ADVENTISMO Y JEHOVISMO
(SU ORIGEN Y SU PECULIAR MENSAJE)
Pedro de Felipe del Rey
APÉNDICE 1
INTÉRPRETES PREMILLERITAS Y MILLERITAS
DE LOS 2.300 DÍAS DE DANIEL 8:14
1) El Adventismo se considera sucesor de los intérpretes de las profecías
de Daniel de los siglos pasados, ya sean judíos, católicos
o protestantes, y especialmente de los intérpretes milleritas, compañeros
de Guillermo Miller en el siglo XIX; así lo dicen los comentaristas
adventistas:
"Como continuadores de principios claramente enunciados y firmemente establecidos en la interpretación
a través de los siglos, somos en realidad intérpretes firmemente
ortodoxos de la profecía. Los descollantes expositores de la fe
judía, católica y protestante son nuestros antepasados en
las interpretaciones. […].
"Hemos retenido lo que otros
han dejado que se les escape. En resumen, esto expresa nuestra relación
con la sucesión de testigos de la profecía de Dios a través
de todos los siglos pasados. Hemos reunido las gemas de verdades proféticas
de Daniel, cap. 2, 7, 8, 9, 11 y 12, que han estado sepultadas debajo de
los escombros de lo que abandonaron y descuidaron otras iglesias. […].
"Nuestros antecedentes inmediatos
han de buscarse en el reavivamiento mundial y movimiento adventista de
las primeras décadas del siglo XIX, primero en el Antiguo y después
en el Nuevo Mundo, donde el movimiento característico fue conocido
como millerismo.
"La mayor parte de nuestras
principales definiciones en cuanto a las profecías de Daniel vinieron
directamente de los expositores milleritas, pues esa fue la principal área
de su estudio en las líneas proféticas." (7/tomo 4,
p. 80).
2) Tocante a la profecía de los 2.300 días de Daniel 8:14,
que es el tema que nos ocupa, y la más importante para milleritas
y adventistas, veamos qué dicen esos intérpretes judíos,
católicos y protestantes, a los que acaba de aludir el Adventismo:
A) Intérpretes judíos de los 2.300 días de
Daniel 8:14.
1) El Adventismo dice:
"Los primeros en aplicar
el principio de día por año a los 2.300 años fueron
judíos. […]" (7/tomo 4, p. 57).
2) El primero que nos presentan, hablando de los 2.300 días de Daniel
8:14, es éste:
"[…] Nehavendí de
Persia (siglo IX), consideraba que los 2.300 ‘días’ eran años
que se debían contar a partir de la destrucción de Silo,
en 942 a. C." (Ib.).
3) Contando 2.300 años desde esa fecha, se llega al año 1358
d. C. ¿Qué pasó entonces? ¿Se purificó
algún santuario en 1358? ¿Por qué no dicen qué
sucedió en esa fecha, o para qué sirvió esa interpretación?
Es evidente que esa interpretación terminó en el primer
fracaso de los que nos va a presentar aquí el Adventismo; pero
pasemos al siguiente intérprete que cuenta los 2.300 días como 2.300
años:
"[…] el Célebre
Rashi, de Francia, y otros eruditos judíos, estimaban que los 2.300
‘días’ proféticos eran años completos, aunque comenzaban
el período en fechas diferentes, tales como la entrada de Israel
en Egipto o la erección del primer templo." (Íd,
p. 58).
4) ¿Para qué sirvieron esos cálculos? Puesto que nos
dicen que contaban desde dos acontecimientos diferentes, y, puesto que
desde cualquiera de esos dos acontecimientos, se han pasado ya muchos más
de 2.300 años, nos deberían decir qué sucedió
al final de esos 2.300 años según cada una de esas dos interpretaciones.
¿Se purificó algún santuario al final de cada uno
de esos dos cálculos? Puesto que el Adventismo no lo dice, nosotros
consideramos que esas dos interpretaciones terminaron en el segundo
y el tercer fracasos de los que vamos a contabilizar aquí; mas
prosigamos con la relación:
"Hahmánides, notable
talmudista y rabino catalán (1194-1260), hacía arrancar los
2.300 años del reinado de David; […]." (Ib.).
5) Puesto que desde el reinado de David ya han pasado más de esos
2.300 años, el Adventismo debería decir qué pasó
al terminar ese cálculo, ¿lo sabe algún adventista?
¿Sabe el Adventismo para qué sirvió ese cálculo?
¿Se purificó algún santuario cuando acabó el
período calculado por ese rabino? Es evidente que ese cálculo
condujo al cuarto fracaso, y sigamos:
"[…]; Simón ben
Zema Durán (1361-1444), médico y rabino en Argel los ubica
desde la destrucción del reino de Israel, de 450 a. C. a 1850 d.
C., aproximadamente." (Ib.).
6) Y "aproximadamente" ¿qué sucedió al concluir esos
2.300 años en el año 1850 "aproximadamente"? ¿Por
qué no lo dice el Adventismo que está tan interesado en coleccionar
toda esta serie de fracasos proféticos, de los cuales éste
es el quinto fracaso?, y vamos al siguiente:
"Pero el gran expositor
español Isaac Abrabanel interpretaba que los 2.300 años representaban
la duración del exilio bajo el poder romano, y los hacía
terminar significativamente en ‘días muy lejanos’ en el ‘tiempo
del fin’ (Ib.).
7) En esta interpretación, hay que considerar dos temas:
a) " ... el exilio bajo el poder romano, ... Teniendo en cuenta que
el último rey de Judá, Arquelao, fue destituido por el emperador
romano Augusto en el año 6 d. C., los 2.300 años terminarán
aproximadamente en el año 2294, ¿y esa fecha es el "tiempo
del fin"? ¿Para qué le sirve esta interpretación absurda
al Adventismo para que la ponga en su colección de locuras proféticas?
b) Por otra parte, teniendo en cuenta que Isaac Abrabanel vivía
en Guadalajara en el año 1491 (119/561), ¿dónde
estaba el poder romano en esa fecha?. ¿Y cómo podía
durar ese poder hasta el año 2294? Verdaderamente esta ridícula
interpretación constituye el sexto fracaso de esta colección.
B) Intérpretes cristianos de los 2.300 días de Daniel
8:14.
1) El Adventismo sigue sumando personajes a su lista de interpretes
fracasados; el siguiente es éste:
"[…]. Y en el siglo XIII,
en el tratado denominado De Semine Scripturarum, atribuido a un
monje de Bamberg, aparece la primera interpretación cristiana de
los 2.300 días como 23 siglos (partiendo del tiempo de Daniel para
llegar al siglo XVI)." (Ib.).
2) Tenemos que volver a preguntar al Adventismo, ¿para qué
le sirve esta interpretación? ¿qué sucedió
en el siglo XVI cuando acabó el período señalado por
esta interpretación? ¿se purificó algún santuario?
Lo único que sucedió entonces fue que tuvo lugar el séptimo
fracaso profético de los coleccionados por el Adventismo; pero
pasemos al siguiente:
"En 1292, el médico
español Arnoldo de Villanova escribió una interpretación
o comentario sobre esa obra. Claramente computaba los 2.300 años
mediante el principio de día por año, contando desde Daniel
hasta el segundo advenimiento, […].
"Villanova reitera lo mismo
en un tratado posterior (1305)." (Ib.).
3) Comprobamos que, desde Daniel, ya se han pasado más de 2.300
años, y no ha tenido lugar "el segundo advenimiento", por lo que
"el principio de día por año" fracasó estrepitosamente,
y el tal Villanova cosechó el octavo fracaso profético
de esta colección; no obstante, otros seguirían inventando
nuevas fechas; veamos el siguiente:
"Olivi […] a fines del
siglo XIII interpretó los 2.300 días como días literales,
aplicándolos al tiempo cuando Antioco holló a Jerusalén,
o como años, desde Antioco aproximadamente hasta el año 2000
d. C." (Ib.).
4) Vemos que éste juega a todos los números: o son días
o son años, ¿qué otra posibilidad queda? Pero, a pesar
de eso, sólo consiguió dos fracasos:
a) Por lo que se refiere a Antioco, éste no holló a Jerusalén
ni siquiera la mitad de 2.300 días; por lo que esta interpretación
constituye el noveno fracaso para este autor.
b) Por lo que se refiere al cálculo que sitúa el fin de
los 2.300 años en el año 2000, ahora tendrá que decir
el Adventismo en qué ha consistido el cumplimiento de lo calculado
por el señor Olivi; porque al parecer eso sólo ha consistido
en el décimo fracaso profético; dejando claro que
ese sofisma de día por año es un fracaso para todo el que
lo aplica; pero hubo más que se empecinaron en esa interpretación:
"Urbino de Casale (n. 1259)
hizo la misma aplicación en cuanto al tiempo: desde Antioco hasta
el año 2000 d. C." (Ib.).
5) De este Urbino, al dar la misma interpretación que el anterior,
sólo podemos decir que cosechó el undécimo fracaso
como interprete de esta profecía; pero hubo más; el siguiente
es éste:
"Después surgió
Nicolás Krebs, de Cusa (c. 1400-1464), […], que no sólo divulgó
la aplicación del principio profético de día por año
a los 2.300 años, sino que en 1440 les dio un punto de partida más
definido. […] Sostenía que los 2.300 años se extendían
desde el tiempo de la visión de Daniel del cap. 8, en el primer
año de Persia, hasta la venida de Cristo – quizá entre 1700
y 1750 – para castigar y consumir el pecado con su segundo advenimiento."
(Íd., p. 59).
6) Ya se han pasado más de dos siglos desde el final de ese cálculo
para el año 1750, y Cristo no ha venido; por tanto, el fracaso de
contar "día por año" es manifiesto, y, al tal Nicolás,
le corresponde el duodécimo fracaso en esta cuenta; pero
hay más; sigamos:
"Durante la Reforma, y
después de ella, por lo menos 21 expositores, desde George Dowhham
(m. 1634), teólogo inglés, hasta Edward King, abogado (escribió
c. 1798), explicaron Dan. 8 considerando que el número 2.300 implicaba
años." (Ib.).
7) Al menos que el Adventismo demuestre en qué ha consistido el
cumplimiento de los cálculos de estos 21 individuos, no tenemos
más remedio que ver que, por contar "día por año",
se produjeron otros 21 fracasos proféticos, para sumar a los doce
anteriores, con lo cual ya llevamos 33 fracasos de interpretación
profética sobre Daniel 8:14, y la suma sigue:
"William Sherwin extendía
los 2.300 años desde el cautiverio de Babilonia hasta el […] 1700)."
(Ib.).
8) Este William constituye el fracaso 34. El Adventismo menciona
a continuación otros diez 44 fracasos
sobre los 2.300 años. Después nos presenta, el Adventismo,
a los que hacen coincidir el comienzo de los 2.300 años con las
70 semanas de Daniel; el primero de éstos es:
interpretes, que cosechan otros
tantos fracasos; con los cuales, la suma asciende a "Johann
P. Petri (1718-1792), […], fue el primero en hacer comenzar al mismo tiempo
las 70 semanas de años y los 2.300 años. […]. Extendía
ese período desde el 453 a. C. hasta el 1847 d. C., cuando llegaría
‘el segundo advenimiento’." (Íd., p. 60).
9) Éste fue un buen ejemplo para Guillermo Miller en cuanto a la
forma de contar esos dos períodos juntos desde una misma fecha;
lo que nos muestra que Miller no descubrió nada en cuanto a esa
forma de contar. Ahora bien, al menos que el Adventismo diga lo contrario,
tampoco vino Cristo en el año 1847, por lo que el tal Petri suma
el número 45 de los fracasos proféticos de este catálogo;
pero la lista sigue así:
"Hans Wood, de Irlanda,
cerca del fin del siglo XVIII, también consideró que las
70 semanas son la primera parte de los 2.300 años, pero las comenzó
en 420 a. C. De ese modo extendió las 70 semanas hasta el año
70 d. C., y por lo tanto terminó los 2.300 días en 1880."
(Ib.).
10) Vemos que, con las 70 semanas como sin ellas, cada uno comienza en
una fecha diferente; pero ¿qué pasó en 1880? El Adventismo
no dice nada de esto; pero lo que no falló fue el fracaso 46
para este intérprete, y la lista continúa:
"James
Bicheno […] los ubicó (los 2.300 años) entre 481 a. C. y
1819 d. C. Y el abogado Edward King computó el tiempo de los 2.300
años desde el […] 538 a. C. hasta 1762 d. C., o quizá desde
525 a. C. hasta 1775 d. C." (Ib.).
11) ¿Qué pasó en los años 1819, 1762 ó
1775? ¿Para qué sirvieron esos cálculos? Para sumar
otros tres fracasos más a la cuenta de los 2.300 años, con
lo que la suma asciende ya a 49 fracasos. Parece que al Adventismo
le sirven todos estos fracasados intérpretes para aumentar su colección
de pronosticadores; el relato sigue así:
"El estudioso gobernador
de Massachusetts, William Burnet (1688-1729), […] extendió los 2.300
años desde 555 a. C. a 1745 d. C., y consideraba que el reino de
Dios estaba a las puertas. David Imrie afirmaba en su Letter (Carta)
de 1756 que él esperaba que el ‘gran día’ comenzara en torno
del año 1794, y hacía partir los 2.300 años en el
primer año de Persia o sea 538 a. C. El clérigo episcopal
Richard Clarke […], a fines del siglo XVIII, consideraba que los 2.300
años, cuando la verdad debía ser hollada y exaltada la religión
falsa, comprendían de 538 a. C. a 1762 d. C.: la ‘media noche’ del
mundo y la caída de Babilonia.
"[…]. Existe
el testimonio de 40 expositores europeos – que van de ‘J. A. B.’ (1810)
a Birks (1843) – que esperaban el fin de los 2.300 años en 1843,
1844 o 1847; la mayor parte de éstos hacía comenzar los 2.300
años al mismo tiempo con las 70 semanas de Daniel 9. […] (Ib.,
p. 61).
12) Con esta última cita, tenemos que agregar otros 43 fracasos
más; con ellos asciende este catálogo a 92 fracasos a
cargo de los 2.300 años, pues ninguno de ellos dio en el clavo.
Ahora bien, lo cierto es que la interpretación que hizo Guillermo
Miller, comenzando los 2.300 años y las 70 semanas al mismo tiempo
y terminando los 2.300 años en 1843 y luego en 1844, ya estaba hecha
por unos 40 intérpretes según dice el Adventismo en la última
cita. ¿Par qué nos cuenta, pues, la profetisa que Miller
se pasó varios años de estudio para llegar a una conclusión
que ya era de dominio público? Dando ahora un salto en esta larga
colección de pronosticadores fracasados, vamos a ver otra serie
de intérpretes de U. S. A.:
"Expositores norteamericanos de
los 2.300 años. […]
"La
mayoría de los expositores que se ocuparon de la ubicación
cronológica de los 2.300 años se dividían casi por
igual, entre 453 a. C. – 1847 d. C., y 457 a. C. – 1843 ó 1844,
aunque algunos hacían terminar el período en 1867 o 1868,
y otros pocos en diferentes fechas. […]
"La mayoría de estos
intérpretes esperaba que los 2.300 años terminaran con algún
acontecimiento que diera principio al milenio o preparara el camino para
él. Esperaban un aumento notable de la justicia y de la paz, o la
purificación del santuario/iglesia de la apostasía y de la
corrupción, o la destrucción del anticristo, o la liberación
de la tierra santa del poder de los musulmanes. Los premilleritas esperaban
el reinado de Cristo en la tierra con sus santos; los postmilleritas anticipaban
un notable derramamiento del Espíritu y una gradual conversión
del mundo antes de que apareciera Cristo." (Íd., pp. 62-63).
