LA LEY DOMINICAL NACIONAL
¿HECHO O FICCIÓN?
Dirk Anderson (1999)
Capítulo 5
¿Es la ley dominical
nacional
una verdadera amenaza?
Tomado de The
Ellen G. White Research Project
En 1998, varios preocupados Adventistas del Séptimo
Día me enviaron mensajes por correo electrónico. Recientemente,
el Vaticano había publicado una carta apostólica escrita
por el Papa y titulada "Des Domini". En esa carta, el Papa Juan Pablo II
les elogiaba a sus seguidores las virtudes de la observancia del domingo.
Algunos adventistas conjeturaron que esto podría ser el largamente
esperado comienzo de una Ley Dominical Nacional. Yo leí la carta
del Papa y no encontré nada que justificara ninguna preocupación
por una próxima legislación dominical. El Papa subrayaba
brevemente la necesidad de que los católicos se aseguraran de que
los gobiernos respetasen su libertad de tener culto los domingos:
Por lo tanto, también en las particulares circunstancias
de nuestro propio tiempo, los cristianos naturalmente tratarán de
asegurarse de que la legislación civil respete su deber de guardar
el domingo.
Por supuesto, los dirigentes Adventistas del Séptimo
Día con frecuencia estimulan a sus miembros a hacer exactamente
lo mismo - apoyar una legislación que garantice su libertad de adorar
a Dios en sábado.
Aunque no había nada en la carta que causara preocupación,
por un tiempo hubo alguna excitación entre los Adventistas. Quizás
las palabras de su profetisa finalmente se estaban cumpliendo. Pero, ¡caramba!,
no sucedió nada, y la excitación desapareció gradualmente.
Comenzó a parecer que los Adventistas, desesperados por validar
su teoría de una Ley Dominical Nacional, consideraban cualquier
mención del domingo que hiciera cualquier dirigente cristiano como
una indicación de las largamente esperadas leyes dominicales.
Mientras los adventistas están preocupados por
una Ley Dominical Nacional, sus hermanos cristianos no parecen tener absolutamente
ningún interés en obligar a los observadores del sábado
a tener culto los domingos. Es cierto que hay algunos cristianos a los
cuales les gustaría tener leyes que les dieran libertad para adorar
en domingo sin ser obligados a ir a trabajar. Sin embargo, es absurdo imaginar
que los cristianos observadores del domingo quieren obligar a otros a observarlo
como día religioso.
El grupo que más ávidamente promueve la
observancia del domingo en los Estados Unidos es la "Alianza del Día
del Señor". Recientemente, al dirigente de esa organización
se le preguntó si se proponía imponer la observancia del
domingo sobre los observadores del sábado. He aquí su respuesta:
Creo en la voluntariedad de la adoración, y no creo
que debería haber jamás una iglesia estatal, y por lo tanto,
no planteo ninguna clase de religión civil.
Aprecio la libertad que tenemos en nuestro país, como le he dicho.
Haré todo lo que pueda para ayudar a conservar esa libertad, que
incluye la libertad de culto. Me es también completamente extraño
... estar involucrado en cualquier clase de persecución contra cualquiera
que discrepe conmigo sobre culquier tema, incluyendo el día de adoración...
creemos que la mejor manera de que la gente adore como debería es
adorar como se es guiado, sin ninguna legislación que imponga esa
adoración o ese día de descanso.
(Jack P. Lowndes, Director Ejecutivo, Alianza del Día del Señor
de los Estados Unidos, en una carta dirigida a Azenilto Brito, y fechada
en marzo 5, 1993).
Ésta es una respuesta típica de los dirigentes
cristianos. No les interesa imponer la observancia del domingo sobre los
observadores del sábado. A continuación hay un ejemplo de
cómo una típica iglesia cristiana considera el tema de imponer
leyes religiosas sobre otros:
Libertad individual
Todo individuo, ya sea creyente o incrédulo, está en
libertad de elegir lo que cree que es correcto en el ámbito religioso.
