Ellen G. White

ELLEN WHITE NO DABA CRÉDITO A

SUS FUENTES LITERARIAS

  
Este tema trata del plagio de El Gran Conflicto [Great Controversy] y otras obras de Ellen G. White, y de cómo los escritores de los cuales EGW copió material dieron el debido crédito a sus propias fuentes.

The Gathering Call, enero-febrero de 1938, pp. 16-23

Por Edward S. Ballenger


El pastor W. A. Spicer presentó dos conferencias matinales en la Conferencia Educativa Mundial que tuvo lugar en Blue Ridge, North Carolina, el 19 y el 20 de agosto de 1937. Estas dos conferencias fueron publicadas en la Review and Herald en cuatro entregas, comenzando el 6 de enero de 1938. Por falta de espacio, omitiremos muchas partes interesantes de estos discursos, pero deseamos dedicar algún tiempo a considerar la segunda sección, tal como se encuentra en el Review and Herald de enero 13. Buena parte de este número se dedicó a los plagios de la Sra. White. Entre otras excusas para los robos literarios de la Sra. White, el pastor Spicer dice:  

"La costumbre, por parte de escritores posteriores, de dar crédito, no se había establecido esencialmente hace una o dos generaciones." Esto no es verdad. Sí se había establecido. En 1891, T. DeWitt Talmage, en su libro FROM MANGER TO THRONE [Del Pesebre al Trono], da crédito a treinta y tres autores de los cuales obtuvo su material; y Edersheim, en su obra LIFE AND TIMES OF JESUS THE MESSIAH [Vida y Tiempos de Jesús el Mesías], publicado en 1883, cita no menos de 300 autores. Siempre se reconoció como pecado y como un delito usar los pensamientos ajenos sin darles crédito a sus autores. Algunos han tratado de excusar los plagios de la Sra. White alegando su juventud e inexperiencia, pero, cuando ella escribió GREAT CONTROVERSY, tenía cincuenta y siete años de edad, y había estado escribiendo por casi cuarenta años.

¿Dijo la verdad el pastor Spicer?

El pastor Spicer dice que, cuando se le llamó la atención a la Sra. White sobre el hecho de que no había dado crédito por cierto material que había usado, "ella inmediatamente dio instrucciones a sus ayudantes para que  revisaran sus libros y marcaran cada oración o párrafo de algunos historiadores que ella había utilizado, e insertaran la puntuación correcta para indicar una cita.... Ella misma se aseguró de que esto se hizo en la siguiente edición del libro". Nótese que dice: "Ella inmediatamente dio instrucciones". Nosotros tenemos la primera, la tercera, y la novena ediciones de GREAT CONTROVERSY, y varias ediciones posteriores que no fueron numeradas, y ni una sola de ellas da crédito por los hechos y pensamientos que ella usó de otros autores. Después de que se le llamó la atención sobre sus plagios, ella publicó muchas ediciones antes de dar crédito. Debe haberles tomado a sus ayudantes largo tiempo revisar sus libros buscando las porciones plagiadas. GREAT CONTROVERSY se publicó por primera vez en 1884, pero no se dieron los debidos créditos sino en la edición de 1911, 27 años más tarde.  Ud. puede poner toda la confianza que quiera en la palabra "inmediatamente" que usó el pastor Spicer.

      Un pionero dice la verdad

Tenemos una carta de un antiguo trabajador Adventista del Séptimo Día en relación con este asunto, una porción de la cual reproducimos aquí: "Llamé la atención de W. C. White sobre los flagrantes plagios y la piratería literaria en The Great Controversy poco antes de que él y su madre viajaran a Australia. [Fueron a Australia en 1891]... Le dije que esto era estúpido, además de malvado, y que ello destruiría todo el respeto por la especial autoridad reclamada por la autora, así como por la integridad de los autores o editores. Fui al prefacio, y llamé su atención a las afirmaciones hechas allí, acerca de una fuente sobrenatural de la información que se daba en el libro. Su defensa fue tan tonta como su conducta. Dijo, en efecto: 'Son las ideas las que cuentan, no las palabras. Cuando, al leer los escritos de otras personas,  mi madre encuentra afirmaciones o hechos que le han sido revelados a ella, no hay razón para que ella no los copie. El hecho de que ella use las mismas palabras no importa.' Yo le contesté: 'Por supuesto, su madre tiene derecho a incorporar tales afirmaciones en sus escritos. Es perfectamente correcto que ella lo haga si lo desea, pero al hacerlo debería usar comillas y dar crédito a las personas a las cuales el Señor les había revelado esas ideas antes de que se las revelase a ella'".

