¿DEBE
LA IGLESIA CRISTIANA
ENSEÑAR EL DIEZMO?
CONCLUSIONES DE UN TEÓLOGO
SOBRE UNA DOCTRINA TABÚ
Russell Earl Kelly, Ph. D.
Traducción por Román Quirós M.
Capítulo 13
Malaquías
Ministros que roban a Dios
Introducción
Si usted ya ha
leído los dos capítulos anteriores sobre 2
Crónicas 31 y Nehemías, estará mucho mejor
preparado para el estudio sobre Malaquías. Este capítulo
dará evidencia de la Palabra de Dios de que los textos sobre el
diezmo en Malaquías 3:8-10 han sido incorrectamente
interpretados y aplicados por la mayoría de las iglesias
cristianas. Este capítulo demostrará que los que son
culpables de robar a Dios en Malaquías 3:8 son los sacerdotes
ministradores y no el pueblo. En consecuencia, los malditos en
Malaquías 3:9 son los sacerdotes que son maldecidos por
quebrantar el Antiguo Testamento. Cuando se compara con Números
18:21-24 y Nehemías 10:37b, la interpretación usual de
"traed todos los diezmos al alfolí" ha sido convertida en una
terrible mentira que, por respeto a la verdad de Dios y para el bien de
la iglesia de Cristo, debe detenerse inmediatamente.
Aunque el libro de Malaquías sólo tiene cuatro (4)
cortos capítulos, muchos no lo han leído nunca
completamente de una sola vez. Para beneficio de la claridad, ruego a
usted que lea cuidadosamente y con oración todos los cuatro
capítulos después de leer este párrafo. Mientras
lee, hágase estas preguntas: "¿A quién está
hablando Dios en esta sección? ¿Cuándo
comenzó Dios a hablar a este grupo de personas? ¿Ha
cambiado el grupo de personas a las cuales Dios se dirigió? Si
es así, ¿qué evidencia hay de que Él ha
cambiado de hablar a un grupo para dirigirse a otro?" - Por favor,
deténgase y lea Malaquías ahora.
Este autor cree que Malaquías debería ser dividido
en sólo tres secciones: La primera sección, 1:1 al 1:5,
es la introducción. Dios quería que todo Israel, todo
Jacob, escuchara este mensaje porque todos estaban involucrados,
directa o indirectamente, en las causas y las consecuencias del
mensaje. La segunda sección, 1:6 a 1:14, es la queja principal
de Dios contra los sacerdotes arrogantes y deshonestos. Esta
sección es crucial para entender el resto del libro porque
proporciona la base fundamental para todos los otros problemas en el
libro. La tercera sección, 2:1 a 4:6, es el mensaje
específico de Dios para los sacerdotes. Aunque el resto de
Israel está afectado indirectamente por las acciones de los
sacerdotes, Dios no cambia su mensaje después de que comienza en
2:1. Este capítulo intentará revelar de modo convincente
las razones para este procedimiento. Si es correcto, entonces esta
interpretación es devastadora para la lógica usual
presentada a favor del diezmo en la mayoría de las iglesias
cristianas. Es especialmente importante descubrir el verdadero
significado de Malaquías 3:8-10.
Mal. 1:1
Carga de la palabra de Dios para Israel por medio de Malaquías.
La primera parte de Malaquías se dirige directamente a
"Israel" (1:1), a "Judá en Israel" (2:11), y a los "sacerdotes"
de Israel (1:6; 2:1). Desde Éxodo hasta el Calvario, el diezmo
fue ordenado a la nación especial de Dios, Israel, y SÓLO
a la Israel (Lev. 27:34; Núm. 18:23-24; Deut. 12:5-6, 11; Heb.
7:5). Ni siquiera a los diezmos de los prosélitos (no
israelitas convertidos) se les permitía entrar al templo.
¡IMPORTANTE!
EN 1:6, DIOS COMIENZA A HABLAR ESPECIALMENTE A LOS SACERDOTES, LOS
MINISTROS, NO AL PUEBLO. ¡SIGA EL RASTRO DE LA PALABRA "VOSOTROS"
PARA DETERMINAR SI DIOS DEJA DE HABLAR ESPECÍFICAMENTE A LOS
SACERDOTES, Y CUÁNDO!
Pecados de
los sacerdotes, 1:6-16.
Mal. 1:6 El
hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, puies, soy yo
el padre, ¿dónde está mi honra? y si soy
señor, ¿dónde está mi temor?, dice
Jehová de los ejércitos a vosotros, OH SACERDOTES, que
menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué
hemos menospreciado tu nombre?
Mal. 1:7 En
que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijísteis:
¿En qué te hemos deshonrado? En que pensáis que la
mesa de Jehová es despreciable.
Mal. 1:8 Y
cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no
es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso
se agradará de ti, o le serás acepto?, dice Jehová
de los ejércitos.
Mal. 1:9
Ahora, pues, orad por el favor de Dios, para que tenga piedad de
nosotros. Pero, ¿cómo podéis agradarle, si
hacéis estas cosas?, dice Jehová de los ejércitos.
Mal. 1:10
¿Quién también hay de vosotros que cierre las
puertas o alumbre mi altar de balde? Yo no tengo complacencia en
vosotros, dice Jehová de los ejércitos, ni de vuestra
mano aceptaré ofrenda.
Mal. 1:12 Y
vosotros lo habéis profanado cuando decís: Inmunda es la
mesa de Jehová, y cuando decís que su alimento es
despreciable.
Mal. 1:13
Habéis además dicho: ¡Oh, qué fastidio es
esto!, y me despreciáis, dice Jehová de los
ejércitos; y trajísteis lo hurtado, o cojo, o enfermo, y
presentásteis ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de vuestra
mano?, dice Jehová.
Mal. 1:14
MALDITO el que engaña, el que, teniendo machos en su
rebaño, promete, y sacrifica a Jehová lo dañado.
Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y
mi nombre es temible entre las naciones.
(1:6) Según 1:6 y 2:1, Malaquías se dirige de lo
más específicamente a los ministros deshonestos,
es decir, ¡a sacerdotes del Antiguo Testamento! Estos dos
versículos, 1:6 y 2:1, son las CLAVES para entender el libro
entero de Malaquías. En realidad, estos dos versículos
dicen lo OPUESTO de lo que a la mayoría de nosotros nos han
dicho toda la vida. Al estudiar el resto de Malaquías, no olvide
el contexto de estos dos versículos. Dios reprende
específicamente a sus ministros, los
sacerdotes, no al pueblo. El
primer "vosotros" en
Malaquías 1:6 se refiere a los sacerdotes. Ellos son culpables
de deshonrar a Dios y de despreciar su nombre.
(1:7-8) Dios reprende a los ministros por darle lo que
nadie más quiere. Al hacerlo, los ministros son culpables de
despreciar "la mesa de Jehová". Nótese que Dios no dice
que ellos no "tenían" la ofrenda adecuada para
presentársela a Él. No hay ninguna razón para
concluir que los ministros se veían obligados a dar alimento
contaminado porque no tenían nada más que dar.
(1:9) Dios sólo critica a los SACERDOTES (no al pueblo)
por traer OFRENDAS inaceptables. Dios dice que ni siquiera su
gobernante aceptaría estas ofrendas de animales cojos o enfermos
para su mesa. Esto es porque el gobernante sabía que estos
ministros tenían abundancia de animales buenos y saludables para
sacrificar de las ofrendas de los primogénitos y de su parte de
los animales diezmados. ¿Por qué es cierto esto?
Porque Nehemías había ordenado al pueblo traer estas
ofrendas, y era tal la abundancia que se habían necesitado
almacenes (véase Neh. 10:35-38; 12:44, 47; 13:4, 5, 12, 13).
(1:10) En Malaquías, Dios está extremadamente
airado contra los sacerdotes. Les dice que le gustaría que
cesaran todo culto hipócrita. No se agradaba de los sacerdotes,
y no estaba dispuesto a aceptar de ellos ninguna ofrenda que no
significase nada.
(1:12) Los sacerdotes son culpables de profanar el nombre de
Dios. Sus repugnantes sacrificios revelaban su completo y pecaminoso
desprecio a Dios.
(1:13) Este texto es muy interesante. KJV dice "lo
descuartizado"; NIV, "lesionado"; NAS, NKJV y TLB prefieren "robado" o
"hurtado"; y RSV dice "tomado por la fuerza". Si era robado, entonces
esto significa que, de alguna manera, los sacerdotes habían
tomado "más" que su parte legal. Puesto que las primicias, los
primogénitos, y las ofrendas iban a dar directamente a sus
manos, los sacerdotes no podrían haber robado estos
artículos (Neh. 10:35-37b). Sin embargo, los sacerdotes
habían tomado la porción de los levitas del diezmo en el
alfolí (Neh. 13:10-11).
(1:14) ¡Los que sólo leen la maldición de
Malaquías 3:9 no se dan cuenta de que la palabra maldición
se había usado anteriormente cuatro (4) veces en
Malaquías para maldecir a los sacerdotes! Ds muy evidente que
esta primera maldición de Malaquías 1:14 se dirige a los
sacerdotes, los ministros, del Antiguo Testamento. El sacerdote "TIENE"
animales aceptables para el sacrificio, recibidos de los diezmos y las
ofrendas. ¡Dios no los excusaba porque el pueblo no había
entregado sus diezmos adecuadamente! Aunque los sacerdotes no
tenían que diezmar, se esperaba que PROMETIERAN HACER ofrendas
voluntarias de los diezmos y las ofrendas que recibían.
¡Su pecado consistía en prometer darle a Dios lo mejor y
luego darle lo peor!
Castigo de
los sacerdotes, 2:1 a 4:6.
Mal. 2:1
Ahora, pues, OH SACERDOTES, para vosotros es este mandamiento.
Mal. 2:2 Si
no oyéreis, y si no decidís de corazón dar gloria
a mi nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos,
enviaré MALDICIÓN sobre vosotros, y MALDECIRÉ
vuestras bendiciones; y aun las he MALDECIDO, porque no os
habéis decidido de corazón.
Mal. 2:3 He
aquí, yo os dañaré la sementera [sacerdotal], y os
echaré al rostro el ESTIÉRCOL, el ESTIÉRCOL de
vuestros animales sacrificados, y seréis arrojados juntamente
con él.