13) Aunque no nos dicen cuántos eran estos expositores, con ellos
ya tenemos más de 100 fracasos a costa de la interpretación
de los 2.300 años. Por otra parte, vemos que algunos de esos cálculos
iban desde el 457 a. C. hasta el 1843 ó 1844, lo que muestra a las
claras que los cálculos de Miller ya estaban hechos desde antes
que él se ocupara de este asunto. ¿Por qué dice, pues,
la profetisa más tarde que los ángeles guiaron a Guillermo
Miller? ¡Vaya par de camelos! El de Miller y el de la profetisa.
Además, también queda claro que se sirvieron de los 2.300
años, para hacer un número infinito de cábalas anunciando
diferentes acontecimientos; pero todos fallaron; y, con estos precedentes,
llegamos a la interpretación millerita de los 2.300 años:
"La exposición
millerita de Daniel 8.- El principal mensaje de los milleritas era
que la segunda venida de Cristo acontecería al fin de los 2.300
días. De hecho, las diferencias más vitales entre los expositores
milleritas y otros del mismo período no dependían principalmente
de los cálculos en cuanto a los lapsos proféticos, sino de
los sucesos que ocurrirían a su terminación." (Ib.).
14) El sofisma de que Guillermo Miller calculó el fin del mundo
y la segunda venida de Cristo para 1843 ó 1844 queda desenmascarado;
porque esos cálculos ya estaban hechos por otros antes que él
se ocupara de este tema. De hecho, Miller es uno más de los fracasados
para sumar a esa larga lista de más de 100 fracasos fundados
en los 2.300 años. Otra cosa es que, después, la profetisa
y sus acólitos inventaron la fábula celestial del "juicio
investigador" fundado en esos cálculos que, antes que a Miller,
pertenecían a otros, como queda demostrado por las citas que anteceden;
de cuyo invento Miller no quiso saber nada, ni tuvo nada que ver con el
grupo de la profetisa. Por otra parte, esta gran ensalada
de desvaríos
fundados en los 2.300 días sólo sirve para demostrar, de
forma concluyente, que el hecho de transformar los 2.300 días en
2.300 años es un gran error y un engendro, que no lleva a ninguna
parte, como queda probado hasta la saciedad por los más de 100 fracasos
que hemos contabilizado hasta aquí; pero esa fue la herencia que
llegó a Guillermo Miller, quien hizo una amalgama con los retazos
de los cálculos de sus antecesores, para dar las mismas fechas que
otros ya habían dado antes que él, como ya ha quedado demostrado;
pero pasemos a ver el engendro del señor Miller.
C) La quiniela de cuatro apuestas de Guillermo Miller.
1) El Adventismo nos informa del enmarañado y disparatado embrollo
que confeccionó Miller para llegar a 1843; éstas son sus
palabras:
"Diferente interpretación
de Miller.- William (Guillermo) Miller, fundador del movimiento millerita,
introdujo una interpretación completamente diferente. Combinando
la exposición ‘el continuo’ de Dan. 8:11-14; 11:31; 12:11, con Mat.
24:15 y 2 Tes. 2:7-8, declaró que el poder de la Roma pagana debía
ser quitado del camino antes de que se revelara ‘el misterio de iniquidad’
papal. Por lo tanto, llegaba a la conclusión de que el ‘continuo’
debía ser el paganismo, eliminado antes de que pudiera desarrollarse
el papado.
"Un
factor vital de esta posición era su interpretación de la
bestia de diez cuernos de Apoc. 13 como la Roma pagana, una de cuyas cabezas
fue herida de muerte y reemplazada por el poder civil del papado, ejerciendo
esta última cabeza su poder durante 42 meses o 1260 años.
Entendía que la bestia de dos cuernos (a la que él llamaba
‘bestia-imagen’) era el poder eclesiástico papal, pero aplicaba
el número 666 a la primera bestia, como los años de la dominación
pagana de Roma. Miller comenzaba este período desde el ‘pacto’ (Dan.
11:23) humillante de los judíos con los romanos, que él erróneamente
pensaba que había ocurrido en 158 a. C. (en una nota al pie de pág.
ponen que fue en el 161 a. C.), y que se extendería hasta la ‘caída’
del paganismo. Calculaba esto sencillamente restando 158 (a. C.) de 666,
lo que daba 508 d. C. Miller creía que ésta era la fecha
de la conversión del último rey pagano. Y razonaba que este
hecho suprimió el ‘continuo’ del paganismo (Miller, Evidence
From Scripture and History [Evidencia de las Escrituras y la historia],
1836, pp. 36, 50, 56-62, 71).
"[…].
En su primera carta a Miller, en 1838, su colega Charles Fitch ponía
en duda la comprobación del suceso que Miller había ubicado
en 508 (S. Bliss, Memoirs of William Miller [Memorias de Guillermo
Miller], p. 129).
"Seis meses antes del chasco
de octubre de 1844, Miller declaró públicamente que sus hermanos
por lo general no habían concordado con él en que 666 significaba
666 años de la Roma pagana (Midnight Cry [El clamor de medianoche],
febrero 22, 1844, p. 242). En el diagrama adoptado por el congreso general
de los milleritas, en mayo de 1842, se omite el número 666 como
los años del paganismo, y ‘el continuo’ como el paganismo." (Id.,
pp. 66-67).
2) Efectivamente, hemos encontrado, en un libro (1/424), una
fotografía de este diagrama, cuya leyenda al pie dice: "La lámina
profética original de Carlos Fitch"; y, en ella, no aparece el número
666; pero sí aparece la fecha 158, que los mismos adventistas, como
hemos visto, consideran errónea (siendo la verdadera fecha el año
161, según ellos); además también aparece la fecha
del año 508, obtenida de restar el 158 erróneo al 666. Ponemos
a continuación una reproducción de esta "lámina" o
"diagrama", para observar por qué caminos llegó, Guillermo
Miller, a obtener la fecha del año 1843, en el cual colocó
la segunda venida de Cristo (véase el Apéndice 10).
3) Observando esta lámina, vemos que Miller calculó la
fecha del año 1843 por CUATRO caminos diferentes:
a) Todas las figuras y números están explicados; pero
la escritura es ilegible; no obstante, podemos descifrar la mayor parte
de los números empleados en los cálculos. En la parte superior
derecha, hay un 7, que son los siete tiempos (o años, según
ellos) de Daniel 4; estos siete años están multiplicados
por 12 meses, que dan 84 meses; éstos están
multiplicados por 30 días, cuyo producto es 2.520 días,
que son considerados como otros tantos años (se trata del período
llamado "tiempos de los gentiles" por el Jehovismo, y que es un tramo fundamental
de su cronología para llegar a 1914, de lo cual ya hemos hablado
en la
Sección segunda de este libro). En la parte superior
del cuadro, a la izquierda de estas operaciones matemáticas, vemos
que, a los 2.520 años, se restan 677 años de a. C. [que nos
llevan a la época en que el rey de Judá, Manasés,
698-642 (27/tomo III, p. 242), implantó la idolatría
en su reino, por lo que fue llevado cautivo por los asirios, según
2 Crónicas 33:1-20]; de esa forma, se obtiene, por primera vez,
en esa lámina, la fecha del año 1843.
b) Debajo de esa fecha, 1843, se coloca el número 2.300, que
son los días de Daniel 8:14 convertidos en años, a los cuales
se resta 457 años de antes de Cristo, fecha correspondiente al año
séptimo del reinado del rey persa Artajerjes; el resultado es, por
segunda
vez, la fecha del año 1843.
c) Hacia el centro del cuadro, vemos esta resta: 1335 – 1290 = 45. Estas
dos cantidades, que se restan, son los días mencionados en Daniel
12:11-12, pero convertidos en años; en la parte inferior del cuadro,
está el número 1798, que es la fecha en la cual el ejército
de Napoleón se llevó prisionero al Papa a Francia (7/tomo
4, p. 860); a esta fecha, se suman los 45 años obtenidos de la resta
anterior, y el resultado es, por tercera vez, la fecha del año
1843.
d) En la parte inferior del cuadro, a la derecha de la última
suma, hay otra suma: al número 508 (que ya hemos visto, más
arriba, que es el resultado de restar al 666 la fecha 158 [considerada
errónea]) se suma el número 1335 (que es el mencionado en
Daniel 12:12), y el resultado es, por cuarta vez, la fecha del año
1843.
4) Entre el resto de las fechas del cuadro, en el centro de la parte
superior, está el año 538 a. C., como fecha de la caída
de Babilonia (Daniel 5:30-31), pero esta fecha es errónea, porque
eso ocurrió en el año 539 a. C. (54/162-176). En esa
misma columna, cerca de la parte inferior, están las fechas 1299
y 1449, entre las cuales está comprendido el tiempo adjudicado,
por el autor del cuadro, a la quinta trompeta de Apocalipsis 9:1, lo cual
todavía conserva el Adventismo (7/tomo 7, p. 806). Junto
al margen de la derecha del cuadro, hacia el centro, hay unas operaciones
matemáticas, mediante las cuales, los 3 ½ tiempos de Daniel
7:25 y Apocalipsis 12:14, considerados años, son hechos 1260 días,
que, previa transformación en 1260 años, es un período
de tiempo usado como un auténtico comodín en los galimatías
cronológicos del Adventismo y del Jehovismo.
5) Observado este cuadro, vemos que el Adventismo y el Jehovismo todavía
conservan, en sus cálculos cronológicos, una gran parte de
ese galimatías de la quiniela de cuatro apuestas que hizo Guillermo
Miller, usando diversas variables, para conseguir más fácilmente
un pleno, que era la fecha del año 1843, el cual le reportaría
como premio nada menos que la segunda venida de Cristo. ¡Qué
banales y repugnantes cábalas para pronosticar errónea e
insensatamente una cosa tan seria!
6) Por último, hay que tener en cuenta que la profetisa del Adventismo
reconoce que, en ese cuadro, había cifras erróneas (ya hemos
señalado algunas). No obstante, ella afirma que ese cuadro (o diagrama)
fue dirigido por Dios, las cifras eran "como él las quería"
y él mismo colaboró para que la gente no viera esas cifras
equivocas. También afirma que los ángeles guiaron a Guillermo
Miller; así dice ella que vio todo esto una de sus visiones:
"He visto que el diagrama
de 1843 fue dirigido por la mano del Señor, y que no debe ser alterado;
que las cifras eran como él las quería; que su mano cubrió
y ocultó una equivocación en algunas de las cifras, para
que
nadie pudiese verla, hasta que la mano de Dios se apartase.
"[…]. Los ángeles
de Dios visitaron repetidamente a aquel varón escogido (Guillermo
Miller), y guiaron su entendimiento para que comprendiese las profecías
[…]." (3/74, 229).
7) ¿Qué habría pasado si Dios y los ángeles
no hubieran colaborado en la confección de esa patraña? ¿Es
posible que los dirigentes del Adventismo crean que Dios y los ángeles
hicieron todo eso que dice su profetisa? ¿Cómo pueden creer
que alguien que dice esas atrocidades sea una profetisa verdadera? ¿Cómo
es posible que sigan todavía vendiendo ese libro que pone en ridículo
a Dios y a ellos mismos? ¿Qué les interesa más: el
mensaje de ese libro o su valor crematístico? Ahora bien, a pesar
de todas estas aberraciones, ellos se jactan de ser "interpretes firmemente
ortodoxos de la profecía":
"Como continuadores y consumadores de principios claramente enunciados
y firmemente establecidos en la interpretación a través de
los siglos, somos en realidad interpretes firmemente ortodoxos de la profecía."
(7/tomo 4, p. 80).
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APÉNDICE 2
EL CUMPLIMIENTO DE LOS 2.300 DÍAS LITERALES
DE DANIEL 8:14
1) Hemos visto, en el Apéndice 1 y en la
Sección
primera de este libro, que nadie ha podido encontrar un acontecimiento
que justifique el cumplimiento de los 2.300 días, de Daniel 8:14,
convertidos en 2.300 años; no obstante, los dirigentes del Adventismo
afirman:
"Los comentadores han tratado
sin éxito de encontrar algún acontecimiento histórico
que se amolde a un período de 2.300 días literales." (7/tomo
4, p. 870).
2) Ellos han publicado ese tomo 4 en el año 1985; ahora bien, el
texto de este Apéndice fue redactado en el año 1987; por
lo tanto, los redactores de ese tomo 4 del Comentario Bíblico
Adventista, en 1985, no podían tener ninguna noticia de nuestro
texto, que muestra precisamente que sí hay un acontecimiento histórico
que da cumplimiento a ese período de 2.300 días literales
de Daniel 8:14. Para mostrar esto, empecemos por tener en cuenta el calendario
bíblico, que tiene estos meses (con la indicación de los
días de cada mes):
Meses bíblicos:
1º Nisán (30) 4º
Tammuz (29) 7º Tishrí
(30)
10º Tevet (29
2º Iyar (29) 5º Abh
(30)
8º Marjeshván (29) 11º Shevat
(30)
3º Siván (30) 6º Elul
(29)
9º Kislev
(30)
12º Adar (29).
3) Vemos que el año suma 354 días (en general; porque,
en el calendario israelita moderno, que es lunisolar, el año puede
variar teniendo un día más, o un día menos). Como
el año lunar es once días más corto que el año
solar, para conservarlo de acuerdo con el año solar, se agrega un
mes cada tres años aproximadamente, llamado Veadar (con 29 días);
en este caso, también se agrega un día al mes de Adar; aunque,
en la época del Antiguo Testamento, no se contara el número
de los días con tanta exactitud, siempre un número determinado
de años tenía que cubrir el mismo número de días
que ahora, ya que el comienzo del primer mes, Nisán, siempre temía
que coincidir con el momento en que era posible la visión del primer
creciente lunar de la primavera; si no era posible la visión del
creciente lunar al terminar el día 29 de Adar (por ejemplo por estar
nublado), se agregaba un día a este mes, y, al día siguiente,
comenzaba el mes de Nisán aunque tampoco fuera posible la visión
del creciente lunar al terminar ese día 30 del mes de Adar, porque
ningún mes podía tener más de treinta días.
4) En el calendario bíblico (como en el actual de los judíos),
se comienza a contar los meses desde Nisán (que es el mes primero);
pero el año empieza con el mes de Tishrí (que es el mes séptimo),
y termina con el mes sexto; así:
Orden de los meses bíblicos.
1º |
2º |
3º |
4º |
5º |
6º |
7º |
8º |
9º |
10º |
11º |
12º |
1º |
2º |
3º |
4º |
5º |
6º |
7º |
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Un año bíblico
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(14/tomo 10, pp. 728-729).
