II
La inspiración del Espíritu
de Profecía en relación con la inspiración
de la Biblia Agosto 1, 1919
W. E. Howell, Presidente:
El tema esta vez, como está programado . . . es, en cierta medida,
la continuación de nuestras consideraciones sobre el Espíritu
de Profecía, y el tema de la inspiración en relación
con eso, cómo se relaciona con la inspiración de la Biblia.
Esto no tiene el propósito de convertirse en discurso formal, ocupando
todo el período, sino que el hermano Daniells dirigirá el
tema, y después, según lo expresó, desea que tengamos
una especie de mesa redonda en la cual estudiaremos juntos los temas.
Daniells pide ser dispensado de
discutir la inpiración verbal de la Biblia
A. G. Daniells: Hermano
presidente, creo que ha ocurrido un malentendido entre nosotros. El otro
día, protesté contra la discusión de un tema pesado,
bajo las circunstancias, y lo descarté de mi mente, y he estado
pensando de acuerdo con otro razonamiento, el de adiestramiento pastoral,
y una discusión adicional de la cuestión que tenemos frente
a nosotros. Bajo esas circunstancias, no me sentiría en libertad
de ofrecer una discusión sobre el asunto que entiendo que ha sido
deseado.
Como saben, hay dos opiniones sostenidas por hombres eminentes
con respecto a la inspiración verbal de la Biblia. . . . Un hombre
-- erudito, consagrado, cuidadoso, creyenntte pleno de la Biblia en todo
el sentido de la palabra -- cree que fue una revelación de la verdad
a los escritores, y que ellos recibieron permiso para declarar esa verdad
de la mejor manera posible. Otro hombre - también erudito, consagrado
y cuidadoso en su fe - cree que fue una inspiración y revelación
palabra por palabra, que las palabras mismas fueron dadas -- que cada palabra
en el original, como fue escrita por los profetas desde Moisés hasta
Malaquías, fue dada por el Señor. Esos hombres discrepaban
y discrepan honesta y sinceramente, y hay seguidoresde ambas posiciones
entre nosotros, aquí mismo en la Asociación, y no veo por
qué un hombre en mi posición, con mi conocimiento de esas
cosas, está intentando presentar pruebas sobre esto. Yo no deseo
hacer eso. Permaneceríamos todos con la misma opinión, pienso,
como nos mantenemos ahora. Así, deseo pedirles que me permitan dispensar
esa parte y seguir directamente a la otra cuestión del adiestramiento
pastoral o abrir un espacio para más preguntas y discusiones del
asunto que tenemos ante nosotros. Me siento más a gusto así,
pues a lo largo de todos estos años, desde que se inició
la controversia de Battle Creek, me he enfrentado a esa cuestión
de los Testimonios. Ya me reuní con todos los que dudaban, los principales,
y traté esto en institutos pastorales, y he hablado muchas veces,
hasta llegar al punto de sentirme enteramente familiarizado con el tema,
esté en lo cierto o no. . . .
Necesidad de discutir el uso
de los escritos no publicados de EGW
W. E. Howell: . .
. No deseo que el hermano Daniells sienta que está decepcionándonos
en cualquier sentido esta mañana; y si entiendo los anhelos de los
profesores, han sido, no que él deba discutir tanto la cuestión
técnica de la inspiración verbal como la inspiración
de la revelación de la verdad de la Biblia, sino que nos dé
instrucción adicional en lo que concierne a la inspiración
del espíritu de profecía y su relación con la Biblia.
No tengo nada más que presentar en ese campo, pero según
los profesores me dijeron, me pareció que sería bueno considerar
algunos aspectos de esa cuestión un poco más, particularmente
el uso de escritos, cartas, discusiones no publicadas, etc.; a la luz de
lo que se mencionó aquí el otro día. La propia hermana
White dijo que si deseábamos saber lo que el espíritu de
profecía había declarado con respecto a algo, deberíamos
leer los escritos de ella que se habían publicado. Esa es una cuestión
que me parece que los profesores tienen en mente, hermano Daniells.
El cuidado necesario en las discusiones
F. M. Wilcox: He disfrutado
mucho de estas discusiones. Disfruté la noche de la semana pasada
cuando se consideró la cuestión del espíritu de profecía.
Disfruté la discusión del Pastor Daniells con respecto a
la cuestión y creo que la posición que él adoptó
sobre la cuestión concuerda plenamente con mi propio punto de vista.
He entendido por largos años la manera en que las obras de la hermana
White fueron compuestas y sus libros compilados. Nunca he creído
en la inspiración verbal de los Testimonios. Debo decir, sin embargo,
que el miércoles pasado por la noche, y también desde entonces,
se hicieron algunos comentarios sin las debidas precauciones, y yo cuestionaría
el efecto de esas declaraciones y posiciones allá en el campo. Sé
que circulan comentarios por Takoma Park en relación con las posiciones
asumidas aquí, y esa misma situación ocurrirá en el
campo. Tal como el hermano Wakeham sugirió el otro día, creo
que tenemos que tratar con una cuestión muy sensitiva, y yo sentiría
terriblemente que se observase una influencia dominando el campo y en cualquiera
de nuestras escuelas modelos de despreciar los Testimonios. Hay gran peligro
de una reacción, y yo realmente me confieso preocupado.
He oído cuestiones suscitadas aquí que me
dejaron la impresión de que si ellas se suscitaran en nuestras aulas
de clases cuando volviéramos a nuestras escuelas, tendríamos
serias dificultades. Creo que hay muchas cuestiones que debemos conservar
y no discutir. No enseño en una escuela, sino que he enseñado
Biblia por trece años en una escuela preparatoria para enfermeras,
donde había un gran número de jóvenes, pero no puedo
pensar que sea necesario que respondamos a cada pregunta que nos hace un
estudiante u otro, o ser llevados a una situación en que tomemos
una posición que acarrea un debilitamiento de la fe. Creo que los
Testimonios del Espíritu de Dios son un gran recurso para esta denominación,
y creo que si destruimos la fe en ellos, destruiríamos la fe en
el propio fundamento de nuestra obra. Debo decir que veo con gran preocupación
la influencia que se derivará de esta reunión, y de las preguntas
que se oyó que se hicieron aquí. A menos que esas preguntas
puedan ser tratadas muy diplomáticamente, creo que vamos a enfrentar
serios problemas. Ciertamente espero que el Señor nos dé
sabiduría de modo que sepamos qué decir y hacer al encontrarnos
con esas cosas en el futuro.
C. L. Benson: Me he
preocupado mucho en ese mismo sentido, y la pregunta que surge en mi mente
va un poco mas allá de lo que se comentó aquí; pero
me parece casi un paso lógico. Se trata de lo siguiente: Si ocurre
tal incertidumbre con respecto a nuestra posición histórica,
y si lo mismo es cierto en relación con nuestra interpretación
teológica de los textos, entonces, ¿cómo podremos
coherentemente depositar una confianza implícita en la dirección
que se nos da con respecto a nuestros problemas educativos, y nuestra Escuela
de Medicina, y también nuestra organización denominacional?
Si hay un liderazgo espiritual definido acerca de esas cosas, entonces,
¿cómo podemos coherentemente dejar de lado los Testimonios
o hacerlo parcialmente por lo que toca al aspecto profético e histórico
del mensaje? ¿Y poner esas cosas en la base del trabajo de investigación?
