visto,
es el año 586 a. C. (y sin confundir este año 19 de Nabucodonosor
con el año 19 de Nabopolasar, que es el 607 a. C.), se verá
que el final de los 70 años va a caer en el año 516 a. C.;
en este año fue inaugurado de nuevo el Templo de Jerusalén
y, así, se acabó la desolación de los 70 años;
el mismo CG está de acuerdo con esta fecha del año
516; éstas son sus palabras:
"Con estímulo continuo de los profetas de Jehová,
los edificadores completan el templo en menos de cinco años. Esto
es en el mes de Adar del sexto año de Darío o cerca de la
primavera del 516 a. de la E. C., y toda la construcción ha tomado
casi veinte años. (Esd. 6:14, 15). La casa de Dios se inaugura ahora
con gran gozo y con sacrificios apropiados." (61/81).
9) Por otra parte, sabemos que, para los judíos, el
Templo de Jerusalén era lo más importante que había
en Judá, por lo que no es de extrañar que toda la desolación
se centre en esos 70 años que median entre su destrucción
y su inauguración. Ahora bien, si los TJ no están de acuerdo
con esta interpretación, tendrán que demostrar que durante
70 años no hubo ningún hombre en Judá, cosa imposible
de demostrar con la Biblia, como ya hemos visto. Por tanto, tenemos que
concluir este apartado afirmando que no hay nada para llegar a establecer
el año 607 a. C. contando hacia atrás 70 años desde
el 539 a. C.; porque no existen los 70 años de desolación
que dice el CG; pues tres años después de la destrucción
de Jerusalén y del Templo fueron llevados 745 judíos al cautiverio,
como ya hemos visto; por otra parte, el año 19 del reinado de Nabucodonosor,
en el cual destruyó Jerusalén y el Templo, contando su reinado
desde el año 625 a. C., como dice el CG, no coincide con
el año 607, sino con el año 606, como también hemos
visto más arriba. Por consiguiente, la fecha del año 607
a. C., como hito de los cálculos del Jehovismo, queda destruida
por todas partes, lo que supone que los TJ no tienen ninguna base para
poder contar 2.520 años y llegar a 1914.
C) Los "tiempos señalados de las naciones",
de Lucas 21:24.
1) El CG dice que estos tiempos son 2.520 años;
él lo explica de la manera que ya hemos visto en el capítulo
precedente. Aquí observaremos que, para llegar a establecer que
los siete tiempos de Daniel 4:16 son 2.520 años, se sirve de Apocalipsis
12:6, 14; Números 14:34; Ezequiel 4:6. Por tanto, examinemos cada
uno de estos textos, empezando por el de Lucas 21:24.
2) El texto de Lucas 21:24, según la traducción
de la Biblia del Nuevo Mundo, dice así:
"[…] y caerán a filo de espada y serán
llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será
hollada por las naciones, hasta que se cumplan los tiempos señalados
de las naciones." (82/1268).
a) Es evidente que Jesús, con los verbos "caerán",
"serán llevados", "será hollada", todos en tiempo futuro,
se refiere a tres hechos que todavía no habían empezado cuando
él estaba profiriendo estas palabras; porque se estaba refiriendo
a tres hechos que iban a empezar a tener lugar cuando Jerusalén
y el Templo fueran destruidos, como se ve por el contexto de Lucas 21:5-7,
20-24. Esta destrucción ya estaba anunciada por el profeta Daniel
en Daniel 9:26, y el romano Tito cumplió esta profecía destruyendo
la ciudad de Jerusalén y el Templo en la guerra que llevó
a cabo contra los judíos entre los años 66-70 d. C., según
lo dice el mismo CG (91/882).
b) Por consiguiente, cuando Jesús dice: "... y
Jerusalén será hollada por las naciones ...", se refiere
a que ese "hollamiento" empezaría a partir de la destrucción
de Jerusalén en el año 70 d. C., y terminaría en una
fecha que nadie conoce. La realidad demuestra el cumplimiento de las palabras
de Jesús; porque, desde el año 70, tanto en períodos
de guerra como en períodos de paz, ha habido y hay, en Jerusalén,
personas de otras naciones (sobre todo musulmanes) que no pertenecen al
pueblo judío. Por tanto, es una atrocidad decir que este "hollamiento"
de Jerusalén empezó en la falsa fecha del año 607
a. C., ni en ninguna otra fecha anterior a la destrucción de Jerusalén
en el año 70 d. C. Por tanto, esos "tiempos señalados de
las naciones" no empezaron en el año 607 a. C., como quiere el CG,
sino en el año 70 d. C., como dijo Cristo en Lucas 21:24.
3) El texto de Daniel 4:16 dice así:
"Sea cambiado su corazón del de la humanidad,
y que se le dé el corazón de una bestia, y pasen siete tiempos
sobre él." (82/1091).
a) El CG dice, sobre este texto, lo siguiente:
"Se informa que Nabucodonosor reinó por cuarenta
y tres años. Entonces estos ‘siete tiempos’ de locura entre ellos
han de haber sido siete años a lo más, en su caso personal.
[…]. Pero Nabucodonosor aquí estaba desempeñando un drama
profético, en el cual un año representaría un período
de tiempo mucho más largo. Eso tiene que ser así, porque
el hollar a Jerusalén como ciudad que representaba el reino de Jehová
no terminó con el fin de la locura de Nabucodonosor; y seis siglos
más tarde Jesucristo dijo que Jerusalén seguiría
siendo hollada o pisoteada por las naciones hasta que se cumplieran
los tiempos señalados de las naciones gentiles. ¿Cuánto
duran, pues, estos ‘siete tiempos’?
"La Biblia mide por tiempo lunar cuando habla de meses y
años. En el caso de Nabucodonosor un ‘tiempo’ representa un año
lunar, el cual se calculaba como teniendo un promedio de 360 días.
De hecho, un año de doce meses lunares era once días más
corto que un año solar ordinario. Por esto tenía que añadirse
al calendario lunar un mes decimotercero de veintinueve días a ciertos
años, para armonizar el calendario con el calendario solar. Se añadía
un mes decimotercero siete veces cada diecinueve años. Cuando se
hablaba de períodos de tiempo más largos, Dios dijo que un
día debería representar un año entero. Basándose
en esto, pues, un año lunar de 360 días representaría
360 años, ‘un día por cada año, un día por
un año.’ (Números 14:34; Ezequiel 4:6, Mod.) Por esto
un ‘tiempo’ simbólico sería 360 años. ‘Siete tiempos’,
hablando simbólicamente, serían 2.520 años literales.
Así, los ‘siete tiempos’ o siete años que duró la
locura de Nabucodonosor predijeron un período de 2.520 años."
