¿DEBE
LA IGLESIA CRISTIANA
ENSEÑAR EL DIEZMO?
CONCLUSIONES DE UN TEÓLOGO
SOBRE UNA DOCTRINA TABÚ
Russell Earl Kelly, Ph. D.
Traducción por Román Quirós M.
Capítulo
7
¿Cuánto diezmo?
¿10%, 20%, o 23 1/3%?
¿Era el diezmo bíblico sólo del 10%, o pudo
haber sido hasta del 23 1/3%? ¿Había sólo un
diezmo, o había dos diezmos, o tres? Una discusión
sobre estas preguntas no era originalmente parte de este libro, sino
hasta que fue evidente por qué sólo una respuesta es
aceptable para la mayoría de los que enseñan el diezmo en
el nuevo pacto.
La mayoría de los lectores casuales del Antiguo
Testamento llegará a la conclusión de que
había por lo menos dos, y quizás tres, diezmos separados,
que representaban en promedio veinte o veintitrés un tercio (23
1/3) por ciento por año, en vez de un diezmo de sólo un
diez por ciento (10%). Durante dos mil años, los teólogos
han estado divididos sobre si éstos eran todos diezmos separados
o si de alguna manera se unificaban en uno o dos diezmos. La
posición del "diezmo múltiple" es sostenida por Adam
Clarke, Albert Barnes, Matthew Henry, Jamieson, Faussett, y Brown,
Bruce, Metzger, Charles Ryrie, el Talmud judío, y la
mayoría de los escritores judíos, como Josefo.
Charles Ryrie combina el segundo y el tercer diezmo en uno. "Se
requerían dos doezmos: un diezmo anual para el sostenimiento de
los levitas (Lev. 27:30; Núm. 18:21) y un segundo diezmo, que
era llevado a Jerusalén para las fiestas de Jehová
(Deut.
14:22). Sin embargo, cada tercer año el segundo diezmo era
guardado en casa para los pobres (Deut. 14:28" (40). La McClintock and Strong Encyclopedia,
diezmo, Sección I, último párrafo, también
llega a la conclusión de que sólo existían dos
diezmos. Mi única objeción es que, si esto fuera cierto,
entonces tendríamos que llegar a la conclusión de que no
había ninguna fiesta cada tercer año si no se llevaba
alimento.
Para los que, como este autor, creen que dar bajo el nuevo pacto
bajo principios de gracia reemplaza la totalidad del sistema de diezmo,
no hay razón para ser dogmático sobre cuál
posición es la correcta. Sin embargo, para los que creen que el
diezmo ha de esperarse del cristiano del nuevo pacto, el diezmo
del diez por ciento puede ser la ÚNICA explicación
verdadera y aceptable. ¡Esta posición es por razones muy
obvias! Mientras ya es bastante difícil pedirles el diez por
ciento al promedio de los miembros de iglesia, ¡sería
mucho más difícil pedirles el veinte o hasta el
veintitrés un tercio por ciento!
Por lo tanto, los que defienden el diezmo exacto se colocan a
menudo
en una posición intransigente, que llega a la conclusión
de que el Antiguo Testamento sólo enseñaba un diezmo del
diez
por ciento. Nótese el tono de las observaciones de Eklund: "La
idea de tres diezmos separados se ha hecho circular entre los
comentaristas por largo tiempo. Sin embargo, nosotros
debemos permanecer fieles a la Escritura y no a las tradiciones de los
intérpretes bíblicos. Algunos han usado la idea de tres
diezmos separados como un medio para convertir el diezmo en una
doctrina anticuada, que no es válida para los creyentes del
nuevo pacto. Esto se hace presentando el diezmo levítico como un
impuesto gubernamental, el diezmo de festival como un ritual anticuado,
y el diezmo de beneficencia como el dar a los pobres. Puesto que los
impuestos y los fondos para beneficencia son aplicados por el gobierno,
se supone que el diezmo ya no es necesario". (41).
En respuesta a Eklund, primero, no es profesional atacar a los
que discrepan, acusándoles de seguir las "tradiciones de los
intérpretes bíblicos" y acusándoles de no
permanecer "fieles a la Ecritura". Tal actitud superior simplemente no
convencerá a los eruditos para que cedan sus propias posiciones
a las que han llegado mediante investigaciones. Segundo, muchos de los
eruditos y libros de texto de seminario de la propia
denominación de Eklund sostienen la posición opuesta a la
que él critica. Cuando dice "nosotros", yerra al pensar que su
propia denominación concuerda totalmente con él. Tercero,
su discusión sugiere un motivo ulterior para insistir en un solo
diezmo.