5) Descartada la traducción "será purificado", de
Daniel 8:14 (como ya hemos visto en el texto de este libro, Sección
primera, Tercera parte, cap. II), es evidente que este texto
se refiere a la reconstrucción del templo de Jerusalén, después
de haber sido destruido; pero, como fue destruido más de una vez,
¿a qué reconstrucción se refiere? Veamos las diferentes
posibilidades:
I.- Si Daniel 8:13-14 forma parte de la obra del cuerno pequeño
mencionado en este capítulo 8 de Daniel:
1) En este caso, tenemos que Daniel se refiere a ese cuerno en Daniel
8:9-14, 23, 26.
2) Entonces, Daniel 8:14 habla del tiempo que iba a durar la reconstrucción
del templo, después de la destrucción del mismo llevada a
cabo por el cuerno pequeño, tal como se dice en Daniel 8:11.
3) Sabemos que, en efecto, ese cuerno pequeño destruyó
el templo de Jerusalén en el año 70 d. C.
4) Si alguien acepta esta interpretación, tendrá que esperar
a contar esos 2.300 días desde el momento que se dé la orden
para reconstruir dicho templo destruido por Tito en el año 70, y
que aún no ha sido reconstruido.
5) El Adventismo dice que Daniel 8:13-14 forma parte del texto que se
refiere al cuerno pequeño, y que ese cuerno es la Roma pagana; y
empieza a contar los 2.300 días de Daniel 8:14 desde el año
457 a. C.; pero ese año 457 a. C. corresponde al imperio Persa,
representado en la profecía por el carnero (según Daniel
8:3-4, 20). Por tanto, esa interpretación del Adventismo es la más
errónea que uno pueda imaginar; porque, por una parte, dice que
ese cuerno pequeño existe en la profecía desde el año
168 a. A. (7/tomo 4, pp. 852, 868; tomo 5, p. 30) y afirma que Daniel
8:13-14 pertenece a la obra de ese cuerno, y, por otra parte, cuenta esos
2.300 días desde el año 457 a. C.; es decir, cuenta la obra
del cuerno pequeño desde 289 años antes que ese cuerno aparezca
en la Historia, según dicha profecía.
II.- Si Daniel 8:13-14 no forma parte de la obra del cuerno pequeño:
1) La visión del carnero, el macho cabrío, los cuatro
cuernos y el cuerno pequeño abarca Daniel 8:1-12, y la explicación
de esa visión está en Daniel 8:15-25.
2) Después de esa visión, Daniel tuvo otra, que está
en Daniel 8:13-14. Esta visión es distinta de la anterior, como
bien se ve al decir: "enseña a éste la visión" (según
Daniel 8:16); entonces se le explica la visión; pero esa explicación
termina en Daniel 8:25. Después se pasa a decir: "La visión
de las tardes y mañanas […] (Daniel 8:26), con lo que se ve que
Daniel 8:26 es la explicación de la visión de Daniel 8:13-14,
y esta visión es otra distinta a la que se refiere Daniel 8:15-25.
3) Esta visión de Daniel 8:13-14, 26 tiene lugar hacia el año
550 a. C., y el templo de Jerusalén estaba destruido desde el año
586 a. C., cuando lo destruyó Nabucodonosor.
4) Cuando el ejército de Ciro conquistó Babilonia en el
año 539 a. C., empezó a reinar en ella Darío el Medo
(según Daniel 5:30-31). Como esa conquista tuvo lugar dentro del
mes de Tishrí, entonces comenzó el año ascensional
de este Darío; al llegar el día 1 del mes de Tishrí
siguiente (año 538 a. C.), empezó el primer año del
reinado de dicho Darío en Babilonia; el libro de Daniel menciona
este año primero (Daniel 9:1). Después no se habla del segundo
año de Darío; por lo que se ve que murió dentro de
ese año primero de su reinado; el tiempo que quedara de ese primer
año, para llegar al siguiente primer día de Tishrí,
constituye el año ascensional de Ciro; por tanto, el año
primero de Ciro empezó el día 1 de Tishrí del año
537 a. C.
5) Ciro, en el primer año de su reinado en Babilonia, dio la
orden para reconstruir el templo de Jerusalén (según Esdras
1:1-4). En ese primer año de Ciro, los judíos regresaron
a Judea.
6) El día 1 de Tishrí del año siguiente (536 a.
C.) es cuando empezó el segundo año del reinado de Ciro;
entonces edificaron los judíos el altar de los holocaustos y ofrecieron
sacrificios sobre él (según Esdras 3:1-6).
7) Ahora debemos considerar cuándo dio Ciro la orden para reconstruir
el templo de Jerusalén. Flavio Josefo, refiriéndose a lo
que se indica de Ciro en el profeta Isaías 44:28 y 45:1-13, dice
así:
"Ciro
lo leyó, y admirado de la inspiración divina, ansió
cumplir lo que estaba escrito." (26/libro XI, cap. 1:2).
8) Es evidente que, a pesar de esas ansias de Ciro, éste no dio
la orden para reconstruir el templo de Jerusalén durante el período
de su año ascensional (tal vez éste fuera muy breve); porque
la Biblia dice que fue en el año primero de su reinado cuando mandó
reconstruir dicho templo (según Esdras 1:1). Por tanto, lo más
pronto que Ciro pudo dar esa orden de reconstrucción del templo,
no pudo ser antes del comienzo de su primer año de reinado; pues,
aunque tenía tantas ansias, no empezó antes, según
el texto precitado de Esdras.
9) Por consiguiente, se puede concluir que Ciro dio la orden de reconstrucción
del mencionado templo al comienzo de su primer año de reinado en
Babilonia, y que, desde ese día primero de Tishrí (del año
537 a. C.), es cuando hay que empezar a contar el tiempo que iba a durar
esa reconstrucción, tal como sucede con la orden que da comienzo
a las 70 semanas (según Daniel 9:25).
10) Por tanto, empezando a contar los 2.300 días de Daniel 8:14
desde el primer día del mes de Tishrí del primer año
del reinado de Ciro en Babilonia, hay dos posibilidades, que son las siguientes:
a) Contar día por año; pero esto es imposible; porque
el día 1 de Tishrí, cuando empezó el primer año
del reinado de Ciro en Babilonia, corresponde al año 537 a. C.,
y la terminación de la reconstrucción del templo de Jerusalén
tuvo lugar en el año sexto del rey Darío I (según
Esdras 6:15), que corresponde al año 515 a. C. Por tanto, como es
evidente, no se puede meter un período de 2.300 años entre
los años 537 a. C. y 515 a. C. Por esto, es imposible querer contar
día por año, y más cuando es incuestionable que Daniel
8:14 se refiere a la reconstrucción del templo, como ya ha quedado
aclarado en la Sección primera de este libro.
b) Contar días literales; contando así, tenemos que considerar
los hechos siguientes:
1º) El día 1 del mes séptimo (Tishrí) del año
537 a. C. empezó el primer año del reinado de Ciro en Babilonia;
al comenzar ese primer año de su reinado, Ciro dio la orden para
reconstruir el templo de Jerusalén (según Esdras 1:1-4).
2º) Dentro de ese primer año del reinado de Ciro, los israelitas
regresaron a Judea; porque, al llegar al siguiente día 1 del mes
séptimo, ya estaban en sus ciudades (según Esdras 3:1).
3º) En ese día 1 del séptimo mes, que corresponde
al comienzo del 2º año del reinado de Ciro en Babilonia, se
reunieron los judíos en Jerusalén y construyeron el altar
de los holocaustos y empezaron a ofrecer, sobre él, sacrificios
desde ese día (según Esdras 3:2-6).
4º) En ese mencionado día, sólo quedó construido
dicho altar; absolutamente nada más se había construido hasta
entonces (según Esdras 3:6).
5º) Pero, a partir de ese momento, empezaron a preparar los materiales
para la reconstrucción total del templo (Esdras 3:7).
6º) Comenzaron a echar los cimientos del templo en el mes segundo
(Iyar) del segundo año de su venida a Jerusalén (según
Esdras 3:8-11). Por tanto, estuvieron reuniendo materiales los doce meses
del año primero desde su llegada; es decir, los seis meses que van
desde el principio del séptimo mes (cuando empieza el año)
hasta terminar el mes duodécimo, más los seis meses siguientes
hasta terminar el mes sexto (Elul), con el cual termina el año.
A continuación empezó el segundo año desde su venida
a Jerusalén con el séptimo mes de Tishrí; de este
año, estuvieron reuniendo materiales siete meses; es decir, los
seis meses que van desde el séptimo al duodécimo, más
otro mes, para llegar al segundo. Por tanto, 12 meses del primer año
desde su venida, más 7 meses del segundo año desde su venida,
suman un total de 19 meses reuniendo materiales.
7º) Así sabemos cuándo empezaron a echar los cimientos
del templo (el segundo mes del año segundo desde su venida); a partir
de ese momento, hubo un período de tiempo de construcción
pacífica (según Esdras 3:11-13).
8º) Después hubo un tiempo en el cual los samaritanos trataron
de unirse a los judíos, para edificar el templo juntos; pero los
judíos no se lo permitieron (según Esdras 4:1-3).
9º) Al no tener éxito en su gestión, los samaritanos
trataron de detener la obra por su cuenta (según Esdras 4:4).
10º) Como ellos no pudieron parar la obra, sobornaron a los funcionarios
del rey Ciro, y, sin que éste llegara a enterarse, la obra del templo
fue detenida, y así quedó hasta el segundo año del
reinado de Darío I (según Esdras 4:5, 24). (Esdras 4:6
pertenece al reinado del rey Asuero – Jerjes, 486-465 a. C. -, y Esdras
4:7-23 se refiere al reinado de Artajerjes, 465-423 a. C.; a la hora de
redactar el libro de Esdras, fueron anticipados estos documentos, que tratan
de la reconstrucción de la ciudad de Jerusalén, porque, al
referirse también a la oposición de los samaritanos, sirven
para ver cuánto se opusieron éstos a los judíos. En
Esdras 4:24, se reanuda el relato de Esdras 4:5).
11º) Todos esos acontecimientos, hasta la paralización de
la obra del templo, tienen que haber sucedido dentro de los cinco meses
restantes del mencionado segundo año desde su llegada a Jerusalén
(que es el tercero del reinado de Ciro en Babilonia); porque no se menciona
el año tercero desde su llegada.
12º) La obra del templo se reanudó el día 24 del
mes sexto del año segundo del reinado de Darío I (según
Ageo 1:13-15; 5:1-2). Entonces hubo un nuevo intento para detener la obra
(según Esdras 5:3-17); per el rey Darío I ordenó que
se llevara a cabo la construcción (según Esdras 6:1-14).
13º) Por fin, se terminó de construir el templo y se dedicó
el día 3 del mes de Adar, del año sexto del reinado de Darío
I (según Esdras 6:15-16), que corresponde al año 515 a. C.
14º) Contemos ahora el tiempo que duró la obra del templo
entre las dos etapas en que se llevó a cabo:
A) Primera etapa:
a) El primer año de Ciro, según los puntos
1º y 2º ................................. 354
días.
b) Otro año recogiendo materiales ...................................................
354
"
c) Más 7 meses, que van desde el séptimo mes
(Tishrí) hasta el segundo (Iyar),
según el punto 6º;
total.
207 "
Suma
915"
d) Ahora hay que añadir los días que ya habían
transcurrido de ese segundo mes, hasta que comenzaron a echar los cimientos
(según Esdras 3:8), más el tiempo que duraron los períodos
mencionados en los puntos 7º, 8º, 9º y 10º, que no
podrá pasar de los cinco meses que restan del mencionado año
segundo desde su llegada; porque no se hace ninguna referencia al año
tercero (según el punto 11º).....................
B) Segunda etapa:
a) Según el punto 12º, del año sexto
de Darío, tenemos (del mes de Elul, último
6"
mes del año) .................................................
b) El año tercero de Darío
..........................................................................................354 "
c) El año cuarto de Darío ............................................................... 354"
d) El año quinto de Darío
...........................................................................................354 "
e) Del año sexto de Darío, tenemos seis
meses (de Tishrí hasta Adar), quitando
de este último mes 26 días (según
el punto 13º) , que son .......................................151 "
Suma
1.219 "
C) Suma de las diferentes etapas:
a) Los días consignados en las dos etapas suman
................................................. 2.134 "
b) Estos 2.134 días son más de seis años
bíblicos; por lo que tenemos que
agregar otros dos meses intercalares, que son ..........................................................
60 "
c) Con lo cual, la suma da ....................................................................................
2.194
"
15º) Vemos que sólo nos faltan 106 días,
para llegar a los 2.300 días; pero tenemos sin contabilizar el tiempo
mencionado en el punto 14º (A, d), que no podrá pasar de cinco
meses. En efecto, esos 106 días son tres meses y medio aproximadamente,
los cuales son suficientes para el desarrollo de los acontecimientos en
él sucedidos; éstos se detallan en los puntos 8º a 11º.
Por tanto, la suma da:
a) Los días que acabamos de mencionar .................................................................
106 "
b) Los días contabilizados hasta el punto 14º
(C, c), que son .............................. 2.194 "
Suma total
=
2.300 "
11) Años bíblicos mencionados en el tema:
12) Explicación de este gráfico, que representa
años bíblicos:
a) Salida de la orden de Ciro para reconstruir el templo
de Jerusalén.
b) Paralización de la obra del templo.
c) Reanudación de la obra del templo.
d) Terminación de la obra e inauguración
del templo.
e) Primera etapa contabilizada ...............................................915
días.
f) Segunda etapa contabilizada ...............................................................1.219 "
g) Tiempo hasta la paralización de la obra del
templo............................. 106 "
h) Más dos meses intercalares que tuvieron que
ser añadidos (uno en
cada etapa de tres años). Este mes intercalar
se añadía en el centro del
año, después del mes
duodécimo
.........................................
60 "
Suma total = 2.300 "
13) Aunque, en esta interpretación de los 2.300 días de Daniel
8:14, no se conocen los días exactos en que empezó y terminó
el primer período reseñado de reconstrucción del templo,
no se puede decir que pudiere haber algún error de varios días
más o menos (si se conocieran las dos fechas exactas de empezar
y terminar este período de reconstrucción); porque no es
posible que, de conocerse esas dos fechas, hubiera un error de más
o menos días; puesto que el texto de Daniel 8:14 dice que esa reconstrucción,
para "ser puesto en una condición correcta" (7/tomo 4, p.
871) el templo, duraría exactamente 2.300 días, y es obvio
que Daniel 8:14 no se refiere a ningún otro acontecimiento fuera
de la mencionada reconstrucción del templo de Jerusalén,
que había destruido el rey Nabucodonosor en el año 586 a.
C. (según 2 Reyes 25:8-10).
14) El texto de este Apéndice, hasta aquí, fue
redactado en 1987. Entonces envié una copia a mi amigo suizo Alfred
Vaucher (1887-1993), profesor y escritor adventista durante muchos años,
una de las voces más autorizadas en la teología adventista
europea y verdadera historia viviente, entonces, del Adventismo europeo;
su abuela materna fue la primera persona que llegó a ser adventista
en el Viejo Mundo; ésta fue su respuesta:
"[…] vous proposez une interpretation absolument révolutionnaire,
[…]." (55/1).
