CARTA ABIERTA A NUESTROS
AMIGOS
Y A NUESTRA FAMILIA
GREGORY E. TAYLOR
Ex-Pastor ASD
PARTE II
APÉNDICE: EL VIAJE BÍBLICO
Para comenzar, Paula y yo llevamos
a cabo viajes separados en nuestro estudio. Cada uno tenía puntos
singulares que le preocupaban. Así que tratamos de efectuar nuestro
estudio sin influir el uno en el otro en relación con el resultado.
Le llevaré a usted conmigo en mi ruta. Primero, decidí que
toda la Biblia es Palabra de Dios y es inspirada por Él. Segundo,
traté de poner en su lugar el principio del estudio bíblico
que permite al Nuevo Testamento interpretar el Antiguo, y no al revés.
Ambos son inspirados, pero debe haber mayor énfasis en el Nuevo
Testamento, y he aquí por qué. La palabra Testamento o Pacto
significa lo mismo que voluntad, o algún otro contrato legal. Mi
esposa y yo hemos preparado varios testamentos durante nuestro matrimonio.
Teníamos un testamento antes de tener los niños. Otro después
de que nació nuestro primer hijo. Otro más después
del segundo hijo, y recientemente lo actualizamos. Ahora, si muriésemos
en alguna tragedia, ¿cuál testamento debería seguir
nuestro albacea? Por supuesto, el más reciente o el más nuevo.
Lo mismo ocurre con el Antiguo y el Nuevo Testamentos, o voluntades. Hay
importantes enseñanzas en el AT. Hay mucha historia e información
en segundo plano que nos ayuda a entender mejor a Dios. Pero ir al AT primero
para aplicar la voluntad de Dios en nuestras vidas sería invertir
el orden de las cosas. El NT se escribió para danos una revelación
más plena de la actividad de Dios en la historia humana. Nos da
la más completa revelación de todas, Cristo Jesús.
Puesto que tenemos que aplicar el mensaje de Jesús a nuestras vidas
personalmente como cristianos de este lado de la cruz, las epístolas
se dan específicamente para ese propósito. Por ejemplo, Jesús
vino para cumplir gran parte del sistema judaico. Vino a cumplir algunos
aspectos del Pacto Antiguo o Antiguo Testamento. ¿Cómo sabemos
cuáles son? Los evangelios no lo dicen. Las epístolas sí.
Así que fui primero al Nuevo Testamento (Pacto o Voluntad), y específicamente
a las epístolas, para ver lo que allí se enseña sobre
la aplicación del sábado para los cristianos en la actualidad.
Luego fui a la vida de Jesús para ver si Él había
hecho lugar para una interpretación así en su vida y su ministerio.
Finalmente, regresé al AT para ver si lo que está escrito
allí concuerda con las epístolas y con Jesús sobre
el tema.
El primer texto que estudié
se encuentra en el capítulo dos de Colosenses. Yo estoy usando la
versión King James de la Biblia, y todos los énfasis son
míos. En el libro de Colosenses, Pablo discute una herejía
sincretista que es una mezcla de culto a los ángeles y prácticas
ascéticas. Pero, mezclado con todo ello hay un elemento judaizante
(los legalistas judíos que promovían la ley judía)
que trataba de influir en estos nuevos cristianos. En el pasaje de Colosenses
dos, la atención se centra en la parte judía de la herejía.
Comenzando con el versículo 11, Pablo se concentra en el hecho de
que la circuncisión ha sido reemplazada por el bautismo, así
que la circuncisión ya no se necesita. Luego, señala que
el registro de nuestros pecados es clavado en la cruz tan pronto aceptamos
a Jesús. Finalmente, Pablo discute los dos últimos distintivos
judíos. Nótense los versículos 16 y 17. "Por tanto,
nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta,
luna nueva, o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha
de venir; pero el cuerpo es de Cristo".
Pablo dice que los colosenses no
debían permitir que estos judaizantes les hiciesen sentir culpables
acerca de las leyes alimentarias, o los días de fiesta, las lunas
nuevas, o los días de reposo, porque todo esto es parte del sistema
que prefiguraba o apuntaba a Cristo. Ahora bien, durante toda mi vida en
la iglesia se me enseñó que los días de reposo a los
que se alude aquí eran los sábados ceremoniales de las fiestas
judías, no el sábado semanal. Pero, lo que me asombró
descubrir es que claramente esto NO es así. Esta construcción
se usa durante todo el AT. Pablo está simplemente reiterando una
fórmula que se usaba repetidamente para referirse a todo el sistema
antiguo, incluyendo el séptimo día sábado semanal.
Esta misma construcción se halla repetidamente en orden ascendente
o descendente. No puede haber error en lo que Pablo quería decir.
Los "días de reposo" en esta construcción común en
el AT siempre se refieren al sábado semanal. Tratar de hacer que
este pasaje de Colosenses se refiera a los sábados festivos ceremoniales
ignora esta construcción.
Primero que todo, el libro de Levítico,
en el capítulo 23, menciona todas las fiestas religiosas. Al principio
de la lista está el séptimo día sábado. Luego
se mencionan las otras fiestas. Ahora leamos 1 Crón. 23:31: "Y para
ofrecer todos los holocaustos a Jehová los días de reposo,
lunas nuevas y fiestas solemnes ...", debían ocuparse de las necesidades
de los sacerdotes y del tabernáculo. Es claro que esto se refiere
a las fiestas solemnes semanales y mensuales. 2 Crón. 2:4 dice esencialmente
lo mismo. (Véase también Neh. 10:33; Oseas 2;11; Eze. 45:17).
La misma construcción se usa durante todo el NT. Se incluyen los
sábados semanales y mensuales, y las fiestas solemnes, y algunas
veces las fiestas anuales o los años sabáticas. Algunas veces
se invierte el orden, pero se aplica el mismo principio.
Es claro que los "sábados"
a los que se alude en Col. 2:16,17 se refieren al séptimo día
sábado. Sería redundante y totalmente fuera de lugar literario
que esto se refiriese a las fiestas solemnes. El texto diría así:
"Nadie os juzgue en fiestas solemnes, lunas nuevas, o fiestas solemnes".
Eso no tendría sentido. Hasta Samuele Bacchiocchi (escritor sabadista)
reconoce que esto es así. "Él está de acuerdo en que
la referencia aquí es al sábado semanal, aunque continúa
diciendo que aquí no se está discutiendo la correcta observancia
del sábado, sino que es la perversión de la observancia del
día a lo que se alude.
El claro problema bíblico
de la teoría de Bacchiocchi es que el texto describe estos sábados
y fiestas como "sombra de lo que ha de venir", que "el cuerpo es de Cristo".
Estos días religiosos, incluyendo el sábado, eran símbolos
que apuntaban a Jesús. Eran prefiguraciones tipológicas de
Jesús. ¿Cómo podría la perversión de
un símbolo ser sombra o prefiguración de Cristo? La traducción
más razonable del texto es que el sábado semanal está
incluido en el sistema ceremonial/sacrificial ¡que fue CUMPLIDO EN
CRISTO! Ninguna otra explicación tiene sentido para mí. Ninguna
otra interpretación hace justicia al contexto o a la construcción
del AT.
Cuando leí esto por primera
vez de la manera en que Pablo se proponía que se leyese, ¡no
podía creer lo que estaba leyendo! ¡Aquí Pablo estaba
haciendo una afirmación transicional radical! ¿El sábado
cumplido en Cristo? ¿Podía ser esto cierto? Más preguntas
me vinieron a la mente. ¿Y los Diez Mandamientos? ¿No son
eternos? ¿Y no existe el sábado desde la creación?
Tenía tantas preguntas. Tenía que investigar todo esto.
La siguiente parada fue el libro
de Gálatas, en que Pablo se refiere nuevamente al sábado
en su mordaz reprimenda por la herejía judaizante que había
amenazado a la iglesia de Galacia. Aquí Pablo explica el propósito
de la ley a estos creyentes gentiles. Para empaparnos del argumento que
él está usando, tenemos que regresar a Gál. 3:16,
17.
"Ahora bien, a Abraham fueron hechas
las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase
de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo. Esto,
pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la
ley que vino cuatrocientos treinta años después, no lo abroga,
para invalidar la promesa".
Lo que Pablo dice es que el pacto con
Abraham fue hecho antes de la ley. Y fue hecho teniendo a Cristo en mente.
Continuemos con el versículo 18.
"Porque si la herencia es por la ley, ya no es
por la promesa; pero Dios la concedió a
Abraham mediante la promesa.
Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue AÑADIDA a
causa
de las transgresiones, hasta que viniese
la simiente a quien fue hecha
la promesa".
Pablo dice que la ley fue añadida
mucho tiempo después de las promesas hechas a Abraham, hasta que
viniese Cristo. Hubo un definido PRINCIPIO y un definido FINAL de la Ley.
Es crucial que esto se entienda para seguir el argumento de Pablo. Ahora
nótense el versículo 23 y los siguientes.
"Pero antes que viniese la fe, estábamos
confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada.
De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin
de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no
estamos bajo ayo".
