EL CRISTIANO Y LA LEY

Domingo Fernández Suárez

Capítulo 3
LA UNIDAD DE LA LEY


Por la unidad de la ley entiendo y voy a demostrar, que la mayor parte de las veces que a través de toda la Biblia se habla del término "la ley de Moisés" o simplemente "La Ley", se da a entender los cinco libros que escribió Moisés. Bajo la expresión "La Ley de Moisés", se entiende tanto los mandamientos grabados en piedra, como aquellas ordenanzas, leyes y preceptos de todo orden que Dios dio al pueblo de Israel por medio de Moisés.

Claro que dentro del término general "La Ley", se habla de: "La Ley del holocausto"; "La ley del presente"; "La ley de la expiación"; "La ley de la plaga"; "La ley del leproso"; "La ley de los celos"; "La ley del nazareno". ¿Quiére esto decir que sean siete las leyes? No. En el terreno particular son siete leyes que tienen que ver con otros tantos asuntos. Pero estas siete leyes son parte integrante del término general "La ley".

Los adventistas pretenden hacer una división de la ley en dos partes: "La ley moral" y "la ley ceremonial". ¿Se encuentra tal división en las Escrituras? No. Los adventistas pretenden que la ley que ellos llaman ceremonial, fue abolida, pero que la ley moral está en pie, en todo su vigor. Pues yo no creo en tal división. ¿Cuáles son los argumentos que ellos aducen en apoyo de su teoría? Se basan especialmente en dos pasajes de las cartas de Pablo, que son: Efesios 2:15, "Dirimiendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos en orden a ritos". Y Colosenses 2:14, "Rayendo la cédula de los ritos".

La palabra del original griego en estos pasajes es, "DOGMA", empleada solo cinco veces en todo el Nuevo Testamento. Las dos antes citadas y el Lucas 2:1, "Salió edicto de parte de Augusto". Hechos 16:4, "Les daba que guardasen los decretos". Hechos 17:7, "Hacen contra los decretos del César". La versión de Felipe Scío de San Miguel tiene en ambos pasajes (Efesios y Colosenses) en vez de "rito", "decretos". La versión de Torres Amat tiene "ritos" en el primero y "decretos" en el segundo. La Versión Moderna tiene en Efesios 2:15, "habiendo abolido en su carne (crucificada) la ley de mandamientos en forma de decretos". Y en Colosenses 2:14, "Borrando de en contra de nosotros, la cédula escrita en forma de decretos". El Nuevo Pacto tiene la misma traducción que la Versión Moderna.

El famoso comentarista Dr. E. Lund, redactor que fue de "Revista Homilética", comentando Colosenses 2:14, dice así: "La palabra cédula usada aquí, es voz que ocurre con frecuencia en las leyes romanas y significa billete o nota de promesa bajo la firma manuscrita. Los "ritos", debe leerse "decretos", y son los decretos de Dios en toda la ley escrita del Antiguo Testamento. Por eso dice el Apóstol aquí, no "contra vosotros" (gentiles), sino "contra nosotros" (judíos). En estos decretos hallamos nuestra propia firma, porque admitimos que la ley es buena y que nuestro deber es cumplirla, pero resulta un documento muy contrario a nosotros, cédula ó documento de cuentas que no hemos pagado, quedando a deber. Pero Dios al perdonar, cancela el documento, rompe la cédula y nos deja sin deuda. Y esto lo hace mediante Cristo Jesús, que "nos ha rescatado de la maldición de la ley". Tengo a la vista el "Comentario a los Colosenses" por C. W. Branch, cuya opinión coincide con la de Lund. De todas maneras, el lector debe observar que la palabra "DOGMA", del original, no podría ser traducida "ritos" en tres pasajes en que aparece, además de los dos a que nos estamos refiriendo, porque sería impropia traducir: "Salió rito de parte de Augusto Cesar".

Los pasajes de Efesios 2:15 y Colosenses 2:14, encierran la misma idea que Gálatas 3:10-13, donde dice: "Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que están escritos en el libro de la ley". Dice aquí el Dr. Lund, comentando este pasaje: "La ley y los profetas" es una expresión bíblica que denota todo el Antiguo Testamento. Cuando se dice "el libro de la ley", equivale a la primera parte del Antiguo Testamento, que contiene todas las leyes religiosas, morales, administrativas y penales". Una gran parte de las leyes dadas por Dios a Israel, no podrían catalogarse dentro del término ritual, porque no son ritos, son preceptos morales. El lector puede leer, por ejemplo, Éxodo 21 al 23, y allí encontrará varias leyes que no son de orden ritual, sino moral. Pero cuando dice Pablo: "Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley para hacerlas", ¿a qué parte de la ley se refiere? Sería ingenuo el hacer aquí distinción de ley, puesto que, si no permanecían en los preceptos de orden puramente ritual, caían bajo de maldición, y ¿cuánta más maldición les traería la violación de los preceptos morales?