(Vd. propone una interpretación absolutamente revolucionaria).
15) A juzgar por todo lo visto en el Apéndice 1 y en todo
este libro, el profesor A. Vaucher llevaba toda la razón.
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APÉNDICE 3
EL JUBILEO Y LAS 70 SEMANAS DE DANIEL
A) La fiesta simbólica del Jubileo.
1) En los tiempos del Antiguo Testamento, el Jubileo se celebraba cada
50 años.
2) Duraba un año, en el cual se dejaba descansar la tierra (Levítico
25:11-12).
3) El año del Jubileo comenzaba el día 10 del séptimo
mes, Tishrí, coincidiendo con la fiesta anual de las Expiaciones,
en la cual se purificaba el santuario de los pecados acumulados, simbólicamente,
a lo largo de todo el último año (Levítico 25:9-10).
4) En ese día, por medio de esa purificación, o expiación
de los pecados, los israelitas quedaban reconciliados con Dios (Levítico
23:26-28).
5) Por otra parte, siempre que un judío vendía una propiedad
(tierra, casa, etc.), tenía que calcular el precio con relación
a los años que faltaban para llegar a la próxima fiesta del
Jubileo; porque, en el día 10 del mes de Tishrí, al proclamarse
el Jubileo, las propiedades vendidas volvían a sus anteriores propietarios,
excepto las casas vendidas dentro de una ciudad amurallada; éstas
sólo se podían rescatar durante un año, a contar desde
el momento de la venta (Levítico 25:13-31).
6) Cuando un judío se endeudaba y no podía pagar sus deudas,
se vendía como un siervo; en este caso, cuando se proclamaba el
Jubileo, todos los que estaban en esa especie de "esclavitud", recobraban
su libertad y volvían a su familia (Levítico 25:10, 39-41).
B) La realidad que simbolizaban las fiestas del Jubileo y de las
Expiaciones.
1) Cuando Adán pecó, se apartó de Dios, se escondió
de su presencia (Génesis 3:9-10).
2) Desde entonces, los hombres quedaron sometidos a la esclavitud del
pecado (Juan 8:34; Hebreos 2:15).
3) El Mesías iba a venir para librar a los hombres de esa esclavitud
(Isaías 42:7; 61:1).
4) Cuando llegó el Mesías, él mismo dijo que iba
a dar la libertad a los esclavos del pecado (Lucas 4:16-21; Juan 8:34-36).
5) Por consiguiente, cuando Jesús murió, mediante su sacrificio,
purificó los pecados de los creyentes (según Hebreos 1:3).
6) De esa forma, se produjo, en la realidad, la verdadera purificación
de los pecados, mediante la cual los creyentes en Cristo llegaron a obtener
la verdadera reconciliación con Dios, que, en el día de las
expiaciones, se realizaba cada año simbólicamente (Levítico
16:29-34; 23:26-28; Hebreos 9:23-26; Romanos 5: 10-11; 2 Corintios 5:18;
2:16; Colosenses 1:20-22).
7) Por otra parte, cada 50 años, el día que se proclamaba
el Jubileo, coincidía con el día que los judíos quedaban
reconciliados con Dios simbólicamente; pues bien, en la realidad,
sucedió lo mismo; porque el día que Jesús purificó
los pecados con su sacrificio y, así, reconcilió a los hombres
con Dios, en ese momento, los liberó de la esclavitud del pecado,
como hemos visto que él había anunciado que haría;
así, en ese momento, como sucedía al proclamarse el Jubileo,
que los hombres, al recobrar su libertad, volvían a su familia,
en la realidad sucedió lo mismo: al quedar los hombres libres de
la esclavitud del pecado, volvieron otra vez a formar parte de la familia
de Dios:
"Así que ya no sois
extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros
de la familia de Dios, […]." (Efesios 2:19).
B) La medida del tiempo, dada por la Biblia, para llegar a la libertad
simbólica del Jubileo y a la libertad verdadera por el sacrificio
de Cristo:
1) Se llegaba al momento de la libertad simbólica del Jubileo
contando el tiempo, de un Jubileo al otro, en semanas de años
(según Levítico 25:8-10).
2) De igual forma, contando en años las 70 semanas de Daniel
desde que los judíos obtuvieron su independencia respecto del imperio
persa, nos lleva a la libertad real obtenida mediante el sacrificio de
Cristo en la mitad de la última de esas 70 semanas de Daniel (según
Daniel 9:24-27).
3) Efectivamente, el sacrificio de Cristo, a la mitad de la última
semana, puso fin a todos los sacrificios que simbolizaban el suyo (Hebreos
10:1-10).
4) En el período que llevaba a la libertad simbólica del
Jubileo, se dice expresamente que el tiempo se cuenta en semanas de años;
en el período que nos conduce a la libertad real obtenida por el
sacrificio de Cristo, no se dice expresamente que el tiempo se cuente en
semanas de años; pero dos cosas son evidentes:
a) Que, si las 70 semanas de Daniel se cuentan en días, no se
llega a cumplir ninguno de los acontecimientos anunciados en ellas.
b) Que, si estas 70 semanas se cuentan en años (como las semanas
para llegar al símbolo del Jubileo), se cumplen todos los acontecimientos
anunciados a lo largo de ellas hasta los mínimos detalles.
5) Por tanto, los hechos demuestran que el período de tiempo
que nos lleva a la realidad, se debe contar de la misma manera que el período
que nos conducía al símbolo; referente al cual, está
dicho expresamente que debía contarse en semanas de años:
"Y contarás siete
semanas de años, siete veces siete años, de modo que los
días de las siete semanas de años vendrán a ser cuarenta
y nueve años. Entonces harás tocar fuertemente la trompeta
en el mes séptimo a los diez días del mes; el día
de la expiación haréis tocar la trompeta por toda vuestra
tierra. Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis
libertad en la tierra a todos sus moradores; ese año os será
de jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada
cual volverá a su familia." (Levítico 25:8-10).
6) En efecto, contando los 483 años (de las 69 primeras semanas)
desde el otoño del año 458 a. C., llegamos al otoño
del año 26 d. C. Entonces, Cristo fue bautizado. Tres años
y medio después (que es a la mitad de la última semana de
años), Jesús murió el día 7 de abril del año
30 (calendario juliano). Todas estas fechas están demostradas minuciosamente
desde todos los puntos de vista: bíblico, histórico, astronómico,
lingüístico, etc., como se puede ver en (17/43-142).
7) Por tanto, podemos concluir que las profecías dadas en días,
se cuentan en días; porque, como hemos visto, cuando las han contado
en años, no han llegado a ninguna parte (véase el Apéndice
1); mientras que la única profecía que hay, en la Biblia,
dada en semanas, contándola como semanas de años (igual que
la medida de su período simbólico) se llega a cumplir todo
lo anunciado en ella; por esto, esta profecía no está dada
en días, para hacer diferencia entre todas las demás, en
las cuales los días son días; y hemos visto que, contándolas
así, se cumple lo que se anuncia en ellas, como en la de los 2.300
días de Daniel 8:14 (véase el Apéndice 2).
8) Lo mismo sucede con los "tres tiempos y medio" de Daniel 7:25, que
son tres años y medio literales, que se cumplieron con la guerra
de los romanos contra los judíos en tiempos del emperador romano
Adriano, entre los años 132 y 135, mientras que lo anunciado en
Daniel 9:26 se cumplió con la destrucción de Jerusalén
y de su templo por medio del príncipe Tito, el hijo del emperador
Vespasiano, en el año 70.
9) Vamos a ver lo que anunciaba la Biblia sobre estos dos acontecimientos,
y, después, cómo dicen los judíos que se cumplieron
esos anuncios, aunque ellos no atribuyan a las guerras con los romanos
el cumplimiento de esas profecías de Daniel, por haberlo atribuido
antes a la guerra que tuvieron los macabeos contra Antíoco Epífanes,
como ya hemos visto en la Sección primera.
C) Las dos guerras entre los romanos y los judíos anunciadas
en Daniel 7:25 y 9:26.
1) La guerra anunciada en Daniel 9:26:
"Y
después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al
Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe
que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será
con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones."
2) Aquí se anuncia que, después de la muerte del Mesías
(sin especificar cuanto tiempo después), ocurriría lo siguiente:
a) Llegaría el pueblo de un príncipe que aparecería
en el futuro.
b) Mediante una guerra (no se dice cuánto duraría), sería
destruida la ciudad y el santuario; las devastaciones durarían hasta
el fin de esa guerra.
3) El príncipe de referencia fue Tito; esta guerra comenzó
en el año 66; luego, Vespasiano entró en la guerra; pero
tuvo que marcharse a Roma para ser emperador; después su hijo Tito
continuó la guerra; y fue su ejercito el que destruyó el
templo y la ciudad de Jerusalén en el año 70; pero las devastaciones
duraron hasta el final de la guerra en el año 73. Los judíos
lo cuentan con estas palabras:
"La
guerra contra los romanos estalló en 66 E. C. Constituyó
el alma de la sublevación el partido de los celotas […]. Durante
tres años, el Sanhedrín de Jerusalén pudo mantener
en jaque a las legiones de Roma; […], la situación comenzó
ya a partir de 67 a hacerse crítica para los judíos por la
entrada de Vespasiano en Palestina. La caída de Masada, pese a la
tenaz defensa al mando del jefe celota Eleazar ben Yair, fue el preludio
a la tragedia del sitio de Jerusalén, lleno de horrores y locuras.
La toma de la capital y su destrucción por Tito en 70 E. C. marcaron
el fin no solamente de la infortunada repetición de la guerra macabea,
sino de la restauración nacional de los judíos, inaugurada
por Ezra y Nehemías. El Estado judío en Palestina desapareció
por diecinueve siglos. […]
"[…]. La guerra se prolongó
por otros tres años en varias regiones del país, y sobre
todo, en torno a las plazas de Herodión, Maquero (Machaerus) y Masada.
En esta última fortaleza, reducida en abril del año 73 por
Silva, nuevo gobernador de Siria, los defensores mandados por el
celota
Eleazar, prefirieron la muerte voluntaria a la rendición. […]
"[…]. Jerusalén había
sido devastada a tal grado que según palabras de Flavio Josefo,
testigo presencial de la destrucción, difícilmente se
podía creer que ese lugar hubiera estado jamás habitado.
[…]." (27/tomo 8, pp. 181-182, 184-185).
4) La guerra anunciada en Daniel 7:25:
"Y hablará palabras contra el Altísimo, y a los santos
del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar los
tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta tiempo, y
tiempos, y medio tiempo."
5) En este pasaje de Daniel, se anuncian los siguientes acontecimientos
en relación con el tema que nos ocupa:
a) Quebrantamiento de los judíos, que, en el Antiguo Testamento,
son los santos.
b) Cambio o destrucción de su religión.
c) Todo esto sería entregado en manos (o quedaría a merced)
del emperador romano durante tres tiempos y medio, que son tres años
y medio literales.
6) Esto se cumplió perfectamente con la guerra de 3 ½
años contra los judíos, llevada a cabo por el emperador romano
Adriano (el rey de Daniel 7:24); éste acabó con todo lo que
había quedado del pueblo judío en la guerra de los años
66 al 73; los judíos fueron muertos o vendidos como esclavos, su
religión fue prohibida bajo pena de muerte y hasta el nombre de
Judea fue literalmente borrado del mapa. Así lo cuentan los judíos:
"[…].
En 70, un grupo de sabios se retiró con Yojanán ben Zakai
a la ciudad de Yavne (Jamnia), en la llanura filistea, y allí, habiendo
obtenido autorización de Vespasiano, fundaron una academia que substituyó
a Jerusalén como centro de la vida intelectual judía y sede
del nuevo Sanhedrín, hasta la destrucción de Yavne en la
guerra de Bar Kojba (132-135).
"[…]. Lo cierto es que los
tres años y medio de guerra despoblaron Judea por completo, agregando
a las bajas, las masas de sobrevivientes vendidos como esclavos. El número
de esos desdichados fue tan considerable que provocó una baja extraordinaria
de su precio de venta. […] Hasta el nombre de Judea desapareció
de la nomenclatura romana, suplantado, desde entonces, por el de Siria
y Palestina.
"[…]. En contraste con la
política seguida por los romanos a raíz del triunfo de Tito,
la que al menos, dejó a los vencidos su estatuto de nación
y su culto, Adriano aspiró nada menos que al exterminio del judaísmo
nacional y religioso. […] Adriano, simplemente, prohibió a los judíos
la observancia de su culto, y sobre todo, la práctica de la circuncisión,
[…]. La puesta en práctica del decreto imperial incumbió
al gobernador Rufo, que lo extendió a la observancia de cualquier
precepto judaico y persiguió su transgresión con la mayor
crueldad. El país pululó de delatores y espías, prontos
a entregar a todos los sospechosos de lealtad a su fe al castigo reservado
a ese crimen, que era la muerte.
"[…] doce mil discípulos
de rabí Akibá perecieron en el curso de un solo verano."
(Íd., pp. 183, 297).
7) Por consiguiente, vemos cómo, en esta guerra del año 132
al 135, se cumplió al pie de la letra lo de los 3 ½ años
literales de Daniel 7:25; por esto, los que transforman estos 3 ½
años en 1.260 días y, después, en 1.260 años,
cometen un gran error, como es el caso de Guillermo Miller y del Adventismo,
según hemos visto en el Apéndice 1.
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APÉNDICE 4
LA CREACIÓN DE LA PROFETISA DEL ADVENTISMO
Y EL ORIGEN DE SUS VISIONES
A) La creación de la profetisa:
1) El proceso de la creación de esta profetisa lo hallamos registrado
en los libros del Adventismo; he aquí sus palabras:
"Octava Reunión Anual, 1870
"RESOLVEMOS: que reconocemos la sabiduiría de Dios en los
Testimonios de la Iglesia y que es peligroso y destructivo menospreciar
o
descuidar sus instrucciones; y confesamos nuestra debilidad e
incapacidad
de llevar adelante esta obra sagrada de modo que sea aprobada
divinamente, sin la ayuda de los Testimonios. Review and Herald, marzo
27
de 1870.
"Novena Reunión Anual, 1871
"RESOLVEMOS, reafirmar nuestra permanente confianza en los
Testimonios de la Iglesia escritos por la hermana White, como la
enseñanza
del Espíritu de Dios y que tenemos cada año una continua
y creciente
evidencia de que es así. Review and Herald, febrero 14 de
1871.
"Duodécima Reunión Anual, 1873
"RESOLVEMOS, que nuestra confianza ha aumentado en el don del
Espíritu de Profecía que Dios ha colocado
misericordiosamente
en el
mensaje del tercer ángel (Apocalipsis 14:9-12); y que nos
esforzaremos
por
mantener un afectuoso respeto hacia su presencia y sus
enseñanzas;
y por lo
tanto pedimos a nuestra junta ejecutiva que prepare o promueva la
preparación de una obra en la que se presenten nuestras razones
por
creer que los testimonios de la hermana White son las enseñanzas
del
Espíritu Santo.