Nadie debería ser obligado a asentir a ninguna creencia contra su
voluntad. Los Bautistas se han opuesto siempre a la persecución
religiosa. (Iglesia Bautista Regular, Los Distintivos Bautistas).
La mayoría de los cristianos concuerda con lo que
el apóstol Pablo dijo en Romanos 14:5,6:
Uno hace diferencia entre día; otro juzga iguales
todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su
propia mente. El que hace caso del día, lo hace para el Señor;
y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace.
La mayoría de los cristianos estaría de acuerdo
con Pablo en que el día de culto debería ser un asunto de
conciencia personal, y que jamás debería ser un punto de
controversia que divida a los creyentes. La mayoría de los cristianos
observadores del domingo probablemente se sentirían escandalizados
y ofendidos si se les dijera que iban a estar involucrados en una persecución
de los observadores del sábado. La mayoría de los cristianos
observadores del domingo se horrorizarían de semejante acción,
y combatirían cualquier legislación que infringiera la libertad
religiosa de otros cristianos.
La verdad es que los Adventistas del Séptimo Día
jamás han presentado evidencia substancial de que los dirigentes
cristianos se proponen imponer la observancia del domingo sobre los cristianos
sabadistas. Por el contrario, hay evidencia significativa de que el Congreso
norteamericano no tiene intención de aprobar ninguna ley dominical
en ningún momento en el futuro cercano. Por ejemplo, nótese
lo que el presidente de la mayoría en la Cámara de Representantes,
Dick Armey, escribió:
No he oído hablar de ninguna legislación en el
Congreso para establecer una ley azul que apartara el domingo como un día
nacional de culto.
La única evidencia que tienen los Adventistas es la
conducta de la Iglesia Católica en el pasado. Su teoría es
que la Iglesia Católica nuevamente recuperará
la supremacía en el mundo y re-establecerá la Inquisición
y otras persecuciones religiosas del pasado.
Después de pasar siglos disculpándose por
pasados errores, es difícil imaginar a la Iglesia Católica
re-estableciendo las mismas instituciones que ella ahora admite estaban
en error. Es también difícil imaginar que la comunidad mundial
permanezca impasible y permita que el Vaticano asesine a todos los observadores
del sábado en el mundo entero. ¿Qué podría
esperar ganar el catolicismo matando a todos los observadores del sábado
en el mundo? Si alguna vez intentaran una acción tan violenta, serían
considerados peores que Hitler, a quien el mundo entero aborrece. ¿Sería
esa una acción prudente de parte de la Iglesia Católica?
¿La haría más popular? ¡Lejos de ello! Si alguna
vez intentaran una acción tal, el mundo entero probablemente se
levantaría contra ellos, de la misma manera que se levantó
y destruyó a Hitler.
Todos estos comentarios de que el catolicismo controlará
el mundo son divertidos. Por siglos, el poder de la Iglesia Católica
ha estado declinando constantemente. La iglesia está perdiendo terreno
en muchos lugares en todo el mundo. La Iglesia Pentecostal y otras, incluyendo
a los Adventistas del Séptimo Día, han hecho tremendos progresos
ganando conversos en los una vez fuertes bastiones católicos en
Centro y Sur América. Si las conversiones continúan a la
tasa actual, la Iglesia Católica pronto será una minoría
en varios de estos países. En Europa, la mayor parte de la gente
vive en un mundo secular, post-cristiano. El cristianismo en general, y
la Iglesia Católica en particular, ya no son importantes para muchos
europeos. La Iglesia Católica ha estado luchando con sus finanzas.
