¿DEBE
LA IGLESIA CRISTIANA
ENSEÑAR EL DIEZMO?
CONCLUSIONES DE UN TEÓLOGO
SOBRE UNA DOCTRINA TABÚ
Russell Earl Kelly, Ph. D.
Traducción por Román Quirós M.
Capítulo 11
2 Crónicas 31
El rey Ezequías restauró
el diezmo; 720 A. C.
31:2 Y arregló
Ezequías la distribución de los sacerdotes y de los
levitas
conforme a sus turnos, cada uno según su oficio; los sacerdotes
y los levitas para ofrecer el holocausto y las ofrendas de paz, para
que ministrasen, para que diesen gracias y alabasen dentro de las
puertas de los atrios de Jehová.
31:3
El rey contribuyó de su propia hacienda para los holocaustos a
mañana y tarde, y para los holocaustos de los días de
reposo, nuevas lunas y fiestas solemnes, como está escrito en la
ley de Jehová.
Este capítulo más bien oscuro sobre el diezmo se
combina con Nehemías para ofrecer un trasfondo para
Malaquías 3:10 al describir el uso de los diezmos y las vidas
fuera del templo tanto de los sacerdotes como de los levitas.
Desde Deuteronomio 26:13 hasta 2 Crónicas 31:5, no se menciona
la palabra diezmo en la
Escritura. Este período abarcaba desde los Jueces, el reino
unificado bajo los reyes Saúl, David y Salomón, hasta el
intento de reformas del rey Ezequías justo antes del 700 a. C. -
¡aproximadamente 800 años!
Cuando el diezmo se menciona nuevamente, la orden de recogerlo y
guardarlo procede del rey, la autoridad política, que
delegó esta autoridad política en los sacerdotes. El
culto del templo, la observancia de la ley mosaica, y la entrega de los
diezmos habían sufrido bajo reyes malos que, a menudo, pagaban
tributo a otras naciones y con frecuencia adoraban dioses falsos. El
predecesor de Ezequías había cerrado el templo y adorado
a Baal.
El rey Ezequías tuvo que comenzar todo nuevamente al
continuar la tradición de David de nombrar a los sacerdotes y a
los levitas y separarlos en 24 turnos para que sirvieran una semana
cada vez en el santuario (31:2) (1 Crón. 24). Hasta cedió
algo de la porción del rey, de lo mejor, su primer
impuesto-diezmo (comp. con 1 Sam. 8:14-17).
31:4 Mandó también
al pueblo que habitaba en Jerusalén, que diese la
porción correspondiente a los sacerdotes y levitas, para que ellos
se dedicasen a la ley de Jehová.
La porción (que
usted debería conocer si ha estado leyendo este libro) significa
que un décimo de los productos agrícolas y de los
rebaños de Israel se le daba a los levitas, los cuales, a su
vez, daban un décimo de su décimo a los sacerdotes
(Núm. 18:21-26). (A menos que Jerusalén se hubiese
añadido más tarde) Ezequías erró al
ordenarles a los que vivían en Jerusalén que llevasen sus
diezmos directamente al templo, porque Jerusalén no era una
ciudad
sacerdotal levita (véase Josué 21:9-19). Puede que el
diezmo haya sido descuidado por tanto tiempo que este detalle de la ley
hubiese sido olvidado.
31:5 Y
cuando este edicto fue divulgado, los hijos de Israel dieron muchas
primicias de grano, vino, aceite, miel y de todos los frutos de la
tierra; trajeron asimismo en abundancia los DIEZMOS de todas las
cosas.
31:6
También los hijos de Israel y de Judá, que habitaban en
las ciudades de Judá, dieron del mismo modo los DIEZMOS de las vacas y
de las ovejas; y trajeron los DIEZMOS (53) de lo
santificado, de las cosas que habían prometido a Jehová
su Dios, y los depositaron en montones.
Estos textos revelan que la gente ordinaria obedecía a su
rey y probablemente no sabía que la ley había canalizado
estas ofrendas en dos direcciones diferentes. Aunque se suponía
que todos los primogénitos, las primicias, y todas las ofrendas
de votos debían ser entregadas a los sacerdotes de
Jerusalén, se
suponía que la gente llevaría todos los diezmos a las
ciudades levitas para que los sacerdotes y levitas juntos llevaran las
porciones necesarias al templo para los que ministraban por turnos
(Neh. 10:35-38; 12:44, 47).
