LA DOCTRINA DEL SANTUARIO:
¿ACTIVO O PASIVO?
Raymond F. Cottrell, doctor en
Teología
(Documento presentado por primera vez al segundo simposio
del Jesus Institute Forum del 2 al 4 de noviembre de 2001, y en público
nuevamente el 9 de febrero de 2002, en la reunión de la Asociación
de Foros Adventistas en San Diego, CA.)
Tomado de Jesus
Institute Forum
Introducción del Administrador
del Website del
Jesus Institute Forum
El siguiente trabajo es del Dr. Raymond
F. Cottrell, redactor jubilado, colaborador principal en el SDA Bible
Commentary, y, por décadas, prominente pensador de la Iglesia
Adventista del Séptimo Día. El Pastor Larry Christoffel,
pastor asociado de la Iglesia de Campus Hill de los Adventistas del Séptimo
Día (Loma Linda, CA) presentó el trabajo del Dr. Cottrell
en el Foro de San Diego el 9 de febrero de 2002, pues, por razones de salud,
el Dr. Cottrell no pudo presentarlo personalmente. Después de la
presentación, tanto el Pastor Christoffel como el Dr. Cottrell contestaron
preguntas. En su presentación y en la sesión de preguntas
y respuestas, mostraron en resumen cómo una reconsideración
bíblica de la doctrina del santuario es esencial para exaltar correctamente
a Cristo y al puro evangelio al centro de nuestro mensaje y a nuestra misión
como iglesia. Sólo en la medida en que estemos dispuestos a
ser corregidos y a avanzar abiertamente en en entendimiento, con honestidad
y valor cristianos, podremos andar como dignos del espíritu pionero
de nuestros antepasados adventistas.
[N. del T.: Adición posterior (16 de
octubre de 2002) a la anterior publicación del documento del Dr.
Cottrell].
Aunque nosotros los del JIF
concordamos mayormente con el Dr. Cottrell acerca de las debilidades exegéticas
de un punto de vista anterior, creemos que él no avanza lo suficiente
hacia una correcta exégesis de Daniel 8:14. Acerca de los principales
puntos de contención, proponemos otras soluciones (para ejemplos,
vea por favor Daniel
8:14 e Isaías y un bosquejo
exegético de Daniel
8:1-14):
- Contrariamente al Dr. Cottrell,
sostenemos que la visión de Daniel 8:14 y sus explicaciones, especialmente
en Daniel 9:24-27, están íntimamente conectados con el día
de expiación de Levítico 16. Es más, notamos más
de 20 paralelos en concepto, uso de imágenes, y lenguaje de pacto
entre el paradigma Día de Expiación del jubileo de pacto
(Lev. 16:25-26) y la visión interpretación de pacto en Daniel
8-9. Nuestros antepasados adventistas vieron una conexión entre
Daniel 8:14 y Levítico 16, pero no su pleno significado.
- Sostenemos que la única
explicación contextual de la "purificación [nitzedaq]
del santuario" en Daniel 8:14 es los cumplimientos mesiánicos que
debían completarse dentro de las 70 'semanas de años' en
el marco del día de expiación del jubileo (Daniel 9:24-27):
(1) "Terminar la prevaricación", (2) "poner fin al pecado", (3)
"expiar la iniquidad", (4) "traer la justicia perdurable", (5) "sellar
la visión y la profecía", (6) "ungir al Santo de los santos",
(7) "hacer cesar el sacrificio y la ofrenda", y finalmente, (8) lo que
"está determinado se derrame sobre el desolador".
- Sostenemos que el verdadero significado
contextual de Daniel 8 y 9 es mesiánico (cristocéntrico desde
el punto de vista del NT). El significado contextual debe encontrarse en
un paradigma de pacto bíblico-profético, no en una inadecuada
construcción post-bíblica preterista, historicista, o futurista.
A la luz del NT, Daniel 8:14 y Daniel 9:24 encuentran su verdadero cumplimiento
en el sacrificio de Cristo en el Calvario a la mitad de la 70a. semana,
y su consumación en el largamente esperado Segundo Advenimiento
de Cristo (comp. Heb. 3-4) cuando Él venga nuevamente en gloria
(Apoc. 11-14; Heb. 9:27-28).
Planeamos añadir más
a estos temas pronto. Nos regocijamos de que Daniel 8:14 nuevamente despierte
interés entre cristianos serios, tanto Adventistas del Séptimo
Día como otros. Daniel 8:14 es evangelio puro. Es tiempo de reclamarlo
bíblicamente.
La interpretación tradicional de Daniel 8:14 con
su santuario y su juicio investigador, que dio origen al Adventismo del
Séptimo Día y es la razón de su existencia como una
bien definida entidad dentro del cristianismo, ha sido objeto de más
críticas y debates, por parte tanto de adventistas como de no adventistas,
que todas las otras facetas de su sistema de creencias juntas. Lo mismo
ocurre con respecto a la disciplina de la iglesia sobre bases doctrinales,
deserciones de la iglesia, y la distracción de tiempo, atención,
y recursos de la misión que el adventismo percibe como suya en el
mundo.
Se ha demostrado, repetida y consistentemente, que es
posible que un ministro ordenado crea que Cristo era un ser creado (y no
Dios en el pleno sentido de la palabra), o que una persona puede ganarse
la salvación observando fielmente los Diez Mandamientos, o que Génesis
1 no es un relato literal de la creación que tuvo lugar hace apenas
seis mil años - sin ser disciplinado, y sin que tenga que devolver
sus credenciales ministeriales. Pero también se ha demostrado, repetida
y consistentemente, que un ministro ordenado no puede cuestionar a sabiendas
la autenticidad de la interpretación tradicional de Daniel 8:14,
ni siquiera en su pensamiento, sin que se le revoquen sus credenciales
ministeriales. Como se observa más abajo, en varios casos, ni siquiera
medio siglo de fiel servicio a la iglesia ha sido suficiente para mitigar
este resultado.
En consecuencia, es apropiado revisar el origen, la historia,
y la metodología de la doctrina del santuario, examinarla sobre
la base del principio de sola Scriptura y reconocidos principios
exegéticos, y explorar procedimientos por medio de los cuales evitar
repetir las traumáticas experiencias de la iglesia con ella en el
pasado - aprender de la experiencia.
Hasta donde sea posible, este trabajo evitará la terminología
hermenéutica técnica, incluyendo la trasliteración
de palabras hebreas usadas por los eruditos bíblicos. La trasliteración
usada ha sido diseñada para permitir que las personas no familiarizadas
con el hebreo bíblico aproximen la vocalización hebrea. Excepto
por lo que de otro medio se menciona, las citas bíblicas dadas proceden
de la Nueva Versión Standard Revisada (NRSV) [y la versión
de 1960 Reina-Valera para los lectores de habla hispana -- NT]. El trabajo
procede como sigue:
ORIGEN E HISTORIA DE LA DOCTRINA
DEL SANTUARIO
1. Formación de la doctrina del santuario
2. Ellen G. White y la doctrina del santuario
3. Seis dirigentes de la iglesia cuestionan la doctrina
del santuario
4. Continúan las bajas en la doctrina del santuario
5. Reacción no adventista a la doctrina del santuario
6. Mi encuentro personal con la doctrina del santuario
UN EXAMEN DE LA DOCTRINA A LA
LUZ DEL PRINCIPIO DE SOLA SCRIPTURA
7. "Exponiendo bien la palabra de verdad", 2 Timoteo 2:15
8. "Explicando correctamente" Daniel 8:14
9. Defectos de la doctrina del santuario tradicional
10. La doctrina del santuario y el principio sola scriptura
EL OSCURANTISMO DOCTRINAL Y SU
REMEDIO
11. El oscurantismo y la doctrina del santuario
12. El comité de Daniel y Apocalipsis
13. Un remedio permanente para el oscurantismo
14. La autenticidad del adventismo
1. Formación de la doctrina
del santuario
Los Adventistas del Séptimo Día pioneros
heredaron su identificación del año 1844 como el final de
los 2300 "días" predichos en la versión King James de Daniel
8:14 según William Miller. Miller, que anteriormente había
sido un escéptico jurado, se convirtió en 1816 y con el tiempo
se convirtió en predicador bautista laico. Dedicó sus primeros
dos años como cristiano recién nacido a estudiar la Biblia
diligentemente, lo cual con el tiempo se enfocó sobre Daniel 8:14
y la conclusión de que el pasaje predecía la segunda venida
de Cristo "para el año de 1843".
Según la Enciclopedia Adventista del Séptimo
Día, Miller "declaró repetidamente que sus puntos de vista
proféticos no eran nuevos", sino que insistía en que llegó
a sus conclusiones exclusivamente por medio de su propio estudio de la
Biblia y su referencia a una concordancia. En el tomo 4 de su libro
La Fe Profética de Nuestros Padres, Le Roy Edwin Froom observa
que Miller no fue de ninguna manera el "originador" de la idea de que los
2300 "días" eran años proféticos que terminaron en
1843, y que es "un simple hecho histórico que el origen de la idea
de que los 2300 años terminaron ese año, y su amplia circulación,
era por entero anterior a William Miller e independiente de él".1
¿Mediante qué proceso llegaron Miller, este
formidable grupo de estudiantes bíblicos, y los pioneros adventistas
a 1843/1844 como el final de los 2300 "días" de Daniel 8:14? Dependiendo
de la traducción King James de 1611 de la Biblia (la única
disponible entonces), ellos (1) identificaron su "santuario" como la iglesia
en la tierra, (2) aceptaron la interpretación de la King James de
erev boquer (literalmente, "tardes mañanas") como "días",
(3) adoptaron el principio de "día por año" en la profecía
bíblica, y por esa razón interpretaron los 2300 "días"
como años proféticos, (4) consideraron las setenta "semanas"
de Daniel 9:24-27 como el primer segmento de estos 2300 años, (5)
identificaron la cesación del sacrificio y la ofrenda durante la
última mitad de la septuagésima de las setenta "semanas"
(versículo 27) con la crucifixión de Jesús,2
(6) calculando hacia atrás desde la crucifixión, identificaron
el decreto del rey persa Artajerjes Longímano en su septuagésimo
año (Esdras 7), a lo cual se alude en Daniel 9:25, ubicando así
el comienzo de los 2300 años en el año 457 A.C., (7) con
el año 457 A.C. como su punto de partida, los hicieron terminar
"aproximadamente en el año 1843", (8) adoptaron la interpretación
KJV de nitsdaq (literalmente, "corregido", "restaurado") como "purificado",
y (9) llegaron a la conclusión de que la purificación del
santuario de Daniel 8:14 significaba la purificación de la iglesia
en la tierra (y por ende de la tierra misma) por medio del fuego a la segunda
venida de Cristo.
Cuando el gran chasco de octubre 22 de 1844 demostró
de forma concluyente que la identificación, por parte de Miller,
del "santuario" de Daniel 8:14 como la iglesia en la tierra, y la naturaleza
de la purificación por medio del fuego a la segunda venida de Jesús,3
estaban erradas, los pioneros adventistas re-identificaron el "santuario"
del versículo 14 como el del libro de Hebreos en el cielo,4
y su purificación como la contraparte celestial de la purificación
del antiguo santuario el Día de Expiación.5
Conservando, sin embargo, la presunta validez de octubre
22 de 1844 como el cumplimiento de Daniel 8:14 y el concepto de que implicaba
el pronto regreso de su Señor, los desencantados pioneros adventistas
supusieron que el tiempo de oportunidad para la humanidad había
terminado realmente en aquel fatídico día, y que sólo
los que esperaban el regreso de Jesús en ese tiempo eran elegibles
para la vida eterna. Se refirieron a este concepto como "la puerta cerrada"
de la parábola de las diez vírgenes.6
Pronto asociaron la teoría de la "puerta cerrada" a la idea de que
el santuario de Daniel 8:14 era el santuario en el cielo, del libro de
Hebreos, que "la puerta cerrada" era la "puerta" entre el lugar santo y
el lugar santísimo en ese santuario, que el 22 de octubre Cristo
había terminado su ministerio en el lugar santo y entrado a su ministerio
como sumo sacerdote en el lugar santísimo, y se refirieron a este
ministerio allí como un "juicio investigador".
Durante varios años, la "manada pequeña"
de pioneros Adventistas del Séptimo Día "esparcidos" creyeron
que la fase de juicio investigador del ministerio de Cristo sería
muy breve (a lo mucho de cinco años),7
después de los cuales Él regresaría inmediatamente
a la tierra. El acceso eventual de nuevos miembros, que no habían
estado en el movimiento de 1844, a la "manada pequeña" demostró
ser evidencia convincente de que la puerta de la misericordia permanecía
abierta, y para principios de la década de 1850, los adventistas
abandonaron el aspecto de la "puerta cerrada" de la interpretación
de que Daniel 8:14 se refería al santuario en el cielo.
Esto completó la tradicional interpretación
adventista de Daniel 8:14, el santuario, y el juicio investigador, que
fue conocida comúnmente de allí en adelante como "la doctrina
del santuario", establecida en cada declaración de creencias, más
recientemente como el artículo 23 de las 27 Creencias Fundamentales
adoptadas en la sesión de la Conferencia General en New Orleans
en 1980.
2. Ellen G. White y la doctrina
del santuario
El argumento final en defensa de la interpretación
tradicional de Daniel 8:14 cada vez que han surgido preguntas en relación
con este pasaje, ha sido la explícita afirmación de ella
por parte de Ellen White. Como la presunta intérprete infalible
de la Escritura, su apoyo siempre ha zanjado la controversia. Por ejemplo,
en 1888, cuarenta y cuatro años después del gran chasco del
22 de octubre de 1844, ella escribió: "El pasaje bíblico
que por encima de todos los demás había sido tanto el fundamento
como el sostén principal de la fe adventista, fue la declaración:
'Hasta dos mil y trescientos días; luego el santuario será
purificado'".8 Dedicó
un capítulo entero de The Great Controversy a defender y explicar
la doctrina del santuario.9
Dieciocho años más tarde, en 1906, escribió nuevamente:
"La correcta comprensión del ministerio en el santuario celestial
es el fundamento de nuestra fe". 10
Para entender estas dos declaraciones en su contexto histórico,
es importante recordar que ella y muchos otros que vivían en ese
tiempo habían experimentado personalmente el gran chasco de octubre
22 de 1844. Sus afirmaciones sobre el chasco eran absolutamente correctas
históricamente. La experiencia estaba todavía vívida
en su propia mente y en las mentes de muchos otros. En ambas afirmaciones,
Ellen White simplemente expresa hechos históricos; no está
interpretando la Escritura. En 1895 escribió: "Con relación
a la infalibilidad, nunca la he reclamado para mí; sólo Dios
es infalible".11 "La
Biblia es la única regla de fe y doctrina. ... Sólo la Biblia
...[es] el fundamento de nuestra fe. ... Sólo la Biblia debe ser
nuestra guía. Las Sagradas Escrituras deben ser aceptadas como la
revelación autorizada e infalible de la voluntad [de Dios]. ...
Debemos recibir la palabra de Dios como la autoridad suprema".12
Podrían citarse numerosas afirmaciones similares.13
Es importante recordar que ella nunca se consideró exégeta
de la Biblia. En numerosas ocasiones, cuando se le preguntó acerca
de lo que sus interrogadores proponían aceptar como una interpretación
autorizada e infalible de un pasaje bíblico en disputa, ella rehusó,
y les dijo que fueran a la Biblia para obtener la respuesta.
Es también vital recordar que, en sus más
o menos 47,000 14 citas,
ella usa la Biblia de dos maneras claramente diferentes: (1) para citarla
cuando narra una historia bíblica en su propio contexto, y (2) para
aplicar principios bíblicos en sus consejos para la iglesia en la
actualidad - fuera de su contexto bíblico.
Una clara ilustración de este doble uso de la Biblia
es su serie de comentarios sobre Gálatas 3:24: "La ley ha sido nuestro
ayo para llevarnos a Cristo". (1) En 1856, ella identificó esa ley
como el sistema de ley ceremonial de los tiempos antiguos, y específicamente
no los Diez Mandamientos.15
(2) En 1883, ella nuevamente identificó esa "ley" como "las anticuadas
ceremonias del judaísmo".16
(3) En 1896, escribió: "En este pasaje, el Espíritu Santo,
por medio del apóstol, está hablando especialmente de la
ley moral".17 (4)
En 1900, escribió: "Se me pregunta concerniente a la ley en Gálatas.
... Respondo: tanto la ley ceremonial como el código moral de los
Diez Mandamientos".18
(5) En 1911, nuevamente identificó la ley en Gálatas como
exclusivamente "las anticuadas ceremonias del judaísmo".19
En estas tres inversiones (la ley ceremonial exclusivamente,
los Diez Mandamientos exclusivamente, tanto la ley ceremonial como los
Diez Mandamientos, la ley ceremonial exclusivamente), se contradijo ella,
o cambió de idea repetidamente? ¡Ni lo uno ni lo otro! Una
lectura cuidadosa de cada declaración en su propio contexto pone
en evidencia que (1) cuando ella identifica la ley en Gálatas como
el sistema de ley ceremonial de los tiempos antiguos comenta Gálatas
en su propio contexto histórico, y (2) cuando ella aplica el principio
de que se habla a nuestro tiempo, lo hace fuera de su contexto bíblico.
El principio involucrado en los días de Pablo y en los nuestros
es idéntico: los gálatas no podían salvarse mediante
una rigurosa observancia de las leyes ceremoniales; ¡y nosotros tampoco
podemos salvarnos mediante una rigurosa observancia de los Diez Mandamientos!
¡Las dos definiciones contradictorias de la ley en Gálatas
son tanto válidas como exactas! Un cuidadoso examen de las miles
de citas bíblicas de Ellen White, o las alusiones a la Biblia, ponen
en evidencia que sus declaraciones históricas en relación
con Daniel 8:14 son históricamente exactas con respecto a la experiencia
de 1844, y no una negación de lo que el pasaje significó
en los tiempos de Daniel.
Podemos considerar la explicación del santuario
celestial del gran chasco como una prótesis, una muleta espiritual,
que permitió a "la manada pequeña" de los pioneros adventistas
"dispersos por la tierra" sobrevivir al gran chasco de octubre 22 de 1844
y conservar la fe en el inminente regreso de Jesús, como les sucedió
a tantos otros. Esa explicación era lo mejor que podían tener,
dado el método de textos de prueba del cual dependían por
necesidad. Con el método histórico a nuestra disposición
hoy día, ya no necesitamos esa muleta y haríamos bien en
guardarla en el anaquel de la historia. En nuestro testimonio del evangelio
eterno hoy día, es contraproducente por igual para los adventistas
bíblicamente ilustrados y los no adventistas.
3. Seis dirigentes de la Iglesia
que cuestionaron la doctrina del santuario
Durante aproximadamente cuarenta años, la doctrina
del santuario no hizo enarcar ningunas cejas conocidas ni despertó
protestas. Pero, en promedio, cada quince o veinte años desde 1887,
un administrador de la Iglesia o instructor bíblico experimentado,
respetado, y digno de confianza ha llamado la atención de otros
dirigentes de iglesia sobre ciertos defectos en la tradicional interpretación
de Daniel 8:14, devolvió sus credenciales ministeriales, y, o fue
desfraternizado o voluntariamente abandonó la iglesia. ¡Con
una o dos posibles excepciones, ninguno de ellos habló ni enseñó
acerca de sus dudas en relación con la autenticidad bíblica
de la doctrina del santuario, pero fue despedido por tener tales pensamientos
y compartirlos con otros dirigentes de la iglesia! Además, ninguno
de ellos era novato, sino un experimentado administrador de iglesia o instructor
bíblico. Tres de ellos sirvieron fielmente a la iglesia por más
de medio siglo.
Que se sepa, el primer dirigente de la iglesia en cuestionar
la doctrina del santuario fue Dudley M. Canright, en 1887. Damos por descontado
que podría haber tenido más tacto y sido más paciente,
pero por más de veinte años sirvió a la iglesia como
ministro, evangelista capaz, administrador, y algunas veces como miembro
del Comité de la Conferencia General, y se había ganado el
derecho a que se le escucharan sus puntos de vista en una audiencia sin
prejuicios. Pero "los hermanos" o no escucharon o no entendieron, aparentemente
ambas cosas. Voluntariamente abandonó la iglesia y se convirtió
en un oponente del Adventismo, tan encarnizado y efectivo como su defensor
había sido antes.
Canright en seguida publicó un libro, Seventh-day
Adventism Renounced [Mi Renuncia al Adventismo del Séptimo Día],
para advertir a la gente de los errores del Adventismo. El libro ha sido
traducido a numerosos idiomas, y todavía es usado efectivamente
para advertir a la gente contra el Adventismo. Un adventista honesto e
informado que lea el libro en la actualidad tendría que reconocer
que gran parte de su diatriba contra la doctrina del santuario estaba justificada,
y todavía lo está. 20
Como Canright, Albion F. Ballenger había servido
fielmente a la iglesia durante muchos años, y en 1905 era el administrador
encargado de la Misión Irlandesa. Era un orador y escritor capaz,
y un estudioso diligente de las Escrituras. Como Canright, Ballenger nunca
había mencionado en público sus puntos de vista sobre el
santuario, pero un comité de veintincinco miembros que la Conferencia
General nombró para escucharle informó que Ballenger sostenía
posiciones, en relación con el ministerio de Cristo en el santuario
celestial, contrarias a las de la iglesia. Él reconoció la
posibilidad de que estuviese errado, y rogó que alguien le señalara
en la Biblia dónde se había equivocado, pero nadie lo hizo,
ni en ese tiempo ni más tarde.