Review and Herald, noviembre 25 de 1873."
(38/98-99).
2) Es evidente el proceso de creación de la profetisa: en 1870,
reconocen;
en 1871, reafirman; en 1873, creen (y la "junta ejecutiva"
pone por escrito) que el Espíritu Santo da sus enseñanzas
por medio de los escritos de la Sra. White. Así fue creada esta
profetisa por los dirigentes del Adventismo; ella les devolvió el
favor tres años más tarde, en 1875, por medio de una de sus
visiones, atribuidas por ellos al Espíritu Santo; la profetisa lo
dice así:
"’Se me ha mostrado que
ningún hombre debe someterse al juicio de otro hombre. Pero cuando
el juicio de la Asociación General, que es la autoridad suprema
que Dios tiene en la tierra, se manifiesta, la independencia y el juicio
privado no deben mantenerse, sino que debe renunciarse a ellos’ (Testimonies,
tomo 3, pág. 492)." (34/48) y (40/tomo 1, p. 416).
3) A pesar de haber sido creada profetisa por los dirigentes del Adventismo,
la Sra. White pretende que sus escritos provienen del mismísimo
Dios; y, cuando escribía el Conflicto de los Siglos, aparecido
en 1888, dice que a veces los ángeles de Dios estaban presentes:
"Aprecio
el Conflicto de los Siglos más que la plata y el oro y deseo que
sea puesto en manos de la gente. Mientras escribía el manuscrito
del Conflicto de los Siglos, a menudo era consciente de la presencia de
los ángeles de Dios. […]
"(Firmado) Ellen Gould White, carta
56 de Elena G. de White, 1911." (38/249-250).
"’La Hna. White no es la originadora
de estos libros. Contienen la instrucción que durante su vida Dios
le ha dado. En ellos se halla la luz preciosa y consoladora que Dios generosamente
ha dado a su sierva para darse al mundo’ (El Colportor Evangélico,
pág. 32. Ed. P. P., 1949)." (41/76). Este libro fue escrito
en el año "1902" (41/72).
4) En 1889, ya aseguraba que, quien rechace esa "luz", será condenado:
"Si os sentís tan
seguros de seguir vuestros propios impulsos como al seguir la luz dada
por la sierva delegada de Dios, el peligro es vuestros; seréis condenados
porque rechazáis la luz que el cielo os ha enviado." (40/tomo
2, p. 299).
5) Su aceptación como poseedora del don profético es exigida
a los catecúmenos para poder ser bautizados e ingresar en la Iglesia
Adventista. Entre otras preguntas previas al bautismo, se les hace ésta:
"¿Aceptáis
la doctrina de los dones espirituales, y creéis que el espíritu
de profecía en la iglesia remanente es una de las características
de esta iglesia? (véase p. 38 ...)." (6/58).
"Uno de los dones del Espíritu
Santo es el de profecía. Este don es una de las características
de la iglesia remanente y se manifestó en el ministerio de Elena
G. de White. Como mensajera del Señor, sus escritos son una permanente
y autorizada fuente de verdad, […]." (6/38).
6) Algunos pastores del Adventismo suelen afirmar que todos los escritos
de ella están inspirados por Dios; el pastor Guaita (ahora, año
2001, presidente de la Iglesia Adventista en España) escribió
esto:
"En esta primera reunión presentó el pastor Puyol la
postura oficial de la Iglesia Adventista en cuanto a la inspiración
total de los escritos del Espíritu de Profecía en la persona
de la Hna. White, con las precisiones pertinentes." (42/18).
7) Pero la realidad es que ninguno de esos dos pastores había leído
todos los escritos de esa escritora; por tanto, para conocer claramente
la postura oficial de la Iglesia Adventista, escribimos una carta al presidente
mundial de esta Iglesia; ésta es la carta, y, a continuación,
la respuesta:
"Madrid, a 30 de Abril de 1979.
"Mr. Neal Wilson […] U. S. A.
"[…]
"Con relación a los escritos de la Sra. Elena
G. de White, se afirma que:
"’Su pluma ha producido cien mil páginas a mano,
que representan un total de 25.000.000 (veinticinco millones) de palabras.’
(D. A. Delafield, Elena G. de White y la Iglesia Adventista del Séptimo
Día, pág. 32, Publicaciones Interamericanas, Pacific
Press Publishing Association, 1350 Villa Estreet, Mountain view, California,
Estados Unidos de N. A., Segunda edición, 1966).’
"Le agradeceré mucho que me diga cuál es
la
postura oficial de la Iglesia Adventista referente a la inspiración
de dichos escritos de la Sra. Elena G. de White; es decir:
"a) ¿Están inspirados por Dios todos
esos escritos?
"b) ¿Ha inspirado Dios sólo una parte
de esos escritos? En este caso, ¿qué es lo que está
inspirado, y qué es lo que no está inspirado?
"Por otra parte, ¿cuántos de esos escritos
están publicados en inglés?
"Quedando a la espera de su amable respuesta […]."
Fdo.: Pedro de Felipe.
RESPUESTA:
"General Conference of Seventh-day Adventists
[…]
"17 de mayo de
1979
"Señor
Pedro de Felipe
"[…]
"Esta carta es
histórica por lo menos para mí pues es la primera carta que
escribo desque (sic) que asumí
la nueva responsabilidad en las oficinas del Patrimonio White. El Pastor
Delafield me pasó
su carta para que le diera respuesta.
"Su pregunta tiene
relación con la postura oficial de la Iglesia Adventista
acerca de la inspiración
de los libros de Elena G. de White. Siendo que la respuesta de la sierva
del Señor sería la más
asertada (sic), paso a citarlas a continuación.
"Libros.
‘La Hermana White no es la originadora de estos libros. Ellos contienen
la instrucción que durante el período
de su vida Dios le ha estado dando. Contienen la luz preciosa y consoladora que
Dios ha concedido generosamente a su sierva para ser dada al mundo. De
sus páginas esta
luz ha de brillar iluminando los corazones de los hombres y mujeres, y conduciéndolos
al Salvador’. El Colportor Evangélico, pág. 173 y
174.
"Nota. Aunque
específicamente ella hace referencia a Lecciones Prácticas
del Gran Maestro, Patriarcas
y Profetas,
Conflicto de los Siglos, y Deseado de Todas Las
Gentes, por lo general esta declaración
es aplicada a todos los libros que procedieron de su pluma.
"Artículos.
‘No escribo en el periódico un solo artículo que exprese
simplemente mis propias ideas. Son
lo que Dios me a revelado en visión, los rayos preciosos de la luz
que resplandece del trono.’ Declaración
hecha en 1882, Joyas de los Testimonios, Tomo 2, pág. 26.
"Cartas.
‘Débil y temblorosa, me levantaba a las tres de la mañana
para escribiros. Dios os hablaba por
medio de la arcilla. Diréis tal vez que esta comunicación
era solamente una carta. Sí, era una carta,
pero motivada por el Espíritu de Dios, para presentar a vuestras
mentes lo que se me había
mostrado. En estas cartas que escribo, en los testimonios que doy, os presento
lo que el Señor
me ha presentado a mí.’ Ib.
"Entrevistas.
‘Esta mañana asistía a una reunión de un grupo selecto
que se había reunido para considerar algunos
problemas presentados en una carta la cual se solicitaba consideración
y consejo sobre esos
asuntos. De algunos de esos asuntos pude hablar porque en distintas ocasiones y en diversos
lugares muchas de estas cosas me habían sido reveladas .... Cuando
los hermanos leyeron
fragmentos de las cartas, sabía que (sic) decirles, porque este
asunto me ha sido presentado vez tras
vez.’ Southern Work, pág. 72.
"En algunos de los primeros
libros escritos por Elena de White aparecen expresiones tales como ‘Ví que’, ‘Me fué
(sic) mostrado’ y expresiones similares. Posteriormente, y particularmente
la serie, ‘Conflicto’, Patriarcas
y Profetas, Profetas y Reyes,
El Deseado de Todas Las Gentes,
Hechos
de los Apóstoles,
y El Conflicto de Los Siglos fueron eliminadas estas expresiones.
De hecho, no se las puede encontrar en
ninguno de estos libros. Elena de White misma las eliminó en vista
de que esos libros serían
vendidos al público que no entendería perfectamente bien
el sentido de tales expresiones. Algunas personas
dicen que consideran como revelado únicamente los mensajes que van precedidos de, ‘El
Señor me mostró’ o ‘Me fué mostrado’, etc. Esto colocaría
fuera de la inspiración a todos
los libros de la serie, ‘Conflicto’, de cuyos libros tenemos bastantes declaraciones en relación
con la inspiración de los mismos.
"En conclusión, la postura
oficial de la Iglesia es la de que todo el material que nos ha llegado atravéz (sic) de Elena
de White, con excepción de algunas cartas particulares, ha sido
material procedente de la inspiración.
"En la carta 22, de 1889, la sierva
del Señor declara lo siguiente: ‘Dios no ha ordenado a nadie para que pronuncie juicio sobre
su Palabra, eligiendo algunas partes como inspiradas y desacreditando otras de no inspiradas.
Los testimonios han sido tratados de la misma manera, pero Dios no aprueba esto.’ En cuanto
a su pregunta en relación con la cantidad de material publicado, se estima que el 50% de este
material ha sido publicado, es decir de estos 25 millones de palabras. Continuamente se libera al uso
público por parte de los depositarios de material de Elena de White. Básicamente, lo más
importante ha sido publicado. Hay cartas particulares dirigidas a muchas personas, particularmente, las
cuales no serán publicadas posiblemente nunca. Algunas de ellas contienen una declaración
de puño y letra de Elena de White de que no sean publicadas.
"Para su información le diré
que en lengua española tenemos 41 libros diferentes de Elena de
White comparado a 42 en el Portugués.
Luego del inglés, estas dos lenguas están a la cabeza en
el mundo.
"[…].
"E. P.
"Secretario Asociado
"EB-em".
8) Es evidente que la postura oficial de la Iglesia Adventista es que todos
los escritos (excepto algunas cartas particulares) de la Sra. White están
inspirados por Dios y, para probarlo, lo hacen con citas de esos mismos
escritos; eso es un gran error, que se llama petición de principio,
que consiste en apoyarse en lo mismo que se pretende probar; es decir,
se pretende probar que los escritos de la Sra. White están inspirados,
y se afirma que están inspirados, porque así lo dicen esos
mismos escritos. De esa forma, cualquiera puede probar cualquier cosa;
por tanto, esa prueba no tiene ningún valor probatorio. Por otra
parte, podemos ver lo ridículo de los que, en aquella fecha, decían
que todos esos escritos estaban inspirados, cuando sólo estaba publicado
el "50%" de todos esos escritos y, por tanto, ninguno de ellos había
leído, por lo menos, la otra mitad de dichos escritos para poder
comprobar esa pretendida inspiración. Nosotros sí podemos
probar que, en 1968, todos esos escritos no podían estar inspirados
por Dios de ninguna manera. He aquí la prueba: en el libro,El
Conflicto de los Siglos, "Sexta edición, 1968", en la p. 373,
se dice: "En el otoño del año 27 de J. C., Cristo fue bautizado
por Juan […]". Pero, en la p. 374, del mismo libro, se afirma: "[…] en
la primavera del 27 de J. C. , Jesús fue bautizado en el Jordán
por Juan Bautista." ¿Cuándo, pues, fue bautizado Jesús,
en el otoño o en la primavera? Es evidente que cualquier
escritor, sin estar inspirador por nadie, no puede decir una cosa en una
página, y lo contrario en la siguiente. Por tanto, la Sra. White
sí debía estar inspirada, pero ¡al revés! Aunque
lo más probable es que ese libro haya sido escrito por más
de una mano; pues volví a escribir al Sr. P. (con fecha 24-12-1979),
pidiéndole la fotocopia de una pág, de dicho libro, escrita
a mano por la Sra. White; pero me contestó (con fecha 4-1-1980)
diciendo que no tienen el original de ese libro. No obstante, en uno de
los libros trimestrales de Lecciones para la Escuela Sabática,
que son preparados por los más altos dirigentes del Adventismo,
y cuyos "manuscritos son revisados por una comisión mundial de consultores
antes de su publicación" en inglés, y después traducidos
a todos los idiomas necesarios, para que los adventistas de todo el Planeta
estudien las mismas lecciones en los mismos días, se hace una pregunta,
en la cual se considera que la palabra del Señor está
compuesta de la Biblia y los escritos del espíritu de profecía
(que es como llaman a los escritos de la Sra. White); he aquí la
prueba:
"Para
meditar: ¿Dedico diariamente el tiempo necesario, en compañía
del Señor, al estudio y la meditación de su palabra (la Biblia
y los escritos del espíritu de profecía) […]?" (43/15).
9) El pastor C. P. llega a afirmar que la Sra. White tiene "ventaja
respecto de los profetas bíblicos" por varias causas; así
lo dice:
"En ella y su obra encontramos
la ventaja respecto de los profetas bíblicos de que se encuentra
mucho más próxima a nosotros, se ha realizado en un contexto
histórico familiar a nuestro medio, se ha conservado prácticamente
toda su obra, y gozamos del testimonio de testigos oculares que nos describen,
desde fuera del fenómeno, cómo se manifestaba éste
en el profeta.
"En todo caso vemos como hay una
perfecta armonía entre las preciosas declaraciones que ella hace
y las más generales que son ofrecidas por los escritores bíblicos.
Con Elena G. White contamos con un profeta en acción o si queremos
con el fenómeno de la inspiración en marcha." (44/12).
10) Ahora debemos probar, por la Biblia, si Dios ha hablado por medio de
la Sra. White, o si todo lo ha dicho ella por su propia cuenta; en este
caso, sería una falsa profetisa; he aquí la prueba bíblica:
"Y
si dijeres en tu corazón: ¿Cómo conoceremos la palabra
que Jehová no ha hablado?; si el profeta hablare en nombre de Jehová,
y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehová
no ha hablado; con presunción la habló el tal profeta; no
tengas temor de él." (Deuteronomio 18:21-22).
11) Además de todo lo que ya hemos visto que la Sra. White ha dicho
sobre el inexistente "juicio investigador", examinemos
una de sus profecías, como botón de muestra, para ver si
se cumplió, o no, la cual nos indicará si es una profetisa
verdadera o una falsa profetisa, según el texto bíblico que
acabamos de aducir. Se trata de una profecía que apodamos la profecía
de los gusanos, que ella manifestó públicamente en un
congreso en 1856, con estas palabras:
"’Se me mostró la
compañía presente en el congreso. Dijo el ángel: 'Algunos
serán alimento para los gusanos, algunos serán expuestos
a las siete últimas plagas, algunos estarán vivos y quedarán
sobre la tierra para ser trasladados en la venida de Jesús.’ (Testimonies,
tomo 1, págs.. 131, 132)." (41/126).