El primer
diezmo anual (levítico), Números 18: Para la herencia
levítica.
Núm.
18:20 Y Jehová dijo a Aarón: De la tierra de ellos no
tendrás heredad, ni entre ellos
tendrás parte. Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los
hijos de Israel.
Núm.
18:21 Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los
diezmos en Israel por
heredad, por su ministerio ...
Este diezmo ya ha se ha discutido en detalle en capítulos
anteriores. A diferencia del segundo y tercer diezmos, este diezmo
reemplazó los derechos de la herencia de la tierra en Israel y
proporcionaba el sustento básico para los sacerdotes levitas y
aarónicos de la tribu de Leví, como se describe en
Números 18.
El segundo
diezmo anual (festivo): Deuteronomio 12:1-19 y 14:22-26.
Deut. 12:6 Y
allí [el lugar que más tarde sería
Jerusalén]
llevaréis vuestros holocaustos, vuestros sacrificios, vuestros diezmos,
y la ofrenda elevada de vuestras manos, vuestros votos, vuestras
ofrendas voluntarias, y las primicias de vuestras vacas y de vuestras
ovejas.
Deut. 12:7 Y
comeréis allí
delante de Jehová vuestro Dios, y os alegraréis,
vosotros y vuestras familias, en toda obra de vuestras manos en la cual
Jehová tu Dios te hubiese bendecido. ["Regocijarse" está
en los versículos 7, 12, y 18).]
Deut. 14:23
Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que
él escogiere para poner allí su nombre, el diezmo de tu
grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas y de
tus ganados, para que aprendas a temer a Jehová tu Dios todos
los días. ["Regocijarse" está en el versículo 26].
Si bien el primer diezmo era llevado a las ciudades levitas ["
... el diezmo de nuestra tierra para los levitas, porque los levitas
son los que reciben los diezmos en todas las aldeas. Neh.
10:37b, NASU], el segundo diezmo anual era llevado a Jerusalén
para las
festividades que acompañaban las numerosas reuniones.
Además, a diferencia del primer diezmo, junto con los levitas,
los otros israelitas, los miembros de sus familias, y los siervos,
TODOS COMÍAN porciones de este diezmo. También, a
diferencia del primer diezmo, este diezmo era parte integral de del
REGOCIJO y la celebración en presencia del Señor. Es
claramente diferente del primer diezmo.
El diezmo del
tercer año (para los pobres):
Deuteronomio 14:28-29 y 26:12-13.
Deut. 14:28
Al fin de cada tres años sacarás todo el diezmo de tus
productos de aquel año, y lo guardarás en
tus ciudades.
Deut. 14:29
Y vendrá el levita, que no tiene parte ni heredad contigo, y
el extranjero, el huérfano y la viuda
que hubiere en tus poblaciones, y comerán y serán
saciados; para que Jehová tu Dios te bendiga en toda obra que
tus manos hicieren.
Deut. 26:12
Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos en
el año tercero, el
año del diezmo, darás
también al levita, al
extranjero, al
huérfano y a la viuda; y comerán en tus aldeas, y
se saciarán.
Deut. 26:13
Y dirás delante de Jehová tu Dios: He sacado lo
consagrado de mi casa, y también lo he dado al levita, al extranjero,
al huérfano y a la viuda, conforme a todo lo que me has mandado;
no he transgredido tus mandamientos, ni me he olvidado de ellos.
A diferencia del primer diezmo, el diezmo del tercer año
(en el año del diezmo) era específicamente para todos los necesitados - ¡incluyendo el extranjero que no era
israelita!
Sus recipientes incluían a los levitas, las viudas, los
huérfanos, los sin padre, y los extranjeros gentiles.
Además, a diferencia del segundo diezmo, que iba para
Jerusalén,
el tercer diezmo debía permanecer en las aldeas, "dentro de tus
ciudades", en casa. Este diezmo no podía ser el mismo que el
primer o segundo diezmo.
Consecuencias
de dos o tres diezmos.
