"Pero me temo que, así como la
serpiente con su astucia engañó a Eva, los pensamientos
de ustedes sean desviados de un compromiso puro y sincero con Cristo"
(2 Cor. 11:3).
"Me asombra que
tan pronto estén dejando ustedes a quien los llamó por la
gracia de Cristo para pasarse a otro evangelio. No es que haya otro
evangelio, sino que ciertos individuos están sembrando
confusión entre ustedes y quieren tergiversar el evangelio de
Cristo. Pero aun si alguno de nosotros o un ángel del cielo les
predicara un evangelio distinto del que les hemos predicado, ¡que
caiga bajo maldición!" (Gál. 1:6-9).
Considere por un momento un posible escenario ...
Escena
1: Un pastor se pone de pie tras el púlpito y anuncia que
Jesús vendrá dentro de tres semanas y que la bestia de
Apocalipsis es en realidad el gobierno canadiense.
Probablemente usted
objetaría (especialmente si usted es canadiense),
abandonaría el lugar, llegaría a la conclusión de
que el pastor está medio loco, o abrigaría la esperanza
de que hubiese un cambio en la forma de pensar de ella o de él.
Lo que sea que usted haga, probablemente diría: "Sí ...
bueno, no tiene mucha importancia" - especialmente cuando el pastor
comienza a imprimir y a repartir folletos anti-canadienses. Otro
escenario ...
Escena
2: Durante un estudio bíblico, el director de jóvenes
enseña que los chicos (incluyendo los de usted) deberían
tomarse algunas cervezas de vez en cuando y no preocuparse demasiado
acerca del beber en sociedad. Después de todo, razona,
Jesús bebió vino".
Nuevamente, usted
probablemente objetaría, transferiría su
membresía, intervendría, o tendría la esperanza de
que ocurriera un cambio en el modo de pensar del director. En cualquier
caso, usted probablemente diría: "Sí ... bueno, no hay
problema".
Estos escenarios no
deberían ser normales para las iglesias cristianas. Los
cristianos han sido llamados a "tener cuidado de su conducta y de su
enseñanza" (1 Tim. 4:16).
Como está de
acuerdo la mayoría de los cristianos, lo que predicamos y
enseñamos y cómo vivimos son puntos importantes.
Jamás debería ser normal para los cristianos
enseñar y vivir a sabiendas lo que es contrario a la palabra de
Dios. Si yo fuese a enseñar el culto a los ídolos, que
Jesús nunca existió, o que tenemos que tratar a gente de
modo diferente a causa del color de su piel, yo esperaría que mi
iglesia objetara, me reprendiera, me corrigiera, y me restaurara -
cualquier cosa, menos considerarlo normal. Los cristianos
deberían responder, con amor, por supuesto, a las
enseñanzas y prácticas que son contrarias a las claras
expresiones de la voluntad de Dios.
Resumiendo, he predicado, enseñado y abogado por el
evangelio dentro de la iglesia Adventista del Séptimo Día
durante más de 15 años. Hace como 10 años,
descubrí algunas doctrinas preocupantes que estudié y por
las cuales oré pacientemente. Honestamente, traté de
hacer énfasis en el evangelio de "una vez por todas" y enfocar
la atención en los aspectos positivos del adventismo.
Traté de llenar mi prédica y mis enseñanzas con
Jesús y el ganar a otros para Él.
Sin embargo, la situación actual es tal que ya no puedo
continuar siendo ministro adventista con entusiasmo ni
convicción. Durante un tiempo, he sentido un dolor personal por
una persistente separación teológica. Amo al pueblo
adventista y me encantaría permanecer con los adventistas
puramente por razones sociales y comunitarias, pero, después de
varios años, me he convencido más y más de que
algunos de los pilares y valores básicos claves no concuerdan
con el mensaje esencial de la Escritura.
Con toda sinceridad, convicción, y amor, creo que lo que
el adventismo considera normal en varias áreas de la
enseñanza y la práctica no debería serlo ... y que
"no está bien". Creo que el adventismo complica y confunde la
sencillez del mensaje del evangelio y que continuar enseñando,
predicando, financiando, sosteniendo y promocionando el evangelio
dentro del marco tradicional adventista no es ni sano ni productivo.
Los siguientes puntos son doctrinas oficiales de la iglesia que yo creo que no son aceptables, pero que activamente
se predican, se respaldan, se publican, y se defienden alrededor del
mundo. Y aunque pequeños grupos de miembros tratan de ignorar o
redefenir algunas de estas doctrinas para ajustarlas a su propia
visión del mundo, sin embargo es normal que los miembros aboguen
por las siguientes creencias y prácticas. Lo que es normal no
debería serlo. Y francamente, aunque yo solía tener
esperanzas, no creo que jamás tengan lugar suficientes cambios
sobre estos puntos para que queden dentro de límites
bíblicamente aceptables.