¿Qué dijo el Señor en Mateo 9:13? "Andad pues y aprended qué cosa es: misericordia quiero y no sacrificio". El sacrificio judío era un rito, la misericordia no. Ahora bien, la lógica y el sentido común nos dicen que le pasaje de Gálatas 3:10, se refiere a toda la ley y de toda esa ley que se vino a convertir en una maldición para el hombre, porque no podía cumplirla; de toda esa ley dada por Moisés, "Cristo nos redimió". El no nos redimió de unos cuantos preceptos, para dejarnos sometidos al estricto cumplimiento de otros, porque en tal caso estaríamos aún bajo la maldición de una parte de la ley. Cristo nos redimió de la ley, de toda la ley que Dios dio al pueblo de Israel por medio de Moisés, o de cualquier otra forma de ley anterior a Cristo.

Los adventistas afirman que Cristo nos redimió de la ley que ellos llaman ritual. Ahora yo les pregunto: ¿Comer carne de puerco o dejarla de comer, pertenece a la ley moral o ritual? Ellos mismos confiesan que pertenecen a la ritual, y sin embargo, se someten como esclavos a una ley que dicen que no está en vigor, y lo hacen con verdadero fanatismo, pues un adventista recalcitrante en sus doctrinas, ni come carne de puerco, ni nada en que intervenga cualquier sustancia derivada del puerco. En esto son igual que los mahometanos. Cuando uno les presenta esto a ellos, alegan que si lo hacen es por higiene y no por la conciencia, pero en la práctica el adventista es un esclavo de la ley, de toda la ley.

Los cristianos de Galacia habían empezado por creer en Cristo para ser salvos, y después querían someterse a ciertos preceptos de la ley y no a otros, pero Pablo les advirtió que "maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley", "y otra vez vuelvo a protestar a todo hombre que se circuncidare, que está obligado a hacer toda la ley". (Gálatas 5:3). La referencia que Pablo hace a la ley está tomada de Deuteronomio, cap. 27, en donde casi se habla solamente de preceptos morales, y de ellos, de toda la ley nos libró Cristo. Pero el adventista está bajo la maldición de la ley; porque no la cumple toda y quiere cumplir una parte; por lo menos, se siente obligado en conciencia a cumplirla.

Cito a continuación una serie de pasajes donde el lector puede comprobar que para los israelitas la ley era una y no dos. "Estos son los decretos, derechos y leyes que estableció Jehová entre sí y los hijos de Israel en el monte Sinaí". (Levítico 26:46). En este pasaje los "decretos", "derechos" y "leyes", componen en conjunto "la ley". "Estos son los mandamientos que ordenó Jehová a Moisés". (Lev. 27:34). "¿Qué gente hay que tenga estatutos y derechos justos como toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros?" (Deut. 4:8). "Para guardar todas las palabras de aquesta ley y estos estatutos". (Deut. 17:18,19). "Conforme a toda la ley que Moisés te mandó". (Josué 24:26). La referencia es a todo cuanto había sido escrito hasta entonces por mandato de Dios, porque si fuese a las tablas solamente, Josué no escribiría sobre ellos otra cosa. "El libro perdido y hallado". (2ª Reyes 22:8-13). "La ley de Jehová que El prescribió a Israel". (2ª Crón. 16:40). "Como está escrito en la ley de Moisés". (2ª Crón. 23:18). "Las cosas que les he mandado, toda ley, estatutos y ordenanzas, por mano de Moisés". (2ª Crón. 33:8).

En los Salmos está muchas veces la expresión "ley", pero cualquier lector honrado sabe que se refiere a todo lo escrito hasta tal fecha. Lo mismo que cuando Isaías dice: "A la ley y al testimonio" (8:19), quiere decir a toda la revelación de Dios hasta el presente en que vivía el profeta. En Nehemías 8:1-3 se habla del "libro de la ley" que Esdras leyó "desde el alba hasta el mediodía". Esto prueba que la ley era una y no dos; esto prueba que el libro de la ley era todo cuanto Moisés había escrito. Malaquías 4:4, dice: "Acordarte has de la ley de Moisés mi siervo... ordenanzas y leyes para todo Israel". Las "ordenanzas y leyes" componían ¿qué?: "La Ley de Moisés", expresión que lo encierra todo.

Si del Antiguo Testamento pasamos al Nuevo Testamento, encontramos lo mismo. La ley es una y no dos al hacer referencia a ella, a menos que el texto o el contexto indiquen otra cosa. Por lo menos 160 veces se emplea el término "ley" en el Nuevo Testamento, y siempre se refiere a la ley de Moisés como un todo y no a una parte. Solamente en Romanos hay 49 referencias a la ley, sin que haya una sola en donde se pueda apreciar que Pablo dividía la ley en dos. Vamos a dar algunos ejemplos: "No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas". Este pasaje lo toman los adventistas para afirmar que la ley moral está vigente. Dice el gran exegeta Dr. Juan A. Broadus en su comentario acerca de este versículo, lo siguiente: "La ley y los profetas es frase que se emplea para denotar toda la Escritura del Antiguo Testamento, siendo la ley los cinco libros de Moisés (la Torah), y los profetas el resto del mencionado Antiguo Testamento. Véanse pasajes paralelos en: Mateo 11:13; 7:12; 22:40. Lucas 16:16. Juan 1:45. Hechos 13:15; 28:23. Romanos 3:21. En todos estos pasajes "la ley y los profetas" denota todo el Antiguo Testamento. No se puede barrenar el término "ley" para hacer dos, cuando toda la ley está comprendida como una unidad.