(61/107-108).
b) De toda esta cita, debemos destacar, en primer lugar,
la frase que subrayamos, que dice:
"Jesucristo dijo que Jerusalén seguiría
siendo hollada ...".
c) Es evidente que el CG falsifica aquí las
palabras de Cristo, inventando el verbo "seguiría", para
cambiar todo el sentido de las palabras de Jesús, quien dijo "será
hollada" (Lucas 21:24), situando así el comienzo del hollamiento
en el futuro, mientras que el CG, por medio de esa falsificación,
sitúa el comienzo del hollamiento en el pasado, en la falsa fecha
del año 607 a. C.; por consiguiente, corrigiendo esa falsificación
que hace el CG, no queda base para empezar a contar los "tiempos
señalados de las naciones" en ninguna fecha anterior al año
70 d. C., cuando fue destruida Jerusalén, como ya queda explicado.
d) Ahora bien, en la misma cita, el CG reconoce
que los siete tiempos de Daniel 4:16 fueron siete años de locura
que pasó el rey Nabucodonosor; mas en seguida agrega:
"Pero Nabucodonosor aquí estaba desempeñando
un drama profético, en el cual un año representaría
un período de tiempo mucho más largo."
e) La Biblia sólo afirma que lo dicho en Daniel 4:16
se cumplió en el rey Nabucodonosor (Daniel 4:28-37), (82/1092-1093);
pero no hay nada en todo el capítulo 4 de Daniel ni en toda la Biblia
donde se diga que "Nabucodonosor aquí estaba representando un drama
profético, […]"; esto es un puro cuento inventado por el CG.
f) Pero, además, para convertir los "siete tiempos"
o siete años literales de Daniel 4:16 en años proféticos,
el CG se sirve de otros textos, los cuales pasamos a considerar.
4) Los textos de Números 14:34 y Ezequiel 4:6,
según la Biblia del Nuevo Mundo.
a) El primero de estos dos textos dice:
"Por el número de los días que ustedes
espiaron la tierra, cuarenta días, un día por un año,
un día por un año, ustedes responderán por sus errores
cuarenta años, puesto que tienen que reconocer lo que significa
mi desapego." (82/199).
b) El segundo de esos dos textos dice:
"Y tienes que completarlos. Y tienes que acostarte sobre
tu lado derecho en el segundo caso, y tienes que llevar el error de la
casa de Judá cuarenta días. Un día por un año,
un día por un año, es lo que se te ha dado." (82/1018).
c) Fundándose en estos dos textos, el CG afirma,
como se ve en la cita anterior:
"Dios dijo que un día debería representar
un año entero."
d) Es evidente que Dios no dijo eso para aplicarlo a cualquier
texto de la Biblia, porque, en el texto de Números 14:34, sólo
se trata de un castigo que Dios impuso a los israelitas, que consistió
en que tuvieron que estar en el desierto cuarenta años, un año
por cada día que tardaron los espías en reconocer la tierra
de Canaán; pero aquí no hay una medida que se pueda extrapolar
para medir ninguna otra cantidad de tiempo expresada en otra parte de la
Biblia; sólo se trata aquí de un castigo puntual de cuarenta
años, para que, durante ellos, murieran en el desierto todos los
israelitas mayores de veinte años, excepto Josué y Caleb
(véase el contexto en Números 13:1-33; 14:1-45), (82/197-200).
e) Por lo que concierne al texto de Ezequiel 4:6, es evidente
que se refiere exclusivamente a que Ezequiel tenía que acostarse
sobre su lado izquierdo 390 días por otros tantos años del
error de la casa de Israel. Después, para completar esos días,
tenía que acostarse sobre su lado derecho otros 40 días por
otros tantos años correspondientes al error de la casa de Judá
(Ezequiel 4:4-6), (82/1018); pero Dios le dice: "Un día por
un año, un día por un año, es lo que se te ha dado".
Por lo que es evidente que, tanto el dormir de un lado 390 días,
más 40 días del otro lado, fue una cosa personal de Ezequiel;
pero la Biblia no dice que, de ahí, se deba sacar ninguna medida
de tiempo para aplicarla a las profecías de la Biblia, ni a cualquier
lugar de ella donde se hable de cualquier período de tiempo; por
esto, es evidente que el CG ha adoptado un sofisma, que ya había
sido construido por otros, sobre el texto de Ezequiel 4:6; sofisma que
hay que rechazar con energía como una trampa más de las que
están esparcidas por los escritos jehovistas y adventistas.
f) Pero el Jehovismo también se sirve de otros
textos de Apocalipsis para determinar que los "siete tiempos" de Daniel
4:16 son 2.520 años; veamos, pues, esos textos.
5) Los textos de Apocalipsis 12:6, 14.
a) El CG dice sobre estos textos lo siguiente:
"¿Cuánto duran ‘siete tiempos’? Los testigos
de Jehová explican esto por medio de señalar a Apocalipsis
12:6, 14. El versículo 14 hace mención de ‘un tiempo y dos
tiempos y la mitad de un tiempo’. Esto representa tres tiempos y medio,
o la mitad de siete tiempos. El versículo 6 se refiere a tres tiempos
y medio como constando de 1.260 días. Así que ‘siete tiempos’
sería dos veces 1.260 días ó 2.520 días."
"¿Pero son los ‘siete tiempos’ 2.520 días de
veinticuatro horas? No. Con Dios cada día cuenta como un año.
En Números 14:34 la regla de Dios es ‘por cada día un año.’
Y en Ezequiel 4:6 Dios señaló ‘un día por cada año.’
Así que los 2.520 días vienen a ser 2.520 años. Esto
hace que los ‘siete tiempos’ de los ‘tiempos señalados de las naciones’
duren 2.520 años." (65/173) y (147/301).
b) Sobre esta cita, tenemos que decir, por una parte, que
ya queda comentado lo referente a los textos de Números 14:34 y
Ezequiel 4:6, y, en ningún lugar de la Biblia se dice que, en esos
dos textos, haya una "regla de Dios" para que cada uno la pueda aplicar
en todos los textos de la Biblia que le interese (véase el Apéndice
9). Por otra parte, también hemos visto ya lo referente a los
"tiempos señalados de las naciones". Asimismo tenemos que puntualizar
que, en la expresión "dos tiempos" de Apocalipsis 12:14, la palabra
"DOS" no está en el texto original griego del Apocalipsis;
esta palabra "dos" ha sido añadida por el CG en esa cita.
Por esto, se puede ver que, cuando el CG cita la Biblia, en sus
escritos, no se atiene al texto de ella, como se puede comprobar en su
misma Biblia, donde no está esa palabra "dos" (82/1479),
y tampoco está esa palabra en su Nuevo Testamento griego interlineal
(94/1111).
c) Por lo que se refiere a los textos de Apocalipsis 12:6,
14, sólo se ve, en ellos, que "tres tiempos y medio" son 1260 días
y, de aquí, inferir que "siete tiempos" sean 2.520 días es
una perogrullada; pero lo que no se puede inferir de estos 1.260 días
es que los 2.520 días que, según el CG, hay en Daniel
4:16, sean días que equivalgan a 2.520 años, como quiere
el Jehovismo. Esto no puede ser, porque el mismo CG dice que a cada
tiempo de Apocalipsis 12:14, corresponden 360 días, según
el versículo 6; pero, después de decir que son "años
proféticos", interpreta esos "tres tiempos y medio" como años
literales; he aquí sus palabras:
"Según Revelación (Apocalipsis) 12:6,
14, la ‘mujer’ de Dios habría de estar en el lugar que Dios había
preparado para ella en el desierto por ‘mil doscientos sesenta días,
o ‘un tiempo y tiempos y la mitad de un tiempo’, o tres tiempos y medio.