12) Es evidente que, desde 1856, se han pasado más de 140 años,
por lo que los tres grupos de personas de las que se habla en esa profecía,
han sido reducidos al primer grupo, pues todos han sido "alimento para
los gusanos", y, por tanto, no queda ninguno para que esté vivo
cuando vuelva Jesús; así que se trata de una profecía
fallida y, por consiguiente, muy falsa; por esto, hay que aplicarle la
medida de Deuteronomio 18:21-22, que nos indica que la Sra. White no habló
de parte de Dios; por lo que fue una falsa profetisa.
13) Mientras los acérrimos seguidores y defensores a ultranza
de la pseudoprofetisa van buscando alguna explicación convincente
para la profecía de los gusanos, les presentamos aquí
otro botón de muestra sobre su profetisa, para ver si lo que dice
ella "son las enseñanzas del Espíritu Santo", como
afirmaron los dirigentes del Adventismo en 1873; ella dice esto:
"El
Salvador dio señales de su venida y aun más que eso, fijó
el tiempo en que la primera de estas señales iba a aparecer. ‘Y
luego después de la aflicción de aquellos días, el
sol se obscurecerá, y la luna no dará su lumbre, y las estrellas
caerán del cielo, y las virtudes de los cielos serán conmovidas.
Y entonces se mostrará la señal del Hijo del hombre en el
cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán
al Hijo del hombre que vendrá sobre las nubes del cielo, con grande
poder y gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta,
y juntarán sus escogidos de los cuatro vientos, de un cabo del cielo
hasta el otro.’ (Aquí se manda a la nota 3 del Apéndice,
que dice así):
"Cristo declaró que
al final de la gran persecución papal, el sol se obscurecería
y la luna no daría su luz. Luego las estrellas caerían del
cielo. Y dice: ‘De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su
rama se enternece, y las hojas brotan, sabéis que el verano está
cerca. Así también vosotros, cuando viereis todas estas cosas,
sabed que está cercano, a las puertas.'
"Cristo anuncia las señales
de su venida. Declara que podemos saber cuando está cerca, aun a
las puertas. Dice de aquellos que vean estas señales: ‘No pasará
esta generación, que todas estas cosas no acontezcan.’ Estas señales
han aparecido. Podemos saber con seguridad que la venida del Señor
está cercana. ‘El cielo y la tierra pasarán – dice, - mas
mis palabras no pasarán.’
"En cumplimiento de la predicción
de nuestro Señor, el 19 de mayo de 1780 ocurrió un muy notable
obscurecimiento del sol, […].
"A
la noche siguiente, aunque era luna llena, hubo tales tinieblas que, según
las palabras de cierto escritor, ‘una hoja de papel blanco, mantenida a
pocas pulgadas de los ojos, era tan invisible como el terciopelo más
negro.’ A veces, cuando se veía la luna, era roja como sangre. (Véase
Apocalipsis 6:12).
"La última señal
de la serie fue la lluvia de estrellas o meteoros, más gráficamente
descrita en Apocalipsis 6:13. Esta señal se cumplió con la
gran lluvia meteórica del 13 de noviembre de 1833, que fue visible
en la mayor parte de la tierra. El siguiente diagrama ayudará a
comprender la profecía:
"Estas
son señales específicas para la última generación
de hombres que había de vivir en la tierra antes del regreso de
Cristo. No se revelan el día ni la hora de su venida, pero recalcan
con triple seguridad esta advertencia: ‘Cuando viereis todas estas cosas,
sabed que él está cerca, a las puertas. En verdad os digo,
que no pasará esta generación, hasta que todo esto sea hecho.
El cielo y la tierra pasarán, pero
mis palabras no pasarán.’
(S. Mateo 24:32-36, V. M.) La venida de Cristo está a las puertas."
(45/585-586, 784).
14) Para aclarar el galimatías de esta cita, entre la cual se esconde
un embrollo de la profetisa, que vivió de 1827 a 1915, vamos a poner,
en un gráfico, los datos aportados en ella, teniendo en cuenta que
la obra aquí citada fue publicada por primera vez en 1898 (41/141):
15) Consideremos esta frase: "Estas son señales específicas
para la última generación de hombres que habían de
vivir en la tierra antes del regreso de Cristo.", y hagamos algunas
reflexiones:
a) Es evidente que, habiéndo pasado 169 y 222 años
desde esas supuestas señales hasta ahora, la enseñanza que
contiene esa frase resulta digna de uno de los falsos profetas anunciados
en Mateo 24:11. Por otra parte, toda la cita, donde está esa frase,
constituye una errónea interpretación de las palabras de
la Biblia comentadas en ella.
b) Lo más inexplicable es que esta pseudoprofetisa escribe una
enseñanza que evidentemente ya era falsa cuando salió de
su pluma. En efecto, cuando publicó su libro diciendo esas cosas,
ya hacía 118 años que habían tenido lugar las primeras
señales (según dice ella misma) y hacía 65 años
que había acontecido la última, ¿cómo podían
ser esas dos primeras señales "para la última generación
de hombres que habían de vivir en la tierra antes del regreso de
Cristo", si los que las vieron ya estaban todos muertos cuando ella
escribió esto?
c) Está claro que, al decir esas cosas, la pseudoprofetisa manifiesta
tener un cerebro ayuno de toda lógica y raciocinio (ya veremos más
abajo lo que tenía en su mente).
d) Por otra parte, a los dirigentes del Adventismo, que siguen vendiendo
este libro, ¿les interesa enseñar la verdad del Evangelio
o el dinero que cobran por ese libro, en el cual se enseñan esas
mentiras desde el mismo momento que fue publicado? Que el lector juzgue.
e) Asimismo, a juzgar por la última cita, el que dice, refiriéndose
a esta pseudoprofetisa: "[…] hay una perfecta armonía entre las
preciosas declaraciones que ella hace y las más generales que son
ofrecidas por los escritores bíblicos." ¿no podría
caber la posibilidad de que pudiere tratarse de uno de los hombres mencionados
en Efesios 4:14? Que el lector piense.
16) Ahora bien, a pesar de tantos errores como hay en los libros de
la Sra. White, también hay pasajes extraordinarios, ¿cómo
se explica esto? Eso prodría explicarse si, al parecer, algunos
de esos libros hubieren sido, en parte, fruto del plagio, como lo
explica el ex pastor adventista, Walter T. Rea, en un libro que publicó
en 1982, titulado The White Lie, M. & R. Publications, P. O.
Box 2056, Turlock, California 95381, U. S. A. Se ha editado una traducción
al español de ese libro, con el título La Mentira White,
Apartado de Correos 6011, Zaragoza 50080, España. Se recomienda
esa obra; en ella, W. T. Rea, con abundancia de documentos, muestra cómo
se confeccionaron una parte de los libros más importantes atribuidos
a la Sra. White, y las personas que participaron; y, en unas 150 páginas,
en columnas paralelas, presenta una serie de largos párrafos y las
obras de donde (según él) fueron copiados. Incluso, en las
páginas 156-159, reproduce una serie de ilustraciones de La Historia
del Protestantismo, de J. A. Wylie, en las cuales se eliminó
los nombres de los pintores que las hicieron y, en su lugar, se pusieron
otros nombres y se publicaron en una edición del Conflicto de
los Siglos, de Elena G. de White; así pudiere llegar a sugerir
la profetisa cómo se plagia cualquier cosa.
17) Hemos visto que los primeros adventistas atribuyeron, a Elena G.
de White, la inspiración del Espíritu Santo. Después,
para dar una base bíblica a esa inspiración atribuida por
ellos, recurren al texto bíblico de Apocalipsis 19:10, de
donde toman la expresión "el espíritu de la profecía",
la cual trasforman en "el espíritu de profecía", lo que constituye
una falsificación de esa frase, por haber suprimido de ella
el artículo "la" (7/tomo 1, pp. 1152, 1154; tomo 7,
pp. 889-890). Por consiguiente, el título de "Espíritu de
profecía", fundado en Apocalipsis 19:10, que dan a la profetisa,
no existe (o no existía) en la Biblia, sino que está sacado
de una manipulación de ese pasaje de Apocalipsis 19:10. Pero esto
ha sido hasta que, en 1990, el Adventismo ha participado en la edición
de la Nueva Reina-Valera, que, según reza en su pág.
primera, "Ahora ha sido actualizada, esclarecida y vertida en un estilo
más ameno", y, en esta Biblia, han traducido, en Apocalipsis 19:10,
"el espíritu de profecía" (120/1089). Por tanto, esto
es una falsificación de ese texto bíblico, porque ha sido
eliminado el artículo "la" de ese texto, para que se acople al nombre
que el Adventismo da a su profetisa: "el espíritu de profecía".
De esta forma, la profetisa del Adventismo ya tiene un fundamento bíblico.
Falsificaciones de esta clase, para adaptar el texto bíblico a las
propias creencias de quienes intervienen en las ediciones de las Biblias,
hasta ahora eran propias del Jehovismo en su Biblia; pero ahora ya no está
sola la versión jehovista y falsa del "Nuevo Mundo" en cuanto a
un texto bíblico manipulado.
B) El origen de sus visiones.
1) Un biógrafo de la profetisa informa que ella tuvo unas "2.000
visiones y sueños proféticos", lo que hace de ella un ser
extraordinario dentro del Adventismo, que la considera algo más
que una profetisa, lo cual ella misma creía:
"La Iglesia Adventista
del Séptimo Día se siente en deuda para con ella, pues la
considera una líder espiritual, una constructora pionera y una guía.
[…]
"¿Cuál era
el origen de las instrucciones que la Sra. de White transmitía a
la iglesia? Ella misma estaba plenamente convencida de que provenían
de Dios. ¿Cómo llegó hasta ella la luz divina? Por
medio de, aproximadamente, 2.000 visiones y sueños proféticos
que recibió en un lapso de setenta años, entre 1844 y 1915.
[…]
"Cuando se le preguntó
por qué no se adjudicaba el título de profeta, replicó:
‘Porque en estos días, muchos que aseveran ser profetas constituyen
un vituperio para la causa de Cristo; y porque mi obra incluye mucho más
de lo que comprende la palabra – profeta –‘ (Selected Messages 46/16-17). [Mensajes
selectos], tomo 1, pág. 32)." (
2) El mismo autor nos dice que esas "2.000" visiones y sueños
no tuvieron lugar de forma regular a lo largo de esos setenta años
que él menciona: entre 1844 y 1915, sino que, durante ese tiempo,
se repartieron así:
"Tuvo la primera visión
en diciembre de 1844 (Primeros escritos, págs. 13-20). La
última visión de que se tenga noticia, el 3 de marzo de 1915,
[…]. Recibió unas dos mil visiones y sueños proféticos
durante los setenta años de su ministerio público, de 1844
a 1915. Durante el período de cuarenta años transcurrido
entre 1844 y 1884, recibió muchas visiones ‘en público’.
Después de 1884 las comunicaciones que recibía eran generalmente
sueños proféticos que le eran dados durante la noche. […]."
(46/94).
3) Vemos que las visiones recibidas en los primeros cuarenta años
(de los setenta mencionados) se sitúan entre 1844 y 1884. Después,
en los treinta años restantes (de los setenta indicados), entre
1884 y 1915, recibe "sueños proféticos" nocturnos y una única
visión. Un nieto de la profetisa divide en tres grupos las visiones
recibidas por su abuela:
"1. Visiones dadas en público y acompañadas por notables
fenómenos físicos.
"2. Visiones dadas durante las horas de la noche, consideradas a menudo
como sueños proféticos.
"3. Visiones dadas durante momentos de oración o mientras escribía,
no acompañadas de fenómenos físicos." (47/6).
4) El mismo autor recoge una cita en la que se dice que la salud física
y mental de su abuela estaban bastante maltrechas cuando recibió
su primera visión, y que mejoraron a partir de ese momento:
"’También vendrá
al caso mencionar el efecto de las visiones sobre su constitución
física y su fuerza. Cuando tuvo su primera visión era una
inválida esquelética, y tanto los médicos como los
amigos creían que moriría de tuberculosis. Pesaba entonces
apenas unos 37 (treinta y siete) kilos. Su condición nerviosa era
tal que no podía escribir y dependía de la persona que se
sentaba a su lado en la mesa para servirle la bebida en la taza. Y a pesar
de la ansiedad y las agonías mentales que sufría ante el
deber de presentar a las gentes sus visiones y de tener que hablar en público,
y de sus deberes generales para con la iglesia, sus viajes cansadores y
sus tareas y cuidados domésticos, su salud y su fuerza física
y mental han mejorado notablemente desde el día que tuvo su primera
visión’. Jaime White, Life Incidents, in Connection With the
Great Advent Mavement. p. 272, 273. Jorge I. Butler, 1874." (47/41).
5) Un apologista de la profetisa nos da las fechas exactas del tiempo en
que ella vivió:
"Sra. Elena Gould de White.
Nacida en Gorham, Maine, el 26 de noviembre de 1827. Falleció el
16 de julio de 1915 en Santa Elena, California. Fue sepultada en Battle
Creek, Michigan." (41/2).
6) En la cita recogida por el nieto de la profetisa (núm. 4 anterior),
se dice que, cuando ella tuvo su primera visión, estaba muy enferma
y su condición nerviosa era muy deficiente; pero, desde el día
que tuvo su primera visión, su salud física y mental mejoraron
notablemente; pero no se curaron por efecto de las visiones; porque, cuando
está en el apogeo de ellas, en 1869, a sus 41 años de edad,
según informa un profesor adventista de Historia de la Medicina
e Historia de la Ciencia en la Universidad de Wisconsin en Madison, ella
escribió lo siguiente:
"En el verano de 1869,
la Sra. White escribió a Edson que ella estaba atravesando un cambio
en su vida y esperando la muerte, como lo había hecho su hermana
Sara." (48/180).
7) Por consiguiente, vemos que la profetisa tenía una salud mental
débil. A esto hay que agregar los impactos emocionales que recibió
desde su juventud, desde antes que comenzara a tener sus visiones a los
17 años de edad. En efecto:
a) A la edad de seis años, una compañera del colegio le
arrojó una piedra, que le causó "[…] una herida grave en
la nariz y dañando seriamente su salud. Elena no pudo reanudar su
vida escolar y esto constituyó un gran chasco para ella y para sus
padres." (1/171). A los 13 años de edad, escuchó,
por primera vez, el mensaje de Guillermo Miller en 1840; desde 1842, cuando
tenía 15 años, se enroló en el grupo millerita (3/11).
b) Desde antes de esa fecha, ella se encontraba muy preocupada por el
asunto de su salvación, y ya en 1842, tuvo dos sueños que
le dieron algo de esperanza; ella misma lo refiere así:
"Mi alma tenía sed
de la salvación plena y gratuita, pero no sabía como obtenerla.
"[…]. Tuve entonces dos
sueños que me comunicaron un débil rayo de luz y esperanza."
(3/11-12).
c) Entonces fue a su iglesia, contó lo que había soñado
y lo atribuyó a la creencia en la segunda venida, que predicaba
Miller; por lo que fue expulsada de dicha iglesia; así lo cuenta
ella:
"La mayoría de los
que formaban la familia de mi padre creían firmemente en el adventismo,
y por testificar a favor de esta gloriosa doctrina, siete de nosotros sus
miembros fuimos expulsados de la Iglesia Metodista en una ocasión."
