JUICIO CONTRA EL PASTOR JONES
ACERCA DEL DIEZMO
Usado con permiso de
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Muchos ASDs (Adventistas del
Séptimo Día) han escrito a Truth or Fables expresando su
deseo de entablar una demanda colectiva contra la denominación
Adventista del Séptimo Día para recuperar sus diezmos.
Ahora se dan cuenta de cómo su dinero les ha sido estafado al
haberles enseñado la denominación la ley mosaica del
pacto antiguo. El Juicio Contra el Pastor Jones Acerca del Diezmo es ficticio, pero deja bien claro que el diezmo no ha sido ordenado por Dios para los cristianos.
Juez: Mr.
Jones, usted está acusado de múltiples cargos de
extorsión. Su parranda de crímenes cubre 20 años y
ha alcanzado a miles de víctimas. Ha defraudado el dinero de la
gente por medio del temor y la manipulación, diciéndoles
que tenían que entregar a la iglesia el
10% de sus ingresos y que Dios les bendeciría si lo
hacían. Además, les dijo que, si no diezmaban, Dios les
maldeciría. ¿Cómo se declara?
Jones: Su
señoría, me declaro inocente. No he hecho nada malo.
Sólo he predicado lo que la Biblia dice. En la Biblia, Abraham
dio diezmos a Melquisedec y Dios le bendijo por haber dado fielmente.
La Biblia hasta dice que Abraham era rico en plata y oro.
Juez: Mr. Jones, ¿no es verdad que, en Génesis 13:2, la Biblia dice que Abraham era rico en ganado, plata y oro?
Jones: Sí, tiene usted razón; eso es lo que le acabo de decir.
Juez: Muy
bien. En el capítulo 13, leemos que Abraham era un hombre rico,
pero no es sino hasta Génesis 14 donde leemos sobre el diezmo de
Abraham para Melquisedec. Así que Abraham ya era rico antes de
diezmar para Melquisedec, ¿verdad?
Jones: Sí, supongo que está en lo cierto.
Juez: ¿Así que sus riquezas no eran resultado de su diezmo a Melquisedec?
Jones: No.
Juez: Mr.
Jones, usted también dice que Dios bendijo a Abraham por su
fidelidad en dar. ¿Cuántas veces está registrado
que Abraham diezmó para Melquisedec?
Jones: Bueno, sólo una vez.
Juez: ¿Así que la Biblia nunca dijo que Abraham diezmó semana tras semana?
Jones: No, no lo dice.
Juez: ¿Dónde obtuvo Abraham las cosas que le dio a Melquisedec?
Jones: Bueno, ¿no dice la Biblia que fue del botín de guerra?
Juez: Así que usted me está diciendo que él diezmó de los despojos de guerra?
Jones: Sí, eso es lo que la Biblia dice.
Juez: ¿Así,
que, básicamente, tomó cosas que no eran realmente suyas,
para comenzar, y las dio como diezmo?
Jones: Eso es lo que la Escritura parece indicar.
Juez: ¿Hay registro de que Abraham alguna vez tomó algo de su propiedad y las dio como diezmo a Melquisedec o a alguna otra persona?
Jones: Creo que no.
Juez: Usted
cree que no. Usted es pastor y sólo está adivinando.
¿Está escrito o no que él nunca dio nada de su
propiedad como diezmo a nadie?
Jones: No, no está escrito en ninguna parte, que yo sepa.
Juez: ¿Está escrito de qué exactamente era el diezmo a Melquisedec?
Jones: ¿Creo que dice que del pillaje ?
Juez: ¿Así que el pillaje puede ser de cualquier cantidad de cosas?
Jones: Sí,creo que sí.
Juez: Pudo haber sido en
alimento, ganado, las posesiones del pueblo o cualquier cosa. No dice
que todo era en dinero, ¿correcto?
Jones: Sí, está usted en lo cierto. No dice que era sólo en dinero.
Juez: La verdad es que el dinero nunca se menciona para nada en relación con eso. ¿Es correcto, Mr. Jones?
Jones: Sí, su señoría. El dinero nunca se
menciona; sólo se mencionan mercaderías, alimentos, y
personas.
Juez: ¿Así que no
hay modo de que usted pueda decir con ninguna certeza que Abraham en
realidad dio a Melquisedec ningún dinero en absoluto?
Jones: Es correcto.
Juez: Sólo tengo una
última pregunta para usted, Mr. Jones. ¿Mandó Dios
a Abraham que diera este diezmo de pillaje a Melquisedec?
Jones: no, parece que lo hizo voluntariamente.
Juez: ¿Así que
usted está tratando de decirme que, a causa de este regalo
voluntario de Abraham, que ocurrió una sola vez, que
posiblemente ni siquiera consistió de dinero, todos los
cristianos en todas partes están obligados a llevar a la iglesia
local el 10% de su cheque quincenal?