Pablo continúa su discusión,
terminando el capítulo tres con la famosa afirmación del
versículo 29. "Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje
de Abraham sois, y herederos según la promesa". Lo que Pablo dice
es que la promesa de Cristo vino ANTES de la Ley. Es independiente de la
Ley. La Ley fue AÑADIDA para mostrarnos nuestra necesidad de Cristo.
La ley fue nuestro tutor para llevarnos a Cristo, para que pudiésemos
ser justificados por la FE. Pablo señala claramente que la Ley era
una institución TEMPORAL para mostrarnos nuestra necesidad de Cristo.
Pero, cuando aceptamos a Jesús, quedamos bajo el pacto que existía
antes de la circuncisión y antes de la Ley, el pacto con Abraham.
¡Ahora el cristiano está junto con el justo Abraham, heredero
de la promesa, evitando la era entera de la Ley! ¡Yo nunca antes
había visto el significado de este pasaje! Tuve que leerlo y releerlo.
Invito al lector a que se siente, abra su Biblia en el libro de Gálatas,
y lea y digiera esto usted mismo. ¡El mensaje es tan poderoso y liberador!
Además, prepara el terreno para que se entienda el resto del libro.
En el capítulo cuatro, Pablo
continúa su argumento discutiendo lo absurdo de regresar a los "rudimentos",
o los "débiles y pobres rudimentos" lo cual, en contexto, es una
clara referencia a regresar a una vida basada en la ley. Luego, en los
versículos 9-11, dice lo siguiente:
"Mas ahora, conociendo a Dios, o más
bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis
de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis
volver a esclavizar? Guardáis los DÍAS, los MESES, los TIEMPOS,
y los AÑOS. Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con
nosotros".
Al leer este pasaje, apenas podía
creer lo que veía. Lo había leído muchas veces antes,
pero nunca lo había entendido. Esta vez las palabras parecían
saltar de la página hacia mí, de modo muy parecido a los
"cuadros ocultos" que mencioné en la porción de la carta.
¿Podía Pablo haber sido más claro? Conociendo el patrón
de los días de fiesta religiosos en el AT, de repente se me hizo
claro qué era lo que se disputaba aquí. Los judaizantes habían
estado enseñando a estos nuevos cristianos que tenían que
guardar los días de reposo y el resto de las fiestas como parte
de su entrega a Cristo. Los días, los meses, los tiempos, y los
años siguen el mismo patrón del sistema de fiestas judío,
que incluían el sábado. Los judaizantes estaban diciéndoles
a los gálatas que TENÍAN que guardar el sábado y las
otras fiestas. Pablo dice claramente que NO ES NECESARIO que los cristianos
observen estas fiestas. Pablo dice que hacerlo podría ser PELIGROSO
para la madurez de ellos como cristianos. Dice que estas cosas NO tienen
valor porque la ley era una institución temporal. ¡Los cristianos
son aceptados sobre la base del cumplimiento de la ley por parte de Jesús
y tratados como descendientes de Abraham antes de la ley! El mensaje de
Gálatas literalmente pareció cobrar vida para mí.
¡De pronto, aquellos pasajes difíciles de entender tenían
perfecto sentido!
El libro de Gálatas tiene
un solo tema básico de principio a fin. No regresa a la observancia
de la ley, incluyendo el sábado. Aunque hay muchas instrucciones
sobre la vida moral, la apelación nunca es a la ley en Gálatas
ni en ninguno de los escritos de Pablo. Pablo incluye el sábado
con las cosas que ya no son obligatorias, y sí posiblemente peligrosas,
si se les hace parte de la salvación. Pablo enseña claramente
la responsabilidad moral (discutiré esto más adelante), pero
su apelación es a Cristo, no a la ley, viviendo en nosotros.
El siguiente texto que estudié
fue Romanos capítulo 14. Aquí Pablo toma una actitud más
suave. Aquí los judíos y los gentiles están viviendo
uno al lado del otro. Unos están muy preocupados por los alimentos
que podrían haber sido ofrecidos a ídolos, y otros dicen
que los ídolos no existen, así que estas personas comen casi
cualquier cosa. Pero algunos están juzgando la espiritualidad de
los otros basándose en esta conducta. Pablo entra a mediar en la
disputa. Es en este contexto donde aparece la santidad de ciertos días
por encima de los demás. Aquí lo que se discute es la unidad
cristiana, no los requisitos de la salvación, así que él
es mucho más suave. Nótense los versículos 5-6.
"Uno hace diferencia entre día
y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté
plenamente convencido en su propia mente. El que hace caso del día,
lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para
el Señor no lo hace".
Nuevamente, Pablo hace la misma afirmación,
aunque en un lenguaje mucho más suave, de que lo sagrado de los
días ya no es importante para los cristianos. Mientras la gente
esté completamente persuadida en sus propias mentes, Pablo no tiene
ningún problema con ello. Pero ésta no debe ser un área
en que se juzgue a los demás. Como hemos visto antes, el sábado
jamás debe confundirse con la salvación de una persona. De
nuevo, Pablo afirma que el sábado no es un tema en disputa para
los cristianos del NT. Sus instrucciones tienen fuertes implicaciones para
aquéllos de nosotros que, en el pasado, habíamos hecho del
sábado una "verdad salvadora", y algo por medio de lo cual habíamos
juzgado la "lealtad" de los demás. Tuve que reconsiderar seriamente
algunas de las cosas que yo mismo había enseñado en el pasado.
Como punto siguiente en mi estudio,
fui a Hebreos, capítulos tres y cuatro. No hay ni tiempo ni espacio
para hacer un estudio completo de ninguno de estos pasajes, pero sería
de ayuda leer estos pasajes antes de leer mis comentarios. Noté
que la palabra "hoy" se usa cinco veces. También noté que
los hijos de Israel no entraron en el reposo de Dios a causa de su incredulidad.
Reposaban el sábado cada semana en el desierto porque, si no lo
hacían, habrían sido ejecutados por quebrantar el sábado.
Pero no entraron a causa de su INCREDULIDAD. Aunque Josué les llevó
a la tierra prometida, todavía no entraron en el reposo. Nótese
el versículo 3 del capítulo 4.
"Pero los que hemos CREÍDO entramos
en el reposo ..." (esta es la clave de este pasaje. Entrar al reposo de
Dios es una cuestión de creer en Jesús). (ver. 6). "Puesto
que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero
se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia,
otra vez determina un día: HOY, diciendo después de tanto
tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis HOY su voz, no endurezcáis
vuestros corazones, porque si Josué les hubiera dado el reposo,
no hablaría después de otro día. Por tanto, queda
un reposo (sabbatismos en griego significa sábado, reposo) para
el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su reposo, también
ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas".
El autor de Hebreos dice que los que
creen en Jesús participan en un reposo sabático. ¡El
momento de entrar en ese reposo es un día llamado HOY! Cinco veces
en el pasaje se repite la palabra Hoy. El reposo sabático que se
nos ofrece en Cristo es una experiencia de "Hoy"; hoy y cada día,
al confiar nosotros en la justicia de Cristo y reposar de cualquier confianza
en nuestras propias obras. Aquí el NT indica nuevamente que el sábado
es una institución CUMPLIDA. Aquí vemos que Jesús
es nuestro reposo sabático. Cuando confiamos en Él por fe,
¡experimentamos el reposo sabático cada día de nuestras
propias vidas! ¡Qué hermoso concepto! Jesús es su sábado
y mi sábado cuando confiamos en Él diariamente. Mis ojos
estaban comenzando a ver una perspectiva que jamás habían
visto antes.
Algunos han tratado de convertir
este texto en una razón para una continuada observancia del sábado,
pero esto ignora el contexto del pasaje. También pasa por alto el
contexto mayor del libro de Hebreos. El libro entero está dedicado
a mostrar la superioridad de Cristo por encima de todo el sistema del Antiguo
Testamento. Por ejemplo, Hebreos uno subraya la superioridad de Cristo
por encima de todas las Escrituras del AT. (1:1-3). En el versículo
cuatro y los siguientes, se muestra cómo Cristo es superior a todos
los ángeles. En el capítulo tres, se le ve como superior
a Moisés; en los capítulos 5-7, es superior a todos los sacerdotes
al introducir un nuevo orden, el de Melquisedec. En los capítulos
8-10, Cristo es un santuario/templo mejor, un sacrificio mejor, un pacto
mejor. El libro entero de Hebreos habla de que Jesús es mejor que
todo el sistema de pacto del AT, y el cumplimiento de él. Tratar
de decir, en mitad de este tema, que el sábado es un día
obligatorio para los cristianos es no ver, no sólo el contexto de
los capítulos 3-4, sino el contexto mayor del libro. El punto lógico
que el escritor está demostrando es que, no sólo ES JESÚS
UN MEJOR SÁBADO que el antiguo reposo literal de un día cada
semana, sino que ¡ÉL ES NUESTRO REPOSO HOY Y CADA DÍA
AL CONFIAR NOSOTROS EN ÉL! Él es el verdadero templo, la
verdadera Pascua, la verdadera ley, ¡el VERDADERO SÁBADO!
Al comenzar a estudiar todo esto, mi corazón ardía dentro
de mí al comprender la importancia de Jesús en este libro.
