Ellen G. White

LA INSPIRACIÓN BÍBLICA Y ELLEN G. WHITE

Russell Kelly con Colleen Tinker

Traducido de Proclamation!
Edición de Mayo - Junio 2006


Declaraciones cambiantes relativas a la inspiración

1976 "Que las Sagradas Escrituras del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento fueron dadas por inspiración de Dios, y contienen una revelación total y suficiente de su voluntad para el hombre, y son la única e infalible regla de fe y práctica". (Seventh-day Adventist Church Manual, 1976, p. 32).

1980 "Las Sagradas Escrituras, el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, son la palabra escrita de Dios, dada por inspiración divina por medio de los santos hombres de Dios que hablaron y escribieron movidos por el Espíritu Santo. En esta Palabra, Dios ha entregado al hombre el conocimiento necesario para la salvación. Las Sagradas Escrituras son la infalible revelación de su voluntad. Ellas son el modelo del carácter, la prueba de la experiencia, el revelador autorizado de las doctrinas, y el confiable registro de los actos de Dios en la historia". (#1 de las 28 Creencias Fundamentales de los Adventistas del Séptimo Día).

1989  "Los Adventistas del Séptimo Día reconocen en Ellen G. White una autoridad en doctrina y vida, una autoridad que sólo es superada por la de las Escrituras. ... La iglesia Adventista del Séptimo Día tienen los escritos de Ellen G. White en la más alta estima como fuente de interpretación doctrinal. ... Algunos adventistas han inferido que, en opinión del Dr. [Desmond] Ford, la autoridad de Ellen White no se extiende a puntos de controversia doctrinales. Sobre este punto, la posición de los Adventistas del Séptimo Día es que no se justifica que la autoridad de un profeta quede limitada de esa manera". (Doctrine of the Sanctuary, Biblical research Committee, 1989, 223-224).

Las dos primeras declaraciones serían aceptadas en casi cualquier iglesia cristiana conservadora. Parecen colocar al Adventismo del Séptimo Día con seguridad dentro de los linderos del cristianismo ortodoxo y lejos de la religión falsa.

Sin embargo, cuando comparamos las dos declaraciones, vemos que ha tenido lugar un cambio no tan sutil. Los adventistas borraron su declaración anterior de que las Escrituras son la revelación "total y suficiente" de la voluntad de Dios. También borraron su afirmación anterior de que las Escrituras son "la única e infalible regla de fe y práctica". Después, añadieron la declaración de que las Escrituras son dadas por "inspiración divina por medio de hombres santos".

Hay una razón para estos cambios: Ellen G. White, la profetisa de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, que murió en 1915. Cuando los adventistas afirman que las Escrituras fueron "dadas por inspiración divina por medio de los santos hombres de Dios" y que son "la infalible revelación de su voluntad" (declaración de 1980), incluyen indirectamente a Ellen G. White porque tienen sus escritos "en la más alta estima como fuente de interpretación doctrinal" y porque "no se justifica que la autoridad de un profeta quede limitada" para excluir doctrinas (declaración de 1989). La consideran como una profeta en el pleno sentido de la palabra, a la misma altura que los profetas bíblicos.

El Comité de Investigación Bíblica, que emitió la declaración de 1989, está patrocinado por la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Está situado "en las oficinas centrales mundiales en Silver Springs, Maryland, Estados Unidos. Entre sus propósitos principales, se encuentra el de estimular el estudio y la práctica de la teología y el estilo de vida adventistas como lo entiende la iglesia mundial, así como proporcionar recursos teológicos a la administración y los departamentos de las oficinas centrales mundiales y la iglesia en general". *

Cuando refutó la investigacióndel Dr. Ford, en la cual demostró que el juicio investigador no tiene ninguna base bíblica, sino que, en lugar de eso, está establecido en el respaldo de Ellen White, el Comité se vio obligado a admitir que la autoridad profética de Ellen White se extendía a la corrección doctrinal.

Creencia Fundamental #18

"Uno de los dones del Espíritu Santo es el de profecía. Este don es una marca que identifica a la iglesia remanente y se manifestó en el ministerio de Ellen G. White. Como mensajera del Señor, sus escritos son una fuente continua y autorizada de verdad, que proporciona a la iglesia consuelo, dirección, instrucción, y corrección. Sus escritos también dejan claro que la Biblia es el modelo por el cual debe probarse toda enseñanza y experiencia" (#18 de las 28 Creencias Fundamentales de los Adventistas del Séptimo Día).

La declaración que antecede suena como 2 Timoteo 3:15-17, que dice en parte: "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia ...".

Las siguientes citas son de las propias palabras de Ellen White en su "Introducción" a su libro El Gran Conflicto. Léalas y decida usted mismo si ella se consideraba a sí misma o no al mismo nivel de los profetas de la Palabra de Dios:

GCx "En estos tiempos, la concesión especial de la gracia y el poder divinos no es menos necesaria para la iglesia que en los días de los apóstoles".
GCx "Por medio de la iluminación del Espíritu Santo, las escenas del prolongado conflicto entre el bien y el mal se han abierto a la autora de estas páginas. De tiempo en tiempo, se me ha permitido contemplar ...".
GCx  "A medida que el Espíritu del Señor abría a mi mente las grandes verdades de su Palabra y las escenas del pasado y el futuro, se me invitaba a dar a conocer a otros lo que ha sido revelado, a trazar la historia de la controversia en las edades pasadas, y especialmente para presentarla y arrojar luz sobre la lucha del futuro, que se aproxima rápidamente".
GCx  "En relación con ellos [su colección de libros de historia] a la luz de la palabra de Dios, y por la iluminación de su Espíritu, podemos ver revelado ...".

