Notas:
1. A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas
son de la New Revised Standard Version, copyright © 1989 por la
Division of Christian Education del National Council of the Churches of
Christ en los Estados Unidos de Norteamérica, y usada con
permiso.
2. Véase el artículo "Muerte" en la Enciclopedia de los Adventistas del Séptimo Día, ed. D. F. Neufeld (Washington: Review and Herald, 1966), pp. 333-36. La Enciclopedia
incluye a Ecle. 9:5, 10 entre los varios pasajes que "apoyan esta
posición" (p. 336). Esto es lo que sucede también en las
oficiales Creencias Fundamentales de los Adventistas del Séptimo Día (véase Seventh-day Adventist Church Manual [Rev. ed., Washington: General Conference of Seventh-day Adventists, 1986], art. 25, p. 31); y Seventh-day Adventists Answer Questions on Doctrine (Washington: Review and Herald, 1957), p. 522; Seventh-day Adventists Believe ... A Biblical Exposition of Fundamental Doctrines (Washington: General Conference of Seventh-day Adventists, 1988), p. 352.
3. "Condicionalismo",
escribe L. E. Froom, "es la doctrina cristiana de que la inmortalidad,
o la vida eterna, se ofrece al hombre sólo en los
términos y condiciones de Dios", en contraste con la idea de que la humanidad es "inmortal de manera innata e indefectible" (The Conditionalist Faith of Our Fathers [2 vols.; Washington, DC: Review and Herald, 1966], vol. 1, p. 19). Énfasis Froom.
4. Esta advertencia invita al
intérprete de Job a distinguir entre las ideas en el libro que
expresan la verdad divina y las que representan los "sentimientos y las
opiniones personales" de los personajes. Un ejemplo sería la
filosofía del sufrimiento por la cual abogaban los amigos de
Job. Esto "refleja la defectuosa manera de pensar de la época" (Seventh-day Adventist Commentary, ed. F. D. Nichol, [7 vols.; Washington: Review and Herald, 1954], vol. 3; p. 495).
5. En una nota aparentemente
más bondadosa, el comentarista declara: "Al estudiar el libro de
Eclesiastés, es, por lo tanto, de lo más importante
diferenciar entre el razonamiento sutil y pervertido al cual se refiere
Salomón, y la penetración más clara que
llegó con su arrepentimiento" (Adventist Bible Commentary,
vol. 3, p. 1060). ¿De qué lado procede Eclesiastés
9:5-6? ¿Aclara el arrepentimiento su mente lo suficiente para
que los sentimientos que expresa sean teológicamente infalibles?
¿Qué criterio usa uno para distinguir entre los
pensamientos pesimistas y no arrepentidos y su verdad eterna
después de la regeneración? A juzgar por la
discusión que sigue en el Commentary,
del cap. 9 sólo se menciona el v. 11 a este respecto.
Según este criterio, esta diferenciación se vuelve
crucial en el uso de 9:5-6 para su enseñanza acerca de la
muerte.
6. Véase The Great Controversy (Mountain View: Pacific Press, 1911), pp. 546, 551, 560; Patriarchs and Prophets (Mountain View: Pacific Press, 1958), p. 685; Acts of the Apostles (Mountain View: Pacific Press, 1911), p. 289; Christ´s Object Lessons (Washington: Review and Herald, 1900), p. 270.
7. Great Controversy, p. 556. Esto es una paráfrasis de Ecle. 9:5-6, 10.
8. Un miembro de la Iglesia
Adventista puede ser excomulgado por "negar la fe en los fundamentos
del evangelio y en las doctrinas cardinales de la iglesia" (Church Manual,
p. 162). Una de estas doctrinas cardinales (Art. 25, p. 31) es el
estado de la humanidad en la muerte. Los evangelistas adventistas
enseñan esta doctrina regularmente como "doctrina de prueba", es
decir, una verdad que obliga a tomar una decisión a favor o en
contra del adventismo. Si uno no acepta esta doctrina, es descalificado
de la membresía.
9. Eclesiastés 1:2, 14; 2:1, 11, 15, 17, 19, 21, 23, 26; 3:19;
4:4, 6, 7, 8, 9, 16; 5:5, 8-9, 10; 6:2, 11; 7:6; 8:14; 11:8, 10; 12:8.