Los pocos pasajes siguientes de
Hebreos sólo subrayan lo que el estudio me había enseñado
hasta ese momento, pero aclararon aún más lo que el NT dice
sobre lo que pasa del AT al NT. Nótense algunos de estos pasajes
seleccionados de Hebreos 8-10. Por favor, no me crea a mí en relación
con todo esto. Tome su propia Biblia y estudie usted mismo lo que se dice
aquí. Estudie el contexto y los versículos intercalados en
mis selecciones para ver si estas cosas son así. Comencemos con
el capítulo 8 inmediatamente después de la frase en el versículo
cinco que se refiere al sistema del templo como "sombra de las cosas celestiales"
(es interesante la similitud con Col. 2:16-17). Observe el versículo
seis.
"Pero ahora tanto mejor ministerio es
el suyo, cuanto es mediador de un MEJOR PACTO, establecido sobre mejores
promesas. Porque si aquél primero hubiese sido sin defecto, ciertamente
no se hubiera procurado lugar para el segundo".
V. 13. "Al decir, Nuevo pacto, ha dado por VIEJO
al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo
a desaparecer".
9:15. "Así que, por eso es mediador de
un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de
las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados
reciban la promesa de la herencia eterna".
10:1. "Porque la ley, teniendo la sombra de los
bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los
mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer
perfectos a los que se acercan".
10:9. "... Quita lo primero, para establecer esto
último".
Insto a los que leen mis reflexiones
a tomarse un tiempo para sumergirse en la enseñanza de Hebreos 8-10.
Hay mucha substancia en estos capítulos. Ahora sigamos a mi siguiente
parada, II Cor. 3:6 ss.
"El cual asimismo nos hizo ministros
competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu;
porque la letra mata, mas el espíritu vivifica. Y si el ministerio
de muerte GRABADO CON CON LETRAS EN PIEDRAS fue con gloria, tanto que los
hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés
a causa de la gloria de su rostro, la cual había de PERECER ...".
Al estudiar estos pasajes, me convencí
de que había tenido lugar un cambio radical en el acontecimiento
de la cruz. Mucho más grande de lo que yo había entendido
antes. Comencé a ver que la pared divisoria de hostilidad que Cristo
derribó, a la que se alude en Efesios 2:11-19, sí abarcaba
toda la ley, incluyendo las leyes específicas que separaban a los
judíos de los gentiles. El sábado, las fiestas solemnes,
las leyes sobre alimentos limpios e inmundos, el sistema de sacrificios,
la circuncisión, todo ello fue cumplido en Jesús. Por lo
tanto, Cristo ha hecho realmente de todos los creyentes uno en Sí
mismo.
Otro pasaje que examiné fue
Hechos 15. En Hechos 15, encontramos que los dirigentes de la iglesia se
reunieron en Jerusalén para decidir cuáles leyes eran obligatorias
para los cristianos gentiles. Había quienes (los judaizantes) enseñaban
que, a menos que una persona se "circuncidara de acuerdo con la ley de
Moisés, no podría ser salva" (15:1). Estos judaizantes, de
la secta de los fariseos, que se habían convertido al cristianismo,
estaban imponiendo a todos los nuevos conversos el requisito de la circuncisión
y la observancia de la ley de Moisés. Pablo y Bernabé eran
inflexibles en el sentido de que tales requisitos no deberían ser
impuestos a los nuevos creyentes. Pedro concordó con ellos, y dijo
(v. 10.11): "Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios,
poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nosotros
ni nuestros padres hemos podido llevar?" Y continúa señalando
que somos salvos por gracia, no por la ley.
En este punto, es necesario subrayar
el hecho de que la circuncisión era la señal de entrada para
convertirse en judío. Una vez que se era circuncidado, se estaba
obligado a guardar toda las leyes. Esto incluía el sábado,
que era la señal continuada de lealtad al pacto antiguo, como pronto
veremos. Obviamente, la señal de la circuncisión no era claramente
visible a menos que los hombres estuviesen en el vestidor de un gimnasio,
pero la señal continuada del sábado era muy obvia, y tanto
hombres como mujeres participaban de esta señal. La no observancia
del sábado podía castigarse con la muerte. (Ex. 31:14). Sin
embargo, la señal del sábado no se esperaba de los que no
eran judíos oficialmente. La circuncisión era un requisito
previo para entrar en la comunidad judía. Una vez que uno era circuncidado,
estaba obligado a guardar el resto de la ley, incluyendo el sábado.
Las leyes relativas al sábado
incluían no llevar ninguna carga, no encender fuego, no viajar,
y por supuesto, no hacer ningún tipo de trabajo. Esto debía
aplicarse a los judíos y también a los extranjeros dentro
de las puertas de la ciudad o en los hogares judíos. No era aplicable
a los extranjeros que "moraban entre ellos". Sólo a los que estaban
dentro de las puertas se les requería que guardasen el sábado.
Había también leyes alimentarias, y las leyes de impureza,
todo lo cual era parte de este sistema, y marcaban a los judíos
como distintos del resto del mundo que les rodeaba. Es claramente a estos
requisitos a los que se refería Pedro como una carga demasiado pesada.
En Hechos 15, los dirigentes de
la iglesia encontraron una solución. Decidieron no imponer a los
nuevos conversos ninguna de las leyes específicas que eran parte
del sistema de pacto del judaísmo. No exigieron la señal
de entrada, así que el resto de las leyes tampoco se aplicaron,
del mismo modo que nosotros no exigimos que alguien que no haya sido bautizado
siga todas las directrices de una iglesia en particular. Las leyes cuya
obediencia sí requerían tenían su origen en el pacto
con Noé (véase Gén. 6-10, que incluía culto
al verdadero Dios, y evitar cosas estranguladas, el consumo de sangre,
y la inmoralidad sexual). Todo esto era considerado por los judíos
en todas partes como obligatorias para TODO HOMBRE, puesto que el pacto
fue con Noé. Levítico 17-18 expande esto y define lo que
se quiere decir con estas leyes. En cada caso, se explica en Lev. 17-18
que son obligatorias para "el extranjero que mora entre vosotros". (Nótese
la clara distinción entre este grupo y "el extranjero que está
dentro de tus puertas"). Nótese también en Hechos 15:20 que
estas leyes SON consideradas obligatorias para los nuevos conversos, siendo
la razón que había judíos en cada ciudad que leían
la ley de Moisés cada sábado, y esperaban que alguien que
temía al Señor, aunque no fuese parte de la comunidad de
judíos circuncidados y observadores del sábado, siguiera
estas directrices. ¿Por qué? Porque los judíos creían
que estas leyes eran requisitos universales basados en el pacto con Noé.
Para que cualquier judío respetase a un cristiano, el creyente tenía
que ser visto por lo menos como obediente a las leyes de Noé. De
aquí que el concilio de la iglesia primitiva decidiese requerir
de todos los cristianos el cumplimiento de las estipulaciones del pacto
con Noé, pero no requiriesen obediencia a las leyes mosaicas. La
decisión se repitió nuevamente en la carta dirigida a las
iglesias gentiles en los vers. 28-29. El resultado fue gran regocijo en
la iglesia.
Lo que aparecía claro a medida
que yo estudiaba era que el sábado NO era uno de los requisitos
estipulados para estos nuevos creyentes. Es más, el argumento que
han avanzado algunos (y que yo acostumbraba promover) simplemente no encaja.
La objeción afirma que, puesto que no había ningún
gran debate acerca del sábado en la iglesia primitiva y se dice
mucho sobre la circuncisión, el sábado debe haber sido un
requisito todavía. Si la circuncisión era tan importante,
¿no debería haber sido el sábado aun de mayor importancia?
En realidad, no. Donde no había entrada a la comunidad judía
por medio de la circuncisión, no había ningún requisito
de la observancia del sábado. La señal de entrada venía
primero. La señal continuada no tenía importancia si la señal
inicial no estaba presente.
Otro argumento que he escuchado,
y que yo mismo usé en una ocasión, es el hecho de que Pablo
acostumbraba ir a la sinagoga el sábado. Esto debe significar que
él creía que el sábado todavía era obligatorio.
¿No es verdad? No necesariamente. El problema con este argumento
es que no toma en cuenta el MOTIVO por el cual Pablo estaba allí.
Pablo acostumbraba ir a la sinagoga a EVANGELIZAR a los judíos.
Quería ir a los judíos primero (Rom. 1:16) cada vez que iba
a una nueva ciudad. Les enseñaba allí hasta que era expulsado,
y luego se reunía con los gentiles.
