Las tablas de la ley

LA JUSTICIA
MÁS ALLÁ DE LA LEY


Dale Ratzlaff

Tomado de Proclamation!
Septiembre - Diciembre de 2001

Traducción de Román Quirós M.


Varias personas me han hecho saber lo que ellas consideran la principal razón para no aceptar la interpretación de los pactos presentada en el número de Proclamation correspondiente a Julio-Agosto titulada "La divisoria continental de la interpretación bíblica". Estas personas son sinceras, sus preguntas son válidas, y merecen una respuesta bíblica completa. Su razonamiento es como sigue: Cristo vivió en perfecta obediencia a la ley. Cristo murió por los que han quebrantado la ley. Así, pues, la justicia de Cristo, que es imputada al creyente, es perfecta obediencia a la ley, incluyendo perfecta observancia del sábado. Por lo tanto, como cristianos, debemos modelar nuestras vidas de acuerdo con Cristo, lo que es, en esencia, una perfecta obediencia a la ley. Esta obediencia incluye la observancia del sábado. Por lo tanto, la ley, que incluye las leyes relativas a la observancia del sábado, no podría haber llegado a su fin funcional en la cruz. ¿Por qué iba Cristo a morir por la ley y abolirla después? 

Es muy tentador citar inmediatamente textos de Romanos, 2 Corintios, Gálatas y Colosenses, etc., que afirman claramente que la ley sí llegó a su fin funcional con Cristo. Sin embargo, no me permitiré ese lujo sino hasta que estudiemos los registros evangélicos para descubrir la actitud de Cristo hacia la ley. Para poner en perspectiva este punto, responda al siguiente examen corto de cierto y falso.

1. Cristo no guardó la ley como era interpretada por los rabinos, sino que guardó todas las leyes bíblicas.
Cierto ____ Falso ____

2. Si Cristo no guardó perfectamente las leyes bíblicas, no podría ser mi Salvador.
Cierto ____ Falso ____

3. Cristo guardó el espíritu de la ley, pero quebrantó la letra de la ley.
Cierto ____ Falso ____

4. Cristo murió por la ley quebrantada.
Cierto ____ Falso ____

5. La justicia de Cristo es perfecta observancia de la ley.
Cierto ____ Falso ____

6. Si Cristo quebrantó el sábado, entonces no podría ser mi Salvador.
Cierto ____ Falso ____

Antes de que entremos realmente en el estudio de los evangelios, tenemos que echar un cimiento. Si vamos a ser bíblicos en nuestro estudio, tenemos que llegar a la conclusión de que la ley mosaica es una ley, no dos ni tres. Es verdad que en la ley hay aspectos morales, rituales, y sociales, pero todos ellos comprenden una sola ley (1).

Primero examinemos la actitud y las acciones de Cristo hacia los aspectos ceremoniales o rituales de la ley mosaica. Luego investigaremos la disposición y la conducta de Cristo hacia los aspectos morales de esta ley. Por último, ataremos varios cabos sueltos relativos a este tema.

Cristo y la ley ritual

Al avanzar el registro evangélico desde el principio hasta el fin del ministerio de Cristo, veremos el desarrollo de nuestro tema. Al principio, hay inferencias, luego veremos alguna evidencia, y finalmente evidencia sólida. Comenzaremos por Marcos.

Un hombre que tenía lepra se le acercó, y de rodillas le suplicó: "Si quieres, puedes limpiarme". Movido a compasión, Jesús extendió la mano y tocó al hombre, diciéndole: "Sí quiero. ¡Sé limpio!". Al instante, se le quitó la lepra y quedó sano. Jesús lo despidió en seguida con una fuerte advertencia: "Mira, no se lo digas a nadie; sólo ve, preséntate al sacerdote y lleva por tu purificación lo que ordenó Moisés, para que sirva de testimonio". Marcos 1:40-44.

Si Jesús podía sanar con una orden (2), ¿por qué decidió sanar a este leproso inmundo con un toque? ¿Por qué advirtió Jesús severamente a este hombre que no dijera nada a nadie sobre este sanamiento? La respuesta era obvia para los lectores originales del evangelio de Marcos, que conocían la ley y su interpretación. Al tocar a este leproso, Jesús se convirtió también en impuro. Aunque no hay ninguna ley bíblica específica que diga que quien toque a un leproso se convierte en impuro ritual, sin embargo, esto se presupone claramente en el pasaje que sigue:

La persona que contraiga una infección se vestirá de harapos y no se peinará; con el rostro semicubierto irá gritando: "¡Impuro! ¡Impuro!", y será impuro todo el tiempo que le dure la enfermedad. Es impuro, así que deberá vivir aislado y fuera del campamento. Lev. 13:45-46.