Esto quiere decir que cada ‘tiempo correspondía con 360 días,
o doce meses de treinta días cada uno. Esto muestra que estos tres
años y medio son años proféticos. […].
"[…]. De modo que este período de alimentación
especial en el desierto simbólico ‘lejos de la cara de la serpiente’
empezó en el tiempo de la Pascua, 13 / 14 de abril de 1919 y terminó
el día decimotercero desde el Año Nuevo judío (Rosh
Hashanah), o el 4 / 5 de octubre de 1922." (60/345).
d) Vemos que, después que el CG reconoce que
esos 1260 días o tres tiempos y medio "son años proféticos",
dice que se cumplieron desde el 13 de abril de 1919 al 4 de octubre de
1922. ¿No se da cuenta que ésos no son años proféticos,
sino años literales? Si fueran años proféticos, esos
1.260 días deberían ser (según la teoría del
Jehovismo) 1.260 años; es decir, esos "tres tiempos y medio", si
fueran proféticos, deberían ser la mitad del período
que el Jehovismo aplica a los "siete tiempos" de Daniel 4:16; es decir,
1.260 años literales. Pero, en Daniel 4:16, que sólo son
siete años literales cumplidos en Nabucodonosor (como ya hemos visto),
los convierte en años proféticos; y aquí, después
de decir que son años proféticos, los hace literales. ¿Acaso
se puede encontrar algún otro ejemplo de interpretación tan
arbitraria, caprichosa y absurda de la Biblia como ésta del CG?
Pero esto no es todo, sino que, además, no contento con decir que
son años proféticos y después interpretarlos como
literales, ha convertido estos años en años "enanos", de
forma que resultan años irreconocibles. En efecto, el texto bíblico
dice que esos tres tiempos y medio son 1.260 días; pero, si contamos
los días que hay desde el 13 de abril de 1919 hasta el 4 de octubre
de 1922, hallamos que esos 1.260 días han sido transformados, por
la magia del CG, en 1.272 días. Veamos: contando desde el
13 de abril al 31 de diciembre de 1919, tenemos 263 días de 1919,
más 366 días de 1920 (por ser bisiesto), más 365 días
de 1921, más 278 días de 1922 (desde el 1 de enero al 4 de
octubre), en total 1.272 días. Así tenemos tres años
y medio de 363, 42 días aproximadamente. ¿Qué clase
de años serán éstos: proféticos, lunares, solares,
bíblicos, russellistas o jehovistas? He ahí al CG
interpretando la Biblia al margen de lo que dice la misma Biblia, y en
contradicción con ella y consigo mismo; pues los textos de Apocalipsis
12:6, 14 le sirven para interpretarlos de forma simbólica en relación
con Daniel 4:16, y, de forma literal, para inventar años de 363,
42 días.
e) Pero esto no es todo, porque, en Daniel 7:25, también
se habla de "tres tiempos y medio", y, por tanto, si los "siete tiempos"
de Daniel 4:16 son 2.520 años, estos "tres tiempos y medio" de Daniel
7:25 deberían ser también 1.260 años, según
la teoría del Jehovismo; pero no, porque el CG afirma que
aquí se trata de años literales; éstas son sus palabras:
"La Biblia mide por tiempo lunar cuando habla de meses
y años. En el caso de Nabucodonosor un ‘tiempo’ representó
un año lunar, el cual se calcula como teniendo un promedio de 360
días." (61/108).
"[…] Daniel 7:25. Allí se dice que los santos del
Altísimo habrían de ser dados en manos de los elementos políticos
mundanos ‘por un tiempo, y tiempos y la mitad de un tiempo.’ Esto significa
tres tiempos y medio, siendo cada ‘tiempo’ equivalente a un año
solar de 365 ¼ días." (60/297) y (147/301).
f) He ahí el capricho inconsecuente y la contradicción
ridícula del CG, que, después de afirmar que "la Biblia
mide por tiempo lunar […]", porque eso le interesa para los "siete tiempos"
de Daniel 4:16, afirma que los "tres tiempos y medio" de Daniel 7:25 son
años solares; porque esto también le interesa, para inventar
otro período de tiempo dentro de su interpretación arbitraria
de toda la Biblia. ¿En qué se fundará el CG
para saber que la misma palabra y en el mismo libro de Daniel signifique,
en un lugar, años de 360 días y, en otra parte, años
de 365 ¼ días? Es evidente que el CG no puede dar
ninguna explicación de en qué se funda; lo primero, porque
no existe ninguna explicación para esa arbitrariedad, y lo segundo,
porque, para el CG, su capricho es la regla.
6) Aún quedan los textos de Ezequiel 21:26-27 y
Daniel 2:44, que también emplea el Jehovismo para apoyar su teoría
del establecimiento del reino de Dios en el cielo "Al terminar los ‘tiempos
señalados de las naciones’", que, como ya hemos visto, él
sitúa en la fecha del año 1914; éstas son sus palabras:
"Justamente antes de que el rey de Babilonia quitara
a Sedequías del ‘trono de Judá’, Dios envió un mensaje
a Sedequías. Decía: ‘Así dice Jehová el Señor:
¡Apártese la mitra sacerdotal, y quítese la diadema
real! Ésta no será más así: ¡elévese
lo bajo y abátase lo alto! Haré que haya trastorno, trastorno,
trastorno: ni aquélla tampoco será más, hasta que
venga Aquel cuyo es el derecho, y a El se lo daré.’ – Ezequiel 21:26,
27.
"Con estas palabras Jehová quería decir que
él dejaría que el rey de Babilonia trastornara el reino de
Israel y removiera a Sedequías del ‘trono de Jehová’.
"Dios dijo: ‘Esta no será más así’.
Con esto Dios quiso decir que su reino, después de ser trastornado
en la tierra, nunca más volvería a establecerse en la tierra.
¿Por qué? Porque él iba a establecer su reino en el
cielo. Diferente al reino terrestre de Dios, el reino celestial de Dios
nunca terminaría. La enseñanza principal de la Biblia es
la de este reino que Dios prometió establecer en los cielos: ‘El
Dios del cielo establecerá un reino que nunca jamás será
destruido, y el reino no será dejado a otro pueblo, sino que desmenuzará
y acabará con todos aquellos reinos, en tanto que él mismo
permanecerá para todos los siglos’. – Daniel 2:44.
"¿Quién se sentaría en el ‘trono de
Jehová’ en el reino celestial eterno de Dios? Dios dijo que sería
alguien ‘cuyo es el derecho’. Acerca de esta persona Dios prometió:
‘A El se lo daré’. ¿Quién es éste? Es Cristo
Jesús.