Otro argumento que a menudo se invoca,
especialmente en círculos Adventistas, es la totalidad del escenario
de Apocalipsis enseñado por la iglesia Adventista. Según
este punto de vista, porque el sábado era el sello o señal
del pacto antiguo (véase Éx. 31:12-18), debe ser, por tanto,
el "Sello de Dios" en Apocalipsis. Así que muchos llegan a la conclusión
de que el sábado tiene que ser la prueba final de lealtad para toda
la humanidad. Esta posición también subraya Apoc. 12:17,
que describe a la iglesia remanente como guardadora de los mandamientos
de Dios y poseedora del testimonio de Jesús. Hay un par de problemas
con esta conclusión. Primero, el NT en ninguna parte llama al sábado
el sello de Dios. En realidad, el sello de Dios en el NT es el Espíritu
Santo. (Véase Efe. 1:13-14; Efe. 4:30; 2 Cor.1:22). Ignorar esta
clara enseñanza es no ver el propósito entero de lo que Apocalipsis
está tratando de decir. Segundo, la palabra que Juan usa para mandamientos
(entole', en griego) nunca es usada en los escritos de Juan para referirse
a los Diez Mandamientos en particular. Cuando Juan habla de la Ley en general
o de los Diez Mandamientos en particular, siempre usa la palabra griega
para ley, "nomos". Cuando Juan usa "entole", lo hace en conjunción
con las instrucciones de Jesús para el amor práctico de los
unos por los otros. Así que el versículo de Apoc. 12:17 se
traduce al español (en armonía con el uso de entole´
por parte de Juan) como "los que se aman entre sí verdaderamente,
y hablan al mundo acerca de Jesús". Esto encaja perfectamente con
el motivo de Sello de Dios en Apocalipsis también. Según
Juan 13-16, el Espíritu Santo es otro Consolador. Él vive
en nosotros y nos guía. Él es el JESÚS QUE MORA en
nuestras vidas. El sello de Dios en los últimos días representa
a los que andan personalmente con Jesús todos los días por
medio del Espíritu Santo. Esto es lo que significa ser sellado.
Es el mismo mensaje de Hebreos 3-4. Cuando reposamos en Jesús hoy
y todos los días, Él es nuestro sábado. ¡El
Espíritu es la garantía de nuestra herencia! (Efe. 4:14).
Resumiendo, el sello de Dios es Jesús viviendo en nosotros por medio
del Espíritu Santo. A su vez, la marca de la bestia sería
aquéllos que deciden NO creer, los que rehusan aceptar el don de
la gracia, que rehusan reposar en Jesús, y más bien deciden
depender de otro camino. Los que deciden depender de sus propias obras
en vez de confiar en el Hijo unigénito de Dios, tienen la marca
de la bestia.
Pasé un tiempo considerable
en la sección de aplicaciones (las Epístolas) del NT. Se
ve claro que no hay ningún requisito obligatorio continuado para
guardar el sábado. Lo que se anuncia a voces en las epístolas
del NT es que Jesús cumplió el sábado. Por lo menos,
el significado del día ha sido desenfatizado. NO debe usarse como
punto divisorio o mandamiento obligatorio para los cristianos gentiles.
No debe verse como una prueba de lealtad. En su lugar, un andar diario
con Jesús por medio del Espíritu Santo es el nuevo SELLO
o la nueva PRUEBA.
La siguiente pregunta que yo tenía
que hacer era : "¿Qué enseñó Jesús sobre
el sábado y qué importancia le dio?" Recordé que Jesús
vino bajo la ley para obedecer la ley perfectamente (Gál. 4:4-5),
así que tuvo que vivir bajo todos los requisitos de la ley. Al mismo
tiempo, yo necesitaba ver si él enseñó y vivió
de tal manera que preparó el escenario para un tema de cumplimiento
o enseñó una teología de continuidad. Comencé
por Mateo 5:17. Jesús dice:
"No penséis que he venido para
abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para
cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra,
ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya
cumplido".
A primera vista, este texto parece
indicar que la teoría de la continuidad es correcta en la enseñanza
de Jesús. Pero un examen más de cerca revela lo contrario.
Primero, nótese la frase: "La ley y los profetas". Jesús
no se está refiriendo específicamente a los Diez Mandamientos
aquí. Está usando la palabra "nomos", para referirse a todos
los cinco libros de Moisés. "Los profetas" se refiere al resto del
Antiguo Testamento. Si ni una "jota" ni una "tilde" pueden pasar de la
ley, no debemos mezclar un tipo de tela con otro, tenemos que ejecutar
a los violadores del sábado, y no debemos tener relaciones sexuales
con nuestras esposas sino por lo menos siete días después
de que termina el período de la mujer. Tenemos que sacrificar animales,
y todo lo demás. Dicho sea de paso, ustedes los vegetarianos no
pueden mezclar productos lácteos con carne de res. (Un Big Mac es
pecado). Si usted toca un cuerpo muerto, debe quedar en cuarentena. Todas
las fiestas religiosas todavía se aplican. ¿Es eso lo que
Jesús está diciendo? ¡NO! Descubrí que la palabra
clave para entender este pasaje es la palabra "CUMPLIDO". Jesús
está diciendo que no puede ignorarse ninguna parte de la ley, ni
siquiera el más pequeño signo, aunque pasen el cielo y la
tierra. Usted no puede hacerlo, ni enseñar a otros a hacerlo, hasta
que todo se haya CUMPLIDO.
Si usted sigue leyendo, verá
que la palabra "cumplido" se repite una y otra vez en el libro de Mateo
y los otros evangelios. Consígase una concordancia abarcante y compruébelo.
He aquí algunos ejemplos. Mat. 1:22-23 se refiere al cumplimiento
de la profecía sobre el embarazo de la virgen. Mat. 2:15 discute
la profecía de que sería llamado de Egipto. Mat. 8:17 trata
de la profecía cumplida relativa a su ministerio de sanidad. La
lista sigue y sigue. Finalmente, en Juan 19:28 encontramos estas palabras:
"Después de esto, sabiendo Jesús
que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese:
Tengo sed. Y estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos
empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un hisopo, se
la acercaron a la boca. Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo:
Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, expiró".
Jesús no vino a destruir, sino
a "CUMPLIR". Este tema de cumplimiento encajaba perfectamente con lo que
yo había aprendido hasta ahora en la sección de aplicaciones
del Nuevo Testamento. Así que continué a la sección
siguiente. En Mat. 11:28-30, Jesús dice de sí mismo que es
quien proporciona descanso. "Venid a mí todos los que estáis
trabajados y cargados, y yo os haré descansar". Inmediatamente después
de esta afirmación, entramos en los debates sobre el sábado.
Léase Mat. 12:1-8 y luego nótense los puntos siguientes.
Jesús camina con sus discípulos por los sembrados, ellos
comen algunas espigas, y son detenidos por la patrulla religiosa por estar
trabajando en sábado. Esta no era una infracción del código
mosaico, sólo de algunas tradiciones rabínicas, pero es interesante
ver cómo contesta Jesús las acusaciones. Primero les cuenta
la historia de David y cómo él, el futuro rey ungido, pidió
comer del pan de la proposición del santuario. Esto no era legal,
pero, como era una diligencia del rey, lo hizo sin ser culpable. La pregunta
que yo me hice fue: "¿Qué tipo de ley estaba violando David?
¿Una ley moral, o una ley ceremonial?" Una ceremonial, por supuesto.
David no estaba exento de las leyes morales. Sabemos que, cuando quebrantó
el séptimo mandamiento, tuvo que pagar un alto precio. Luego, en
el versículo 5, Jesús les recuerda a los fariseos que los
sacerdotes en el templo pueden violar el sábado mientras llevan
a cabo sus deberes sacerdotales. Ahora me pregunté nuevamente: "¿Bajo
qué categoría de mandamientos cae este oficio sacerdotal?"
El sistema sacerdotal cae claramente bajo el sistema ceremonial. ¿Estaban
los sacerdotes exentos de los mandamientos morales? ¿Podían
mentir, engañar, robar, cometer adulterio? Por supuesto que no.
Finalmente, salté a Juan 7:22-23 por un momento. Allí Jesús
les dice a sus acusadores que la ley de Moisés relativa a la circuncisión
tiene prioridad sobre el sábado. Si sucedía que el día
en que una persona debía circuncidarse caía en sábado,
la circuncisión se efectuaba. Ahora me pregunté otra vez:
"¿En qué categoría de la ley aparece el sábado
en cada uno de estos escenarios?" ¡En la ceremonial! En cada uno
de los casos, la ley ceremonial "le gana" al sábado. ¿Entonces,
en qué categoría coloca esto al sábado? ¡La
ceremonial, por supuesto! Jesús les está diciendo a sus acusadores:
"Si David pudo comer el pan de la proposición (quebrantando una
ley ceremonial), si los sacerdotes podían hacer trabajo en el templo
en sábado, si la circuncisión podía efectuarse en
sábado, entonces el Ungido, el Hijo del Hombre, es ciertamente Señor
del sábado". Está por encima de estas leyes ceremoniales.
Tengo que admitir que este descubrimiento
me afectó profundamente. Jesús incluía claramente
el sábado en las cosas que ahora sabemos eran sombra de lo que habría
de venir. Jesús incluía el sábado en el sistema ceremonial.
Preparó el terreno para Colosenses 2:16-17. Se autodenominó
DADOR
DE DESCANSO, y SEÑOR DEL SÁBADO. Esto encaja perfectamente
con lo que encontramos en Col. 2:16-17. En Marcos 2:27, Marcos añade
otra afirmación. "El sábado fue hecho para el hombre, no
el hombre para el sábado". Algunos eruditos Adventistas dicen que
esto significa que el sábado fue establecido en la creación
y que, por lo tanto, es un deber y una obligación moral para todos
los tiempos. Pero el problema con esa interpretación es que la lingüística
no la apoya. Jesús no está haciendo una afirmación
universal aquí. Está diciendo básicamente que el sábado
fue hecho para el hombre, no al revés. El contexto enseña
claramente que el sábado no está en la categoría de
los deberes morales. Está incluido con el sistema temporal o ceremonial.