(2:1) A causa de esta vital relación con el resto de
Malaquías, ¡este versículo se convierte en la clave
más importante para su significado! Por segunda vez, ¡Dios
claramente deja bien claro que se dirige específicamente a los
sacerdotes! Puesto que no hay ningún texto correspondiente en
ninguna otra parte del libro de Malaquías en el sentido de que
Dios haya cambiado su
auditorio primario, entonces la conclusión es que Dios no
cambió este auditorio durante el resto del libro. El
capítulo dos continúa la condenación de los
SACERDOTES. Después de describir algunos de sus pecados desde
1:6 hasta 1:14, Dios ahora describe su castigo.
(2:2) ¿Cuántos predicadores pasan por alto este
texto cuando predican sobre la maldición de 3:9?
¿Podría ser porque esta segunda, tercera, y cuarta
ocurrencia de MALDICIÓN en Malaquías (como la primera) se
dirigen nuevamente a los ministros mismos? Nada podría ser
más claro que este texto.
(2:3) "¡Dios arrojará estiércol,
desperdicios, menudo, excremento a sus rostros sacerdotales!" Este
versículo muestra el alcance de la ira de Dios contra los
sacerdotes. Dios definidamente no siente pena por ellos porque no
tengan diezmos y ofrendas de primogénitos para sacrificar.
Los
sacerdotes han roto su pacto especial con Leví, 24:10.
Mal. 2:4 Y
sabréis que yo OS envié este mandamiento, para que fuese
mi PACTO CON LEVÍ, ha dicho Jehová de los
ejércitos.
Mal. 2:5 Mi
PACTO con él fue de vida y de paz, las cuales cosas yo le di
para que me temiera; y tuvo temor de mí, y delante de mi nombre
estuvo humillado.
Mal. 2:6 La
ley de verdad estuvo en su boca, e iniquidad no fue hallada en sus
labios; en paz y en justicia anduvo ]el sacerdote levita] conmigo, y a
muchos hizo apartar de la iniquidad.
Mal. 2:7
Porque los labios del SACERDOTE han de guardar la sabiduría, y
de su boca el pueblo buscará la ley; porque MENSAJERO es de
Jehová de los ejércitos.
Mal. 2:8 Mas
vosotros [sacerdotes] os habéis apartado del camino;
habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis
corrompido el PACTO [sacerdotal] de Leví, dice Jehová de
los ejércitos.
Mal. 2:9 Por
tanto, yo también os he hecho viles y bajos ante todo el pueblo,
así como vosotros no habéis guardado mis caminos, y en la
ley hacéis acepción de personas.
Mal. 2:10
¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un
mismo Dios? ¿Por qué, pues, nos portamos deslealmente el
uno contra el otro, profanando el PACTO de nuestros padres?
(2:4-7) ¡No debemos olvidar estos versículos cuando
leamos el capítulo 3, versículo 7, que es el contexto
inmediato de los textos que hablan del diezmo de 3:8-10!). Si bien es
cierto que el pacto entero de Dios con todo Israel INCLUÍA su
pacto específico con los sacerdotes de la tribu de Leví,
¡EL ÚNICO PACTO ESPECÍFICO que se menciona en el
libro de Malaquías es el pacto de Dios con los SACERDOTES! Estos
versículos sobre el pacto de
Dios con Leví
nos recuerda que, cuando la nación de Israel pecó, Dios
hizo responsables en primer grado a los sacerdotes por no llevar vidas
justas delante de los israelitas y por no enseñar correctamente
la palabra de Dios, como lo habían hecho cuando la nación
era joven.
(2:8) El SACERDOTE debía ser el MENSAJERO de Dios para su
pueblo. En hebreo, el nombre de MALAQUÍAS significa MI
MENSAJERO. La palabra (Strong´s 4397) ocurre más de 200
veces en el Antiguo Testamento y muy a menudo se ha traducido como
"ángel".
(2:9) Los SACERDOTES merecen y atraen el desprecio de Dios en
este versículo. Han decidido entre ellos qué partes de la
ley observarán y enseñarán. (¿Suena
conocida esta parcialidad?).
(2:10) Nótese que el pronombre cambia de "vosotros" a
"nosotros". El Señor ha cesado de hablar temporalmente en el
versículo 9 y ahora habla Malaquías. Puesto que el nombre
de Malaquías significa mi
mensajero, es muy probable que él mismo sea sacerdote.
Esto significa que el "nosotros" indica "nosotros los sacerdotes".
Sin embargo, si Malaquías (como profeta) está
hablando en nombre de todo Israel, entonces "nosotros" significa la
nación entera. Es razonable pensar que este texto pertenece bien
a 2:1-9 o bien a 2:11-12. Sin embargo, puesto que hasta ahora la
palabra pacto se ha usado en
2:5 y 2:8 para referirse limitadamente al pacto de Dios
específicamente con los sacerdotes, entonces no hay ninguna
razón interna para creer que Malaquías ha cambiado
bruscamente al pacto general con todo Israel.
En 2:10,el mensaje de Malaquías a los sacerdotes es:
"Puesto que nosotros (los sacerdotes y el resto de Judá) tenemos
un solo Padre y un solo Creador, por lo tanto, cuando nosotros (los
sacerdotes) pecamos al violar nuestro pacto especial con Leví,
actuamos traidoramente con todos en la nación porque nuestro
pacto es parte del pacto de ellos". Esto nos trae a los pecados de
Judá.
Judá e
Israel han profanado el nombre de Dios, 2:11-12.
Mal. 2:11
Prevaricó Judá, y en Israel y en Jerusalén se ha
cometido abominación; porque Judá ha profanado el
santuario de Jehová que él [Judá] amó, y se
casó con hija de dios extraño.
Mal. 2:12
Jehová cortará de las tiendas de Jacob al hombre que
hiciere esto, al que vela y al que responde, y al que ofrece ofrenda a
Jehová de los ejércitos.
(2:11) Sobre 2:11 o 2:12, la mayoría de los comentaristas
dice que Dios había cambiado de hablar sólo a los
sacerdotes a hablar a todo Judá. Las razones que se dan para el
cambio incluyen la mención de Judá y la condena por parte
de Dios del divorcio que todo Judá había cometido.
Véase Esdras 9-10 y Nehemías 13.
Puesto que ninguna de estas conclusiones, ni la mía, es
infalible, decidí discrepar y presentar mis razones. Primera,
los versículos 11 y 12 están en "tercera persona", es
decir, Dios todavía está hablando A los sacerdotes, pero
está hablando ACERCA de Judá y todo Israel. Los pecados
que los sacerdotes han cometido también han sido cometidos por
el resto de la nación. Dios responsabiliza a los sacerdotes, los
líderes espirituales, por el bienestar espiritual de la
nación entera. Esto se ve claro en los versículos 4-9. En
Esdras 10, los sacerdotes son purificados antes de que lo sea el resto
de la nación. Segunda,
aunque es evidente que Dios cambio su
auditorio de la nación a los sacerdotes en 1:6 y 2:1, no hay una
correspondiente declaración que incluya a "vosotros", como "Y
ahora, oh Judá, esto es para vosotros", para indicar que su
audiencia ha vuelto a ser la original.
(2:12) A menos que los sacerdotes y el resto de Judá
abandonen a sus esposas paganas y regresen a sus esposas israelitas,
debían ser "cortados", se les debía rehusar el acceso al
ritual del culto en el templo, y debían ser considerados como no
israelitas.
Dios
continúa hablando a los sacerdotes.
Mal. 2:13 Y
esta otra vez haréis cubrir el altar de Jehová de
lágrimas, de llanto, y de clamor; así que no
miraré más a la ofrenda, para aceptarla con gusto de
vuestra mano.
Mal. 2:14
Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha
atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido
desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto.
Mal. 2:15
¿No hizo él uno [marido y mujer] [¿estuvo el
espíritu en esta unión?], habiendo en él
abundancia de espíritu? ¿Y por qué uno? Porque
buscaba una descendencia para Dios. Guardaos, pues, en vuestro
espíritu, y no seáis desleales para con la mujer de
vuestra juventud. [Nota: Aquí hay dificultades en la
traducción].
Mal. 2:16
Porque Jehová Dios de Israel ha dicho que él aborrece el
repudio, y al que cubre de iniquidad su vestido, dijo Jehová de
los ejércitos. Guardaos, pues, en vuestro espíritu, y no
seáis desleales.
(2:13) La segunda persona, "vosotros", se reanuda con Dios
hablando directamente a los sacerdotes. Primero, desde los
versículos 10-12, los sacerdotes eran culpables de
traición al distinguirse por divorciarse de sus esposas y no
reprender el pecado. Ahora "nuevamente", "segundo", en 2:13 Dios
reprende la hipocresía de los sacerdotes de continuar ofreciendo
sacrificios mientras vivían en abierta rebeldía.
Este texto tiene una fuerte relevancia para los sacerdotes
porque ellos eran los únicos que literalmente lloraban sobre el
altar. El pueblo de Judá e Israel no tenía acceso directo
al altar y no podían literalmente "cubrir el altar de
Jehová con lágrimas". Según Nehemías, a
Dios le desagradaban mucho más los sacerdotes que el resto del
pueblo por sus matrimonios con los paganos (Neh. 13:23-30).
(2:14-16) Dios defiende a las esposas israelitas.
El juicio de
Dios contra el sacerdocio.
Mal. 2:17
Habéis hecho cansar a Jehová con vuestras palabras. Y
decís: ¿En qué le hemos cansado? En que
decís: Cualquiera que hace mal agrada a Jehová, y en los
tales se complace; o si no, ¿dónde está el Dios de
justicia?
Mal. 3:1 He
aquí, yo envío mi MENSAJERO [heb. Malaquías], el
cual preparará el camino delante de mí; y vendrá
súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros
buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis
vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los
ejércitos.
Mal. 3:2
¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida?
¿o quién podrá estar en pie cuando él se
manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como
jabón de lavadores.
Mal. 3:3 Y
se sentará para afinar y limpiar la plata; porque
LIMPIARÁ A LOS HIJOS DE LEVÍ, Y LOS AFINARÁ como a
oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en
justicia.
Mal. 3:4 Y
será grata a Jehová la ofrenda de Judá y d
Jerusalén, como en los días pasados, y como en los
días antiguos.