Esa pregunta está en mi mente, y estoy seguro de que está
en la mente de otros también.
Waldorf: Eso está
en mi mente. Por eso presenté esta mañana aquella ilustración
en el pizarrón, aquellos tres ríos, la historia, el espíritu
de profecía, y la Biblia.
Inspiración verbal de
los Testimonios
J. N. Anderson: Cuando
discutimos el asunto el otro día, me pareció que la principal
cuestión era cómo debemos lidiar nosotros, como profesores,
con esta cuestión cuando estamos delante de nuestros estudiantes.
Creo que llegamos a una opinión bien unánime respecto a esa
cuestión entre nosotros aquí, y tenemos una posición
bien unida, diría yo, en cuanto a qué posición ocupan
los Testimonios -- su autoridad en relación con la Biblia, y así
por el estilo -- pero la pregunta en mi mente, y en la mente de algunos
otros también, creo -- es ¿qué haremos nosotros como
profesores cuando nos presentemos delante de nuestras clases y surja alguna
cuestión relacionada con la historia, como las que se han mencionado
aquí, según las cuales hemos decidido que los escritos de
la hermana White no son el punto final? Decimos que hay muchos hechos históricos
que creemos deben ser decididos por la erudición, y que la hermana
White nunca afirmó tener la última palabra sobre las cuestiones
históricas que aparecen en sus escritos. ¿Estamos seguros
de presentar eso a nuestros estudiantes? ¿O debemos mantener eso
en secreto? ¿Y podemos mantener algo en la profundidad de nuestra
mente sobre lo cual estamos absolutamente seguros, y sobre lo cual la mayoría
de los hermanos tienen la misma posición? ¿Podemos retener
esas cosas y ser veraces para con nosotros mismos? Además, ¿estamos
seguros de hacerlo? ¿Estará bien dejar que nuestro pueblo
en general continúe ateniéndose a la inspiración verbal
de los Testimonios? Cuando lo hacemos, ¿no nos estamos preparando
para una crisis que será muy seria algún día? Me parece
que lo mejor que podemos hacer es educar a nuestro pueblo muy cautelosa
y cuidadosamente para ver exactamente dónde debemos ponernos
para ser protestantes coherentes, ser coherentes para con los propios Testimonios,
y ser coherentes con lo que sabemos que debemos hacer como hombres inteligentes,
según lo que hemos decidido en estas reuniones. . . .
Estoy preocupado por la fe de los jóvenes que vienen
a nuestras escuelas. Ellos deben ser nuestros dirigentes, y creo que estos
son los tiempos en que deben recibir el mejor fundamento que les podamos
ofrecer. Debemos darles las creencias más sinceras y honestas que
tengamos en nuestros corazones.
Hablo con cierto sentimiento porque eso se aproxima a
mi convicción de que algo debería hacerse aquí en
este lugar -- aquí es donde eso se puede hacer -- para salvaguardar
a nuestro pueblo, educarlo y traerlo de vuelta y llevarlo a afirmarse sobre
el único fundamento que se puede obtener al avanzar y progresar.
C. L. Taylor: Con
respecto a la inspiración verbal de los Testimonios, yo diría
que oí más sobre eso aquí en un solo día de
lo que jamás oí antes en toda mi vida. Creo que creamos una
gran montaña de dificultades contra cual hay que salir y luchar.
No creo que nuestro pueblo en general crea en la inspiración verbal
de los Testimonios. Creo que la idea general de nuestro pueblo es de que
los Testimonios son los escritos de una hermana que recibió luz
de Dios. En cuanto a la inspiración verbal, creo que hay una idea
mal definida. Acepto que ellos entienden que de alguna manera Dios le concedió
luz, y ella la registró por escrito, y no saben lo que significa
la inspiración verbal.
Pero, a la verdad, le veo mucho sentido a la pregunta
que el profesor Benson hizo: Si debemos considerar lo que la hermana White
dijo interpretando la historia, o lo que podríamos denominar filosofía
de la historia, como indigno de confianza, y dejar a un lado exposiciones
de pasajes bíblicos por la misma razón, la única conclusión
natural para mí, y probablemente para gran parte de los otros, sería
que la misma autoridad es indigna de confianza con respecto a la organización,
con respecto al panteísmo, y cualquier otro asunto que haya tratado;
que ella pudo haber dicho la verdad, pero es preferible tomar todos
los datos históricos de que nos podemos valer para ver si dijo la
verdad o no. Eso es algo que me gustaría ver en esta discusión.
No creo que vayamos al fondo de la cuestión a menos que respondamos
a la pregunta del Prof. Benson.
A. G. Daniells: ¿Debemos
considerar algunos aspectos como resueltos y pasar adelante? Tomemos la
cuestión de la inspiración verbal. Creo estar muy de acuerdo
con lo que el hermano Taylor dijo, que en la mayor parte de nuestro pueblo
no hay dudas. No hay inquietud. Ellos no lo comprenden, y tampoco entienden
los aspectos técnicos de la inspiración de la Biblia. Y el
poder de la Biblia y su atracción sobre la raza humana no depende
de un detalle técnico para la aceptación de la Biblia. No
permitiré que un hombre que cree en la inspiración verbal
de la Biblia debilite mi fe en ella. Sé que tengo fe suficiente
en ella para obtener el perdón de mis pecados y el compañerismo
con mi Señor y la esperanza del cielo. Yo sé eso, y un hombre
que tiene una opinión diferente no necesita despreciar mi fe porque
no comparto su punto de vista. Yo no desprecio la fe de otro hombre o su
posición delante de Dios en absoluto porque tenga una opinión
diferente. Creo que podríamos argumentar sobre la inspiración
de la Biblia . . . hasta el fin y no alcanzar la misma opinión,
pero todos tenemos la misma confianza en ella, y tenemos la misma experiencia,
y todos llegamos al mismo lugar al final.
Pero ahora, con referencia a los Testimonios: Pienso que
se puede hacer más daño a los Testimonios reclamando su inspiración
verbal que con la Biblia. Si me preguntaran sobre la lógica detrás
de eso, me podría tomar algún tiempo esclarecerlo, y podría
no ser capaz de satisfacer a todas las mentes; pero si me preguntan por
mi experiencia práctica, puedo ofrecerles mucha.
F. M. Wilcox: ¿Por
qué sabemos cómo se compusieron los Testimonios fueron compuestos,
y nada sabemos sobre la Biblia?
"¡Algo no está bien!"
A. G. Daniells: Sí,
este es un buen punto. Realmente sabemos, y no resuelve nada que alguien
se levante y hable sobre la inspiración verbal de los Testimonios,
porque todos los que han visto el trabajo realizado [de su composición]
saben que no es así. . . .