La iglesia le retiró sus credenciales ministeriales
y le desfraternizó por lo que creía, no por nada que hubiese
dicho o hecho. Veintincinco años más tarde, W. W. Prescott
(miembro de los comités ad hoc de la Conferencia General nombrados
para reunirse con los disidentes) comentó en una carta dirigida
a W. A. Spicer, en aquel entonces presidente de la Conferencia General:
"He esperado todos estos años que alguien le contestara adecuadamente
a Ballenger, Fletcher y otros en relación con sus posiciones sobre
el santuario, pero no he visto ni oído nada". Posteriormente, Ballenger
explicó sus puntos de vista en el libro Cast Out for the Cross
of Christ [Expulsado por amor a la cruz de Cristo]. "Nadie" - se lamentó
- "que no la haya experimentado puede darsssee cuenta de la angustia de espíritu
que abruma a aquél que, durante el estudio de la Palabra, encuentra
verdades que no armonizan con lo que durante toda una vida ha creído
y enseñado que es vital para la salvación de las almas".21
Después de como veinte años como ministro
ordenado, misionero en el extranjero, y con el tiempo, instructor bíblico
en la Escuela Superior de Avondale en Australia, William W. Fletcher renunció
voluntariamente al ministerio en 1930 y cortó su conexión
con la iglesia, bajo presión administrativa, únicamente a
causa de sus puntos de vista en relación con los errores en la interpretación
tradicional de Daniel 8:14. Dos años más tarde, publicó
Reasons for My Faith [Razones de mi fe], estableciendo sus puntos
de vista sobre el santuario y el ministerio de Cristo como nuestro gran
Sumo Sacerdote. Una lectura objetiva tanto de la Biblia como del libro
Razones llevará a la conclusión de que la manera en que Fletcher
entendía la primera era superior a la de sus críticos.22
Louis R. Conradi sirvió fielmente a la iglesia
durante cincuenta y dos años, gran parte del tiempo como vice-presidente
de la Conferencia General para la División Central Europea. Era
un ávido erudito bíblico y estudiante de historia, así
como administrador capaz, y escribió extensamente. Era muy respetado
por sus colegas administradores. Durante más de treinta años,
aumentaron preguntas en su mente en relación con la tradicional
interpretación de Daniel 8:14, preguntas que él compartió
primero con unos pocos dirigentes de la iglesia en 1928 y que a su debido
tiempo condujeron a una formal audiencia ante un comité ad hoc de
treinta y tres miembros designados por una Conferencias General, la devolución
de sus credenciales ministeriales, y su separación voluntaria de
la iglesia en 1931.
Inmediatamente se unió a los Bautistas del Séptimo
Día, que le suministraron credenciales ministeriales, le dieron
permiso para predicar las enseñanzas Adventistas del Séptimo
Día, y le hicieron su representante oficial en Europa. Hasta su
muerte, Conradi expresó confianza en la integridad fundamental del
Adventismo, a pesar de sus errores en la doctrina del santuario.23
William W. Prescott era una persona versátil que,
durante una vida de servicio para la iglesia de más de medio siglo
(1885-1937), se distinguió como escritor, redactor, editor, educador,
administrador, y erudito bíblico. Como Conradi, su estudio de la
Biblia le condujo a un reconocimiento de serias fallas en la doctrina del
santuario, las cuales, sin embargo, nunca expresó públicamente.
Conservó plena confianza en la credibilidad básica del mensaje
Adventista. Su único "error" ocurrió en 1934, cuando compartió
sus puntos de vista con algunos de "los hermanos" de la oficina central,
que se volvieron contra él. Sin embargo, a diferencia de Conradi,
permaneció con la iglesia y nunca entregó sus credenciales
ministeriales, sino que regresó a Washington, D. C., donde estuvo
en comunidad con sus críticos y participó activamente en
varias actividades de la Conferencia General.
Después de muchos años de servicio para
la iglesia, Harold E. Snide enseñaba Biblia en el Southern Junior
College (ahora Southern Adventist University). Adventista de tercera generación
y diligente estudioso de las profecías bíblicas, encontró
problemas con la interpretación tradicional de Daniel, especialmente
en relación con el ministerio de Cristo tal como está establecido
en el libro a los Hebreos. Fue a los dirigentes en Washington con los problemas
que lo inquietaban, pero no encontró ayuda. El conflicto entre la
interpretación tradicional de Daniel 8:14 y las Escrituras resultó
ser una experiencia traumática que, a su debido tiempo, más
o menos en 1945, le llevó a retirarse de la iglesia. Sin embargo,
Snide continuó siendo un fiel adventista, y se fue a vivir con sus
padres en Takoma Park, donde yo le conocí.
La experiencia de R.A. Greive fue única en que,
como presidente de la Conferencia de Queensland en Australia, nunca cuestionó
la doctrina del santuario. Su preocupación era alentar la experiencia
de la justificación y la justicia por la fe como está presentada
en los libros de Romanos y Hebreos, y su contraparte, la perfección
inmaculada de Cristo Jesús. Sin embargo, los dirigentes de la iglesia
en la oficina de la división le acusaron de estar en conflicto con
el concepto de un juicio investigador como la purificación del santuario,
al cual se refiere Daniel 8:14 y que está explicado en Hebreos 9.
Si, como escribió Pablo en Romanos 8:1, no hay
"ahora, pues, ninguna condenación para los que están en Cristo
Jesús", ¿cómo puede el registro de esos pecados ser
conservado y revisado durante el curso de un juicio investigador?, preguntaba
Greive. También señaló que, según Hebreos 7:27
y 9:6-12, Cristo completó en la cruz su equivalente del ministerio
en el segundo compartimiento cuando ascendió al cielo, no dieciocho
siglos más tarde. Durante su jucio, Greive aceptó ir, hasta
donde se lo permitía su "conciencia bien informada", para estar
en armonía con sus hermanos, pero para ellos eso no era suficiente.
En 1956, le fueron retiradas sus credenciales, y se retiró de la
iglesia.24
¡Pensemos en el tiempo, la atención, y el
costo de disciplinar a estos seis administradores y eruditos bíblicos
mencionados más arriba, que han sido distraídos de la misión
de la iglesia para mundo! Pensemos también en la angustia y el pesar
que estas seis personas han experimentado y a menudo expresado. ¡Pensemos
también en el daño que algunos de ellos han hecho a la iglesia!
4. Continúan las bajas
causadas por la doctrina del santuario
Como un aeroplano que súbitamente entra en una
zona de turbulencia en tiempo claro, el Dr. Desmond Ford comenzó
a encontrar, en 1945, problemas exegéticos con la interpretación
tradicional adventista de Daniel 8:14, el santuario, y el juicio investigador.
Se propuso poner juntas todas las piezas dispares en un patrón coherente
que resolviera los problemas, que fuera fiel a los confiables principios
exegéticos, y que le dejaran siendo un Adventista del Séptimo
Día dedicado con plena confianza en la integridad de la iglesia
como auténtico testigo del evangelio eterno.
Durante los siguientes diez o quince años, Ford
descubrió que algunos de sus contemporáneos, y otros antes
que él, habían luchado con los mismos problemas. En su documento
definitivo de 991 páginas sobre Glacier View, Daniel 8:14, el
Día de Expiación, y el Juicio Investigador, Ford menciona
por sus nombres a doce dirigentes adventistas con los cuales había
discutido los problemas, personalmente o por correspondencia. Dedicó
su discurso de master y una de sus disertaciones doctorales al tema.
Sus comentarios publicados sobre los libros de Daniel y Apocalipsis suman
más de dos mil páginas. Probablemente ha dedicado al tema
más estudio erudito, y escrito más extensamente sobre él,
que cualquier otra persona en la historia.
Durante su larga permanencia como director del departamento
de teología en el Avondale College en Australia, preparó
a la mitad o más de los ministros en Australia. En el aula de clases
y mediante su ejemplo personal, inspiró a miles de jóvenes
para Cristo. Siempre era solicitado como orador, y miles dan testimonio
de entender mejor y apreciar mejor el evangelio como resultado del testimonio
de él. Su tema fue siempre - y todavía lo es - la salvación
por fe en Cristo Jesús.
Ford nunca discutió en público los aspectos
controversiales de la doctrina del santuario - hasta octubre 27 de 1979,
como profesor de intercambio en el Pacific Union College, cuando varios
miembros de la facultad le invitaron a discutir sus puntos de vista sobre
la cuestión del santuario durante una reunión abierta un
sábado por la tarde. Treinta y cuatro años de silencio sobre
el tema seguramente reflejan una reserva pastoral y erudita dignas de encomio.
La presentación en el PUC "fue positiva sobre el papel providencial
de los Adventistas y Ellen White". Sin embargo, tres ministros retirados
detectaron lo que percibieron como herejía, e informaron su versión
de las observaciones de Ford al presidente de la junta directiva de la
escuela superior.
En vista de que Ford era todavía empleado del Avondale
College en Australia y que debía regresar a Avondale al final del
año lectivo de 1979-1980, el presidente lógicamente refirió
el asunto a la Conferencia General. En agosto de 1980, 115 prominentes
administradores y eruditos bíblicos de alrededor del mundo (al costo
estimado de un cuarto de millón de dólares cada administrador)
fueron convocados a Glacier View 25
en Colorado, para que sirvieran como Comité Revisor del santuario.
Se les dieron instrucciones específicas de que no evaluaran las
creencias de Ford con respecto a Daniel 8:14, el santuario, y el juicio
investigador a la luz de la Biblia misma, sino según estas doctrinas
estaban presentadas en la declaración de las 27 Creencias Fundamentales,
que la iglesia ya había establecido como normativas. Varias semanas
más tarde, la División Australasiática le retiró
sus credenciales ministeriales.
El procedimiento en Glacier View consistió de una
reafirmación de la interpretación adventista tradicional
de Daniel 8:14. Pero a Ford no se le dio ninguna oportunidad para que presentara
las razones para su interpretación "apotelesmática" de este
pasaje, según la cual la interpretación adventista tradicional
era uno de varios cumplimientos de la profecía, no el cumplimiento.
Nuevamente - como siempre - la iglesia no examinó las razones para
disentir de la interpretación tradicional de Daniel 8:14, y sólo
la reafirmó en tono estentóreo. En realidad, el informe de
consenso votado al término de la conferencia, que había durado
una semana, concordó tácitamente con Ford sobre seis principales
puntos exegéticos. Más tarde, unos cuarenta eruditos bíblicos
firmaron un documento conocido como la Afirmación de Atlanta, reprochándole
a Neal Wilson la manera en que la iglesia había tratado a Ford durante
y después de Glacier View.
En su "retiro" involuntario, Ford ha continuado proclamando
el evangelio, en un ministerio que él llama "Good News Unlimited".
A diferencia de Canright, Ballenger, y otros antes que él, que se
enbarcaron en vendettas contra la iglesia, Ford ha continuado siendo un
dedicado Adventista del Séptimo Día de corazón, y
conservó su membresía en la iglesia.26
Ford, que hora está retirado en su nativa Queensland,
Australia, es el único superviviente de numerosos encuentros traumáticos
con la interpretación tradicional de Daniel 8:14. Desearíamos
que tales encuentros con la doctrina del santuario fueran cosa del pasado.
Pero una nueva generación de víctimas está repitiendo
nuevamente las experiencias traumáticas de Ford. Si el pasado es
alguna indicación del futuro, estas experiencias se repetirán
por tiempo indefinido, a menos y hasta que la iglesia enfrente los hechos
objetivamente y los maneje realística y responsablemente en armonía
con el principio de sola scriptura.
Se dice que más de 150 ministros ordenados, mayormente
en Australia, devolvieron sus credenciales ministeriales como secuela del
affair Ford. Cientos de laicos, la mayoría en los Estados
Unidos, abandonaron la iglesia y formaron ebullentes "comunidades" como
resultado de la situación.
Dale Ratzlaff era pastor de la iglesia de Watsonville
en la Conferencia del Centro de California y maestro de Biblia en la cercana
Academia de la bahía de Monterrey cuando, en 1981, fue abruptamente
despedido por la Conferencia por expresar la convicción, compartida
por la mayoría de los cuarenta o más eruditos bíblicos
en Glacier View, de que la administración había juzgado erróneamente
y maltratado a Desmond Ford el año anterior. Los pastores de la
iglesia de Watsonville nos invitaron al Dr. Fred Veltman, del Pacific Union
College, y a mí para que nos reuniéramos con la iglesia el
sábado siguiente, durante el cual tratamos de vertir petróleo
sobre las agitadas aguas.
Ratzlaff abandonó la Iglesia Adventista, y vagó
(tanto geográfica como ideológicamente) por varios años,
después de los cuales se embarcó en lo que él llama
Life Assurance Ministries, primero en Sedona y ahora en Glendale, Arizona,
con el propósito de advertir a los adventistas y a otros contra
la iglesia. Primero publicó una polémica contra el sábado,
de 350 páginas, y en 2001, el libro La Doctrina Sectaria de los
Adventistas del Séptimo Día, de 384 páginas, que él
describe como "una apelación a los dirigentes ASD". En la Doctrina
Sectaria, el blanco es la interpretación tradicional adventista
de Daniel 8:14, la doctrina del santuario, y el juicio investigador. En
1999, comenzó a publicar Proclamation, una publicación bimensual
dedicada a advertir a los adventistas y a otros contra el adventismo. Aquí
en el Oeste, la cruzada de Dale está teniendo por lo menos cierto
éxito. También edita la obra del Dr. Jerry Gladson A Theologian´s
Journey From Seventh-day Adventism to Mainstream Christianity [Viaje
desde el adventismo hasta la Corriente Principal del Cristianismo], de
383 páginas (copyright 2001).27
El Dr. Gladson tuvo la muy considerable desgracia de servir
en la facultad del Southern Adventist College (ahora Universidad). Si hubiese
estado enseñando en cualquiera de las otras ocho escuelas superiores
o universidades adventistas en los Estados Unidos, probablemente todavía
sería ministro y maestro adventista. Sothern funciona como una agencia
de la faja del oscurantismo bíblico en el sur. Además, dependía
(y todavía depende), hasta un grado considerable, de la generosidad
de dedicados ultra-fundamentalistas, que insisten en que la escuela funcione
bajo principios ultra-fundamentalistas. Nuevamente, el blanco fue la doctrina
tradicional del santuario y la acusación de lo que Gladson pensaba
acerca de ella, no nada que hubiese enseñado en clase.
El Dr. Gerhard F. Hasel, entonces decano del Seminario
Teológico Adventista, ex-estudiante y maestro de Southern, e implacable
personificación del oscurantismo adventista, desempeñó
un activo papel en el linchamiento del Dr. Gladson, un papel en el cual
Hasel ya se había distinguido en el seminario. El director del departamento
de religión de Southern, a quien le tocaba administrar el golpe
de gracia, era tan cerrado de mente y tan despiadado como Torquemada, un
papel en el cual ya se había distinguido como director del Instituto
de Investigación Bíblica de la Conferencia General. ¿Qué
oportunidad tenía Gladson de una justa evaluación y un fallo
justo acerca de los cargos contra él? Finalmente, el presidente
de la junta directiva de la escuela superior se distinguía bien
como un oscurantista comprometido o como instrumento voluntario de la extrema
derecha adventista.
Jerry Gladson no fue despedido, ni se le retiraron sus
credenciales ministeriales. Continuó siendo ministro ordenado hasta
que sus credenciales expiraron y no le fueron renovadas. En vez de eso,
se creó una cacería de brujas, en la cual la partida resultó
ser el menor de dos males. No hubo ninguna audiencia formal. Nadie trató
de entender, ni le importaron a nadie, sus razones para pensar como pensaba.
Los fariseos estaban en control, y eso era todo. ¡Una situación
verdaderamente anómala! 27
Janet Brown se hizo Adventista del Séptimo Día
en 1985. Como laica, leía la Biblia ávidamente, y como tal
"comenzó a notar más y más problemas e inconsistencias
entre las enseñanzas ASD y la Biblia". Durante un tiempo, hizo caso
omiso de estas "grietas en la armadura del adventismo", pero, "al comenzar
a acumularse la evidencia", pensó que ya no podía continuar
siendo "honesta consigo misma" y al mismo tiempo ser Adventista del Séptimo
Día. Para ella, el juicio investigador se parece al purgatorio católico
romano, por cuanto mantiene a la gente en suspenso en cuanto a su situación
delante de Dios, y "no tiene sentido bíblicamente". En 1995, abandonó
la Iglesia Adventista y ahora tiene una página web dedicada a oponérsele.28
Don W. Silver, de Ashland, Kentucky, es otro laico que
abandonó el adventismo recientemente, principalmente a causa de
la doctrina del santuario, a la cual se opone vehementemente. Evidentemente
bien educado, habla con fervor y lógica precisa. Su esposa, que
como él, es bien educada, enseña en la cercana Universidad
de Marshall, y continúa siendo fiel adventista y dirigente de la
Iglesia Adventista local. Sus dos hijas crecidas han seguido a su padre
en el agnosticismo.29
Podrían citarse, por supuesto, otras ilustraciones
contemporáneas de oposición a la doctrina del santuario y
la apostasía resultante. Conozco personalmente a otros empleados
de la iglesia que han sido despedidos por la misma razón, y sé
de laicos que han abandonado la iglesia, y de familias que se han disuelto
como resultado de esto. El problema del santuario todavía está
con nosotros, y está tocando las vidas de sinceros Adventistas del
Séptimo Día.
5. Los no adventistas reaccionan
a la doctrina del santuario
Fue la doctrina del santuario basada en Daniel 8:14 lo
que nos convirtió en Adventistas del Séptimo Día y
la que continúa siendo en la actualidad la piedra angular de nuestro
distintivo sistema de creencias y nuestra misión en el mundo. Acerca
de esta doctrina, escribió Ellen White: "El texto bíblico
que por encima de todos los demás había sido tanto el fundamento
como la columna central de nuestra fe fue la declaración: 'Hasta
dos mil y trescientos días; luego el santuario será purificado'"30
y "La correcta comprensión del ministerio en el santuario celestial
es el fundamento de nuestra fe". "Ni un alfiler ha de ser quitado de lo
que el Señor ha establecido. El enemigo traerá falsas teorías,
como la de que no hay santuario. Éste es uno de los puntos sobre
los cuales algunos se apartarán de la fe".31
Cuando, a mediados de la década de 1950, Walter
Martin y Donald Grey Barnhouse exploraron las enseñanzas adventistas
en profundidad con personas designadas por la Conferencia General, llegaron
a la conclusión de que, con dos excepciones, estamos en armonía
con el evangelio: (1) nuestra doctrina del santuario, y (2) el papel que
popularmente atribuímos a Ellen White como intérprete infalible
de la Escritura, en contradicción con sus propias afirmaciones explícitas
en sentido opuesto. Llegaron a la conclusión de que la primera viola
el principio sola Scriptura de la Reforma.32
De él, escribió Barnhouse:
Para mí, la doctrina [del santuario] es,
en la historia religiosa, el más colosal fenómeno psicológico
para salvar las apariencias. Personalmente, no creemos que hay ni siquiera
la sospecha de un versículo en las Escrituras que sustente tan peculiar
posición, y además, creemos que cualquier esfuerzo para establecerlo
es caduco, inútil, e improductivo. ... [No es] importante, y es
casi ingenuo.33
Tal es la reacción usual de eruditos bíblicos
no adventistas y otros bíblicamente informados no adventistas a
nuestra doctrina del santuario.34
6. Mi encuentro personal con
la doctrina del santuario
La primera vez que encontré problemas cn la interpretación
tradicional de Daniel 8:14 profesionalmente fue en la primavera de 1955,
durante el proceso de redactar comentarios sobre el libro de Daniel para
el tomo 4 del Comentario Bíblico Adventista. Como obra destinada
a cumplir con los más precisos estándares eruditos, teníamos
el propósito de que nuestro comentario reflejara el significado
que obviamente se habían propuesto los escritores bíblicos.
Como comentario adventista, también debía reflejar, con tanta
precisión como fuese posible, lo que los adventistas creen y enseñan.
Pero en Daniel 8 y 9, encontramos absolutamente imposible cumplir con estos
dos requisitos.35
En 1958, Review and Herald Publishing Association necesitaba
nuevas placas de impresión para el libro clásico Bible
Readings [Lecturas Bíblicas], y se decidió revisarlo
donde fuese necesario para conformarlo con el Comentario. Volviendo
al libro de Daniel, decidí intentar una vez más encontrar
un modo de ser absolutamente fiel tanto a Daniel como a la interpretación
tradicional adventista de 8:14, pero nuevamente encontré que era
imposible. Luego formulé seis preguntas en relación con el
texto hebreo del pasaje y su contexto, las cuales presenté a cada
uno de los maestros de escuela superior versados en hebreo, y a cada director
de departamento de religión en todas nuestras escuelas superiores
de Norteamérica -- todos ellos amigos personales míos. Sin
excepción, contestaron que no existe ninguna base ni lingüística
ni contextual para la interpretación tradicional adventista de Daniel
8:14.36
Cuando los resultados de este cuestionario llamaron la
atención del presidente de la Conferencia General, él y los
oficiales nombraron un supersecreto Comité Para Problemas con el
Libro de Daniel, del cual yo era miembro. Reuniéndonos de modo intermitente
durante cinco años (1961-1966), consideramos 48 documentos relativos
a Daniel 8 y 9, y en la primavera de 1966 suspendimos las reuniones sine
die, sin haber podido llegar a un consenso.37
La experiencia sobre Daniel con el Comentario, que ya
he mencionado, me llevó a un estudio profundo, abarcante, sin prisas,
en mi tiempo libre, de Daniel 7 al 12, que continuó sin interrupción
durante diecisiete años (1955-1972), en busca de una solución
concluyente para el problema del santuario. Mi objetivo era estar plenamente
preparado, con información bíblica definitiva y objetiva,
la próxima que se suscitara la cuestión en el curso de mi
ministerio a favor de la iglesia.
Entre otras cosas, memoricé, en hebreo, todas las
porciones pertinentes de Daniel 8 al 12 (60 versículos) para poder
recordarlas y compararlas instantáneamente, llevé a cabo
exhaustivos estudios38
de más de 150 palabras hebreas pertinentes a través del Antiguo
Testamento, palabras que Daniel usa, estudié en detalle la gramática
y la sintaxis hebreas, hice un minucioso análisis de los datos contextuales,39
comparé las traducciones de Daniel en griego antiguo y latín,40
investigué los pasajes pertinentes apócrifos y en el Nuevo
Testamento,41 seguí
la pista de la interpretación judía y cristiana de Daniel
desde los tiempos antiguos hasta los modernos,42
y efectué un estudio concienzudo de la formación, desarrollo,
y subsiguiente experiencia adventista con la doctrina tradicional del santuario.43
Después de un tiempo, incorporé los resultados de esta investigación
en un manuscrito de 1100 páginas, que más tarde reduje a
725 páginas, pero que decidí no dar a la luz para su publicación
hasta que fuese el momento apropiado.