(2:17) Este texto, junto con el 2:13, debería ser
suficiente evidencia de que Dios nunca ha dejado de hablar directamente
a los sacerdotes, y todavía no está hablando a la gente
en general. Este texto es meramente una repetición
de las burlas que los sacerdotes han estado lanzando a Dios durante
todos los primeros dos capítulos. La respuesta de Dios a la
pregunta final: "¿Dónde está el Dios de
justicia?", está dirigida a los SACERDOTES en los
versículos siguientes.
(3:1) El juicio de purificación de Dios comenzará
en su casa, su templo, contra los sacerdotes que tienen la
responsabilidad principal de enseñar la verdad. Los predicadores
que enseñan el diezmo han usado estos textos correcta y
proféticamente muchas
veces para enseñar acerca de Juan Bautista o Jesucristo. Sin
embargo, aunque tales aplicaciones son correctas a causa del principio
de mayores cumplimientos múltiples, NO son el centro principal
del contexto.
Usando el principio de cumplimientos múltiples (griego: apotelesmático),
estos textos tienen por lo menos tres posibles cumplimientos. El primer
cumplimiento es obvio para los que están familiarizados con el
Nuevo Testamento. Jesús mismo citó estos textos para
referirse a Juan Bautista, que preparó el camino para su
ministerio y su actividad de purificación en el templo (Mal.
4:5; Mat. 3:3; 11:10-11; Mar. 1:2.3; Luc. 1:76; 3:4; 7:26-28; Juan
1:6-7, 23; Isa. 40:3-5).
Un segundo cumplimiento es el Señor mismo, porque el
pronombre en los textos se refiere a Dios viniendo en ira y fuego. Es
el Mesías, no Juan Bautista, quien aspareció como fuego
purificador para limpiar y corregir el sacerdocio levítico en su
primera venida. Además, la gran esperanza mesiánica de
Israel anticipa al Mesías que establecerá un culto puro
en el templo a su venida en gloria al final de los tiempos.
"Acuérdate de ellos, Dios
mío, contra los que contaminan
el sacerdocio, y el pacto del sacerdocio y de los levitas
[por medio de sus matrimonios con paganos]. Los
limpié,
pues, de todo extranjero, y puse a los sacerdotes y levitas por sus
grupos, a cada uno en su servicio. Acuérdate de mí, Dios
mío, para bien" (Neh.13:29-31).
Sin importar cuán ciertos sean los dos
cumplimientos mencionados anteriormente, el CONTEXTO histórico
inmediato apunta bien a un sacerdote literal llamado Malaquías,
Esdras el sacerdote, o el gobernador mismo, que usa "Malaquías"
como seudónimo. Muchas profecías mesiánicas (si no
todas) tienen un cumplimiento histórico contextual
mesiánico para la gente que vivía cuando se
pronunció la profecía.
Si Malaquías es una persona real (compárese con
Hageo 1:3), todavía es vocero de Dios y gobernador. Fueron un
sacerdote (Esdras) y el gobernador (Nehemías) quienes tuvieron
el celo literal para limpiar literalmente
el sacerdocio contaminado y restaurar los sacerdotes a su pacto (Esdras
9-10; Neh. 13:8-13; 29-31). No debemos pasar por alto el contexto
histórico del libro de Malaquías en Nehemías.
En los primeros versículos del capítulo 3, Dios
continúa dirigiéndose a los sacerdotes en un discurso que
comenzó en 1:6 y continuó en 2:1. En 2:17, cuando los
sacerdotes preguntan burlonamente: "¿Dónde está el
Dios de justicia?", Dios responde diciendo que su justicia
comenzaría en el templo (con ellos) (3:1). ¡Son los "hijos de Leví"
(no el pueblo) quienes deben ser limpiados (3:3)!
(3:4) Es sólo después de que Dios haya "purificado
a los hijos de Leví, y les haya purgado como oro o plata, cuando
pueden presentar al Señor una ofrenda en justicia"; sólo
entonces "será la ofrenda de Judá y de Jerusalén
agradable al Señor".
Más
pecados de los sacerdotes.
Mal. 3:5 Y
vendré a vosotros para JUICIO; y seré pronto testigo
contra los HECHICEROS y ADÚLTEROS, contra los que JURAN MENTIRA,
y los que DEFRAUDAN en su salario al JORNALERO, a la VIUDA y al
HUÉRFANO, y los que hacen injusticia al EXTRANJERO, no teniendo
temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.
Para que se entiendan correctamente, los textos sobre el diezmo
en 3:8-10 deben estar conectados con su contexto. Por lo tanto, para
los fines de entender el diezmo en Malaquías, ha sido necesaria
toda la anterior discusión para clarificar el contexto del
capítulo 3, especialmente los versículos 5-7. Nuevamente,
desde 1:6 hasa 4:6, el contexto se dirige principalmente a los
sacerdotes, no a la nación entera. El "vosotros" de este
versículo es una continuación del "vosotros" desde 2:17;
3:1, 2, que son los "sacerdotes".
Se acepta generalmente que Malaquías y Nehemías
vivieron en el mismo lugar en el mismo período histórico;
ambos ministerios terminaron aproximadamente en el 400 a. C. Sin
ermbargo, es imposible establecer una fecha para Malaquías
más allá de toda controversia. Los eruditos estiman
varias fechas, a menudo basándose en sus presuposiciones. Por
ejemplo, ¿el robo de los diezmos y las ofrendas ocurrió
mientras Nehemías estaba ausente de Jerusalén, o,
extrañanamente, después
de que se recibió un excedente? ¿Son los ladrones
ciudadanos ordinarios de Judá, o sacerdotes que habían
guardado algunos de los diezmos fuera del alfolí o no
habían dado a los levitas su porción de los diezmos,
según Nehemías 13:10-11?
POR FAVOR, SIGA LA DISCUSIÓN CUIDADOSAMENTE. En
Nehemías, capítulos 10-13, el pueblo había sido
presionado por Nehemías para que trajera primicias,
primogénitos, ofrendas, diezmos y el siclo del templo.
Dieron tanto que fue necesario construir almacenes.
Por las siguientes razones, este autor cree que los que merecen
ser juzgados en el capítulo 3, versículo 5, son
nuevamente los sacerdotes levitas, no la nación en general.
Primera, se puede
argumentar igualmente que Malaquías podría haber ocurrido
inmediatamente después
de Nehemías 10-12 (posiblemente durante Nehemías 13:1-11)
y que es una descripción de los pecados de los sacerdotes al
guardar el diezmo, no dar a Dios lo mejor, y no proveer alimento para
sus ayudantes levitas y los otros necesitados enmerados en el
versículo 5. Esto explica
Nehemías 13:10: "Encontré asimismo que las porciones [los
diezmos] para los levitas no les habían sido dadas [por los
sacerdotes], y que los levitas y cantores que hacían el servicio
habían huido cada uno a su heredad".
Segunda, algunos de los
que enseñan el diezmo insisten en que Malaquías estaba
describiendo la condición en Judá antes, o mucho
después, de que Nehemías hiciera cumplir el diezmo en los
capítulos 10-13. ¡Esta suposición convierte a los
sacerdotes en VÍCTIMAS en vez de ladrones! Pero convertir a los
sacerdotes en víctimas es contrario al flujo del libro entero de
Malaquías. Por ejemplo, no hay ninguna indicación de que
los sacerdotes son inocentes porque no tienen ofrendas aceptables para
traer a Dios. ¡Justamente sucede lo contrario! Dios dijo que
ellos habían retenido las ofrendas aceptables (1:14).
Tercera, no hay ninguna
razón para creer que Nehemías sólo exigiría
que este diezmo obligatorio ocurriera una sola vez en el año.
Conociendo a Nehemías, tenemos que concluir que él
continuó la práctica todos los años de allí
en adelante.
Cuarta, los sacerdotes
eran culpables de hechicería.
Como dirigentes religiosos responsables, habían dado el ejemplo
equivocado. Habían dicho que "la mesa de Jehová es
despreciable" (1:7, 12; 2:8). Los sacerdotes eran culpables de adulterio
porque habían intercambiado esposas hebreas por esposas paganas,
y habían sido disciplinados especialmente por Esdras y
Nehemías (Esdras 10; Neh. 13:28-30). Además,
habían sido culpables de "jurar
falsamente" (1:13-14).
Quinta, una omisión
en la lista del versículo 5 puede proporcionar una buena
razón para concluir que este texto se dirige sólo a los
sacerdotes levitas. En la ley, los levitas son a menudo los primeros en
la lista de Dios de personas que merecen el diezmo porque no
habían recibido herencia de tierras, servían a Dios a
cambio del sacerdocio de los primogénitos, que había sido
abolido, y se suponía que se identificaban con los más
pobres de Israel.
Las ordenanzas del diezmo tanto en Deuteronomio 14:27-29 como en
26:12-13 listan a los "LEVITAS, los extranjeros, los huérfanos,
y las viudas" como recipientes elegibles de los diezmos. Esta misma
lista es también la que se menciona cuando el diezmo era
atraído a las festividades (Deut. 16:11, 14). Sin embargo,
muchos textos mencionan a los huérfanos, las viudas y los
extranjeros y omiten a los levitas. (Véase Deut. 10:18; 24:14,
19-21; Sal. 94:6; 146:9; Jer. 7:6; 22.3, 7; Zac. 7:10).
Si Malaquías 3:5 se
refiere a que la nación entera pecaba al oprimir a los
necesitados dedjamdo de traer diezmos, entonces, ¿POR QUÉ
NO están incluidos los sacerdotes en la lista de los que
necesitan los diezmos? ¡La lógica indica que los
sacerdotes tienen que ser NUEVAMENTE los OPRESORES
más bien que los OPRIMIDOS!
Sexta, ¡hasta
ahora, en Malaquías, los sacerdotes (no el pueblo) han recibido
terribles condenas de parte de Dios! Han sido hallados culpables de una
amplia gama de pecados, incluyendo una maldición por robo (1:6,
14). "Maldito sea el engañador que en su manada tenga un macho,
y prometa, y sacrifique a Jehová una cosa corrupta".