Esto explica Marcos 1:45:

"Pero él salió y comenzó a hablar sin reserva, divulgando lo sucedido. Como resultado, Jesús ya no pudo entrar en ningún pueblo abiertamente, sino que se quedaba afuera, en lugares solitarios. Aún así, gente de todas partes seguía acudiendo a él".

Es evidente que la razón de que Jesús estuviera obligado a permanecer fuera en áreas despobladas era que era considerado impuro a causa de su contacto con el leproso.

Para el siguiente ejemplo de la relación de Cristo con la ley ritual, veamos el episodio del sanamiento de la hija de Jairo en Marcos 5:21-43. A Jesús se le acerca un oficial de la sinagoga, que le imploró que fuera y sanara a su hija que estaba "a punto de morir". Cuando Jesús y la muchedumbre que le seguía iban en camino, una mujer ritualmente impura tocó su manto. Esto iba contra la costumbre, y se entendía que hacía a a Jesús ritualmente impuro (3). En este punto, algunos de la casa del oficial de la sinagoga anunciaron que la niña había muerto, a lo cual Jesús respondió: "No tengas miedo, sólo cree".

Cuando llegaron a la casa, Jesús dijo: "¿Por qué tanto alboroto y llanto? La niña no está muerta, sino dormida". Y comenzaron a burlarse de él. Entonces Jesús, tomando sólo los tres discípulos que estaban más cerca de él, y la madre y el padre de la niña, entró a la habitación donde estaba la niña.

La tomó de la mano y le dijo: Talitha cum (que significa, Niña, a ti te digo, ¡levántate!). La niña, que tenía doce años, se levantó en seguida,y comenzó a andar. Ante este hecho, todos se llenaron de asombro. Él dio órdenes estrictas de que nadie se enterara de lo ocurrido ... Mar. 5:41-43.

Nuevamente, obsérvese que Jesús tomó a la niña de la mano y el escritor evangélico, bajo la guía del Espíritu Santo, decidió registrar este hecho. Vemos casi las mismas instrucciones que se dieron a los padres en cuanto al leproso: "Y les dio órdenes estrictas de que nadie debería saber esto". En este incidente, ahora hemos pasado de la inferencia al hecho. Note lo siguiente:

"Quien toque el cadáver de alguna persona, quedará impuro por siete días. Para purificarse, los días tercero y séptimo usará el agua de la purificación, y así quedará puro. Pero si no se purifica durante esos días, quedará impuro. Quien toque el cadáver de alguna persona, y no se purifique, contamina el santuario del Señor. Tal persona será eliminada de Israel, pues habrá quedado impura por no haber recibido las aguas de la purificación". Núm. 19:11-13.

Según esta ley bíblica, Jesús se hizo impuro al tocar a la niña muerta. Además, de acuerdo con esta ley, "contaminó el santuario del Señor" y debería haber sido "eliminado de Israel".

Algunos argumentarán que la niña no estaba realmente muerta, porque Jesús dijo: "No está muerta, sino que duerme". Sin embargo, éste es el mismo término que Jesús usó cuando describió a Lázaro, que claramente estaba muerto (4). En el relato de Lucas, leemos: "La tomó de la mano y clamó, diciendo: '¡Niña, levántate!', y su espíritu retornó a ella ...", indicando que la niña había vuelto a la vida.

En Marcos 7:14-23, Jesús pasa de hacer cosas contrarias a la ley ritual a enseñar cosas que contradicen la ley ritual bíblica.

"De nuevo Jesús llamó a la multitud. 'Escúchenme todos', dijo, 'y entiendan esto. Nada de lo que viene de fuera puede contaminar a una persona. Más bien, lo que sale de la persona es lo que la contamina'. Después de que dejó a la gente y entró en la casa, sus discípulos le preguntaron sobre la comparación que había hecho. '¿Tampoco ustedes pueden entenderlo? ¿No se dan cuenta de que nada de lo que entra en una persona puede contaminarla? Porque no entra en su corazón, sino en su estómago, y después va a dar a la letrina'. Con esto, Jesús declaraba limpios todos los alimentos. Luego añadió: 'Lo que sale de la persona es lo que la contamina, porque de adentro, del corazón humano, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la envidia, la calumnia, la arrogancia, y la necedad. Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona'". Mar. 7:14-23.