31:7 En el
mes tercero comenzaron a formar aquellos montones, y terminaron en el
mes séptimo.
31:8 Cuando
Ezequías y los príncipes vinieron y vieron los montones,
bendijeron a Jehová y a su pueblo Israel.
31:9 Y
preguntó Ezequías a los sacerdotes y a los levitas acerca
de esos montones.
Algo no tenía sentido. ¿No era éste el
mismo templo que Salomón había construido?
¿Qué había hecho Salomón con todo este
alimento y todos estos animales? ¿Dónde los había
puesto Salomón? ¿Había ocurrido antes este
problema? El rey tuvo que preguntarles a los sacerdotes y a los
levitas. ¿Debía el rey haber ordenado al pueblo que
llevara sus diezmos directamente al templo? Para gran desengaño
de los que interpretan mal Malaquías 3:10, los versículos
15 al 19 [sic] dejan bien claro que sólo una pequeña
cantidad
de diezmos fue realmente llevado directamente al templo en
Jerusalén
(véase Neh. 10:37, 38).
En este punto, es necesario pasar revista a las ciudades
sacerdotales y los 24 turnos, pero se desarrollarán más
en el capítulo siguiente. Brevemente, primero,
como se dijo arriba, se suponía que los sacerdotes y los levitas
vivirían permanentemente en sus ciudades designadas
(véase Josué 20, 21 y Números 35) y Jedrusalem NO
era una ciudad levita. Segundo,
los sacerdotes y levitas habían sido divididos en 24 turnos, o
divisiones, que se turnaban sirviendo (cree la mayoría)
sólo una semana cada vez en Jerusalén (comp. 2
Crón.
23:8). Esto significa que la vasta mayoría de sacerdotes y
levitas debía vivir permanentemente fuera de Jerusalén.
Por lo
tanto, el sentido común enseña que los diezmos
debían ser llevados, NO AL DEPÓSITO DEL TEMPLO,
¡sino a las ciudades levitas donde vivían los sacerdotes y
los levitas! Desafortunadamente para muchos, estos hechos de
Josué 21 y Nehemías 10:37, 38 destruyen el argumento
sobre el diezmo usado en Malaquías 3:10, que será
discutido más adelante.
31:10 Y el
sumo sacerdote Azarías, de la casa de Sadoc, le contestó:
Desde que comenzaron a traer las ofrendas a la casa de Jehová,
hemos comido y nos hemos saciado y nos ha sobrado mucho, porque
Jehová ha bndecido a su pueblo; y ha quedado esta abundancia de
provisiones.
31:11
Entonces mandó
Ezequías que preparasen
cámaras en la casa de Jehová; y las prepararon.
31:12 Y en
ellas depositaron las primicias y los DIEZMOS
y las cosas consagradas fielmente; y dieron cargo de ello al levita
Conanías, el principal, y Simei su hermano fue el segundo.
31:13 Y
[otros levitas] fueron los mayordomos al servicio de Conanías y
de Simei su hermano, por
mandamiento del rey Ezequías y de Azarías,
príncipe de la casa de Dios.
13:14 Y el
levita Coré hijo de Imna, guarda de la puerta oriental,
tenía cargo de las ofrendas voluntarias para Dios, y de la
distribución de las ofrendas dedicadas a Jehová, y de las
cosas santísimas.
Aunque el rey preguntó tanto a los sacerdotes como a los
levitas sobre lo que se debía hacer con los montones de diezmos,
sólo el sacerdote en jefe contestó. Me pregunto por
qué. ¿Sería que sabía que se suponía
que hasta la gente que vivía en Jerusalén traería
los
diezmos a las ciudades levitas, como Nehemías dispuso más
tarde en Nehemías 10:37?
Si de hecho TODOS los diezmos habían sido llevados al
alfolí en Jerusalén, ¡entonces Ezequías
estaba
errado! Esto querría decir que Ezequías y el sumo
sacerdote, Azarías, no habían leído la ley con
cuidado, como lo hizo Nehemías (in Neh. 10:29). En consecuencia,
¡la orden de Ezequías sería una aberración y
no la norma! Sin embargo, el contexto de los siguientes textos
demuestra que la mayor parte de los diezmos NO era llevada al templo.