Nehemías 13:11 debe referirse primordialmente a los sacerdotes
que ministraban en el templo como los culpables de robar el diezmo a
los levitas (sólo las porciones de los levitas): "Entonces
reprendí a los oficiales, y dije: ¿Por qué
está la casa de Dios abandonada?" - por los levitas hambrientos
en el versículo 10.
Mal. 3:6
Porque yo Jehová no cambio; por eso, hijos de Jacob, no
habéis sido consumidos.
Mal. 3:7
Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de
mis ordenanzas,
y no las guardásteis. Volveos a mí, y yo me
volveré a vosotros, ha dicho el Señor de los
ejércitos ...
(3:6) Este texto se ha interpretado a menudo en el sentido de
que Dios no cambia y siempre demandará un diezmo del diez por
ciento exacto, ya sea que su pueblo sea el Israel nacional bajo el
antiguo pacto, la iglesia cristiana bajo el nuevo pacto, o los
creyentes más pobres y necesitados.
Sin embargo, el contexto indica algo bien diferente. Puesto que
Dios es justo y no castigará al justo junto con el culpable,
entonces juzgará los pecados de los sacerdotes (3:1-4), y ya lo
ha hecho en gran medida (2:1-17) maldiciéndoles cuatro veces.
Dios no cambia en relación con el juicio (2:17 a 3:4). Ha puesto
la responsabilidad final por los necesitados en manos de los sacerdotes
(3:5) - y Dios no cambiará ni liberará de sus
responsabilidades a los sacerdotes culpables.
En consecuencia, en este contexto, "Dios no cambia" significa
que ¡Dios nunca cambia acerca de juzgar el pecado! Dios cumple
las promesas de su pacto tanto en lo relativo a las bendiciones como en
lo relativo a las maldiciones.
(3:7) ¡Es absolutamente deshonesto pasar por alto el
contexto de los versículos 1-7 y comenzar a enseñar el
diezmo desde el versículo 8! Nuevamente, pregunto:
"¿Está Dios hablando todavía a los sacerdotes, o a
cambiado y ahora se dirige a la nación entera en este
versículo?" Aunque no encontramos una pista en la frase "desde los días de vuestros padres
...", podemos concluir honestamente que Dios está
hablando a los israelitas y no a la iglesia.
La segunda frase: "... de mis ORDENANZAS, y no las
guardásteis", proporciona una pista sobre a quién
está hablando Dios. ¿Ha leído usted alguna vez las
palabras exactas de la ordenanza
que establece el diezmo? Esta ordenanza es Números 18, el
capítulo que sirve de base para el diezmo. "Estatuto" y
"ordenanza" ocurren cinco veces en ese capítulo (vv. 8, 11, 19,
23).
La totalidad de la ley mosaica, o el pacto antiguo,
consistía de mandamientos, ordenanzas/estatutos y juicios.
"Ordenanzas" eran los "estatutos" del servicio de culto ceremonial, que
detallaban cada aspecto del servicio que llevaban a cabo los sacerdotes
en el santuario. Nótese que Dios NO dice: "Vosotros os
habéis apartado de mis 'mandamientos' y 'juicios'".
Compárese con Nehemías 10:29.
¡Ya sea que Dios esté hablando sólo a los
sacerdotes, o a la nación entera de Israel, debería ser
claro como el agua que los versículos 8-10 deben entenderse y
explicarse en el contexto de las ordenanzas o estatutos
de la ley mosaica, comenzando en el versículo 7! Las ordenanzas
son las leyes de culto ceremonial para los sacerdotes en el pacto
antiguo. ¡El diezmo es una de estas 'ordenanzas' y
no es un 'mandamiento' moral!
Mal. 3:7 ...
Pero dijísteis: ¿En qué hemos de volvernos?
Mal. 3:8
¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis
robado. Y dijísteis: ¿En qué te HEMOS robado? En
vuestros diezmos y ofrendas.
¡NOTA! ¡Si
usted COMIENZA su lectura en este capítulo (o este libro) en
este versículo, está perjudicando su
propio conocimiento de la palabra de Dios, está siendo
deshonesto con el contexto de la palabra de Dios, y probablemente no
entenderá el significado de Malaquías 3:8-10! Ruego a
usted que por favor se detenga ahora, retroceda, y por lo menos lea el
artículo entero hasta este punto (preferiblemente 2
Crónicas 31 y Nehemías también).
SIN EMBARGO, si usted rehusa retroceder y leer mi
discusión anterior sobre Malaquías hasta este punto,
entonces todavía necsitará conocer el contexto de
Malaquías, las ciudades levitas, y el programa de trabajo de los
sacerdotes y levitas en el templo de Jerusalén. ¿Por
qué? Porque estos tres temas proporcionan el contexto esencial
para las prácticas del diezmo en la palabra de Dios. La parte
principal de ese contexto inmediato es el libro de Nehemías. Si
uno es completamente honesto con la palabra de Dios, pero no
está familiarizado con el libro de Nehemías, entonces
esto cambiará seriamente lo que usted probablemente pensó
que la Biblia enseña sobre el diezmo. Nehemías discute el
diezmo mucho más que Malaquías y nos da el posible
contexto exacto del 3:8-10. ¡Abróchense los cinturones de
seguridad! Para algunos, la siguiente discusión será una
carrera desenfrenada.
A menudo, he instado al lector a considerar una pregunta muy
importante desde el 1:6 en adelante: "¿A quién
está hablando Dios?" Nuevamente: "¿Quiénes son los
'vosotros' y los 'nosotros' de Malaquías 3:8?" Aunque hay una
aplicación secundaria a la gente en general, Dios todavía
está hablando específicamente a los sacerdotes. El
versículo 7 termina en que los sacerdotes, desde el 2:17 hasta
el 3:6, le preguntan a Dios: "¿En qué hemos de
volvernos?" En contexto, están preguntando: "¿Qué
tenemos que hacer nosotros los sacerdotes para volver a guardar tus
'ordenanzas' del culto ceremonial?"
¡El versículo 8 no comienza en un vacío!
Comienza en que Dios responde a la pregunta que hacen los sacerdotes en
el 3:7. La honestidad para con la palabra de Dios demanda que no
comencemos un estudio bíblico en el versículo 8.
¡Dios les dice a los SACERDOTES que ELLOS le han robado en los
diezmos y las ofrendas!
Usted preguntará: "¿Dónde dice la Biblia
que Dios está hablando sólo a los sacerdotes?" Yo
respondo: (1) Puesto que ES CLARO que Dios comenzó a hablar a
los sacerdotes en el 1:6, (2) enfáticamente continuó
hablando a los sacerdotes en el 2:1, (3) debe todavía continuar
hablándoles a ellos sobre sus altares en 2:13, (4) es claro que
todavía les está hablando desde 2:17 hasta el 3:4,
ENTONCES (5) ¡Dios todavía está dirigiéndose
específicamente a los sacerdotes en el 3:8! Pregunto:
"¿Cuándo DEJÓ Dios de hablar a los sacerdotes? La
carga de la prueba debe recaer sobre los que dicen que Dios
cambió súbitamente de auditorio, de los sacerdotes a la
gente.
¿Quién le ha robado a
Dios hasta ahora en el contexto de Malaquías 3:8?
Primero, los estudiantes bíblicos simplemente no pueden pasar
por alto a Malaquías 1:13-14, que se dirige claramente a los
sacerdotes del 1:6. La NAS dice: "... habéis traído lo
que fue robado
y lo que es cojo o enfermo; ¡así traéis la ofrenda!
... Pero maldito el estafador
que tiene un macho en su rebaño y lo promete, pero sacrifica al
Señor un
animal con defecto ...". Nuevamente, donde la KJV dice "desgarrado", la
NAS dice "robado", la NKJV dice "lo robado", la RSV dice "tomado con
violencia", y la TLB dice "robado". ¡Dios dice que los sacerdotes
habían "robado" o bien más que la décima parte del
diezmo, más que su porción de las ofrendas,o ambos!
Malaquías también señala que los sacerdotes
habían robado a Dios al no darle lo mejor que habían
prometido.
Segundo, cuando
comparamos a Nehemías 10:37, 38 más 12:44, 47 con 13:4,
5, 10,11, es claro que el sumo sacerdote había robado la
porción para los levitas del diezmo, porque todo lo demás
estaba a la mano para ser reemplazado. ¡Innegablemente, los
sacerdotes habían robado el diezmo a los levitas! "Encontré
asimismo que las porciones para los levitas no les habían sido
dadas, y que los levitas y cantores que hacían el servicio
habían huido cada uno a su heredad" (Neh. 13:10).
Los que objetan dicen: "¡No, no no! ¡Todo eso es un
error! ¡Los sacerdotes son completamente inocentes! ¡El
pueblo es culpable de no traer diezmos para los sacerdotes! ¡El
pueblo es culpable de robar a Dios!"
Yo contesto esta objeción preguntando:
"¿Dónde encuentra usted esto entre Malaquías 1:6 y
3:7?" Durante todo el libro de Malaquías, LOS SACERDOTES HAN
SIDO LOS VILLANOS, la parte culpable, los ladrones - y ahora, de
repente, ustedes dicen que ellos
son la parte maltratada. ¡Cuán inconsistente se puede ser!
Dios ya ha MALDECIDO a los sacerdotes CUATRO VECES por robarle y por no
traer lo que ya poseían. Los sacerdotes no son las pobres
víctimas inocentes que tantos predicadores quieren que creamos.
Los sacerdotes son los "ladrones" y los "estafadores" que ya tienen los
diezmos y ofrendas (desde Nehemías 10:38; 12:44, 47), no le
están dando a Dios lo mejor y no están compartiendo con
los levitas en Nehemías 13:10 y los necesitados en
Malaquías 3:5.
La frase "diezmos y ofrendas" significa "diezmos" MÁS
"ofrendas". Y no significa (como muchos enseñan) que todo el
mundo debe dar diezmos primero y que las ofrendas sólo se pueden
dar después de que se han dado los diezmos. ¡Eso es una
mentira! En realidad, los diezmos nunca se les exigieron a todos
(especialmente a los pobres) y los diezmos legítimos sólo
podían proceder de dentro de la nación de Israel
(véase el capítulo uno). Sólo los granjeros y
criadores de animales podían diezmar de las ganancias producidas
por Dios. Todos los demás sólo daban ofrendas de buena
voluntad de lo que habían producido.