Las consideraciones que enteceden demuestran de manera
concluyente que nuestra interpretación tradicional de Daniel 8:14,
el santuario, y el juicio investigador, como lo establece el Artículo
23 de las Creencias Fundamentales, no refleja con exactitud la enseñanza
de la Biblia con respecto al ministerio de Cristo a nuestro favor desde
su regreso al cielo.44
En consecuencia, es apropiado (1) observar que, por esa razón, el
Artículo 23 es defectuoso,45
(2) revisar el artículo para que refleje con exactitud la enseñanza
bíblica sobre este aspecto del ministerio de Jesús, y (3)
sugerir un proceso diseñado para proteger a la iglesia de ésta
y similares experiencias traumáticas en el futuro.46
Algunos de los conceptos asociados con el juicio investigador
son, de hecho, bíblicos, pero la Biblia misma en ninguna parte los
asocia con un juicio investigador, para el cual no hay en absoluto ninguna
base de acuerdo con el principio de sola Scriptura.47
Después de ascender al cielo, Jesús les
aseguró a los discípulos: "He aquí yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo" (Mat. 28:20). El libro de
Hebreos es nuestra fuente principal de información sobre su ministerio
en el cielo a favor de ellos y de nosotros desde ese momento. Sugiero que
el siguiente resumen compuesto de su ministerio como está presentado
en Hebreos proporciona un base apropiada para una revisión del Artículo
23 de las Creencias Fndamentales, si se desea a su debido tiempo una tal
declaración. El autor de Hebreos presenta el ministerio de Cristo
en el cielo, a nuestro favor, por analogía con el papel del sumo
sacerdote en el ritual del antiguo santuario:
En la cruz, Jesús se ofreció a sí
mismo como único sacrificio para siempre, que expió los pecados
de los que se acercan a Dios por medio de él.48
Ese solo sacrificio le hizo digno de servir como nuestro gran Sumo Sacerdote
en el cielo, para siempre.49
Habiendo hecho ese sacrificio, Cristo entró en el Lugar Santísimo
-- "el cielo mismo" -- para estar en preseeenncia de Dios a favor nuestro.50
Él nos invita a acercarnos a Él confiadamente, por fe, para
alcanzar misericordia y gracia para que nos ayude en tiempo de necesidad.51
Pronto aparecerá por segunda vez "para traer salvación a
los que le esperan".52
7. "Trazar bien la palabra de
verdad" 53
Las ideas casi infinitamente diversas y a menudo contradictorias
atribuídas a la Biblia, y por ende su relevancia para nuestro tiempo,
indican la importancia de identificar principios sobre cuya base podemos
tener confianza en la validez de nuestras conclusiones con respecto a las
perspectivas de la vida y la realidad que el divino Autor y los escritores
inspirados se proponían transmitir con sus palabras.
Leemos y estudiamos la Biblia con el propósito
de aprender quiénes somos, cómo y por qué vinimos
a estar aquí, cómo deberíamos relacionarnos con la
vida y aprovechar mejor sus oportunidades, a dónde vamos, y la mejor
manera de llegar allí. Esto constituye lo que podemos llamar nuestra
"visión del mundo", nuestro concepto de lo que se trata nuestra
vida en el planeta Tierra.
Nuestra búsqueda de toda esta información
es algo así como un viaje literal desde donde estamos ahora hasta
donde nos gustaría estar, pero nunca antes hemos estado en la carretera.
Al planear un viaje así, tenemos que saber primero dónde
estamos, dónde queremos estar al final del viaje, y la mejor manera
de llegar allí. Nuestros planes deben tomar en cuenta los hechos
de la geografía y del viaje como realmente son, no como a nosotros
nos gustaría que fuesen o como nosotros los imaginamos. En otras
palabras, debemos ser objetivos con respecto a la realidad, a los hechos
de la geografía y del viaje como ellos son realmente. Ser subjetivos
en nuestros planes - pensar en ellos como los imaginamos o como nos gustaría
que fuesen - podría ser desastroso con el correr del tiempo. Lo
mismo sucede cuando leemos y estudiamos la Biblia: La objetividad es esencial.
El ser subjetivo en nuestro estudio y en nuestros pensamientos inevitablemente
impone nuestras personales e ilustradas opiniones sobre la Biblia, y nos
deja ciegos y sordos a lo que Dios está tratando de decirnos por
medio de ella. Como resultado, ¡suponemos que nuestras opiniones
personales constituyen la voz de Dios!
En la Biblia, hasta un niño o una persona semi-analfabeta
puede encontrar el camino de la salvación y seguirlo todo el trayecto
hasta las perlinas puertas, y ser bienvenido allí. Pero, para un
estudio profundo de algunas porciones de la Biblia, los que no se sienten
a gusto con los idiomas hebreo y griego antiguos deben usar material pertinente
de referencia preparado por personas de confianza que estén familiarizadas
con esos idiomas. Ciertos factores son esenciales para todos los que lleven
a cabo un estudio de la Biblia. El siguiente es un breve resumen de los
factores esenciales para un estudio como éste.
La objetividad es la cualidad mental que aspira a evaluar
ideas y sacar conclusiones en términos de su realidad intrínsica,
más bien que en términos de las presuposiciones de una persona,
que son subjetivas y no han sido sometidas a prueba. La objetividad es
esencial para establecer el significado propuesto de la Biblia.
Las presuposiciones subjetivas y que no han sido sometidas
a prueba en relación con la naturaleza y las enseñanzas de
la Biblia conducen casi inevitablemente a conclusiones erróneas.
Todo el mundo, consciente o inconscientemente, llega a la Biblia con ciertas
presuposiciones sobre ella, que controlan la evaluación de la información
considerada, y por ende, las conclusiones que se deriven de ella. En consecuencia,
la importancia de las presuposiciones es crucial para establecer la validez
de nuestras conclusiones. Las presuposiciones deberían permanecer
siempre abiertas a revisión según lo requiera una evidencia
más clara y más objetiva. El objetivo es eliminar cada uno
de los factores subjetivos del proceso de razonamiento para ponerlo en
armonía con la realidad objetiva.
¿Es posible someter a prueba la presuposición
de que la Biblia es, como afirma ser, la singular revelación de
la voluntad y propósito infinitos de Dios para la raza humana? Sí.
La evidencia objetiva para esto consiste en (1) la evaluación precisa
en la Biblia del estado humano natural ético-moral-espiritual, (2)
su remedio perfecto para las imperfecciones de ese estado natural, (3)
la demostración de que ese remedio ha transformado la psiquis de
incontables millones de seres humanos durante dos mil años, y (4)
que si los principios bíblicos fuesen universalmente aceptados y
practicados, eliminarían automáticamente todas las guerras,
todos los crímenes, y todas las egoístas manipulaciones de
otros seres humanos, ¡transformando así este mundo en un pequeño
cielo en la tierra! Dada la oportunidad, la experiencia humana confirma
estas conclusiones más allá de la posibilidad de duda o error.
Esto autentica los principios bíblicos como de un origen más
que humano, y así valida la anterior presuposición como objetiva
y digna de confianza.
El Antiguo Testamento se escribió hace entre veinticuatro
y treinta y siete siglos, la mayor parte de él en hebreo antiguo
y en un mundo más que un poquito diferente y extraño para
nosotros. El Nuevo Testamento se escribió en griego hace como diecinueve
siglos. El Antiguo Testamento registra la historia de los hebreos como
el pueblo del pacto y el instrumento escogido del propósito divino
para ellos y para la raza humana en tiempos antiguos, instrucción
diseñada para prepararles para que fuesen representantes vivientes
y testigos del verdadero Dios, y su respuesta individual y corporativa
a esta instrucción.54
El idioma hebreo tenía un vocabulario limitado y reflejaba su cultura
primitiva y su visión del mundo, una forma de escritura que consistía
de consonantes solamente, y que tenía una gramática y una
sintaxis diferentes de las nuestras hoy día.
Por esta razón, la Biblia está condicionada
históricamente,55
esto es, adaptada y específicamente dirigida a las necesidades,
la comprensión, y el papel de pacto de sus recipientes en el tiempo
en que fue escrita, y a sus circunstancias y la percepción del propósito
divino, y sin embargo, sus principios fundamentales y sus instrucciones
son de valor y aplicabilidad universales. Se escribió en el idioma
de ellos y en formas de pensamiento con las cuales estaban familiarizados,
y refleja la perspectiva histórica de la salvación de su
tiempo. Ese registro, sin embargo, "se escribió para nuestra instrucción"
también. Por consiguiente, necesitamos condicionar nuestras mentes
históricamente al tiempo, las circunstancias, y la perspectiva histórica
de la salvación de ellos para entender y apreciar plenamente el
mensaje de la Biblia para nuestro tiempo. Un estudio profundo y la apreciación
dela Biblia requieren que se tomen en cuenta las circunstancias históricas
en las cuales se escribió un pasaje.
La perspectiva histórica de la salvación
del Antiguo Testamento veía a Israel como el pueblo del pacto de
Dios y el instrumento escogido del divino propósito para restaurar
a la humanidad a la armonía con el divino propósito para
este mundo.56 Dios
les reveló todo esto para que pudieran cooperar inteligentemente
con su infinito propósito para la raza humana. Esa revelación,
impartida durante siglos en la antigüedad, proporcionó al antiguo
Israel la instrucción que le prepararía individual y colectivamente
como nación para que representara plenamente el valor supremo y
lo deseable de cooperar con el propósito eterno de Dios. Contemplaba
el clímax de la historia de la tierra y la completa restauración
de la soberanía divina sobre la tierra al final de los tiempos del
Antiguo Testamento. El Nuevo Testamento supone la validez de esta historia
de la perspectiva de la salvación en el Antiguo Testamento en cuanto
alcanza un clímax en la vida, el ministerio, la crucifixión,
la resurrección, y la promesa de Jesús de regresar pronto
- al final de los tiempos del Nuevo Testammmeento.57
Esta perspectiva bíblica histórica de la
salvación estaba implícita en la Escritura y en las mentes
de la gente de aquel tiempo. También debe estar en nuestras mentes
al leer las Escrituras. Por consiguiente, la perspectiva histórica
de la salvación del tiempo en que se escribió un pasaje debe
tenerse en cuenta para establecer su verdadero y proyectado significado.
El texto original de la Escritura, en los idiomas en que
se escribió, es la autoridad última y suprema de lo que ella
dice.58 Buenas traducciones
modernas, como la New Revised Standard Version (NRSV 59),
la New International Version (NIV), y la Good News Bible y Today´s
English Version, TEV), son traducciones tan exactas y dignas de confianza
como cualesquiera de las que están disponibles hoy en día.
La King James Version (KJV), con su soberbio y majestuoso estilo, ha influido
profundamente en el idioma inglés, y se ganó el cariño
de sus lectores durante casi cuatro siglos, pero algunas veces no refleja
con exactitud el texto original.60
Esto es porque la KJV estaba basada en manuscritos posteriores
que habían acumulado numerosos errores de los copistas y cambios
editoriales durante varios siglos desde los autógrafos originales.
Desde que se descubrió un antiguo manuscrito conocido como el Sinaítico
en 1844, se han descubierto miles de antiguos manuscritos siglos más
cercanos a los originales, manuscritos que hoy día nos proporcionan
información mucho más exacta en cuanto a qué decían
realmente los autógrafos originales.61
Además, los idiomas bíblicos se entienden mejor que en 1611,
cuando la KJV estuvo disponible, y la historia y la cultura de la antigüedad
se comprenden mejor. El estudio de las palabras - el modo en que las palabras
hebreas y griegas ocurren en la Biblia y su significado como está
definido por el contexto, en cada caso - son por lo mismo esenciales para
establecer su significado.
El contexto literario de un pasaje es esencial para establecer
su significado con exactitud. Esto incluye en particular su contexto inmediato,
pero también su contexto extendido en el documento entero del cual
forma parte. El hebreo antiguo, en el cual se escribió la mayor
parte del Antiguo Testamento,62
ya se había convertido en lengua muerta, hasta el punto de que,
cuando Esdras leyó "el libro de la ley de Moisés" (la Torah,
o el Pentateuco), en público aproximadamente en el año 450
a.C., fue necesario interpretarlo para que los judíos, aun los de
aquel tiempo, lo entendieran.63
Varias características del hebreo antiguo eran
responsables de esto: (1) En primer lugar, tenía un vocabulario
muy limitado, en el cual se usaban muchas palabras para expresar una amplia
variedad de significados. (Por ejemplo, la KJV traduce diez palabras hebreas
comunes con un promedio de ochenta y cuatro expresiones inglesas cada una,
¡y una de ellas con 164 palabras y expresiones inglesas!) 64
(2) La escritura del hebreo antiguo consistía de consonantes solamente,
y el lector tenía que proporcionar las vocales que él pensaba
que el escritor había tenido en mente, y es posible que en algunos
casos proporcionase un juego de vocales diferentes de las que el escritor
había pensado.65
Las vocales que ahora aparecen en las Biblias hebreas fueron añadidas
a las consonantes por los masoretas, eruditos judíos, muchos siglos
después de que el hebreo antiguo se hubiese convertido en lengua
muerta, de acuerdo con lo que ellos pensaban que era el significado en
la mente del escritor. Por esta razón, es inútil correlacionar
dos pasajes de la Escritura basándonos en la misma palabra inglesa
ubicada en una concordancia - ¡como hizo William Miller al desarrollar
la doctrina del santuario!
La analogía de la Escritura - utilizar un pasaje
bíblico para explicar otro - debe usarse con cuidado.66
El contexto de ambos pasajes debe tomarse en cuenta primero para establecer
si se pueden usar juntos o no.
En resumen, un estudio de la Biblia en profundidad requiere
tener en cuenta las presuposiciones de uno, las circunstancias históricas
a las que se dirige un pasaje y a las que se pensó aplicarlo, su
perspectiva histórica de la salvación, su sentido, tal como
fue establecido por el idioma original, su contexto literario, y el uso
cuidadoso de otros pasajes bíblicos para ampliarlo.
En la actualidad y en principio, los Adventistas del Séptimo
Día afirman el principio de sola Scriptura de la Reforma,
pero algunas veces lo comprometen inadvertidamente en la práctica,
notablemente al afirmar la interpretación tradicional de Daniel
8:14.
El Adventismo del Séptimo Día surgió
como una entidad discreta dentro de la comunidad cristiana el 23 de octubre
de 1844 67 como resultado
de una comprensión particular de Daniel 8:14 y el gran chasco que
acompañó a su desilusión el día anterior. Esa
comprensión, que fue modificada subsiguientemente en algunos detalles
y se convirtió en la interpretación tradicional adventista,
ha sido considerada desde entonces la piedra angular de la individualidad
del adventismo, la manera en que entienden la Biblia, su teología,
y su sentido de misión.68
En Jeremías 18:7-10, el profeta resume la naturaleza
y el propósito de la profecía predictiva como sigue:
En un instante hablaré contra pueblos
y contra reinos, para arrancar, y derribar, y destruir. Pero si esos pueblos
se convirtieren de su maldad contra la cual hablé, yo me arrepentiré
del mal que había pensado hacerles, y en un instante hablaré
de la gente y del reino, para edificar y para plantar. Pero si hiciere
lo malo delante de mis ojos, no oyendo mi voz, me arrepentiré del
bien que había determinado hacerle.
En consecuencia, la profecía predictiva es siempre
condicional a la respuesta del pueblo al cual está dirigida. Su
función no es demostrar presciencia divina, ni predetermina necesariamente
el curso los sucesos, porque si lo hiciera, privaría a la gente
del poder de elección. Su propósito e intención es
permitirles hacer elecciones sabias en el momento presente indicando el
resultado último de una elección correcta o una elección
equivocada. Por esta razón, la profecía bíblica, hasta
la profecía apocalíptica, y su elemento tiempo, es siempre
flexible, para hacer provisión para el libre ejercicio de la elección
humana.69
Es un anticipo
de lo que puede ser, no de lo que será necesariamente.
En consecuencia, las setenta semanas de años de
Daniel 9:24-27 proporcionaron a los exiliados hebreos en Babilonia una
visión preliminar de lo que el fuuro les deparaba, sujeto a la cooperación
de ellos.70
Tres métodos de estudio
bíblico
La interpretación tradicional adventista de Daniel
8:14 fue formulada sobre la base de lo que se conoce comúnmente
como el método de textos de prueba en estudios bíblicos e
interpretación, que interpreta los pasajes bíblicos en términos
de lo que un lector moderno cree que significan. Este método (1)
es altamente subjetivo, (2) entiende la Biblia desde la perspectiva cultural,
histórica, y de historia de la salvación del lector moderno,
(3) acepta la Biblia traducida como autorizada, (4) convierte en normativas
las presuposiciones personales y de grupo para evaluar información
y para (5) arribar a conclusiones. Este método no requiere adiestramiento
o experiencia especiales, y es seguido por una mayoría de ignorantes
lectores de la Biblia. Desde el principio, la mayoría de los adventistas
ha seguido este método, pero ningún erudito bíblico
de reputación lo sigue en la actualidad.
Cuando Daniel 8:14 es estudiado mediante el método
histórico, se vuelven evidentes unas serias fallas en la interpretación
tradicional porque el método histórico (1) aspira a ser tan
objetivo como sea posible, (2) se esfuerza por entender la Biblia como
los varios escritores se proponían que se entendiera lo que ellos
escribieron y como los lectores originales la habrían entendido
desde su perspectiva cultural, histórica, y de historia de la salvación;
(3) considera como normativas las palabras, las formas literarias, y las
afirmaciones según su significado en el idioma original; (4) se
esfuerza por evaluar la información objetivamente, y (5) basa sus
conclusiones en el peso de la evidencia. Este método requiere o
bien adiestramiento especial en idiomas bíblicos y la historia y
el entorno de la antigüedad o bien en la dependencia de material fuente
preparado por personas que tengan tal adiestramiento. Desde más
o menos 1940, la mayoría de los eruditos adventistas han seguido
este método.
Desde aproximadamente 1970, un híbrido de estos
dos métodos, conocido como el método histórico-gramatical
71, ha alcanzado popularidad
limitada entre eruditos Adventistas del Séptimo Día y el
pueblo laico, y apoyo principal entre los administradores de la iglesia.
¿Por qué? Este método consiste de procedimientos históricos
bajo el control de presuposiciones y principios de textos de prueba, que
le permiten proporcionar un aparente apoyo erudito para conclusiones tradicionales.
Es altamente subjetivo, aspira a dominar y a su tiempo controlar todo el
estudio de la Biblia por parte de los Adventistas, y ha controlado más
o menos la política doctrinal de la Conferencia General durante
los pasados treinta años.
Emulemos la sinceridad y diligencia de nuestros antepasados
espirituales en su estudio de la Palabra de Dios. No tenemos ninguna razón
válida para criticarles a causa de las fallas que encontramos en
su manera de entender la Biblia.72
Recordemos que ellos hicieron lo mejor que pudieron al estudiar la Biblia
con el método de textos de prueba, el método generalmente
aceptado en aquel tiempo.73
Ellos no tenían acceso a los manuscritos antiguos más precisos
que tenemos hoy día, ni nuestro conocimiento de los idiomas hebreo
y griego antiguos, ni la historia de los tiempos antiguos. Al tomar nota
de las fallas en su interpretación tradicional de Daniel 8:14, podemos
sentirnos agradecidos por su dedicación, construir sobre sus esfuerzos,
y ser fieles en nuestro tiempo como ellos lo fueron en el suyo, de la mejor
manera que es nuestro privilegio tener.74
8. "Enseñar debidamente"
Daniel 8:14
El primer imperativo para comprender las profecías
de Daniel en el sentido que se proponía la Inspiración es
un estado de ánimo objetivo, desprovisto de toda presuposición
personal, subjetiva, moderna, con respecto al significado de estas profecías.
El segundo imperativo es identificar las circunstancias
establecidas por Daniel 1 al 6 y 9:1-23, que proporcionan el trasfondo
histórico dentro del cual la Inspiración fija sus cinco pasajes
proféticos y desde los cuales se proponía que los entendiesen
Daniel y sus propuestos lectores. En consecuencia, para entender esos pasajes
como la Inspiración se proponía que fuesen entendidos, debemos
tener en mente la perspectiva histórica, y desde la misma perspectiva
histórica de la salvación que Daniel y sus propuestos lectores.
Cualquier interpretación que ignore o controvierta la perspectiva
histórica y/o la perspectiva de la historia de la salvación
de su tiempo automáticamente se hace sospechosa, e impone una interpretación
extraña, no inspirada, de esas profecías.
Los primeros seis capítulos del libro de Daniel
relatan el exilio de Daniel y sus compatriotas a Babilonia "en el año
tercero del reinado de Joaquín de Judá", que está
fechado en los años 606/605 A.C., y sus experiencias durante los
setenta años del exilio predicho por Jeremías en el capítulo
29:1-14. Según Daniel 9:1, en "el año primero de Darío"
(que está fechado en los años 537/536 A.C., según
el método de cálculo inclusivo judío), Daniel había
estado en el exilio exactamente durante setenta años. Pero todavía
no había ninguna evidencia visible de que la liberación del
exilio era inminente. En consecuencia, Daniel elevó la oración
del importuno para la liberación del exilio y para la restauración
registrada en el capítulo 9:4-19.
Mientras Daniel estaba todavía orando, reapareció
el ángel Gabriel 75
y dijo: "Al principio de tus ruegos fue dada la orden [obviamente en el
cielo], y yo he venido para enseñártela, porque tú
eres muy amado. Entiende, pues, la orden, y entiende la visión".
En seguida, Gabriel repite la "orden" textualmente (versículo 24),
como había prometido, y procede a explicarla en los versículos
25-27.