"[…]. ¿Cuándo recibiría Cristo este
reino que nunca habrá de ser destruido? Al terminar los ‘tiempos
señalados de las naciones’." (65/172-173).
a) Lo primero que hay que aclarar aquí es que Sedequías
nunca fue rey del "reino de Israel", como dice el iletrado CG en
esta cita, sino del reino de Judá, que no es lo mismo; porque
el reino de Israel ya no existía cuando nació Sedequías.
Evidentemente el CG confunde todo, porque tiene un conocimiento
muy mediocre de la Biblia, pues el CG sólo la usa para que
le dé la razón en sus pretensiones ridículas de formar
parte del gobierno de Dios, comenzado en 1914; por eso, el Jehovismo desconoce
la mayor parte del texto bíblico; por lo cual, en cuanto se pregunta
a un TJ por cualquier cosa de la Biblia, que no tenga nada que ver con
los textos que el CG aplica a su propia Organización, el
TJ no sabe absolutamente nada, no puede responder nada, porque cada TJ
es como un disco que sólo repite los cuatro tópicos jehovistas
que el CG le ha grabado en la mente; fuera de eso, un TJ es un iletrado
bíblico impresionante, aunque la gente crea lo contrario.
b) El que Cristo llegue a heredar lo que fue el reino
de Sedequías no tiene que ver nada con la interpretación
del CG, porque ese hecho sucederá cuando llegue el fin del
mundo con la segunda venida de Cristo; así lo dice el apóstol
Juan en Apocalipsis 11: 15, que lo vio anticipadamente:
"Y el séptimo ángel tocó su trompeta.
Y en el cielo ocurrieron voces fuertes, que decían: ‘El reino del
mundo sí llegó a ser el reino de nuestro Señor y de
su Cristo, y él reinará para siempre jamás’." (82/1478).
c) Este reino mencionado en Apocalipsis 11:15, es el anunciado
por Daniel 2:1-45 y Daniel 7:27, el cual, cuando llegue el momento indicado
en Apocalipsis 11:15, sustituirá a todos los reinos anteriores,
como está afirmado en esos dos textos de Daniel (82/1086-1088,
1098).
d) Por consiguiente, ni el texto de Ezequiel 21:26-27
ni los de Daniel 2:44 y 7:27 se refieren al reino imaginario, quimérico
e inexistente que el Jehovismo dice que empezó en el cielo en 1914.
7) Llegados aquí, vemos que, de todos los cálculos
hechos por el Jehovismo, para llegar a 1914, ya no queda absolutamente
nada; además, todo este galimatías, para convertir los siete
tiempos de Daniel 4:16 en 2.520 años, ya formaba parte de la Quiniela
de cuatro apuestas de Guillermo Miller (véase el Apéndice
1); de Miller, heredaron los "segundo-adventistas" este embrollo, y,
de ellos, pasó a Russell cuando estuvo asociado con Barbour. Por
tanto, todos los cálculos de la cronología de Miller para
llegar a 1844, y los de la cronología de Russell para llegar a 1914
no tienen nada que ver con la realidad; por eso, todo terminó en
sendos fracasos.
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Tercera
parte
EL DESMONTAJE DEL REINO DE DIOS
COMENZADO EN 1914
A vos, profetas farsantes,
que inventáis reinos celestes
habitados por las huestes
de vuestros jefes pedantes.
Capítulo primero
EL
REINO DE DIOS COMENZADO EN 1914 FRENTE A LA BIBLIA
1) El CG dice que, en 1914, empezó todo
esto:
"Así que algo terminó en 1914 y algo empezó.
Lo que terminó fue el período de 2.520 años, o siete
‘tiempos señalados de las naciones’. Lo que empezó fue el
reino de Dios en el cielo con Cristo como Rey." (65/173).
"Hubo gran gozo en el cielo en 1914 cuando Cristo empezó
a gobernar como Rey.
"[…]. (Apocalipsis 6:2) Este jinete representa a Cristo Jesús,
después que Dios lo coronó rey en 1914 d. de J. C." (65/174,
182).
"El ‘trono de Dios y del Cordero’ está establecido
en los cielos desde el año de cambio, 1914 E. C." (60/405).
2) Por lo que se refiere a esos "2.520 años", éstos
ya han sido considerados en el capítulo anterior. Tocante a lo que
el CG dice que empezó en 1914, según estas tres últimas
citas, tenemos:
a) El reino de Dios en el cielo.
b) Jesús fue coronado rey entonces.
c) El trono de Dios y de Cristo está establecido en
el cielo desde esa fecha.
3) La Biblia muestra que es un gran error decir que el reino
de Dios empezó en 1914 en el cielo; porque, refiriéndose
a Jehová, dice, en el Salmo 145:13:
"Tu reino es reino de todos los siglos, […]." (23/607).
Lo mismo dice la versión (22/801), y (95/794), y (29/columna
II, p. 948), y todas las Biblias en general; pero el CG manipula
este texto en su Biblia, para que no aparezca la palabra "reino" (82/802).
4) Por otra parte, Jesús dijo que, en el momento del
fin del mundo, "[…] los justos resplandecerán tan brillantemente
como el sol en el reino de su Padre. […].", Mateo 15:43 (82/1187).
Más tarde, refiriéndose Jesús a ese "reino", dijo
que estaba preparado "[…] desde la fundación del mundo.", Mateo
25:34 (82/1203). Así que desde entonces existe el reino de
Dios.
5) Igual que vemos que el reino de Dios no empezó
en 1914, porque existe desde antes de esa fecha, también Cristo
era rey desde antes de 1914; él mismo lo dijo a Pilato, y esto según
la Biblia del Jehovismo, que dice así, en Juan 18:36-37:
"Jesús contestó: ‘Mi reino no es parte
de este mundo. […].’ Por tanto le dijo Pilato: ‘Bueno, pues, ¿eres
tú rey?’. Jesús contestó: ‘Tú mismo dices que
yo soy rey. […]’." (82/1302).
6) La manera como Jesús contesta a Pilato es una forma
afirmativa, que equivale a decir: Sí, soy rey; lo cual era
completamente cierto; porque, si Jesús tenía su reino, que
no era "parte de este mundo", él era el rey de ese reino. De la
misma forma respondió Jesús a Caifás, según
Mateo 26:63-64 (82/1205).
7) Por consiguiente, ni el reino de Dios empezó
en el cielo en 1914, ni Jesús fue coronado, ni hecho rey en esa
fecha en el cielo. La Biblia no admite esos inventos. Igual sucede con
el trono de Dios y de Cristo; veamos:
"[…]. Jehová […] en los cielos está su
trono.", Salmo 11:4.
"Jehová mismo ha establecido firmemente su trono en
los cielos; […].", Salmo 103:19.
"[…]: Tenemos tal sumo sacerdote, y él se ha sentado
a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, […].", Hebreos 8:1.
"[…] yo vencí y me senté con mi Padre en su
trono.", Apocalipsis 3:21.
"Y él me mostró un río de agua de vida,
claro como el cristal, que fluía desde el trono de Dios y del Cordero,
[…].", Apocalipsis 22:1 (82/690, 1439, 1472, 1488).