Ha estado teniendo dificultades para atraer nuevos candidatos a sacerdotes
y monjas. La Iglesia Católica hasta se ha reunido con quien fue
una vez su enemigo - la Iglesia Luterana - y ha redefinido su enseñanza
sobre la salvación para hacer las paces con los luteranos. La Iglesia
Católica también tiene problemas con la desordenada conducta
sexual de los sacerdotes, con sacerdotes que discrepan públicamente
con la política papal, y con las contiendas internas acerca de varios
puntos en disputa, como la ordenación de sacerdotisas. Antes que
una superpotencia lista para controlar el mundo e imponer la observancia
del domingo sobre alguien, el catolicismo es una iglesia en decadencia,
luchando por sobrevivir en un mundo para el cual ella ya no es importante.
¿Y qué hay de la posibilidad de que católicos
y protestantes se unan acerca de un punto en disputa? Cuando se pongan
de acuerdo, ¿tendrán el poder político para imponer
su voluntad sobre el pueblo de los Estados Unidos? No, en absoluto. Durante
casi 30 años, los cristianos evangélicos han batallado juntos
para detener el asesinato de inocentes bebés en clínicas
de aborto. Este punto es objeto de apasionada controversia, que despierta
fuertes emociones en muchos cristianos. A pesar de los fuertes sentimientos,
a pesar de todos los intentos de los dirigentes eclesiásticos para
conseguir que sus rebaños se involucren en la batalla, muy poco
se ha logrado. Si los católicos y los protestantes se han unido
acerca del asunto de los abortos durante casi 30 años, y sin embargo,
no han logrado aprobar una ley que los detenga, ¿cómo puede
alguien esperar que aprueben una ley en relación con la observancia
del domingo - un punto en el cual la mayoría de los católicos
y los protestantes no tienen interés? ¿Puede Ud. imaginarse
a un pastor de pie detrás de su púlpito tratando de motivar
a su grey para salir y aprobar leyes para matar a los observadores del
sábado, sólo porque éstos prefieren adorar a Dios
el sábado en vez del domingo? ¡Ese es el colmo de lo absurdo!
Si cualquier pastor se levantara y le dijera algo así a su congregación,
¡probablemente sería el último sermón que predicaría
en esa iglesia!
Los grupos religiosos que se supone son tan fuertes y
están tan ansiosos de perseguir a los observadores del sábado,
en realidad sufren de la misma bancarrota espiritual, el mismo malestar,
el mismo materialismo, la misma confusión, la corrupción,
y las divisiones internas que sufren los Adventistas del Séptimo
Día. La iglesia cristiana ya no hace las reglas en los Estados Unidos.
La iglesia cristiana lucha sólo para conservar su posición
en una sociedad más y más secular y materialista. En realidad,
la iglesia ni siquiera tiene el poder para mantener las leyes dominicales
existentes (las llamadas leyes azules) en los libros en los Estados Unidos.
Según Joseph Conn, dirigente de la organización "Norteamericanos
unidos a favor de la separación entre la iglesia y el estado",
una nueva legislación dominical es muy improbable en la actualidad
en los Estados Unidos:
Creo que las probabilidades de una legislación dominical
en los Estados Unidos en el futuro inmediato son muy escasas. La tendencia
aquí es en dirección opuesta. La leyes para cerrar los negocios
los domingos están siendo gradualmente revocadas o anuladas por
los tribunales.
Aunque el escenario de tiempo del fin de Ellen White pueda
haber parecido algo plausible en la década de 1880, es tan implausible
hoy día que raya en lo absurdo. Tendríamos que buscar mucho
y con mucho empeño para encontrar a un solo cristiano observador
del domingo que quiera usar la fuerza para obligar a los observadores del
sábado a adorar a Dios en domingo. En años recientes, algunos
Adventistas del Séptimo Día han dado a entender que el movimiento
de la ley dominical está teniendo lugar secretamente. Que está
ocurriendo a puertas cerradas, en secreto. Así, la Ley Dominical
Nacional se ha convertido en la teoría conspirativa definitiva.
¿Quiénes son estas misteriosas personas que quieren imponerle
al mundo la adoración a Dios en domingo? ¿Dónde están?
¿Cuáles son sus nombres? ¿Qué pueden estar
ganando con ocultarse?
Volver
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 |
Sección de libros
Index