Las tablas de la ley

LOS PACTOS


La Divisoria Continental de la interpretación bíblica

Dale Ratzlaff

Tomado de Proclamation!
Julio-Agosto de 2001

Traducción de Román Quirós M.

Estudiar los pactos es como derramar el jarrón de agua teológico propio en la Divisoria Continental. Aquí se determina en cuál océano de  interpretación teológica termina uno. Las diferencias que pueden parecer de poca importancia en este punto estarán separadas por miles de millas cuando hayan seguido su curso a lo largo de la corriente de la aplicación. Por lo tanto, es sumamente importante que nos aseguremos de cuál lado de esta gran divisoria vamos a estar.

El Dr. Reiner y yo estamos, por decirlo así, separados el uno del otro por sólo algunos pies en esta alta divisoria. Su énfasis en la muerte substitutoria de Cristo es digno de alabanza. El énfasis que hace en la fe en Cristo y la fe en los aspectos del nuevo pacto que no han sido plenamente reconocidos es bueno. Respaldo plenamente su llamado  al estudio con oración y a hacer a un lado las propias presuposiciones. Sin embargo, él y yo tenemos diferencias de gran importancia, que decidirán de qué lado de la divisoria interpretativa caminaremos.

Dice Reiner: "Los Diez Mandamientos son la base de los principales pactos, pero no son parte del 'pacto antiguo'". Yo creo que la Biblia enseña algo diferente; de hecho, ¡enseña lo contrario! Yo creo que la Biblia enseña claramente que los Diez Mandamientos no fueron dados sino hasta el tiempo de Moisés; que son, en realidad, las palabras mismas del pacto antiguo, y que su autoridad cesa en la cruz. Esto se constituirá en una gran diferencia en nuestra interpretación y en la forma de nuestro paradigma teológico.

Yo creo que la Biblia enseña que ha habido altos principios morales (llámelos leyes morales, si lo desea) desde el principio del tiempo y que estos principios continuarán en la eternidad. En realidad, estos eternos principios morales, como están ejemplificados en la vida de Cristo, proporcionan una guía mucho mejor que el Decálogo. Yo creo que los Diez Mandamientos reflejan la existencia de estos principios morales, pero no tan claramente como los principios de justicia del nuevo pacto. Yo no rebajaría la justicia de Cristo a la de "vivir los Diez Mandamientos". Yo creo que la vida de Él ejemplifica un nivel mucho más alto. Por lo tanto, cuando miramos hechos bíblicos que indican que los Diez Mandamientos no existían antes de Moisés y que no continuarán después de la cruz, no estamos abriendo las compuertas a la anarquía ni a la maldad. Tampoco tenemos ninguna agenda oculta. Más bien, sólo buscamos ser leales a la Escritura, y nada más. Estamos dispuestos a seguir a dondequiera que la Escritura nos guíe. Ruego que usted, lector, esté dispuesto a hacer la misma entrega.

Al demostrar que la declaración del Dr. Reiner, que aparece arriba, es antibíblica, no estoy comprometiendo de manera alguna la integridad o las intenciones del Dr. Reiner. Creo que es un hombre honesto y un estudiante de la Biblia honesto y sincero. Deseo señalar, sin embargo, que yo creo que su estudio bíblico no está libre del revestimiento de Ellen White. Yo mismo he leído a Ellen White durante muchos años. Mientras leía el artículo del Dr. Reiner, tuve la impresión de que parafraseaba con frecuencia, a veces casi citaba, y a menudo seguía las interpretaciones de ella sin apoyo bíblico. Para mí, resultó revelador el hecho de que, en su libro The Covenants, el Dr. Reiner cita a Ellen White más de 100 veces, algunas veces páginas enteras cada vez. Y, sin embargo, se han enumerado menos de 100 referencias.

Ahora, póngase sus botas de excursión, tome su botella de agua, y aspire profundamente. El aire aquí arriba en la Divisoria Continental es poco denso; tenemos un largo camino por andar antes de que anochezca, y el camino es áspero. Pero, siguiendo el sendero marcado "Escritura", nos aseguraremos del destino correcto.

Los Diez Mandamientos son las palabras mismas del pacto antiguo

"Y cuando terminó de hablar con Moisés en el monte Sinaí, le dio las dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios". (Éx. 31:18).
"Y él [Moisés] estuvo allí con Jehová cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua; y escribió en tablas las palabras del pacto, los diez mandamientos". (Éx. 34:28).
"Y él os anunció su pacto, el cual os mandó poner por obra; los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra". (Deut. 4:13).
"Cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que Jehová hizo con vosotros". (Deut. 9:9).
"Sucedió al fin de los cuarenta días y cuarenta noches, que Jehová me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto". (Deut. 9:11).
"Y volví y descendí del monte, el cual ardía en fuego, con las tablas del pacto en mis dos manos". (Deut. 9:15).
"En el arca ninguna cosa había sino las dos tablas de piedra que allí había puesto Moisés en Horeb, donde Jehová hizo pacto con los hijos de Israel, cuando salieron de la tierra de Egipto. ... Y he puesto en ella lugar para el arca, en la cual está el pacto de Jehová que él hizo con nuestros padres cuando los sacó de la tierra de Egipto (1 Reyes 8:9, 21).

Estos versículos declaran inequívocamente que el pacto entre Dios e Israel, que se hizo en Sinaí, era los Diez Mandamientos. Esta verdad está subrayada por el hecho de que los Diez Mandamientos se guadaron en el arca del pacto". (1)

El pacto antiguo, o pacto sinaítico, se basa en una ley, no en dos.
Comprende la totalidad de la ley mosaica: moral, civil y ceremonial

No hay una división marcada entre las leyes morales y ceremoniales en los libros de Moisés. Los términos "la ley moral" y "la ley ceremonial" son definiciones artificiales, no bíblicas. Aunque hay aspectos morales y aspectos ceremoniales en la ley, a menudo están entremezclados. Los adventistas son rápidos para llamar al sábado una ley moral porque está en el corazón de los Diez Mandamientos. Sin embargo, se menciona junto con los días de fiesta y otros aspectos ceremoniales de la ley como una docena de veces. (2) Se encuentra en el centro de los Diez Mandamientos (3) porque es la señal del pacto sinaítico (4) y los antiguos documentos de tratado del Cercano Oriente tenían la señal del pacto en el centro. (5) Si uno fuera a llamar "moral" o "ceremonial" al sábado en virtud de su asociación con otras leyes, el sábado sería una "ley ceremonial" en una proporción de 12:1. Cuando se le preguntó a Jesús cuál era el mayor mandamiento en "la ley" (nótese que dice una ley), su respuesta fue citar a Deut. 6:5 y Lev. 19:18 (6), no el sábado, como enseñaba Ellen White (7), ni siquiera el Decálogo. A menudo, los que tienen antecdentes adventistas, inmediatamente asocian la palabra "ley" con los Diez Mandamientos. Por lo general, citan a Mateo 5:17-19 para probar la perpetuidad de los Diez Mandamientos, cuando los Diez Mandamientos ni siquiera están a la vista en este pasaje. (8). Me asombró descubrir que, por sí mismos, a los Diez Mandamientos nunca se les  llama "la ley del Señor" ni "la ley de Dios" en la Escritura. (9)

Cito de Riggle, en The Sabbath and the Lord´s Day:

Nuevamente, sacrificios, ofrendas, sábados, lunas nuevas, y fiestas, todo esto es requerido "en la ley de Jehová" (véase 2 Cor. 31:3). Se podría citar montones de textos como éstos, en que "la ley de Jehová" incluye sacrificios, circuncisión, días de fiesta, y toda la ley judía. Así que la ley de Dios no es simplemente el decálogo, sino la totalidad de la ley de Moisés. En Neh. 8:1, 2, 3, 7, 8, 14 se dice "en en libro de la ley de Moisés", "la ley", "el libro de la ley", "en el libro de la ley de Dios", "la ley que Jehová mandó por medio de Moisés", "la ley de Dios". Así que la ley de Dios incluía la totalidad de la ley de Moisés. (10)

Se puede quebrantar el pacto sinaítico (o pacto antiguo) al violar cualquiera de los Diez Mandamientos (11) y muchas de sus leyes de "tipo ceremonial" (12).

Ya hemos demostrado que las palabras del pacto que Dios hizo con Israel eran los Diez Mandamientos, y que este pacto fue expandido (13) para incluir todas las leyes que Dios dio a Moisés, y que se llamaban colectivamente la ley, la ley de Jehová, la ley de Dios, el pacto, etc.

El Nuevo Testamento define el pacto "antiguo" o "primer pacto"
como el
pacto sinaítico, e inconfundiblemente incluye en este
pacto
tanto los Diez Mandamientos como "las otras leyes"

El autor de Hebreos describe el "primer pacto" y menciona específicamente "las tablas del pacto" - una inconfundible referencia a que los Diez Mandamientos están incluídos en este "primer pacto" - un término que hasta el Dr. Reiner asocia con el pacto antiguo.