Estos textos, Deuteronomio 12:6-7; 14:22-29; y 26:12-13,
presentan un verdadero dilema para los que enseñan el diezmo en
el nuevo pacto. Primero, si
estos versículos son sólo una parte corregida
posteriormente de la ordenanza original del diezmo que se encuentra en
Números 18, entonces Deuteronomio debería tener prioridad
sobre Levítico y Números. ¡Esto significaría
que a los diezmadores debería permitírseles banquetearse
con
los diezmos que llevan a la iglesia! [¿Cómo come uno
dinero?] NO hacerlo sería dejar de obedecer la revelación
final bíblica sobre el diezmo. Segundo,
si la iglesia reconoce que el diezmo para banquetearse era realmente un
segundo diezmo, entonces también tiene que enseñar un
mínimo del veinte por ciento como expectativa de la igesia.
¡Esta es una situación de perder o perder!
Matthew Henry se encuentra entre los que piensan que se debe
enseñar el diezmo del veinte por ciento para el cristiano del
nuevo pacto. En realidad, le añade el diezmo del rey y
¡consigue un total de tres
diezmos que suman por lo menos 30 por ciento! "Usted considera el diezmo, el doble diezmo, que la ley de
Dios ha designado para el sostenimiento de la iglesia, bastante
gravoso, y resiente tener que pagarlo; pero si usted tuviera un rey,
habría otro
diezmo de sus propiedades, que sería recogido con más
rigor, para el sostenimiento de la dignidad real" (42). Sin embargo,
los impuestos modernos llegan a más del treinta por ciento.
En los días de Jesús, los impuestos serían
así:
10% IMPERIO: un impuesto de
botín de guerra consistente de alimento, para Roma: 20% de
frutos de la tierra; Gén. 14:20.
10%+ PROVINCIA: impuesto del rey
Herodes: 1 Sam. 8:14-17.
10%: RELIGIOSO: diezmo en alimento;
Números 18:20-26.
10%: FESTIVIDADES: diezmo en alimento,
Deut. 12:6-7; 14:22-23.
[? 3 1/3%: DIEZMO PARA LOS POBRES (10%
cada tercer año); Bienestar social, Deut. 14:28-29; 26:12-13.
MÁS: impuestos de caminos;
impuestos de puentes; siclo del santuario; ofrendas voluntarias; y
muchos otros impuestos religiosos y reales.
TOTAL: 40% MÍNIMO IMPUESTO
TOTAL.
Hay buenas razones para discrepar con Eklund y
aceptar dos o tres diezmos separados. Primera,
es extremadamente difícil interpretar la Escritura de otra
manera. Los levitas merecían ser sostenidos, y probablemente
alimentaban a los pobres con todos los tres diezmos, puesto que no
existía un sistema secular de beneficencia gubernamental.
¿No nos fija nuestro gobierno un impuesto de por lo menos el
diez por ciento para establecer cargos judiciales y proteger a la
gente? ¡Recordemos que estos textos describen un gobierno
teocrático (gobierno de Dios)! Segunda,
las festividades eran también importantes como reuniones
familiares nacionales; eran muchas y prolongadas y el gobierno no
apartaba ningún fondo para ellas. Si los ciudadanos de Israel
hubiesen combinado todos los gastos de cada festividad religiosa y
nacional durante el año, habrían descubierto que
habían gastado por lo menos otro diez por ciento.
El diezmo del tercer año era suplementario para los
pobres. En la actualidad, nuestro gobierno, no nuestras iglesias, nos
fija impuestos por encima del tres y un tercio por ciento extra para
Medicare, viviendas públicas, estampillas para alimentos, y
otros programas sociales. También debemos recordar que no se
debía recoger ningún diezmo de la tierra cada
séptimo año, cada quincuagésimo año, y
cuando la sequía y la hambruna impedían la
producción de la tierra. A causa de la ocupación de los
romanos, puede que esto se haya abandonado por completo.
En conclusión, veintitrés y un tercio por ciento
no es extravagante cuando se le compara con los impuestos requeridos en
la actualidad, que proporcionan las mismas clases de servicios que los
del gobierno teocrático levítico, como se propuso
originalmente en el Antiguo Testamento.