M. E. Kern: No estoy
muy seguro de que algunos de los hermanos estén en lo cierto cuando
dicen que todos estamos de acuerdo sobre esta cuestión. Yo estuve
aquí el otro día por primera vez para asistir a la conferencia,
y oí al mismo hombre en la misma discusión afirmar que no
podemos depender de los datos del espíritu de profecía, y
después asegurar su absoluta confianza en el espíritu de
profecía y en los Testimonios. Y de ahí, un poco adelante,
había algo más sobre lo cual él no estaba de
acuerdo. Por ejemplo, se mencionó el testimonio positivo contra
la mantequilla y él explicó que hay excepciones a eso. Más
tarde, nuevamente declaró: "Tengo absoluta confianza en la inspiración
del espíritu de profecía". Mi pregunta es : ¿Cuál
es la naturaleza de la inspiración? ¿Cómo podemos
sentir, y creer, y saber que hay una incoherencia allí, algo
que no es cierto, y todavía creer que el espíritu de profecía
es inspirado? ¿Se da cuenta del problema?
A. G. Daniells: Sí,
capté perfectamente su pregunta.
M. E. Kern: Esa es
la dificultad que tenemos al explicar eso a los jóvenes. Podemos
tener confianza en nosotros mismos, pero es difícil hacer que otros
crean si expresamos ese punto de vista más liberal. Puedo prever
que algunos se aprovecharán de esa posición liberal para
salir por ahí comiendo carne en todas las comidas, y decir que parte
de los Testimonios no son dignos de confianza.
Pregunta: ¿No
podría él hacer lo mismo si creyera en la inspiración
verbal?
M. E. Kern: No de
una manera tan consistente si él cree que cada palabra es inspirada.
No podría, consistentemente, sentarse y comer carne.
A. G. Daniells: Pero
yo les he visto hacer eso.
M. E. Kern: Pero no
según su conciencia. Ahora considere a un hombre que se zambulle
en las Escrituras, y lee griego y hebreo, y sale por ahí diciéndoles
a las personas que si entendieran griego no obtendrían ese sentido
de la Biblia, o que si la hermana White entendiera griego, no diría
aquéllo. Ese hombre puede encontrar gran libertad según ese
punto de vista liberal. Ahora, la cuestión que me domina la mente
es esta: En la naturaleza misma del caso, ¿no habría un elemento
humano en la inspiración? ¿Por qué tenía Dios
que hablar mediante instrumentos humanos? ¿Y podemos nosotros, en
la Biblia o en los Testimonios, aferrarnos a una palabra y establecer una
regla y atar la conciencia de un hombre a una palabra, en vez de darle
la opinión general del propósito entero de interpretación?
No creo que un hombre pueda creer en la inspiración general del
espíritu de profecía y todavía no creer que el vegetarianismo
es mejor para la humanidad. Puedo entender que ese testimonio fue escrito
para individuos, y que hay excepciones a la regla, y que la hermana White
en su debilidad humana podría cometer errores al declarar una verdad,
y todavía no destruir la inspiración del espíritu
de profecía. Pero la cuestión es cómo presentar esas
cuestiones al pueblo. El hermano Taylor puede no ver dificultades, pero
yo veo grandes dificultades, no solamente al tratar con nuestros estudiantes,
sino al tratar con nuestro pueblo en general.
A. G. Daniells: ¿Sobre
la cuestión de la inspiración verbal?
M. E. Kern: La pregunta
del hermano Benson viene muy a propósito. Tuvimos un concilio aquí
hace unaspocas semanas, y establecimos principios de educación bien
justos, y también algunos procedimientos técnicos sobre educación,
y basamos nuestras conclusiones en la autoridad del espíritu de
profecía, como se escribió. Ahora llegamos a las cuestiones
históricas, y decimos: "Bueno, la hermana White estaba equivocada
sobre eso, y ella necesita ser revisada". El individuo que no percibe bien
las cuestiones suscitadas en el concilio educativo podría pensar:
"Bueno, posiblemente la hermana White está equivocada con respecto
a la influencia de las universidades", y es difícil convencerlo
de que ella estaba en lo cierto, tal vez. Deseo, de algún modo,
llegar, yo mismo, a un fundamento coherente.
G. B. Thompson: ¿Eso
no sería verdad con respecto a la Biblia?
M. E. Kern: Es por
eso por lo que propongo que discutamos la naturaleza de la inspiración.
Tengo una idea de que la hermana White fue una profetisa como Jeremías
y que con el tiempo su obra se reconocerá como la de Jeremías.
Yo me pregunto si Jeremías, en su tiempo, no provocó muchas
disputas y tal vez produjo algunos escritos que fueron, como Pablo declaró,
según su propia autoridad. Me pregunto si en aquellos días
las personas no tenían dificultades para distinguir entre lo que
procedía del Señor y lo que no tenía tal origen. El
pueblo todavía hace eso más difícil ahora, puesto
que todos los artículos y libros de la hermana White están
con nosotros, y sus cartas también, y muchos creen que toda palabra
que ella declaró o escribió procede del Señor. Se
han construído sanatorios basados en las cartas que ella escribió.
. . . y se han creado empresas, que involucraban grandes inversiones financieras,
por causa de una carta de ella. No hay duda, pero muchos jóvenes,
y también pastores, abrigan esa idea, y es un verdadero problema
para mí: Me gustaría que fuésemos al fondo de esa
cuestión, y no creo que todavía alcancemos tierra firme en
eso.
¿Fueron corregidos los
errores en la Biblia, o fue la Biblia inspirada verbalmente?
W. W. Prescott: Me
gustaría preguntarles si, después de que sus escritos fueron
publicados durante varios años, Jeremías los alteró
por estar convencido de que había errores históricos en ellos.
M. E. Kern: No puedo
responder a eso.
W. H. Wakeham: ¿Hay
una dificultad real, y tenemos que afrontarla? Podemos decir que las personas
no creen en la inspiración verbal de los Testimonios. Tal vez técnicamente
no sepan lo que eso signifique. Pero esto no es en absoluto lo que está
en juego. Los Testimonios han sido aceptados por la nación, y creo
que toda palabra idéntica que la hermana White escribió debería
ser recibida como verdad infalible. Tenemos que discutir esa situación
cuando regresemos, y se suscitarán vez tras vez en todos los grupos
en los cuales enseño. Y no surge solamente en la escuela, sino también
en las iglesias. Sé que tenemos una tarea muy delicada delante de
nosotros si confrontamos la situación y si hacemos lo que el Señor
desea que hagamos. Estoy orando muy fervorosamente pidiendo ayuda a nuestro
regreso para enfrentar algunas de las cosas con las cuales me voy a encontrar.
W. E. Howell: Ciertamente
estamos teniendo las dificultades que discutimos esta mañana, y
esto es perfectamente apropiado; pero tenemos solamente diez minutos del
resto del período para dedicar alguna atención a la solución
de esas dificultades. Invitamos a hombres de mayor experiencia que
nosotros para ayudarnos y darnos su consejo. Me parece que deberíamos
concederles algún tiempo.
G. B. Thompson: Me
parece que si vamos a predicar los Testimonios y establecer la confianza
en ellos, eso no depende de que sean verbalmente inspirados o no. Creo
que estamos en esa situación debido a la educación errada
que nuestro pueblo recibió. [Voz: ¡Eso es verdad!.] Si siempre
hubiésemos enseñado la verdad sobre esta cuestión,
no tendríamos ningún problema o choque en la denominación
ahora. Pero el choque ocurre porque no enseñamos la verdad, y colocamos
a los Testimonios en un plano que ella declara que no es su posición.