"Ahora bien, el primer pacto tenía sus normas de culto, y un santuario terrenal. En efecto, se habilitó un tabernáculo de tal modo que, en su primera parte, llamada el Lugar Santo, estaban el candelabro, la mesa y los panes consagrados. Tras la segunda cortina estaba la parte llamada el Lugar Santísimo, el cual tenía el altar de oro para el incienso, y el arca del pacto, toda recubierta de oro. Dentro del arca había una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que había retoñado, y las tablas del pacto". Heb. 9:1-4.

Esto es evidencia inconfundible de que los Diez Mandamientos estaban incluídos en el pacto antiguo, o primer pacto. Nótese también que tanto los Diez Mandamientos como las otras leyes están incluídas en este solo pacto. No hay ninguna separación entre "moral" y "ceremonial".

Esta misma verdad aparece con claridad en las descripciones que Pablo hace de los pactos.

"Ustedes mismos son nuestra carta, escrita en nuestro corazón, conocida y leída por todos. Es evidente que ustedes son una carta de Cristo, expedida por nosotros, escrita no con tinta sino con el Espíritu del Dios viviente; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne, en los corazones. Esta es la confianza que delante de Dios tenemos por medio de Cristo. No es que nos consideremos competentes en nosotros mismos. Nuestra capacidad viene de Dios. Él nos ha capacitado para ser servidores de un nuevo pacto, no el de la letra, sino el del Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu da vida. El ministerio que causaba muerte, el que estaba grabado con letras en piedra, fue tan glorioso que los israelitas no podían ver la cara de Moisés debido a la gloria que se reflejaba en su rostro, la cual ya se estaba extinguiendo". 2 Cor. 3:2-7.

Pablo usa la expresión "no escrita con tinta" para referirse a "las otras leyes" que fueron dadas por Dios a Moisés y que eran una expansión, una interpretación, y una aplicación de los Diez Mandamientos a la vida de Israel. También está claro que Pablo se refiere a los Diez Mandamientos en este pasaje usando las palabras "grabado con letras en piedra". Se dice que el nuevo pacto no es "de la letra" "sino del Espíritu". Esta declaración excluye a los Diez Mandamientos del nuevo pacto, o lo menos que se puede decir es que los excluye en su forma codificada. Llama a los Diez Mandamientos específicamente "ministerio de muerte" en contraste con el nuevo pacto, que Pablo dice que "da vida". 

En el libro de Gálatas, Pablo menciona específicamente que el pacto antiguo procede de Sinaí.

"Ese relato puede interpretarse en sentido figurado: estas mujeres representan dos pactos. Uno, que es Agar, procede del monte Sinaí y tiene hijos que nacen para ser esclavos". Gál. 4:24.

Vemos, entonces, que el Nuevo Testamento define el pacto "antiguo" o el "primer pacto" como el pacto sinaítico, que incluía todas las leyes dadas a los hijos de Israel, incluyendo los Diez Mandamientos - las "palabras mismas del pacto" (14). Estto concuerda perfectamente con lo que hallamos en el Antiguo Testamento.

La ley del pacto antiguo fue dada solamente a los hijos de Israel

Cito de Riggle:

"Esto es tan manifiesto en cada ítem de la ley que no se necesita ningún argumento para probarlo. Moisés dice (Deut. 4:8) que ninguna nación tiene una ley tan buena "como la ley que hoy les expongo". Luego nombra los Diez Mandamientos como parte de ella (vss. 10-13). "Esta es la ley que Moisés expuso a los israelitas" (vs. 44). Entonces ninguna otra nación tenía la ley. Esto se expresa un centenar de veces. Estaba dirigida a los israelitas, y a ellos solamente.

"La misma redacción de la ley prueba que estaba diseñada sólo para ellos. El Decálogo es presentado así: 'Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de esclavitud' (Éxod 20:2). ¿A quiénes era aplicable eso? Sólo a la nación israelita. Ni los ángeles, ni Adán, ni los cristianos gentiles estuvieron jamás bajo la esclavitud egipcia. Entonces, la ley no estaba dirigida a ellos. Pablo dice claramente a quiénes se dio la ley. 'El pueblo de Israel. De ellos son la adopción como hijos, la gloria divina, los pactos, la ley, y el privilegio de adorar a Dios y contar con sus promesas' (Rom. 9:4).  La ley fue dada a Israel. En Malaquías 4:4 se dice claramente que la ley dada en Horeb era 'para todo Israel'.

Todas estas cosas demuestran que ésta era una ley nacional redactada para que se ajustara a las condiciones de los hijos de Israel en ese tiempo".
   
Las leyes de Sinaí, incluyendo los Diez Mandamientos,
no fueron dadas sino hasta el tiempo de Moisés

Muchos han demostrado que la mayoría de los principios morales, si no todos, en los cuales estaban basados los Diez Mandamientos estaban en vigor antes de la época de Moisés. La única excepción, sin embargo, es el sábado, que se menciona por primera vez en la época de Moisés. Por buenas razones, no creemos que el sábado sea una ley moral. (15)

Tómese otro trago de agua y un descanso de cinco minutos para recobrar el aliento a esta gran altura, y luego continuemos nuestra caminata por este sendero de la Escritura.

Cito a Riggle:

"'La ley fue dada por medio de Moisés' (Juan 1:17). '¿No les ha dado Moisés la ley a ustedes?' (Juan 7:19). 'Antes de promulgarse la ley, ya existía el pecado en el mundo. Es cierto que el pecado no se toma en cuenta cuando no hay ley; sin embargo, desde Adán hasta Moisés la muerte reinó' (Rom. 5:13, 14). Aquí, la entrada de la ley está localizada en Moisés. Todo intento de ubicarla antes de ese tiempo contradice el claro testimonio de estos textos. La Biblia ubica la ley bajo el sacerdocio levítico. 'Si hubiera sido posible alcanzar la perfección mediante el sacerdocio levítico (pues bajo éste se dio la ley al pueblo)' (Heb. 7:11). Esto hace naufragar el sabadismo. Así que la entrega de la ley está ubicada '430 años después del pacto con Abraham'. 'Lo que quiero decir es esto: La ley, que vino cuatrocientos treinta años después, no anula el pacto' (Gál. 3:17). Esto nos trae al año mismo en que los hijos de Israel salieron de Egipto y llegaron a Sinaí. 'Precisamente el día en que se cumplían los cuatrocientos treinta años, todos los escuadrones del Señor salieron de Egipto' (Éxodo 12:41). Sin disputa, pues, lo que la Biblia llama 'la ley' no fue dada sino hasta el tiempo de Moisés, 2,500 años después de Adán, o casi la mitad de la historia del mundo. (16) 'El Señor nuestro Dios hizo un pacto con nosotros en el monte Horeb [Sinaí]. No fue con nuestros padres con quienes el Señor hizo ese pacto, sino con nosotros, con todos los que hoy estamos vivos aquí' (Deut. 5:2, 3).

El pacto antiguo o el primer pacto, que incluía
los Diez Mandamientos,
estuvo en vigor
sólo hasta la muerte de Cristo


Después de leer la declaración anterior, usted querrá sentarse al lado del sendero y contemplar el panorama aquí en las hermosas Montañas Rocallosas. Ahora hemos llegado a una importante divisoria de aguas. Usted tiene que decidir qué dirección seguirá. ¿Continuará siguiendo el sendero marcado  "Escritura"? ¿U optará por el sendero marcado "Ellen White"? Usted no puede seguir ambos caminos. Tómese su tiempo aquí en oración y contemplación porque el resultado de esta decisión tendrá consecuencias sumamente importantes para su vida futura, no importa en cuál dirección vaya. ¿Por qué no saca los mapas - todos los tres - y hacemos un estudio cuidadoso? ¡Establezcamos ahora cuál es el camino correcto!

El mapa de la Escritura dice que "toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para ensdeñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra" (17).

El mapa de la doctrina adventista antes de 1980 (18) decía que las Escrituras eran "la revelación todo suficiente de la voluntad de Dios para el hombre, y la única e infalible regla de fe y práctica". (19) Todavía después de 1980, decía: "... Las Sagradas Escrituras son la infalible revelación de su voluntad. Son el modelo del carácter, la prueba de la experiencia, la revelación autorizada de las doctrinas, y el registro confiable de los actos de Dios en la historia". (20)

El mapa de Ellen White afima: "Dios tendrá un pueblo en la tierra que sostendrá la Biblia, y la Biblia sola, como el modelo para todas las doctrinas y la base para todas las reformas. ... Antes de aceptar cualquier doctrina o precepto, debemos exigir un sencillo 'Así ha dicho el Señor' en su apoyo". (21)

¿Qué le parece? ¡Vayamos por el sendero marcado "Escritura"! Este sendero a veces será áspero y estrecho. Habrá grandes rocas, que tendremos que rodear o tendremos que pasar por encima, pero podemos tener la certeza de que éste es el sendero que termina en "el mar de vidrio".

