¿DEBE
LA IGLESIA CRISTIANA
ENSEÑAR EL DIEZMO?
CONCLUSIONES DE UN TEÓLOGO
SOBRE UNA DOCTRINA TABÚ
Russell Earl Kelly, Ph. D.
Traducción por Román Quirós M.
Capítulo
8
Deuteronomio 12:1-19;
Deuteronomio 14:22-26
Extraños hechos sobre el diezmo
El diezmo no
comenzó sino cuando Israel ya estuvo en la Tierra Prometida.
Deut. 12:1 Estos son los estatutos y decretos que cuidaréis de
poner por obra en la tierra que Jehová el Dios de tus padres te
ha dado para que tomes posesión de ella, todos los días
que vosotros viviréis sobre la tierra [heb. adamah].
Deut. 12:5
Sino que el lugar que
Jehová vuestro Dios escogiere de entre todas vuestras tribus,
para poner allí su nombre para su habitación, ése
buscaréis, y allá iréis.
Deut. 12:6 Y
allí llevaréis vuestros holocaustos, vuestros
sacrificios, vuestros diezmos,
y la ofrenda elevada de vuestras manos, vuestros votos, vuestras
ofrendas voluntarias, y las primicias de vuestras vacas y de vuestras
ovejas.
Deut. 12:19
Ten cuidado de no desamparar al levita en todos sus días sobre
la tierra. [heb. adamah].
¿Se dio cuenta usted
de que Israel no entregó diezmos durante los 40 años que
pasó en el desierto? El diezmo de la ley mosaica
del Antiguo Testamento estaba integralmente conectado con la tierra de Canaán. Por lo tanto, no hubo diezmos durante los 40
años en el desierto. Esto es lógico porque ninguna tribu
tenía ninguna herencia y a los levitas no se les dieron diezmos
antes de que hubiese una herencia de la cual diezmar.
Según Deuteronomio 12:1, los estatutos y los juicios sobre
dar, incluyendo el diezmo, no comenzaron sino hasta que Israel estuvo
realmente en la tierra, y
habrían de durar mientras Israel permaneciese en la tierra.
En el libro Sketches of
Jewish Social Life
[Bosquejos de la vida social judía], el erudito del Antiguo
Testamento y hebreo, Alfred Edersheim, dedicó los dos primeros
capítulos a una discusión de la tierra santa de Israel,
material que vale la pena leer. Después del exilio, el
país fue subdividido en tres diferentes zonas de "santidad".
Sólo los diezmos de la zona territorial más santa
podían ser llevados al templo. Los diezmos de las zonas
territoriales menos santas dentro de Israel podían proporcionar
recursos para santuarios y para los pobres. Sin embargo, puesto que
hasta el "polvo" de los territorios paganos profanaba, es seguro que
ningún diezmo para el templo podía provenir de las
tierras "profanadas" (45).
Repetimos, aunque Dios en realidad es el dueño de los
cielos y de la tierra, este hecho nunca
se usa como la razón
para el diezmo. La especial tierra prometida de Dios era la tierra de
Canaán. La única
herencia
de Israel era sólo la tierra de Israel. Mientras que las once
tribus dividieron la tierra santa en doce (o trece) secciones, la
herencia de los levitas era el
diezmo de la tierra en Canaán.
Repetimos, el concepto de diezmo en el Antiguo Testamento era parte del
concepto de una herencia santa en el Antiguo Testamento. Es
antibíblico separar el diezmo del concepto de la tierra santa de
la cual provenía.
Un diezmo
legítimo debe provenir sólo de la tierra de Canaán.
Cuando Levítico 27:30 dice "todo el diezmo de la tierra
es santo", se refiere a "LA TIERRA DE CANAÁN" después de
que Dios la hubiese santificado, ¡no a cualquier
tierra! La Palabra de Dios no dice, ni explícita ni
implícitamente, que es todo el diezmo "de la tierra de los
Estados Unidos" ni "de la tierra de Gran Bretaña", etc. No es un
diezmo santo meramente porque procede de la "tierra" per se;
sólo es un diezmo santo si procede de "la tierra santificada de
Israel". Moisés oró en Deuteronomio 26:15: "Mira desde tu
morada santa, desde el cielo, y bendice a tu pueblo Israel, y a la tierra
que nos has dado, como juraste a nuestros padres, tierra que fluye
leche y miel". La reverencia por la tierra es la razón de que al
cuerpo de Cristo no se le permitiese permanecer en la cruz durante la
noche. "Si alguno hubiere cometido algún crimen digno de muerte,
y lo hiciereis morir, y lo colgáreis en un madero, no
dejaréis que su cuerpo pase la noche sobre el madero; sin falta
lo enterrarás el mismo día, porque maldito por Dios es el
colgado; y no contaminarás tu tierra que Jehová tu Dios
te da por heredad" (Deut. 21:22-23).
El diezmo
debía terminar si Israel era expulsado de su tierra.
12:19
Ten cuidado de no desamparar al
levita en todos tus días sobre la tierra. (Varias versiones
dicen: "mientras vivas en tu tierra".
Como se mencionó anteriormente, según Deuteronomio
12:19, mientras Israel viviera en su tierra, debía entregar
diezmos a los levitas en lugar de su herencia de la tierra. Sin
embargo, si Israel era expulsado de su tierra de Canaán y
perdiese su herencia, entonces el levita también perdería
su herencia de los diezmos de la tierra santificada. Por lo tanto, los
diezmos debían cesar.