Mal. 3:9
"Malditos sois con maldición,
porque vosotros, la nación
toda, me habéis robado".
"¡Por fin", dirá el que enseña el diezmo,
"usted tiene que admitir que AHORA, en este versículo, Dios
está hablando a la NACIÓN ENTERA y no a los sacerdotes!"
Yo contesto: "¿Cuál es el contexto? Hasta este
momento, el pronombre vosotros
se ha referido casi exclusivamente a los sacerdotes, que reciben las
maldiciones que Dios ha pronunciado contra ellos a causa de su
culpabilidad. ¿Se justifica que AHORA concluyamos que el
pronombre vosotros
de repente se refiere al pueblo, y que el pueblo ha agraviado a los
sacerdotes?" Las cuatro primeras maldiciones habían sido
pronunciadas contra los sacerdotes deshonestos (1:14 y 2:2). Estos
ministros eran culpables de robar a Dios y recibieron la
reprensión más larga y más áspera en
Malaquías (1:6 a 2:9). Habían deshonrado a Dios y
menospreciado su nombre (1:6). Le habían robado al no ofrecerle
lo mejor (1:7-8). Su culto no era aceptable (1:8). Dios deseaba que uno
de ellos cesara en su culto hipócrita y cerrara con llave las
puertas del templo (1:10). Estaba cansado de su deshonestidad (1:13-14)
y les maldijo por ser engañadores y estafadores (1:14). Hasta
sus hijos serían afectados por su pecado y reprendidos (2:3).
Dios hasta prometió arrojarles estiércol a sus rostros
durante sus festividades religiosas (2:3).
"Pero", objeta el que enseña el diezmo, "el
versículo 9 dice claramente 'la nación toda'".
Yo contesto: "Lea el versículo más cuidadosamente.
Por alguna razón, muchos eruditos
traductores del hebreo piensan que el versículo 9 debería
decir: "la nación toda DE VOSOTROS". Aunque "de vosotros" no
aparece en ña King James Version, sí aparece en las
más literales NAS y RSV (y también la muy popular NIV).
El propósito de añadir "de vosotros" no está
claro, ¡ a menos que esta adición distinga entre la
nación entera "de vosotros los sacerdotes"
y el resto de la nación! Un posible precedente contextual
bíblico se ve en el robo de los diezmos a los levitas que
ministraban por parte de Eliasib en Nehemías 13:7-10, que tuvo
que involucrar a otros sacerdotes. Nuevamente, sin embargo, el punto
principal hasta ahora ha sido que (por lo menos hasta ahora) Dios
había estado maldiciendo a los sacerdotes en vez de expresar
pena por ellos.
Si Malaquías 3:9 continúa la maldición del
2:2, entonces es una adición a ella. "Enviaré maldición sobre vosotros
[los sacerdotes], y maldeciré vuestras
bendiciones; y aun las he maldecido, porque no os
habéis decidido de corazón". Hasta las ofrendas de
los sacerdotes fueron maldecidas. "Y
esta otra vez haréis cubrir el altar de Jehová de
lágrimas, de llanto, y de clamor; así que no
miraré más a la ofrenda, para aceptarla con gusto de
vuestra mano" (2:13).
Los sacerdotes ciertamente necesitaban una seria limpieza: "Y
se sentará para afinar y limpiar la plata; porque
limpiará a los hijos de Leví, los afinará como a
oro y como a plata, y traerán a Jehová ofrenda en
justicia" (3:3). ¿Por qué habría Dios de
cambiar tan de repente de maldecir a los sacerdotes a ayudarles en
algunos versículos más adelante (como dicen algunos)?
¿Exactamente qué es la "maldición" de
Malaquías 3:9? Deuteronomio 27:26 dice: "Maldito el que
no confirmare las palabras de esta ley para hacerlas. Y dirá
todo el pueblo: Amén"
El nuevo pacto nos enseña que Jesucristo vino como el
segundo Adán (Rom. 5:17-19) y como Israel personificado (Mat.
2:15), para vivir la vida perfecta sin pecado y obedecer cada una de
las partes de la ley (Heb. 10:9). Por fe, su perfecta obediencia se
acredita al creyente (Rom. 3:24-26; 2 Cor. 5:21). En consecuencia, los
cristianos no están, y no pueden estar, bajo ninguna
maldición bien del pacto antiguo o el nuevo pacto porque los
cristianos tienen la perfecta vida sin pecado de Cristo en lugar de su
obediencia a Dios. Como apunta tan bien mi buen amigo Jonathan
Kithcart: "¿Por qué moriría Cristo para redimirnos
de la maldición de la ley, y luego daría la vuelta y nos
pondría otra vez bajo esa misma maldición? ¡Eso es
una locura, hombre!" (55)
(citado en Gálatas 3:10).
.
Esta maldición era la
maldición del pacto antiguo. Repito, ¡la maldición
de Malaquías 3:9 era la maldición del pacto antiguo! La
nación había prometido a Dios que obedecería
completamente todas y cada una de las partes de la ley entera, o de lo
contrario quedaría bajo maldición. El auditorio de
Malaquías, en Nehemías 10:28-29, renovó sus votos
del pacto antiguo y, nuevamente, pidió a Dios que le pusiera
bajo maldición si dejaba de cumplir con cada una de las partes
de la ley.
¡Amigos, es un PECADO
terrible que los predicadores cristianos saquen la
maldición de Malaquías 3:9
fuera de su histórico contexto del pacto antiguo y la usen como
mazo, o como hierro candente, para amenazar a los miembros de iglesia
por no traer sus diezmos! Sólo los israelitas pueden ser
maldecidos por semejante pecado porque ellos fueron los únicos
que le pidieron a Dios que les maldijera si dejaban de guardar su ley
perfectamente. Dios nunca entró en ningún pacto de esta
clase con la iglesia.
En Gálatas 3, el apóstol Pablo discute la
"maldición de la ley". Después de citar a Deuteronomio
27:26 en el versículo 10, el versículo 12 dice que la ley
no se basaba en la fe. De la misma manera, el diezmo no se basa en la fe.
¡Como elegidos de Dios, los cristianos del nuevo pacto no
están bajo maldición por NINGUNA razón!
¿Cómo podemos estarlo? Ya somos conquistadores y nuestras
vidas ya están escondidas con Cristo en Dios (Rom. 8:37; Col.
3:1-4). La Escritura es clara sobre esto (véase también
Rom. 8:1, 33; Heb. 10:14; Efe. 1:7). ¡Crea en la palabra de Dios
para la iglesia! ¡Crea que "Cristo
nos ha redimido de la maldición de la ley, hecho por nosotros
maldición (porque está escrito: Maldito todo aquel que es
colgado en un madero" (Gál. 3:13)! ¡Libérese
de las mentiras de los que quieren asustarlo con una maldición
abolida!
En relación con los versículos 8-10, el muy
estimado J. Vernon McGee
escribió: "Por gracia, Dios quiere que usted dé en la
medida en que pueda dar. Para algunas personas, eso sería menos
que el diezmo. Y yo soy de la opinión que muchos miembros de
esta sociedad acaudalada deberían estar dando más a Dios"
(p. 84). "Quiero recordarles nuevamente que nosotros no estamos bajo el
sistema del diezmo en la actualidad. Hay muchos creyentes humildes con
muy pocos ingresos para los cuales dar el diezmo sería
demasiado" (p. 85). "En la actualidad, no existe tal cosa como 'dar
para el alfolí'. Ésa no es la manera en que damos porque
lo que Israel daba era en forma de productos" (p. 86) (56).
Un comentario final sobre la maldición de
Malaquías 3:9. Sólo hay tres textos en los cuales el
mismo Jesús mencionó el diezmo. Y, créanlo o no,
en realidad Jesús maldijo (pronunció ayes) a los
DIEZMADORES porque el resto de sus vidas era hipocresía.
¡Esto prueba que no hay tal cosa como bendiciones
automáticas para los diezmadores! Véanse Mateo 23:23 y
Lucas 11:42; 18:12.
Mal. 3:10
Traed todos los diezmos al alfolí y haya ALIMENTO en mi casa; y
probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si
no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré
sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
¿Qué significa
"traed todos los diezmos al alfolí"?
Durante más de cuarenta años, he tenido la
impresión de que hay algo erróneo en la
interpretación de este versículo, pero no
había podido "poner el dedo en la llaga". Aunque, a primera
vista, el predicador superficial, el estudiante, o el laico crean que
este versículo se explica por sí solo, la verdad es que
está muy lejos de hacerlo. Uno tiene que entender el contexto
bíblico inspirado tanto de Malaquías como de
Nehemías para entender a Malaquías 3:10.
La verdad es que, fuera de este solo versículo, Dios
JAMÁS mandó a nadie que trajera TODOS los diezmos al
alfolí de Jerusalén. Es necesario decir esto nuevamente.
"Fuera de este solo versículo, Dios JAMÁS mandó a
nadie que trajera TODOS los diezmos al alfolí de
Jerusalén". ¡De hecho, sucede lo contrario! Considere
cuidadosamente las siguientes instrucciones de la palabra de Dios.
En realidad, el pacto antiguo exigía tres diezmos
diferentes, y sólo se mandaba que se llevara al alfolí
una pequeña parte. En consecuencia, con relación a
Malaquías 3:10, hay algo gravemente erróneo en la
explicación de los que enseñan el diezmo.
EL PRIMER DIEZMO, para los
sirvientes levitas de los sacerdotes, NO debía ser
llevado al alfolí del templo. "Y he aquí
yo he dado a los hijos
de Leví
TODOS LOS DIEZMOS en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto
ellos sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión"
(Núm. 18:21). "Y [los levitas] estaban en
las ciudades de los sacerdotes,
para dar con fidelidad a sus hermanos sus porciones conforme a sus
grupos, así al mayor como al menor" (2 Crón. 31:15). "Del
mismo modo para los hijos de Aarón, sacerdotes, que estaban en
los suburbios de sus ciudades,
por todas las ciudades, los varones nombrados tenían cargo de
dar sus porciones a todos los varones de entre los sacerdotes, y a todo
el linaje de los levitas" (2 Crón. 31:19). "Y [traerán]
el DIEZMO de nuestra tierra para los levitas; y que los levitas
recibirían los DIEZMOS EN TODAS LAS CIUDADES [NKJV: comunidades
agrícolas; NAS y RSV: aldeas rurales] (Neh. 10:27b).