Esta verdad, del corazón mismo de las enseñanzas de Jesús
sobre el sábado, verdaderamente abrió para mí un nuevo
paradigma. Yo siempre había estudiado estos pasajes con la idea
de demostrar que el sábado tenía que ser el día del
Señor (y que, por lo tanto, la afirmación de Apoc. 1:10 sobre
el día del Señor debía referirse al sábado,
no al domingo). Mientras hacía esto, no veía el claro mensaje
del pasaje. Jesús estaba claramente preparando el escenario para
una teología de cumplimiento.
Una observación más.
El pasaje de Mateo comienza con Jesús diciendo que Él proporciona
descanso. El relato de Marcos comienza con esta afirmación en Mar.
2:22: "Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino
nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero
el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar". En el relato de Lucas de
la misma historia, se usa la misma introducción. (Luc. 5:36-39)
Jesús está diciendo, y los escritores de los evangelios lo
entendieron así, que no es posible aferrarse al sistema antiguo
y al mismo tiempo hacer lugar para el verdadero reposo, Cristo Jesús.
Uno u otro tendrá que quedar fuera. No. Jesús no dice directamente
que el sábado ya no sería un tema obligatorio en la nueva
era, pero sí lo respalda plenamente con lo que enseña y lo
que establece como modelo. Él apunta claramente a Sí mismo
como el cumplimiento y nos advierte contra permitir que la forma nos impida
ver el verdadero reposo, Jesús mismo.
Otra ilustración de los evangelios
que me impactó porque nunca antes la había visto está
en Lucas 4:16. Para establecer el antecedente, es esencial conocer el sistema
sabático del AT. El sistema se describe comenzando en Levítico
23. La descripción comienza con los sábados semanales, que
apuntan a las fiestas mensuales y anuales, que a su vez señalan
a los años sabáticos, que apuntan al sábado último,
el año de jubileo. Después de que se celebraba el séptimo
año sabático, el quincuagésimo año, o año
número 50, debía ser un año de jubileo, en que toda
la tierra debía ser devuelta a sus dueños originales, todos
los esclavos debían ser liberados, y todos los siervos bajo contrato
debían ser considerados libres de deudas. Era un año de libertad.
Es a este jubileo al que se hace referencia en Isaías 61:1-2, aludiendo
al Mesías venidero. Él debía entronizar el Jubileo
final. Ahora, con este antecedente, observe lo que dice Lucas 4:16ss:
"Vino a Nazaret, donde se había
criado; y en el día de reposo entró a la sinagoga, conforme
a su costumbre, y se levantó a leer. Y se le dio el libro del profeta
Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde
estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí,
por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado
a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los
cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a
predicar el año agradable del Señor. Y enrollando el libro,
lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga
estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido
esta Escritura delante de vosotros".
Jesús no sólo afirmaba
ser el Mesías de esta declaración, sino que ¡se llamó
a sí mismo el JUBILEO! ¡Jesús se llamó a sí
mismo el SÁBADO FINAL! Afirmaba ser el Mesías y el sábado
personificado. ¡La gente sabía exactamente lo que estaba afirmando!
Trataron de matarle por ello. ¿Puede Jesús ser más
claro acerca de quién es Él? ¡El sábado es una
persona!
Me emocioné aún más
al leer los versículos y los capítulos que seguían.
Jesús echa fuera demonios, sana enfermos, limpia leprosos, y perdona
pecados, ¡todas ellas actividades del jubileo! Finalmente, el segundo
sábado, pasa por los sembrados recogiendo y comiendo granos de trigo
cuando los fariseos aparecen. ¡Jesús está haciendo
lo que es parte de las instrucciones sobre cómo debía comer
la gente durante el año de jubileo! ¡Comer de los sembrados!
Al leer todas estas cosas sentí como si una venda estuviese cayendo
de mis ojos. Vi a un Jesús que claramente está reclamando
para sí ser el sábado personificado, el Proporcionador de
Descanso, el que vino a cumplir la ley.
Finalmente, la historia de la transfiguración
comenzó a tener nuevo significado para mí. Usted recuerda
cómo se aparecieron Moisés y Elías en la cima del
monte con Jesús y cómo Él se transfiguró. Siempre
creí que esta era una pequeña imagen del reino, pero se me
escapó una declaración importante que hacía Dios.
Para la gente de aquellos días, Moisés representaba la Ley,
los cinco primeros libros. A menudo, se hacía referencia a la ley
simplemente como a Moisés. Según los judíos, el profeta
más importante del AT era Elías. Para ellos, Elías
representaba a los profetas. Luego, Pedro sugiere que todos ellos permanezcan
allí y construyan refugios para estar juntos. En esencia, Pedro
está diciendo que Elías, Moisés y Jesús están
todos al mismo nivel. De pronto, "una nube de luz los cubrió ...
Una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual
tengo complacencia; a él oíd" (Mat. 17:5). Por supuesto,
los discípulos está aterrados, pero después de un
momento, miran hacia arriba, ¿y qué ven? SÓLO A JESÚS.
Yo nunca antes había visto la importancia de esto. Jesús
y la Ley y los Profetas de pie uno al lado de los otros. Dios dice: ¡Escuchen
a mi Hijo! Jesús está asociado consigo mismo. Él es
la más clara revelación de Dios. La Ley y los Profetas tienen
su lugar, pero se vuelven insignificantes al lado de Jesús. En mi
mente, este versículo me ayudó a subrayar la enseñanza
de Gálatas, Romanos, y el resto de las epístolas. Ahora la
autoridad final no es ni la ley ni los profetas, sino Jesús. (Véase
Heb. 1:1-3).
Ahora, después de un estudio
exhaustivo en el NT, estaba listo para regresar al AT. Yo siempre había
creído que el sábado fue establecido en la creación.
Puesto que el sábado era una ordenanza de la creación, debe
haber existido antes de la ley, y debe tener significado universal. Así
que fui a Génesis 2:1-3, donde se registra el fin de la creación.
El versículo 2 dice: "Y acabó Dios en el día séptimo
la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda
la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó,
porque en él reposó de toda la obra que había hecho
en la creación".
"¡Allí está!",
pensé. "El sábado fue establecido en la creación.
Puesto que esto es correcto, ¡el sábado debe ser una institución
eterna!". El problema que pronto quedó en evidencia con esta conclusión
es que hace demasiadas suposiciones. Primero, aquí no se menciona
ninguna tarde ni ninguna mañana. En relación con todos
los otros días de la creación, se menciona una tarde y una
mañana. Y no es que éste no era un día literal, sino
que se da a entender un aspecto continuado de este día. Dios tenía
el propósito de que el reposo que había establecido tuviese
una característica de continuidad. De no haber sido por la entrada
del pecado, habría permanecido como una experiencia diaria. El reposo
habría sido una realidad perpetua. Segundo, no se menciona la palabra
sábado. No se dice que este día fuese un sábado. Tercero,
no era necesario que Adán y Eva reposasen porque todavía
no habían trabajado. Finalmente, no hay registro de que nadie guardase
jamás el sábado desde ese momento hasta que Dios instruyó
al pueblo acerca de él por medio del episodio del maná y,
por supuesto, en en el monte Sinaí. Por otra parte, la institución
del matrimonio en Gén. 2:24, establece claramente el matrimonio
como una ordenanza continuada. Hay mucha evidencia de que fue parte de
la vida en todos los años que siguieron. ¡Pero no se menciona
el sábado durante 2500 años! Lo que aprendí es que
la idea de la ordenanza de la creación tiene algunas serias debilidades.
Así que, si yo iba a ser fiel a lo que el texto dice en realidad,
tenía que reconocer que eran posibles dos interpretaciones: 1) una
ordenanza de la creación de un séptimo día sábado;
o 2) una obra y una celebración consumadas con el propósito
de afectar al mundo todos los días de allí en adelante.
No encontramos que el sábado
se mencione nuevamente sino hasta Éxodo 16:23. Por medio del espisodio
del maná, Dios explica el concepto del sábado al pueblo de
Israel. Mientras estudiaba, se hizo evidente que, hasta este momento, el
pueblo no había sido consciente de ningún sábado.
Se les habían dado algunos mandamientos nuevos, como el sacrificio
del cordero en Éxodo 12, y la institución de la pascua en
el mismo período. Conocían la circuncisión, pero ahora
son introducidos al sábado. El contexto indica claramente que al
pueblo hubo que enseñarle lo que era el sábado.
Más tarde, el sábado
es ampliado en Éxodo 20:8-11 como uno de los Diez Mandamientos.
Allí se les ordena que recuerden el sábado. Algunos han indicado
que esto se refiere al establecimiento del sábado en la creación.
Otros dicen que se refiere al episodio del maná. El texto permite
cualquiera de las dos traducciones. Nótese que los que están
obligados a reposar incluyen al "extranjero que está dentro de tus
puertas", un grupo diferente del de los "extranjeros que moran entre vosotros"
de Levítico 17-18. Este mandamiento no era para todos, como podría
indicar una ordenanza de la creación. (Véanse los comentarios
sobre Hechos 15 más arriba). Finalmente, en el versículo
11 dice: "Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la
tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en
el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día
de reposo y lo santificó". Nuevamente, a primera vista esto parece
una ordenanza establecida en la creación. Y el texto claramente
permite esto. Pero también permite la otra idea, la de que, puesto
que Dios es Creador, se le debe adorar como tal. Desde las instrucciones
impartidas en el incidente del maná, la bendición y la santificación
del séptimo día en la creación por parte de Dios ahora
se llama sábado. La parte sabática de la institución
se dio más tarde en el episodio del maná. Dios tiene derecho
a exigir esto de sus seguidores porque ellos son sus criaturas. Nuevamente,
se permiten dos posibles interpretaciones aquí; una ordenanza de
la creación, o un establecimiento posterior por el Creador mismo
en el incidente del maná.