Aceptar la proposición de que los Diez Mandamientos llegaron a su fin funcional en la cruz hace añicos por completo el paradigma entero de la teología adventista. Yo luché y luché contra él. Y entonces - todavía recuerdo el día - decidí que había abundante evidencia en la Escritura para justificar que yo aceptara esta proposición a modo de prueba. Quería ver si podía responder a todas las preguntas que esta proposición suscitaba, y también armonizar todas las afirmaciones bíblicas que yo creía que la contradecía. Entonces sucedió. De repente, ¡vi un nuevo paradigma! Un paradigma que tenía el evangelio de Cristo en el centro y, sí, ¡las piezas del rompecabezas encajaron las unas con las otras sin forzarlas! Aunque posiblemente no podamos responder a todas las preguntas que vengan a su mente inmediatamente en este número de Proclamation!, hay respuestas. Sin embargo, ahora examinaremos la evidencia bíblica que apoya la proposición de que la totalidad del pacto antiguo, incluyendo los Diez Mandamientos, llegó a su fin funcional en la cruz.

Nuevamente, cito a Riggle:

"Los Adventistas exclaman constantemente: 'La ley de Dios [queriendo decir el código sinaítico] es inmutable'. Pero Pablo los contradice, declarando osadamente 'que es necesario que haya también cambio de ley' (Heb. 7:12). 'La ley fue dada por medio de Moisés, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo' (Juan 1:17). 'Quitó lo primero para establecer lo segundo' (Heb. 10:9). Dos leyes no podían permanecer en la misma dispensación. Por lo tanto, para establecer el evangelio - gracia y verdad, que vinieron por medio de Cristo - la ley fue 'quitada'. La manera en que fue quitada queda explicada en las propias palabras de Cristo: 'No piensen que he venido a anular la ley o los profetas: [nótese que la 'ley' aquí se refiere a la totalidad de la ley de Moisés (22)] no he venido a anularlos, sino a darles cumplimiento. Les aseguro que, mientras existan el cielo y la tierra, ni una letra ni una tilde de la ley desaparecerán hasta que todo se haya cumplido' (Mateo 5:17, 18). Este texto afirma claramente que, cuando la ley alcance su cumplimiento, pasará. No pasará sino hasta que se haya cumplido. Así que no es eterna, sino que habría de llegar a su fin cuando se hubiese cumplido. Entonces, el Señor señala a sí mismo como el cumplimiento de la ley y los profetas - 'Porque Cristo es el fin de la ley' (Rom. 10:4). 'La ley vino para ser nuestro guía encargado de conducirnos a Cristo' (Gál. 3:24). Puesto que Cristo ha venido, 'ya no estamos sujetos al guía' (vs. 25) 'no bajo la ley, sino bajo la gracia' (Rom. 6:14). Esto zanja la cuestión, y refuta por completo el alegato adventista sobre la perpetuidad de la ley". (23)
  
Nótese cómo registra Juan el fin de la vida de Cristo:

"Después de esto, Jesús, sabiendo que todas las cosas ya se habían cumplido, para que se cumpliese la Escritura, dijo: 'Tengo sed' (Juan 19:28).

Las epístolas concuerdan aquí:

"Al llamar 'nuevo' a ese pacto, ha declarado obsoleto al anterior; y lo que se vuelve obsoleto y envejece ya está por desaparecer" (Heb. 8:13). 'Luego añadió: "AQUÍ ME TIENES: HE VENIDO A HACER TU VOLUNTAD". Así quitó lo primero [el primer pacto] para establecer lo segundo [el segundo pacto]. Y en virtud de esa voluntad somos santificados mediante el sacrificio del cuerpo de Jesucristo, ofrecido una vez para siempre" (Heb. 10:9-10).

Recuérdese que el escritor menciona "las tablas del pacto" en este mismo contexto (Heb. 9:4) como parte del "primer pacto".

"Lo que quiero decir es esto: La ley, que vino cuatrocientos treinta años después, no anula el pacto que Dios había ratificado previamente; de haber sido así, quedaría sin efecto la promesa. Si la herencia se basa en la ley, ya no se basa en la promesa; pero Dios se la concedió gratuitamente a Abraham mediante una promesa. ... Pero la Escritura declara que todo el mundo es prisionero del pecado, para que mediante la fe en Jesucristo lo prometido se les conceda a los que creen. Antes de venir esta fe, la ley nos tenía presos, encerrados hasta que la se revelara. Así que la ley vino a ser nuestro guía [ley = tutor] encargado de conducirnos a Cristo, para que fuéramos justificados por la fe. Pero ahora que ha llegado la fe, ya no estamos sujetos al guía [la ley]. Todos ustedes son hijos de Dios [esto incluye a los gentiles, que no tenían la ley] mediante la fe en Cristo Jesús, porque todos los que han sido bautizados en Cristo se han revestido de Cristo. Ya no hay judío ni griego [los griegos estaban separados por la ley del pacto antiguo], esclavo [los esclavos o los siervos se mencionan en los Diez Mandamientos] ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús. Y si ustedes pertenecen a Cristo, son la descendencia de Abraham y herederos según la promesa [no según la ley]". Gál. 3:17-29.

Somos aceptados en la familia de Dios, no sobre la base de la ley o la observancia de la ley, sino sobre la promesa de gracia hecha a Abraham, que se cumplió en Cristo. Los gentiles "que no tienen la ley" (24) están incluidos en esta nueva familia del pacto basada en su fe en Cristo. El Espíritu Santo hasta escribe los requisitos [principios morales] de la ley en sus corazones (25).

Aquí, en enseñanza contextual, Pablo llama a la ley nuestro tutor, y luego dice que ya no estamos bajo un tutor. En otras palabras, dice que la ley del pacto antiguo ya no tiene autoridad en la vida del cristiano. Pero, ¿podemos estar seguros de que esto es realmente lo que Pablo quiere decir? Sí. Note cuidadosamente su poderosa alegoría.

"Díganme ustedes, los que quieren estar bajo la ley: ¿por qué no le prestan atención a lo que la ley misma dice? ¿Acaso no está escrito que Abraham tuvo dos hijos, uno de la esclava y otro de la libre? El de la esclava nació por decisión humana, pero el de la libre nació en cumplimiento de una promesa. Ese relato pude interpretarse en sentido figurado: estas mujeres representan dos pactos. Uno, que es Agar, procede del monte Sinaí y tiene hijos que nacen para ser esclavos. Agar representa el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la actual ciudad de Jerusalén, porque junto con sus hijos vive en esclavitud. Pero la Jerusalén celestial es libre, y ésa es nuestra madre. ... Ustedes, hermanos, al igual que Isaac, son hijos de la promesa. Y así como en aquel tiempo el hijo nacido por decisión humana persiguió al hijo nacido por el Espíritu, así también sucede ahora. Pero, ¿qué dice la Escritura? ¡Echa de aquí a la esclava y a su hijo! el hijo de la esclava jamás tendrá parte en la herencia con el hijo de la libre. Así que, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la libre" (Gál. 4:21-31).

El siguiente cuadro nos ayudará a entender este pasaje:

Pacto Antiguo
Nuevo Pacto
Agar = La esclava
Sara = La libre
Sinaí - Jerusalén
La Jerusalén de arriba
El hijo de la esclava
El hijo de la libre
Nacido de la carne
Nacido de la promesa
En esclavitud
En libertad
Perseguidor (como Ismael)
Perseguido (como Isaac)
Nacido de la carne
Nacido del Espíritu
 
Podemos, sin peligro, sacar cinco conclusiones: (Gál. 4:30, 31).
  1. "Echa fuera la esclava" significa que tenemos que echar fuera el pacto antiguo.
  1. Echa fuera a "su hijo" significa que tenemos que echar fuera [no aceptar la enseñanza de] los que promocionan el pacto antiguo.
  1. "Porque el hijo de la esclava no heredará con el hijo de la libre". Esto significa que las condiciones del pacto son mutuamente excluyentes.
  1. "No somos hijos de la esclava" significa que no estamos bajo el pacto antiguo.
  1. Somos [tiempo presente] hijos "de la libre" significa que los cristianos ahora están bajo el nuevo pacto.
Aquí, en una clara enseñanza contextual sobre varios capítulos de Gálatas, Pablo declara de tres maneras específicas que los cristianos no están bajo la autoridad del pacto antiguo. (1) La ley fue dada 430 años después de Abraham y estuvo en vigor hasta la venida de Cristo. (2) Con la venida de Cristo, ya no estamos bajo la ley. (3) Los cristianos tienen que "echar fuera" el pacto antiguo y los que promueven su observancia.

En Romanos 7, Pablo declara las mismas cosas con otras palabras.

"Asimismo, hermanos míos, ustedes murieron a la ley mediante el cuerpo crucificado de Cristo, a fin de pertenecer al que fue levantado de entre los muertos. De este modo daremos fruto para Dios. Porque cuando nuestra naturaleza pecaminosa aún nos dominaba, las malas pasiones que la ley nos despertaba actuaban en los miembros de nuestro cuerpo, y dábamos fruto para muerte. Pero ahora, al morir a lo que nos tenía subyugados, hemos quedado libres de la ley, a fin de servir a Dios con el nuevo poder que nos da el Espíritu, y no por medio del antiguo mandamiento escrito" (Rom. 7:4-6).