John MacArthur, un
educador norteamericano, escritor, evangelista, y personalidad radial
extremadamente popular, concuerda. "Así que cuando alguien dice
que el judío daba el diez por ciento, eso no es verdad. El
judío daba el veintitrés por ciento para comenzar. Era
para los pobres, las viudas, y el pueblo que no tenía nada para
comer. Así que proporcionaban
los fondos para los que manejaban el gobierno, que eran los levitas;
daban para las fiestas nacionales por medio del diezmo para fiestas; y
daban para el programa de beneficencia. Todo esto proprcionaba fondos
para la entidad nacional. Todos los tres eran impuestos, no ofrendas
voluntarias para Dios. Los diezmos eran siempre impuestos para
que pudiesen funcionar los programas gubernamentales; el programa de
sacerdotes, el programa religioso nacional, y el programa de
beneficencia" (43).
La International
Standard Bible Encyclopedia
dice: "Hay, pues, una obvia discrepancia aparente entre la
legislación de Levítico y la de Deuteronomio. Está
armonizado en la tradición judía, no sólo
teóricamente sino también en la práctica, al
considerar los diezmos como tres
diezmos diferentes,
que son denominados primer diezmo, segundo diezmo, y el diezmo para los
pobres, también llamado el tercer diezmo; (compárese con
Tob. 1:7-8; Ant., IV, iv, 3; viii, 8; viii, 22). Según esta
explicación, después de que el diezmo (el primer diezmo)
se le daba a los levitas (del cual ellos tenían que dar el
diezmo a los sacerdotes), había que apartar un segundo diezmo de
los restantes nueve décimos y consumirlo en Jerusalén.
Los que vivían lejos de Jerusalén podían cambiar
este
segundo diezmo por dinero añadiéndole una quinta parte de
su valor. Sólo alimentos, bebidas, o ungüento se
podían comprar con dinero (Maàser Sheni 2:1;
compárese con Deut. 14:26). El diezmo del ganado
pertenecía al segundo diezmo, y debía ser usado para la
fiesta en Jerusalén (Zebhachim 5:8). En el tercer año,
había que dar el segundo diezmo por completo a los levitas y a
los pobres. Pero, según Josefo (Ant, IV, viii, 22), el 'diezmo
de los pobres' era en realidad un tercer diezmo. Los sacerdotes y
los levitas, si eran propietarios de
tierras,
también estaban obligados a dar el diezmo de los pobres (Pe'ah
1:6)" (44). [Hay que reconocer que algunas partes de esta cita son
confusas].
El tercer diezmo revela que
se esperaba que el levita estuviese entre los pobres.
La manera en que en Israel se trataba a los extranjeros, los
huérfanos y las viudas era extremadamente importante.
Después de ser mencionados en Éxodo 22:21, y diez veces
en Deuteronomio, estas personas son enlazadas en Salmos, Isaías,
Jeremías, Ezequiel, Zacarías, y el muy importante texto
sobre el diezmo de Malaquías 3:5 - un total de 21 veces. Dios
ordenó al Israel del Antiguo Testamento que cuidase de los
necesitados; ¡no era una opción!
Nuevamente, el diezmo del tercer año permanecía en
las aldeas en vez de ser enviado al alfolí del templo en
Jerusalén. Además de los levitas, estaban incluidos todos
los
demás que no tenían ninguna
herencia. Dios responsabilizó a los dirigentes religiosos
cuidar de los necesitados. Otra vez,
uno de los requisitos para participar del diezmo era la carencia de una
herencia de tierra en Israel.
Al dar una porción del diezmo para los pobres y los
necesitados, el israelita demostraba su compromiso de guardar TODA la
ley. En la actualidad, no hay ningún principio bíblico
que permita a la iglesia enseñar sólo uno de los tres
tipos de diezmo para sostener a sus ministros y luego ignorar los
diezmos de las festividades nacionales y los diezmos del tercer
año para los pobres y los necesitados. Como el resto de la ley,
el diezmo era un paquete completo de tres partes inseparables que no se
pueden divorciar del contexto de la totalidad de la ley mosaica.
40
Ryrie, s.v. "Mal. 3:8".
41 Eklund, 66.
42 Henry, s.v. "1 Sam. 8:15".
43 Tomado de God´s Plan for
Giving, John MacArthur, Moody Press, 1985, página 76.
Usado con permiso.