¿Por qué? Porque estas mismas doctrinas
constituyen la singularidad de la iglesia misma. Definen el adventismo.
Son parte esencial del adventismo. Son el ADN del adventismo.
1. Es normal dentro del adventismo considerarse como la iglesia remanente de Dios.
Como se votó durante una reciente reunión de la
Conferencia General, la iglesia Adventista del Séptimo
día no es sólo parte del remanente - es la iglesa remanente de Dios en la tierra.
Esta es una creencia a gran escala, respaldada por medio de Ellen
White, y jamás disminuirá mientras la iglesia exista. Es
normal hablar de "el remanente" en términos exclusivos y
declarar que otras iglesias son Babilonia, los "protestantes
apóstatas", y "las otras ovejas", todos los cuales será
necesario injertar en la iglesia de Dios de los últimos
días. Esto no debería ser normal. Es miope, arrogante, y carente de sólido respaldo bíblico.
2. La doctrina del santuario y el juicio investigador no tiene mérito.
Enseña que la expiación es un suceso continuo que ha de
decidirse en el futuro en lugar de haberse consumado en la cruz. Es una
enseñanza que ayudó a hacer menos amargo el Gran
Desengaño (22 oct. de 1844), pero es un error teológico.
Jamás será aceptado teológicamente por los no
adventistas, pues mientras más éstos estudien esta
doctrina en el lenguaje original de la Escritura, menos creerán
en ella. El hecho de que muchos eruditos adventistas no creen en esta
doctrina no tiene nada que ver con la verdad de que se enseña y
se propaga activamente en el mundo. Creo que esta doctrina compromete
al evangelio, y hasta lo distorsiona. Esto no debería ser normal.
Pero numerosos pastores que no creen en esta enseñanza (he
conocido a varios) temen expresar su verdadera opinión sobre
ella. Esto estimula la evasión teológica, el temor, y
hasta la deshonestidad.
3. Ellen White no es digna de confianza como profeta y no debe constituir prueba de fe.
En las creencias fundamentales, la iglesia enseña que ella es
"una fuente continua y autorizada de verdad". Esto no debe ser normal.
Es normal en la iglesia que la gente la use a ella con autoridad que
sólo tiene la Escritura. Esto nunca debería ser normal,
pero continuará siéndolo mientras la iglesia ASD exista.
Ellen White defendió la enseñanza
antibíblica de la puerta cerrada (por inspiración
divina). Esto era completamente antibíblico y condujo a los
primeros adventistas a años de confusión y aislamiento.
Ellen White indujo a otros a creer que era independiente de los
demás en sus escritos, mientras continuaba practicando el
plagio. Aunque la iglesia publicó guías sobre plagio ya
en 1864, ella continuó la práctica durante muchos
años.
Predicar que Ellen White no era inspirada divinamente es
herejía en la iglesia. Predicar sobre Ellen White desde el
púlpito es normal en el mundo entero. Sólo este punto ha
causado gran confusión y distorsión sobre la
primacía de la Escritura en cuanto a fe y práctica en la
iglesia. Yo no creo que el adventismo será alguna vez "sola
scriptura" en el sentido más correcto - y eso "no está
bien".
4. La Escritura nos dice que "contendamos por la fe que fue entregada una vez por todas a los santos" (Judas 3). El adventismo ha reemplazado el "una vez por todas" del mensaje
del evangelio con un nuevo énfasis en los mensajes de los tres
ángeles. Esto es desafortunado y causa confusión a muchos
miembros sobre el sencillo mensaje del evangelio. Esto tampoco
debería ser normal.
5. El adventismo aboga
por una teoría de dos leyes, que trata de distinguir entre las
leyes morales y las leyes ceremoniales (y civiles). Sin embargo,
la Biblia no hace esta clara demarcación. Simplemente, uno no
puede distinguir una categoría cada vez que aparece la palabra
"ley" o "mandamiento". Yo creo que la Escritura sostenía una
interpretación más holística de la ley - que todas
las leyes eran parte del plan de Dios y del pacto con su pueblo. Los
mandamientos más grandes de la ley no fueron citados del
Decálogo (Mat. 22:36-40), mientras que hay muchas leyes morales
que se encuentran dentro del Decálogo (borrachera, envidia,
parcialidad, brujería, etc.). Lo único que cuenta es la
fe que se expresa po medio del amor (Gál. 5:6). Las acciones de
la naturaleza pecaminosa son obvias (Gál. 5:19) y se describen
claramente en las enseñanzas de Jesús y los
apóstoles.
6. En el Nuevo Testamento, el sábado nunca se establece como requisito de los deberes cristianos.
Suponer que el Decálogo entero fue trasladado al nuevo pacto
desestima varios pasajes de la Escritura (2 Cor. 3, Gál. 3-5,
Heb. 7-10). La Biblia declara que el pacto antiguo (escrito en tablas
de piedra) ha sido reemplazado por un pacto interior en el
corazón, dirigido por el Espíritu Santo morando
allí.