Es importante observar que Pablo no está hablando de la condenación de la ley, de la cual el cristiano también está libre (26), sino que habla más bien del servicio cristiano. En otras palabras, Pablo les está diciendo a los cristiano de Roma que la ley ya no sirve como guía para la vida cristiana (27). Nótese también cómo los cristianos sirven en novedad del Espíritu, una clara referencia al nuevo pacto, en contraste con el antiguo mandamiento escrito, una clara referencia al pacto sinaítico (28) que resultó en dar "fruto para muerte". Los que desean unirse tanto a Cristo como a la ley cometen adulterio espiritual (29).

¡Recuerde que yo le dije que éste no era un sendero fácil! Sin embargo, está bien marcado. Vea que el letrero "Escritura" todavía está allí! En realidad, es un sendero bien gastado, pues millones de cristianos han andado por él antes!

El nuevo pacto es mucho mejor que la ley de
 mandamientos del pacto antiguo

Como se mencionó antes, una de las primeras reacciones de los adventistas - y yo acostumbraba hacer lo mismo - a una declaración de que la ley del pacto antiguo, incluyendo los Diez Mandamientos, ya no es obligatoria para los cristianos, es: "Muy bien, ¿entonces usted está diciendo que es correcto matar, robar, engañar y cometer adulterio?" Nada podría estar más lejos de la verdad. Yo creo que la moralidad que se enseña en el nuevo pacto está a un nivel mucho más alto que la que se enseña en el pacto antiguo. Aunque hay buenas leyes morales en los Diez Mandamientos y otros lugares dentro del pacto antiguo, los principios morales que se encuentran en el nuevo pacto son mucho mejores por varias razones (30). Primera, son principios generales más bien que leyes específicas. Los principios pueden aplicarse de una manera cristocéntrica a una serie de circunstancias mucho más amplias, mientras que las leyes del pacto antiguo fueron dadas para cumplir con situaciones específicas de la vida de Israel. El nuevo pacto ha de ir a todas las naciones y está diseñado para penetrar todas las culturas sin cambiar necesariamente cada uno de los patrones culturales.

Segunda, y más importante, dentro del nuevo pacto, el Espíritu Santo desempeña un papel en la vida de todo cristiano, de una manera que no lo hacía en el antiguo. En la siguiente referencia, nótese cómo el Espíritu en el nuevo pacto reemplaza la función de la ley en el antiguo.

"Él nos ha capacitado para ser servidores de un nuevo pacto, no el de la letra sino el del Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu da vida. El ministerio que causaba muerte, el que estaba grabado con letras en piedra, fue tan glorioso que los israelitas no podían mirar la cara de Moisés debido a la gloria que se reflejaba en su rostro, la cual ya se estaba extinguiendo. Pues bien, si aquel ministerio fue así, ¿no será todavía más glorioso el ministerio del Espíritu? Si es glorioso el ministerio que trae condenación, ¡cuánto más glorioso será el ministerio que trae la justicia! En efecto, lo que fue glorioso ya no lo es, si se le compara con esta excelsa gloria. Y si vino con gloria lo que ya se estaba extinguiendo, ¡cuánto mayor será la gloria de lo que permanece!" (2 Cor. 3:6-11).

2 Corintios 3:3-18

Pacto antiguo
Pacto nuevo
escrito con tinta
escrito con el Espíritu
en tablas de piedra
en las tablas del corazón
inadecuado (implícito)
siervos adecuados
de la letra
del Espíritu
la letra mata
el Espíritu da vida
ministerio de muerte
ministerio del Espíritu
vino con gloria
abunda en gloria
ministerio de condenación
ministerio de justicia
gloria que se desvanece
gloria que sobrepasa
ahora no tiene ninguna gloria
permanece en gloria
velo permanece sin ser quitado
velo quitado en Cristo
velo sobre el corazón
velo quitado
esclavitud (implícito)
libertad
incapaz de cambiar el corazón
siendo transformado

En los siguientes pocos versículos, Pablo toca aspectos más prácticos. ¿Leemos el pacto antiguo?

"Sin embargo, la mente de ellos se embotó, de modo que hasta el día de hoy tienen puesto el mismo velo al leer el antiguo pacto. El velo no les ha sido quitado, porque sólo se quita en Cristo. Hasta el día de hoy, siempre que leen a Moisés [los cinco libros de la ley], un velo les cubre el corazón. Pero cada vez que alguien se vuelve al Señor, el velo es quitado. Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu" (2 Cor. 3:14-18).

¿Qué está diciendo Pablo aquí? Primero, el pueblo que tiene el velo sobre su rostro es el que acepta el pacto antiguo por lo que dice, o lo lee a través de los ojos del pacto antiguo. Pablo está diciendo que, para comprender correctamente el pacto antiguo, tenemos que verlo desde la perspectiva del nuevo. Este es un principio de interpretación muy importante. Debe permitirse que el nuevo pacto, que es una mejor y más completa revelación de la verdad (31), interprete, modifique o transforme todas las declaraciones del pacto antiguo en una forma cristocéntrica.

Segundo, si continuamos leyendo el pacto antiguo desde cualquier otra perspectiva, sería como si estuviésemos mirando a través de un velo, y nos confundiremos y podríamos llegar a conclusiones erróneas. Esto quiere decir que no debemos aceptar ningunas leyes ni prácticas del pacto antiguo sobre la base de las declaraciones mismas del pacto antiguo. Más bien, debemos examinar cada una de las leyes y declaraciones del pacto antiguo desde la perspectiva del nuevo pacto: Jesucristo. (32)

Ahora cito a Riggle nuevamente:

"Pues la ley fue dada por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo" (Juan 1:17). "Jesús, el mediador de un nuevo pacto" (Hebreos 12:24). "Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo" (Gál. 6:2). Aquí están los dos sistemas en contrastate. El primero era "la ley" dada por medio de Moisés, su mediador; el segundo es "gracia y verdad", el Nuevo Testamento, que vino por medio de Cristo, su mediador. El Nuevo Testamento es "la ley de Cristo". Ésta es la ley bajo la cual están ahora los cristianos.

"En Isaías 42:1-7, tenemos una clara predicción de la venida de Cristo y su obra redentora. "Y las costas lejanas esperan su enseñanza" (vs. 4). La ley de Moisés fue dada a una nación - Israel. Pero de la ley de Cristo - el Nuevo Testamento - se predijo que las "costas lejanas" la esperarían. "Las costas lejanas" significan aquí quieren decir las diferentes naciones de la tierra. El evangelio es para todos los pueblos y todas las naciones. El mandamiento es: 'Prediquen el evangelio a toda criatura' (Marcos 16:15); "enseñen a todas las naciones" (Mat. 28:19). El evangelio es "su ley" [la de Cristo]. Las costas lejanas y los confines de la tierra esperaban su ley; ella es el modelo de juicio en la tierra.

"Cristo es el 'único legislador' de esta dispensación (Sant. 4:12). Porque Dios "en otros tiempos y de diversas maneras" habló a los padres en tiempos pasados, pero "en estos últimos días nos ha hablado por el Hijo" (Heb. 1:1, 2). En presencia de Moisés en el monte, Dios dijo de Cristo: 'Éste es mi hijo amado; a él oíd' (Mat. 17:1-5). Moisés y su ley son dejados fuera de esta dispensación, y Cristo y su superior ley ahora reinan en su lugar. Regresar a Moisés es rechazar a Cristo (33). Ponerse bajo la ley es ignorar el evangelio.

"Cristo enseñaba al pueblo 'como quien tiene autoridad' (Mat. 7:29). Los preceptos que él enseñó son su ley. Nosotros estamos bajo la 'ley de Cristo' (1 Cor. 9:21) ... Su ley es la verdad (Juan 1:17). La ley de Moisés conducía a la esclavitud (Gál. 4:24), mientras que la verdad hace libres a los hombres (Juan 8:32). Obedecemos y andamos en la verdad (3 Juan 3). La ley de Cristo es el modelo de convicción para los pecadores. Cuando las almas culpables caen delante del trono de Dios pidiendo perdón, la ley de Sinaí nunca les pasa por la mente. Sólo consideran cuánto han agraviado el Espíritu de Cristo y quebrantado su ley - el Nuevo Testamento.