Es de importancia crucial observar que Gabriel identifica
explícitamente la "orden" que "salió para restaurar y edificar
a Jerusalén" al comienzo de las setenta semanas de años como
"la orden" que "fue dada" - en el cielo - mientras Daniel estaba orando.76
¡Esa "orden" 77
era obviamente una que sólo Dios mismo (no un monarca terrenal)
podía haber dado! ¡Bajo la autoridad nada menos que del ángel
Gabriel, las "setenta semanas" de años comenzaron, pues, en el año
537 A.C., no ocho años más tarde, en el 457 A.C.!
La explicación de Gabriel de esa "orden" en los
versículos 25-27 bosquejó brevemente el futuro del pueblo
del pacto de Dios durante las setenta semanas de años, y su clímax
en la despiadada opresión del "príncipe que ha de venir"
durante la septuagésima de las setenta "semanas", que Gabriel ya
había predicho en 8:9-13 y explicado en los versículos 19
al 25.78
Como ya se ha observado, Daniel 9:23-25 inicia las setenta
semanas de años en el momento en que la "orden" fue dada en el cielo,
en el año 537 A.C. De la misma manera, la identificación
contextual del pronombre "él" [sobreentendido en la versión
hispana de la Biblia] en el versículo 27 identifica sucesos de la
historia que marcan su terminación en la última de las setenta
"semanas". Se acepta universalmente que el antecedente inmediato de un
pronombre personal identifica a la persona a la cual se refiere,
a menos que el contexto especifique lo contrario, sin ambigüedades.
En consecuencia, el versículo 26 identifica el antecedente inmediato
del pronombre "él" en el versículo 27, que "confirma el pacto
con muchos" durante la septuagésima de las setenta "semanas" y "hace
cesar el sacrificio y la ofrenda" durante la última mitad de la
"semana" como el malvado "príncipe que ha de venir" - ¡no
como el "Mesías" de los versículos 25-26!
Daniel 11:23 confirma el hecho de que su alias, el último
rey del norte, en efecto hace un pacto con gente en "alianza" con él.
También, su suerte se establece en el versículo 27; "lo que
está determinado es derramado sobre el desolador" equivale a que
el cuerno-rey es "quebrantado, aunque no por mano humana", y al último
rey del norte en el capítulo 11, que "llegará a su fin, y
no tendrá quien le ayude".79
Daniel 9:24-27 proporciona, pues, una explicación
exacta, pero mucho más completa, de la pregunta y la respuesta en
Daniel 8:13-14 acerca de los sucesos entre el tiempo de Daniel y el "tiempo
del fin" "después de muchos días" cuando "la visión
de las tardes y mañanas" habría de encontrar su cumplimiento.80
¿No es esto exactamente lo que Gabriel dijo se supone que haría
la audición del 9:24-27? 81
Tal es la perspectiva histórica de la salvación
en Daniel. Para entender los capítulos 8 y 9 como el cielo se proponía
que fuesen entendidos, tenemos que imaginarnos en las circunstancias históricas
de Daniel y verlas desde esta perspectiva histórica de la salvación
para formarnos una idea exacta de lo que le fue revelado a él.
Perspectiva de la historia de
la salvación en Daniel
La perspectiva de la salvación
en Daniel era una combinación de las visiones de los capítulos
2 y 7, cada uno con su explicación, y el capítulo 8 con su
triple explicación de los capítulos 8, 9, y 11-12. Consistía
de una serie de reinos universales82
seguidos de un período de desintegración y fragmentación,83
que Gabriel le dijo a Daniel sería un "tiempo angustioso" (9:25)84.
En el "tiempo señalado del
fin - después de muchos días" - y después de sesenta
y nueve de las "setenta semanas de años" 85
- habría un "tiempo de angustia" siiinn precedentes para el pueblo
de Dios, durante el cual sería "pisoteado", su poder hecho añicos,86
su tierra y su ciudad devastadas,87
su lealtad y su fidelidad hacia Dios probadas,88
su pacto con Dios y su sistema establecido de culto abolido,89
y un sistema idolátrico de culto obligatorio establecido.90
Como resultado de este intento de borrar el conocimiento y el culto del
verdadero Dios, muchos judíos apostatarían y entrarían
en un "pacto" con su opresor.91
La duración de este tiempo
de angustia del pueblo de Dios se da de varias maneras como (1) "tiempo,
y tiempos, y el medio de un tiempo" = tres años y medio,92
como (2) la segunda mitad de la septuagésima de las setenta "semanas"
= también a tres años y medio,93
y como (3) el tiempo durante el cual se habrían ofrecido normalmente
2300 sacrificios de mañana y tarde = 1150 días literales
= tres años, dos meses, y 10 días 94
dentro de los tres años y medio de "angustia".95
Al final de este tiempo de angustia,
el Anciano de Días se sentaría para juzgar, y el "fin determinado"
sería "derramado sobre el desolador", que así "llegaría
a su fin sin que nadie le ayudase" y sería "quebrantado" "mas no
por sí" 96.
Simultáneamente, el santuario sería "restaurado", el Anciano
de Días vindicaría a su pueblo fiel y le entregaría
como recompensa el "reino eterno", Miguel se levantaría para librarles,
los muertos justos resucitarían a la vida eterna, los "sabios",
incluyendo a Daniel, entrarían a recibir su recompensa eterna y
resplandecerían como el resplandor del firmamento por siempre jamás.97
Las profecías de Daniel sitúan
este tiempo de angustia (1) durante el "tiempo, y tiempos, y el medio de
un tiempo" de Daniel 7:25, (2) en o cerca del "fin" del "reinado" de la
era de los cuatro cuernos griegos de 8:8, 21-23; (3) durante la segunda
mitad de la septuagésima de las setenta semanas del 9:24-27, y (4)
durante el reinado del último rey del norte del capítulo
11:20-45.
Obviamente, la perspectiva de la
historia de la salvación en Daniel era vastamente diferente de la
nuestra - ¡por más de dos mil años! Pero, por la segura
palabra de su ángel mentor, esa era la perspectiva desde la cual
él y el ángel Gabriel contemplaban el futuro en ese momento.
Es un fomato idéntico al establecido en el Antiguo Testamento.35
¡Ignorarlo o negarlo es una gran violación del principio de
sola scriptura, y equivale a decir que ni Daniel ni Gabriel sabían
de qué estaban hablando! ¡Es una parte importante de un estudio
profundo de la Biblia leerla desde su perspectiva histórica y desde
la perspectiva de la historia de la salvación, para entender y apreciar
su mensaje para nosotros en nuestros tiempos!
La perspectiva de la historia de
la salvación en Daniel invalida, pues, explícitamente el
concepto historicista de la profecía predictiva. Además,
la perspectiva de Daniel era idéntica a la del Antiguo Testamento
en general.98
Cuatro equivocaciones en la traducción
de la versión KJV que indujeron a error a los pioneros adventistas.
Cuatro grandes errores de traducción
en Daniel 8:14 y 9:25-26 en la versión KJV, de los cuales tanto
William Miller como los pioneros adventistas obviamente no tenían
conocimiento, les extraviaron inadvertidamente.99
En la versión KJV, Daniel
8:14 dice: "Hasta dos mil y trescientos días; luego el santuario
será purificado". Aquí y en el capítulo 9, la KJV
refleja erróneamente el texto hebreo de Daniel en cuatro puntos
específicos. En el texto hebreo original y en la New Revised Standard
Version (NRSV) dice: "Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas;
luego el santuario será restaurado a su estado legítimo".
La palabra hebrea para "días",
yamim, no aparece en el texto hebreo de 8:14, que dice simplemente
erev boquer, "tarde mañana". "Días" es la interpretación,
no la traducción. Cuando Daniel quería decir "días",
consistentemente escribía "días", yamim.100
Dondequiera que aparecen las palabras erev y boquer en un
contexto del santuario (como en 8:14), se refieren, sin excepción,
a los servicios de culto de los sacrificios o a algún otro aspecto
del santuario y sus servicios rituales. Estos sacrificios se ofrecían
tamid, "regularmente", al final de cada tarde antes de la puesta
del sol, y temprano cada mañana, después de la salida del
sol. Véase, por ejemplo, Éxodo 29:38-42 y Números
28:3-6. Algunas veces, erev precede a boquer en vista de
la costumbre hebrea de iniciar cada día a la puesta del sol, refiriéndose
erev específicamente a la luz menguante del día asociada
con la puesta del sol, y boquer a la creciente luz del día
asociada con la salida del sol, no a las porciones de oscuridad y de luz
de un día de 24 horas.
La interpretación tradicional
considera a erev boquer, "tarde mañana", un término
compuesto que significa un día de 24 horas. Pero, según el
versículo 26, haerev we haboquer, "la tarde y la mañana"
son entidades separadas, como lo requiere el artículo definido repetido.
Tanto la pregunta del versículo 13 como la respuesta del versículo
14 se enfocan sobre el santuario y el tiempo durante el cual el continuo
sacrificio (tamid) fue prohibido. En consecuencia, en el versículo
14, erev boquer debe entenderse, en un contexto de culto del santuario,
específicamente con referencia al continuo sacrificio (tamid).
Nótese también que
la pregunta del versículo 13, para la cual el versículo 14
es la inspirada respuesta, se refiere a por cuánto tiempo sería
"pisoteado" el tamid, el "continuo sacrificio" ya mencionado en
el versículo 11. En lugar de tamid en el versículo
13, sin embargo, el versículo 14 tiene la expresión erev
boquer, llamando la atención, por lo tanto, al hecho de que
ambos son términos sinónimos para la misma cosa, los servicios
sacrificiales de tarde y mañana. En realidad, ambos términos
ocurren juntos en los pasajes mencionados más arriba con respecto
a los dos servicios diarios de culto. (En 8:11 y 14, la NRSV añade
- correctamente - "sacrificio" al té;rmino "regular", tamid,
en reconocimiento del hecho de que tamid se refiere a los sacrificios
diarios o regulares).
La palabra tamid, "continuo
(continuamente)", "diario (diariamente)" ocurre 104 veces en el Antiguo
Testamento, 51 veces en relación con el ritual del santuario, 53
veces en otros contextos. Más de la mitad de las 51 ocurrencias
relacionadas con el santuario se relacionan con el sacrificio continuo
(32 de las 51 veces); y 19 veces con el pan de la proposición, la
lámpara, la ofrenda de harina, y otros aspectos del santuario y
su ritual.
La palabra hebrea nitsdaq
nunca significa "purificado", como la traduce la KJV. Nitsdaq es
la forma pasiva del verbo tsadaq, "estar recto", y significa "ser
puesto recto", o como la traduce la NRSV, "ser restaurado a su legítimo
estado". Si Daniel hubiese querido decir "purificado", habría usado
la palabra taher, que sí significa "purificado" y siempre
se refiere a la purificación ritual, en contraste con tsadaq,
que siempre lleva la connotación de rectitud moral.101
Daniel 8:14 tiene que ver con el
significado del servicio de culto sacrificial, no con si se llevaba a cabo
correctamente o no. Afirmaba la continuada lealtad de Israel a Dios y su
compromiso con su relación de pacto con Él, al comienzo y
nuevamente al final de cada día. La KJV basó su traducción
de nitsdaq como "purificado" en la Vulgata latina, que dice mundabitur,
y la Septuaginta griega, que dice katharisthesetai, las cuales denotan
purificación ritual, reflejando probablemente la purificación
ritual del templo después de que fue profanado por Antíoco
IV Epífanes en el año 167 A.C., como está registrado
en 1 Macabeos 4:36-54.102
En la KJV, "el Mesías Príncipe"
de Daniel 9:25 y el "Mesías" del versículo 26, respectivamente,
constituyen una interpretación, no la traducción, del texto
hebreo. El texto hebreo dice "un ungido, un príncipe" o "un príncipe
ungido" en 9:25 y "un ungido" en el versículo 26. Al hacerlo, la
KJV comete el doble error de: (1) traducir el hebreo indefinido como definido,
y (2) identificar arbitrariamente al príncipe ungido como Cristo
Jesús. Este doble error automáticamente indujo a los pioneros
adventistas a otro error, de más bulto, en el versículo 27,
que consideramos más abajo.
Por supuesto, la palabra inglesa
"messiah" translitera con exactitud el messias griego, que a su
vez translitera la palabra hebrea mashhiach, y la palabra inglesa
"Christ" traduce correctamente la palabra griega messias. Pero los
traductores de la KJV no tenían ninguna razón legítima
para traducir el indefinido hebreo como definido e identificar como Cristo
Jesús al príncipe ungido de Daniel 9:25 y 26.
La traducción, en la KJV,
de "siete semanas, y sesenta y dos semanas" de 9:25, que implicaban un
total de sesenta y nueve "semanas" entre "la salida de la orden para restaurar
y edificar Jerusalén" y la venida del Mesías Príncipe,
falsifica bárbaramente la sintaxis hebrea del versículo 25.
La sintaxis hebrea requiere que
el período de siete semanas sea el tiempo entre "la salida de la
orden para restaurar y edificar Jerusalén" y el "príncipe
ungido" al que se refiere, y que las "sesenta y dos semanas" se refieran
a la duración de los "tiempos angustiosos" durante los cuales la
"plaza" y el "muro" permanezcan levantados antes del malvado "príncipe
que ha de venir" del versículo siguiente. La NRSV traduce correctamente
la sintaxis hebrea del versículo 25: "... habrá siete semanas;
y por sesenta y dos semanas [Jerusalén] será reconstruida
...". El versículo 26 confirma el hecho de que las siete semanas
y las sesenta y dos semanas son dos períodos de tiempo distintos,
no un solo período de tiempo compuesto. El lenguaje hebreo a través
del Antiguo Testamento confirma esta conclusión.
Los que formularon la interpretación
adventista tradicional de Daniel 8:14 fueron inducidos a equivocación
por estos cuatro errores en la KJV. Si hubiesen trabajado directamente
con el texto hebreo de Daniel, o una traducción inglesa exacta,
nunca habrían inventado la interpretación adventista tradicional.
Su segundo error fue adoptar la
interpretación de día por año de la profecía
bíblica. Ese pseudo-principio, inherente a la interpretación
historicista de la profecía bíblica, fue inventado en el
siglo noveno por el erudito judío Nahawendi como un dispositivo
para hacer que las profecías de Daniel fuesen relevantes para su
tiempo. Posteriormente, los eruditos católicos lo adoptaron y lo
usaron hasta que ciertos otros eruditos católicos, y más
tarde los protestantes, basaron en él su identificación del
papado como el anticristo de la profecía bíblica. Más
tarde, los católicos romanos abandonaron el principio de día
por año, mientras que los protestantes lo conservaron como prueba
de que Roma era "Babilonia". Baste observar aquí que no existe base
bíblica en lo absoluto para este así llamado principio.103
El contexto inmediato de Daniel
8:14
La visión de Daniel 8:1-12,
la pregunta del versículo 13, y la explicación de los versículos
15 al 27 constituyen el contexto inmediato del versículo 14. En
realidad, el mismo capítulo 8 identifica todos los cuatro elementos
esenciales del versículo 14: (1) su santuario, (2) por qué
debía ser purificado o "restaurado a su legítimo estado",
(3) por cuánto tiempo debía ser purificado o restaurado,
y (4) cuándo ocurriría esa purificación o restauración.
Según los versículos
9-12, el misterioso cuerno pequeño invade la "tierra gloriosa" y
derriba el santuario situado allí - obviamente el santuario, o templo,
de Jerusalén. El mismo versículo 14 especifica que el período
de tiempo durante el cual al santuario permanecería derribado y
su continuo sacrificio suspendido es el tiempo durante el cual 2300 "sacrificios
diarios" se habrían ofrecido normalmente. Con dos de estos sacrificios
cada día, resultarían 1150 días literales de veinticuatro
horas, o tres años, dos meses, y 10 días. ¿Cuándo
ocurriría esto? Los versículos 21 al 25 especifican que todo
esto, incluyendo la purificación o restauración del santuario
a su legítimo estado, tendría lugar poco después del
fin de la era griega (helenística) de los cuatro cuernos de la profecía.
El versículo 13, la pregunta
para la cual el versículo 14 es la respuesta, identifica las "tardes
y mañanas" como un término equivalente a su "continuo sacrificio".104
La naturaleza de la purificación o la restauración del santuario
se explica en el contexto próximo del resto del libro de Daniel,
que también identifica otros sucesos que acompañan o siguen
a su purificación o restauración.
Los versículos 11 y 12 del
capítulo 8 atribuyen el pisoteo del santuario mencionado en los
versículos 11-13 al enigmático cuerno pequeño del
versículo 8, que los versículos 21-23 identifican como "un
rey altivo de rostro" al "fin" de la era de los cuatro cuernos (griegos)
de la visión. En consecuencia, el contexto identifica explícitamente
la restauración del santuario a su legítimo estado en el
versículo 14 como quitar el daño causado por el cuerno pequeño.
El estado derribado y pisoteado del santuario incluía, en particular,
quitar el "continuo sacrificio" y poner en su lugar la "prevaricación
asoladora"105.
La respuesta del versículo
14 reemplaza la expresión "tardes y mañanas" con la pregunta
del versículo 13 sobre "el continuo sacrificio", identificándoles,
por lo tanto, como términos equivalentes para la misma cosa. Con
dos sacrificios cada día, el tiempo durante el cual se habrían
ofrecido normalmente 2300 sacrificios de mañana y tarde sería
un período de 1150 días literales, o casi tres y medio años
literales. El versículo 26 identifica el tiempo en la historia cuando
esto sucedería como "el tiempo señalado para el fin ... después
de muchos días", "al fin" del "reinado" de los cuatro reinos griegos
(helenísticos) del macho cabrío.106
El contexto inmediato del versículo
14 - el mismo capítulo 8 - identifica, pues, todos los elementos
esenciales del versículo, pero deja sin explicar la restauración
del santuario "a su legítimo estado", porque Daniel cayó
enfermo.107 Como se
verá, los sucesos asociados a esa restauración se revelan
en alguna otra parte de Daniel. La interpretación adventista tradicional
de Daniel 8:14 la elimina por completo del contexto inmediato en el cual
Gabriel y Daniel la colocan, en evidente violación del principio
de sola Scriptura. El contexto próximo - Daniel 7, 9, y 10-12
- aclara la cuestión todavíaaa más.
Daniel 9 como contexto próximo
y continuo del 8:14
La interpretación tradicional
adventista de Daniel 8:14 reconoce una relación entre los capítulos
8 y 9, pero en tres puntos vitales interpreta mal su contribución
contextual a una comprensión exacta de 8:14. Esta relación
válida es evidente a partir del hecho de (1) que Gabriel no había
podido completar su cometido de explicar la visión del capítulo
8,108 (2) que cuando
reaparece en el 9:21-25, emplaza a Daniel para que "entienda" esa visión,
y (3) que su mensaje en el 9:24-27 proporciona la misma información
que se necesita para complementar su frustrada explicación del 8:19-27.
La interpretación tradicional
supone que las 70 "semanas" de años del 9:24 constituyen los primeros
490 de sus 2300 erev boquer interpretados como otros tantos años
literales durante los cuales se dice que el santuario queda asolado. Pero,
de acuerdo con el 9:24-26, el santuario está restaurado y en pleno
funcionamiento durante las primeras 69 de las 70 "semanas"! ¿Cómo
puede el mismo santuario estar restaurado y en pleno funcionamiento109
durante el mismo tiempo del 8:13-14 en que está "asolado"? ¡Esta
insoluble paradoja, inherente en e indispensable para la interpretación
tradicional, la constituye en un oxímoron [una imposible combinación
de lo contradictorio y lo incongruente]!
La segunda anomalía contextual
implícita en y esencial para la interpretación tradicional
es su identificación de davar, "palabra" (KJV "mandamiento"),
que salió para restaurar y edificar a Jerusalén,110
como el decreto de Artajerjes Longímano, en el año 457 A.C.
Pero ese decreto111
no dice nada acerca de reconstruir ni a Jerusalén ni el templo,
que ya habían sido reconstruídos y habían estado en
funcionamiento durante 59 años!112
Inmediatamente antes de la reaparición
y el mensaje de Gabriel registrados en el 9:20-27, Daniel había
estado rogando a Dios en oración que restaurara su ahora asolado
santuario en Jerusalén.113
En este punto de la oración de Daniel, Gabriel le interrumpe para
anunciar que una davar, "palabra"114
(u "orden", KJV) ya había sido dada, obviamente en el cielo, en
respuesta a su oración, y que él (Gabriel) había venido
ahora a "enseñársela" a Daniel. En seguida repite la "orden"115
y la explica.116 ¡Contextualmente,
la "palabra" que "salió [motsa] para restaurar y reedificar a Jerusalén"117
es la misma "orden" que "salió" (yatsa) en respuesta a la
oración de Daniel,118
y se cita literalmente en el versículo 24! ¡Gabriel asegura
a Daniel que Dios mismo, no ningún monarca terrenal, había
ya contestado su ferviente oración! Obviamente, esa "orden"119
es una que sólo Dios mismo podía haber emitido, no ningún
monarca terrenal!
Con considerable apoyo aún
entre eruditos bíblicos supuestamente reputados, la interpretación
tradicional adventista identifica el "él" del 9:27 [sobreentendido
en la versión hispana], que "confirma el pacto con muchos" judíos
renegados durante la septuagésima de las setenta semanas,120
y a la mitad de la semana "hace cesar el sacrificio y la ofrenda", como
el "Mesías Príncipe" de los versículos 25 y 26, o
sea Cristo. Pero el antecedente inmediato del pronombre "él" en
el versículo 27 es el malvado "príncipe que ha de venir"
del versículo 26, ¡no el príncipe ungido del versículo
25! Sólo confiando en la defectuosa identificación que hace
la KJV del príncipe ungido del versículo 25 como Cristo,
e identificando a esta persona como el "él" del versículo
27, puede la interpretación tradicional calcular hacia atrás
para identificar el decreto de Artajerjes Longímano en el año
457 A.C. como lo que marca el comienzo de las setenta "semanas" de años
(y por ende también de los 2300 años). Además, el
hebreo ein lo del versículo 26 ("mas no por sí") en
realidad significa que el príncipe cuya vida es quitada no tendría
sucesor. Por esta razón, ¡hacerlo reaparecer a él o
a un sucesor como el "él" del versículo 27 hace que el versículo
27 contradiga el versículo 26! ¡Otro oxímoron!