10. El libro 4 de Macabeos del primer siglo A. E. C., que
incluía como apéndice a la Biblia griega (LXX), ofrece
esta definición de sabiduría: "Sabiduría ... es el
conocimiento de los asuntos divinos y humanos y las causas de
éstos. Esto, a su vez, es la educación en la ley, por
medio de la cual aprendemos los asuntos divinos con reverencia y los
asuntos humanos para sacar provecho propio" (1:16-17). Aunque esta
definición refleja la posterior identificación
judía de la ley, o Torah, con la sabiduría, proporciona
sin embargo una definición fundamental de sabiduría como
el discernimiento y el dominio de la vida. Comp. Prov. 1:2-7.
11. Que la Biblia puede tener "un amplio criterio" lo bastante para
incluir literatura que es subversiva puede causar sorpresa a la
mayoría de los lectores. Sin embargo, material como el Job,
Eclesiastés, y Proverbios 30:1-4 (Los refranes de Agur)
ciertamente debe ser clasificado como tal. La Biblia apunta a un cuadro
de la humanidad lo más completo posible - incluyendo los
agitados pensamientos en los cuales todos nosotros caemos de tanto en
tanto. La presencia de tal literatura da a la Biblia una refrescante
honestidad que no se encuentra en muchos otros libros sagrados. Para un
estudio más completo de esta cuestión, véase mi
trabajo "Retributive Paradoxes in Proverbs 10-29" (Ph. D. dissertation,
Vanderbilt University, 1978).
12. Véase de Alan Jenks, "Theological Presuppositions of
Israel´s Wisdom Literature" (trabajo presentado en la
reunión anual de la Asociación Bíblica
Católica, St. Paul, Minn., Agosto 1983).
13. R. B. Y. Scott, The Way of Wisdom in the Old Testament (New York: Macmillan, 1971), p. 170.
14. Daniel C. Fredericks, Qoheleth´s Language: Re-evaluating its Nature and Date (ANETS 3; Lewiston, NY: Edwin Mellen, 1988). s
15. Por ejemplo, bǡtel, "dejar de trabajar" (12:3), y "tiempo" (3:1 son expresiones en arameo.
16. Eclesiastés 12:9-11, junto con los vv. 13-14, por lo general
se consideran comentarios editoriales, añadidos una vez que el
libro está esencialmente completo (véase S. H. Blank,
"Ecclesiastes", Interpreter´s Dictionary of the Bible [4 vols.; Nashville: Abingdon, 1962], vol. 2, p. 9).
17. El texto comienza: "El principio de la instrucción que la
majestad del Rey del Alto y el Bajo Egipto: Sehetep-ib Re; Wl Hijo de
Re: Amen-em-het, el triunfante, hecho, cuando habló en un
mensaje de verdad a su hijo, el Todo-Señor" (Ancient Near Eastern Texts
[3rded.: Princeton University, 1969), p. 418). Aunque este texto
pretende ser la instrucción de Amen-em-het I, el primer
faraón de la duodécima dinastía, Amen-em-het I (m.
1960 A. E. C.) murió antes de que el texto se escribiera.
Aquí vemos la costumbre de usar el nombre de un prominente
individuo fallecido como el seudónimo de un documento posterior.
18. R. K. Harrison, prominente erudito conservador del Antiguo
Testamento, también respalda la teoría de que
Eclesiastés se escribió mucho después de
Salomón con un seudónimo, y lo coloca en la última
parte del siglo quinto A. E. C. (Introduction to the Old Testament [Grand Rapids: William B. Eerdmans, 1969], pp. 1073, 1077). Véase también de E. J. Young, An Introduction to the Old Testament (Grand Rapids: William B. Eerdmans, 1964), p. 349.
19. El reinado de Salomón está fechado generalmente c. 961-922 A. E. C.
20. Proverbios 10-29 está fechado generalmente en el
período pre-exílico o monárquico de la historia de
Israel, mientras que muchos de los salmos vienen sin duda de este
período, incluyendo salmos generalmente asociados con la
sabiduría.