Puesto que tanto una ordenanza creacionista
del sábado como una ordenanza posterior hacen honor al texto, tuve
que estudiar más para ver si el contexto del AT proporciona alguna
pista en cuanto a cuál es la interpretación correcta. Lo
que me impresionó fue la claridad de los otros textos sobre este
tema. Dicen exactamente cómo interpretar ambos textos. No hay ninguna
necesidad de confundirse. Una cosa he descubierto en mis estudios. Sobre
temas importantes, Dios siempre proporciona por lo menos tres pasajes o
más para asegurarse de que no nos desviemos. No nos pone a adivinar,
ni nos obliga a ser super listos o talentosos para entender lo que es realmente
importante. Uno de los textos que aclararon el punto de si el sábado
era una ordenanza de la creación para toda la humanidad o una ley
específica para Israel fue Éxodo 31:12ss.
"Habló además
Jehová a Moisés, diciendo: Tú hablarás a los
HIJOS DE ISRAEL, diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días
de reposo; porque es SEÑAL ENTRE MÍ Y VOSOTROS POR VUESTRAS
generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico.
Así que guardaréis el día de reposo, porque SANTO
ES A VOSOTROS; el que lo profanare, de cierto morirá ... Guardarán,
pues, el día de reposo LOS HIJOS DE ISRAEL, celebrándolo
por SUS generaciones por pacto perpetuo. Señal es para siempre ENTRE
MÍ Y LOS HIJOS DE ISRAEL; porque en seis días hizo Jehová
los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y
reposó. Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con
él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas
de piedra escritas con el dedo de Dios".
Nótese cuán claro es
esto. El sábado era entre Dios e Israel y fue puesto en las tablas
del pacto con esa relación en mente. Deuteronomio 5:2-3 aclara también
el mismo punto.
"Jehová nuestro
Dios hizo pacto con nosotros en Horeb. NO CON NUESTROS PADRES HIZO JEHOVÁ
ESTE PACTO, SINO CON NOSOTROS TODOS los que estamos aquí hoy vivos".
El pasaje continúa reiterando
los Diez Mandamientos, incluyendo el cuarto, pero esta vez la razón
para guardar el sábado es que Dios les libró de los egipcios.
Es claramente o que es una referencia a Israel solamente, una referencia
que no había sido establecida antes de Éxodo, sino que era
una señal del reposo proporcionado por ese evento. Nehemías
9:13 dice esto.
"Y sobre el monte Sinaí descendiste,
y hablaste con ellos desde el cielo, y les diste juicios rectos, leyes
verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos, y LES ORDENASTE EL DÍA
DE REPOSO SANTO PARA TÍ, y por mano de Moisés tu siervo les
prescribiste mandamientos, estatutos y la ley".
Ezequiel 20:10-12 dice:
"Los saqué de la
tierra de Egipto, y los traje al desierto, y les di mis estatutos, y LES
HICE CONOCER MIS DECRETOS, por los cuales el hombre que los cumpliere vivirá.
Y LES DI también mis días de reposo, para que fuesen por
SEÑAL ENTRE MÍ Y ELLOS, para que supiesen que yo soy Jehová
que los santifico".
Estos pasajes me explicaron cuándo
se estableció el sábado. Ellos ponen el sábado en
el corazón mismo del pacto con Israel, que habría de ser
entre ellos y Dios. NO era una ordenanza de la creación, obligatoria
para todas las personas en todo tiempo. Nuevamente, esto concordaba con
lo que yo había aprendido en el NT. El mensaje entero de la Biblia
cuadra. El sábado fue un día establecido por Dios como un
pacto entre Él e Israel. Jesús vino a cumplir la Ley y para
ser nuestro sábado. Los cristianos reposan en la obra consumada
de Cristo como su reposo sabático. Como hijos de Abraham, los cristianos
son considerados justos a causa de su fe, como Abraham antes de la ley
de la circuncisión. Todo el cuadro bíblico concuerda de principio
a fin.
Ahora que el mensaje bíblico
sobre el sábado había sido estudiado y su enseñanza
estaba clara en mi mente, quedaban algunos puntos difíciles que
parecían contradecir este tema consistente. Un ejemplo era la afirmación
de que en la tierra nueva guardaremos el sábado. Así que
fui a ese pasaje para leerlo por mi cuenta, y descubrí algunas cosas
interesantes. Una, dice que las celebraciones serían "DE MES EN
MES y de sábado en sábado" (Isa. 66:22,23). ¿Significa
esto que las fiestas de la luna nueva deben celebrarse hoy día?
¿Son obligatorias todavía? Luego, noté que el siguiente
par de versículos hablan de que los habitantes saldrán y
verán los cadáveres de los que se han rebelado contra el
Señor. Esto no sonaba como la tierra nueva. Después, al leer
el contexto mayor de la misma visión, dice que "el niño morirá
de cien años" (Isa. 65:20). ¡Qué extraña imagen
del cielo! La razón de que suene tan extraña es que "los
nuevos cielos y la nueva tierra" de que habla Isaías no es la nueva
tierra de Apocalipsis, donde "no habrá más muerte, ni tristeza,
ni llanto", sino que Isaías describe lo que sería la tierra
si Israel hubiese aceptado el Mesías y se hubiese convertido en
el centro de atracción del mundo. La gente tendría que ir
a Israel para ver lo que su Dios había hecho. Habrían acompañado
a Israel en el culto, y las bendiciones de Dios habrían hecho de
esta "nueva Jerusalén" el centro del mundo. Esta predicción
era una de aquellas profecías condicionadas a la aceptación
del Mesías. Como Israel rechazó al Mesías, la profecía
no se cumplió.
Otra cuestión peliaguda para
mí era la afirmación de Jesús a sus discípulos
de que oraran para que su "huida no fuese ni en invierno ni en sábado"
(Mat. 24:20). ¿No indica esto que el sábado es todavía
obligatorio? La respuesta a esa pregunta se me hizo clara al leer Nehemías
13, en que Nehemías establece algunas leyes sobre los negocios que
algunos estaban haciendo en sábado. Algunos de los gentiles de los
alrededores traían sus mercaderías para venderlas a los israelitas
en sábado. Esto había sido una trampa para Israel antes,
les había hecho alejarse de Dios, y había hecho que fuesen
llevados al cautiverio. Así que Nehemías estableció
este reglamento, que todavía estaba en vigencia en los días
de Jesús: "Sucedió, pues, que cuando iba oscureciendo a las
puertas de Jerusalén antes del día de reposo, dije que se
cerrasen las puertas, y ordené que no las abriesen hasta después
del día de reposo; y puse a las puertas a algunos de mis criados,
para que en día de reposo no introdujeran carga" (Neh. 13:19). En
Mateo 24, las instrucciones de Jesús eran que los cristianos debían
estar listos para escapar tan pronto como viesen retirarse al ejército
romano. Esta debía ser la señal para que escapasen. El ejército
romano levantaría el sitio sólo por corto tiempo. El resto
de los habitantes pensaría que los romanos habían abandonado
el sitio, y regresarían a sus negocios como de costumbre. Pero los
cristianos debían ver esto como una señal para escapar. Pero
debían orar para que esto no ocurriese en invierno, por razones
obvias, ni tampoco en sábado. ¿Por qué? ¿El
sábado sería todavía una institución obligatoria?
No, los judíos no consideraban que huir del peligro o combatir en
la guerra quebrantaba el mandamiento del sábado. Este no era el
punto en discusión. El punto era que las puertas de la ciudad estarían
ceradas en sábado, y esto haría casi imposible que los cristianos
escapasen. La orden de Nehemías me ayudó a ver cómo
cuadraba esto. Una vez más, el cuadro entero tenía sentido.
Otra cuestión con la que
tuve que luchar concernía a los requisitos morales de los cristianos.
Me parecía que el resto de los mandamientos del Decálogo
todavía son aplicables para los cristianos, aunque Romanos y Gálatas
y el resto de las epístolas sí enseñan que no estamos
bajo la ley. El NT sí alienta la moralidad. La mayoría de
los cristianos hace énfasis en la observancia de los mandamientos,
todos excepto el cuarto. Esto me parecía un poco inconsistente.
Pero, al estudiar más, la respuesta llegó con claridad también.
A través de la sección de aplicación en el NT (después
de la cruz) se reafirman todos los deberes morales de la ley de los Diez
Mandamientos, incluyendo algunas leyes del AT. Sin embargo, estas reafirmaciones
NUNCA apelan a la ley como la razón para observar esos deberes,
sino que, en cada una de las situaciones, se invoca a Cristo. Por ejemplo,
en 1 Cor. 6:18-20, hay una clara amonestación a favor de la pureza
sexual, pero NO se invoca a la ley como la razón para esa pureza,
sino el hecho de que somos el templo de Dios y que el Espíritu de
Dios está en nosotros. ¿Cómo podríamos unir
a Jesús con una prostituta?