Sin embargo, identificar el "él"
del versículo 27 como el perverso "príncipe que ha de venir"
del versículo 26 pone al versículo 27 en paralelo exacto
con la carrera del cuerno pequeño del capítulo 8, que también
"hace cesar el sacrificio y la ofrenda" y en su lugar establece "la prevaricación
asoladora".121 Recuérdese,
como se señaló más arriba, que el ángel Gabriel
presentó específicamente el contenido de 9:25-27 como la
continuación de la explicación de la profecía del
capítulo 8. Para completar el paralelo, ahora122
le dice a Daniel que "lo que está determinado se derrame sobre el
desolador", como anteriormente le había dicho (en el capítulo
8) que "el rey altivo de rostro" "sería quebrantado, aunque no por
manos humanas".123
Esta comprensión contextual
del 9:27 ubica, de manera automática y concluyente, las "2300 tardes
y mañanas" del 8:14, entendidas como el número de sacrificios
que se ofrecerían normalmente, a razón de dos cada día,
durante el curso de 1150 días, dentro de los 1260 días, o
tres años y medio de la segunda mitad de la septuagésima
"semana" de años del capítulo 9 - el "tiempo del fin", "al
fin" de la era de "los cuatro cuernos"124,
cuando el cuerno pequeño de los versículos 9-13, 23-27 aparece
en el escenario profético de lo que era, en tiempos de Daniel, "el
distante futuro"125.
9. Fallas en la doctrina del santuario
No puede haber duda en cuanto a
la sinceridad, diligencia, e integridad de los que formularon la interpretación
adventista tradicional de Daniel 8:14. Es igualmente obvio que seguían
los defectuosos principios del método de textos de prueba: (1) En
cuatro ocasiones importantes, adoptaron errores de traducción en
los cuales la KJV desfigura el texto hebreo. (2) Ignoraron por completo
el contexto literario en el cual ocurre Daniel 8:14. (3) Así también,
ignoraron el contexto histórico especificado por los primeros seis
capítulos y el capítulo 9:1-19 del libro, dentro de los cuales
se dan sus varios periscopios proféticos y a los cuales se aplicaban
específicamente. (4) No tomaron en cuenta la perspectiva histórica
de la salvación especificada en el libro (y todo el Antiguo Testamento),126
dentro del cual ocurre Daniel 8:14, y al cual Daniel lo aplica específicamente.
Como se establece en la sección precedente de este trabajo, tanto
el principio de sola Scriptura y el método histórico
requieren que estos factores se tomen en cuenta.
En la actualidad, cualquiera que
cometa errores garrafales exegéticos como éstos es descartada
automáticamente como un estudiante de Biblia indigno de confianza.
Si los pioneros de nuestro mensaje hubiesen seguido los principios del
método histórico, jamás habrían llegado a las
conclusiones a las que llegaron, y jamás habrían experimentado
el amargo desengaño del 22 de octubre de 1844. ¡Emulemos su
sinceridad, su seriedad, y su devoción a la Palabra de Dios, y seamos
fieles a lo mejor que sabemos en la actualidad, como ellos lo fueron en
su tiempo!
En comparación con los requisitos
exegéticos establecidos en las dos secciones precedentes (7 y 8,
más arriba), la interpretación tradicional de Daniel 8:14
pasa por alto ...
... el contexto histórico
proporcionado por los capítulos 1 al 6 y 9:4-19, dentro del cual
lo colocó la Inspiración - el punto en la historia en que
los setenta años de exilio predicho por Jeremías terminaron
y la era de la restauración estaba a punto de comenzar.
... la perspectiva histórica
de la salvación de los tiempos de Daniel, y de la Biblia entera.
35,131 ... el texto
hebreo de Daniel 8:14 y de 9:25-26 en cuatro puntos principales, identificados
en la sección 8.103
... el contexto inmediato de 8:14
en el mismo capítulo 8, que explícitamente identifica (1)
el santuario mencionado en el versículo 14 como el identificado
en los versículos 9-11como "la tierra gloriosa", Judea; (2) su asolación
del santuario, como la causada por el cuerno pequeño en los versículos
11 al 13, y (3) cuándo esa asolación tendría lugar,
al final de la era griega (helenística), en los versículos
21-23. En consecuencia, la referencia, por analogía, al santuario
celestial en el libro de Hebreos es irrelevante.
... el hecho de que 9:24-26 tiene
el santuario restaurado y en pleno funcionamiento durante el mismo tiempo
que 8:13-14 lo menciona como asolado e inoperativo. Esta contradicción,
inherente a, y esencial para, la interpretación tradicional de Daniel
8:14, lo cual requiere que las setenta semanas de años sean consideradas
como el primer segmento de los 2300 "días", la convierte en un oxímoron
exegético.
La idea de día por año
aplicada a la profecía bíblica aparece por primera vez en
el intento del erudito judío karaíta del siglo noveno de
relacionar el cumplimiento de las profecías de Daniel con los sucesos
de su tiempo. En los tiempos modernos, el confiar en el "principio" de
día por año para la interpretación de las profecías
bíblicas se originó en (1) la errónea traducción
en la KJV de la expresión hebrea erev boquer ("tardes y mañanas")
en Daniel 8:14 como "días", cuando es un hecho que erev boquer
es el equivalente contextual de la pregunta del versículo 13 sobre
el "continuo sacrificio", para la cual el versículo 14 es la respuesta
inspirada, y en (2) el intento de correlacionar estos supuestos "días"
con las "setenta semanas" de Daniel 9:24. La expresión "setenta
semanas" es simplemente el uso del sistema de jubileo de expresar 490 años
como 49 jubileos, consistiendo cada diez "jubileos" de 49 años literales.
No hay absolutamente ninguna base bíblica para citar a Daniel 9
como evidencia de la idea de día por año.
Debe observarse que los "días"
de Números 14:34, durante los cuales los representantes de las doce
tribus habían espiado en la tierra de Canaán, no profetizaban
los años a los que Dios sentenció a los israelitas a vagar
por el desierto. Esos años eran, más bien, judiciales, que
sentenciaban a los incrédulos nómadas por su falta de fe
en la promesa de Dios de darles la tierra de Canaán. Los 390 "días"
de Ezequiel 4:6, durante los cuales Dios dio instrucciones al profeta para
que yaciera primero sobre un lado y luego sobre el otro, representaban
otros tantos años pasados en apostasía. Esos "días"
no profetizaban en manera alguna los años que pasarían en
apostasía.
Bajo el título "El ministerio
de Cristo en el santuario celestial", el artículo 23 de las Creencias
Fundamentales dice como sigue, con una distinción entre lo que refleja
con exactitud la Escritura y es bíblicamente relevante en negrita
y la fallida interpretación, en la doctrina del santuario, de
pasajes bíblicos, en tipo de letra ordinaria:
Hay un santuario en
el cielo, el verdadero tabernáculo que levantó Dios, y no
el hombre. En él, Cristo ministra a favor nuestro, poniendo a disposición
de los creyentes los beneficios de su sacrificio expiatorio ofrecido una
vez para siempre en la cruz. Fue introducido como nuestro gran Sumo Sacerdote
y comenzó su ministerio de intercesión en el momento de su
ascensión. En 1844, al final del período profético
de los 2300 días, entró a la segunda y última fase
de su ministerio de expiación. Es una obra de juicio investigador,
que es parte de la disposición final de todos los pecados, tipificado
por la purificación del antiguo santuario el Día de Expiación.
En ese servicio típico, el santuario era purificado con la sangre
de los animales sacrificados, pero las cosas celestiales son purificadas
con el perfecto sacrificio de la sangre de Jesús. El juicio investigador
revela a las inteligencias celestiales quiénes de entre los muertos
duermen en Cristo y, por lo tanto, en Él, son considerados dignos
de participar en la primera resurrección. También manifiesta
quiénes de entre los vivos moran en Cristo, guardan los mandamientos
de Dios y la fe de Jesús, y en Él, por lo tanto, están
listos para ser trasladados a su reino eterno. Este juicio vindica a Dios
al salvar a los que creen en Jesús. Declara que los que han permanecido
leales a Dios recibirán el reino. La terminación de su ministerio
marcará el fin del tiempo de prueba para la humanidad antes del
segundo advenimiento.
La primera parte de la anterior declaración
refleja con precisión la descripción del ministerio de Cristo
en favor nuestro desde su regreso al cielo hace casi dos mil años.
La última parte no tiene base en absoluto en las Escrituras. Para
estar en armonía con el principio de sola Scriptura, debería
ser borrada del resumen de las Creencias Fundamentales de los Adventistas
y reemplazada por una ampliación del ministerio de Cristo como está
establecido en el libro de Hebreos.
El efímero cordón
umbilical es esencial para la vida antes del nacimiento, pero completamente
irrelevante de allí en adelante. ¿Es posible que la tradicional
doctrina del santuario fuera una especie de cordón umbilical espiritual
que Dios permitió como un medio de revivir la expectación
adventista, pero que debería ser descartada una vez que hubiese
servido su propósito? "El Hijo del Hombre viene a la hora que no
se espera", "la noche está avanzada, y se acerca el día",
"vistámonos, pues, la armadura de luz". "¿Cómo no
debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir esperando
y apresurándoos para la venida del día de Dios?"127
Es posible que Dios haya pasado por alto este defecto en la manera en que
ellos entendieron Daniel 8:14, y haya honrado su sinceridad en vista de
que su traumática experiencia del 22 de octubre de 1844 tuvo el
efecto de revivir el estado de expectación adventista que Jesús
hace mucho tiempo recomendó a sus seguidores: "Velad, por tanto,
pues no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor".128
La causa básica del amargo
desengaño fue no reconocer el hecho de que, cuando se dio, la visión
del futuro que Daniel recibió se aplicaba específicamente
a los cautivos judíos en Babilonia que anticipaban el regreso a
su tierra, y a los planes de Dios para ellos, planes que culminarían
en el establecimiento de su reino eterno de justicia en el pasado distante.
Esto se vuelve obvio cuando se toman en cuenta las circunstancias históricas
de los tiempos de Daniel y su perspectiva de la historia de la salvación
- todo lo cual está explícitttoo en el libro mismo. La presuposición
de que Daniel 8:14, cuando se dio, anticipaba sucesos de nuestro tiempo
fue la causa básica del error de 1844 y el chasco resultante. El
chasco continuado será inevitable hasta que este error sea reconocido
y corregido, y se abandone el principio historicista en el cual se basa.
10. La doctrina del santuario
y el principio de sola scriptura
La doctrina tradicional adventista
sobre el santuario se basa en el principio o método historicista
para la interpretación profética. En consecuencia, los que
siguen ese método automáticamente encuentran intachable esa
doctrina. Por otro lado, los que siguen el principio o método histórico
la encuentran erizada de errores. Como resultado de esto, las diferencias
de opinión con respecto a la doctrina del santuario pueden resolverse
sólo sometiendo a prueba objetivamente, mediante el principio de
sola Scriptura, las presuposiciones y la metodología en las
cuales se basa. Los dos métodos son mutuamente excluyentes e irreconciliables
como el día y la noche, y una decisión entre ellos es decisiva
para el estudio de las profecías bíblicas.
El historicismo se basa en el pre-concepto no probado
de que la perspectiva de la historia de la salvación del lector
moderno es inherente a la profecía bíblica y, por lo tanto,
está en completa armonía con el principio de sola Scriptura.
De acuerdo con el principio historicista, el lector moderno de la Biblia
debe entender las afirmaciones en la Biblia, con respecto al tiempo del
fin de la historia humana y los eventos relacionados, como cumplimiento
ininterrumpido y continuo de las profecías bíblicas durante
los dos mil años que han transcurrido desde los tiempos bíblicos.
La doctrina del santuario y los que abogan por ella siempre han dado por
sentado este principio, y jamás han sometido a prueba su presunta
validez objetivamente, esto es, por medio de la Biblia misma. Esto es lo
que ocurrió en Glacier View en agosto de 1980. Esto es igualmente
cierto del subsiguiente Comité Sobre Daniel y el Apocalipsis, nombrado
por la Conferencia General, y su informe oficial de siete tomos, que presupone
la validez inherente del historicismo, pero jamás intenta
probarlo o defenderlo mediante el principio de sola Scriptura.
Por otra parte, el principio histórico comienza
con la atención objetiva a las afirmaciones proféticas de
la Biblia en términos de su significado establecido por las circunstancias
históricas y la perspectiva histórica de la salvación
dentro de las cuales fueron dadas y a las cuales se proponía que
fueran aplicadas. Este principio no se adopta como un pre-concepto subjetivo,
sino sobre la base objetiva de la evidencia sola Scriptura, como
se ilustra en las secciones 7 y 8 más arriba con respecto a la perspectiva
histórica y de la historia de la salvación del propio Daniel.
Ambas son inherentes al libro de Daniel, y obvias cuando se leen objetivamente.
La sección 8, más arriba, examina las secciones
históricas del libro de Daniel y la perspectiva de la historia de
la salvación del propio Daniel con el propósito de establecer
las circunstancias históricas y la perspectiva de la historia de
la salvación como fundamento para entender el significado de sus
secciones proféticas. La perspectiva de la historia de la salvación
de Daniel es idéntica a la del Antiguo Testamento en general, como
lo demuestra mi artículo "El Papel de Israel en las Profecías
del Antiguo Testamento"129
en el tomo 4 del Comentario Bíblico Adventista. El capítulo
4 del manuscrito sin publicar de mi libro La Escatología de Daniel,
"La Historia de la Salvación en el Antiguo Testamento", proporciona
abundante evidencia para la conclusión de que ella anticipa el clímax
de la historia humana al fin de los tiempos del Antiguo Testamento, o poco
tiempo después.
Jesús y los escritores del Nuevo Testamento reiteran
unánimemente esta perspectiva de la historia de la salvación
del Antiguo Testamento y anticipan el prometido regreso de Jesús
como el clímax de los tiempos del Nuevo Testamento. En 36 páginas,
el capítulo 12 de La Escatología de Daniel, llamado "La Perspectiva
de la Historia de la Salvación en el Antiguo Testamento", cubre
este aspecto del tema con considerable detalle.
En resumen, al comienzo de su ministerio público,
Jesús anunció como tema de su misión: "Mi tiempo se
ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado. Arrepentíos y creed
en el evangelio". ¿Qué se había cumplido? Sólo
las profecías de tiempo de Daniel, en el Antiguo Testamento, identifican
el "tiempo" al que Jesús se refiere aquí. Así, bajo
la autoridad nada menos que de Jesús mismo, el cumplimiento del
"tiempo" especificado por Daniel estaba cerca cuando Jesús apareció
en cumplimiento de la anticipación, en el Antiguo Testamento, de
su venida. Durante su sermón en la sinagoga de Nazaret, Jesús
declaró, concerniente a la profecía mesiánica de Isaías
61:1-3: "Hoy se ha cumplido esta escritura delante de vosotros".
En la respuesta de Jesús a la pregunta de los
discípulos concerniente a la destrucción del templo, a la
cual Jesús acababa de referirse, la "señal" de su prometido
regreso y "el fin del mundo" era: "Cuando veáis en el lugar santo
la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel
... conoced que está cerca, a las puertas. De cierto os digo, que
no pasará esta generación sin que todo esto acontezca [incluyendo
específicamente la venida de Jesús en las nubes del cielo
para reunir a sus escogidos]".130
Que Jesús tenía el propósito específico
de que sus observaciones concernientes a la profecía de Daniel se
cumplieran en la generación de los propios discípulos es
evidente por (1) el uso que hace del pronombre "vosotros", y que la generación
es la de sus discípulos es evidente porque repite "vuestros" doce
veces durante su discurso, y (2) el hecho de que ellos repiten expresiones
como "el fin del siglo", "la venida del Señor está a las
puertas", "es la última hora", "estos últimos días",
"el tiempo está cerca", Él "viene pronto", "el tiempo se
ha acercado", "el fin de todos los tiempos ha llegado", "estos últimos
días", y "todavía un poquito", casi cuarenta veces cuando
se refieren al esperado regreso de Jesús.131
Juan el Revelador dice específicamente que todo en el libro de Apocalipsis
"debe ocurrir pronto", y Jesús le asegura cuatro veces: "Vengo pronto",
y la última vez, "he aquí vengo en breve".132
No hay la más leve indicación ni el más leve asomo en
ninguna parte, ni del Antiguo ni del Nuevo Testamento, de que el regreso
de Jesús sería pospuesto más o menos indefinidamente
más allá de los tiempos bíblicos. Toda la evidencia
bíblica es en sentido contrario. La Biblia misma no sabe nada en
absoluto sobre la interpretación historicista de sus profecías,
un concepto que se les ha impuesto gratuitamente. ¡Si Gabriel y Daniel
estuvieran aquí en la actualidad, inevitablemente habrían
pronunciado el veredicto de sola Scriptura contra el historicismo
y a favor de una comprensión histórica de las profecías
bíblicas, incluyendo la del libro de Daniel, e insistirían
en la perspectiva histórica y la perspectiva de la historia de la
salvación!
El principio historicista con el cual los Adventistas
consistentemente han entendido e interpretado las profecías bíblicas
ha impuesto, desde el principio, nuestra no inspirada y moderna perspectiva
de la historia de la salvación, y ha constituído, por lo
tanto, una involuntaria violación del principio de sola Scriptura.
En contraste, el principio histórico hace honor a la perspectiva
de la historia de la salvación de la propia Biblia, dentro de la
cual fueron dados sus mensajes proféticos a los cuales era la intención
aplicarlos. Por lo tanto, el principio histórico hace honor consistentemente
el principio de sola Scriptura. No olvidemos que el principio historicista
de interpretación de las profecías bíblicas ha sido
siempre, y continúa siendo, responsable de la pérdida de
muchos, por lo demás, dedicados dirigentes, y la deserción
de incontables cientos de, por lo demás, fieles Adventistas del
Séptimo Día. Además, ha distraído considerable
tiempo y atención, y sustanciales recursos de la iglesia, en detrimento
de su misión en el mundo.
Ciertamente ya es hora de que dirigentes de iglesia responsables
despierten a la realidad de la situación y hagan algo acerca de
ella. El oscurantista informe de 1600 páginas y 5 tomos sobre Daniel,
del Comité sobre Daniel y Apocalipsis, acepta y aplica consistentemente
el principio historicista a las profecías bíblicas - oficialmente
para la iglesia. ¿Queremos que el siglo veintiuno presencie el cumplimiento
de la promesa del regreso de Jesús, o preferimos repetir en el futuro
nuestro patético pasado historicista complaciente e indefinidamente,
y perder, por lo tanto, el respeto y la confianza de los adventistas y
los no adventistas bíblicamente eruditos?
11. El oscurantismo y la doctrina
del santuario
Webster define el oscurantismo como "la depreciación
de o la oposición positiva al conocimiento o la diseminación
del conocimiento, especialmente una política ... de oscurecer algo
o retener el conocimiento deliberadamente del público en general".
Aquí, la palabra "oscurantismo" se usa en el sentido específico
de tomar decisiones y/o hacer afirmaciones presuntamente autorizadas con
respecto a la doctrina del santuario sobre la base de opiniones no probadas
y preconcebidas y/o sin sopesar primero toda la evidencia disponible basándose
en principios sólidos y reconocidos de exégesis, basando
las conclusiones exclusivamente en el peso de toda la evidencia.
El oscurantismo ha caracterizado la respuesta oficial
de la iglesia a cada una de las preguntas que se han suscitado con respecto
a la tradicional interpretación de Daniel 8:14, la doctrina del
santuario, y el juicio investigador. Por lo menos en la mayoría
de los casos, este oscurantismo ha sido involuntario y no intencional,
pero su efecto ha sido el mismo que si hubiese sido intencional. Ya es
hora de que la iglesia acabe con los tradicionales clichés con los
cuales hasta ahora ha respondido a las preguntas relacionadas con la doctrina
del santuario. Es hora de enfrentarse a toda la evidencia y ocuparse de
ella ecuánime y objetivamente.
Una ventana de esperanza y oportunidad
a mediados del siglo
Los doce años del pastor R. R. Figuhr como presidente
de la Conferencia General a mediados del siglo (1954-1966) proporcionaron
a la iglesia una era de sabio liderazgo y franqueza en la cual los administradores
y eruditos bíblicos preparados trabajaron juntos armoniosa y efectivamente
para resolver las cuestiones bíblicas y doctrinales. Durante los
anteriores quince años, la iglesia había desarrollado una
comunidad de eruditos bíblicos preparados y responsables, cuya competencia
profesional el pastor Figuhr respetaba y en la cual confiaba, y los cuales,
a su vez, le respetaban, y confiaban en su sabia dirección. Entre
ellos se desarrolló una relación de trabajo franca, feliz,
y fructífera, que era buena para la iglesia.
Otro aspecto importante de aquella era de buena voluntad
y cooperación a mediados de siglo fue el espíritu de consenso
y armonía entre los eruditos bíblicos de la iglesia, en la
cual había desaparecido el algunas veces encarnizado faccionalismo
doctrinal133 de las
primeras décadas del siglo. Dos factores eran responsables de esto,
siendo el primero la Bible Research Fellowship, una organización
pionera profesional de eruditos bíblicos, y el segundo, el Comentario
Bíblico Adventista.
En su reunión de Takoma Park en 1940, los instructores
bíblicos del North American College autorizaron la formación
de na organización profesional en la cual pudieran trabajar juntos
en cuestiones de exégesis y doctrina, compartir los resultados de
sus estudios los unos con los otros, y beneficiarse de sus mutuas críticas
constructivas.134
Esta organización se convirtió en realidad tres años
más tarde - 1943 - en la Bible Research Fellowship (BRF),134
de la cual el Dr. L. L. Caviness era presidente y yo secretario durante
su breve existencia de aproximadamente diez años. Enseñamos
juntos en el departamento de religión del Pacific Union College.
A su debido tiempo, la membresía de BRF aumentó
a 250 y, con una excepción, incluía a todos los instructores
de Biblia a nivel de escuela superior alrededor del mundo. Muchos otros,
incluyendo a diecisiete personas de la Conferencia General, eran miembros
que pagaban cuotas. Durante esos diez años, más de 90 trabajos
formales fueron considerados y compartidos con los miembros.135
En la reunión de los maestros de Biblia en el Pacific Union College
en 1950, ¡se encontró que las respuestas a un cuestionario
estaban en completo acuerdo con respecto a cada uno de los puntos principales
exegéticos y doctrinales que habían causado división
durante los anteriores cincuenta años!136
En esa reunión de 1950, BRF presentó un informe de sus operaciones,
se tomó un voto formal de aprecio de BRF, y todos cantaron juntos
la doxología.