Spicer omite evidencia perjudicial

El pastor Spicer trata de excusar el hábito de ella citando un ejemplo de los escritos de John Wesley. Spicer cita parte de un párrafo del libro de Wesley EXPLANATORY NOTES UPON THE NEW TESTAMENT [Notas explicativas sobre el Nuevo Testamento].

Presentaremos lo que el pastor Spicer copió, junto con una parte del prefacio que aparece justo antes de lo que él cita. En la siguiente cita, lo que aparece en negrita no apareció en el artículo de Spicer en el Review and Herald de enero 13, a la mitad de la columna.

Después de reconocer su deuda con el Gnomon Novi Testamenti, de Bengel, Wesley dice: "Por lo tanto, he traducido muchas de sus excelentes notas. He extractado muchas más, omitiendo las partes que son puramente críticas, y dando lo esencial del resto. ...

De la misma manera, estoy en deuda con las Lecturas Teológicas del Dr. Heylin por algunas observaciones útiles; con el Dr. Guyse, por muchas más, y con el Family Expositor, del piadoso, erudito, y finado Dr. Doddridge.  Por algún tiempo, dudé si debería anexar a cada nota recibida de ellos el nombre del autor del cual había sido tomada, especialmente considerando que yo había transcrito algunas y extractado muchas más, casi en las mismas palabras de los autores. Pero, pensándolo mejor, decidí no nombrar ninguno, para que nada distrajera la mente del lector y lo alejara del punto en discusión, y le impidiera recibir sólo lo que se había dicho, de acuerdo con su valor intrínsico".

Surge la pregunta: ¿Hay un legítimo paralelo entre el método de escribir usado por Wesley y el usado por la Sra. White?

Wesley escribía a mediados del siglo dieciocho. La Sra White produjo casi todos sus escritos en la segunda mitad del siglo diecinueve.

Los escritores de los cuales la Sra. White tomó material prestado libremente son como sigue: D'Aubigne, cuya obra History of  the Reformation se publicó entre 1835 y 1853. Wylie, cuya obra History of Protestantism se publicó en 1875 o 1876. Conybeare and Howson, cuya obra Life and Epistles of Paul, se publicó en varias ediciones, 1854, 1869, etc.

Autores no inspirados dan crédito

¿Cuál era la costumbre de estos escritores en cuanto a dar crédito a los autores a los cuales habían consultado y cuyas obras habían usado? Hay pies de página en casi cada una de las páginas de cada uno de estos escritores, en las cuales ellos dan referencias exactas de las fuentes de su material. Estos autores eran contemporáneos de la Sra. White. Podrían enumerarse cientos de otros libros de este período para mostrar que los escritores concienzudos eran igualmente cuidadosos de dar crédito donde correspondía. La Sra. White tenía delante de ella el ejemplo de D'Aubigne, Wylie, y Conybeare and Howson. Si, antes de leer sus obras, ella no conocía la forma correcta en que un escritor reconoce su deuda con otro, podría haber aprendido de ellos.

¿Por qué el pastor Spicer no dio a estos jóvenes educadores la otra parte de la introducción de Wesley que tenía que ver con esta cuestión? Nuestros enemigos nos han acusado con mala fe de tomar afirmaciones fuera de contexto y darles una construcción errónea. ¿Somos injustamente severos con el pastor Spicer cuando expresamos nuestra convicción de que él tenía un propósito bien definido al omitir parte de esta introducción? Él sabía que, si la hubiera reproducido entera, habría mostrado la deshonestidad de la Sra. White, en vez de excusar su conducta. Wesley fue lo bastante honesto para incluir en su prefacio el hecho de que él había usado los pensamientos de otras personas, y no reclamaba inspiración acerca de ellos. La Sra. White, que afirmaba que cada una de las palabras que escribía era de revelación divina, no mencionó el hecho de que ella usó pensamientos y palabras de otros autores. Concediendo que hubiese sido correcto que la Sra. White hiciera lo que hizo Wesley, todavía queda la cuestión de la inspiración. ¿Fue Wesley inspirado, o está el pastor Spicer comparando a un escritor inspirado con uno no inspirado? Él habla de "unos pocos párrafos de los historiadores". ¿No sabe él que capítulos enteros de Sketches from the Life of Paul [Bosquejos de la Vida de Pablo] eran meras paráfrasis del libro Life and Epistles of the Apostle Paul [Vida y Epístolas del Apóstol Pablo], de Conybeare and Howson? Apenas es posible que el pastor Spicer estuviera citando otra edición de las notas de Wesley; pero hemos consultado dos ediciones diferentes, y concuerdan en cada detalle. Por lo tanto, nos vemos obligados a creer que él omitió a propósito ciertas porciones de la introducción de Wesley.