Dios mandó que Israel trajera TODO el primer diezmo para
los levitas (no para los sacerdotes) donde
ellos vivían en sus ciudades levitas
- y Jerusalén no era una ciudad leviita (véase
Josué 21:9-19). Los levitas NO vivían permanentemente
cerca del templo en Jerusalén. Todos los cuatro textos
anteriores dejan absolutamente claro que los levitas recibían
el diezmo ENTERO, TODO el diezmo, en sus ciudades - y no los sacerdotes
en el templo. Después de que los levitas recibían el
diezmo, tanto los sacerdotes como los levitas consumían la mayor
parte de él fuera de Jerusalén.
¿Qué HACÍAN la mayor parte del tiempo estos
levitas que recibían el diezmo? Mientras estaban en el templo,
los levitas eran ayudantes de los sacerdotes, guardias, cantores, y
constructores y artesanos de todas clases. Los que estaban fuera del
templo era criadores de animales (Núm. 35:2), maestros,
políticos y jueces, y evidentemente afinaban sus habilidades
como artesanos y supervisores de artesanos. En 1 Crónicas 23:2-4
encontramos que, del total de 38,000, 24,000 eran constructores y
artesanos, y 6,000 eran jueces civiles y supervisores.
¡Éstos, sí, éstos, recibían la
TOTALIDAD del diezmo! ¡Ninguno ministraba como sacerdote!
¡Sorprendente en verdad!
Además, los hechos sobre las ciudades levitas y el
programa de trabajo de 1 semana de cada 24 (24 turnos) en el templo
significaba que el 95% del diezmo permanecía donde
permanecía el 95% de los sacerdotes y levitas. Por lo tanto,
Números 18:21; 2 Crónicas 31:15-19; y Nehemías
10:37-38 señalan claramente que es imposible que
Malaquías 3:10 se refiera a la TOTALIDAD del diezmo, incluyendo
el que pertenecía a los levitas.
El SEGUNDO DIEZMO, el diezmo
de las fiestas, NO debía ser traído para ser
guardado en el alfolí del templo. Deuteronomio
12:17-18 "Ni comerás en tus poblaciones el diezmo ... sino que
delante de Jehová tu Dios lo COMERÁS, EN EL LUGAR que
Jehová tu Dios hubiere escogido, tú, tu hijo, tu hija, tu
siervi, tu sierva, y el levita que habita en tus poblaciones; te
alegrarás ...". Usted puede leer acerca de este diezmo en
Deuteronomio 12, versículos 6-19 y en Deuteronomio 14,
especialmente el versículo 23. Este diezmo de la festividad era
traído al lugar", es decir, "Jerusalén", a una de tres
celebraciones religiosas nacionales que eran compartidas por TODOS.
Puesto que el diezmo era siempre en alimento, era consumido por todos
en las calles mientras Israel celebraba. Por lo tanto, el segundo
diezmo tampoco era llevado a los almacenes del templo.
El TERCER diezmo,el diezmo de
los pobres, TAMPOCO era llevado al templo de Jerusalén. Deuteronomio
14:28-29 "Al fin de cada tres años sacarás todo el DIEZMO
de tus productos de aquel año, y lo guardarás EN TUS
CIUDADES. Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad
contigo, y el extranjero, el huérfano y la viuda que hubiere en
tus poblaciones, y comerán y serán saciados; para que
Jehová tu Dios te bendiga en toda obra que tus manos hicieren".
Usted también puede leer sobre este diezmo en Deuteronomio
26:12-13. Este diezmo se pagaba cada tercer año y Dios mandaba
específicamente que debía guardarse en las "las ciudades"
de los diezmadores,
para ser usados por los levitas y todos los otros necesitados. En
consecuencia, el tercer diezmo ni siquiera era llevado a
Jerusalén, mucho menos al alfolí.
¿Confundido? ¿Cuántas veces ha oído
usted a los predicadores señalar estos tres textos mientras
predica sobre Malaquías 3:10? Malaquías 3:10 no es tan
evidente por sí mismo ahora, ¿verdad? Claramente, "TODO"
el diezmo NUNCA era traído al "ALMACÉN". Por lo tanto,
puesto que esto no sucedía nunca, entonces, ¿cómo
puede la iglesia usarlo como su principal ejemplo de "diezmar para el
alfolí"????
Ahora hagamos que todo este enredo tenga algún sentido.
El verdadero significado de Malaquías 3:10 queda revelado por lo
que Dios mandó realmente que fuese traído al
alfolí de Jerusalén. En
relación con los diezmos en alimento, descubriremos que el
alfolí de Jerusalén era sólo el lugar en que se
guardaba el alimento usado para alimentar a los sacerdotes y levitas
que se turnaban entrando y saliendo del templo cada semana para sus
ministerios semanales.
Si usted realmente quiere saber exactamente lo que
Malaquías 3:10 quiere decir cuando dice "traed todos los diezmos
al alfolí", lea y estudie cuidadosamente los siguientes tres
juegos de textos, Números 18:9-32; Nehemías 10:35-38;
12:44, 47; y 2 Crónicas 31:15-19.
Primero,
Nehemías
10:35 (que amplía Números 18:12-13) manda al "pueblo" que
traiga las "primicias" de la cosecha "a la CASA de Jehová cada
año".
Segundo, Nehemías
10:36 (que amplía Números 18:15-18) manda que el "pueblo"
traiga los "primogénitos" de todos los animales limpios a "la
CASA de nuestro Dios" "a los sacerdotes".
Tercero,
Nehemías
10:37a manda al "pueblo" que traiga las "primicias" y lo mejor de la
masa, los árboles frutales, el vino y el aceite nuevos a "las
cámaras de la CASA de nuestro Dios" "a los sacerdotes".
Cuarto,
¡NOTE EL CAMBIO! Nehemías 10:37b (que amplía
Números 18:21-24) manda claramente al "pueblo" que traiga los diezmos,
NO AL ALMACÉN, sino "a los levitas" en sus ciudades levitas, las
tierras de pastoreo, las comunidades agrícolas, o aldeas
rurales, donde vivían los levitas (y los sacerdotes) mientras no
estaban de turno "sirviendo" como cantores o guardas en el templo. "Y
[traed] el diezmo de nuestra tierra para los levitas, [para] que los
levitas [reciban] las décimas de nuestras labores en todas las
ciudades". ¡Este hecho revela una falla fatal en la
interpretación usual de Malaquías 3:10! Puesto que la
mayoría de los sacerdotes y levitas no permanecía en el
templo, el "pueblo" normalmente NO traía los diezmos al templo.
Quinto, Nehemías
10:38 (que expande Números 18:26)
manda que los "levitas (junto con los sacerdotes) traigan "el diezmo
del diezmo", es decir, el "diezmo del diezmo" de las ciudades levitas)
"a la CASA de nuestro Dios, a las cámaras del ALMACÉN", o
casa del tesoro. "Y
el sacerdote hijo de Aarón con los levitas, cuando los levitas
recibiesen el diezmo; y que los levitas llevarían el DIEZMO DEL
DIEZMO a la casa de nuestro Dios, a las cámaras de la casa del
tesoro". ¡Nótese que al "pueblo" normalmente NO se
le mandaba "traer" ninguna parte del diezmo directamente al templo
porque los levitas y los sacerdotes era responsables de hacer eso!
10:35
|
Primicias de la tierra
|
Al depósito del templo
|
Para los sacerdotes
|
10:36
|
Primicias de los rebaños
|
Al depósito del templo
|
Para los sacerdotes
|
1037a
|
Lo mejor de masas, vino y aceite
|
Al depósito del templo
|
Para los sacerdotes
|
10:38
|
1/10 de todo el diezmo
|
Al depósito del templo
|
Para los sacerdotes
|
0:37b
|
TODO EL DIEZMO
|
A LAS CIUDADES LEVITAS
|
PARA LOS LEVITAS
|
Al comparar todos estos
textos, es claro que al "pueblo" se le
mandó traer el diezmo a las ciudades levitas (no al
depósito
del templo) y que a los levitas y sacerdotes se les mandó traer
al templo la porción pequeña del diezmo para los
sacerdotes. Por lo tanto, ¿cómo puede Malaquías
estar dirigido a todo el pueblo?
En realidad, ni siquiera
toda la porción de los sacerdotes era traída al templo.
Nehemías 10:38 no dice "cuándo". Puesto que los
sacerdotes y levitas sólo servían en el templo una semana
de cada veinticuatro (1 de 24), las porciones del diezmo que iban para
el alfolí eran realmente muy pequeñas.
Nehemías 12:44 y
47 añaden los detalles faltantes de "cuándo" se les
proporcionaba alimento a aquellos sacerdotes y levitas que trabajaban
una semana en el templo. "En aquel
tiempo fueron puestos varones [levitas] sobre las cámaras de los
tesoros, de las ofrendas, de las primicias y de los diezmos, para
recoger en ellas, de
los suburbios de las ciudades, las porciones legales para los
sacerdotes y levitas; porque era grande el gozo de Judá con
respecto a los sacerdotes y levitas que servían". Puesto
que tanto los sacerdotes como los levitas sólo ministraban en el
templo una semana de cada veinticuatro, los que no estaban ocupados
como oficiales políticos y jueces vivían durante las
otras 23 semanas (46+ por año) dispersos por el país, en
sus tierras no heredadas, como granjeros, criadores de animales, o
trabajando en sus muchos oficios necesarios para el mantenimiento del
templo.
Nehemías 12:44 explica que era necesario traer alimento (de los diezmos)
para los sacerdotes y levitas que estaban de turno ministrando.
Debían llevar "sólo las porciones legales" al
alfolí del templo. Cuando Nehemías 12:47 dice: "todo Israel en días de Zorobabel y
en días de Nehemías daba alimentos a los cantores y a los porteros,
cada cosa en su día",
se refiere nuevamente sólo a la "porción" diaria que se
llevaba de las ciudades levitas al alfolí para hacer
provisión para los que ministraban (véase también
2 Crón. 31:16). Esta "porción" era del diezmo entero de
los levitas y del décimo del diezmo de los sacerdotes. Sin
embargo (y esto es importante), ¡el resto de los diezmos se
guardaba en las ciudades levitas, donde vivía la mayoría
de los sacerdotes y levitas! Nuevamente, no tiene ningún sentido
poner ALIMENTO en un lugar mientras la GENTE vivía en otro lugar
(véase 2 Crónicas 31:15-19).