En 1951, a nombre de BRF, yo propuse a la Conferencia
General que estableciera un comité permanente para reemplazar a
BRF.137 El Concilio
de Otoño (ahora Anual) de 1952 aceptó mi proposición
y estableció el Biblical Research Committee (BRC) [Comité
de Investigación Bíblica] de la Conferencia General. En seguida,
el Dr. Caviness, presente como delegado, entregó formalmente las
operaciones de BRF a BRC. Siendo transferido simultáneamente del
Pacific Union College a la Review and Herald Publishing Association para
redactar el Comentario Bíblico, fui nombrado socio fundador de BRC.
Después de varios años, para un nivel aún mayor de
continuidad y efectivo servicio para la iglesia, propuse que el comité
se convirtiera en un instituto.138
Esto fue votado en 1975, después de lo cual BRC se convirtió
en el Instituto de Investigación Bíblica (BRI) [por sus siglas
en inglés], que todavía existe en la actualidad (2002).
El segundo factor unificador fue la producción
del Comentario Bíblico Adventista, de siete tomos (1952-1957),139
en el cual participó un comité de aproximadamente cincuenta
escritores y redactores.139
Antes de ser publicado, cada tomo era leído y criticado por diez
dirigentes de la iglesia alrededor del mundo, por cuyas críticas
se les pagó.140
Algunas secciones críticas fueron leídas y criticadas por
125 de estos lectores. Todas las críticas eran evaluadas cuidadosamente,
y aceptadas cuando se consideraban apropiadas.
Pero, a finales de la década de 1960, esa breve
época, a mediados del siglo, de franqueza, buena voluntad, progreso,
y cooperación entre los administadores y eruditos bíblicos
comenzó a erosionarse imperceptiblemente hasta convertirse en la
cacería de brujas cerrada de mente, polarizada, oscurantista, y
teológica que ha continuado hasta la actualidad (2002). Para entender
este sutil cambio en el clima adventista durante los pasados treinta años,
observemos primero a los tres arquitectos del oscurantismo que son principalmente
responsables de este cambio. Todos los tres eran fundamentalistas del sur.
Notaremos también varios evidencias específicas de oscurantismo.
Arquitectos del oscurantismo
El papel de esta parte de la Sección 11 sobre oscurantismo
en la iglesia durante los pasados 33 años es el de explicar cómo
el clima actual de oscurantismo invadió y se apoderó subrepticiamente
de la iglesia. Sólo una persona que sirvió a la iglesia durante
la pasada época de franqueza y respeto mutuo entre los administradores
y los eruditos bíblicos a nivel de la Conferencia General está
en condiciones de apreciar el profundo cambio que revolucionó a
la teología adventista, la hermenéutica bíblica, y
el enfoque de la doctrina durante la década de oscurantismo (1969-1980).
Los tres principales arquitectos del oscurantismo presentados
brevemente más abajo eran todos obviamente individuos sinceros y
dedicados que creían a conciencia que su objetivo último,
o "fin", justificaba cualesquiera medios que pudieran emplear para alcanzar
ese objetivo. Por ejemplo, jamás estuvieron dispuestos a entrar
en un diálogo abierto y responsable con los que no compartían
su perspectiva, pero dos de los tres siempre y consistentemente ponían
una daga en la espalda de aquéllos de los cuales sospechaban que
no compartían sus puntos de vista. En una conversación personal
conmigo, el presidente de la Conferencia General reconoció esto.
Por el contrario, tuve el privilegio de conversar personalmente
con cada uno de los "arquitectos del oscurantismo" nombrados más
abajo. Por medio de estas conversaciones, llegué a entender de primera
mano sus objetivos y métodos. Dándome cuenta, a su debido
tiempo, de que los dos últimos de los tres simplemente estaban implementando
la política y los objetivos del pastor Pierson, en varias ocasiones
pasé muchas horas conversando con él, siendo las últimas
dos o tres horas a bordo de un vuelo fletado de Pan-American en que regresábamos
de la sesión de la Conferencia General en Viena en 1975.
Estas conversaciones fueron siempre positivas, en un tono
de "amigo del tribunal", durante las cuales hablé de principios,
sin mencionar nunca el nombre de nadie. En una de estas conversaciones,
el pastor Pierson me dijo misteriosamente que uno de los otros dos "arquitectos"
estaba difundiendo (entre el personal de la Conferencia General) comentarios
erróneos y acusatorios con respecto a leales eruditos adventistas
que él consideraba renegados teológicos. En nuestra correspondencia
después de que el pastor Pierson se jubiló en 1979, ambos
expresamos aprecio por nuestra mutua amistad. En su última carta
poco antes de morir, escribió: "Durante los años que servimos
juntos en Washington, siempre le consideré como amigo. Aunque puede
haber habido áreas en las cuales hemos tenido opiniones divergentes,
personalmente le profesé un cálido afecto". En mi última
carta a él, yo le expresé el mismo sentimiento.
Robert H. Pierson era una persona afable, un adventista
dedicado, un caballero en todo sentido, pero también una persona
de claros objetivos y firme decisión para alcanzarlos. Un objetivo
principal de su administración como presidente de la Conferencia
General era reemplazar la asociación administradores/eruditos bíblicos
que se había desarrollado durante la administración del pastor
Figuhr con un estricto control administrativo de los procesos teológicos
y doctrinales de la iglesia.
Durante sus trece años como presidente de la Conferencia
General (1966-1979), el pastor Pierson revirtió por completo la
política de su predecesor, R. R. Figuhr, con respecto a estudios
bíblicos, doctrina, y la cooperación con su comunidad de
eruditos bíblicos. Su meta sincera pero decidida era restablecer
la situación que prevalecía cuando él se graduó
del Southern Junior College en 1933 y abandonó a los Estados Unidos
tres años más tarde para un distinguido servicio en ultramar,
en la India, el Caribe, y Sudáfrica, donde sirvió con distinción
hasta que fue elegido presidente de la Conferencia General treinta años
más tarde. Para todos los propósitos prácticos, en
1936 los administradores de la iglesia controlaban la teología y
la doctrina de la iglesia. En ese tiempo no había eruditos bíblicos
adventistas preparados. Cualquiera que asistiera a una universidad "de
fuera" para prepararse en áreas tales como idiomas bíblicos,
arqueología, historia antigua, y cronología era automáticamente
considerada persona non grata por las juntas directivas de todas
las escuelas superiores adventistas.141
En consecuencia, Pierson desconfiaba de la comunidad entera
de eruditos bíblicos adventistas y se dispuso a excluirlos de una
significativa participación en las deliberaciones bíblicas
y doctrinales de la iglesia. En conversaciones privadas y en comités
de la CG, dijo repetidamene que su política era la de que sólo
los administradores - y no en consulta con eruditos bíblicos - debían
decidir las cuestiones exegéticas para la iglesia. Su primer paso
hacia la implementación de esta política tuvo lugar en la
Reunión de Primavera de la CG en 1969, que eliminó a los
eruditos bíblicos de la iglesia, en masa, del Comité de Investigación
Bíblica 142
- una política que nunca fue implemmmeentada, sin embargo, debido
a las vigorosas protestas de la facultad del Seminario Teológico.
Impávido, sin embargo, consiguió su objetivo un año
más tarde añadiendo numerosos administradores y otros no
eruditos al BRC, y nombrando a un vice presidente de la CG para que supervisara
el Comité de Investigación Bíblica (ahora Instituto)
y la oficina de la CG para estudios bíblicos (BRI).143
También en la primavera de 1969, Pierson invitó
a un maestro a su alma mater, Southern Adventist College (ahora
University), a que presidiera el Instituto de Investigación Bíblica
- Gordon M. Hyde - cuya preparación era en comunicaciones y que
compartía la perspectiva teológica fundamentalista de la
región meridional de Pierson. Hyde protestó que no estaba
preparado en teología, pero Pierson explicó debía
funcionar como administrador y no como erudito bíblico.144
Con este entendimiento, Hyde aceptó la invitación, y cuando,
durante sus primeros años en la CG, se esperaba que contestara una
pregunta teológica, la eludía con la explicación de
que él no era teólogo.
A veces, Hyde podía ser tortuoso y maniobrar bajo
cuerda para alcanzar sus objetivos. Por ejemplo, durante la reunión
de una semana del Comité Carismático, nombrado por la CG,
reunión que tuvo lugar en Camp Cumby-Gay en Georgia, Hyde anunció
que todos los oradores debía limitar su participación a treinta
minutos. Pero a Hasel le dio dos horas enteras para su presentación.
En otra ocasión, invitó a Hasel a una audiencia de un delicado
subcomité al cual el Comité de Investigación Bíblica
no lo había nombrado explícitamente, y le proporcionó
copias de los trabajos que debían ser presentados a ese subcomité
y que debían ser compartidos solamente con los miembros designados
por el comité. Los miembros del subcomité objetaron esa metedura
de pata por parte de Hyde, y como resultado, el subcomité no se
reunió nunca.145
Cuando, hacia el fin de mis cuarenta y siete años
de servicio para la iglesia, Hyde repetidamente rehusó solicitudes
para una reconciliación cara a cara, le escribí una carta
de nueve páginas "procurando la reconciliación", en la cual
carta le mencioné los problemas que habían surgido entre
él y yo, y le hice una apelación final para una oportunidad
de restablecer la relación de amistad de que habíamos disfrutado
cuando él llegó a la CG por primera vez. Pero nunca contestó,
y fue intransigente a que nos reuniéramos alguna vez.
El principal proyecto de Hyde diseñado para promocionar
a Hasel como principal teólogo de la iglesia fue una serie de tres
Conferencias Bíblicas Norteamericanas, la primera de las cuales
se reunió en el Southern Adventist College, la segunda en la Universidad
de Andrews, y la tercera en el Pacific Union College. Le asignó
a Hasel el mismo tema, hermenéutica bíblica, y le presentó
en todas y cada de las discusiones de paneles. Los miembros de mayor edad
de la facultad del Seminario Teológico fueron pasados por alto completamente
o les fueron asignados papeles de relativamente menor importancia.146
El intento de Hyde de hacer que Hasel fuese nombrado decano
del Seminario Teológico en la primavera de 1974 (antes de las conferencias)
fue frustrado por los miembros mayores de la facultad porque Hasel interfirió
con procedimientos establecidos en el Seminario, por su colusión
con Hyde y la CG para controlar la política del Seminario, y por
lo que los miembros mayores de la facultad describieron como su "intolerable
dogmatismo".147 Sin
embargo, Hasel se convirtió en decano en 1980, pero fue degradado
siete años más tarde por plagio y por su intento de separar
el Seminario de la Universidad de Andrews.
Sin preparación él mismo en estudios bíblicos
y teología, Hyde eligió como su mentor y consejero personal
en cuestiones bíblicas y teológicas a Gerhart F. Hasel, un
antiguo colega en el Southern Adventist College que había sido transferido
al Seminario en 1967 y cuya perspectiva ultra-conservadora compartía.
El objetivo de Hyde era elevar a Hasel a la posición de principal
teólogo adventista y decano del Seminario Teológico en la
Universidad de Andrews, donde estaría en condiciones de adoctrinar
a la nueva generación de eruditos bíblicos adventistas y
pastores con su oscurantista perspectiva hermenéutica.
Durante su período como decano, Hasel hizo a varios
maestros más experimentados que él sentir que no eran bienvenidos
en el Seminario y, de hecho, se deshizo de ellos - los Dres. Sakai Kubo,
Ivan Blazen, Fritz Guy, y Larry Geraty. Todos los cuatro fueron inmediatamente
invitados a servir en otras instituciones adventistas de educación
superior, tres de ellos como presidentes de escuelas superiores o universidades.
En seguida, Hasel nombró, para reemplazarles, a estudiantes del
Seminario que él había preparado, y que aceptaban su hermenéutica
bíblica. Después, él y Hyde obligaron a otros dos
miembros de la facultad de religión - los Dres. Lorenzo Grant y
Edwin Zachrison - a abandonar el Southern Adventist College aproximadamente
al mismo tiempo que Jerry Gladson, y el presidente de la escuela superior
renunció como protesta. Hasel jamás se acercaba a sus víctimas
directamente, en cumplimiento de Mateo 18:15, sino que les clavaba en la
espalda cuchillos verbales acusándoles con los administradores (que
aceptaban su palabra sin verificarla).
Durante la década de 1969 a 1979, este triunvirato
- Pierson, Hyde, y Hasel - conspiró;; efectivamente para obtener
el control de los estudios bíblicos, la teología, y la doctrina
adventista en armonía con su perspectiva fundamentalista y oscurantista.148
El papel de Hasel era controlar los estudios bíblicos y la teología
adventistas. El papel de Hyde era concebir procedimientos con los cuales
poder implementar la perspectiva hermenéutica y teológica
de Hasel, y el de Pierson era proteger a Hasel y a Hyde, sin importar lo
que éstos intentasen hacer. En mi trabajo de cuarenta páginas,
Arquitectos de la Crisis: Una Década de Oscurantismo (1969-979),
he presentado un registro documentado de treintiún incidentes específicos
en esta conspiración calculados para implementar la política
de Pierson.
Esto explica el origen del clima de oscurantismo en la
iglesia durante los pasados treinta años y la ninguna disposición
de la iglesia a tratar objetivamente las numerosas anomalías exegéticas
en la interpretación tradicional adventista de Daniel 8:14 con su
santuario y su juicio investigador.
Secuela de la década de
oscurantismo
Para finales de la década de oscurantismo (1969-1979),
la meta de los tres arquitectos estaba firmemente en su lugar. El pastor
Pierson, enfermo, se jubiló un año antes de la fecha en que le tocaba.
Reemplazado como director de BRI, Hyde fue transferido al Southern Adventist
College para ser decano de la Escuela de Religión. Hasel se convirtió
en decano del Seminario Teológico, donde estuvo por siete años
(1980-1987), después de lo cual la Conferencia General le degradó,
principalmente a causa de su intento de separar el Seminario de la Universidad
de Andrews.149 Ese
incidente inesperado precipitó la fundación de la Sociedad
Teológica Adventista (ATS) el año siguiente (1988), lo cual
estaba calculado específicamente para perpetuar los objetivos de
la década de oscurantismo en vista de que Hasel había perdido
influencia como decano del Seminario.150
En vista
de que Gordon Hyde era entonces decano de la facultad de
religión en el Southern College (SC; ahora Universidad)
y Gerhard Hasel decano del Seminario Teológico en la Universidad
de Andrews, entre 1980 y 1987, de que ambos habían sido maestros
en SC antes de 1969, y de que Robert Pierson era graduado (1933) de
Southern
cuando ésta era escuela preparatoria, no fue ningún
accidente
que la Sociedad Teológica Adventista (ATS) fuera fundada en SC
en
1988 por representantes de ambas instituciones y que SC se convirtiera
en su primera sede hasta que más tarde se mudó a la
Universidad
de Andrews. Así, ATS tiene una sólida base en el
fundamentalismo
de la región meridional adventista, lo cual determina su
orientación
hermenéutica y teológica.150
Los acontecimientos al nivel de la Conferencia General
(CG) desde la década de oscurantismo (1969-1979) están también
relacionados con estos hechos. Entre estos acontecimientos han estado los
siguientes: (1) el oscurantismo en control en Glacier View,151
(2) el oscurantismo en relación con Walter Rea,152
(3) el oscurantismo en las Consultas 1 y 2,153
(4) el oscurantismo en el Comité de Daniel y Apocalipsis y su informe
de cinco tomos,154
(5) el oscurantismo en el informe sobre los Métodos de Estudio Bíblico,155
(6) el oscurantismo en el Instituto de Investigación Bíblica
de la CG, y por ende en el control de la política doctrinal de la
CG,156 (7) el oscurantismo
en la manera en que han sido tratados varios miembros disidentes de la
facultad en el Seminario y el SAC,157
(8) el oscurantismo que motiva a los actuales comités IBMTE y NAD
de la CG que formulan una política de bajo nivel de tolerancia con
respecto a discrepar de la política doctrinal oficial. ¡Este
triunvirato ha demostrado ser eminentemente efectivo!
La naturaleza y la razón
de ser del oscurantismo doctrinal
El oscurantismo es no estar dispuesto a examinar objetivamente
hechos pretendidos o demostrados, y estimular o presionar a otros para
que acepten presuposiciones subjetivas. La clásica ilustración
de oscurantismo es el viaje del presidente de la Sociedad de la Tierra
Plana, Simón Voliva, alrededor del mundo en 1929, cuando a su regreso
explicó
a los miembros de la sociedad que su viaje había demostrado de manera
concluyente que la tierra era plana - ¡pues había viajado
en un círculo sobre su superficie plana!
El oscurantismo es el resultado de un estado subjetivo
de la mente, en el cual las propias presuposiciones no probadas ocupan
un lugar precedente por sobre el peso de la evidencia objetiva en contrario.
Ocurre generalmente cuando una persona presume evaluar las cosas más
allá de los límites de su preparación y competencia
personales. Casi sin excepción, esa era la situación en el
caso de una decidida mayoría de dirigentes Adventistas del Séptimo
Día con respecto a cuestiones doctrinales por casi un siglo después
de 1844. Eso explica la incapacidad de muchos, si no de la mayoría,
de los participantes en la histórica Conferencia Bíblica
de 1919 para resolver los puntos doctrinales en disputa en la agenda. Casi
sin excepción, sin embargo, los administradores adventistas no adiestrados
en principios confiables de exégesis bíblica funcionaron
como la autoridad final en cuestiones de doctrina.
Durante la época de mediados de siglo (aproximadamente
desde 1940 hasta 1969) cuando, por primera vez, los eruditos bíblicos
adventistas comenzaron a poner en práctica métodos objetivos
de estudio bíblico y los administradores de la iglesia, apreciando
el valor de su experiencia, comenzaron a aceptarlos como genuinos compañeros
al tratar con cuestiones doctrinales, el oscurantismo bíblico y
doctrinal desapareció gradualmente después de 1969, sin embargo,
pues el oscurantismo de parte de los nuevos administradores de la iglesia
dio a la nueva década (1969-1979) el desafortunado sobrenombre de
"década del oscurantismo".
Por ejemplo, durante las sesiones del Comité de
Investigación Bíblica (ahora Instituto), Gerhard Hasel afirmó
repetidamente que era un error tratar siquiera de ser objetivo. Por ejemplo,
en la sesión plenaria del Comité Para la Revisión
del santuario, en Glacier View, demostró esto declarando enfáticamente
en la sesión plenaria del lunes por la tarde, el 10 de agosto de
1980: "La única intención de Dios en Daniel 8:14 ¡era
apuntar hacia 1844!" Esta afimación fue recibida con un fuerte coro
de amenes.
El oscurantismo fue también evidente de parte de
los dirigentes encargados del Grupo de Estudio en Glacier View el lunes
por la mañana. Doce de las dieciséis disertaciones del grupo
aquella mañana favorecían el punto de vista de Ford, pero
cuando el jefe del grupo - un vice presidente de la Conferencia General
- resumió la opinión del gruuuppo para su informe a la sesión
plenaria aquella tarde, presentó una minoría de cuatro disertaciones
como el punto de vista de la mayoría - un caso obvio de oscurantismo.
Después de una de las disertaciones que favorecían a Ford,
el otro vice presidente presente respondió: "¡Jamás
podremos aceptar eso!" En la sesión plenaria de esa tarde, once
de las quince disertaciones de eruditos bíblicos igualmente favorecieron
la posición de Ford sobre el mismo tema, pero nuevamente la administración
consideró el consenso como negativo. De principio a fin, el oscurantismo
estuvo en control en Glacier View.
El oscurantismo caracteriza los tediosos informes impresos
del Comité Sobre Daniel y Apocalipsis, nombrado por la Conferencia
General, y que funcionó durante la década de 1980. (Véase
más abajo). Éste es también el principio guiador de
la Sociedad Teológica Adventista, heredera legítima del legado
hermenéutico de Gerhard Hasel.
El oscurantismo continúa vivito y coleando a nivel
de la Conferencia General. El 15 de noviembre de 2000, envié otro
trabajo importante sobre Daniel 8:14 a unos ochenta eruditos bíblicos
y administradores, incluyendo el presidente de la Conferencia General.
Su respuesta fue sumamente cortés, pero refirió el trabajo
al Instituto de Investigación Bíblica (BRI) con el comentario
de que la respuesta de ellos sería la de él también.
En enero de 2001, el presidente me envió una copia de la evasiva
respuesta de BRI, informándome que ya habían considerado
y fallado todas las anomalías bíblicas de la doctrina tradicional
del santuario a las cuales mi trabajo había llamado la atención,
lo cual yo sabía que no era así. Evidentemente, el oscurantismo
todavía gobierna en el BRI y en la Conferencia General.
¿En qué consiste el oscurantismo oficial
con respecto a la doctrina del santuario? Durante el siglo veinte, incluyendo
a Glacier View (1980) y el subsiguiente informe en serie del Comité
de Daniel y Apocalipsis, la Conferencia General siempre contestó
a las fallas encontradas en la doctrina, y a las cuales ha sido llamada
su atención, con razones siempre más prolijas y evasivas
a su favor. ¡Pero jamás ha prestado atención a las
fallas mismas!
Ya para 1934, W. W. Prescott llamó la atención
a este problema en una carta dirgida a W. A. Spicer, presidente de la Conferencia
General: "He esperado todos estos años a que alguien dé una
respuesta adecuada a Ballenger, Fletcher, y otros sobre sus posiciones
con relación al santuario, pero nunca he oído ni visto nada".160
Habiendo sido miembro de los comités de la Conferencia General que
se reunieron con Ballenger, Fletcher, y Conradi, Prescott se dio cuenta
de que las respuestas oficiales de la Conferencia General, tanto orales
como impresas, ofrecían razones supuestas para creer en la doctrina
del santuario, ¡pero dejaban completamente sin contestar las fallas
a las que los tres habían llamado la atención! Lo mismo ocurrió
con respecto al Dr. Ford en Glacier View y el informe subsiguiente del
Comité de Daniel y Apocalipsis. El oscurantismo todavía caracteriza
las respuestas de la CG y al BRI a preguntas válidas relacionadas
con fallas exegéticas en la doctrina del santuario.