"El Nuevo Testamento es una ley mucho más elevada que el Antiguo Testamento. El Nuevo Testamento no sólo condena todo tipo de pecado, sino que exalta un modelo de vida piadosa que está muy por encima de la ley escrita en tablas de piedra. Las más grandiosas lecciones de verdad moral y religiosa que jamás se dieron a los hombres fueron presentadas por Cristo en el Sermón del Monte. El Nuevo Testamento condena el pecado en todas sus formas, eleva el modelo de justicia y santidad de vida y experiencia, y ofrece vida y salvación a todos. Es "la perfecta ley de libertad" (Sant. 1:25), la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús" (Rom. 8:2). Quebrantar la ley de Moisés - el sábado, etc. - significaba ser lapidado. El castigo era temporal. Pero quebrantar la ley de Cristo merece la condenación eterna. En el día del juicio, el Decálogo no será nuestro modelo para el juicio, sino "la palabra que yo, Cristo, les he hablado, ella le juzgará en el día final" (Juan 12:48). "Cuando el Señor Jesús se revele desde el cielo con sus poderosos ángeles, en llama de fuego, para tomar venganza de los que no conocieron a Dios", el castigo no será administrado a los que se desentienden de la letra de la ley como está escrita en las tablas de piedra, sino que el castigo será aplicado a los "que no obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo" (2 Tes. 1:7-9). La ley de Cristo - el evangelio - será el modelo por el cual todos seremos juzgados en aquel día. Desobedecer los preceptos de Cristo es pecar. Y pecar contra su ley es ponernos a merced del juicio y el castigo eternos. La obediencia a Cristo es lo que el Nuevo Testamento ordena (2 Cor. 10:5; Heb. 5:9). Pero, ni una sola vez en todo el Nuevo Testamento - la ley de Cristo, la ley por la cual todos seremos juzgados en el día final -  se nos ordena guardar el sábado. Podemos observar cada uno de los preceptos de la ley de libertad, aparecer limpios a la vista de Dios, y sin embargo jamás observar el séptimo día, que era una de las sombras de la dispensación de la ley" (34).

Muchos de los principios del nuevo pacto ya
están en vigor en la vida del cristiano

El Dr. Reiner afirma que las promesas del nuevo pacto han de recibirse sólo ahora por fe y que no se realizarán sino hasta la segunda venida de Cristo. Yo creo que ésta es sólo una verdad a medias. Aunque hay algunos aspectos del nuevo pacto que no se han realizado todavía, hay otros aspectos que el cristiano puede reclamar ya. El Dr. Reiner afirma específicamente que la ley todavía no ha sido escrita en nuestros corazones. Cita a Hebreos 8, mostrando que los verbos están en tiempo futuro. Nótese, sin embargo, que el escritor de Hebreos está citando a Jeremías, cuando la promesa del nuevo pacto erapero ahora ..." (35). A menudo, esta frase sirve para contrastar las condiciones bajo el pacto anterior, antiguo, con las condiciones actuales bajo el nuevo pacto. Decir que la ley no puede estar escrita en nuestros corazones ahora, se opone a los pasajes que estudiamos más arriba. (36) ¿Qué genuino cristiano que anda en el Espíritu querría matar, robar, mentir, o cometer adulterio, etc., simplemente porque ya no está bajo el pacto antiguo?

¿Qué sucede al cristiano que está casado con Cristo y la ley? (37) Si uno busca una transformación de alma y está enamorado de los Diez Mandamientos, y centra su atención en esta ley y las escenas del juicio, como Ellen White recomendaba (38), ¿cuál será el resultado? La Escritura es clara: "... porque éstos son dos pactos; uno del monte Sinaí, que conduce a esclavitud ... (KJV) o los que "han de ser esclavos" (NASB). Los Diez Mandamientos se describen de varias maneras como "ministerio de muerte" y "ministerio de condenación" (39). Si uno enfoca su atención en ellos, no resultará en una vida justa. No resultó para los judíos, y no resultará para el cristiano. Más bien, enfocarse en el pacto antiguo es regresar a estar bajo el velo. La justicia del nuevo pacto ocurre "aparte de la ley" (40). La promesa del nuevo pacto hecha a Abraham y la justicia de Abraham no vinieron por la ley (41). Los requisitos morales de la ley (42) se cumplen en los que andan en el Espíritu (43). El Espíritu Santo no viene por las obras de la ley (44). La persona que busca la justicia observando la ley será tenido por responsable de todos los requisitos de la ley (45). Cristo es el fin de la ley para obtener justicia (46). Si la justicia viniera por la ley, Cristo habría muerto innecesariamente (47). Pablo guardó la ley "sin reproche", pero comparaba esta justicia con basura (estiércol, KJV) (48). La ley no está hecha para una persona justa, sino para los desobedientes y rebeldes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos ... (49).

Habiendo sido adventista conservador de cuarta generación, y habiendo servido como pastor y/o instructor bíblico como por 13 años en esa denominación, ha sido mi experiencia, y ha sido confirmado por conversaciones con docenas de otras personas, que hay tres reacciones principales al adventismo histórico (50).

Primera, hay los que, mirando la multitud de requisitos de la ley y a Ellen White, (51) simplemente se dan por vencidos. Muchos de éstos abandonan el adventismo más tarde. A menudo, temen asistir a la iglesia los domingos por temor a recibir la marca de la bestia. Su vida espiritual se marchita y muere, al descuidar su comunión cristiana. Muchos de estos "ex" se vuelven agnósticos, hasta cínicos de toda religión. Yo he conversado con muchas docenas de ellos.

Segunda, hay los que ven los numerosos modelos de ley, se proponen guardarlos todos, y se encuentran con que constantemente se quedan cortos. Día tras día, confiesan su pecado, decididos a no volver a fallar nunca más, pero no pasa mucho tiempo sin que vuelvan a fallar. Con el tiempo, estas personas se desaniman de su modo de vida y su propia santificación. A menudo, su vida está llena de culpa por no alcanzar lo que se proponen. Estas personas no se regocijan en el mensaje de Pablo sobre la justificación por la fe. Y, sin embargo, la teología adventista a menudo enloda las aguas si uno trata de armonizar a Pablo con Ellen White. Algunos han comparado esto con tratar de mezclar el agua y el aceite.

Tercera, hay algunos que creen que están guardando perfectamente los necesarios requisitos del adventismo y no pueden entender por qué otros no dan la talla - generalmente según el modelo que los primeros han establecido para sí mismos. A menudo, estas personas desprecian a los que no están siguiendo su estricta observancia de las reglas, y se vuelven perfeccionistas y juzgadores.

futura. En las epístolas, encontramos una frase que se repite a menudo: "
Los Diez Mandamientos ya no son las herramientas
de Dios para promover la justicia - ¡hay un  manera mejor!
 
Ahora es el momento de tomar otro descanso a la orilla del lago. Observe el hogar del castor reflejado en las aguas tranquilas y claras. Al fondo, se ven los elevados y elegantes abetos azules de Colorado al lado del bosquecillo de álamos cerca del lago. En la distancia, se ven los majestuosos picos de 14,000 pies de altura ensombrecidos por nubes ondulantes que se amontonan para una tormenta vespertina. Lo que sigue es sólo un cuadro en la galería de arte de la interpretación del nuevo pacto. Pero, cuando este único cuadro es comprendido y puesto en práctica, usted puede esperar experimentar paz espiritual y ver importantes resultados en el proceso de transformación de su vida.

Yo creo que el cristiano que es guiado por el Espíritu tiene la ley de Cristo - la ley del amor - escrita perfectamente en su espíritu (la tabla del corazón) (52). En su espíritu, el cristiano es una nueva creación (53). Todo esto sucede en el momento en que somos salvos - sí, ¡la Biblia enseña que podemos ser salvos y saberlo ahora! (54). Sin embargo, nuestra alma (psuche) (55) está siendo salvada por un proceso de transformación. Ahora bien, es aquí donde vemos "lo mejor" del nuevo pacto por encima del pacto antiguo de los Diez Mandamientos.

Más bien que enfocar nuestra atención en la ley de los Diez Mandamientos, uno va al Nuevo Testamento y enfoca su atención en Cristo, y lo que dice el Nuevo Testamento ahora es verdad para el creyente! ¡Caramba! ¡Qué diferencia! ¡Ahora tenemos vida eterna! (56) ¡Ahora tenemos paz con Dios! (57)
¡Ahora nos hemos reconciliado con Dios! (58) ¡Nuestro antiguo yo (el hombre) fue crucificado con Cristo! (59) ¡Ahora hemos de considerarnos muertos al pecado! (60) ¡Ahora hemos sido liberados del pecado! (61) ¡Ahora hemos muerto a la ley! (62). ¡Ahora hemos sido liberados de la ley! (63) ¡Ahora servimos en la novedad del Espíritu, no en la antigüedad de la letra! (64) ¡Ahora no hay ninguna condenación [NINGUNA] para los que están en Cristo Jesús! (65) ¡Ahora hemos recibido el espíritu de adopción! (66) ¡Ahora somos más que vencedores por medio de aquél que nos amó! (67) ¡Ahora estamos sellados con el Espíritu Santo de la promesa! (68) ¡Ahora somos salvos por fe! (69) ¡Ahora somos la morada del Espíritu Santo! (70) ¡Ahora somos escogidos en Cristo! (71) Ahora tenemos redención por su sangre. (72) Ahora Dios es quien produce en nosotros tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad. (73) Él nos ha facultado para participar ahora de la herencia de los santos en el reino de la luz. (74) Ahora hemos sido trasladados al reino de su amado Hijo. (75) Ahora hemos sido predestinados para ser como Cristo (76). Cada uno de nosotros ha recibido ahora un don espiritual. (77) El Espíritu ayuda a nuestra debilidad (78) (79) ¡Y esto es sólo el principio! ¿Ve usted por qué el evangelio es "buenas nuevas"?  Uno no puede obrar la justicia de afuera hacia adentro - ésa era la manera del pacto antiguo - y nunca resultó. Más bien, en el nuevo pacto, Dios crea o regenera nuestros espírtus. Nacemos de Dios. (80) Tenemos el ADN divino, la vida de Dios viviendo en nosotros, y esa vida es perfecta. (81)