8) Es evidente que el CG del Jehovismo engaña
al mundo entero y contradice su misma Biblia, cuando dice que "El trono
de Dios y del Cordero" está en los cielos desde 1914; porque, según
esos textos bíblicos, el trono de Dios y del Cordero está
en los cielos desde antes de 1914. Por tanto, la Biblia destruye el engaño
jehovista sobre el trono de Dios y de Cristo, y sobre el sofisma de que
Cristo fue hecho rey en el cielo en 1914, y que el reino de Dios empezó
en el cielo en esa fecha. A la luz de la Biblia, todo eso que dice el CG,
sobre esos tres temas tratados en este capítulo, es un gran fraude
religioso, una impostura y un engaño manifiesto.
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Capítulo II
LA
PRESENCIA INVISIBLE DE CRISTO DESDE 1914
FRENTE A LA BIBLIA
1) El ex miembro del CG del Jehovismo, citado más
arriba, conocedor privilegiado de estos temas por haber tenido en sus manos
todos los documentos que existen sobre los orígenes de esta Organización,
dice sobre este tema:
"Hoy día más de cuatro millones de Testigos
de Jehová creen y enseñan que la presencia invisible de Cristo
comenzó en 1914. Muy pocos se dan cuenta que por casi cincuenta
años la Sociedad Watch Tower anunció y proclamó,
en su papel de profeta, que dicha presencia invisible había empezado
en 1874. Tan tarde como el 1929, quince años después
del 1914, aún seguían enseñando esto (Vea el libro
Prophecy – Profecía -, publicado en 1929, pp. 64-65)." (56/169-170).
2) Y ¿quién fue el primero que dijo que, en
1874, había empezado la "presencia invisible" de Cristo? El mismo
autor, refiriéndose a "Barbour y sus adherentes", dice:
"Ellos creían que 1874 marcaba el fin de 6.000
años de historia humana y habían esperado el regreso de Cristo
en ese año. Cuando el año pasó y nada sucedió,
se sintieron desilusionados. […] un segundo adventista que contribuía
a la revista de Barbour, llamado B. W. Keith, luego notó que cierta
traducción del Nuevo Testamento, El Diaglotón Enfático
(The Emphatic Diaglott), usó la palabra ‘presencia’ en lugar de
‘venida’ en los textos relacionados con el regreso de Cristo (Mat. 24:27,
37, 39). Keith propuso a Barbour la idea de que Cristo sí había
regresado en 1874 pero invisiblemente y que Cristo estaba ahora
invisiblemente presente llevando a cabo el trabajo de juzgar.
"Una ‘presencia invisible’ es algo muy difícil de
refutar. […]" (56/169).
3) Contrariamente a lo que dice este autor, la "presencia
invisible", basada en la traducción de la palabra griega "parusía"
por "presencia" en esos pasajes citados de Mateo 24:27, 37, 39,
es lo más fácil de refutar. Veamos:
a) La palabra "parusía" significa: "[…] presencia
[…], venida, llegada", etc. (96/547).
b) Por consiguiente, lo mismo da, en el caso de esos tres
textos citados, traducir "parusía" por "presencia" como por "venida";
porque, si uno está presente, es porque ha venido; y, si uno ha
venido, está presente. Por tanto, como podemos comprobar, dicho
Diaglotón
ha traducido:
*) "[…] la presencia del Hijo del Hombre." (Mateo 24:27).
*) "[…] la presencia del Hijo del Hombre." (Mateo 24:37).
*) "[…] la presencia del Hijo del Hombre." (Mateo 24:39).
(97/99-100).
c) Vemos que esa frase, en la que sólo está
la palabra "presencia", se repite tres veces; en griego, es: "he parusía
tou uiou tou antropou."; pero, para que dijera "presencia invisible", tendría
que escribirse así: "he parusía aorate tou uiou tou anthopou.".
Ahora bien, la palabra "aorate" (invisible) no está en el texto
griego; ni tampoco está "aorate" en esos tres pasajes en el texto
griego que usa ahora el CG (94/144-146), como tampoco se halla la palabra
"invisible", en esos tres textos, en la Biblia que usan ahora los TJ (82/1201).
4) Por tanto, ¿de dónde sacó, Keith,
la palabra "invisible"? Es evidente que la inventó él mismo;
porque no se halla en el texto griego de Mateo 24:27, 37, 39, ni en la
traducción de ninguna Biblia. Por esto, aquí no hay nada
que rebatir referente a dicha "presencia invisible", sino mostrar que se
trata de una falsedad e impostura de un individuo falsario y pedante llamado
Keith. Desde que este farsante inventó este engaño premeditado
y manifiesto, Barbour, Roussell y todos los dirigentes (o Cuerpo Gobernante)
del Jehovismo siguieron y siguen propagando este engaño, fundado
en la ignorancia supina, por medio de todos los TJ, quienes son las primeras
víctimas de este gran engaño, sin tener en cuenta lo que
dice la Biblia sobre estas cosas en Proverbios 19:5, 9.
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Capítulo III
LA
DOCTRINA DE LOS "144.000" Y LAS "OTRAS OVEJAS"
DESTRUYE LA OBRA DE CRISTO
A) Los Testigos de Jehová que forman cada
uno de esos dos grupos:
1) Según el CG, el grupo de los 144.000,
de los cuales se habla en Apocalipsis 7:1-8; 14:1-5, se empezó a
formar con los apóstoles, y terminó de completarse en 1931;
en esta fecha se empezó a formar el grupo de "las otras ovejas":
"Los que constituyen el grupo de los 144.000 son israelitas
espirituales" (77/115).
"Pedro y otros apóstoles también les dijeron
a sus oyentes acerca de Jesucristo y lo que Dios requería que ellos
hicieran para llegar a ser parte de la nación espiritual de Dios,
o Israel espiritual.- Hechos 2:14-40.
"En ese día la nación espiritual comenzó
con solidez, porque además de los 120 discípulos que recibieron
el espíritu santo primero, 3.000 personas se bautizaron y también
recibieron el espíritu santo de Dios." (65/147-148).
"El libro de los Hechos relata cómo comenzó
la nación espiritual." (65/151).
"[…] en 1914 el número cabal que se necesitaba para
formar la nación espiritual de Dios todavía no se había
completado. Había que recoger a otros. Esto significaba predicar.
Correctamente, los que deberían hacer esta predicación tenían
que ser testigos de Jehová. Estos testigos tenían que predicar
las nuevas del reino celestial por todo el mundo. Por medio de esta predicación
los últimos que faltaban para completar el número de miembros
de la nación espiritual de Dios serían juntados de entre
las naciones." (65/186).
"Desde 1931 el Buen Pastor ha estado juntando sus ‘otras
ovejas.’ Así que los centenares de miles de personas que ahora se
asocian con la sociedad del nuevo mundo (el Jehovismo) son ‘otras ovejas’."
(65/194).