La afirmación: "Con esto, Jesús declaraba limpios todos los alimentos" está en los mejores manuscritos y, por lo tanto, no debería ser tratada como alguna inserción posterior por los escribas. Esta enseñanza contradice directamente las leyes alimentarias de Lev. 11, pero está en armonía con la interpretación del nuevo pacto (5).

Ahora volvemos al bien conocido del sanamiento en el estanque de Betesda en Juan 5. Jesús ve a un hombre que ha sido paralítico por 38 años y que yace sobre su jergón. No hay ninguna indicación en el registro de que ésta era una urgencia. Jesús le dijo a este hombre que recogiera su jergón y anduviera. Esto ocurría en sábado, y los judíos inmediatamente acusaron a Jesús de quebrantar el sábado.

"Precisamente por esta razón los judíos perseguían a Jesús, pues hacía tales cosas en sábado. Pero Jesús les respondía: 'Mi Padre aun hoy está trabajando y yo también trabajo'. Juan 5:16-17.

"Está trabajando", en la frase que antecede, está en el tiempo imperfecto continuo en griego y podría traducirse: "estaba haciendo estas cosas continuamente". Si las acciones de Jesús estaban dentro de la ley sabática bíblica y él respaldaba la obediencia a la ley, nosotros esperaríamos que explicara a los judíos por qué sus acciones estaban dentro de la ley sabática. Sin embargo, su respuesta nos deja atónitos: "Mi Padre aun hoy está trabajando y yo también trabajo". Juan ahora registra la siguiente frase cargada de significado.

"Así que los judíos redoblaban sus esfuerzos para matarlo, pues no sólo quebrantaba el sábado sino que incluso llamaba a Dios su propio Padre, con lo que él mismo se hacía igual a Dios". Juan 5:18.

Nuevamente, "quebrantaba" está en tiempo continuo en griego. La raíz usada aquí para "quebrantaba" es la misma que para "destruir" y a menudo se traduce así. Este versículo podría traducirse correctamente así: "Destruía el sábado constantemente".

Aunque hay muchos ejemplos más que podríamos examinar (6), ahora podemos lleagr a algunas conclusiones.

A veces, parece que Jesús a propósito hacía todo lo posible para violar la ley ritual. A menudo, sanaba mediante una orden verbal, cuando un toque habría sido apropiado. Pero, cuando un toque lo habría hecho ritualmente impuro, a menudo decidía sanar de esa manera. Nuevamente, podía sanar mediante su palabra, pero en sábado decidió sanar "haciendo lodo" (7) y diciéndole al hombre que "recogiera su camastro y se anduviera". Cuando fue confrontado por los judíos en relación con su cuestionable observancia del sábado, su respuesta fue: "Mi Padre hasta ahora está trabajando, y yo también" (8).

Algunos de nuestros lectores podrían sentirse muy confundidos en este punto. Por favor, continúen leyendo, porque lo que ahora parece confuso se verá claro como el agua muy pronto.

Cristo y las leyes morales del código de Moisés

¿Cuál era la actitud de Cristo hacia las leyes morales del código mosaico? Probablemente los mejores ejemplos se encuentran en el Sermón del Monte en Mateo 5. Las limitaciones de espacio sólo permiten unos pocos ejemplos.

Ustedes han oído que se dijo a sus antepasados: "No matarás, y todo el que mate quedará sujeto al juicio del tribunal". Pero yo les digo que todo el que se enoje con su hermano quedará  sujeto al juicio del tribunal. Es más, cualquiera que insulte a su hermano, quedará sujeto al juicio del Consejo. Pero cualquiera que lo maldiga quedará sujeto al juicio del infierno". Mat. 5:21-22.

Aquí Jesús se refiere al sexto mandamiento. Esta no es una cita exacta porque la frase "quedará sujeto al juicio del tribunal" no está en el AT. Sin embargo, la Escritura es apropiada y era correcta en la ley judía. Nótese cómo Jesús modifica y expande esta ley moral mostrando que las perversas pasiones de la ira y la furia, así como el lenguaje insultante, son pecados que, cuando hacen al que los comete merecedores del fuego del infierno.