En esta introducción, Ellen White desliza, cuidadosa y lentamente, la idea de que ella es una profeta esencial de los últimos días. Escribió que Dios la había iluminado y había abierto sus ojos a las escenas del pasado y del futuro. Dios le había dado instrucciones para que presentara el contenido de su libro, El Gran Conflicto (con muchas citas de historiadores no adventistas).

Los Adventistas del Séptimo Día creen que Ellen G. White fue inspirada por Dios de una manera exactamente igual a los profetas bíblicos, y que, en la práctica, sus escritos son exactamente tan autorizados e infalibles como los de la palabra de Dios, funcionando tanto como intérpretes de la Escritura como guías doctrinales. Según el razonamiento adventista, puesto que la Biblia autoriza la continuación del don profético, especialmente en la iglesia de los últimos días, o iglesia "remanente", ellos añadieron a su primera creencia fundamental que la Palabra fue dada por "inspiración divina por medio de hombres santos [personas santas]". Sin embargo, normalmente no reconocen esta dependencia en Ellen White delante de nuevos conversos o personas inquisitivas.

El Espíritu de Profecía

Isaías 8:20: "A la ley y al testimonio: Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido".
Apocalipsis 12:17: "Y el dragón se airó contra la mujer, y se fue a hacer guerra contra el resto de la simiente de ella, los que guardan los mandamnientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo".
Apocalipsis 19:10: "Y yo caí a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira no lo hagas; yo soy consiervo contigo y con tus hermanos los que tienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios, porque el testimonio de Jesús es el espíritu de profecía".

Los adventistas llaman a los escritos de Ellen G. White "el Espíritu de Profecía". Usan los tres textos citados más arriba para probar que la iglesia remanente de los últimos días también debe tener la guía profética para los últimos días. Sin embargo, hay varios problemas con la manera en que usan estos textos.

Primero: Isaías 8:20 es una prueba para los profetas del Antiguo Testamento. Este texto requiere que un profeta sostenga la totalidad de la ley mosaica o pacto antiguo. Sin embargo, los adventistas, en común con la mayoría de los cristianos, entienden que la mayor parte de las ordenanzas del culto ceremonial y que los juicios civiles legales del pacto mosaico ya no son válidos para su iglesia. Sin embargo, al sostener esta creencia en la caducidad de la mayoría de los aspectos ceremoniales y civiles de la ley mosaica, se descalifican a sí mismos como súbditos de esta instrucción. Ellen White no sólo no habla de acuerdo con la totalidad de la ley mosaica, sino que tampoco respalda el cumplimiento total de la ley mosaica en el nuevo pacto. Los adventistas usan este texto como prueba para demostrar que Ellen White era una verdadera profeta.

Segundo: "Guarda los mandamientos" en Apocalipsis 12:17 no se refiere a los Diez Mandamientos. Se refiere a la obediencia de la persona a lo que Jesús enseñó específicamente para su iglesia del nuevo pacto. El apóstol Juan no usó la palabra "mandamientos" en el estrecho sentido de los "Diez Mandamientos" (compárese con Juan 14:21-23; 15:10-12; 1 Juan 2:3-10; 3:22-24; 2 Juan 6:5-6). Cuando Juan se refería a la ley del pacto antiguo, usaba la palabra griega nomos. Sin embargo, cuando se refería a las enseñanzas de Jesús, usaba la palabra griega entole. Este texto de Apocalipsis 12:17 usa la palabra entole.

Tercero: Los adventistas también aplican la frase "testimonio de Jesús" como título extraoficial de Ellen G. White. Muchos de sus escritos son llamados "testimonios". Sin embargo, el término "testimonio de Jesús" en Apocalipsis 12:17 y 19:10 se refiere al testimonio sobre Jesús y también al testimonio que Jesús dio. En 12:17, se usa como una de las dos cosas que los verdaderos creyentes no abandonarán. Testificarán, o darán testimonio, de Jesucristo. Además, Apocalipsis 19:10 identifica el testimonio de Jesús: es la declaración de la verdad sobre Jesús, y esta declaración es el espíritu de profecía.

Un elemento clave de las falsas religiones cristianas es el de los escritos adicionales considerados al mismo nivel que la Palabra de Dios. O la Biblia contiene todo lo necesario para la salvación, la santificación, y el crecimiento de la iglesia de Dios, o no. Por la manera en que tratan a Ellen G. White, los Adventistas del Séptimo Día declaran al mundo entero que la Palabra de Dios no es suficiente. Se refieren a las interpretaciones de la Escritura por parte de ella. La literatura interna de ellos  con frecuencia hace declaraciones, sigue las declaraciones con textos bíblicos, y luego sigue los textos con confirmaciones e/o interpretaciones por Ellen G. White.

A causa de la dependencia de los adventistas en Ellen G. White en relación con sus doctrinas y prácticas distintivas, los Adventistas del Séptimo Día denigran la autoridad y la confiabilidad de la Escritura, y elevan la posición de Ellen G. White. El "espíritu de profecía" no es un hombre mortal ni una mujer mortal que asegura que habla en nombre de Dios. Más bien, es el don espiritual con el cual el Espíritu Santo equipa a los seguidores de Cristo para que declaren la verdad sobre Jesús a un mundo oscuro y necesitado. Esta verdad se encuentra enteramente en la Biblia; no se necesita ninguna "luz" ni comentario adicional  para encontrar todo lo que necesitamos para vivir vidas de fe y piedad.

Este artículo es un extracto del libro de Russell Kelly Exposing Seventh-day Adventism.

* http://news.adventist.org/data/2006/01/1138809705/index.html.en

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