Juez: Considerando toda la
evidencia, yo diría que, sin sombra de duda, usted es culpable
de tratar deliberadamente de hacer que, con propósitos de lucro,
las Escrituras digan lo que no han dicho.
Jones: Bien, su señoría. Veo cuán tonto he sido al
tratar de usar la historia de Melquisedec para hacer que la gente
diezme dinero. Pero hay muchos otros versículos que apoyan mi
creencia sobre el diezmo. Jacob dijo que le daría a Dios el 10%
de todo. Creo que nosotros deberíamos seguir su ejemplo.
Juez: Veamos lo que dijo Jacob. Mr. Jones, por favor, léame el versículo del cual está hablando.
Jones: En Génesis 28, comenzando en el versículo 20, dice
que Jacob hizo voto, diciendo: "Si fuere Dios conmigo, y me guardare en
este viaje en que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir,
y si volviere en paz a casa de mi padre, Jehová será mi
Dios. Y esta piedra que he puesto por señal, será casa de
Dios; y de todo lo que me dieres, el diezmo apartaré para ti".
Juez: Usted dijo que debemos seguir el ejemplo de Jacob. ¿Es correcto, Mr. Jones?
Jones: Sí, es correcto. Jacob hizo voto de dar un décimo y nosotros deberíamos darlo también.
Juez: Permítame
señalarle una cosa, Mr. Jones. Jacob dijo que le daría el
diezmo a Dios, SÓLO si Dios le bendecía primero.
Así que, como usted dijo anteriormente, debemos seguir el
ejemplo de Jacob y decirle a Dios que sólo le daremos el diezmo
si nos bendice primero. ¿Es correcto?
Jones: Eso no es lo que quise decir.
Juez: ¿Qué quiso decir, entonces?
Jones: Que debemos dar a Dios el diezmo también.
Juez: Aquí va usted de
nuevo, tratando de hacer que la Escritura diga lo que usted quiere que
diga para su propio beneficio. También me gustaría que me
diera los textos que dicen que Jacob cumplió su voto a Dios.
Además, me gustaría saber dónde entregó su
diezmo, porque en esa época no había ni templo ni levitas
a los cuales llevárselo.
Jones: No puedo pensar en ningún texto que diga dónde
cumplió su voto, si es que alguna vez diezmó para cumplir
su voto.
Juez: Me parece bastante obvio
que Jacob hizo un voto voluntario y condicional a Dios. Esto no puede
usarse en modo alguno como razón para exigir que otros le
traigan su ingreso a usted ni lo lleven a ningún lugar.
Jones: Tengo algunos otros textos que creo le mostrarán que se supone que diezmemos.
Juez: Todavía no ha dicho
nada para convencerme en lo más mínimo de que la gente
está obligada a diezmar dinero a las iglesias locales y de que
usted estaba justificado en lo que hacía. Ha tomado textos
bíblicos y los ha aplicado erróneamente a sus creencias y
para su beneficio. Para para ser justo con usted, le permitiré
presentar más evidencia.
Jones: En el libro de Malaquías, capítulo 3,
comenzando en el versículo 8, dice: "¿Robará el
hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y
dijísteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros
diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque
vosotros, la nación toda, me habéis robado. Traed todos
los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme
ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os
abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre
vosotros bendición hasta que sobreabunde". Así que, su
señoría, como usted ve, se nos ordena llevar los diezmos
al almacén de Dios, o de lo contrario, Dios nos maldecirá.
Juez: Contésteme esto,
Mr. Jones. ¿Sabía usted que Dios jamás
requirió que nadie diezmara en dinero?
Jones: No, no lo sabía.
Juez: El diezmo del que se habla aquí siempre fue en productos comestibles, nunca en dinero.
Jones: Bien, su señoría, eso es porque no tenían
dinero en esa época, así que Dios les hizo diezmar en
alimentos en su lugar.
Juez: No es verdad. El dinero se
menciona por primera vez en Génesis, y Malaquías se
escribió cientos de años más tarde. Dios hizo que
trajeron alimento para que los levitas, los huérfanos y las
viudas pudieran comer y quedar satisfechos. El diezmo se usaba
principalmente para tener cuidado de la gente. Note también que
el versículo que usted citó dice "para que haya alimento
en mi casa". El alimento era el diezmo. ¿Cómo es que
usted pasó por alto completamente la palabra alimento en esos
versículos?
Jones: No lo sé.
Juez: También quiero que
sepa que estos versículos hablan a la gente que estaba bajo la
ley del Antiguo Testamento. Como posiblemente usted sepa o no lo sepa,
Jesús cumplió la ley, ya no es obligatoria. El diezmo era
parte de esa ley, que ya ha sido abolida.
Juez: Una vez más, ha
tratado de sacar un texto completamente fuera de contexto y aplicarlo a
otros para su propio beneficio. ¿Puede darme un solo texto en
que Dios cambiara el diezmo en alimento por el diezmo en dinero?