¿Cómo comían los sacerdotes de un
décimo del diezmo cuando los levitas comían del diezmo
entero? Nuevamente, la respuesta se encuentra en Números 18 y
Nehemías 10:35-38. Por lo menos una vez al año, cada
familia traía primicias y primogénitos A LOS SACERDOTES -
¡pero no a los levitas! El sentido común indica que cada
uno traía consigo su propia porción de alimento-diezmo de
su ciudad de origen.
"Bueno", preguntará usted, "si la TOTALIDAD iba a parar a
manos de los levitas en sus ciudades y no iba para el
alfolí del templo en Jerusalén, entonces,
¿qué significa Malaquías 3:10?"
Puesto que Malaquías 3:6-7 ya nos ha recordado que Dios
no cambia con respecto a su relación de pacto con Israel,
entonces debemos concluir que Dios no cambió la ordenanza del
diezmo que se encuentra en Números 18:21-24 mientras el pacto
antiguo estuviese en vigor.
La única conclusión lógica que queda es
consistente con la evidencia de que Dios todavía está
hablando solamente con los sacerdotes desde el 1:6 y, especialmente, el
2:1: "Ahora, pues, oh sacerdotes,
para vosotros es este mandamiento".
Los sacerdotes habían ayudado a los levitas a recoger los
diezmos según Nehemías 10:38 y después
habían procedido a "traer el
diezmo del diezmo a la casa de nuestro Dios, a las cámaras, a la
casa del tesoro",
no todos a la vez, sino sólo "cada día" o, "según
era necesario", para aquellos a los que les tocaba ministrar o
"servir".
¿Qué sucedía con los diezmos después
de que habían sido "traídos" en Nehemías
12:47? Habían sido llevados del templo (robados) por el
Sumo Sacerdote (¿y otros sacerdotes?) (Neh. 13:7-10) y tuvieron
que ser reemplazados (Neh. 13:11-12) para que los levitas pudieran
nuevamente ayudar a los sacerdotes (Neh. 13:11). Si Nehemías 13
es el contexto de Malaquías 3, ¡entonces los sacerdotes
habían robado la porción de los diezmos que
pertenecía a los levitas!
Ya sea que Nehemías 13 es el contexto o no, "traer el
diezmo del diezmo al alfolí" se le ordenó, no al pueblo,
sino a los levitas y sacerdotes de Nehemías 10:38. Por lo tanto,
"traed todos los diezmos al alfolí" sólo está
dirigido a los levitas y sacerdotes (o sacerdotes deshonestos) y
sólo se refiere a las porciones diarias para los que
servían en el templo. La vasta mayoría de los diezmos
DEBÍA permanecer en las ciudades sacerdotales y levitas, donde
permanecía la mayor parte de los sacerdotes y levitas.
Los cristianos que enseñan el diezmo no pueden aceptar
esta conclusión. Aceptar este hecho sería reconocer que,
excepto por aquel único turno que ministraba activamente, el 90%
de la porción de los levitas, TODO el diezmo de las fiestas, y
TODO el diezmo de los pobres debía permanecer fuera del alfolí.
Aun peor para los maestros del diezmo sería reconocer que el
grueso de estos diezmos permanecía en las ciudades levitas,
donde la mayoría de los levitas y sacerdotes vivían
permanentemente con sus familias.
Aunque el diezmo fuese correcto en el nuevo pacto (que no lo
es), el verdadero significado de Malaquías 3:10 prohibe que se
use para ordenar a miembros de iglesia regulares traer TODOS sus
diezmos al llamado "alfolí" de la iglesia. En consecuencia,
PUESTO que Malaquías 3:10 no significa que Israel debía
traer la TOTALIDAD del diezmo al alfolí, ENTONCES los
predicadores no deben citarlo en el sentido de que los cristianos
también deben traer la TOTALIDAD del diezmo a la iglesia.
LA IGLESIA NO
ES EL ALFOLÍ (O DEPÓSITO)
Los cristianos que enseñan el diezmo hablan mucho del
"alfolí" de la iglesia. Para justificar esto, juegan con
el verbo griego thesaurizo,
que se ha traducido como "almacenar", de 1 Corintios 16:2, para
manipular el texto griego. La frase es literalmente "por sí
mismo, poner, almacenando". El texto no llama a la iglesia un
"alfolí" o almacén; meramente le dice al contribuyente lo
que debe hacer con el regalo. Muchos comentaristas hasta dicen que
significa "almacenar en casa",
sin ninguna relación con un edificio de iglesia (que, dicho sea
de paso, no existía cuando Pablo escribió 1 Corintios) o
apoyo pastoral.
Usted no hallará a los que enseñan el diezmo
usando 2 Corintios 12:14 como ejemplo del "alfolí" de la
iglesia. Pero Pablo usó el mismo verbo griego, thesaurizo, cuando dijo que "los
hijos no deben atesorar
para los padres, sino los padres para los hijos". Por lo menos, por lo
que concernía a Pablo, les dijo a los corintios que él,
el obrero del evangelio, debía trabajar para proveer para las
necesidades de los pobres de la iglesia. Repitió este
pensamiento en Hechos 20:35.
El concepto cristiano de la iglesia como alfolí es
lamentablemente antibíblico. En el contexto de Malaquías,
el alfolí era principalmente responsabilidad de la autoridad
política,
el gobernador, para aseguarse de que se mantuviera. Los reyes
controlaban la abundancia del templo. Las Escrituras registran siete
veces que los reyes regalaron parte de la abundancia del alfolí
del templo de Dios y de su propio alfolí real (1 Reyes 14:25-26;
15:18; 2 Reyes 12:18; 14:14; 16:8; 18:14-15; 20:13-19; 24:13).
¿Quiere usted que su gobierno pueda hacer esto?
Por las siguientes razones, una apropiada explicación del
contexto de Malaquías no convierte su alfolí en "el
alfolí de la iglesia":
Una:
Por la discusión que antecede, EL alfolí de
Jerusalén no contenía permanentemente la totalidad del
diezmo. Puesto que la mayoría de los sacerdotes y levitas
requerían el diezmo en las ciudades levitas donde vivían
ellos y sus numerosas familias, la mayor parte de ese diezmo era
guardado en esas ciudades. Según 2 Crónicas 31:15-19 y
Nehemías 12:44 y 47, sólo las suficientes porciones
diarias (o semanales para cada grupo) se traían de las ciudades
levitas para alimentar a los que en ese momento ministraban en su
turno. Esta era sólo una pequeña porción de la
TOTALIDAD del diezmo de los levitas y del "diezmo del diezmo" de los
sacerdotes (Neh. 10: 37-38).
Dos:
Mientras los alfolíes del Antiguo Testamento se consideraban
propiedad del estado religioso, la mayoría de las iglesias del
nuevo pacto no lo son.
Tres:
Mientras los alfolíes del Antiguo Testamento recibían
ayuda política para recoger sus diezmos, la mayoría de
las iglesias del nuevo pacto no la reciben.
Cuatro:
Mientras los alfolíes del Antiguo Testamento guardaban diezmos
en alimentos, las iglesias del nuevo pacto recogen dinero, que nunca
estuvo incluido en la definición bíblica de diezmo.
Cinco:
Mientras los diezmos de festividades y para los pobres en el Antiguo
Testamento proveían alimento para los necesitados, la
mayoría de las iglesias del nuevo pacto, que recogen todos sus
llamados "diezmos", retienen la mayor parte de ellos para sí
mismas y no se involucran fuertemente en obras de beneficencia social.
Seis:
Mientras el alfolí del Antiguo Testamento proveía
sostenimiento para su sacerdocio nacional, el nuevo pacto enseña
un sacerdocio de todos los creyentes.
Siete:
Mientras los alfolíes del Antiguo Testamento fomentaban los
sacrificios sacerdotales de auerdo con la ley, los líderes de
las iglesias del nuevo pacto son posiciones nuevas bajo nuevos
principios.
Ocho:
Mientras la mayor parte del alfolí del Antiguo Testamento era
para las porciones de los sacerdotes, consistentes de primicias,
primogénitos, impuestos del templo, y ofrendas de voto, este
patrón no es seguido por las iglesias del nuevo pacto.
Nueve:
Mientras los diezmos del pacto antiguo era un fondo separado formado
por ofrendas voluntarias para edificios y mantenimiento, muchas
iglesias del nuevo pacto colocan todas sus necesidades en un programa
total y eliminan correctamente el principio del diezmo del pacto
antiguo.
Diez:
Puesto que los judíos ortodoxos no manejan dinero ni recogen
ofrendas en su sábado, es dudoso que los primeros cristianos
judíos hayan cambiado esta tradición manejando dinero en
una iglesia. Sin embargo, los cristianos recogen la mayor parte de su
dinero en su día santo.
Once:
Mientras que el templo del Antiguo Testamento, como los paganos, se
convirtió en un alfolí bancario ilegítimo
(tesorería), la iglesia del nuevo pacto no debe ser usada como
un alfolí bancario comercial, o tesorería.
Mal. 3:10b
"Para que haya alimento en mi casa".
Nuevamente, según la Palabra de Dios, los diezmos
en
Israel consistían de alimentos, ¡sólo alimentos!
"Traed diezmos ... para que haya alimento" ¡significa exactamente
lo que dice! Aunque el dinero existía, ¡Dios JAMÁS
incluyó el dinero en su descripción primaria de los
artículos que debían ser diezmados! Y sin embargo,
ésta es la única definición bíblica que se
da de "diezmo".
Mal. 3:10c
"y probadme ahora ...".