Reclamamos más para ellos de lo que ella lo hizo. Mi pensamiento
es éste, que la evidencia y la inspiración de los Testimonios
no están en su inspiración verbal, sino en su influencia
y su poder en la denominación. Ahora, para ilustrar eso: El hermano
Daniells y yo estuvimos en Battle Creek durante una crisis especial, y
recibimos la información de que algunos Testimonios especiales estaban
en camino hacia nosotros de parte de la hermana White, y que deberíamos
permanecer allí hasta que llegasen. Cuando llegaron, descubrimos
que deberían ser leídos para el pueblo. Eran de un carácter
muy serio. Se habían escrito un año antes y se habían
archivado. El hermano Daniells y yo oramos al respecto, y después
mandamos a convocar al pueblo para una reunión que tendría
lugar a cierta hora. Cuando llegó la hora, cerca de 3.000 personas
vinieron al Tabernáculo y lo llenaron. . . . Había allí
incrédulos y escépticos, y todo tipo de personas. El hermano
Daniells se levantó y leyó aquel texto, y les dijo que había
un poder que lo acompañaba que entusiasmó a la congregación
entera. Y después, al final de la reunión, las personas vinieron
hasta nosotros y nos dijeron que el Testimonio describía una reunión
que habían tenido en la noche anterior. Me convencí de que
había más que un poder ordinario en aquel documento. No se
trataba de ser verbalmente inspirado o no, sino que tenía el poder
del Espíritu de Dios en él.
Creo que si pudiésemos abordar la cuestión
por ese lado, marcharíamos mejor. Ellos no son verbalmente inspirados,
y sabemos eso. ¿Y qué conseguimos con enseñar que
lo son?
M. E. Kern: . . .
Esta cuestión de la inspiración verbal no resuelve la dificultad.
C. M. Sorenson: ¿La
hermana White usa el termo "inspiración" para referirse a sus propios
escritos, o esa es solamente una teoría que nosotros mismos hemos
desarrollado? Yo solicito esta información. Nunca he visto eso en
sus escritos.
Nuestra dificultad radica en
dos puntos: infalibilidad e inspiración verbal
A. G. Daniells: Mal
sabría por dónde comenzar o qué decir. Creo que debo
repetir que nuestra dificultad reside en dos puntos, especialmente. Uno
está en la infalibilidad y otro en la inspiración verbal.
Creo que el hermano James White previó dificultades en ese campo
desde el mismo principio. Él sabía que tomó los Testimonios
de la hermana White y ayudó a redactarlos y hacerlos claros, gramaticales,
y objetivos. Sabía cómo estaba haciendo eso todo el tiempo.
Y sabía que las secretarias que empleaban los tomaban y los ponían
en posición gramatical, transponían y completaban oraciones,
y empleaban palabras que la hermana White no escribió en el original.
Él veía esto, y con todo vio a algunos hermanos que no lo
sabían, y que tenían gran confianza en los Testimonios, tan
sólo creyendo y enseñando que esas palabras, así como
el pensamiento, le eran concedidas a la hermana White. Y él intentaba
corregir esa idea. Ustedes encontrarán esas declaraciones en la
Review
&Herald, como la que el hermano Wilcox leyó el otro día.
Si esa explicación hubiese sido aceptada y transmitida a nosotros,
estaríamos libres de muchas perplejidades que ahora afrontamos.
F. M. Wilcox: Se publicaron
artículos en aquellas primeras ediciones de la Review deshaciendo
tales ideas.
A. G. Daniells: Sí,
pero ustedes saben que hay algunos hermanos que van por todas partes. Podríamos
mencionar algunos ancianos y algunos jóvenes que creen que no pueden
creer en los Testimonios sin considerarlos absolutamente infalibles e inspirados
palabra por palabra, tomándolos como dados verbalmente y por entero
por el Señor. No ven cómo creer en ellos y cómo obtener
algún bien de ellos excepto de esa manera; y supongo que algunas
personas pensarían que si no creyeran en la inspiración verbal
de la Biblia, no podrían tener confianza en ella, y considerarla
como al gran Libro, como ahora la consideran. Algunos hombres son [de mentalidad]
técnica, y difícilmente pueden entenderla de cualquier otra
manera. Otros individuos no son tan técnicos en lógica, pero
tienen gran fe y gran confianza, y así, pueden seguir otra línea
de pensamiento. Estoy seguro de que la idea de infalibilidad de la hermana
White y la inspiración verbal en los Testimonios ha llevado a algunas
personas a esperar demasiado y a hacer afirmaciones muy exageradas, y así,
hemos entrado en dificultades.
Ahora, en la medida en que he estudiado el asunto desde
que fue presentado en la controversia de Battle Creek, he me empeñado
en asegurarme de la verdad y entonces ser fiel a la verdad. No sé
cómo hacerlo, excepto de esa manera. Nunca me ayudará, o
ayudará a las personas, presentar un falso argumento para evadir
algún problema. Sé que tenemos dificultades aquí.
Pero, hermanos, ¿vamos a evadir las dificultades o escaparnos de
ellas fácilmente tomando una falsa posición? [Voces: ¡No!]
Bien, entonces tomemos una posición honesta, verdadera, y alcancemos
de algún modo nuestra meta, porque nunca presentaré un falso
argumento para huir de algo que se suscitará un poco más
tarde. Eso no es honesto y no es cristiano, y así, yo aquí
tomo mi posición.
En Australia vi El Deseado
de Todas las Gentesen proceso de ser preparado, y vi cómo
algunos capítulos se escribían, y se escribían, y
se volvían a escribir. . . . Atestigüé eso, y cuando
conversé con la hermana Davis**** al respecto, les digo que tuve
que ser firme en cuanto a esas cosas y comenzar a poner las cosas en orden
en cuanto al espíritu de profecía. Si esas falsas posiciones
nunca se hubiesen tomado, las cosas serían mucho más claras
que hoy. El ser acusada de plagio habría simplificado todo, y creo
que los hombres habrían sido salvaguardados para la Causa si desde
el comienzo hubiésemos entendido eso como debería haber sido.
Manteniendo esos falsos puntos de vista, enfrentamos dificultades para
enderezarlo todo. No vamos a enfrentar esas dificultades recurriendo a
un falso argumento. Podríamos enfrentarlos solamente por hoy declarando:
"Hermanos, creo en la inspiración verbal de los Testimonios; creo
en la infalibilidad de aquélla mediante la cual vinieron, y aceptaré
todo lo que está escrito allí, y me mantendré firme
en su defensa contra quienquiera que sea".
Si hiciésemos eso, yo sólo tendría
que tomar todo, de la A a la Z, exactamente como está escrito, sin
dar ninguna explicación a quienquiera que sea; y no comería
mantequilla, ni sal, ni huevos si creyese que el Señor dio las palabras
en aquellos Testimonios a la hermana White para toda la corporación
mundial. Pero no lo creo así.
M. E. Kern: No podría
hacerlo y mantener una conciencia tranquila.
G. Daniells: No, no
podría; pero no creo en eso; y puedo entrar en una explicación
de la reforma de la salud que creo que es coherente, y que ella se empeñó
en introducir en años posteriores cuando vio a personas haciendo
malo uso de ello. Yo mismo comí kilos de mantequilla y docenas de
huevos juntos en su mesa. Yo no podría explicar eso en su propia
familia si imaginara que ella creyese que [aquellas instrucciones] eran
las propias palabras del Señor para el mundo. Con todo, hay personas
que lo creen así, y no comen huevos ni mantequilla Yo no sé
si usan sal. Sé de mucha gente de los tiempos de los pioneros que
no usaban sal, y eso era en nuestra Iglesia. Estoy seguro de que muchos
niños sufrieron por eso.