12. El Comité Sobre Daniel
y Apocalipsis
Dándose cuenta a su debido tiempo que Glacier View
no había zanjado el punto en debate sobre el santuario, la Conferencia
General nombró el Comité Sobre Daniel y Apocalipsis (DRC)
y le asignó la tarea de compilar lo que era la intención
de que fuera la prueba definitiva de la interpretación tradicional
de Daniel 8:14, el santuario, y el juicio investigador. El comité
funcionó durante la década de l980 bajo los auspicios del
Instituto de Investigación Bíblica (BRI) y publicó
su informe en siete volúmenes con el título de Serie del
Comité de Daniel y Apocalipsis (DRCS).
Los cinco tomos de la DRCS dedicados a Daniel defienden
lo que ahora se considera la respuesta oficial de la iglesia a todas las
preguntas relativas a la doctrina del santuario. Sin embargo, sin proponérselo,
la DRCS presenta la erudición adventista bajo el control del oscurantismo.
¡No intenta aclarar ninguna de las anomalías contextuales
a las cuales llama la atención la Sección 8, más arriba:
"Explicando Correctamente a Daniel 8:14"!
Uno habría esperado que un comité tan importante
como la DRSC estuviera compuesto, por lo menos principalmente, de una muestra
representativa de eruditos bíblicos preparados, experimentados,
conocidos, y dignos de confianza de la iglesia. ¡No fue así!
¡Fueron excluídos intencionalmente! La composición,
o membresía, del comité lleva el sello inconfundible de Gerhard
Hasel como el único que podía haber seleccionado a sus miembros.
¿Por qué? En ese tiempo, él era decano del Seminario
Teológico, estaba en la cúspide de su carrera, y aproximadamente
la mitad de los dieciocho miembros de las DRCS habían sido estudiantes
del seminario durante los más o menos quince años que Hasel
había sido miembro de la facultad del Seminario. Por lo demás,
estos miembros eran desconocidos para la Conferencia General o para los
eruditos bíblicos titulares de las escuelas superiores de Norteamérica.
¡Y todos ellos compartían la perspectiva hermenéutica
de Hasel, lo mismo que todos los otros miembros del comité, menos
tres!
Como se refleja en el informe de la DRCS, ¡las conclusiones
a las cuales llegó el comité con respecto a la doctrina del
santuario fueron, pues, determinadas antes de que el comité se reuniera
siquiera!
Como se deja establecido en el prefacio del tomo 1 de
la serie, su interpretación se basa en el principio historicista
de interpretación profética, con respecto al cual reconoce
que "los Adventistas del Séptimo Día están casi solos
como exponentes" hoy día. El historicismo interpreta las profecías
predictivas de la Biblia en el sentido de que proporcionan un continuo
ininterrumpido de cumplimiento desde los tiempos bíblicos hasta
la actualidad. Al hacerlo así, el historicismo rechaza la perspectiva
de la historia de la salvación de la propia Biblia, que le es inherente
y explícitamente anticipa el clímax de la historia de la
tierra, la promesa de Cristo de que regresaría, y el establecimiento
del dominio eterno y justo de Dios sobre toda la tierra al final de los
tiempos bíblicos.161
La reafirmación del historicismo por parte de la DRCS es el nudo
de la cuestión al cual se dirige este trabajo. Es la demostración
última, "erudita", del perenne oscurantismo que ha caracterizado
la perenne reafirmación del adventismo de la doctrina del santuario
por más de un siglo.
No es el propósito de este trabajo revisar en detalle
los cinco tomos de la DRCS sobre Daniel, sino más bien evaluar la
credibilidad de su interpretación historicista en términos
de fidelidad al principio de sola Scriptura y a principios de exégesis
generalmente reconocidos, particularmente la importancia crucial del contexto.
La mayoría de sus 1600 páginas están dedicadas a análisis
eruditos del texto de Daniel que sólo un erudito bíblico
preparado podría evaluar. Otros probablemente dependerían
de sus presuposiciones con respecto a la doctrina del santuario al aceptar
o rechazar las conclusiones que saquen los respectivos autores de la evidencia
que ellos presenten.
1519 de las 1600 páginas consisten de artículos
escritos por 18 autores. Un autor contribuyó con 418 páginas
(28%), otro con 176 páginas (12%), y un tercero 111 (9%), para un
total de 705 páginas. Los otros 15 autores contribuyeron con un
promedio de 54 páginas cada uno, cinco de ellos con 12 páginas
o menos.
La manera desorganizada en la que DRCS maneja la doctrina
del santuario refleja la manera desorganizada en la que su "comité"
de origen (DRC) debe haber funcionado. Se espera que un comité integre
las contribuciones de sus miembros en un consenso que represente al comité
como tal. Una traducción bíblica llevada a cabo por un grupo
de traductores que trabajan juntos se considera más exacta y más
digna de fiar que la de un solo individuo, por muy preparado que éste
sea. El consenso del grupo tiende a eliminar idiosincrasias individuales,
por muy "eruditas" que ellas puedan ser. DRCS no ofrece este consenso o
síntesis.
Los dieciocho autores de las DRCS deben ser felicitados
por su conocimiento de la literatura antigua y reciente que tiene que ver
con las profecías de Daniel, por su experto conocimiento del hebreo
antiguo y los lenguajes afines, y por sus obviamente diligentes trabajos
al resumir todo esto para los lectores modernos. Por otra parte, sus trabajos
tenían fallas a causa de su uso principal obviamente subjetivo de
esta información en defensa de una interpretación de las
profecías de Daniel que, en realidad, contradice lo que Daniel quería
transmitir con lo que escribió, como lo establece el contexto.158
Casi sin excepción, los autores de las DRCS suponen
tácitamente la validez del principio historicista como su presuposición
fundamental y luego, razonando en círculos, ¡ofrecen lo que
escriben como prueba de esa presuposición! En cuatro puntos principales,
suponen la exactitud de la traducción de la KJV donde ésta
desfigura el texto hebreo. Ignoran el contexto histórico dentro
del cual Daniel ubica sus visiones y al cual las aplica, así como
su explícita y compuesta perspectiva de la historia de la salvación.
Por lo menos en siete ocasiones principales, ignoran o contradicen las
explícitas afirmaciones de Daniel en el contexto. Y en el año
de nuestro Señor 2002, el Instituto de Investigación Bíblica,
con la plena aprobación de la Conferencia General, ¡afirma
las DRCS como prueba final y concluyente de la comprensión tradicional
de Daniel 8:14, el santuario, y el juicio investigador! ¡Reductio
ad absurdum [refutación de una proposición mostrando
el absurdo al cual conduce cuando se lleva a su conclusión lógica]
y ejercicio último del oscurantismo, presumir de estar en el más
alto nivel de erudición que los adventistas tienen que ofrecer!158
En otra anomalía digna de ser notada, los varios
capítulos que tratan de las supuestas analogías entre el
santuario de Daniel 8:14 y los santuarios de los libros de Levítico
y Hebreos se basan en la suposición de que su santuario es el celestial,
mientras, como se observa en la sección 8 más arriba, el
contexto lo identifica explícitamente como el santuario, o templo,
en Jerusalén. Estas dos analogías son válidas sólo
si el contexto en Daniel las permite. ¡Y no las permite, punto! ¡Por
eso, los varios capítulos dedicados al santuario en Levítico
y Hebreos no son pertinentes a la exégesis de Daniel 8:14!
El extenso y retorcido análisis literario quiástico
de pasajes significativos de Daniel a través del tomo uno de las
DRCS y en alguna otra parte, algunas veces contradiciendo explícitamente
el contexto, puede ser impresionante para el no iniciado, pero cansón
más allá de toda medida y además contraproducente.
¡Las DRCS habrían sido vastamente mejores sin sus 419 páginas
de comentarios! Muchas de las 176 páginas del Dr. Gerhard Hasel
consisten de detallados análisis de interpretaciones no adventistas
de Daniel que no son de valor ni son relevantes para ningún Adventista
del Séptimo Día que estudie el libro de Daniel. En consecuencia,
aproximadamente el 40% de las 1519 páginas de comentarios de las
DRCS en realidad tiene poco valor o no tiene ninguno con respecto a explicar
la manera en que los adventistas entienden sus periscopios proféticos.
En muchos respectos, las DRCS son un mudo testigo de la manera descoordinada
e irrelevante en que la DRC evidentemente funcionaba, y sin embargo, el
BRI nos informa que DRC ha dilucidado, de una vez por todas, cada una de
las preguntas sobre la interpretación tradicional de Daniel 8:14,
el santuario, y el juicio investigador!
Actualmente en progreso está otro proyecto de la
Conferencia General que parece destinado a solidificar el objetivo de Pierson-Hyde-Hasel
de transformar la Iglesia Adventista del Séptimo Día, de
una comunidad dedicada y abierta a la guía continuada del Espíritu
Santo, para convertirse en un siempre más exacto y más completo
"conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo",162
en la iglesia cerrada, oscurantista, fundamentalista que ellos contemplaron
- la Junta Internacional Para Adiestramientto y Apoyo Ministerial, con
sus sub-juntas en las varias divisiones. Este proyecto ya está demostrando
que causa división y tiene la posibilidad de repetir el destino
que alcanzó al cisma de la Iglesia Luterana - el Sínodo de
Missouri en diciembre de 1976.163
13. Un remedio permanente para
el oscurantismo doctrinal
La iglesia necesita urgentemente un consenso de buena
fe de todos sus eruditos bíblicos competentes para comprobar, con
tanta exactitud como sea posible, todas las cuestiones de exégesis
bíblica en armonía con el principio de sola Scriptura,
antes de formular declaraciones doctrinales en sociedad con los administradores
de la iglesia. Este consenso sólo puede alcanzarse mediante una
organización que proporcione a sus miembros la oportunidad de consultar
los unos con los otros aparte de toda influencia o preocupación
que no sea la fidelidad al principio de sola Scriptura y la lealtad
a la iglesia.
(1) Esta organización serviría como una
agencia de la Conferencia General, y estaría financiada por ella
y dedicada a cooperar con ella, con el propósito específico
de proporcionar a los administradores de la CG un consenso de buena fe
de su comunidad de eruditos bíblicos sobre todas las cuestiones
bíblicas y doctrinales. (2) Participaría con la CG en la
definición de su relación de trabajo. (3) Elegiría
su nombre (por ejemplo): "Consejo Sobre Exégesis Bíblica
de Eruditos Bíblicos"). (4) Definiría los requisitos de su
membresía, (4) elegiría sus oficiales y especificaría
el término de sus mandatos, y (5) elegiría un comité
ejecutivo y el personal permanente. (5) Definiría sus procedimientos
operativos, (6) tendría su propia agenda, (7) recibiría y
contestaría solicitudes de la CG, (8) elegiría temas propios
para considerarlos, (9) definiría sus principios de exégesis.
(10) Informaría solamente a la CG, y no publicaría
sus descubrimientos más allá de los círculos eruditos.
(11) Sus informes a la administración reflejarían tanto el
consenso de la mayoría como el grado de disensión de la minoría,
si lo hubiese. (12) Llevaría a cabo la mayoría de sus negocios
por correo electrónico, pero (13) convocaría a una reunión
anual, a la cual invitaría a todos los miembros, cuyas organizaciones
sufragarían los gastos de viaje y alojamiento. (14) Normalmente
se reuniría a puertas cerradas, pero podría, a su discreción,
invitar a observadores no eruditos. (15) Su etapa formativa podría
estar limitada a eruditos bíblicos norteamericanos, pero a su debido
tiempo incluiría a todos los eruditos bíblicos adventistas
competentes del mundo entero.
Una organización como ésta sería de inestimable
valor para la iglesia. Ayudaría a la iglesia a ser testigo fiel
del principio de sola Scriptura en todos los aspectos de su testimonio
del evangelio eterno, y a evitar el oscurantismo y la controversia doctrinal
intermitente del siglo pasado.
14. La autenticidad del Adventismo
Esta revisión y este análisis de la interpretación
tradicional adventista de Daniel 8:14, del santuario, y del juicio investigador
tienen el propósito de ser constructivos y correctivos, no críticos,
ni acusatorios, ni punitivos. Yo espero sinceramente que sean recibidos
en el mismo espíritu, y que se tomen acciones apropiadas para evitarles
a la iglesia y a sus miembros una repetición de los episodios traumáticos
del pasado, de los cuales han sido responsables esta doctrina pseudo-bíblica,
el historicismo, y el oscurantismo.
Por dos razones, el Adventismo del Séptimo Día
continúa siendo un testigo auténtico y creíble del
evangelio eterno a pesar de sus imperfecciones demasiado humanas, como
su interpretación tradicional de Daniel 8:14, la doctrina del santuario,
y el juicio investigador: (1) Su singular énfasis al aplicar el
evangelio de Jesucristo a cada aspecto de la persona humana, mental y físico
así como espiritual y social - su preocupación práctica
y amorosa por el bienestar y la felicidad de todos los seres humanos, y
(2) su enfático testimonio del regreso prometido e inminente de
Jesús para transformar este pequeño mundo sufriente en la
morada permanente de justicia y de paz que Él se propuso originalmente
que disfrutáramos.
En vista de que, históricamente y en la actualidad,
los Adventistas del Séptimo Día confiaron en la autentiticad
de la experiencia de 1844 y la credibilidad básica de la interpretación
tradicional de Daniel 8:14, y en vista de la evidencia indicada más
arriba de que esa interpretación no es sostenible cuando se la somete
a prueba por medio del principio de sola Scriptura (que la iglesia
afirma pero compromete en su interpretación de Daniel 8:14), surge
inevitablemente la pregunta: "¿Qué base existe para arribar
a la conclusión de que el Adventismo es un testigo auténtico
del evangelio eterno de Jesucristo?" ¡Ésta es ciertamente,
una pregunta inevitable y apropiada!
La respuesta pragmática a esa pregunta es hasta
dónde la iglesia se ajusta a, y refleja, las enseñanzas de
Cristo Jesús y cumple con la comisión del evangelio. Si lo
hace o no lo hace de modo singular no es asunto nuestro. Hasta el preocuparse
por esa pregunta viola las instrucciones específicas de Jesús
registradas en Marcos 9:38-41. Alguien echaba fuera demonios, y los discípulos
"trataron de detenerle, porque no nos sigue. Pero Jesús dijo: 'No
se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre,
que luego pueda decir mal de mí. Porque el que no es contra nosotros,
por nosotros es'". En otra ocasión, Pedro, señalando a Juan,
le preguntó a Jesús: "¿Y qué de éste?"
En su respuesta, Jesús le dijo a Pedro: "¿Qué a tí?
Sígueme tú". Como Adventistas del Séptimo Día,
no nos toca a nosotros poner en tela de duda la credibilidad o integridad
de otros como auténticos testigos de Jesucristo. Enfoquemos nuestra
atención sobre la credibilidad de nuestro testimonio del evangelio
eterno - y desterremos de nuestras mentes cualesquiera ideas de "soy más
santo que tú". En Hechos 10:35, Pedro dice: "En toda nación
[y comunidad religiosa] se agrada del que le teme y hace justicia".
El resumen que Jesús hace del evangelio aparece
registrado en Marcos 12:29-31: "Amarás al Señor tu Dios con
todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas
tus fuerzas. Éste es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante:
Amarás a tu prójimo como a tí mismo". Esta es nuestra
verdadera prueba, corporativamente como iglesia, y como miembros individuales
de la iglesia. En otras palabras, los principios del evangelio se aplican
a todos y cada uno de los aspectos de nuestro ser individual y corporativo
- nuestro amor a Dios, y la dedicaci&oaaccutte;n de todo nuestro ser
individual y corporativo a Él - y en nuestra relación los
unos con los otros y con cada uno de los otros seres humanos. "Por cuanto
lo hicísteis a uno de estos mis pequeñitos, a mí lo
hicísteis".159
El amor ágape de Dios es preocupación y amor desinteresados
por el bienestar y la felicidad de otros. Ése debe ser el ideal
y la práctica de la iglesia con respecto a cada ser humano en todas
partes en teoría, pero, de modo aún más importante,
en la práctica. "¡Por cuanto ...!"
Somos admitidos en la eternidad sobre la base de la clase
de personas que somos, individualmente, no por lo que sinceramente creamos
de Daniel 8:14 o de cualquier otro pasaje de la Escritura. Puede que una
persona crea a conciencia en la interpretación tradicional de Daniel
8:14, y si todo lo demás en su vida está en armonía
con el evangelio, él/ella no tendrá problemas en las perlinas
puertas de la eternidad. Y si una persona cree sinceramente que ese no
es el significado del pasaje, pero todo lo demás en su vida está
en armonía con el evangelio, él/ella no tendrá problemas
en las perlinas puertas de la eternidad. Pero, si abusamos los unos de
los otros en nuestra discusión del tema, ambos llegaremos a las
puertas de perlas, sólo para encontrar que tienen barrotes y el
cerrojo está echado.
Que nuestra actitud corporativa como iglesia sea moderada
por este hecho, pero al mismo tiempo que la iglesia, corporativamente,
esté en plena armonía con el principio de sola Scriptura
en su delineación y su testimonio de Daniel 8:14. En términos
del principio de sola Scriptura, el testimonio del evangelio por
parte de la iglesia en relación con el santuario es crasamente defectuoso
y aleja la confianza y el respeto de la gente bíblicamente instruida,
adventistas y no adventistas por igual. Debemos estar dispuestos a reconocer
y quitar ese obstáculo a la aceptación de nuestro mensaje
al mundo de que Jesús volverá pronto.
En los años que siguieron inmediatamente a octubre
22 de 1844, la doctrina tradicional del santuario fue un importante activo
para estabilizar la fe de los desengañados adventistas. En la actualidad,
es un pasivo igualmente importante y un obstáculo para la fe, la
confianza, y la salvación de los bíblicamente instruidos,
adventistas y no adventistas por igual. Fue verdad presente después
del gran chasco de octubre 22 de 1844. No es verdad presente en el año
de nuestro Señor 2002. ¡Quod erat demonstrandum! ¡Lo
cual debía ser probado!
Raymond Cottrell,
335 Midori Lane, Calimesa, CA 92320-1615
Febrero 9, 2002
r.rc@gte.net
NOTAS:
La mayoría de mis trabajos citados en las siguientes
notas están archivados en el Heritage Room de la Biblioteca Del
E. Webb en el campus de la Universidad de Loma Linda. La Asociación
de Foros Adventistas está actualmente planeando crear una página
web, y ha solicitado una lista de todos mis trabajos más importantes.
01. Le Roy Edwin Froom, Prophetic Faith of Our Fathers,
vol. 4, p. 403.
02. Cf. Mateo 27:51.
03. 1 Pedro 3:7-12.
04. Hebreos 8:12
05. Levítico 16.
06. Mateo 25:1-13.
07. Cf. ellen G. White, Early Writings, p. 58.
08. White, The Great Controversy, p. 409.
09. Ibid., pp. 409-422.
10. White, Evangelism, p. 221.
11. Carta 10, 1895.
12. Fundamentals of Christian Education, pp. 112.
126. Selected Messages, Libro 1, p. 21; Libro 2,
p. 85; Counsels to Writers and Editors, p. 145; Testimonies to
the Church, vol. 5, pp. 663, 691; vol. 6, p. 402; Great Controversy,
p. vii; Colporteur Ministry, p. 125.
13. Selected Messages, Libro 1, pp. 37, 164; Libro
3, p. 33.
14. Índice Completo de los Escritos de E. G. White,
pp. 21-176. Un estimado de los registros.
15. White, Carta a E. J. Waggoner y A. T. Jones (Carta
37, 2-18-1887). J. H. Waggoner, The Law of God, an Examination of the
Testimony of Both Testaments, Rochester, N. Y., The Advent Review Office,
1854, pp. 70, 108. En 1856, James y Ellen White y otros se reunieron durante
dos días en Battle Creek, Michigan, y decidieron que Waggoner estaba
errado al identificar la ley en Gálatas como los Diez Mandamientos.
James White retiró el libro de circulación.
16. White, Sketches from the Life of Paul, pp.
188-192.
17. Selected Messages, Libro 1, p. 234.
18. Selected Messages, Book 1, p. 233.
19. Acts of the Apostles, pp. 383-388.
20. D.M. Canright, Seventh-day Adventism Renounced,
pp. 118-126. Para una discusión más amplia, véase
mi libro Escathology of Daniel, capítulo 20, "Daniel in the
Critics' Den" [Daniel en el Foso de los Críticos].
21. Albion F. Ballenger, Cast Out for the Cross of
Christ, Introducción, pp. i-iv, 1, 4, 11, 82, 106-112. Véase
la Nota 20.
22. W. W. Fletcher, The Reasons for My Faith, pp.
6, 17, 23, 86, 107, 115-138, 142-170, 220. Véanse especialmente
pp. 111-112, donde cita una carta lastimera a Ellen White.
23. Véase el capítulo 20, "Daniel in the
Critics' Den" en mi libro Eschatology of Daniel, donde cito extensamente
documentos originales preservados en los archivos de la Conferencia General.
24. Para información detallada relativa a R. A.
Grieve, véase, de Desmond Ford, Daniel 8:14, the Day of Atonement,
and the Investigative Judgment, edición de Glacier View, pp.
89-95; edición impresa, pp. 55-61.
25. Para un resumen de los puntos sobresalientes del trabajo
de 991 páginas de Desmond Ford Daniel 8:14, the Day of Atonement,
and the Investigative Judgment, véase mi trabajo de 18 páginas
"Dr. Desmond Ford´s Position on the Sanctuary". Para una descripción
muy detallada de los procedimientos durante la reunión de Glacier
View por el Sanctuary Review Committee, de Agosto 10-15, 1980, véase
mi informe "The Sanctuary Review Committee and its New Consensus" en Spectrum,
11:2, de noviembre de 1980, pp. 2-26. Este artículo está
basado en mis completas notas estenográficas de cada una de las
disertaciones y todos los procedimientos en el Grupo Matutino de Estudio
2, del cual yo era miembro, y las sesiones plenarias de la tarde y de la
noche. Mi trabajo de 20 páginas, sin publicar, "Group Dynamics at
Glacier View" explica lo que sucedió en Glacier View y por qué.
Mi trabajo de 21 páginas, sin publicar, "A Post-mortem on Glacier
View" resume mi reacción a lo que ocurrió en Glacier View.