21. Ver, por ejemplo, de Otto Eissfeldt (The Old Testament: An Introduction
[trad. P. R. Ackroyd; New York: Harper & Row, 1965], que coloca el
libro en el período post-exílico, no más tarde que
el siglo tercero A. E. C. (pp. 496-97); véase también de
Blank, "Ecclesiastes", (p. 9).
22. Un marco de tiempo post-exílico parece más probable
para Eclesiastés a causa del desarrollo histórico de la
teología de la sabiduría. Mientras el debate radical del
libro con la tradición de la sabiduría habría sido
posible en el siglo noveno A. E. C., es mucho más probable que
presuponga un tiempo posterior cuando la teología de la
sabiduría se había formado más plenamente y por
esto estaba sujeta a debate. Vea mi trabajo "Retributive Paradoxes",
pp. 344-56.
23. W. Sibley Toner, "The Book of Ecclesiastes", New Interpreter´s Bible (12 vols.; Nashville: Abingdon, 1997), vol. 5, p. 270.
24. "Ecclesiastes", p. 10.
25. Publicado por primera vez en 1670.
26. (Trad. Leif Sjöberg y W. H. Auden; New York: Alfred A. Knopf, 1968).
27. Ver Ancient Near Eastern Texts, pp. 438-40, 467.
28. Un complicación adicional al interpretar pasajes
individuales de Eclesiastés queda ilustrada por 7:1-14. Esta
parece una serie de aforismos citados por el autor. ¿Concuerda o
discrepa con ellos? En una serie de citas como ésta, es
difícil discernir la intención del autor. Véase de
Robert Gordis, Koheleth: The Man and His World, a Study of Ecclesiastes (3rd ed.; New York: Schocken, 1968, pp. 95-108.
29. Gordis, p. 302.
30. Towner, New Interpreter´s Bible, vol. 5, p. 340.
31. James L. Crenshaw, Old Testament Wisdom: An Introduction (Atlanta: John Knox, 1981, p. 133.
32. Si son incluídos entre los escritos de sabiduría, el
Salmo 49 ("Dios rescatará mi alma del poder del Sheol, porque
él me recibirá", v. 15) y el 73 ("Tú me
guías con tu consejo,y después me recibirás con
honor", v. 24), parecen enseñar la vida más allá
de la muerte. Estas dos referencias son demasiado vagas, sin embargo,
para ser consideradas con confianza como afirmaciones de tal vida. De
manera similar, la mención que Job hace de una
resurrección (14:10-14; 19:23-27) es mejor considerarlos como
desesperación, no como sonoras afirmaciones de
resurrección.
33. En Dan. 12:1-3. Aun en Daniel, sin embargo, la resurrección
sólo pertenece a algunos, no a todos. Otros pasajes que se citan
algunas veces como evidencia de resurrección (e. g., Sal. 17:15;
Isa. 26:19; Job 19:25-27) son demasiado ambiguos para sustentar la idea
de un concepto primitivo de una resurrección general.
34. Ya en el siglo primero de la E. C. del judaísmo, la idea de
la resurrección corporal posiblemente no estaba difundida
(Steven Fine, "Why Bone Boxes?" Biblical Archaeolgy Review, 27 [September-October 2001]:41).
35. Bajo Ecle. 9:5, "los muertos nada saben; ni tienen más paga", el Comentario Adventista
observa que "esta no es una referencia a las recompensas eternas, ya
sea de muerte para los impíos (Apoc. 20:11-15) o de inmortalidad
para los justos" (vol. 3, p. 1095). Esta es una admisión
tácita de que el pasaje no se aplica a la escatología
cristiana.
36. Es interesante que L. E. Froom reinterpreta Ecle. 9:5-6 para hacerlo coincidir con la resurrección general. Hasta la resurrección, afirma, "los muertos nada saben" (v. 5) y no hay 'conocimiento, ni sabiduría, en la tumba, adonde tú vas'" (Conditionalist Faith,
vol. 1, p. 361). Froom era uno de los principales oponentes del
método de textos de prueba entre los adventistas. El que use
Ecle. 9:5-6 de este modo muestra el sutil poder del uso tradicional de
este pasaje entre los adventistas.