El mismo patrón se encuentra
a través de las epístolas. Otra vez, tuve que recordar que
esta sección de las Escrituras se escribió especialmente
para APLICAR el mensaje de las Escrituras a los cristianos. Me impactó
descubrir que todos los otros nueve mandamientos son reafirmados como importantes
para los cristianos en su relación con Cristo, excepto uno: el sábado.
El sábado JAMÁS SE ENSEÑA como deber moral para los
cristianos. ¡Ni una sola vez! En vez de eso, es reinterpretado como
reposo diario en Jesús, como hemos visto antes. Obsérvese
el siguiente resumen de los mandamientos reafirmados en el Nuevo Testamento:
1ro. Adorar a Dios solamente
- por lo menos 50 veces.
2do. No ser idólatras - 12
veces.
3o. No ser profano - 4 veces.
4o. Recordar el sábado -
no se menciona.
5o. Honrar a los padres - 6 veces.
6o. No asesinar - 6 veces.
7o. No cometer adulterio - 12 veces.
8o. No robar - 4 veces.
9o. No mentir - 4 veces.
10o. No codiciar - 9 veces.
Si la posición Adventista de
que el sábado será la prueba final de todos los tiempos,
de que será la prueba final de lealtad, de que todos los verdaderos
seguidores lo habrán guardado, y de que no guardarlo será
recibir la "marca de la bestia" es correcta, ¿no tendría
sentido que Dios lo incluyese también repetidamente en el NT en
su lista de deberes morales para los cristianos? ¿No advertiría
Dios a sus discípulos una y otra vez? ¿No estaría
la violación del sábado incluida en las listas de pecados
que Pablo y los demás declararon y reafirmaron tantas veces en sus
amonestaciones a los nuevos creyentes? ¿Por qué no hay ningunas
instrucciones para los gentiles Jonás y Janio sobre cómo
guardar el sábado? ¿No habría habido algunas preguntas
sobre cómo guardarlo en el mundo gentil? En mis muchos años
como pastor Adventista, una de las preguntas más comunes que me
hacían tanto los nuevos creyentes como los miembros antiguos era:
"¿Qué es CORRECTO y qué es INCORRECTO hacer en sábado?
¿Cómo podemos guardarlo correctamente?" Entiendo por qué
no hubo NINGUNA INSTRUCCIÓN en absoluto sobre este tema durante
la era de la iglesia cristiana. La razón es clara. Jesús
es
nuestro sábado. Reposar en Él cada día, al ir a Él
por fe, es el SÁBADO del NT. En mi opinión, no hay ninguna
otra explicación razonable.
Bien, ¿y el culto dominical?
¿Es correcto, incorrecto, o no está en discusión?
Por mis estudios, he entendido que no está en discusión.
No es ni correcto ni incorrecto. Pero siempre es correcto adorar a Dios
tan a menudo y en asociación con otros creyentes como sea posible.
En Hechos 2:42-47, la iglesia primitiva tenía culto todos los días.
Si fuese posible hacerlo así, esto sería lo ideal. Pero tenemos
vidas que vivir, y el culto diario en grupo se vuelve impráctico.
Pero necesitamos apartar tiempo para tener culto juntos, y aumentar nuestra
experiencia diaria. No debemos descuidar el culto en grupo. (Heb. 10:25).
¡No es incorrecto tener culto en sábado, ni es incorrecto
tenerlo en domingo, ni en miércoles, ni en ningún otro día!
Guardar un día de reposo para reflexionar y crecer espiritualmente
es saludable y debería alentarse. Pero el mensaje del NT, y del
resto de la Biblia, deja claro que, para los cristianos, el día
de la semana en que esto tiene lugar, si es que lo tiene, NO debería
ser obligatorio.
Me resultó interesante descubrir
la manera en que la iglesia primitiva procedió en relación
con esto. En un estudio exhaustivo sobre el tema del cambio del día
de reposo del sábado al domingo, D. A. Carson editó un libro
llamado Del Sábado al Día del Señor. Este libro es
una obra altamente técnica que examina a los padres de la iglesia
primitiva y sus puntos de vista acerca del sábado y el domingo.
Desde el año 100 d. C. en adelante, los primeros cristianos unánimamente
se reunían el domingo. Esta era una práctica general entre
los cristianos. Nadie consideraba a este día como día de
reposo. Pero todos se reunían ese día. Esto ocurría
mucho antes de lo que enseñan los Adventistas. Lo que es más,
esto sucedía unánimemente entre los discípulos de
los apóstoles. Es increíble que esto hubiese sucedido sin
que fuese la costumbre general durante la era apostólica. Nuevamente,
quiero decir que los primeros cristianos creían que era un buen
día para reunirse a causa de la resurrección, pero NO lo
asociaban con un cambio del sábado. Algunos de estos cristianos,
mayormente los judíos, continuaron reuniéndose en sábado.
Otros, mayormente los gentiles, no lo hacían. Daban las razones
que hemos comentado antes. Es claro que entendían las enseñanzas
de Pablo y del resto de la Biblia, como lo hemos estudiado. El sábado
era una opción aceptable, pero no obligatoria para los cristianos.
Sin embargo, existía la necesidad de reunirse para tener culto.
Debido a que muchos de los cristianos de origen judío todavía
asistían a la sinagoga los sábados, era necesario tener otro
tiempo en que los cristianos pudieran reunirse para sus propias reuniones
en privado. Este tiempo llegó a ser el domingo, al que comenzaron
a llamar el día del Señor. Nuestro primer registro de esta
referencia ocurre en el año 170 d. C. Esta fecha es sólo
11 años después del momento en que Juan se refiere al día
del Señor en Apocalipsis 1:10. Es bastante probable que Juan se
estuviese refiriendo al domingo cuando mencionó ese día.
No a causa de que se le atribuyese ningún carácter sagrado,
sino porque era el día común en que los cristianos se reunían.
Los primeros cristianos se sentían
también ligados sentimentalmente al primer día de la semana.
No sólo resucitó el Señor ese día, sino que,
de las siete apariciones de Jesús a los discípulos, cinco
ocurrieron el primer día. De las otras apariciones, no se menciona
el día específico. También, ese año la fiesta
de Pentecostés cayó el primer día de la semana. La
iglesia cristiana nació un domingo. Pero esto NO quería decir
que ellos le atribuyesen a ese día carácter sagrado o las
cualidades del sábado. No se invocaban los Diez Mandamientos en
relación con el domingo. Aún mucho más tarde, cuando
Constantino decretó la primera Ley Dominical, era sólo para
prohibir que se trabajase ese día. Fue bien recibida por cristianos
y paganos por igual como descanso del trabajo. Hacía el culto más
conveniente, pero no era una ley basada en absoluto en la ley sabática.
De hecho, los granjeros estaban exentos de ella. Ellos podían continuar
trabajando. Por supuesto, esto no se permitía en la ley sabática
del AT.
Había en ese tiempo algo
de sentimiento anti-judío. Algunos han indicado que, puesto que
los judíos tenían problemas con el gobierno, los cristianos
trataban de distanciarse de los judíos alejándose del sábado,
para evitar las persecuciones. Pero los regisstros de esa época
no indican un pueblo que hiciese algo porque estuviese tratando de evitar
ser persguido por la causa de Cristo. Los ejemplos que existen son de millares
de cristianos que defendían valientemente su fe a pesar de las amenzas
de muerte. Si esto hubiese sido una convicción para ellos, la habrían
defendido. Pero NO estaban persuadidos del sábado, como se ve claramente
en la literatura.
No fue sino en el tiempo de Agustín
en el siglo V cuando se comenzó a establecer alguna relación
entre los Diez Mandamientos y el domingo. Y aún entonces la conexión
era débil. La naturaleza del sábado se consideraba ceremonial.
Tomás de Aquino le dio prominencia a este punto de vista en siglos
posteriores. Los reformadores Calvino y Lutero tuvieron cuidado de decir
que el sábado no era obligatorio para los cristianos, sino que creían
meritorio tomar un día para descansar y tener culto. No fue sino
hasta la Reforma inglesa que el sábado del Decálogo comenzó
realmente a ser promovido. Los principales proponentes de esto eran los
puritanos. Comenzaron a enseñar que el sábado no había
sido abolido (aunque llamaban sábado al domingo), y establecieron
reglas estrictas que debían ser obedecidas según las leyes
del AT. Por supuesto, esto afectó a los otros grupos ingleses, como
los Metodistas y los Bautistas. Muchos de estos grupos fueron a los Estados
Unidos, y la Nueva Inglaterra se hizo notoria por la estricta observancia
del sábado (domingo). Fue allí donde un grupo, los Bautistas
del Séptimo Día, dieron un paso más y comenzaron a
guardar el sábado como día de reposo. Si el sábado
del AT es obligatorio para los cristianos, razonaban, es mejor que guardemos
el día correcto también. Fueron los Bautistas del Séptimo
Día los que influyeron en Joseph Bates, el que a su vez influyó
en E. G. White, y nació el Adventismo del Séptimo Día.