  El editor del Youth´s Instructor duro con la Sra. White

Es apropiado que insertemos un editorial que apareció en el Youth´s Instructor [Instructor de Jóvenes] el 25 de diciembre de 1917:
  
"Y así por el estilo. Por todas partes hay evidencias similares de deshonestidad. Es tan incorrecto apropiarse y atruibuirse el crédito por las producciones ajenas, escritas por otra persona, como robar un caballo. El que osadamente pone su nombre al pie de un artículo ajeno, y permite que aparezca impreso como si fuera suyo, es un ladrón de la peor especie.

"El tomar el conocimiento ajeno y presentarlo como propio es una cosa despreciable. El estudiante que se copia durante un examen es deshonesto; pero el plagio es una forma más ruin de robar, si es que hay grados de deshonestidad.

"¿Por qué lo hace la gente? Es un crimen punible por la ley. Es una desgracia tanto el no decir nada del pecado como introducirse en la casa del vecino y robarle sus pertenencias.

"Todos los que profesan la decencia común, no ya el cristianismo, deberían evitar toda forma de deshonestidad. Seamos verdaderos y puros en todo lo que hacemos, para que el Señor pueda reclamarnos como suyos, y para que no lo agraviemos a Él nuevamente haciendo el papel de Judas en la vida". (Negrita nuestra).

La explicación del pastor White se derrumba

El pastor W. C. White intentó excusar el plagio de la Sra. White diciendo que si ella hubiera tomado los pensamientos de otros, y los hubiera usado como suyos, no habría citado a autores populares como D'Aubigne y Wylie.  Sin duda, esta explicación satisfizo a muchos de sus seguidores. Nosotros escribimos a cada de las bibliotecas públicas del sur de California en ciudades de 30,000 habitantes o más, y no pudimos encontrar ni un sólo juego de la obra HISTORY OF PROTESTANTISM, de Wylie. La gran biblioteca de la ciudad de Los Angeles - declarada como una de las mejores y más completas del mundo - no tiene ni una sola copia de HISTORY OF PROTESTANTISM. Esta obra es extremadamente rara. Probablemente ni siquiera uno en un millón de los habitantes de los Estados Unidos ha visto uno de estos juegos en su vida.

La Sra. White plagió artículos enteros

En 1906, el artículo de la primera página de cada número del WATCHMAN, una revista semanal publicada por la casa editora de los Adventistas del Séptimo Día en Nashville, Tennessee, se le concedió a los escritos de la Sra. White, con la excepción del número dedicado a informar acerca de los procedimientos en la Southern Union Conference. En el número de mayo 1 hay un artículo firmado por E. G. White y titulado RELIGIOUS LIBERTY. Ni una sola palabra de este artículo fue escrita por la Sra. White. Fue escrito en su totalidad por el pastor George E. Fifield, y publicado por él años antes de que apareciera en el WATCHMAN. Sin embargo, fue insertado en esta revista como una revelación de Dios.

Si esto no es fraude, dejaremos que nuestros críticos le pongan nombre. He aquí un artículo entero, ni una palabra del cual fue escrita por la Sra. White. Y sin embargo, fue publicado como revelación directa de Dios. Reconocemos que algunas personas dirán que la Sra. White no fue responsable de esta metedura de pata. Esto, en cierto sentido, es verdad. Si ella delegó en otros la decisión de enviar material en su nombre, y esas personas eligieron lo que se les ocurrió, y lo publicaron al mundo como revelación de Dios, entonces ella es responsable de confiar tal poder o privilegio a cualquiera de sus ayudantes. Si éstos tenían la costumbre de practicar este engaño, entonces ¿cómo podemos saber si cualquier cosa impresa bajo su nombre es auténtica?

Éste no es el único caso de esta clase que hemos encontrado. En la Conferencia General de 1909, que tuvo lugar en Washington, D. C., la última a la cual asistió la Sra. White, al pastor W. A. Colcord se le entregó un cierto número de Testimonios, supuestamente de la Sra. White, para que los leyera durante una sesión especial de la Asociación Pro Libertad Religiosa. Al leer los Testimonios antes de la sesión, descubrió un artículo que le resultó conocido, y he aquí que el documento entero era producto de su propia pluma, que él le había enviado a la Sra. White dos o tres años antes, y que ahora le estaba siendo asignado para que lo leyera como revelación de Dios. Nos gustaría que el pastor W. A. Spicer ofreciera una explicación satisfactoria de esta clase de plagio".


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