Es inútil declarar nada más sobre la inspiración
verbal de los Testimonios, porque ella nunca lo reclamó, y James
White nunca lo reclamó, y W. C. White nunca lo reclamó; y
todos los que ayudaron a preparar aquellos Testimonios sabían que
no eran verbalmente inspirados. No diré nada más diré
sobre ese punto.
D. A. Parsons: Ella
no solo no lo reclamó, sino que lo negó.
EGW y la infalibilidad
A. G. Daniells: Sí,
ella intentó corregir al pueblo.
Ahora, sobre la infalibilidad, supongo que la hermana
White empleó el texto de Pablo: "Tenemos este tesoro en vasos de
barro", más que otros pasajes. Ella acostumbraba repetir eso frecuentemente:
"Tenemos este tesoro en vasos de barro", con la idea de que ella era una
pobre y frágil mujer, una mensajera del Señor intentando
realizar su deber y encontrar la mente de Dios en este trabajo. Cuando
se toma la posición de que ella no era infalible y que sus escritos
no eran verbalmente inspirados, ¿no ocurre una oportunidad para
la manifestación de lo humano? Si no la hubiere, entonces, ¿qué
viene a ser la infalibilidad? ¿ Y deberíamos sorprendernos
cuando sabemos que el instrumento era falible, y que las verdades generales,
como ella dice, fueron reveladas, y entonces no estamos preparados para
ver errores?
M. E. Kern: Ella era
una autora y no meramente una pluma.
A. G. Daniells: Sí;
y ahora tomemos ese [libro]
Life of Paul,-- supongo que todos ustedes
saben cómo se levantaron acusaciones contra ella, citas plagiadas,
también por los autores de la obra, Conybeare y Howson, y estaban
a punto de traer problemas para la denominación por haber grandes
porciones del libro de ellos que fueron introducidas en
The Life of
Paul sin dar ningún crédito o sin usar comillas. Algunas
personas, en estricta lógica, pueden salirse de los rieles en cuanto
a eso, pero no soy de esa naturaleza. Lo descubrí, y lo leí
con el hermano Palmer cuando el lo encontró; conseguimos el libro
de Conybeare y Howson, y la Historia de la Reforma de Wylie, y leímos
palabra por palabra; página tras página, y no había
ninguna cita, ni ningún crédito, y realmente yo no supe la
diferencia hasta que comencé a compararlos. Yo suponía que
era obra de la propia hermana White. La pobre hermana declaró: "Ahora,
yo no estaba enterada de esas cosas de citas y créditos. Mi secretaria
debía haber visto eso, y la casa publicadora debía haberse
encargado de eso".
Ella no afirmó que todo aquello le hubiese sido
revelado y que lo hubiese escrito palabra por palabra bajo la inspiración
del Señor. Allí vi la manifestación de lo humano en
esos escritos. Lógicamente, podría haber dicho eso, y realmente
lo hice, que desearía que se le diera un rumbo diferente a la compilación
de los libros. Si se hubiese tomado el cuidado apropiado, se sabría
que muchas personas fueron echadas fuera del camino.
Sra. Williams: La
secretaria debería saber que ella no debía citar nada sin
emplear comillas.
A. G. Daniells: Usted
lo pensaría así. Yo no sé quién era la secretaria.
El libro fue hecho a un lado, y yo nunca supe quién puso manos a
la obra para reparar la situación. Puede ser que alguien lo sepa.
B. L. House: ¿Puedo
hacer una pregunta respecto a ese libro? ¿Escribió algo de
él la hermana White?
G. Daniells: ¡Oh,
sí!
B. L. House: Pero
hay algunas cosas que no están en el libro de Conybeare y Howson
que tampoco se encuentran en el libro. ¿Por qué no están
incorporadas al nuevo libro esas declaraciones impresionantes?
"Si sus escritos fueron inspirados
verbalmente, ¿por qué debería ella revisarlos?"
A. G. Daniells: No
lo puedo decir. Pero si sus escritos fueron verbalmente inspirados, ¿por
qué debería ella revisarlos?
B. L. House: Mi dificultad
estriba en eso: Si se toman los nueve volúmenes de los Testimonios,
y según entiendo, la hermana White escribió el material original
del cual fueron compuestos, excepto el hecho de haber sido gramaticalmente
corregidos con cuidado con respecto a la puntuación, las letras
mayúsculas, etc. Pero libros tales como Sketches of the Life
of Paul, Desire of Ages, yThe Great Controversy fueron
compuestos de modo diferente, me parece, lo mismo que los nueve volúmenes
de los Testimonios, por sus secretarias. ¿No hay una diferencia?
Yo creo que los Testimonios no fueron producidos como esos libros.
A. G. Daniells: Yo
no sé cuánta revisión pudo haber hecho ella en esos
Testimonios personales antes de enviarlos.
B. L.House:
¿No hay, por lo tanto, diferencia entre los nueve volúmenes
de los Testimonios y aquellos otros libros para los cuales sus secretarias
fueron autorizadas a reunir citas valiosas de otros libros?
A. G. Daniells: ¿Admite
usted que ella tenía derecho a revisar su obra?
B. L. House: Oh, sí.
A. G. Daniells: Entonces
su pregunta es -- ¿Por qué dejó ella fuera de la revisión
algunas cosas impresionantes que había escrito y que parecía
que habían sido introducidas?
B. L. House: Sí.
M. E. Kern: En el
primer volumen del espíritu de profecía se dan algunos detalles,
si no estoy equivocado, en cuanto a la estatura de Adán. Me parece
que cuando ella fue preparar el Patriarchs and Prophets para el
público, con todo lo que le había sido mostrado, a ella no
le pareció inteligente poner eso delante del público.
A. G. Daniells: Y
ella también dejó fuera de nuestros libros para el público
aquella escena de Satanás jugando el juego de la vida.
B. L. House: En aquella
vieja edición de
Sketches of the Life of Paul ella es muy
clara sobre la ley ceremonial. Eso no se encuentra en el nuevo libro, y
yo me pregunto por qué fue eso dejado fuera.
D. A. Parsons: Yo
tengo una respuesta para eso. Yo estaba en California cuando el libro fue
compilado, y tomé la antigua edición y conversé con
el hermano Will White sobre esa misma cuestión. Él dijo que
el libro entero, excepto ese capítulo, había estado compilado
por algún tiempo, y que ellos lo habían mantenido en suspenso
hasta que pudiesen arreglar ese capítulo, para evitar que se suscitara
una controversia. Ellos no deseaban que el libro se usara para resolver
ninguna controversia, y, por lo tanto, eliminaron la mayor parte de esas
declaraciones sobre la ley ceremonial sólo para impedir que ocurriese
una renovación de la gran controversia con respecto a la ley
ceremonial en Gálatas.
B. L. House: No se
trata de un rechazo de lo que fue escrito por ella en el primer volumen,
¿o sí?