Algunos responderán: "Yo no creo que todas estas cosas son verdaderas en mi experiencia". Esto es porque nuestra mente, nuestras emociones y nuestra voluntad han sido programadas para pecar y estamos acostumbrados a aceptar las mentiras con que el diablo nos ha estado alimentando. Ahora que estamos "en Cristo", debemos ir a la palabra de Dios en busca de la verdad. El camino a la transformación no es tratar de ser lo que no somos - como en el viejo pacto. Ahora la transformación es llegar a ser lo que ahora somos - ¡una nueva criatura en Cristo Jesús! No debemos actuar en justicia desde fuera, sino permitir que el Espíritu Santo, en unión con nuestro espíritu y la palabra de Dios, ¡obre la justicia que nuestros espíritus ya poseen! ¡La vida de Dios está viva en nuestros espiritus regenerados! (82).

En relación con el contraste que Pablo hace de los pactos, él nos hace esta poderosa reflexión:
  
 
"Sin embargo, la mente de ellos se embotó, de modo que hasta el día de hoy tienen puesto el mismo velo al leer el antiguo pacto. El velo no les ha sido quitado, porque sólo se quita en Cristo. Hasta el día de hoy, siempre que leen a Moisés, un velo les cubre el corazón. Pero, cada vez que alguien se vuelve al Señor, el velo es quitado. Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu" (2 Cor. 3:14-18).

Nótese que la transformación ocurre sólo cuando el "velo" del pacto antiguo es quitado. Esto tiene lugar en una atmósfera de "libertad", no de ley. Miramos como por espejo - lo que dice la palabra de Dios es verdadero acerca de nosotros. Allí vemos la gloria del Señor y somos transformados en un proceso de gloria en gloria. El Verbo (Logos) de Dios , actuando con el Espíritu Santo, es el agente activo en este proceso de transformación. (83)

Una verdadera transformación no puede tener lugar en una atmósfera de "puesta a prueba" (84) como enseñan el Dr. Reiner y Ellen White, sino en un entorno de plena aceptación. Aquí la "columna central" del adventismo estorba el progreso espiritual. Los adventistas enseñan que sólo los que han aceptado a Dios son examinados en el juicio investigador, en el cual hasta los pecados olvidados y no confesados testifican contra el cristiano. (86) Esto significa que deben tener un enfoque de ley/juicio. Sin embargo, la Biblia deja claro que, si hemos aceptado a Cristo, ni siquiera vamos a juicio. (87, 88) Los pasajes sobre el juicio que los adventistas aplican a los cristianos, la Biblia los aplica o las fuerzas del mal (89) o al juicio de recompensas,  no a la salvación. (90)  ¿Podría ser que la doctrina ASD del juicio investigador requiere la (falsa) enseñanza que pospone las bendiciones del nuevo pacto hasta la Segunda Venida? Según la teología ASD, el cumplimiento de "No me acordaré más de su pecado" no puede tener lugar sino hasta que haya concluido el juicio investigador, poco antes de la segunda venida de Cristo (91), cuando Satanás se convierta en el que lleva los pecados. (92) Sin embargo, la Biblia deja claro que el acto de "borrar los pecados" tiene lugar en la conversión/el arrepentimiento/el perdón. (93) El cuadro del nuevo pacto de Dios es vastamente superior que el concepto del pacto antiguo, porque es una revelación más exacta de la gracia de Dios y el amor de Cristo. (94)

Para reforzar este argumento de que nada en el nuevo pacto se realiza ahora, el Dr. Reiner apela a la declaración en la promesa del nuevo pacto de que no se necesitarán maestros. Sin embargo, el apóstol Juan parece indicar que esta promesa del nuevo pacto está en vigor ahora.

"En cuanto a ustedes, la unción que de él recibieron permanece en ustedes, y no necesitan que nadie les enseñe. Esa unción es auténtica - no es falsa - y les enseña todas las cosas. Permanenzcan en él, tal como él les enseñó" (1 Juan 2:27).

Es posible, sin embargo, que esta promesa no se haya realizado plenamente todavía. Sin embargo, algunos comentaristas creen que la declaración concerniente a no necesitar maestros se relaciona con la revelación del nuevo pacto y el llenamiento del Espíritu Santo en todo verdadero cristiano - condiciones que no estaban presentes bajo el pacto antiguo, que requería una enseñanza más intensa. (96) Cuando leemos el libro de los Hechos, es claro que el Espíritu Santo enseñaba/orientaba a los creyentes en muchas, muchas ocasiones. (97) Muchos cristianos han experimentado esto hasta cierto punto.

Sin embargo, ahora podemos captar muchas de las realidades presentes de las bendiciones del nuevo pacto. ¡Dios es nuestro Dios y nosotros somos su pueblo! Él nos ha dado su Espíritu, que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros. (98)

El libro de Gálatas ha sido escrito para llevar a la gente - que había sido alterada por los judaizantes y había optado por regresar a estar bajo la ley del pacto antiguo - de vuelta  al pacto nuevo. Después de los convincentes argumentos de Pablo demostrando que el cristiano ya no está bajo la ley, pasa a contestar una supuesta pregunta: "Pablo, si no estamos bajo la ley, entonces, ¿cómo vivimos?" Su respuesta es penetrante, mostrando cómo el Espíritu toma el lugar de la ley.

"Les hablo así, hermanos, porque ustedes han sido llamados a ser libres; pero no se valgan de esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones. Más bien, sírvanse unos a otros con amor. En efecto, toda la ley se resume en un solo mandamiento: 'Ama a tu prójimo como a tí mismo'. ... Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa. ... Pero si los guía el Espíritu, no estarán bajo la ley. ... En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene estas cosas". (Gál. 5:13, 14, 16, 18, 22, 23.

El nuevo pacto trata de la relación con Cristo

Jesús es el centro del nuevo pacto. Los socios del nuevo pacto son Dios, el Padre, y Jesús, el Hijo. "Yo te constituí [al Mesías] como pacto para el pueblo, como luz para las naciones". "Ahora te guardaré, y haré de tí un pacto para el pueblo". "Sobre éste [Jesús] ha puesto Dios el Padre su sello de aprobación" (100). "Pero el servicio sacerdotal que Jesús ha recibido es superior al de ellos, así como el pacto del cual es mediador es superior al antiguo, puesto que se basa en mejores promesas" (101).

Los socios del pacto antiguo eran Dios y los "hijos de Israel". Los socios del nuevo pacto son el Padre y el Hijo. Cristo es quien rindió perfecta obediencia a su Padre. ¡Nosotros entramos en las bendiciones de ese pacto cuando ponemos nuestra fe en Cristo! Una y otra vez, oímos decir a Jesús: "Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra". ... "No busco hacer mi propia voluntad, sino cumplir la voluntad del que me envió". ... "Yo he obedecido los mandamientos de mi Padre" (102). Aquel viernes de tarde, cuando nuestro Guardador del Pacto moría en la cruz por nosotros, sus últimas palabras fueron: "Consumado es". Justo antes de  estas triunfantes palabras, leemos estas penetrantes observaciones del escritor evangélico: "Sabiendo Jesús que ya todo había terminado ..." (103) Luego, con la aguda visión del Espíritu Santo, el escritor evangélico registra: "Entonces Jesús, lanzando un fuerte grito, expiró. Y la cortina del santuario del templo se rasgó en dos, de arriba abajo" (104). Esta intervención divina fue para demostrar que el pacto antiguo había llegado a su fin.

¿Cuál es nuestra obra? "Ésta es la obra de Dios: que crean en aquél a quien él envió" (105). "Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana" (106). Tenemos esta promesa. "Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida" (107).

Tenemos que cuidarnos de no leer en las Escrituras
 los conceptos antibíblicos de Ellen White

El Dr. Reiner establece una distinción entre "el pacto sempiterno" y "el nuevo pacto". Pero afirma que "el nuevo pacto es eterno y sempiterno". Yo no tengo problemas con el término "pacto sempiterno". Me parece que una manera mejor y más bíblica de expresar el plan de salvación sería el nuevo pacto en la promesa (108) - antes de la cruz, y el nuevo pacto en realidad - después de la cruz (109). El término "pacto sempiterno" (o eterno) se usa en la Escritura de varias maneras. Se usa para designar el pacto de la circuncisión (110), que el Nuevo Testamento dice claramente que está abolido (111). El término "pacto sempiterno" se usa en relación con las ofrendas de carne que los israelitas ofrecían al señor (112) en relación con el pacto sinaítico, que está abolido. Se usa para significar el pacto davídico (113). Se usa en profecías futuras, centradas en Israel (114). Jeremías usa este término en un contexto similar a la manera en que usa "el nuevo pacto" (115). El término "pacto eterno" [o sempiterno], como se usa en Hebreos 13:20, parece ser idéntico, o por lo menos similar, al modo en que se usa en 12:24 cuando se refiere al nuevo pacto. El escritor de Hebreos está reforzando lo que se ha enseñado en todo el libro, mostrando cómo el nuevo pacto es mejor que el antiguo haciendo énfasis en su naturaleza eterna (116). ¿Podría ser que la manera en que el Dr. Reiner presenta el tema es simplemente un reflejo de Ellen White y su teología extrabíblica?