En Mat. 27-28, Jesús hace lo mismo con el séptimo mandamiento. Modifica y amplía el acto de adulterio incluyendo hasta la mirada y el pensamiento de la lascivia. De especial interés es Mat. 5:33-37, donde Jesús se refiere a la ley de los votos que se encuentra en Núm. 30:2 y Deut. 23:21-23. Yo incluyo esto en la sección de las "leyes morales" porque hacer un voto (prometer) a Dios es ciertamente un acto moral y debe verse como una expansión del mandamiento que dice: "No dirás falso testimonio contra tu prójimo" que, en sí misma, es una ley muy estrecha.

También han oído que se dijo a sus antepasados: "No faltes a tu juramente, sino cumple con tus promesas al Señor". Pero yo les digo: No juren de ningún modo, ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Tampoco jures por tu cabeza, porque no puedes hacer que ni uno solo de tus cabellos se vuelva blanco o negro. Cuando digan "sí", que sea realmente sí; y cuando digan "no", que sea no. Cualquier cosa de más, proviene del maligno". Mat. 5:33-37.

Seguramente, los judíos de su tiempo abusaban de sus votos; sin embargo, una lectura cuidadosa de las afirmaciones que anteceden comparándolas con la ley del AT indican que Jesús condenaba algo permitido, hasta aprobado, en la ley. Pero, ¿cómo lo cambió? Lo modificó y lo amplió de tal modo que corrigió el abuso que lo judíos cometían al hacer votos que estaban dentro de la letra del código mosaico. En Mat. 5:43-48, dice Jesús:

Ustedes han oído que se dijo: "Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo". Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen, para que sean hijos de su Padre que está en el cielo. Él hace que salga el sol sobre buenos y malos, y que llueva sobre justos e injustos. Porque si ustedes aman solamente a los que los aman, ¿qué recompensa recibirán? ¿Acaso no hacen eso hasta los recaudadores de impuestos? Y si saludan a sus hermanos solamente, ¿qué de más hacen ustedes? ¿Acaso no hacen esto hasta los gentiles? Por tanto, sean perfectos, así como su Padre celestial es perfecto.

Aunque la Escritura no dice "odia a tu enemigo", no debemos ser rápidos en condenar a los dirigentes judíos por enseñar esto, porque podría inferirse de otras porciones de la ley. Hay muchas afrmaciones en laley que muestran una distinción entre la naturaleza ética y la naturaleza moral de cómo un israelita debía tratar a un extranjero. Por ejemplo:

No le cobres intereses a tu hermano sobre el dinero, los alimentos, o cualquier otra cosa que devengue intereses. Cóbrale intereses a un extranjero, pero no a un hermano israelita ... Deut. 23:19, 20.

Por lo tanto, cuando Jesús habla de amar a nuestros enemigos, modifica y amplía la ley moral mosaica más allá de los linderos étnicos para incluir a los enemigos (extranjeros) que nos persiguen. Puede ser de interés para nuestros lectores cómo interpretó Ellen White este versículo (amar a nuestro prójimo) según "se le mostró en visión". Véase http://www.ratzlaf.com/downloads.htm.

Aunque hay muchos otros ejemplos que podrían citarse, ahora podemos hacer un resumen generalizado de la actitud de Cristo hacia las leyes morales en el código mosaico.
  1. Jesús modificó y amplió las leyes morales del Antiguo Testamento, elevando sus consideraciones morales y éticas más allá de la ley escrita.
  1. Jesús modificó y amplió las leyes morales del Antiguo Testamento, cambiándolas de reglas legales a principios morales y éticos.
  1. Jesús modificó y amplió el alcance de las leyes morales del Antiguo Testamento, moviéndolas más allá de las leyes solamente para Israel, para convertirlas en principios éticos y morales para toda nación, tribu, y lengua. (9)

La justicia más allá de la ley - el acuerdo del Nuevo Testamento

Algunos han definido la justicia como "perfecta obediencia a la ley". Esto puede ser cierto para la justicia del pacto antiguo, pero es muy inferior a la que se presenta en el nuevo pacto. Nótese cómo las siguientes referencias del Nuevo Testamento asocian ley y justicia.