Después del exilio, esto fue modificado ilegalmente para
incluir las tierras en las que los israelitas vivían en
Babilonia y Egipto, pero hasta esos diezmos inferiores no eran lo
bastante santos para ser llevados a Jerusalén y
permanecían en las sinagogas locales para los pobres. El
concepto básico de que el polvo pagano contaminaba jamás
cambió por lo que concernía a los diezmos del templo
procedentes de las ciudades levitas.
El segundo
diezmo sólo podía ser comido en Jerusalén.
14:23 Y
comerás delante de Jehová tu Dios, en el lugar que
él escogiere para poner allí su nombre, el diezmo
de tu grano, de tu vino y de tu aceite, y las primicias de tus manadas
y de tus ganados, para que aprendas a temer a Jehová tu Dios
todos los días.
Originalmente, el segundo diezmo anual debía ser llevado
sólo a la ciudad de Jerusalén para que todos lo
consumiesen.
Esto era para impedir puntos competitivos de importancia y el falso
culto. Después de que la nación se dividió, el
Israel del norte estableció sus propios centros de culto en
Betel y en Dan, dando como resultado un culto falso. Amós 4:4 es
un ejemplo de lo que sucede al incluir el diezmo en un culto falso.
El segundo
diezmo podía ser cambiado por dinero
y luego este dinero
podía ser usado para comprar bebidas fuertes.
14:24 Y si
el camino fuere tan largo
que no puedas llevarlo, por estar lejos de ti el lugar que
Jehová tu Dios hubiere escogido para poner en él su
nombre, cuando Jehová tu Dios te bendijere,
14:25
entonces lo venderás y guardarás el dinero en tu mano, y
vendrás al
lugar
que Jehová tu Dios escogiere;
14:26 y
darás el dinero por todo lo que deseas, por vacas, por ovejas,
por vino, u
otra bebida fermentada, o por cualquier
cosa que tú deseares; y comerás allí delante de
Jehová tu Dios, y te alegrarás
tú y tu familia.
Deuteronomio 14, versículos 22-26, es uno de los pasajes
más fuertes de la Biblia. Puesto que transportar el diezmo en
alimento era una carga física cuando uno vivía demasiado
lejos de Jerusalén, esto también
prueba que el diezmo no era dinero,
¡el cual no crearía ninguna carga! En realidad, Dios
ordenaba la compra de vino o bebidas fermentadas para la
celebración de la festividad. A los alcohólicos les
encanta descubrir estos textos y tratar de justificar sus
hábitos. Sin embargo, esto no autoriza en modo alguno la
borrachera ni el abuso del alcohol. Estos textos describen el regocijo
en los servicios de culto, no el abuso del consumo personal.
Además, puesto que la destilación no se practicaba como
la conoce el hombre moderno, el contenido alcohólico estaba muy
por debajo de lo que se consume en nuestros tiempos. A menudo, el agua
de beber local estaba contaminada y era peligroso beberla.
También, la Escritura proporciona muchos textos que advierten
contra los males del abuso del alcohol, y no podemos alegar falta de
acceso a agua de beber potable.
Comer y beber del diezmo (14:23) en el "lugar" en presencia de
del Señor no era práctica normal, sino que estaba
reservada para ocasiones especiales - el segundo diezmo de festividad.
La importancia de estos textos está en regocijarse y alabar a
Dios por sus bendiciones.
Dios no
exigía ningún diezmo de la tierra cada séptimo
año y cada quincuagésimo año para permitir que la
tierra santa reposara.
Éx. 23:11 Mas el séptimo año la dejarás
libre, para que coman los pobres de tu pueblo; y de lo que quedare
comerán las bestias del campo; así harás con tu
viña y con tu olivar.
Lev. 25:11 El año cincuenta os será jubileo; no
sembraréis, ni segaréis lo que naciere de suyo en la
tierra, ni vendimiaréis sus viñedos.
Lev. 25:12 Porque es jubileo; santo será a vosotros; el producto
de la tierra comeréis.
Lea Éx. 23:9-11 y Levítico 25:3-7, 11, 20-22. En estos
"sietes" especiales, la tierra no era ni sembrada ni cosechada. Quedaba
abierta para que los levitas, los pobres, y los trabajadores
asalariados comeran libremente junto con el dueño de la tierra. ¿No
es justo preguntar cuántas iglesias de las que enseñan el
diezmo también les dicen a sus miembros que NO traigan diezmos
cada séptimo año y cada quincuagésimo año?
¿Qué principio les da a los que sostienen el diezmo
autoridad para eliminar los aspectos del diezmo discutidos en este
capítulo?
Cuando se
estableció el diezmo por primera vez,
no había ninguna
autoridad civil, ni rey, ni
funcionarios elegidos que debiesen ser
sostenidos por medio de impuestos.
Al principio, las ofrendas voluntarias y los diezmos
satisfacían las necesidades de Israel. Con la aprobación
de Dios, las cosas cambiaron drásticamente cuando Israel
rechazó el gobierno de Dios por medio de jueces, y Dios les dio
un rey. Desde ese momento en adelante, que incluye la mayor parte de la
historia del Israel del Antiguo Testamento, las autoridades
políticas fueron responsables de recoger y redistribuir los
diezmos.