En Lucas 2:22-27 tenemos los términos "Ley de Moisés" y "ley del Señor". Ambos términos comprenden lo mismo: los cinco libros de Moisés, conocidos como "la ley" propiamente dicha. En Lucas 24:44 dice: "Todas las cosas que están escritas de mí en la ley de Moisés, y en los profetas y en los Salmos". Aquí tenemos otra división del Antiguo Testamento dada por el Señor. "La ley, los profetas y los Salmos". Para Cristo la ley eran los cinco libros de Moisés. "La ley por Moisés fue dada". (Juan 1:17). "En la ley Moisés nos mandó apedrear a las tales". (Juan 8:5). "Nosotros tenemos ley, y según nuestra ley debe morir". (Juan 19:7). En 1ª Corintios 9:8-9 tenemos: "La ley" y "la ley de Moisés".

¿Cómo podemos saber nosotros que el término "ley" en estos pasajes no se refiere solamente al capítulo 20 de Exodo? Pues muy fácil y sin lugar a dudas.

1.   Lucas 2 se habla de "la ley" en conexión con la purificación de María y la redención del primogénito, cuya referencia es a una costumbre establecida en la ley, de la cual se habla en Éxodo 13:2 y Números 18:15.

2.  En Juan 8:5 se habla de "la ley", pero la referencia está tomada del libro de Levítico 20:10.

3.  En Juan 19:7 dice: "Nosotros tenemos ley", y la referencia está tomada de Levítico 24:16. De esta manera se ve que el término ley se emplea en sentido general y no limitado como pretenden los adventistas. Ellos tienen tal obsesión con esto, que en viendo la palabra "mandamiento" ó "ley", ya están en Éxodo 20, y no es así, según vemos por la propia Palabra del Señor. (3)

Como bien observa Broadus, en su comentario acerca de Mateo, página 130, lejos de limitarse la expresión "ley" a Éxodo 20, en varios pasajes del Nuevo Testamento el término denota todo el Antiguo Testamento, como se ve por los pasajes siguientes: Juan 10:34: "No está escrito en nuestra ley?" ¿En qué parte estaba escrito? En el Salmo 82:6. En Juan 12:34 dice: "hemos oído de la ley". La referencia es el Salmo 89:4 y otros varios pasajes de los profetas. En Juan 15:25, dice: "Está escrito en su ley". La referencia está tomada del Salmo 35:19. En 1ª Corintios 14:21, dice: "En la ley está escrito". Dice el comentarista A. B. Rudd: "es una cita de Isaías 28:11,12; así es que la palabra "ley" aquí, como en Romanos 3:19, quiere decir no sólo la ley de Moisés, sino el Antiguo Testamento entero". Lo mismo puede verse en 14:34, "la ley dice", y la referencia es Génesis 3:16.

Hay muchas personas que quizá de una manera poco inconsciente dividen la ley en ritual y moral. A aquellos que tengan a mano una concordancia, yo los invito para que estudien todos los pasajes en que se habla de la ley en el Nuevo Testamento, y después díganme qué apoyo bíblico tiene tal división. ¿Quiere esto decir que la ley no tiene preceptos morales y rituales? En ninguna manera. Yo estoy afirmando la unidad de la ley de Moisés y nada más.

Voy a terminar este capítulo con una cita del gran teólogo B. H. Carroll, tomada de su comentario de Gálatas, donde dice acerca del verso 21, del capítulo 4, lo que sigue: "¿Decidme, los que deseáis estar bajo la ley, o no oís la ley? Llamo la atención al hecho de que lo que dice la ley aquí, no se halla en Éxodo, Levítico, Números ó Deuteronomio, sino que se encuentra en el Génesis. El punto es este: Que el Nuevo Testamento así como el Antiguo, da a la historia del Pentateuco el nombre de ley, así como la misma legislación. La historia es el fondo de los estatutos, toda ella. La historia y la legislación son llamados la ley. Si entendemos esto claramente, nos guardará de las equivocaciones de los críticos. Sea la historia del Génesis ó la legislación del Monte Sinaí, todo es llamado la ley".

Y Juan C. Varetto, añade: "Los escritores del Nuevo Testamento no conocen esta división que han hecho algunos teólogos. El decálogo es la parte más importante de la ley, pero no es la ley. Basados en la teoría de las dos leyes, los adventistas pretenden que una fue abolida y la otra no, pero tal teoría no tiene apoyo bíblico y tiene la Biblia en contra."



(3) Ellos se ven obligados a justificar la visión "celestial" de la Sra. White, pretendiéndola apoyarse a través de las Escrituras y presentar argumentos que puedan ser aceptados por mentes predispuestas para creer cualquier cosa que les facilite la lectura rápida y no reflexiva sobre la disparatada teología de su líder carismática.


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