Además, no veo ninguna evidencia bíblica de la ley de los Diez Mandamientos en los tiempos de Adán, Noé, Abraham, Isaac, ni Jacob, para no hablar de la institución de un pacto basado en los Diez Mandamientos antes de Sinaí. Las referencias bíblicas enumeradas no mencionan los Diez Mandamientos. Examinésmoslas. A menos que la referencia citada apoye la conclusión declarada, no es sino una estratagema que puede resultar en engaño. En el mejor de los casos, Gén. 3:15 es una afirmación en sombra del Salvador venidero. Nada se dice de la ley. Gén. 9:9-17 habla del pacto de Dios con Noé de que no enviaría otro diluvio. Aquí no veo nada que pueda interpretarse como los Diez Mandamientos. Gén. 12:2, 3 habla de el pacto que Dios hace con Abraham en relación con la tierra de Canaán y su futura posteridad. Nuevamente, aquí no hay nada sobre la ley. Es verdad que Dios dijo que "Abraham me obedeció y cumplió mis preceptos y mis mandamientos, mis normas y mis enseñanzas" (117). Pero Abraham mintió (118) y cometió adulterio (119). Por lo tanto, a mí me parece que debemos interpretar estos mandamientos y leyes que Abraham "guardó" como las instrucciones específicas que Dios a Abraham, y que él en efecto guardó (120). Si leemos en la Escritura que estas leyes eran los Diez Mandamientos, entonces hacemos falsa a la Escritura. Abraham no guardó los Diez Mandamientos. Violar uno es violarlos todos (121). ¿Podría ser que el Dr. Rainer está leyendo en las Escrituras las enseñanzas de Ellen White? Ella apoya todos estos conceptos antibíblicos.

El Dr. Rainer hace mucho énfasis en si el pacto es "ordenado" o un "acuerdo" en tipo. Afirma que los Diez Mandamientos son un "pacto ordenado" y que el pacto antiguo es un "pacto de acuerdo". Sin embargo, hemos demostrado de manera concluyente que los Diez Mandamientos son parte del pacto antiguo. Por lo tanto, las distinciones del Dr. Rainer parecen no tener valor alguno aquí. Hay también varias referencias que refutan su aserto.

En Éx. 35:1, Moisés dice: "Éstas son las órdenes que el Señor les manda cumplir": y luego siguen instrucciones relativas al sábado, las ofrendas, los obreros del tabernáculo, instrucciones sobre la construcción del santuario, etc., sin ninguna distinción clara entre los Diez Mandamientos y las "otras leyes".

Nótese también que, en Deut. 29:1, Moisés dice:

"Éstas son las palabras del pacto que el Señor mandó a Moisés que hiciera con los hijos de Israel en tierra de Moab, además del pacto que ya había hecho con ellos en Horeb". Deut. 29:1.

Aquí Moisés dice: "Éstas son las palabras del pacto que el Señor  mandó ...". ¿A qué palabras se refiere? El lector cuidadoso notará que "estas palabras" se refiere a todo entre Deut. 5:1 - 26:68 - ¡casi la totalidad del libro de Deuteronomio! Esta sección contiene los Diez Mandamientos (6:11-21) y las layes relativas a los siguientes temas: el santuario, limpieza e impureza, años sabáticos, fiestas, administración de justicia, los levitas, espiritismo, ciudades de refugio, la guerra, el crimen, relaciones domésticas, moralidad, a quiénes excluir de las reuniones, el divorcio, las primicias, bendiciones y maldiciones, y muchos, muchos otros. Por lo tanto, todos estos temas están incluidos en el "pacto ordenado". Cuando los israelitas aceptaron guardar el pacto, estaban aceptando guardar el pacto ordenado.

En 2 Reyes 21:8 leemos:

"Nunca más dejaré que los israelitas anden perdidos fuera de la tierra que les di a sus antepasados, siempre y cuando tengan cuidado de cumplir todo lo que yo les he ordenado, es decir, toda la ley que les dio mi siervo Moisés".

Nótese aquí que toda la ley es lo que Dios mandó, no sólo los Diez Mandamientos. Por lo tanto, no veo ninguna aplicación válida de la distinción que hace el Dr. Reiner. Más bien, estos textos refuerzan nuestra conclusión de que el pacto antiguo es la totalidad de la ley de Moisés.

Conclusión

Hemos andado un largo trecho por el sendero de la Escritura. Si usted ha permanecido conmigo hasta aquí, es digno de alabanza. No ha sido una caminata fácil. ¡Le advertí de las dificultades del sendero! Mientras contemplamos el cristalino lago color de esmeralda, examinemos los puntos sobresalientes de esta caminata - los hechos de la Escritura.
  1. Los Diez Mandamientos son las palabras mismas del pacto antiguo.
  1. El pacto antiguo, o pacto sinaítico, está basado en una ley, no dos. Comprende la ley mosaica entera: moral, civil y ceremonial.
  1. El Nuevo Testamento define el pacto "antiguo" o el "primer" pacto como el pacto sinaítico, e inconfundiblemente incluye tanto los Diez Mandamientos como las "otras leyes" de este pacto.
  1. La ley del pacto antiguo fue dada sólo a los hijos de Israel.
  1. Las leyes de Sianí, incluyendo los Diez Mandamientos, no fueron dados sino hasta el tiempo de Moisés.
  1. El pacto antiguo, o primer pacto, que incluía los Diez Mandamientos, estuvo en vigor sólo hasta la muerte de Cristo.
  1. La ley de Cristo del nuevo pacto es mucho mejor que la ley del antiguo pacto de los mandamientos.
  1. Muchos de los principios del nuevo pacto ahora están en operación en la vida del cristiano.
  1. Los Diez Mandamientos no son ya las herramientas de Dios para promover la justicia - ¡hay una forma mejor!
  1. El nuevo pacto trata de la relación con Cristo.
  1. Debemos tener cuidado de no leer en la Escritura los conceptos antibíblicos de Ellen White.
En esta caminata, no hemos explorado muchos de los senderos laterales que dan la necesaria perspectiva a este tema. Sin embargo, creo que  hemos dado a nuestros lectores material suficente para estudiar ¡durante los siguientes dos meses! Relea estos dos artículos sobre los pactos, incluyendo las notas a pie de página. Adquiera el libro del Dr. Reiner The Covenants. Adquiera los libros Sabbath in Crisis y The Sabbath and the Lord´s Day. Luego, estudie estos libros. Compárelos con la Escritura. Es mi oración que cada lector estudie con oración la palabra de Dios sobre este importante tema. ¡Sí, la verdad puede soportar la prueba de una investigación! ¡Sí, la verdad le hará a usted libre!