Pero ahora, sin la mediación de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, de la que dan testimonio la ley y los profetas (Rom. 3:21). En efecto, no fue mediante la ley como Abraham y su descendencia recibieron la promesa de que él sería heredero del mundo, sino mediante la fe, la cual se le tomó en cuenta como justicia. Porque, si los que viven por la ley fueran los herederos, entonces la fe no tendría ya ningún valor y la promesa no serviría de nada (Rom. 4: 13-14). ¿Qué concluiremos? Pues que los gentiles, que no buscaban la justicia, la han alcanzado. Me refiero a la justicia que es por la fe. En cambio Israel, que iba en busca de una ley que le diera justicia, no ha alcanzado esa justicia (Rom. 9:30-31). No conociendo la justicia que proviene de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se sometieron a la justicia de Dios. De hecho, Cristo es el fin de la ley, para que todo el que cree reciba la justicia (Rom. 10:3-4). No desecho la gracia de Dios. Si la justicia se obtuviera mediante la ley, Cristo habría muerto en vano (Gál. 2:21). Aquellos de entre ustedes que tratan de ser justificados por la ley, han roto con Cristo; han caído de la gracia (Gál. 5:4). ... y encontrarme unido a él. No quiero mi propia justicia, que procede de la ley, sino la que se obtiene mediante la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios, basada en la fe (Fil. 3:9).

Ilustraciones personales

Cuando fui estudiante de seminario, trabajaba por las noches en la YMCA en Benton Harbor, Michigan. Como a la medianoche una fría noche de invierno, cruzaba la calle con el administrador de la YMCA. Llegamos a una intersección en que la luz del semáforo que estaba en frente estaba en rojo. No había ningún auto a la vista en ninguna dirección. Sin embargo, yo, un buen observador de la ley, permanecí allí esperando que la luz cambiara a verde. De pronto, me di cuenta de que mi amigo iba caminando hacia la luz roja. Me dijo: "Todavía estás bajo la ley. Yo estoy bajo la gracia". Aunque esta declaración no se aplique por completo, era instructiva. La ley de las luces roja y verde fue concebida para evitar accidentes. Sin embargo, en nuestro caso, no había ninguna oportunidad de que fuésemos atropellados por un auto que pasaba porque no había ninguno a la vista. Por lo tanto, era apropiado violar la letra de la ley mientras ésto no violase el principio de la seguridad, mientras ningún policía legalista estuviese mirando.

El otro día, estaba en la concurrida oficina postal recogiendo el correo de LAM. Una madre estaba allí con dos niñitas. Al acercarse al estacionamiento, ella dijo: "Ahora ustedes tienen que tomar la mano de mamita, pues hay muchos autos aquí". Ésta era una ley muy buena para las dos niñitos; sin embargo, ¡no ponga a su hijo de 16 años bajo la misma ley! Más bien, tan pronto como sea lo bastante mayor, enséñele el principio de "seguridad primero". Ese principio le servirá bien el resto de la vida, sin importar las circunstancias.

Creo que ésta es la manera en que debemos considerar las leyes del pacto antiguo. Son santas, justas, y buenas para las condiciones y las personas para las cuales fueron dictadas. Sin embargo, ahora la vida en el Espíritu nos mueve a vivir más allá de la letra de la ley para seguir los principios enseñados por Cristo y escritos en nuestros corazones por el Espíritu Santo. Ya no somos niños. Somos hijos e hijas de Dios.

La enseñanza bíblica

Pero antes de venir esta fe, la ley nos tenía presos, encerrados hasta que la fe se revelara. Así que la ley vino a ser nuestro guía encargado de conducirnos a Cristo, para que fuéramos justificados por la fe. Pero ahora que ha llegado la fe, ya no estamos sujetos al guía. Todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús (Gál. 3:23-26). Cuando se cumplió el plazo, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la ley, a fin de que fuéramos adoptados como hijos (Gál. 4:4-5). Pero ahora que conocen a Dios - o más bien, ahora que Dios los conoce a ustedes - ¿cómo es que quieren regresar a esos principios ineficaces y sin valor? ¿Quieren volver a ser esclavos de ellos? ¡Ustedes siguen guardando los días de fiesta, los meses, las estaciones, y los años! Temo por ustedes, que tal vez me haya estado esforzando en vano (Gál. 4:9-11).