2) Los 144.000 forman la "manada pequeña" que vivirá
en el cielo, mientras que las "otras ovejas" vivirán en la tierra,
según la doctrina del CG:
"La esperanza de las ‘otras ovejas’ es terrestre; la
esperanza de la ‘manada pequeña’ es celestial. No obstante, la sociedad
del nuevo mundo no está dividida, puesto que es ‘un solo rebaño’
bajo ‘un solo pastor.’ […]
"¿Puede cualquier persona ser de las ‘otras ovejas’?
El Buen Pastor nos da la respuesta. Mediante un ángel Cristo dio
a su apóstol una visión de una grande muchedumbre de ‘otras
ovejas.’ (Apocalipsis 7:9, 10) […]" (65/194-195).
"El reino que las ovejas llegan a poseer, o heredan, no es
el reino del cielo. Las ovejas heredan la región terrestre del reino
del cielo. Lo que las ovejas consiguen es vida eterna en la tierra." (65/202).
3) Todos los que pertenecen a los "ungidos" (o 144.000) forman
la clase del "esclavo fiel y discreto", que da el alimento espiritual,
por medio de las publicaciones que suministra el CG, cuyos miembros
son parte de los 144.000, o "manada pequeña":
"[…] Cristo está usando una sola organización
en la tierra para llevar el alimento espiritual a la gente. Dijo Jesús:
‘¿Quién, pues, es el siervo fiel y prudente (‘esclavo fiel
y discreto,’. NM), a quien su señor ha puesto sobre su familia,
para darles el alimento a su tiempo? ¡Bienaventurado aquel siervo,
a quien su señor cuando viniere le hallare haciendo así!
De cierto os digo, que le pondrá sobre todos sus bienes.’ – Mateo
24:45-47.
"En fiel cumplimiento de las palabras de Jesús,
Cristo ha nombrado y puesto a los últimos de la nación espiritual
de Dios ‘sobre todos sus bienes.’ ¿Quién, pues, es este ‘siervo
fiel y prudente’ o ‘esclavo fiel y discreto’? El ‘siervo’ no es cierto
hombre. Tampoco es la Sociedad Watch Tower. Es el cuerpo unido de los últimos
que han sido recogidos de la nación espiritual de Dios." (65/192-193).
"Mientras efectúan su trabajo (de casa en casa) se
esfuerzan por utilizar cabalmente las excelentes publicaciones que suministra
la clase del ‘esclavo fiel y discreto’ por medio de la Sociedad Watch Tower."
(98/140).
"De entre los miembros del cuerpo de Cristo ungidos por espíritu
algunos sirven como un cuerpo gobernante o junta administrativa visible.
[…]
"Para hacer más fácil la ejecución de
las instrucciones de Jesús de predicar ‘estas buenas nuevas del
reino’ en toda la tierra habitada, la Sociedad Watch Tower Bible and Tract
también tiene oficinas sucursales en varios países. Todas
éstas están sujetas al cuerpo gobernante visible, pero cada
sucursal da su atención a su propio territorio." (72/40-41).
B) Cómo se salva cada uno de esos dos grupos.
1) Cuando uno de la "manada pequeña" se
muere, se va en espíritu al cielo a formar parte de ese gobierno
que el CG dice que empezó en 1914, y ya está salvo
para siempre; mientras que las "otras ovejas" tienen que pasar por
varias etapas para ser salvas: cuando llegue el fin del mundo en el Armagedón,
las que estén vivas, no morirán, y las que estén muertas,
serán resucitadas en ese momento; a partir de entonces, todas tienen
que enseñar sus doctrinas a las personas que no las han conocido
mientras vivieron en la Tierra, las cuales irán resucitando por
etapas; las que conocieron sus doctrinas y se opusieron a ellas, no resucitarán.
En ese nuevo mundo, durante mil años, las "otras ovejas" enseñarán
a esas personas con la Biblia jehovista (que, por eso, se llama la versión
"del Nuevo Mundo"). Las personas que obedezcan las doctrinas del Jehovismo,
se unirán al grupo de las "otras ovejas"; las que no obedezcan,
morirán sobre la marcha. Cuando acabe ese período de mil
años, estarán vivas en la Tierra todas las personas que habrán
llegado a formar parte del grupo de las "otras ovejas". Entonces, Dios
someterá a todas las "otras ovejas" a una prueba final (el Jehovismo
no dice en qué consistirá esta prueba); las personas que
fracasen en esta prueba, serán exterminadas en el acto; pero a las
que superen la prueba, se les aplicará "el valor de la ofrenda (que
hizo Jesús) por el pecado", y vivirán para siempre en la
Tierra, gobernadas por los 144.000 desde el cielo, junto con Cristo, que,
por eso, forman un grupo de 144.001, según explica el CG
en sus siguientes obras (65/202-218), (70/236-238, 391-400),
(60/97), (76/51), etc.
2) Ahora bien, mientras que la "manada pequeña"
de los 144.000 son hijos de Dios, los llamados "otras ovejas", que forman
"la gran muchedumbre", no son ni serán nunca hijos de Dios, sólo
aspiran a ser "nietos" de Dios, cuando lleguen a superar la mencionada
prueba final después de los mil años; esto es así
(según el CG) porque, como recibirán vida eterna a
través de Jesús (que es hijo de Dios), ellos son hijos
de Jesús, y, por tanto, nietos de Dios; aunque al orar, llamen
Padre a Dios, en realidad sólo es su abuelo:
"De modo que hay dos grupos: una pequeña manada,
que reinará con Cristo en los cielos, y una grande muchedumbre,
que vivirá en la tierra […]. Esta grande muchedumbre de otras ovejas
no tiene esperanza celestial. Su esperanza es la de vivir a través
de la batalla del Armagedón y seguir viviendo en la tierra limpia
y permanecer allí.
"Cristo es el Rey. El y los 144.000 miembros de su nación
espiritual gobernarán desde el cielo." (65/216-218).
"Un resto de estos hijos todavía está sobre
la tierra. Unida a ellos […] está una muchedumbre de personas de
buena voluntad que siempre va en aumento. Estas también pueden apropiadamente
dirigirse a Jehová como ‘Padre nuestro’, porque durante el reino
milenario de Cristo llegarán a ser hijos terrestres del Dador de
vida, o sea del mismo Cristo Jesús, y por lo tanto literalmente
están en línea para llegar a ser ‘nietos’ de Dios. En las
Escrituras a menudo se refiere al abuelo como padre." (67/160-161).
C) Esta doctrina del Jehovismo destruye la obra de
Cristo.
1) Es evidente que Jesús vino la primera vez para
poner fin al problema del pecado y dar la salvación, por medio de
su muerte, a todos los que crean en él y le acepten como su salvador
personal (Daniel 9:24; Hebreos 2:14; 9:23-26; 10:1-10; 1 Juan 2:1-2; 1
Timoteo 1:15; Juan 3:16; 5:24; 10:27-29; 5:28-29; Marcos 16:15-16; etc.).
2) Por tanto, cuando venga Jesús por segunda vez,
no vendrá para salvar a nadie de los pecados, sino para dar la salvación
a los que lo esperan (Hebreos 9:28; 1 Tesalonicenses 4:13-18).