Aunque a los que enseñan el diezmo les gusta llamar a la
iglesia el alfolí de Dios para el diezmo, ¡fueron el rey
Ezequías y y el sumo sacerdote Azarías, NO Dios, quienes
primero ordenaron incorrectamente que (algunos) diezmos fueran llevados
por el pueblo directamente a los almacenes en Jerusalén! Un
alfolí era la tesorería para el botín de guerra
y las riquezas. Otro alfolí (más bien un cuarto de
depósito) guardaba las primicias y los primogénitos
que serían consumidos por los turnos semanales de los sacerdotes
que ministraban. Por supuesto, esos levitas que hacían sus
turnos de una semana sirviendo en el templo también
requerían un lugar para almacenar su alimento de los diezmos
(Neh. 12:44, 47). Considere esto: Si el rey Salomón había
construido almacenes para alimentos dentro de Jerusalén para los
diezmos en tiempos de abundancia, entonces Ezequías ya
tenía los almacenes de Salomón para usarlos en su
tiempo, cuando había mucho menos.
31:15 Ya su
servicio estaban [otros levitas] en las CIUDADES DE LOS SACERDOTES para
dar con fidelidad a sus hermanos sus porciones conforme a sus GRUPOS,
así al mayor como al menor.
Números 34, Josué 21, 2 Crónicas 31:15, 19;
y Nehemías 10:37-38; 13:10 nos recuerdan que los levitas y los
sacerdotes vivían en suburbios "proporcionados" de ciudades
levitas designadas. Nehemías 10:37 está en lo correcto
cuando dice "y traeríamos el diezmo de nuestra tierra para los
levitas; y que los levitas recibirían las décimas de
nuestras labores en todas las
ciudades".
Y Nehemías 10:38 está en lo correcto cuando dice que los
sacerdotes recibían su décimo del diezmo de los levitas,
no en Jerusalén, sino en los suburbios de las ciudades. "Y el
sacerdote
hijo de Aarón estaría con
los levitas, cuando los
levitas recibiesen el diezmo".
Finalmente, Nehemías 10:38 señala correctamente que los
levitas (con los sacerdotes) traían porciones de los diezmos al
templo para los sacerdotes (y los levitas) que servían
diariamente; - "y los levitas traerán el diezmo de los diezmos a
la casa de nuestro Dios, a las cámaras, dentro de la casa del
tesoro". ¡ESTE ES EL CONTEXTO DE MALAQUÍAS 3:10!
Nuevamente, el sentido común nos dice que la mayor parte
del DIEZMO era traído a localidades rurales para ser distribuido
a los 23 de 24 grupos que en ese momento no estaban ministrando en el
templo, y al resto de las familias de los varones que estaban fuera
para servir en el templo durante una semana. La distribución era
controlada por los levitas.
31:16 Se
distribuían [las porciones] entre los varones de tres
años para arriba que estuvieran inscritos en el registro
genealógico y que prestaran
diariamente sus servicios en el templo del Señor, según
sus respectivos TURNOS y oficios.
Los levitas asignados a la distribución de los
diezmos en el versículo 15 no tenían que distribuir a los
que en ese momento servían en el templo porque éstos
recibían distribuciones de las traídas en los
versículos 5 y 6. Este texto es claro: la única
porción del diezmo necesaria para el templo era la justamente
suficiente para alimentar a los sacerdotes y levitas para su semana
particular. Hasta las esposas, las hijas, y los varones jóvenes
de estos sacerdotes y levitas comían de los diezmos de sus
ciudades. Es muy probable que hasta esta excepción a la ley
ordenada por Ezequías hubiese sido corregida por
Nehemías, y que cada sacerdote y cada levita trajera su propia
porción del diezmo de las ciudades al ir a servir.
31:17
También a los que eran contados entre los sacerdotes
según sus casas paternas; y a los levitas de edad de veinte
años arriba, conforme a sus oficios y GRUPOS.
31:18 Eran
inscritos con todos sus niños, sus mujeres, sus hijos e hijas,
toda la multitud; porque con fidelidad se consagraban a las cosas
santas.
Estos textos son más fáciles de leer en otras
traducciones. Hay un recordatorio más de que el rey David
había dividido a los sacerdotes y a los levitas en 24 diferentes
grupos o divisiones para que se turnaran ministrando en el templo.
31:19 Del
mismo modo para los hijos de Aarón, SACERDOTES, que
estaban en los SUBURBIOS DE SUS CIUDADES, por todas las ciudades, los
varones nombrados tenían cargo de dar sus porciones a todos los
varones de entre los sacerdotes, y a todo el linaje de los levitas.