La justicia más allá de la ley - lo moral más allá de lo ritual

Los cristianos del nuevo pacto deben ser diligentes aquí. Es de naturaleza humana dar importancia moral a las costumbres rituales establecidas. A mí se me enseñó que el pan de la comunión debe ser hecho de trigo integral  y aceite de oliva. Casi me escandalicé cuando visité una iglesia que usaba harina blanca. Fue instructivo para mí que se diera una receta detallada en la ley del pacto antiguo para el pan de la presencia y cómo debe ser extendido como "pacto eterno" (10). Sin embargo, en el nuevo pacto, no se da ningún detalle. La justicia del nuevo pacto trata de cosas del corazón, no ritos. Algunos argumentarán sobre cómo bautizar: hacia adelante, hacia atrás, tres veces, en el nombre de Jesús solamente o en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Hasta podríamos hacer extensivo esto al rociamiento o la inmersión (11). Nuevamente, lo más importante es nuestra entrega a Cristo, invitándole a ser Señor y Amo de nuestras vidas. En el momento en que los ritos se convierten en lo importante, la naturaleza moral y ética de la justicia del nuevo pacto queda comprometida.

La justicia más allá de la ley - se encuentra sólo en Cristo

Los cristianos del nuevo pacto tienen un modelo mucho más alto que seguir que la ley del pacto antiguo. No hay nada en el nuevo pacto o en el "vivir bajo la gracia" que abra cualquier puerta a una vida voluntaria en pecado. Más bien, la moralidad del nuevo pacto está por encima y va más allá de la de la ley. Cuando decimos esto, hay dos consideraciones que deben ser subrayadas no sea que malentendamos las buenas nuevas del evangelio. La primera es el motivo. Cuando se vive bajo la ley, hay un motivo en tratar de guardar la ley para ser aceptados. Como muchos pueden atestiguar, esto es constantemente frustrante si tomamos en serio la ley, ya sea la ley bíblica o los escritos de Ellen G. White. Hay muchos que enseñan a otros a "guardar el sábado" cuando hay pocos - probablemente no hay nadie - que lo han guardado de acuerdo con la ley bíblica, para no hablar de las numerosas leyes de Ellen White relativas a la observancia del sábado (12).  Sin embargo, el motivo del nuevo pacto es diferente. Nuestra vida santificada no se vive por el motivo de tratar de ser lo bastante buenos para ser aceptados. Más bien, nace del hecho de la aceptación. Vivimos como hijos e hijas de Dios porque eso es lo que somos. Nuestra meta es vivir como la clase de persona que ahora somos en Cristo.

La segunda consideración que tenemos que entender es que la justicia del nuevo pacto se encuentra sólo en Cristo. Lo miramos a Él, y a él solamente, como nuestro Representante y Sustituto. Si somos de Cristo, nosotros, junto con el apóstol Pablo, podemos decir:

Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo y encontrarme unido a él. No quiero mi propia justicia que procede de la ley, sino la que se obtiene mediante la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios, basada en la fe (Fil. 3:8-9).

Esperamos haber respondido las preguntas relativas a la "justicia que es por la ley", para los sinceros buscadores de la verdad. Creemos que el Nuevo Testamento enseña que la ley llegó a su fin funcional con Cristo. Ahora tenemos principios morales y éticos que están por encima y van más allá de los de la ley. Tenemos vida en el Espíritu que nos da el poder para seguir el ejemplo de Cristo. Sólo por fe podemos reclamar la justicia de Cristo, que sobrepasa con mucho la justicia de la ley. Sí, podemos entrar en el verdadero reposo en Cristo, el reposo que queda para los que creen.


Notas: 

(1) Véase de Riggle, The Sabbath and the Lord´s Day, pp. 51-61, para el apoyo bíblico para esta afirmación.

(2) Ver Marcos 1:25.

(3) Véase Lev. 15:19-25.

(4) Juan 11:11.

(5) Hechos 10,11; Rom. 14:14.

(6) Véase de Alan Watson, Jesus and the Law (University of Georgia Press, 1996) para ver muchos más ejemplos.

(7) Juan 9:6.

(8) Nótese el énfasis en "trabajando" en Juan 5:17; 9:3-6.

(9) Ver Mat. 28:18-20.

(10) Lev. 24:5-8.

(11) Como pastor, siempre he bautizado por inmersión, pues creo que éste es el modelo bíblico y sigue más de cerca del símbolo de la realidad. Sin embargo, tenemos que mantener el rito en su lugar y no permitir que tenga prioridad sobre la entrega ética y moral de la persona que está siendo bautizada.

(12) Véase de Ratzlaff, Sabbath in Crisis, pp. 57-59; 306-309.


De vuelta arriba

La ley de Dios

Index