3) Por consiguiente, cuando el CG dice que las
"otras ovejas" se salvan después de la segunda venida de Cristo,
y que se salvan por medio de superar una prueba final (sin que sea por
la fe en el sacrificio de Cristo), comete un craso error; pues esa enseñanza
es totalmente antibíblica; es una doctrina jehovista que destruye
la obra salvadora de Cristo; porque no hay otra forma de salvarse que no
sea por medio de la fe en Jesús (Efesios 2:8; Romanos 3:21-30; etc.).
D) El Jehovismo tergiversa y destruye la Biblia
para mantener su doctrina sobre esos dos grupos.
1) Aunque la Biblia dice que todos los cristianos son
"hijos de Dios" (1 Juan 3:2), el Jehovismo considera que, cuando se escribió
el Nuevo Testamento, todos los cristianos sí eran hijos de Dios;
por tanto, todo lo que la Biblia dice se refiere a los "hijos de Dios";
porque, entonces, todos los creyentes formaban parte de los 144.000, hasta
que se completó este número. Por tanto, según el Cuerpo
Gobernante, la Biblia es la Palabra de Dios para sus hijos espirituales;
es decir, para los 144.000 solamente; por esto, las "otras ovejas" tienen
bien gravado en sus mentes que la Biblia es la Palabra de Dios que sirve
de alimento espiritual sólo para los 144.000 (70/120-156).
Nunca se insistirá bastante en esto; porque esta doctrina jehovista
de los dos grupos es fundamental para entender la idiosincrasia del Jehovismo.
Las "otras ovejas" usan la Biblia como una especie de ganzúa para
hacer su trabajo "de casa en casa"; pero su alimento espiritual no está
en la Biblia, sino que les llega por medio de las publicaciones suministradas
por el esclavo fiel y discreto, que es a quien Dios a puesto, para dar
ese alimento espiritual, como ya hemos visto más arriba (apartado
A).
2) No obstante, hay, por lo menos, tres textos en la Biblia,
que muestran claramente que los que creen en Cristo desde 1931 también
son hijos de Dios. Estos textos son: Juan 1:12; Romanos 8:14
y Gálatas 3:26. Vamos a estudiarlos a continuación:
a) Juan 1:12. Traducimos este texto del Nuevo Testamento
griego del Jehovismo, que dice así:
"Pero, a cuantos lo recibieron, les dio poder para llegar
a ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre." (94/418).
*) El CG se ha dado cuenta de que este texto destruye
su doctrina discriminatoria entre esos dos grupos: los "hijos de Dios"
y los que "están en línea para ser nietos de Dios". Por tanto,
para poder mantener esa doctrina antibíblica de esos dos grupos,
ha destruido este texto de Juan 1:12 mediante una traducción fraudulenta,
que dice así en su Biblia del Nuevo Mundo:
"No obstante, a cuantos sí lo recibieron, a ellos
les dio autoridad de llegar a ser hijos de Dios, porque ejercían
fe en su nombre." (82/1276).
*) En primer lugar, el verbo "creer" (de la última
oración gramatical) es, en griego, un participio de presente
activo en dativo, y, por tanto, hay que traducirlo por "a los que creen"
o "a los creyentes". Este presente "creen" es un "presente omnitemporal"
(99/333); es decir, que abarca todos los tiempos, como si decimos:
la Tierra "gira" sobre su eje; el presente "gira" es omnitemporal, no tiene
ningún límite en el tiempo, que es lo que sucede con el "participio
de presente griego" del que traducimos el "presente de indicativo" en español;
ese "participio" griego no tiene ninguna indicación de tiempo (100/179).
Por tanto, sólo indica el hecho de creer en cualquier momento que
se produzca, y, por esto, lo mismo da que uno empiece a creer antes o después
de 1931. Por consiguiente, es igual si nos atenemos a lo que significa
el "participio de presente" griego, como a lo que significa el "presente
omnitemporal" español. El CG cambia el presente "creen"
por el imperfecto "ejercían fe"; de esta manera limita el
hecho de "creer" (o "ejercer fe", según él) a las personas
que recibieron a Jesús cuando vino a la Tierra. Así consigue
que todos los que se han unido a los TJ después de 1931, crean que
no pueden ser hijos espirituales de Dios, y que se salvarán de una
forma diferente a los 144.000.
*) En segundo lugar, vemos que no acaba ahí la
falsificación de Juan 1:12. En efecto, la oración gramatical
que dice: "a los que creen en su nombre" es una "oración coordinada
por yuxtaposición", con la cual se dice: "a los que creen", para
dar a entender que el "poder para llegar a ser hijos de Dios" no se refería
sólo a los que lo recibieron entonces, sino que es para todos los
creyentes en Jesús en todos los tiempos. Ahora bien, el CG
limita otra vez lo que dice esta oración coordinada en aposición
cambiándola por una "oración subordinada causal"; para que,
por medio de ella, se diga la causa por la cual Jesús dio ese poder
a los que lo recibieron entonces, a saber, "porque ejercían
fe ..."; con lo cual todo queda limitado a los que vivían en la
época de Jesús. Como se ve, el CG del Jehovismo se
ha ensañado contra la sintaxis de este pasaje de Juan 1:12. Es evidente
que esta falsa traducción está hecha por unos consumados
falsarios, de los cuales se habla en 2 Corintios 2:17 y Efesios 4:14.
b) Romanos 8:14. En la Biblia del Nuevo Mundo,
este texto dice:
"Porque todos los que son conducidos por el espíritu
de Dios, estos son hijos de Dios." (82/1356).
*) Hace más de veinticinco años que explicamos
este texto a los TJ (54/322), y ahora vamos a insistir aquí.
El CG dice que:
"Cada uno de los testigos de Jehová es ministro
del evangelio." (67/220).
*) Ahora, cada TJ, a quien, el CG, ha hecho creer
que él no es "hijo de Dios", sino que pertenece al grupo
de las "otras ovejas", tiene que darse cuenta que, cuando él va
predicando como "ministro del evangelio", sólo tiene dos posibilidades:
o es conducido por "el espíritu de error" (1 Juan 4:6), o
es "conducido por el espíritu de Dios" (Romanos 8:14); si
cree que es éste su caso, por fuerza tiene que reconocer que él
también es un "hijo de Dios", así como todos los TJ que van
predicando como él; por tanto, cuando el CG dice que los
"hijos de Dios" son sólo 144.000, eso no sólo es un error,
sino que también es un camelo y una tomadura de pelo de los jefes
del Jehovismo hacia todos los TJ.
c) Gálatas 3:26. El CG traduce este
texto así:
"Todos ustedes, de hecho, son hijos de Dios mediante
su fe en Cristo Jesús." (82/1397).
*) La traducción literal, que hacemos de este texto
del NT griego del Jehovismo, dice así:
"Porque todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo
Jesús." (94/850).
*) Es evidente que la causa que hacía que los gálatas
fueran "hijos de Dios" era "la fe en Cristo Jesús". Todos los miembros
del Jehovismo, que en 1931 tomaron el nombre de "Testigos de Jehová"
(67/217), ahora se llaman "Testigos cristianos de Jehová".