"Pónganme a prueba" (NAS, NIV, RSV). El que enseña
el diezmo afirma osadamente: "Éste es el único lugar en
la palabra de Dios en que Él nos manda que lo sometamos a
prueba" - ¡como si esta prueba para Israel bajo las condiciones
del pacto antiguo probara de alguna manera que el diezmo es una
doctrina del nuevo pacto! Si esto fuese tan importante, entonces,
¿por qué el Espíritu Santo no inspiró a
ningún escritor del nuevo pacto para que lo repitiera
claramente? Dios no necesita "poner a prueba" o "probar" a los
creyentes del nuevo pacto con su obediencia a ninguna parte de la ley
antigua de la cual les ha liberado. Los creyentes están muertos
a la ley (Rom. 7:4). Cuando Pablo necesitó alimentos para los
necesitados de Jerusalén, dijo: "No es que esté
dándoles órdenes, sino que quiero probar la sinceridad del amor de
ustedes
en comparación con la dedicación de los demás" (2
Cor. 8:8, NVI). Ésa es la posición del nuevo pacto en
cuanto a dar. Esta "prueba" (lo opuesto a la maldición del
versículo 8) no es nada diferente de si Dios le dijera
nuevamente a Israel que observara TODA la ley para ser bendecido.
¡La "prueba" era obedecer el pacto antiguo para ser bendecido!
¡Dios también puso a prueba el carácter
justo de sus hijos en el Antiguo Testamento por la manera en que ellos
trataban a los pobres! Le pregunto a usted: Si la iglesia del nuevo
pacto responde positivamente al probar a Dios, ¿se usa el tesoro
recolectado de la MISMA manera que Dios decretó para su uso en
el pacto antiguo? ¿O conserva la mayor parte del dinero para
pagar sus propios salarios? ¿O le dice la iglesia típica
a la congregación que "pruebe a Dios" diezmando y LUEGO
"reprende a Dios" al no tener misericordia de los pobres (Prov. 14:31)?
¿Queda la profesión de la iglesia de "conocer realmente a
Dios" demostrada al "juzgar la causa del pobre" (Jer. 22:16)?
¿Están demasiadas iglesias, exactamente como Sodoma,
llenas de abundancia, pero no ayudan a los pobres (Eze. 16:49)?
Después de probar a Dios y recibir abundancia de tesoros, se
esperaba que Israel tuviera cuidado de los pobres de Malaquías
3:5. ¿Está su iglesia a la altura de esta "prueba" (Zac.
7:9-10)?
Los cristianos no son "probados" por la obediencia a la ley
mosaica. Al contrario. En Hechos 15:10, Pedro llama "tentar a Dios"
tratar de poner a los gentiles bajo la ley. Las cartas llamaron a esta
acción "subvertir el evangelio" en Hechos 15:24.
Mal. 3:10d
"Abriré las ventanas de los cielos ..."
Mal. 3:11
Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os
destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo
será estéril, dice Jehová de los ejércitos.
Mal. 3:12 Y
todas las naciones os dirán bienaventurados; porque
seréis tierra deseable, dice Jehová de los
ejércitos.
"Te
abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la
lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus
manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no
pedirás prestado (Deut. 28:12).
Deuteronomio, capítulo 28, contiene las bendiciones y
maldiciones del pacto antiguo a las que se refiere Malaquías 3.
Estas bendiciones por diezmar son las mismas
bendiciones y maldiciones del pacto que acababan de ser renovadas por
el auditorio de Malaquías en Nehemías 10:29 y
proporcionan el contexto para Malaquías. "Las ventanas de los
cielos" se refiere a la lluvia (Gén. 7:9; 2 Reyes 7:2, 19).
Véase también Levítico 26:2, 3 y Deuteronomio
26:12.
En una tierra atacada a menudo por la hambruna y la
sequía, las mayores bendiciones procedían de las
"ventanas de los cielos" en forma de lluvia. Israel era principalmente
una nación cuya riqueza y cuyo éxito dependían de
sus rebaños y de su producción agrícola. Dios
prometió que no habría suficiente espacio de almacenaje
para guardar el alimento de una cosecha abundante. La obediencia de los
sacerdotes conduciría a bendiciones en toda la tierra.
Uno podría preguntarse: "Si Dios está hablando
sólo a los sacerdotes que no podían poseer ni heredar
tierra de modo permanente, entonces, ¿por qué les promete
cosechas abundantes si traen el diezmo del diezmo al alfolí?"
En respuesta, si la tierra y los israelitas que trabajaban la
tierra no eran bendecidos, entonces no podrían dar diezmos a los
levitas, y los levitas no tendrían diezmos para traer a los
sacerdotes. Todos se regocijaban o sufrían juntos. Del mismo
modo que un presidente se dirige a los senadores refiriéndose a
"vuestros estados, vuestros ciudadanos, vuestra industria, y vuestras
granjas", así también Dios incluye al pueblo de los
sacerdotes en sus bendiciones. Aunque esto sea más bien
difícil de ver en las palabras exactas de estos textos, es aun
más difícil descubrir exactamente en qué punto
Dios DEJA de hablar directamente a los sacerdotes después del
2:1.
Con referencia a Números 35:2; 2 Crónicas
31:15-19; y Nehemías 10:37 y 13:10, es también importante
saber que la Biblia no dice que los levitas no eran también
granjeros o criadores de ganado; sólo dice que la tierra en que
vivían, trabajaban, y criaban rebaños siempre
pertenecía a la tribu en la cual vivían, y no
podía ser heredada ni dada en heredad.
Mal. 3:13
Vuestras palabras contra mí han sido violentas, dice
Jehová. Y dijísteis: ¿Qué hemos hablado
contra ti?
Mal. 3:13
Habéis dicho: Por demás es servir a Dios.
¿Qué aprovecha que guardemos su ley, y que andemos
afligidos en presencia de Jehová de los ejércitos?
Mal. 3:15
Decimos, pues, ahora: Bienaventurados son los soberbios, y los que
hacen impiedad no sólo son prosperados, sino que tentaron a Dios
y escaparon.
Lea 1:6-14 una vez más; 3:13 suena como una
reafirmación de 1:6-10 - los sacerdotes habían
despreciado el nombre de Dios con arrogancia al conservar para
sí los mejores animales de sacrificio (de los diezmos o los
primogénitos) y al ofrecerle los robados, los lisiados o
enfermos. El versículo 14 es similar a la vanidad del 1:12 y el
reproche del 3:7. El versículo 15 imita al 2:7-8. Nuevamente,
porque los sacerdotes no habían cumplido sus obligaciones, todo
Israel había seguido su ejemplo.
Mal. 3:18
Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre
el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.
"Por
tanto, yo también os he hecho viles y bajos ante todo el pueblo,
así como vosotros no habéis guardado mis caminos, y en la
ley hacéis acepción de personas" (Mal. 2:9.
Aunque
los versículos 16 y 17 son comparables a todo Judá en
Esdras 9:4, el versículo 18 es claramente para los sacerdotes.
Es claro que los sacerdotes habían sido culpables de parcialidad
y de "no temer a Dios", así que el 3:16 sería apropiado.
Hasta exclamaron en el 3:16 - "¡Qué cansado es", es decir,
adorar a Dios! Es responsabilidad de los sacerdotes "discernir entre el
justo y el impío" DESPUÉS de que han sido purificados en
el templo, según el 3:2-5, para que "puedan presentar a Dios una
ofrenda de justicia" (3:3).
Mal. 4:1
Porque he aquí viene el día ardiente como un horno, y
todos los soberbios y todos los que hace maldad serán estopa;
aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho
Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni
raíz ni rama.
Mal. 4:4
Acordaos de la ley de Moisés mi siervo, al cual encargué
en Horeb ordenanzas y leyes para todo Israel.
Mal. 4:5 He
aquí yo os envío al profeta Elías, antes que venga
el día de Jehová, grande y terrible.
Mal. 4:6
Él hará volver el corazón de los padres hacia los
hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo
venga y hiera la tierra con maldición.
(4:1) Esto se refiere nuevamente al castigo de los sacerdotes
malvados del 3:2, "quién podrá soportar el tiempo
de su venida? ¿o quién podrá estar en pie cuando
él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y
como jabón de lavadores".
(4:4) Este texto es un último recordatorio de que todo en
el libro de Malaquías está en el contexto de la ley del
pacto antiguo, que ha sido declarada sin vigencia.
(4:5) El pensamiento es paralelo al del 3:1, cuando Dios
vendrá al templo a purificar el sacerdocio. Un cumplimiento fue
el de Juan Bautista, el mensajero de Dios, e hijo de un sacerdote.
(4:6) El libro de Malaquías termina sin ninguna
indicación de que Dios haya dejado jamás de hablar
directamente a los sacerdotes desde el 2:1. "Y ahora, oh sacerdotes,
este mandamiento es para vosotros". Para ser honesto con su
interpretación de la palabra de Dios, los predicadores
cristianos deben dejar de engañar a los miembros de iglesia
menos informados y cesar de hacerles pensar que Malaquías 3:8-10
significa exactamente lo contrario de lo que realmente se
enseñó.
Si uno quiere realmente hacer una correlación con la
actualidad, entonces los predicadores, antibíblicamente, han
tomado el lugar de los deshonestos sacerdotes de Malaquías. Por
medio de sus acciones, están ocultando la doctrina del
sacerdocio de todos los creyentes para poder recoger diezmos. Hacen a
un lado por completo la definición bíblica de "diezmos".
Piden que todos los diezmos sean traídos a la iglesia, pasando
por alto a Nehemías 10:37b. No ponen a disposición de los
pobres el mayor porcentaje del diezmo, como enseña la Biblia. Y
nos preguntamos por qué el Antiguo Testamento termina con la
palabra "maldición".
Nota: Este autor es
plenamente consciente de que ocurrieron grandes cambios durante y
después de los 400 años que separan a Malaquías de
Mateo. Aunque es muy probable que el Imperio Romano estuviese nombrando
sumos sacerdotes y que los sacerdotes estuviesen soslayando a los
levitas al tomar los diezmos y redistribuyéndolos según
les parecía, estos cambios no estaban autorizados por Dios, y
ello no cambia la manera en que Dios quería que el diezmo fuese
manejado desde Moisés hasta Nehemías.
(55)
Jonathan Kithcart, mi buen amigo, es autor de Did the Apostle Paul Teach Tithing to the
Church?
[Enseñó el apóstol Pablo el diezmo a la iglesia?],
un desafío - no contestado - dirigido a bien conocidos
evangelistas para entrar en un diálogo sobre el diezmo.
(56)
Malachi, Through the Bible
Commentary Series, J. Vernon McGee, Malachi 3:8-10, Thomas
Nelson Publishers, 1991.
De vuelta arriba