Los Adventistas todavía están argumentando con los "Puritanos"
principalmente acerca de cuál día es el verdadero sábado,
más bien que si éste es o no un punto de disputa en el NT
para los cristianos. Al argumentar sobre cuál día es el sábado,
el mensaje de la Escritura y el mensaje que la iglesia primitiva tenía
claramente en mente han sido pasados por alto por completo.
Yo continuaba orando fervorosamente
acerca de estas cosas. Paula y yo hicimos de esto un tema de gran escudriñamiento
de nuestraa almas y continuada investigación. El estudio entero
me afectó tan fuertemente que me despertaba en mitad de la noche
y llamaba a Dios. "Señor, por favor no me dejes quedar engañado.
Quiero ser tu fiel seguidor". En cada ocasión, después de
mucha oración y mucho luchar con Dios, las Escrituras venían
a mi mente aún con mayor claridad. Me aferré a Lucas 11:11-13
una y otra vez, día tras día. Jesús dice que, cuando
pedimos el Espíritu Santo, Él nos lo dará, en lugar
de darnos un engaño. Muchas veces, agonicé con Dios y oré
para que me llevase al descanso antes de dejarme en el engaño o
permitirme dshonrar su causa. Pero el Señor continuaba confortándome
con sus promesas y su Palabra. Gálatas 5:1 venía a mi mente
con gran claridad: "Estad , pues firmes en la libertad con que Cristo nos
hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud".
En esas ocasiones, salía reconfortado, lleno del Espíritu
de Dios, y reposado en Jesús mi sábado. Las palabras de la
Biblia cobraban vida para mí. Entendía las secciones de la
Biblia que siempre había tratado de justificar. El velo había
caído de mis ojos.
Mientras tanto, Paula estaba llegando
a las mismas conclusiones por su propia cuenta. Sabíamos que Dios
nos estaba llamando a caminar más cerca de Él, lo que incluiría
abandonar todo lo que significa seguridad para nosotros. Al principio,
pensamos que Dios querría que permaneciésemos en la iglesia
y trabajásemos a favor de un cambio. Sin embargo, al orar más
y más, nos sentíamos incómodos con esa opción.
Somos un equipo que ha recibido de Dios el singular don de alcanzar a los
que no pertenecen a ninguna iglesia. Además, hemos recibido dones
de liderazgo y de enseñanza. Saber la verdad, y simplemente sentarnos
a esperar que ocurriese un cambio no parecía ser la manera en que
Dios nos hablaba. Sin embargo, estábamos dispuestos a hacerlo así.
Seguramente sería menos traumático. El otro lado del punto
en juego para mí era la responsabilidad que tengo de enseñar
la verdad. Soy un ser humano falible, con muchas debilidades, pero Dios
está haciendo una gran obra en mi corazón. No puedo llevar
una doble vida. No soy un oraador elocuente, ni tengo una personalidad
impresionante. Lo único que tengo a mi favor es mis convicciones
y mi amor por Jesús. Si no puedo hablar desde el corazón
de mi experiencia con Jesús, no soy nada.
Paula y yo también creemos
que sería erróneo continuar representando una organización
que nosotros creemos ya no representa la verdad. Continuar sirviendo en
ella sería dar credibilidad a sus afirmaciones. Tenemos muchos amigos
maravillosos en la iglesia Adventista. Nos sentimos agradecidos del presidente
de nuestra conferencia, del personal, los pastores, los voluntarios, y
tantos otros que nos han apoyado y han hecho lo posible para ayudarnos
a construir una iglesia para una nueva generación. No queremos herirles,
ni a ellos ni a la iglesia madre a la que amamos tanto, y por la cual hemos
ofrecido nuestras mismas vidas durante los pasados ocho años. Pero
tenemos que seguir al Señor en esto. Reconocemos que habrá
quienes discrepen fuertemente con nosotros en la manera en que entendemos
las Escrituras y en nuestro sentido de llamado. Pero no somos responsables
ante ellos. Somos responsables ante Dios.
Aunque las implicaciones de estos
descubrimientos son espantosas, hay también una sensación
de ansiosa expectación al esperar lo que Dios ha planeado para nosotros.
Se nos pide vivir en el áspero borde de la fe. Como nunca antes,
tenemos que confiar en las promesas de Dios. Verdaderamente, estamos aprendiendo
a vivir por fe y reposando en Jesús nuestro Señor y nuestro
Amigo. Para nosotros, esto no es sólo teoría, sino una verdadera
experiencia de fe. Es confiar en la Palabra de Dios, y depender de Él,
y solamente de Él. Es el reposo sabático diario. Nos sentimos
agradecidos de que Dios nos haya confiado su Palabra, y que nos haya permitido
probarle. A pesar de nuestros temores, tenemos confianza en el futuro.
A donde Dios guía, Él provee.
RECURSOS ÚTILES
http://www.damascus.com Serie
de cintas llamadas "The Sabbath in Christ"
http://www.ellenwhite.org
Descargar material sobre Ellen White
http://www.graceplace.org
Trabajos titulados "New Covenant Christians" y "Is Sabbath Observance Required
..."
http://www.ratzlaff.com
Libros llamados "The Sabbath in Crisis" y "Sabbath to the Lord´s
Day"
http://www.sdaoutreach.org
Descarga de materiales sobre el el sábado y Ellen White
Samuele Bacchiocchi, Sabbath
Under Crossfire (Biblical Perspectives, 1998), pp. 245-248.
Ibid., 246-248.
Dale Ratzlaff, Sabbath in Crisis
(Glendale, AZ, 1990), pp. 310-311.
Ibid. pp.
En realidad, hay tres
escuelas de pensamiento en relación con el sábado. Hay un
pequeño grupo, que incluye a los ASDs, que enseñan que el
sábado continúa en el NT. Un segundo grupo enseña
una teología de transferencia, y afirma que el mandamiento del sábado
todavía es obligatorio, pero que la naturaleza sagrada del día
fue transferida del sábado al domingo. (En realidad, esto ocurrió
mucho más tarde en la iglesia cristiana. Los primeros cristianos
no enseñaban ninguno de estos dos conceptos). Finalmente, hay un
grupo más numeroso de cristianos que enseñan que Jesús
cumplió el sábado y la Ley. Él es nuestro reposo sabático.
Esta es una de las razones por las
que, en mi opinión, la doctrina Adventista del juicio investigador
es tan endeble. Se basa en un texto que viene de un oscuro pasaje
de literatura apocalíptica. Es complicado por el hecho de que el
contexto inmediato no parece hablar de un tema celestial sino de uno terrenal.
Está conectado con otros pasajes por el más débil
de los enlaces lingüísticos, e ignora las palabras reales de
las imágenes de las tardes y las mañanas sacrificiales dentro
del texto. Para hacer que la potencia del cuerno encaje en el escenario
Adventista, uno tiene que hacer que este cuerno crezca de uno de los vientos,
no de los cuernos del imperio griego, donde encaja lógicamente.
La obvia conexión con Antíoco Epífanes es ignorada.
Es altamente sospechoso basar toda una doctrina en semejante interpretación
traída de los cabellos. No hay ningún erudito bíblico
fuera del Adventismo que concuerde con la interpretación Adventista.
Este hecho debería ser una señal de advertencia contra el
hacer demasiadas afirmaciones dogmáticas. Esencialmente, la posición
ASD tiene como apoyo un texto débil y Ellen White. Eso no me suena
como la Biblia y la Biblia sola.
Véanse 2 Cor. 3:6-9 y Heb.
8:13.
Dónde trazar la línea
en relación con la observancia del sábado ha sido un problema
para muchos sabadistas. Hace años, muchos internados Adventistas
no permitían que los estudiantes se duchasen en sábado. Yo
crecí con ciertas reglas no escritas relativas a la observancia
del sábado. Era correcto vadear un río en sábado,
pero no nadar. Era correcto andar en bicicleta, pero no si ésta
tenía motor. Era correcto jugar, con la condición de que
la "Biblia" fuese parte del juego. Para nosotros, un viaje en sábado
era la distancia que una persona pudiera viajar con el tanque lleno sin
volver a comprar gasolina en el día santo. Una persona podía
comer en la cafetería de un campamento, con la condición
de que el boleto se hubiese comprado el día antes. El problema es
claro. Si la ley del AT todavía es obligatoria, entonces, ¿por
qué permitimos que la gente lleve cargas, viaje, o prepare comidas,
o haga sub-reglas? ¿Es eso diferente de lo que los rabinos hacían
con sus más de 600 leyes? Por otra parte, si el NT ha reinterpretado
estas cosas en Cristo, ¿por qué no llevamos lo que el NT
dice a su conclusión plena y bíblica y dejamos de hacer del
sábado un tema de contención en absoluto? ¿No debemos
enfocar nuestra atención en Jesús, que es nuestro verdadero
sábado? De otro modo, ¿no somos culpables de un neolegalismo
con otro sistema de reglas que NOSOTROS fabricamos? El silencio del NT
sobre cómo guardar el sábado declara con fuerza que Dios
no tenía el propósito de que sus seguidores anduvieran por
ese camino. (Véase Gál. 5:1).
D. A. Carson, From Sabbath to
the Lord´s Day: A Biblical, Historical, and Theological Investigation
(Eugene, OR, 1999).
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