La observancia de los días es considerada un asunto
privado de conciencia (Rom. 14), no un punto de distinción entre
los verdaderos seguidores de Dios y los que le rechazan (como
enseñaba Ellen White). La Escritura señala que el reposo
sabático para el cristiano es "otro día" - hoy, y que se
observa reposando en la obra consumada de Cristo (Heb. 4:7-11). Hebreos
4 señala que a la observancia del sábado que queda se
entra viviendo una vida de fe (vs. 3 y 9, 10). Los sábados
semanales, mensuales, y anuales fueron dados por orden de Dios, pero
también eran sombras del reposo más completo en Cristo
(Col. 2:16). Celebrar el principio sabático en sábado
está bien, y es hasta saludable y beneficioso, pero el
énfasis en el día correcto no es un punto de disputa para
el cristiano en el nuevo pacto, no más que la continuada
observancia de la fiesta de la luna nueva. Hay abundancia de evidencia
razonable en la Biblia para hacer que el continuado énfasis de
los adventistas sobre el "día correcto" aparezca extremadamente
subjetivo y juzgador. Puesto que yo creo que la observancia del
día sábado no es un requisito del deber cristiano, esto
crea un profundo conflicto de valores básicos.
7. Las otras doctrinas,
como los alimentos inmundos y el uso de joyas, son también
puntos de doctrina periféricos que no están basados en
todos los pasajes bíblicos relevantes sobre el tema.
Ciertamente, la salud es muy importante, pero hay abundante evidencia
de que Jesús "declaró limpios todos los alimentos"
(Marcos 7:19) y que "ningún alimento es impuro por sí
mismo" (Rom. 14:14).
8. De la misma manera,
aunque creo que el papa cumple con algunos de los símbolos del
anticristo en la Escritura, rechazo la interpretación de El Gran
Conflicto por razones bíblicas. La escatología
adventista convierte el sábado en el sello de Dios, y al culto
en domingo la marca de la bestia en los últimos días. La
ASD requiere que los protestantes cristianos, por sinceros que sean, se
unan a los católicos en la opresión contra los
Adventistas del Séptimo Día. Este marco
escatológico impregna a la iglesia mundial en materiales
impresos y en sermones. Forma el drama de El Gran Conflicto. Sin
embargo, el "sábado" ni siquiera se menciona en Apocalipsis. Es
peligroso construir toda una escatología sobre alusiones,
inferencias, o bases no bíblicas.
Como usted puede imaginar, he experimentado varios años
de conflicto intelectual, emocional, y espiritual, tratando de
reconciliar mi herencia con lo que entiendo que es la esencia del
evangelio. Mi propio diario refleja la lucha desde el seminario. Sin
embargo, he tratado de permanecer dentro de "la familia" y buscar
respuestas, mientras continúo alcanzando a otros para Cristo. Ha
sido un viaje de muchos años. Eventualmente, mis preguntas
iniciales tomaron forma en convicciones personales, y creo que el
Espíritu Santo me está guiando (Rom. 14:12). Por favor,
lea nuevamente los pasajes bíblicos en la parte superior del
comienzo del artículo. Ellos son clave para entender este punto.
Aunque actualmente me clasifico como cristiano no
denominacional, aprecio algunas de las creencias adventistas. Aprecio
la interpretación Adventista del Séptimo Día de la
naturaleza holística del hombre (el condicionalismo, la
aniquilación, la resurrección), el regreso
visible/audible/literal de Jesucristo, la libre voluntad del creyente,
el valor de la buena salud, la buena educación, la
educación de calidad, y un énfasis en las misiones. Hay
que observar, sin embargo, que las doctrinas mencionadas más
arriba son sostenidas por muchos evangélicos cristianos en una
variedad de grupos.
No les tengo mala voluntad a mis amigos, mi familia, mis
estudiantes y colegas adventistas. Aprecio estas relaciones. Aunque no
me propongo quemar los puentes de la amistad, reconozco que algunos
pueden decidir encender el fuego. Deseo para todos mis amigos y toda mi
familia una vida llena de Jesucristo, una vida de amor, y un deseo de
"contender por la fe que fue entregada a los santos una vez por todas".
Insto a usted a estudiar estas cosas por su propia cuenta.
Examine los puntos de discordia desde ambos lados (tanto desde el de la
ASD y como desde el que no lo es). Lea la Escritura con oración
y obedezca lo que lea. "Vigile cuidadosamente su vida y su doctrina
(enseñanza) (1 Timoteo 4:16). No permita que se vuelvan normales
las distorsiones y complicaciones del evangelio puro y simple. Esto
jamás debería ser normal.