(3/13).
d) Desde entonces, toda su actividad religiosa y sus creencias son las
de los milleritas, con los cuales compartió sus alegrías
y los desilusionantes chascos que sufrieron en las diferentes fechas entre
1843 y 1844:
"Desde aquel momento hasta
diciembre de 1844, mis gozos, pruebas y chascos fuero similares a los de
mis apreciados amigos adventistas que me rodeaban." (3/13).
e) En ese mismo mes de diciembre, habiendo acabado los "chascos" en el
anterior mes de octubre, tuvo su primera visión (3/13-20).
Ya hemos visto en qué estado de debilidad metal y físico
se encontraba en esta fecha, con 17 años de edad y 37 kilos de peso.
Además, tenía una gran preocupación mental sobre su
salvación que, a los 55 años de edad, aún no había
logrado superar, pues, en 1882, escribió ella esto:
"Ninguno de nosotros recibirá
jamás el sello de Dios mientras nuestros caracteres tengan una mancha.
Nos toca a nosotros remediar los defectos de nuestro carácter, limpiar
el templo del alma de toda contaminación. […[
"[…]. El sello de Dios no
será nunca puesto en la frente de un hombre o una mujer que sean
impuros. […]" (40/tomo 2, pp. 65, 69, 71).
8) Por tanto, la profetisa se hallaba en este estado de debilidad mental
y física, de sufrimientos por los reiterados "chascos" y de gran
preocupación por llegar a obtener la pureza de su carácter,
para así conseguir que Dios la sellara en el momento oportuno, con
lo cual, su salvación quedaría asegurada, según la
creencia de ella, que expresa así:
"Los que se unen con el
mundo reciben su molde y se preparan para la marca de la bestia. Los que
desconfían de sí mismos, se humillan delante de Dios y purifican
sus almas obedeciendo a la verdad, son los que reciben el molde celestial
y se preparan para tener el sello de Dios en sus frentes. Cuando se promulgue
el decreto y se estampe el sello, su carácter permanecerá
puro y sin mancha para la eternidad.
"[…]. Tendremos que seguir
siendo durante toda la eternidad lo que nos hayamos hecho durante el tiempo
de gracia. La muerte provoca la disolución del cuerpo, pero no produce
cambio alguno en nuestro carácter, ni lo cambia tampoco la venida
de Cristo, tan sólo lo fija para siempre sin posibilidad de cambio."
(40/tomo 2, pp. 71, 167).
9) Todo este estado de circunstancias en que se encontraba la profetisa
nos lleva a considerar que sus visiones y sueños pudieren ser debidos
a que su mente tan debilitada pudo producir una serie de alucinaciones
y delirios, que hubieren dado lugar a dichas visiones y sueños.
Veamos algo sobre las alucinaciones y delirios; como dos botones de muestra;
se dice:
a) Sobre las alucinaciones (en una obra editada por el Adventismo):
"La alucinación
puede ser (alucinación visual), u oírse (alucinación
auditiva), […]. Así por ejemplo, el enfermo puede percibir ruidos,
voces que le ordenan o le insultan, puede ver escenas horribles […]." (49/tomo
3, p. 1484).
b) Por tanto, en una alucinación visual, puede verse escenas horribles;
como éstas escritas por la profetisa en 1862, 1885, 1888:
"Me
fue mostrado que nos esperan escenas espantosas; Satanás y sus ángeles
oponen todas sus potestades al pueblo de Dios. Saben que si los hijos de
Dios duermen un poco más, los tienen seguros, porque su destrucción
es cierta. […].
"[…]. Entonces, vuestros
gritos de agonía no os servirán de nada. […].
"Se proclama el decreto
de que deben despreciar el sábado del cuarto mandamiento, y honrar
el primer día, o perder la vida. […]" (40/tomo 1, pp. 91,
131).
"[…], con el decreto que
imponga el día de descanso papal, será para nosotros una
amonestación. Entonces será el tiempo de abandonar las grandes
ciudades, y prepararnos para abandonar las menores en busca de hogares
retraídos en lugares apartados entre las montañas." (40/tomo
2, p. 166).
"[…] y finalmente se expedirá
contra todos los que santifiquen el sábado un decreto que los declare
merecedores de las penas más severas y autorice al pueblo para que,
pasado cierto tiempo, los mate. […]
"Cuando el decreto promulgado
por los diversos príncipes y dignatarios de la cristiandad contra
los que observan los mandamientos, suspenda la protección y las
garantías del gobierno […]. Los amados de Dios pasarán días
penosos, encadenados, encerrados en cárceles, sentenciados a muerte,
algunos abandonados adrede para morir de hambre y sed en sombríos
y repugnantes calabozos. Ningún oído humano escuchará
sus lamentos; ninguna mano humana se aprontará a socorrerlos." (2/673,
683-684).
c) Tocante al delirio, (en la misma obra) se dice:
"Los delirios son ideas
o juicios claramente erróneos, pero cuya demostración de
falsedad no acepta el paciente debido a su enfermedad mental." (49/tomo
3, p. 1485).
d) Un ejemplo de esto es el que ya conocemos, en el cual la profetisa dice:
"He visto que el diagrama
de 1843 fue dirigido por la mano del Señor, y que no debe ser alterado;
que las cifras eran como él las quería; que su mano cubrió
y ocultó una equivocación en algunas de las cifras, para
que nadie pudiese verla, hasta que la mano de Dios se apartase." "3/75).
e) Es evidente que una persona creyente en su sano juicio no puede pensar
ni aceptar que Dios haga lo que la profetisa dice en esa visión,
porque eso es una idea "claramente errónea"; eso es un delirio
total. Otro delirio es decir, en 1898, que el oscurecimiento
del sol y de la luna, acaecidos 118 años antes (en 1780),
"[…] son señales específicas para la última generación
de hombres que habían de vivir en la tierra antes del regreso de
Cristo." (45/780). Esto es un delirio mayúsculo; es
increíble que alguien pueda escribir tal atrocidad, y menos creérsela;
cualquiera que sea capaz de escribir algo así, se halla en un estado
total de delirio. ¿No se da cuenta que cuando está escribiendo
eso en 1898, ya se han muerto todos los que vivían en 1780? ¿Cómo
podía ser una señal de la segunda venida de Cristo para los
que vivían en 1780 y ser ellos la última generación
antes del regreso de Cristo, si Cristo aún no ha venido cuando ella
escribe en 1898 y los que vivían en 1780 están todos muertos
por haberse pasado ya 118 años, más los años que tuvieran
cuando se obscureció el sol y la luna en aquella fecha?
10) Cuando discutían temas religiosos, la profetisa decía
la última palabra por medio de sus visiones; así lo explica
ella:
"El
poder de Dios bajaba sobre mí, y yo recibía capacidad para
definir claramente lo que es verdad y lo que es error.
"Al ser así delineados
los puntos de nuestra fe, nuestros pies se asentaron sobre un fundamento
sólido. […] Yo solía quedar arrobada en visión, y
me eran dadas explicaciones. Me fueron dadas ilustraciones de las cosas
celestiales, y del santuario, […]." (37/317-318).
11) Después, para dar una base bíblica a ese "fundamento
sólido" que ella puso por medio de sus visiones, especialmente
en el tema del "santuario", dice:
"No trate nadie de deshacer
los cimientos de nuestra fe, los cimientos que fueron echados al principio
de nuestra obra, por oración y estudio de la Palabra de Dios y por
revelación. Sobre estos cimientos hemos estado edificando durante
más de cincuenta años. Los hombres pueden suponer que han
encontrado un camino nuevo, que pueden echar un cimiento más fuerte
que el que fue echado; pero éste es un gran engaño. ‘Nadie
puede poner otro fundamento que el que está puesto.’ (1 Cor. 3:11)."
(37/322).
12) La profetisa publicó el texto de estas dos últimas citas
en el año 1892 (41/141). Por tanto, "más de cincuenta
años" hacia atrás nos lleva a la época cuando ella,
antes de unirse al grupo de los milleritas en 1842, ya escuchaba la predicación
de Guillermo Miller, tuvo sus dos primeras visiones y fue expulsada de
su iglesia. Por esto, el período al que ella se refiere abarca desde
que ella comenzó a tener visiones hasta 1892, cuando publicó
el texto de esas dos citas. Por otra parte, hemos visto, en la penúltima
cita, que la profetisa dice que, por medio de sus visiones, ella "recibía
capacidad para definir claramente lo que es verdad y lo que es error."
Por esto, es evidente que, tras debatir los temas (incluso con la Biblia,
como dice en la última cita, "por oración y estudio de la
Palabra de Dios", agrega: "y por revelación"), ella decidía,
por medio de sus visiones, el texto definitivo de la doctrina que debatían
en cada ocasión; esto lo deja ella bien claro en esas dos citas
últimas. Ahora bien, al citar el texto de 1 Corintios 3:11,
al final de esa última cita, para dar un fundamento bíblico
al fundamento fijado por medio de sus visiones, falsifica este texto
bíblico, lo mutila, para adaptarlo a sus ideas fijas; en efecto,
quita a Cristo como fundamento, y, en su lugar, pone el fundamento colocado
por medio de las visiones de ella expresadas en sus escritos, pues el texto
de 1 Corintios 3:11 dice: "Porque nadie puede poner otro fundamento que
el que está puesto, el cual es Jesucristo." Evidentemente, la profetisa,
poniendo un punto donde había un coma, y suprimiendo las palabras
el
cual es Jesucristo, quitó a Cristo como fundamento, porque esas
palabras estorbaban para poner el fundamento fabricado por medio de sus
visiones; es decir, adaptó el texto bíblico a sus propios
intereses (entonces, pues, ¿cuál es el fundamento de la Iglesia
Adventista, Cristo o el fundamento puesto por las visiones de la Sra. White?.
Un conocido personaje citaba la Biblia de la misma forma que la profetisa;
quitaba del texto bíblico las palabras que estorbaban para adaptar
el texto a sus propósitos; veámoslo:
"A
sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden; y, en las
manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra."
(Lucas 4:10-11).
13) Veamos ahora los dos textos completos, poniendo en letra negrita las
palabras escamoteadas por la Sra. White y por el diablo:
"Porque nadie puede poner
otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
(1 Corintios 3:11).
"[…] a sus ángeles
mandará acerca de ti; que te guarden en todos tus caminos.
En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra."
(Salmo 91:11-12).
14) Como tirarse desde lo alto del templo al suelo, no era andar por un
camino, el diablo modificó el texto bíblico para adaptarlo
a sus intereses. La profetisa hace exactamente igual; ahí está
la prueba. ¿Podría ser ése el ángel que daba
las explicaciones a ella en sus visiones, como, por ejemplo, en
la profecía
de los gusanos? A juzgar por lo que dice la Biblia en 2 Corintios
11:14, no sería extraño; en ese caso, las visiones y
explicaciones que la profetisa recibía de un ángel, serían
un caso de espiritismo, ya que ese texto bíblico dice así:
"Y
no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel
de luz."
15) Podemos decir que la profetisa fue un ser atormentado por causa de
haber cogido un camino equivocado, dando siempre vueltas a las mismas ideas
fijas del "juicio investigador", de la pureza de su carácter, para
que Dios le pusiera su sello, lo cual es contrario a la Biblia; según
la cual, Dios pone su sello al principio de la vida cristiana, y Jesús
da la vida eterna entonces al creyente, lo cual le confiere una gran felicidad;
veámoslo:
"En él (Cristo)
también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el
evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él,
fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, […]." (Efesios
1:13).
"Y no contristéis
al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el
día de la redención." (Efesios 4:30).
"De cierto, de cierto os
digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida
eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte
a vida." (Juan 5:24).
16) Por consiguiente, cualquiera que crea en esas palabras de Cristo, no
puede vivir con temor por su salvación como la profetisa. Ahora
bien, esos tres textos bíblicos (Efesios 1:13 / Efesios
4:30 / Juan 5:24) no los emplea ella en sus obras que venimos
citando, como se puede comprobar en (2/754-755), (36/558-559),
(37/563). Con toda evidencia, podemos afirmar que las enseñanzas
dadas en las visiones de la profetisa no coinciden con las enseñanzas
de la Biblia y, por tanto, no pueden haber siso originadas por el mismo
Espíritu Santo que inspiró el mensaje de la Biblia. Ante
esta evidencia, que el lector juzgue qué se puede pensar sobre el
origen de esas visiones, teniendo en cuenta lo que dice un apologista de
la profetisa, que se expresa así:
"Una falta de armonía
entre sus escritos y las enseñanzas de la Biblia, indicarían
que su pretensión era falsa." (41/39).
17) Ella misma afirmó lo siguiente:
"No hay medias conclusiones
en el asunto. Los Testimonios son del Espíritu de Dios, o
del diablo.
"[…]. Si los
Testimonios
no hablan según la Palabra de Dios, rechazadlos." (40/tomo
2, pp. 286, 302).
Crearon la profetisa
con visiones inventadas;
parece un cuento de hadas
para morirse de risa.
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APÉNDICE 5
LA BIBLIA DEL "NUEVO MUNDO" Y LA DIVINIDAD
DE CRISTO
1) En esta Biblia de los Testigos de Jehová (TJ), cuyo título
completo aparece en el número 82 de la
Bibliografía,
Cristo queda reducido a una simple criatura antes de su encarnación,
y, después, a un hombre más; su naturaleza divina desaparece,
no se ve que sea Dios en el Nuevo Testamento de la Biblia del Jehovismo.
2) El CG ha conseguido esto mediante la falsificación
de los textos en los cuales aparece la divinidad de Jesús en el
NT; y, aunque en alguno de estos textos no lo consigue totalmente (como
en 1 Juan 5:20), Cristo queda irreconocible como Dios en dicha Biblia de
los TJ.
3) Aclarar todas las implicaciones teológicas de todos los textos
bíblicos manipulados y tergiversados en este NT, nos llevaría
a escribir un libro entero, lo cual no tratamos de hacer aquí; pero
lo que sí vamos a hacer, en este Apéndice, es mostrar
unos cuantos de estos textos falsificados.
4) Cada texto que presentamos aquí está tomado del Nuevo
Testamento de los TJ, que va indicado en el número
94 de
la Bibliografía. Cada página de este NT tiene dos
columnas. En la columna más ancha de la izquierda, aparece el texto
griego, que puede darse por aceptable para el tema que nos ocupa. Debajo
de cada palabra griega, se halla su traducción al inglés,
que, en general, suele estar de acuerdo con el texto griego, para el tema
al que nos referimos ahora. Pero, ¡ay!, como las palabras en inglés
hay que ordenarlas, porque la frase en inglés no se construye como
en griego, para ordenar las palabras inglesas que están debajo de
las palabras griegas, los traductores de este NT llevan ese texto inglés
a otra columna más estrecha que está en el lado derecho de
cada página. Al escribir el texto inglés de esta columna
de la derecha, aprovechan la ocasión para decir lo que les interesa
en lugar de expresar lo que dice el texto griego y el texto inglés
de la columna de la izquierda. Después, a partir de este texto inglés
falso de la columna de la derecha, traducen sus "biblias" al español,
francés, portugués, etc. El CG104/309). mismo explica todo
esto en el libro siguiente (
5) El CG, cuando organiza el texto inglés, en la columna
de la derecha, lo hace con la idea arriana preconcebida de que Cristo es
un Dios; pero más pequeño que Jehová; éstas
son sus palabras relativas a "Jesucristo", en las cuales encontramos los
dos DIOSES de los TJ, el "Dios Poderoso" y el "Dios Todopoderoso, Jehová":
"Se
refiere a él (a Jesucristo en Isaías 9:6) como Dios
Poderoso, pero no el Dios Todopoderoso, Jehová." (77/271).