Por tanto, por su mismo nombre quieren indicar que creen en Cristo Jesús;
si esto es cierto, su fe en Cristo Jesús tiene que producir el mismo
resultado que produjo en el caso de los gálatas; a saber,
todos los TJ también tienen que ser "hijos de Dios por la fe en
Cristo Jesús", a pesar de todos los sofismas del CG del Jehovismo
para convencerlos de lo contrario.
3) Por otra parte, ya explicamos y probamos ampliamente
que los 144.000 de Apocalipsis 7:1-8 no puede ser un número
literal, sino que se trata de un número simbólico que representa
a los últimos cristianos que serán salvos en el momento antes
del fin del mundo (54/325-331).
4) Ahora bien, puesto que el CG se empeña
en tomar de forma literal el número 144.000, también tiene
que tomar de forma literal lo que se dice de esos 144.000. En Apocalipsis
14:1-5, se vuelve ha hablar de ellos, y, según la Biblia del
Jehovismo, se dice:
"Estos son los que no se contaminaron con mujeres; de
hecho, son vírgenes." (82/1480).
5) Es evidente que, si literalmente se trata de 144.000 creyentes,
también literalmente solamente son hombres, según
dice ese pasaje que se refiere a ellos.
6) En este caso, si (como dice el CG) esos 144.000
son todos los cristianos que hubo desde los apóstoles hasta 1931,
resulta que con los apóstoles también había mujeres
cristianas, según Hechos 1:14; Romanos 16:1-15, etc. Ahora tiene
que aclarar el CG cómo coloca a todas esas mujeres cristianas
del siglo I entre los 144.000 de Apocalipsis 14:1-5, ya que en este texto
literalmente sólo se trata de hombres.
7) Por todo lo visto hasta aquí en este capítulo,
no hay duda de que la doctrina de los "144.000 hijos de Dios" y las "otras
ovejas" destruye la obra salvadora de Cristo al asignar a cada grupo una
forma diferente de salvación; al mismo tiempo tergiversa y falsifica
la Biblia para mantener esta misma doctrina, y hace una discriminación
espiritual y religiosa entre los dos grupos de TJ. Por otra parte, desde
el punto de vista teológico es una gran herejía que comete
el CG del Jehovismo, enseñando doctrinas contrarias a la
enseñanza de los apóstoles, por lo que todos los TJ deberían
hacer lo que dice el apóstol Pablo en Romanos 16:17-18.
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CONCLUSIÓN
1) Si resumimos en un esquema las dos Organizaciones tratadas
hasta aquí, éste queda así:
2) Así vemos que el Adventismo es un hijo
espiritual directo de Guillermo Miller, mientras que el Jehovismo
tiene por padre a Barbour y por abuelo al mismo Guillermo Miller.
3) Por tanto, es completamente necesario realizar el estudios
de estas dos Organizaciones juntas; porque las dos tienen:
*) Un origen común.
*) Un mensaje con idéntico origen.
*) Unas pretensiones iguales.
*) Una estrategia idéntica para conseguir el mismo
fin.
a) Un origen común: el fracaso de Guillermo
Miller en 1844.
b) Un mensaje con idéntico origen: el fracaso
del fin del mundo en 1844 convertido por el Adventismo en el invento de
su fábula celestial llamada "el juicio investigador", comenzado
en el cielo en esa fecha. El fracaso del fin del mundo en 1914 convertido
por el Jehovismo en el invento de su fábula celestial llamada "el
Reino de Dios", comenzado en el cielo en esa fecha. Veamos esto en
el siguiente esquema:
- El Adven: año 457 a. C. + 2.300 años =
1844 d. C.: Fracaso del fin del mundo = Comienzo del juicio investigador
en el cielo.
- El Jehovis: año 607 a. C. + 2.520 años
= 1914 d. C.: Fracaso del fin del mundo = Comienzo del reino de Dios en
el cielo.
c) Unas pretensiones iguales: cada una de estas
dos Organizaciones cree que ella es el único pueblo de Dios en el
mundo; por tanto, cada una de las dos tiene una pésima opinión
de todas las demás iglesias. Veamos lo que dice cada una de estas
dos Organizaciones sobre este asunto:
- El Adventismo dice esto:
"Se dice que Babilonia es ‘madre de las rameras’.
Sus hijas deben simbolizar las iglesias que se atienen a sus doctrinas
y tradiciones, […]. Según este pasaje de la Escritura (Apocalipsis
18), muchos del pueblo de Dios deben estar aún en Babilonia. ¿Y
en qué comunidades religiosas se encuentra actualmente la mayoría
de los discípulos de Cristo? Sin duda alguna, en las varias iglesias
que profesan la fe protestante.
"[…]. Y la expresión ‘Babilonia’ – confusión
– puede aplicarse acertadamente a esas congregaciones que, aunque declaran
todas que sus doctrinas derivan de la Biblia, están sin embargo
divididas en un sinnúmero de sectas, […]." (2/433-434).
Es evidente que el Adventismo, en este libro que citamos
aquí, llama "sectas" a las iglesias protestantes, y esto
lo viene diciendo desde que apareció este libro en 1888 hasta la
actualidad; pero lo insólito es que, en la actualidad, la Iglesia
Adventista en España forma parte de la Federación de Entidades
Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), mientras que,
al mismo tiempo, está vendiendo dicho libro en el cual llama "sectas"
a las iglesias evangélicas.
- El Jehovismo afirma lo siguiente:
"[…], Dios odia a la cristiandad. Pronto él la
destruirá con el resto del mundo. […]" (76/53).
c) Una estrategia idéntica para conseguir el mismo
fin, que es el engrandecimiento de su multinacional; pues cada una
de estas dos Organizaciones dice:
- El fin del mundo está a la vuelta de la esquina,
para que la gente ingrese en su Organización.
- Cuando la gente ha ingresado, le dicen: el fin del mundo
no llegará hasta que acabemos de predicar nuestro mensaje; por tanto,
todos tenéis que trabajar para acabar nuestra obra (a la cual suelen
llamar la "obra de Dios"); así, con el trabajo de todos, crecen
las multinacionales del Adventismo y del Jehovismo; una bonita estrategia
fundada en el fin del mundo, que es el comodín que
manejan con gran destreza los dirigentes de ambas multinacionales; sin
olvidar el "juicio investigador" comenzado en el cielo en 1844, y el "reino
de Dios" empezado en el cielo en 1914; a las multinacionales creadoras
de esos dos inventos, les dedicamos el siguiente sonetillo:
El juicio investigador,
el Adventismo inventó,
cuando el mundo no acabó
con fuego aterrador.
En ese fuego abrasador,
el Jehovismo falló
y un reino de Dios creó
para paliar el error.
Adventismo y Jehovismo,
son, tu reino y tu juicio,
dos fábulas celestiales,
dos quimeras muy iguales,
que causan mucho perjuicio
y en el fondo son lo mismo.
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