D. A. Parsons: No,
en absoluto; pero ellos apenas introdujeron lo suficiente para satisfacer
a las mentes inquisitivas, y eliminaron las declaraciones chocantes para
impedir una renovación de la controversia.
F. M. Wilcox: Me gustaría
preguntar, hermano Daniells, si se podría admitir, como una especie
de regla, que la hermana White podía estar errada en algunos detalles,
pero por costumbre e instrucción general era una autoridad. Por
ejemplo, oigo decir a alguien que no puede aceptar a la hermana White sobre
eso, cuando tal vez ella haya dedicado páginas enteras a la discusión
de aquéllo. Alguien dijo que no podía aceptar lo que la hermana
White dice sobre las regalías de libros, y con todo ella dedica
páginas a ese tema y lo subraya vez tras vez; lo mismo ocurre en
cuanto a costumbres para nuestras escuelas y casas publicadoras y sanatorios.
Me parece que yo tendría que aceptar lo que ella declara en algunas
de esas políticas generales o tendría que desechar todo lo
demás. O el Señor habló por medio de ella o no . .
.; y si es cuestión de decidir en mi propio juicio si él
lo hizo o no, entonces considero sus libros en la misma categoría
de todos los otros libros publicados. Creo que una cosa es que un hombre
embrutezca su conciencia. Y otra cosa es embrutecer su juicio. Una cosa
es cambiar mi juicio con respecto a algunas posiciones que yo sostengo.
A. G. Daniells: Creo
que la pregunta del hermano Benson sobre cuestiones históricas y
teológicas no se discutió todavía, y no sé
si yo sería capaz de ofrecer alguna luz. Tal vez algunos de ustedes
sepan hasta qué punto la hermana White revisó algunas de
sus declaraciones y referencias o citas de escritos históricos.
¿Ya salieron a investigar para hacer una lista de ellos?
W. W. Prescott: Dediqué
casi una hora a eso el otro día, tomando la edición anterior
del Great Controversy y leyendo la edición revisada. Pero
eso no lo cubría todo.
"Si hay una dificultad allí,
ella la creó"
A. G. Daniells: ¿No
creamos esa dificultad, verdad? Nosotros, los hombres de la Asociación
General, no creamos eso, pues no hicimos la revisión. No participamos
en eso. Nada tuvimos que ver con eso. Todo se hizo bajo la supervisión
de ella. Si hay una dificultad ahí, ella la creó, ¿verdad?
F. M. Wilcox: Ella
asumió toda responsabilidad por eso.
M. F. Kern: Pero tenemos
que afrontar el problema.
A. G. Daniells: Bien,
¿ahora qué declaración adoptaremos, la original o
la revisada?
B. L. House: Mi verdadera
dificultad es sólo esta: La hermana White no escribió ni
la edición antigua, ni la revisada, según entiendo.
A. G. Daniells: ¿Qué
quiere decir con que ella no escribió ninguna de las dos ediciones?
B. L. House: Según
entiendo, el Pastor J. N. Anderson preparó aquellas citas históricas
para la edición antigua, y el hermano Robinson, el hermano
Crisler, el Profesor Prescott y otros proporcionaron las citas para la
nueva edición. ¿Ella introdujo las citas históricas
[en el libro]?
A. G. Daniells: No.
B. L. House: Entonces
hay diferencia entre los Testimonios y esos libros.
W. W. Prescott: Se
hicieron cambios en lo que no era absolutamente un extracto histórico.
A. G. Daniells: ¿No
deberíamos limitarnos apenas ahora a esta pregunta del hermano Benson,
y seguir adelante hacia la verdadera dificultad, y después tratar
eso? ¿Tienen ustedes un concepto claro de la manera en que la dificultad
se desarrolló? Al hacerse la primera edición del Great
Controversy, los que ayudaron a preparar el ejemplar recibieron permiso
para introducir citas históricas que parecían ajustarse al
caso. Ella pudo haber preguntado: "Ahora, ¿qué buena cita
histórica tienen para eso?" Yo no sé exactamente cómo
las introdujo. Pero ella jamás permitiría que afirmásemos
nada en su favor como una historiadora. Ella no se exaltó como correctora
de la historia. No sólo no lo hizo, sino que protestó contra
eso. Exactamente cómo introdujeron ellos hechos históricos,
yo no podría decirlo, pero sospecho que ella se refería a
eso a medida que proseguía, y entonces permitía que elos
revisaran las mejores declaraciones históricas que pudiesen y se
las presentaban a ella, y ella las aprobaba.
C. L. Benson: Esta
es mi pregunta, y eso subyace a todos sus escritos: ¿Cómo
determinaba ella la filosofía de la historia? Si endosara nuestra
interpretación de la Historia, sin ningún detalle, ¿podemos
atrevernos a pasar eso por alto? Entiendo que ella nunca estudió
ciencia médica, pero preconizó ciertos principios fundamentales,
e hizo lo mismo con la educación y la organización.
A. G. Daniells: La
hermana White nunca escribió nada sobre filosofía de la historia.
C. L. Benson: No,
pero ella apoyó nuestra proposición de los 2,300 días,
de 538 a 1798. . . .
A. G. Daniells: ¿Entiende
usted lo que ella hizo colocando eso en sus escritos?
C. L. Benson: Sí.
A. G. Daniells: Sí,
supongo que ella lo hizo.
C. A. Shull: Creo
que el libro Educación
contiene algo de esa línea
de la filosofía de la historia.
W. E. Howell: Sí,
ella traza principios generales.
C. M. Sorenson: Hasta
donde yo sepa, nadie cuestionó jamás la filosofía
de la historia de la hermana White . . .en la línea de la mano de
Dios en los negocios humanos y la manera como la mano de Dios se ha manifestado.
La única pregunta que se ha hecho ha sido sobre detalles menos importantes.
Consideremos esa cuestión sobre si el número 538 tiene algún
significado, pero si hay algún significado relacionado con tal fecha
en los asuntos humanos, ciertamente eso no nos impediría usarla,
y eso no afectaría los 1260 años. Algunas personas dicen
que el anticristo todavía está por venir, y que permanecerá
por tres años y medio literales. Si se alteran esas posiciones,
se altera la filosofía.
W. W. Prescott: ¿Será
que entiendo que la posición del hermano Benson es de que la declaración
en
The Great Controversy, de que los 1260 años comenzaron
en el año de 538 y terminaron en 1798, zanja la cuestión
infaliblemente?
C. L. Benson: No,
sólo en la predicación de doctrinas en general. Si ella apoya
la parte profética de nuestra interpretación, independientemente
de detalles, entonces la apoya.
W. W. Prescott: Entonces
eso confirma que es parte de esa filosofía.
C. L. Benson: Sí,
de este modo: Yo no veo cómo podemos hacer ninguna otra cosa, excepto
establecer nuestro juicio individual si decimos que desechamos eso, porque
tenemos algo más que me parece que es mejor evidencia. Lo mismo
ocurre con la educación y con la ciencia médica.
W. W. Prescott: Usted
está mencionando exactamente la experiencia por la cual yo pasé,
personalmente, porque todos ustedes saben que yo contribuí algo
a la revisión del Great Controversy. Yo proporcioné
material considerable que trataba de esa cuestión.
A. G. Daniells: A
solicitud.
W. W. Prescott: Sí,
se me pidió hacerlo, y al principio dije: No, no haré eso.