37. Ver mi artículo, "Re-thinking Life After Death: Confessions of a Troubled Conditionalist", en Proclamation 2/3 (Mayo-Junio 2001) 4-9, para un examen de pasajes y puntos de vista claves.
38. Este problema, como los han demostrado Desmond Ford y otros, reside
en la raíz misma de la disputa en la denominación en
relación con el significado de Daniel 8:14 y el juicio
investigador. Como es bien sabido, Daniel 8:9-14 se refiere al breve
reinado del rey seléucida, Antíoco IV Epífanes. Es
su profanación del templo en 167 A. e. C. lo que se describe en
los vv. 13-14, no del papado muchos siglos más tarde. Esta
profanación debía durar aproximadamente tres años
y medio, 1,150 días. Si Daniel 8 hubiese sido interpretado
dentro de su contexto literario e histórico, jamás
habría sido considerado como indicación de que 1844 era
la fecha final de la profecía de las 2,300 tardes y
mañanas (=1,150 días). Véase de Ford, Daniel 8:14, the Day of Atonement, and the Investigative Judgment (Casselbery, FL: Euangelion, 1980): Daniel Smith-Christopher, "The Book of Daniel", New Interpreter´s Bible, vol. 7, pp. 113-14).
39. Escribe Gerhard von Rad: "Uno hasta se puede preguntar si la
iglesia, con el correr de los siglos, si también hubiese
permanecido abierta a las perspectivas teológicas del libro de
Job [y de Eclesiastés], no hubiese podido confrontar más
efectiva y más calmadamente los fieros ataques del hombre
moderno" (Wisdom in Israel [Nashville: Abingdon, 1972], p. 239.
40. Ver Isa. 14:9-22; 1 Sam. 28:8-19. El regreso de los muertos del Sheol no era una ocurrencia ordinaria (Job 14:7-22).
41. Ver Dan. 12:1-3; 2 Macabeos 7:9-23.
42. El escritor de la Sabiduría de Salomón parece haber
sido influido en esto por la filosofía platónica, que
enfatizaba la distinción entre el alma y el cuerpo (ver de
Robert Doran, "2 Maccabees", New Interpreter´s Bible, vol. 4, p. 241). Esta misma influencia aparece en el Nuevo Testamento (ver más abajo).
43. Acerca de la posibilidad de la vida inmediatamente después
de la muerte, véase 2 Cor. 5:1-5; 1 Pedro 3:18-22; 4:6; Apoc.
6:9-10. Acerca de la inconsciencia en la muerte, véase Juan
5:28-29; 6:39-40; Apoc. 14:13; 20:4-5. Ver mi artículo
"Re-thinking Life After Death, pp. 4-9.
44. Esto es esencialmente el método conocido como
"crítica canónica", o la interpretación del
Antiguo Testamento (y del Nuevo) a laluz de su configuración
fnal como canon para la comunidad creyente. En la configuración
canónica, "diferentes partes del canon fueron intercambiadas
más y más para producir un nuevo ángulo de
visión de la tradición" (Brevard Childs, Old Testament Theology in a Canonical Context
[Philadelphia: Fortress, 1985], p. 13). Por esta razón, cuando
en la iglesia cristiana el Antiguo fue unido al Nuevo, se formó
un nuevo ángulo de visión, que partía de la vida y
las enseñanzas de Jesús. Esto arrojaba nueva luz sobre la
muerte y desarrolló el concepto de una resurrección
general, moldeada en la de Jesucristo.
45. En la mayoría de los manuscritos hebreos, es el cuarto
rollo, y así se leía en los Tabernáculos. El orden
difiere en los manuscritos, sin embargo. En el Codex Leningradensis
(siglo once, E. C.), aparece como wel tercero. La Septuaginta griega lo
coloca entre Proverbios y el Cantar de Salomón.
46. J. A. Loader, Ecclesiastes: A Practical Commentary (Grand Rapids: William B. Eerdmans, 1986), pp. 23-24.
47. Ed. R. A. Broderick (Nashville: Thomas Nelson, 1971), n. sobre Ecl. 9:1-10.