Jones: No conozco ninguno.
Juez: Así, que, si Dios nunca cambió el diezmo de alimento a dinero, ¿quién lo hizo?
Jones: Debe haber sido el hombre.
Juez: Hasta ahora, Mr. Jones,
todo lo que h hecho es sacar textos del Antiguo Testamento fuera de
contexto y aplicarlos a los creyentes bajo el nuevo pacto. ¿Son
éstas todas las pruebas que tiene?
Jones: Tengo un texto del Nuevo Testamento para demostrar que Jesús nos dijo que diezmásemos.
Juez: Muy bien. Lo escucho.
Jones: En Mateo 23:23, Jesús dijo: "¡Ay de vosotros,
escribas y fariseos, hipócritas! Porque diezmáis la menta
y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la
ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer,
sin dejar de hacer aquéllo". Ve usted. Jesús dijo que
debemos diezmar.
Juez: Permítame hacerle una pregunta: ¿A quién hablaba Jesús?
Jones: La Escritura dice que a los escribas y fariseos.
Juez: ¿Es usted escriba o fariseo?
Jones: Por supuesto que no.
Juez: En ese pasaje,
Jesús también dijo: "Dejáis lo más
importante de la ley". ¿Estamos bajo la ley, Mr. Jones?
Jones: No.
Juez: ¿Por qué no?
Jones: Porque Jesús la cumplió.
Juez: ¿Cuándo cumplió Jesús la ley?
Jones: Cuando fue crucificado.
Juez: ¿Así, pues, la ley estuvo en vigor hasta la muerte de Jesús?
Jones: Es correcto.
Juez: Creo que usted sabe hacia dónde voy con esto, ¿verdad?
Jones: Sí, su señoría. Puesto que Jesús
todavía no había sido crucificado y la ley todavía
era obligatoria, se requería que los fariseos diezmaran porque
el diezmo era parte de la ley. Una vez que la ley terminó, el
diezmo terminó también.
Juez: Quiero que eche un vistazo
a ese versículo nuevamente. Dígame también,
¿en qué consistía el diezmo de ellos?
Jones: El texto dice que menta, eneldo y comino.
Juez: ¿Se menciona el dinero?
Jones: No, no se menciona.
Juez: Nuevamente, eran productos comestibles lo que diezmaban, no dinero. ¿Tiene algo más que quisiera decir?
Jones: Si la gente diezmara sólo en productos comestibles, como
dice el texto, entonces ¿cómo sobreviviría la
iglesia? Tenemos que pagar la hipoteca, las cuentas de servicios
públicos, mi salario y un buen número de otras cosas que
tenemos que pagar cada semana. Dependemos del dinero de la gente.
Juez: La necesidad no justifica
los medios. En otras palabras, el sólo hech de que usted tenga
todas estas deudas no le da derecho a torcer y manipular la Escritura y
hacer que la gente dé dinero por temor a ser maldecido por Dios
para satisfacer las necesidades suyas. Para terminar, permítame
recapitular algunas cosas para usted, Mr. Jones. El diezmo nunca fue
dinero; el diezmo era una ley del Antiguo Testamento, que ya no es
obligatoria. Cuando era obligatorio, el diezmo se usaba para cuidar
personas, no edificios. Ahora estamos bajo un nuevo pacto. Pablo
instruye a los creyentes de Corintos cómo han de dar. En 2
Corintios, capítulo 9 y versículo 7, Pablo dice: "Que
cada uno dé como propone en su corazón; no de mala gana,
o por obligación; porque Dios ama al dador alegre. Así
que cada creyente ha de dar como él o ella ha decidido en su
corazón". Si usted está tratando hacer que la gente
dé bajo la amenaza de ser maldecido o por alguna otra
razón, está equivocado. Nadie puede dar alegremente si
está siendo obligado a dar. Si su iglesia no puede sobrevivir
con ofrendas voluntarias, entonces quizás Dios no es parte de su
iglesia para nada.
Jones: Nunca me había dado cuenta de esas cosas. Siempre se me
ha enseñado que tenemos que dar el diezmo a la iglesia local, y
eso es lo que yo siempre he enseñado. Ahora veo que estaba
completamente equivocado. No había estudiado la Escritura por mi
propia cuenta. Sólo aceptaba lo que me decían. Sí,
soy culpable. No enseñaré más este error.
Juez: Mr. Jones, veo que usted hacía esto por ignorancia y que
se arrepiente. Esta corte no lo considera culpable. Es su
responsabilidad saber la verdad. Le aconsejo a usted y aconsejo a todos
los demás en esta sala que comiencen a estudiar la Biblia y que
busquen a Dios acerca del tema del diezmo, y sus ojos se
abrirán. Ya no acepten solamente lo que le dicen. Comiencen a
buscar a Dios y consulten su Palabra sobre cómo y
dónde Él quiere que ustedes den. Se levanta la
sesión.