Yo sé lo que eso representa. Pero me vi obligado a eso. Después
de haber tratado la cuestión con W. C. White, dije entonces: "He
aquí mi dificultad. Yo pasé por eso y sugerí cambios
que deberían hacerse para corregir las declaraciones. Esas alteraciones
fueron aceptadas. Mi dificultad personal será conservar la fe en
las cosas con las que no puedo tratar sobre esa base". Pero yo no deseché
el espíritu de profecía, y todavía no lo hago; pero
tuve que ajustar mi visión de las cosas. Les diré a ustedes
que, de hecho, la relación de esos escritos con este movimiento
y esa obra es más clara y más consistente en mi mente de
lo que era entonces. Pero ustedes saben bien de lo que se me acusa. Yo
mismo he pasado por la experiencia personal exactamente con respecto a
eso de lo cual están hablando. Si corregimos eso aquí y corregimos
eso otro allí, ¿cómo vamos a quedar firmes en otros
lugares?
F. M. Wilcox: Esas
cosas no involucran la filosofía general del libro.
W. W. Prescott: No,
pero envuelven grandes detalles. Por ejemplo, antes que El Gran Conflicto
fuese
revisado, yo no era ortodoxo sobre cierto punto sino después de
que el libro fue revisado; entonces me volví perfectamente ortodoxo.
C. M. Sorenson: ¿Sobre
qué punto?
W. W. Prescott: Mi
interpretación era (yo enseñé eso por años
en The ProtestantMagazine) que Babilonia representaba la
gran apostasía contra Dios, que se manifestó en el papado,
pero que incluía a todas las figuras menores, y que antes de llegar
el fin, todas ellas quedarían bajo un [poder]. Esa no era la enseñanza
del Conflicto de los Siglos que decía que Babilonia no podía
significar la Iglesia Romana, y yo había dado ese sentido en gran
medida y de modo principal. Después de que el libro fue revisado,
mientras todo el argumento permanecía igual, decía que no
podría representar a la Iglesia Romana
solamente, añadiendo
apenas una palabra.
F. M. Wilcox: ¿Eso
le ayudó?
W. W. Prescott: Sí,
pero le dije a W. C. White que no creía que nadie tuviera ningún
derecho a hacer eso. Yo no creía que nadie tuviera ningún
derecho a usar eso contra mí antes o después de eso. Yo simplemente
proseguí con mi enseñanza.
J. W. Anderson: ¿No
afirmaría otras porciones del libro por la misma causa?
W. W. Prescott: No,
yo rehusaría hacer eso. Tuve que tratar con A. R. Henry con respecto
a esa cuestión. Él estaba decidido a aplastar a los que tomasen
una dirección errada con respecto a él. Pasé horas
con ese hombre procurando ayudarlo. Éramos íntimos en nuestro
trabajo, y yo acostumbraba ir a su casa y pasar horas con él. Él
mencionó esta cuestión con respecto a la autoridad del espíritu
de profecía y deseaba que yo trazara la línea entre lo que
tenía peso de autoridad, y lo que no lo tenía. Yo dije: "Hermano
Henry, no trataré de hacer eso, y le recomiendo no hacerlo. Hay
una autoridad en este don aquí, y debemos reconocerla".
Procuré mantener mi confianza personal en este
don en la iglesia, y lo empleo siempre. He obtenido gran ayuda de esos
libros, pero les diré francamente que me apegué a esa posición
de la cuestión de Babilonia por años cuando sabía
que estaba exactamente en contradicción con el Gran Conflicto,
pero seguí adelante, y a su debido tiempo me volví ortodoxo.
No me agradó esa experiencia en absoluto, y espero que no tengan
que pasar por eso. Eso no conduce a nada.
C. L. Benson: Este
es el punto clave. Usted tuvo algo que le permitió tomar esa posición.
¿Qué fue?
W. W. Prescott: Yo
no puedo establecer ninguna regla para nadie. Lo que me llevó a
tomar esa posición fue la Biblia, no ninguna autoridad secular.
J. N. Anderson: Sus
propios descubrimientos deben ser su autoridad para creer o no creer.
W. W. Prescott: Usted
puede confundir todo aplicando eso a un principio general.
C. P. Bollman: ¿Podría
decir, en sólo unas pocas palabras, como le ayudó la Biblia?
W. W. Prescott: Eso
involucraría toda la cuestión de la bestia.
Una voz: Por lo que
se sabe, ¿insinuó la hermana White alguna vez una diferencia
entre sus nueve volúmenes y otros libros?
W. W. Prescott: Nunca
conversé con ella a ese respecto. En mi mente, hay una diferencia
entre las obras que ella misma preparó en gran medida, y las que
fueron preparadas por otros para la venta al público.
A. G. Daniells: ¿Podría
usted describir eso un poco más detalladamente, la diferencia en
el modo en que fueron producidos?
W. W. Prescott: Si
puedo exponer francamente mi opinión, puedo decir que por años
he sentido que se cometieron grandes errores en el manejo de sus escritos
para propósitos comerciales.
C. M. Sorenson: ¿Por
quién?
W. W. Prescott: No
deseo acusar a nadie. Pero creo que se cometieron grandes errores de ese
modo. Por eso es por lo que hice una distinción, como lo he mencionado.
Cuando conversé con W. C. White respecto al asunto (y no creo que
él sea una autoridad infalible) me dijo con franqueza que cuando
prepararon el Gran Conflicto, si no encontraban en sus escritos
algo en ciertos capítulos para realizar las conexiones históricas,
tomaban otros libros, como Daniel y Apocalipsis, y usaban porciones
de ellos; y a veces sus secretarias, y otras veces ella misma, preparaban
un capítulo que llenase el espacio.
C. A. Shull: Me gustaría
preguntar si el hermano Prescott quiere que se entienda que su actitud
es de que cada vez que su juicio entra en conflicto con cualquier declaración
del espíritu de profecía, él sigue su juicio en vez
del espíritu de profecía.
W. W. Prescott: No,
no deseo que nadie comprenda eso de esa manera. Esa es exactamente la manera
de pensar que no deseo que nadie asuma.
C. A. Shull: Entonces,
este fue un caso excepcional.
W. W. Prescott: Sí,
me vi obligado con respecto a eso por mi estudio de la Biblia. Cuando me
decida con respecto de eso, no voy a ponerme delante del pueblo para decir:
"Hay un engaño en el Conflicto de los Siglos, y si estudiaran
la Biblia descubrirían que es así". Yo no ataqué al
espíritu de profecía. Mi actitud ha sido la de evitar cualquier
oposición al don en esta Iglesia, pero yo evito una mala utilización
de él para poner a un lado la Biblia. No deseo que nadie piense
ni por un instante que yo opongo mi juicio al espíritu de profecía.
A. G. Daniells: Acordémonos
de eso, hermanos, y no hablemos ni una palabra que represente mal al hermano
Prescott.
B. L. House: ¿La
propia hermana White escribió la declaración de que la palabra
Babilonia no podía tener aplicación a la Iglesia Católica
Romana, o eso había sido copiado de algún otro autor?
W. W. Prescott: Eso
estaba en la declaración escrita.
B. L. House: ¿Alguna
vez alteró ella alguno de los nueve volúmenes de los Testimonios?