Josué 21, 2 Crónicas 31:19, Nehemías 10:37
y 13:10 enseñan que, aunque estaban fuera del templo durante 23
de las 24 semanas, los sacerdotes y levitas vivían
permanentemente "en los suburbios". La NAS dice "tierras de pastoreo";
la NKJV dice "tierras comunitarias"; la NIV dice "tierras de labranza".
"¡Yo creía que,
puesto que recibían el diezmo, se suponía que ellos eran
ministros de tiempo completo en el templo!" ¡Ése es
el MITO que los predicadores quieren que creamos! ¡En realidad,
muchos de ellos tenían que ser PASTORES o granjeros la mayor
parte del tiempo! ¡Cuando no estaban en el templo llevando a cabo
rituales, cantando, haciendo guardia, o reparando, estaban cuidando de
los animales traídos a ellos en forma de DIEZMOS!
¡Deténgase y piense por un momento! SI cada DÉCIMO
animal se les daba a los levitas, y los levitas daban cada
DÉCIMO animal a los sacerdotes - ¿exactamente
QUIÉNES creen ustedes que cuidaban de estos animales? "Y tendrán ellos las ciudades para
habitar, y los suburbios de ellas serán para sus animales, para
sus ganados y para todas sus bestias" (Núm. 35:3).
Esto nos lleva 1 Crónicas 23:4 nuevamente: "De éstos, veinticuatro mil [24,000]
para dirigir la obra de la casa de Jehová, y seis mil [6,000] para gobernadores y
jueces [civiles y religiosos]".
¿Dónde creen ustedes que los 24,000 levitas
obtuvieron toda la habilidad necesaria para construir, mantener, y
supervisar la construcción y el mantenimiento
del templo? ¡Seguramente no podían supervisar algo que ni
siquiera conocían! La respuesta que yo sugiero es probablemente
"tabú". La única conclusión lógica es que
muchos de ellos adquirían estas habilidades como artesanos en
sus ciudades levitas cuando no estaban en sus puestos en el templo. Los
levitas y sacerdotes eran usados también como jueces tanto
CIVILES como religiosos y dirigentes durante todo el reinado de David y
después de su muerte.
La Biblia NO dice que no se suponía que los levitas y los
sacerdotes trabajasen fuera del templo. De ser esto cierto, entonces el
rey David cometió un terrible error en 1 Crónicas 23:4.
Además, esto convertiría a los sacerdotes y a los levitas
poco más que en gorrones que sólo trabajaban una semana
de cada veinticuatro. El texto de prueba que se da a menudo,
Números 18:21-24 (que pocos leen en realidad), sólo
enseña que ellos recibían el diezmo en lugar de una
herencia de la tierra. La lógica enseña que, así
como los que SÍ tenían herencia de tierra también
podían trabajar en otras ocupaciones, los sacerdotes y los
levitas que NO tenían herencia de tierras también
podían trabajar en otras ocupaciones.
Mucho antes del tiempo de Jesús, los sacerdotes y los
levitas se habían distanciado de los judíos promedios por
razones de política, riqueza, rituales, y puro esnobismo. Vemos
esto mejor en la parábola de Jesús sobre el buen
samaritano.
Aunque controlaban los muchos Sanedrínes (el sistema de
tribunales), el vacío espiritual que los sacerdotes y levitas
habían dejado al no enseñar la ley había sido
llenado por las sinagogas bajo el liderazgo mayormente de rabinos que
no eran ni sacerdotes ni levitas. Estos rabinos, que dieron el ejemplo
para Pablo y la iglesia primitiva, por lo general consideraban
indecente enseñar la ley por dinero o por otras ventajas. Mi
punto es éste: ¡la mera existencia de las escuelas de
profetas en los tiempos del Antiguo Testamento y las sinagogas PRUEBA
que los sacerdotes y levitas no habían pasado su tiempo fuera
del templo (23 de los 24 grupos) enseñando la palabra de Dios!
Resumiendo, en Nehemías el diezmo es nuevamente un
impuesto político iniciado, ordenado, y hecho cumplir por el rey
(31:49). Nuevamente, no hubo oposición contra el concepto de
control político del diezmo. Si estos textos se aplicaran a la
iglesia cristiana, entonces el que recibe los diezmos estaría
obligado a ministrar en el altar sólo durante 1 semana de cada
24 - extraño en verdad.
53
La segunda palabra,
diezmo,
es considerada un error textual por muchos, y hasta es omitida en la
RSV.
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