(01) Éx. 40:20; Deut. 10:5, 8.
(02) Ver Lev. 23:2, 3, tomar nota del resto del capítulo. 1 Crón. 23:31; 2 Crón. 2:4; 8:12, 13; 31:3; Eze. 45:17; 46:1-7; 2 Reyes 4:23; Neh. 10:33; Isa. 1:13, 14; 66:23; Col. 2:16.
(03) En hebreo, si uno cuenta las palabras desde el principio hasta el fin de los Diez Mandamientos, encontrará que la frase central es "acuérdate del día de sábado para santificarlo".
(04) Éx. 31:13-18. Véase también Sabbath in Crisis, pp. 40-43 para una comparación detallada entre la señal del sábado en Éx. 31 y la señal de la circuncisión en Gén. 17.
(05) Meredith G. Kline, Treat of the Great King, pp. 13, 14, 18, 19, 59.
(06) Mat. 22:37-40.
(07) Ellen G. White, Early Writings, p. 33.
(08) Véase Sabbath in Crisis, pp. 219-234, donde se ha dedicado un capítulo entero a este versículo.
(09) Véase The Sabbath and the Lord´s Day, pp. 59, 60 para apoyo bíblico adicional.
(10) The Sabbath and the Lord´s Day, p. 61.
(11) Véase The Sabbath and the Lord´s Day, p. 30ss. para ejemplos bíblicos de cada uno de los Diez Mandamientos.
(12) Gén. 17:14; Éx. 31:14; 12:15; 30:33; 30:38; Lev. 7:20, 21, 25-27; 17:1-4; 18:6-18, 19, 22, 23; 19:1-8, 20:3, 6; 23:29; Núm. 9:13.
(13) Véase Sabbath in Crisis, pp. 36, 37, donde se presenta abundante evidencia para demostrar que las "otras leyes" interpretan y aplican los Diez Mandamientos a la vida diaria de los israelitas.
(14) Véase Sabbath in Crisis, p. 79 ss. para material adicional sobre este punto.
(15) Véase Sabbath in Crisis, pp. 187-218 para una discusión de esta afrmación, con material de apoyo.
(16) The Sabbath and the Lord´s Day, p. 61.
(17) 2 Tim. 3:16-17.
(18) Cuando las Fundamental Beliefs of Seventh-day Adventists fueron revisadas por última vez.
(19) Seventh-day  Adventist Church Manual, 1976, p. 32.
(20) Fundamental Beliefs of Seventh-day Adventists, No. 1.
(21) Ellen G. White, The Great Controversy, p. 595.
(22) Véase Sabbath in Crisis, p. 220ss.
(23) The Sabbath and the Lord´s Day, p. 72.
(24) Rom. 2:14.
(25) Rom. 2:15; 2 Cor. 3:2-6.
(26) Rom. 8:1.
(27) Esto no significa que el cristiano va a robar, matar, mentir, y cometer adulterio, etc. Más bien, significa que hay una guía mejor para el servicio, que es el Espíritu Santo en la vida, centrada en las realidades presentes de quiénes somos en Cristo, que nos ayuda a vivir lo que el Espíritu Santo ha puesto en nosotros. Somos una nueva criatura en Cristo Jesús. 2 Cor. 5:17; Gál. 6:15.
(28) Sabbath in Crisis, p. 198.
(29) Rom. 7:1-4; Sabbath in Crisis, p. 198ss.
(30) Véase Sabbath in Crisis, pp. 75-87; 173-233 para muchas más reflexiones sobre los dos pactos.
(31) Heb. 1:1-3.
(32) Sabbath in Crisis, p. 85.
(33) Véase Juan 9:28 y Sabbath in Crisis, pp. 127-138.
(34) The Sabbath and the Lord´s Day, pp. 104-106.
(35) Véase, por ejemplo, Rom. 3:21; 6:22; Efe. 5:8; Gál. 3:25; Heb 8:6; 9:26; 12:26; 1 Ped. 2:10, 25.
(36) Rom. 2:15; Gál. 3:2.
(37) En Romanos 7, Pablo compara esto con el adulterio espiritual.
(38) Véase Cultic Doctrine, pp. 225-240 para varias referencias de EGW.
(39) 2 Cor. 3:7, 9.
(40) Rom. 3:21.
(41) Rom. 4:13.
(42) Esto no significa que el cristiano está bajo la antigua ley de los Diez Mandamientos, sino más bien que la moralidad del nuevo pacto cumple plenamente los principios morales en los cuales se basaron los Diez Mandamientos.
(43) Rom. 8:4.
(44) Gál. 3:2, 3.
(45) Gál. 5:3, 4.
(46) Rom. 10:4.
(47) Gál. 2:21.
(48) Fil. 3:7-9.
(49) 1 Tim. 1:9.
(50) Yo defino los "adventistas históricos" como los que aceptan todas las 27 "Creencias Fundamentales" y creen que los escritos de Ellen G. White son inspirados por Dios.
(51) Cualquiera que haya leído profundamente a Ellen White conoce la enormidad del peso de instrucción y culpa que ella pone sobre sus lectores. ¡Sólo lea los nueve tomos de los Testimonios y lo verá! Véase también Cultic Doctrine, pp. 210-214.
(52) 2 Cor. 3:2-18.
(53) 2 Cor. 5:17; Gál. 6:15.
(54) Véase Cultic Doctrine, p. 228ss.
(55) Esto se refiere al "yo" - la mente, las emociones y la voluntad. Es el "yo exaltado" por el hombre caído. Dios diseñó la psuche (el alma) para que estuviese sujeta al espíritu del hombre, el cual a su vez ha de estar sujeto al Espíritu Santo. Sin embargo, Adán y su posteridad desterraron sus psuche y se zafaron de esta sujeción. Mientras que nuestros espíritus son regenerados (salvados) a la conversión y reciben la vida eterna (zoe), la psuche (el alma) está siendo salvada. Jesús vino para deshacer lo que Adán había hecho. Por eso encontramos que Jesús no hacía nada sin la aprobación del Padre. Fue la psuche (alma-vida) lo que Jesús entregó, no su vida zoe. Nosotros también hemos de poner nuestra psuche bajo el control de nuestro espíritu, el cual, a su vez, ha de estar en sujeción al Espíritu Santo. Éste es el proceso de santificación que se efectúa por el poder del Espíritu Santo en nustras vidas.
(56) Juan 6:47.
(57) Rom. 5:1.
(58) Rom. 5:10.
(59) Rom. 6:6.
(60) Rom. 6:11.
(61) Rom. 6:18, 22; 1 Juan 3:8, 9.
(62) Rom. 7:4.
(63) Rom. 7:6.
(64) Rom. 7:6.
(65) Rom. 8:1.
(66) Rom. 8:15.
(67) Rom. 8:37.
(68) Efe. 1:13.
(69) Efe. 2:8.
(70) Efe. 2:22.
(71) Efe. 1:4.
(72) Efe. 1:7.
(73) Fil. 2:13.
(74) Col. 1:12.
(75) Col. 1:13.
(76) Heb. 4:3.
(77) Rom. 12; 1 Cor. 12; Efe. 4.
(78) Rom. 8:26.
(79) Rom. 8:29.
(80) Juan 3:3-5.
(81) 1 Cor. 6:19; Rom. 8:9-12; 1 Cor. 2:12; 1 Cor. 3:16.
(82) Para un tren completo de reflexiones relativas a esta enseñanza, recomiendo mucho una cinta de cassette, preparada por Dutch Sheets, titulada "Convirtiéndose en lo que usted es", disponible en Life Assurance Ministries.
(83) Heb. 4:12.
(84) "Puesto a prueba" no es un término bíblico, pero es usado con frecuencia tanto por adventistas como por mormones.
(85) Ellen G. White, The Great Controversy, p. 409. Véase también Spirit of Prophecy, Vol. 4, p. 258.
(86) Ellen G. White, The Spirit of Prophecy, p. 311.
(87) Juan 3:18; 5:24.
(88) Véase el capítulo "I´ve Been Acquitted" en Cultic Doctrine para un estudio exhaustivo de las buenas nuevas del juicio.
(89) Véase Cultic Doctrine, pp. 216-219.
(90) Mat. 25:31-46.
(91) Cultic Doctrine, pp. 152-165.
(92) Ellen G. White, The Great Controversy, p. 422. Véase también The Spirit of Prophecy, Vol. 4, p. 267.
(93) Véase de Ellen G. White, Spirit of Prophecy, Vol. 4, p. 308, donde ella dice que los pecados no serán borrados después del juicio investigador. La Biblia dice otra cosa, Sal. 51:1-2, 9; Isa. 44:22 KJV; Isa. 43:25; Heb. 8:12; Jer. 31:34; 1 Juan 1:9. Véase también Cultic Doctrine, pp. 208-210.
(94) Heb. 1:1-3.
(95) 1 Juan 2:27.
(96) Véase de R. C. H. Lenski, Commentary on the New Testament, Hebrews, p. 268, 269.
(97) Hechos 4:31; 6:3, 8; 8:29, 39; 9:17, 31; 11:28; 13:4, 52.
(98) Efe. 3:20.
(99) Gál. 5:13, 14, 16, 18, 22, 23.
(100) Isa. 42:6; 49:8; Juan 6:27.
(101) Heb. 8:6.
(102) Juan 4:34; 5:30; 15:10.
(103) Juan 19:28-30.
(104) Mar. 15:37, 38.
(105) Juan 6:29.
(106) Mat. 11:28-30.
(107) Juan 5:24.
(108) Rom. 4:13, 14, 16, 20, 21; Gál. 3:29; 4:23, 28.
(109) Reconocer que algunos aspectos de la promesa del nuevo pacto no se experimentan sino hasta la Segunda Venida de Cristo.
(110) Gén. 17:13.
(111) Gál. 5:1-4.
(112) Núm. 18:17-19.
(113) 2 Sam. 23:5.
(114) Isa. 61:8; Eze. 37:26.
(115) Jer. 31:27-34; 32:40.
(116) "Es el pacto [sempiterno o el nuevo pacto] o testamento que fue recibido por Abraham. Fue prometido primero, pero esta promesa fue debidamente cumplida por Jesús, a saber, 'en relación con esta sangre', cuyo poder expiatorio es permanente, eterno. El testamento que fue llevado a Israel por Moisés era sólo una adición temporal; Israel ha perdido sus promesas. El sello eterno sobre la expiación de Jesús es su resurrección, cuando Dios le trajo nuevamente 'de entre los muertos'". R. C. H. Lenski, Hebrews, p. 494.
(117) Gén. 26:5.
(118) Gén. 20.
(119) Gén. 16.
(120) Gén. 12, 17, 22.
(121) Sant. 2:10.