W. W. Prescott: El
Gran Conflicto es el único libro que sé que fue revisado.
C. M. Sorenson: ¿El
Primeros
Escritos no fue revisado también? Entiendo que ocurrieron algunas
omisiones en las ediciones posteriores.
W. W. Prescott: Tal
vez algunas cosas hayan sido dejadas por fuera, pero no creo que el propio
texto haya sido revisado.
A. G. Daniells: Ustedes
saben que hay una declaración de que el Papa cambió el sábado,
y otro de que el papado fue abolido. ¿Que harán con eso?
B. L. House: No hay
problema con respecto a eso.
A. G. Daniells: ¿Por
qué no? ¿No cambió el papa el sábado?
H. L. House: Pero
el papa representa al papado.
A. G. Daniells: Hay
personas que creen simplemente que hubo cierto papa que cambió el
sábado, por la manera en que se atienen a las palabras. Ella nunca
quiso dar a entender que cierto papa cambió el sábado; pero,
ustedes saben, he oído eso suscitado centenares de veces en reuniones
ministeriales.
B. L. House: Nunca
tuve ningún problema con eso.
A. G. Daniells: Pero
usted es solamente uno. Hay cerca de otros 2000. He sabido que trabajan
con hombres gradual y cuidadosamente y todo el tiempo evito expresar la
idea de que soy escéptico de los Testimonios.
Sé que se comenta por ahí que algunos de
nosotros de la administración en Washington, en posiciones de trabajo
administrativo general, somos muy escépticos e incrédulos,
pero deseo decirles que yo sé que no es así. Si mis asociados
tienen confianza hasta en los fundamentos de la plataforma sobre esa cuestión
- y sé que muchos de los señe;;ores han pasado por las experiencias
que tuvimos - habrían tenido una experiencia que los afirmaría
en terreno sólido. Se habrían debilitado un poco, y están
comenzando ahora a sentirse desanimados, y algunos tal vez ni sepan dónde
se van se afirmar. Estas preguntas lo demuestran. Pero eso no quiere decir
que no haya un fundamento. Significa, antes bien, que no pasarán
por los dilemas todavía hasta tener los pies afirmados sobre tierra
firme.
Deseo hacer esta sugerencia, porque con todas estas preguntas
no podemos seguir una línea de pensamiento lógico: Debemos
emplear nuestro buen sentido al tratar con toda esta cuestión, hermanos.
No sean descuidados con sus palabras. No se descuiden al relatar o presentar
las opiniones de hombres. Tuve que enfrentar eso por años, como
ustedes saben, en todas las reuniones ministeriales; he sido llamado a
aulas de colegios muchas veces, y he tenido que decir cosas que esos ministros
y estudiantes nunca oyeron antes respecto a eso; y he orado pidiendo sabiduría
y el Espíritu del Señor para dirigirlos y darles fe y aclarar
esas cosas que dejarían dudas. Y nunca sentí, en reacción
a eso, que una declaración cuidadosa, cautelosa, hecha en el temor
de Dios, haya perturbado a una sola persona. Puede que haya ocurrido, pero
nunca me sucedió como reacción.
Consideren a nuestros pastores: Este hermano [refiriéndose
al hermano Waldorf] sabe cuánto se suscitó eso en nuestras
reuniones ministeriales en Australia, y tratamos de la cuestión
claramente. No procuramos poner una venda sobre los ojos de las personas,
y creo que encontrarán a los predicadores y a las iglesias australianas
como creyentes firmes en el espíritu de profecía y en el
llamado de la hermana White por el Señor, como los encontrarían
en cualquier parte sobre la faz de la tierra. Consideren a Nueva Zelandia:
yo mencioné eso allá, y creo que es bien sabido que no hay
lugar en el mundo donde el pueblo permanezca más fiel a este don
que los de allá.
No creo que sea necesario dispensarnos lo más mínimo,
pero realmente creo, hermanos, que tenemos que utilizar la sabiduría
que Dios solamente nos puede dar o tratar con eso hasta que esas cuestiones
gradualmente se resuelvan. Hemos efectuado un cambio maravilloso en diecinueve
años, hermano Prescott. Quince años atrás no podríamos
haber hablado de lo que hablamos aquí hoy. No habría sido
seguro. Esa cuestión ha surgido gradualmente, y con todo, las personas
no están perdiendo su confianza en el don. En el año pasado
vendimos cinco mil juegos de los Testimonios, y a colección cuesta
ocho o nueve dólares. En un año nuestros hermanos y hermanas,
bajo la influencia de la Asociación General y las uniones y asociaciones
locales, así como de nuestros predicadores, bajo la influencia de
ellos, sin ninguna compulsión, vinieron y gastaron cuarenta o cincuenta
mil dólares en los Testimonios. ¿Qué indicaría
eso?
Una voz: Confianza.
A. G. Daniells: Sí,
confianza, y una actitud amistosa. Ellos no los adquirieron como críticos
para desmenuzarlos. Debemos ser juzgados por nuestros frutos. Deseo decirles
que cuanto más clara es la visión que tenemos de los hechos
exactos en el caso, más fuerte será la posición de
nuestro pueblo sobre toda esta cuestión.
Ahora, hermano Benson, yo veo toda la línea recorriendo
el camino a que se refirió. No podemos corregir eso en un día.
Necesitamos emplear gran juicio y cuidado. Espero que los señores
profesores de Biblia sean bastante cautelosos. Se me llamó aquí
dos veces para hablar sobre el espíritu de profecía para
el curso de entrenamiento de pastores y de Biblia. Ellos suscitaron esta
cuestión sobre historia. Yo simplemente dije: "Ahora, jóvenes,
la hermana White nunca afirmó que era historiadora ni revisora
de historia. Ella empleaba lo mejor que sabía de la cuestión
sobre la cual estaba pensando". Nunca oí decir a un profesor que
aquellos jóvenes salieron cuchicheando por ahí que "el hermano
Daniells no cree que los escritos de la hermana White sean dignos de confianza".
Creo que el Señor nos ayudaría a cuidarnos de eso si fuéramos
cuidadosos y empleamos el buen sentido. Creo que eso es todo lo que puedo
decir en este tipo de discusión.
______________
***Se refiere a Marian Davis, dedicada secretaria de
la Sra. White por 25 años. Considerada una profesional muy útil
a la autora Adventista, ella, sin embargo, terminó sus días
de servicio junto a la Sra. White denunciando sus métodos de composición
literaria, alegando que reunía material de diferentes autores adventistas
y de otras confesiones para componer libros cuya autoría, una vez
compilados, se le atribuía a la Sra. White, y se consideraba que
traían mensajes de Dios. Otra de las auxiliares editoriales de la
Sra. White, Fannie Bolton, había tomado una actitud semejante de
"rebeldía". ¡El conflicto íntimo con que se enfrentó
probablemente fue la causa de que finalmente fuera internada en una
institución para enfermos mentales! Aún antes de ella, la
Srta. Mary Clough, sobrina de Ellen White, que trabajó en esa función
por algún tiempo, terminó también denunciando la metodología
literaria de la tía, confesando su malestar por participar en tales
actividades. ¿No sería en el interés de toda la comunidad
adventista conocer más detalles sobre la experiencia y las declaraciones
de esas secretarias?