Mi trabajo de 38 páginas "A Hermeneutic for Daniel 8:14" fue distribuido
como documento oficial sobre Glacier View. Mi trabajo de 14 páginas
"Report of a Poll of Adventist Bible Scholars Concerning Daniel 8:14 and
Hebrews 9" resume las respuestas a 125 preguntas. La encuesta se le envió
a una lista de todos los eruditos bíblicos en los Estados Unidos
(tanto nstructores como no instructores) proporcionada por el Departamento
de Educación de la CG, y a varios en ultramar. Este informe incluye
también una lista de las respuestas a una encuesta de 1958 que yo
envié a 27 instructores de hebreo en escuelas superiores Adventistas
de los Estados Unidos, y a unos pocos competentes en hebreo, todos amigos
personales míos.
26. Ford todavía es miembro de la iglesia del Pacific
Union College.
27. La obra de 384 páginas de Dale Ratzlaff Cultic
Doctrine of Seventh-day Adventists, publicada en 1996, se enfoca sobre
la doctrina tradicional adventista del santuario. El libro de 383 páginas
de Jerry Gladson A Theologian´s Journey from Seventh-day Adventism
to Mainstream Christianity (2001) es un relato de la persecución
por parte de los dirigentes oscurantistas como resultado de la doctrina
tradicional del santuario.
28. Janet Brown da su dirección de correo electrónico
como
Janet.E.Brown@intel.com.
29. La Sra. de Donald W. Silver (Christine M. Silver)
es hija del Dr. Robert W. Brown y Sra.
30. White, The Great Controversy, p. 409.
31. Evangelism, pp. 221, 224.
32. Mi trabajo de 28 páginas, sin publicar, "Questions
on Doctrine: A Historical-Critical Evaluation", es una revisión
detallada de las dieciocho entrevistas Martin-Barnhouse con personal de
la Conferencia General en 1955 y 1956. Mi trabajo de 10 páginas
"Questions on Doctrine: Footnotes to History" relata cierto número
de momentos humorísticos durante las entrevistas Martin-Barnhouse.
33. Donald G. Barnhouse, ed., Eternity, 7:67, Septiembre
de 1956, pp. 6-7, 43-45.
34. Mi trabajo de 16 páginas "An Evaluation of
Certain Aspects of the Martin Articles" cita y resume comentarios en la
prensa contemporánea (1956) evangélica cristiana concerniente
a las entrevistas Martin-Barnhouse. Este documento fue preparado a solicitud
del comité editorial que preparó Questions on Doctrine
para su publicación.
35. Mi artículo "The Role of Israel in Old Testament
Prophecy" en el tomo 4 del Comentario Bíblico Adventista
(págs. 25-38) clasifica y resume como cinco mil pasajes del Antiguo
Testamento relativos a los tratos de Dios con Israel bajo la relación
de pacto, incluyendo la pespectiva de la historia de la salvación
en el Antiguo Testamento, que culminó con la venida del Mesías
y el establecimiento de su reino eterno de justicia en o poco después
del fin de los tiempos del Antiguo Testamento. Estos cinco mil pasajes
fueron acumulados mientras enseñaba la clase Profetas del Antiguo
Testamento durante varios años en el Pacific Union College en las
décadas de 1940 y 1950. La oración parentética en
la página 38: "Esta regla no se aplica a las porciones del libro
de Daniel que al profeta se le ordenó cerrar y sellar, o a otros
pasajes cuya aplicación la Inspiración pueda haber limitado
exclusivamente a nuestro propio tiempo", fue añadida por F. D. Nichol
durante el proceso editorial. Él concordó personalmente con
todo en el artículo, y no lo alteró, pero temió una
recepción adversa del Comentario, salvo por esta advertencia.
36. Véase la Nota 26.
37. Mi juego de los documentos del comité está
en los Archivos de la CG.
38. Mi estudio de 150 palabras importantes en las porciones
en arameo y hebreo en el libro de Daniel llena 108 páginas mecanografiadas.
39. Mi correlación de las profecías de Daniel
7, 8, y 9, y 11-12 llena 14 páginas mecanografiadas.
40. Para mi propia comodidad, escribí (en columnas
paralelas) pasajes claves de las profecías de Daniel en hebreo,
griego (tanto la Septuaginta como el Teodosio), la KJV, y la RSV.
41. Especialmente los primeros cuatro capítulos
de 1 Macabeos, donde encontré veinticuatro puntos de identidad específica
entre el cuerno pequeño de Daniel y la carrera de Antíoco
IV Epífanes. Sin embargo, llegué a la conclusión de
que Cristo asignó el cumplimiento de las profecías de Daniel
a los tiempos del Nuevo Testamento, y de que los escritores del Nuevo Testamento
anticipan casi cuarenta veces el prometido regreso de Jesús durante
su generación. El Capítulo 4, "The Old Testament Perspective
of Salvation History", y el capítulo 12, "The New Testament Perspective
of Salvation History" en el manuscrito de mi libro sin publicar The
Eschatology of Daniel explica todo esto en detalle. Véase la
Nota 131.
42. El capítulo 13 del manuscrito de mi libro sin
publicar The Eschatology of Daniel, "Jewish Interpretation of Daniel",
traza la interpretación judía con algún detalle desde
los tiempos antiguos has los modernos. Para esto, dependí principalmente
del libro de Josefo Antiquities of the Jews and Wars of the Jews,
del libro de Abba Hillel Silver A History of Messianic Speculation in
Israel, y de la obra de Joseph Klausner The Messianic Idea in Israel.
43. El capítulo 14 del manuscrito de mi libro sin
publicar The Eschatology of Daniel, The Sanctuary Doctrine and the
Investigative Judgment, delinea con considerable detalle la interpretación
tradicional adventista de Daniel 8:14.
44. El capítulo 17 de mi Eschatology of Daniel,
"The Heavenly Sanctuary in the Epistle to the Hebrews", explora en considerable
detalle su comentario sobre el ministerio de Cristo en el santuario celestial.
45. Véase la Sección 9, "Fallas en la Doctrina
del santuario".
46. Véase la Sección 14, "Un Remedio Permanente
para el Oscurantismo".
47. Véase la Nota 44.
48. Hebreos 7:27; 10:11-12.
49. Hebreos 2:17-18; 4:14-15; 6:19-20; 7:24-28.
50. Hebreos 7:25; 9:12, 24.
51. Hebreos 2:17-18; 4:14-16.
52. Hebreos 9:28; 10:37.
53. 2 Timoteo 2:15. La hermenéutica bíblica
ha sido el centro de mi estudio por más de cincuenta años,
siendo el capítulo "Principios de Interpretación Bíblica"
en Problemas en Interpretación Bíblica (pp. 79-127) uno de
mis primeros (1953) documentos publicados en esta área. Entre mis
muchos trabajos sobre este tema se encuentran "Hermeneutics: What Difference
Does It Make?" (37 pp.), "Ellen G.White and the Bible" (43 pp.), "The Role
of Biblical Hermeneutics in Preserving Unity in the Church" (18 pp.), y
muchos otros.
54. Véase la Nota 35.
55. El trabajo "Historical Conditioning in the Bible and
the Writings of Ellen G. White" (92 páginas) fue escrito como tarea
por y para el Biblical Research Committee (BRC/BRI).
56. Véase la Nota 35.
57. Véase el capítulo 12 de The Eschatology
of Daniel, "The New Testament Perspective of Salvation History". Los
escritores del Nuevo Testamento anticipan el regreso de Cristo durante
su generación casi cuarenta veces. Véase la Nota 131.
58. Dependí de la tercera edición del libro
de Rudolf Kittel Biblia Hebraica y dos diccionarios hebreos: el
Lexicon de Ludwig Koehler y Walter Baumgartner, en el Veteris Testamenti
Libros, y el Theological Dictionary of the Old Testament, de
G. Johannes Botterweck, Helmer Ringgren, y Heinz-Joseph Fabry, once tomos
del cual están ahora disponibles en inglés.
59. Excepto donde se indica lo contrario, usé la
Revised Standard Version de la Biblia, pero a menudo me referí a
otras traducciones.
60. Dos problemas limitan el valor de la KJV para un estudio
serio: (1) se basó en manuscritos posteriores que habían
acumulado un considerable número de errores de escribas, y (2) varios
cientos de palabras inglesas tienen hoy día un significado diferente
que el que tenía en 1611. The Bible Word Book de Ronald Bridges
y Luther A. Weigle explica varios cientos de palabras inglesas en la KJV
que hoy día son o pasadas de moda o arcaicas.
61. Las notas de pie de página en la Biblia
Hebraica, de Kittel, enumeran numerosas y útiles variantes de
las versiones y traducciones antiguas de la Biblia hebrea.
62. Mis conocimientos del arameo son limitados.
63. Nehemías 8:7-8.
64. De la obra Analytical Concordance to the Bible,
de Robert Young.
65. En hebreo antiguo de Génesis 1:1, la palabra
para "creó" aparece escrita br' (consonantes solamente).
Los masoretas aplicaron vocales para que se leyera bara', "creó".
Con igual razón, podrían haber añadido vocales para
que se leyera bore', y el versículo 1 se leería así:
"Cuando Dios comenzó a crear ...", convirtiendo así al versículo
1 en una cláusula dependiente, y al versículo 2 en la declaración
principal.
66. Véase la Sección 7, que trata de la
analogía de la Escritura. El santuario celestial del Libro de Hebreos
no es una contraparte válida del santuario de Daniel 8:14 porque
los versículos 9-13 lo identifican como el santuario situado en
la tierra "hermosa" (tsebi), Judea. Además, el contexto (8:11-13)
identifica específicamente la razón de que el santuario necesite
"purificación" o restauración a causa de ser pisoteado por
el cuerno pequeño (cf. 11:31).
67. El nombre "Adventistas del Séptimo Día"
fue escogido en 1860, y la Conferencia General se organizó en 1863.
68. Véase la Sección 2, "Ellen G. White
y la Doctrina del santuario". Yo he explorado el sentido de misión
del Adventismo en mi trabajo "El Adventismo en el Siglo Veinte", pp. 6
a 9.
69. En el discurso de despedida de Moisés a Israel
antes de entrar en la tierra prometida (Deuteronomio 28), les describió
las buenas cosas que les ocurrirían si obedecían las instrucciones
de Dios (versículos 1-14), y las desgracias que les sobrevendrían
si desobedecían (versículos 15-68). El argumento de que Daniel
8 y 9 son "apocalípticos" (y por ende supuestamente inmunes al principio
del condicionalismo) ignora el hecho de que, contextualmente, estos pasajes
se aplican específicamente al pueblo hebreo y por lo tanto están
sujetos a las condiciones especificadas en Jeremías 18:7-10.
70. Véase la nota 69.
71. Véase mi trabajo de 49 páginas "The
Adventist Theological Society and its Biblical Hermeneutic".
72. Leyendo uno de los libros de William Miller, descubrí
que el uso erróneo que él hace de manera ininterrumpida
de principios exegéticos comúnmente aceptados era una experiencia
profundamente preocupante.
73. Para las características del método
de texto de prueba, véase la Sección 7.
74. Para una lista de cambios que la iglesia ya ha hecho
en la doctrina del santuario, véase, de Desmond Ford, Daniel
8:14, El Día de Expiación, y el Juicio Investigador,
pp. 115-121 (edición duplicada de Glacier View), pp. 73-88 (edición
impresa).
75. Daniel 9:23, cf. 8:16.
76. Daniel 9:21-23.
77. Daniel 9:24.
78. Cf. Daniel 7:24-25.
79. Daniel 11:45.
80. Daniel 8:17, 26.
81. Daniel 9:22-25.
82. Daniel 2:37-40; 7:3-7; 8:3-8; 11:2-3.
83. Daniel 2:41-43; 7:7-8, 17, 23; 8:8-9; 11:4-5, 25-29,40-43.
84. Daniel 9:25.
85. Daniel 2:44; 7:28; 8:17, 19, 26; 9:24, 27; 11:35,
40.
86. Daniel 7:21, 25; 8:10, 13, 24-25; 9:26; 12:1, 2, 7.
87. Daniel 8:9; 9:36; 11:22, 24, 41.
88. Daniel 8:11, 25; 11:36.
89. Daniel 7:25; 8:11-12; 9:26-27; 11:31; 12:11.
90. Daniel 8:13; 9:27; 11:31.
91. Daniel 8:12-13; 9:27; 11:22.
92. Daniel 7:25; 12:7.
93. Daniel 7:25; 9:27; 12:7.
94. Daniel 8:14.
95. Daniel 9:27; 12:1, 7.
96. Daniel 7:22, 26; 8:25; 9:27; 11:45; 12:11.
97. Daniel 7:22, 27; 8:14; 12:1-3, 13-14.
98. Véase la Nota 35.
99. Enumerado más abajo.
100. Daniel 1:12; 8:26-27; 10:13-14; 11:20; 12:11-12.
101. Como en Levítico 16.
102. Una comparación entre la carrera de Antíoco
IV Epífanes como la describe 1 Macabeos 1-4 y el cuerno pequeño
de Daniel resulta en 24 puntos de innegable identidad. Esto llevó
a los antiguos eruditos judíos a identificarle como el cumplimiento
de las predicciones de Daniel. Sin embargo, las afirmaciones de Cristo
en Marcos 1:15, Mateo 24 (etc.), y como cuarenta veces por los escritores
del Nuevo Testamento sitúan el cumplimiento de Daniel sobre el fin
del tiempo al final de los tiempos del Nuevo Testamento. Véanse
las referencias citadas en las Notas 130 y 131.
103. El concepto profético de día por año
literal fue formulado originalmente por Nahawendi, un erudito judío
karaíta, en el siglo noveno, en un intento por identificar los sucesos
de su tiempo con el cumplimiento de las profecías de Daniel. La
idea de que este "principio" funcionaba con respecto a las setenta "semanas"
de años de Daniel 8 pasa por alto el hecho de que era, en realidad,
una aplicación del antiguo sistema de fechamiento de año
de jubileo, no el pretendido "principio" de día por año.
El antiguo Libro de los Jubileos de los judíos usa este sietema
de fechamiento muchas veces para fechar acontecimientos en la historia
judía. Véase el Capítulo 15, "Jewish Interpretation
of Daniel", de mi libro Eschatology of Daniel para varios ejemplos
relevantes del Libro de los Jubileos. Véase también, de Abba
Hillel Silver, A History of Messianic Speculation in Israel, pp.
52-55, 208; LeRoy Edwin Froom, Prophetic Faith of Our Fathers, tomo
1, p. 713; tomo 2, p. 196.
104. Cf. versículo 11.
105. Versículos 11-12.
106. Versículos 3, 21-23.
107. Versículos 2-6, 27.
108. Daniel 8:16, 26-27.
109. "9:24-27.
110. "9:25.
111. Esdras 7:21-27.
112. "6:13-15.
113. Daniel 9:13-19.
114. "9:17-19.
115. Versículo 24.
116. Versículos 25-27.
117. Versículo 25.
118. Versículo 23.
119. Versículo 24.
120. Cf. Daniel 11:23.
121. Daniel 8:11-13; cf. 9:27.
122. Versículo 27.
123. Daniel 8:23-25.
124. "8:20, 23.
125. Versículo 26.
126. Véase la Nota 35.
127. Mateo 24:44; Romanos 13:12; 2 Pedro 3:11-12.
128. Mateo 24:42.
129. Véase la Nota 35.
130. Mateo 24:1-31; 30:34.
131. PEDRO: 1 Pedro 1:20; 4:17, 27; 2 Pedro 3:11-14. JUAN:
Juan 21:21-23; 1 Juan 2:18; Apocalipsis 1:1, 3; 3:11; 12:12; 22:6, 7, 10,
12, 20. SANTIAGO: Sant. 5:7-9. PABLO: Romanos 13:11-12; 1 Corintios 1:7-8;
7:29; 10:11; Filipenses 3:20; 4:5; 1 Tesalonicenses 3:13; 4:15-17. HEBREOS
1:2; 9:26-28; 10:37.
132. Apocalipsis 1:1, 3; 3:11; 22:6-7, 12, 20.
133. Véase mi trabajo de 82 páginas Adventism
in the Twentieth Century, pp. 34-54.
134. Véase [de R. Allan Anderson] Minutas del Concilio
de Maestros de Biblia, Escuelas Superiores Adventistas del Séptimo
Día, Washington, D. C., Julio 30 a Agosto 25, 1940, p. 32 y [de
L. H. Hartin] Informe del Concilio de Maestros de Biblia, Angwin, California,
Julio 23-31, 1950, p. 74 (en los archivos de la CG).
135. Mi archivo completo de documentos sobre BRF se encuentra
en el Heritage Room de la Biblioteca A la Memoria de James White en la
Universidad de Andrews. (Durante el primer año o los primeros dos
años de nuestras reuniones mensuales los sábados por la tarde
en el Pacific Union College, algunas presentaciones fueron orales solamente,
sin trabajos formales.
136. Para la reunión de 1950, véase la Nota
135.
137. "Tengamos Una Secretaria Asociada para Investigación
Bíblica en la Asociación Ministerial". Yo envié esta
propuesta a LeRoy Froom, fundador de la Asociación Ministerial y
amigo personal mío durante 28 años; R. Allen Anderson, actualmente
director de la Asociación Ministerial; y W. E. Read.
138. "Borrador de Una Propuesta Para Un Instituto Adventista
del Séptimo Día Para Estudios Bíblicos" (14 pp.).
Adjunto a él estaba el trabajo "Veinticinco Años de Estudios
Bíblicos Cooperativos de Tipo Investigativo" (16 pp.), en el cual
revisé los acontecimientos que tuvieron lugar desde 1940 hasta 1966.
El apéndice tenía el propósito de suministrarle información
sobre lo acontecido en el campo de la erudición bíblica adventista
durante su prolongada ausencia.
139. Raymond F. Cottrell, "The Untold Story of the Bible
Commentary", Spectrum, 16:3, Agosto de 1985, pp. 34-51. El Comentario no
identificó a los autores a causa de numerosos cambios editoriales
que se les hicieron a algunas contribuciones. Mi artículo de Spectrum
enumera a todos los colaboradores.
140. Véase la p. 10 de cualquier tomo del Comentario.
141. Entre los primeros "maestros de Biblia" Adventistas,
como se les llamaba en ese entonces a los eruditos bíblicos, en
asistir a universidades "de fuera" estaban: R. E. Loasby, E. C. Banks,
S. H. Horn, W. G. C. Murdoch, E. R. Thiele, L. H. Wood, y A. G. Maxwell.
Ellos tendían a evitar clases en teología como tal, pero
enfocaban su atención sobre temas como idiomas bíblicos,
historia de la antigüedad, arqueología, y cronología.
142. Minutas de la Reunión de Primavera del Consejo
General de abril 4, 1969.
143. En el otoño de 1868, R. H. Pierson invitó
a W. J. Hackett a servir como vice presidente de la CG. Se habían
conocido durante el viaje de campaña de Geociencia de ese verano.
El pastor Hackett me confió que uno de sus principales objetivos
era "limpiar" las facultades de religión de las universidades de
Lma Linda y Andrews.
144. Amigo personal mío, y colega en ese entonces
en la facultad de religión del Southern Adventist College, compartió
esta información conmigo.
145. Véase mi trabajo "Architects of Crisis: A
Decade of Obscurantism", 40 pp.
146. Por ejemplo, W. G. C. Murdoch, S. H. Horn, E. E.
Heppenstall.
147. Durante una conversación personal con W. G.
C. Murdoch, Siegfred H. Horn, y E. E. Heppenstall, por mucho tiempo amigos
personales míos.
148. Véase la Nota 45.
149. En conversación con un amigo personal de mucho
tiempo, en aquel entonces en el círculo interno de la dirigencia
de la ATS. Me confió el hecho de que la ATS fue organizada específicamente
como resultado de la pérdida de influencia de Hassel cuando fue
degradado de la posición de decano en el Seminario Teológico.
150. Mi trabajo, "The Adventist Theological Society and
Its Biblical Hermeneutic", evalúa la historia y los objetivos de
la ATS. La sección sobre hermenéutica de la ATS se basa en
entrevistas personales y publicaciones oficiales de la ATS.
151. Véase la Nota 25.
152. Véase las pp. 49-50 de mi trabajo de 82 páginas
"Adventism in the Twentieth Century".
153. Para la Consulta 1, véase, de Warren C. Trenchard,
"In the Shadow of the Sanctuary", Spectrum, 11:2, 1980, pp. 26-29;
para Consulta II, Alden Thompson, "Theological Consultation II", Spectrum,
12:2, 1981, pp. 40-52.
154. Volumen 1: Selected Studies on Prophetic Interpretation,
174 pp.; Volume 2: Symposium on Daniel, 557 pp.; Volume 3: Doctrine
of the Sanctuary, 238 pp.; Volume 4: Issues in the Book of Hebrews,
237 pp.; Volume 5: 70 Weeks, Leviticus, Nature of Prophecy, 394
pp.
155. Mi trabajo "The Annual Council Statement on Methods
of Bible Study", (5 pp.) anota el hecho de que, después de que el
comité hizo público su informe sobre el BRI, insertó
un preámbulo reiterando los principios hermenéuticos de la
ATS. Como resultado, algunos miembros del comité me dijeron que
habían rehusado firmar con sus nombres aprobando el documento. La
ATS requiere que sus miembros firmen para aceptar.
156. Correspondencia personal con ambos, tanto el anterior
como el nuevo director del BRI (2002) y el presidente de la CG revela el
hecho de que están firmemente comprometidos con la política
hermenéutica de la ATS.
157. Por ejemplo, los Drs. Fritz Guy, Larry Geraty, Sakai
Kubo, e Ivan Blazen (en el Seminario Teológico); y los Drs. Lorenzo
Grant, Edwin Zachrison, y Jerry Gladson (en la Sothern Adventist University).
158. Véase la Sección 8, "Rightly Interpreting
Daniel 8:14".
159. Mateo 25:40.
160. La carta de W. W. Prescott se encuentra en los Archivos
de la CG.
161. Véase la Nota 35.
162. 2 Pedro 3:18.
Mi serie de seis artículos como editor asociado
del Review and Herald durante enero y febrero de 1977 tenían el
propósito de alertar a los Adventistas acerca del mismo debate que
entonces era incipiente en la iglesia, y sobre la posibilidad del mismo
resultado (cisma). Muchos me han dicho que "entendieron el mensaje".