6) El CG argumenta, por otra parte, que, aunque se llame "dios"
a Jesús, eso sólo significa que es una criatura poderosa,
pero nada más; porque a Satanás también se le llama
"dios"; pero no es el verdadero Dios, sino solamente es una criatura; éstos
son sus argumentos:
"¿Está en
conflicto con la enseñanza bíblica de que hay un solo Dios
el decir que Jesucristo es "un dios"? No, porque a veces la Biblia emplea
el término "dios" para referirse a criaturas poderosas. […] Hasta
a Satanás se le llama ‘el dios de este sistema de cosas’ en 2 Corintios
4:4" (105/28).
7) Por consiguiente, para el Jehovismo, Jesucristo, en su existencia prehumana,
sólo era una criatura, la primera que Dios creó:
"Primera creación
por Dios; existencia prehumana". (77/270).
8) Ahora, el CG necesita un texto de la Biblia donde se fundamente
esa afirmación. Como no existe ningún texto bíblico
que diga tal cosa, el CG falsifica un texto para adaptarlo a esa
falsa doctrina jehovista. En efecto; veamos:
a) Apocalipsis 3:14 en (94/).
b) En este texto, Cristo, hablando de sí mismo, dice que él
es:
"[…] el principio de la
creación de Dios […]" (según el texto griego).
c) La palabra "principio" (arjé, en griego) significa aquí
"el origen" o "el agente" de la creación, la cual es de Dios.
d) No obstante, el CG traduce así este texto:
"[…]
el principio de la creación por Dios […]. (82/1471).
e) Así vemos, en las dos palabras que hemos resaltado en letra negrita,
cómo el cambio de "de" en "por" da otro sentido a
la frase, y Cristo pasa, de ser el agente de la creación de Dios
(lo que también se afirma en Juan 1:3), a ser la primera criatura
creada por Dios, que es lo que necesita, el Jehovismo, que diga
la Biblia, para confirmar su creencia arriana preconcebida.
9) Ahora bien, la Biblia expresa la realidad de las cosas de tal forma
que, cuando alguien altera un texto caprichosamente, va a estrellarse contra
otro texto. En efecto, observemos el texto siguiente:
a) Colosenses 1:16-17 en (94/896).
b) Este texto también dice que Cristo es el agente ejecutor de
la creación; es decir, de todas las cosas creadas en el cielo y
en la tierra, lo cual concuerda con el texto anterior de Apocalipsis 3:14;
pero, como el CG, ya ha destruido lo que dice este texto, ahora
tropiezan con lo que dice este otro texto; porque, si Cristo, en su existencia
prehumana, es una cosa creada, tendría que haberse
creado él
a sí mismo, puesto que él creó
todas las cosas.
c) Para eludir este problema, el CG traduce este pasaje de Colosenses
1:16-17 así:
"[…] porque por medio de
él todas las [otras] cosas fueron creadas en los cielos y sobre
la tierra, las cosas visibles y las cosas invisibles, no importa que sean
tronos, o señoríos, o gobiernos, o autoridades. Todas las
[otras] cosas han sido creadas mediante él y para él. También,
él es antes de todas las [otras] cosas y por medio de él
se hizo que todas las [otras] cosas existieran, […]." (82/1411).
d) Vemos cómo el CG repite cuatro veces la palabra [otras]
entre corchetes, cosa que es innecesaria, y que no está en el texto
griego, como puede comprobarse en (94/896). Esto es una falsificación
del texto bíblico y un atentado contra la divinidad de Cristo, hechos
en dos etapas; primera: el
CG agrega la palabra [otras] entre
corchetes; segunda: quita esos corchetes; así queda la palabra
otras
incorporada al texto bíblico como una palabra más de la Biblia,
cuando copia ese texto de Colosenses 1:16-17 en sus libros jehovistas,
como puede comprobarse en (77/270) y (98/24).
10) Por fin, con estos antecedentes, llega el CG a un texto bíblico
donde expresamente se llama Dios a Jesús antes de su encarnación.
He aquí ese texto:
a) Juan 1:1 en (94/417).
b) Aquí también tropieza la doctrina falsa del CG
contra este texto; porque, en él, se llama Dios a Jesús antes
de su encarnación; pero, como ya hemos visto, el CG dice
que "[…] a veces la Biblia emplea el término ‘dios’ para referirse
a criaturas poderosas" (punto 6), y, como él ya ha determinado que
Cristo era, antes de encarnarse, una criatura creada por Dios (según
su traducción de Apocalipsis 3:14), ahora, para dar la vuelta a
este texto que llama Dios a Jesús antes de encarnarse, traduce este
texto así:
"[…] la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era un dios." (82/1275).
c) Así el CG adapta el texto bíblico a su doctrina
falsa, de esta manera: un Dios (con mayúscula)
Todopoderoso,
que creó a un dios (con minúscula)
Poderoso.
He ahí los dos dioses del Jehovismo, a los que nos hemos referido
más arriba (en el punto 5).
d) Lo que parece ignorar el CG es que los apóstoles no
hicieron esa diferencia entre "d" (minúscula) y "D" (mayúscula),
como se puede ver en el texto griego de su propio NT (94/417).
e) Por otra parte, es una atrocidad agregar, en ese texto, la palabra
"un", porque la palabra DIOS es un atributo y, por lo tanto, no lleva artículo.
Además, se ve, en (94/417), que la palabra "un" está
agregada en la columna de la derecha, donde se trituran los textos tomados
de la columna de la izquierda.
f) Ahora bien, puesto que el CG lo quiere, sigamos su razonamiento
a ver qué pasa, y leamos, en su Biblia, el texto de Efesios 4:6,
que dice: "[…] un Dios y Padre de todos, […]." (82/1403).
g) En este texto, de Efesios 4:6, hay que observar dos cosas. Primera:
que la palabra Dios (en griego) está escrita con la misma letra
que el "dios" de su Biblia en Juan 1:1. Segunda: que, en este texto
de Efesios 4:6, se llama "un Dios" a Jehová, y, además, en
esta ocasión, la palabra "un" sí está escrita en el
texto griego; porque, en griego, al no existir el artículo indeterminado
"un", se suplía éste con el numeral "uno", que hay que traducir
por "un"; así, pues, si, en Juan 1:1, el apóstol hubiera
tenido que escribir "UN DIOS", habría escrito "UNO DIOS" (como está
escrito en Efesios 4:6); pero él no escribió la palabra "UNO";
por tanto, no se puede agregar la palabra "UN" en la traducción.
Ahora bien, según la falsa Biblia del CG, tenemos lo siguiente:
*) "un dios" para Jesús antes de encarnarse, según
Juan 1:1 (82/1275).
*) "un dios" para Jehová, según Efesios 4:6 (82/1403).
h) Puesto que, en el texto griego, la palabra "dios" está
escrita, dos veces en Juan 1:1 y una vez en Efesios 4:6, con "d"
(minúscula) y, cuando se refiere a Jesús antes de encarnarse
en Juan 1:1 como cuando se refiere a Jehová en Efesios 4:6, llevan
el artículo "un" en la Biblia del Jehovismo, ¿dónde
está la diferencia entre el "un dios" de Juan 1:1 y el "un
dios" de Efesios 4:6, según la Biblia de los TJ?
11) Hemos visto que Jesús, antes de encarnarse, era completamente
Dios, según Juan 1:1; luego se encarnó, según Juan
1:14. A partir de entonces, siguió siendo Dios (pues Dios no puede
desaparecer por ser inmortal, según 1 Timoteo 6:16); por esto, Jesús
existía (como Dios) desde antes que llegara a existir Abraham; así
lo dijo Jesús a los judíos en Juan 8:58; pero el CG
falsifica este texto traduciéndolo en su Biblia de esta manera:
"Antes que Abraham llegara a existir, yo he sido." (82/1289). En
efecto, donde Jesús dice "yo soy", el CG traduce "yo
he sido" en su falsa Biblia; así da a entender que Jesús,
antes de su encarnación, fue creado por Dios como ya ha dejado dicho
en la otra falsificación de Apocalipsis 3:14. Pero no se puede traducir
el presente de indicativo "soy" por el pretérito perfecto
de indicativo "he sido", porque eso es cambiar de un tiempo al otro,
lo cual es una atrocidad, como se puede comprobar en (94/467).
12) En Juan 8:24, Jesús dice: "[…] yo soy […]",
con lo cual se identifica con el "[…] Yo soy me envió a vosotros.",
de Éxodo 3:14; y con el "yo soy" de
Isaías
43:10; por esto, el CG destruye el texto de Juan 4:24 traduciéndolo
así: "yo soy [ese]," en su Biblia falsificada (82/1288).
Aunque recurre al truco de poner el pronombre [ese] entre corchetes,
destruye el sentido del texto, que es lo que se propone el CG[ese],
que constituye una clara falsificación de este texto de Juan 8:24;
pero la palabra añadida [ese] no esta en el texto griego.
Todo lo que decimos aquí sobre Juan 8:24 vale igual para Juan 8:28,
donde el CG ha hecho la misma falsificación (94/462-463). añadiendo
13) En Tito 2:13, dice Pablo:
a) "[…] del gran Dios y Salvador nuestro Cristo Jesús";
b) pero el CG traduce esa frase así: "del gran Dios y
de[l] Salvador nuestro, Cristo Jesús" en su falsa Biblia (82/1431).
c) El artículo contracto "del" que va al principio de la frase,
rige las palabras "Dios y Salvador" que se refieren a "Cristo Jesús";
pero al agregar "de[l]", se hace que la frase se refiera al "gran Dios",
como diferente del "Salvador nuestro Cristo Jesús". Así,
el CG consigue que, en este texto de Tito 2:13, no se diga, en su
Biblia falsa, que Cristo Jesús es "el gran Dios". Esto es una falsificación
más de la Biblia y un atentado contra la divinidad de Jesús
por parte del falsario CG. Pero obsérvese bien cómo
es este texto en el griego de (94/957-958).
14) En 1 Juan 5:20, a pesar del retorcimiento que el CG
ha hecho en este texto en la traducción de su Biblia jehovista,
Jesús sigue siendo "el verdadero Dios" en esa misma Biblia (82/1465).
15) En Juan 13:14, Jesús dice que él es "el Señor".
a) La Biblia del Jehovismo ha transformado esas dos palabras en esta
frase: "aunque soy Señor" (82/1296).
b) Como se ve, aquí el CG ha hecho dos cambios en este
texto:
*) Ha suprimido el artículo "el". El CG que tanto se empeña
en poner el artículo "un" en Juan 1:1, sin que haya que ponerlo,
¿por qué quita aquí el artículo "el" que sí
está en el texto griego?
*) Además agrega la frase "aunque soy", para reducir a Jesús
a la posición de un señor más entre los demás
señores.
*) Estas dos manipulaciones constituyen una gran falsificación
de este texto de Juan 13:14, sólo para que Jesús no sea "el
Señor"; véase esta falsificación en (94/494).
16) En Colosenses 2:9, Jesús es Dios y hombre;
porque, según este texto: "[…] en él habita corporalmente
toda la plenitud de la Divinidad." (94/899).
a) El CG, en la Biblia del Jehovismo, suprime la palabra "Divinidad"
y, en su lugar, pone "cualidad divina" (82/1412).
b) Pero "cualidad divina" es algo que posee la Divinidad; mas
no es la Divinidad, la cual anula el CG, en ese texto, para que
Jesús no sea Dios. Por tanto, el hecho de quitar la palabra "Divinidad",
que está en el texto griego, y poner, en su lugar, dos palabras
(cualidad divina) que no están en el texto griego, es una falsificación
de la Palabra de Dios, como puede verse en (94/899).
17) Según Hechos 3:20, el día de la segunda venida,
será Cristo quien vendrá enviado por su Padre; pero,
según dice la Biblia del Jehovismo en Apocalipsis 1:8, el
que vendrá es Jehová (82/1469).
a) El CG ha cambiado, en este texto, la palabra "Señor"
por "Jehová"; porque a quien se llama ahí "Señor"
y se dice que es el que viene, también se le llama "el Todopoderoso";
pero, como el Jehovismo dice que el Dios Todopoderoso es Jehová,
mientras que Jesús sólo es "un dios" Poderoso (como Satanás,
según ya hemos visto más arriba), resulta que, según
el CG, este texto se refiere a Jehová; pero aquí hay
que tener en cuenta dos cosas:
*) Que poner ahí Jehová es una falsificación del
texto griego, el cual dice Señor, como se puede ver en (94/1075).
*) Que, por medio de esta falsificación, el Jehovismo enseña
que quien va a venir, el día de la segunda venida, es Jehová
en lugar de Jesús.
b) Así, el CG cambia la doctrina del Nuevo Testamento,
que siempre dice que, en la segunda venida, quien vendrá es Cristo;
él mismo lo prometió (Juan 14:1-3; Mateo 25:31; etc.); y
su Padre no es el que vendrá, sino el que enviará a Jesús,
según se enseña en Hechos 3:20-21, que dice así:
[…] "y él envíe
a Jesucristo, que os fue antes anunciado; a quien de cierto es necesario
que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas
las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos profetas que
han sido desde tiempo antiguo."
18) Creemos que, con estos textos mostrados hasta aquí, es suficiente
para ver que el Nuevo Testamento de la Biblia del Jehovismo está
manipulado y adulterado por medio de una serie de falsificaciones de los
textos clave, que se refieren a la divinidad de Jesús; porque, como
el Jehovismo es arriano hasta la médula, no quiere que Jesús
sea "el verdadero Dios" (1 Juan 5:20), ni "el gran Dios"
(Tito 2:13), ni "el Señor" (Juan 13:14), ni "el Todopoderoso"
(Apocalipsis 1:8); pero Jesús es todo eso en el Nuevo Testamento
griego interlineal de los Testigos de Jehová, como queda demostrado
en los textos (griego-inglés) indicados de ese Nuevo Testamento
de los TJ reseñado con el nº 94 de la Bibliografía.
19) Llegados aquí, recomendamos a todos los TJ que lean sus propios
libros; pero con espíritu crítico; y que estudien todo lo
que les sea posible; porque la falta de espíritu crítico
y de instrucción académica que pueda haber en ellos, siempre
será aprovechada por el CG, para extraviarlos sin ninguna
consideración. Además, todas las personas que puedan leer
griego o inglés, que adquieran el Nuevo Testamento interlineal
de
los mismos TJ, cuyo nº 94 acabamos de indicar, al cual pertenecen
las pruebas que presentamos sobre los textos falsificados explicados en
este Apéndice; así podrán comprobar la realidad de
esas falsificaciones realizadas por el CG.