Como se mencionó antes, una de las primeras reacciones de los
adventistas - y yo acostumbraba hacer lo mismo - a una
declaración de que la ley del pacto antiguo, incluyendo los Diez
Mandamientos, ya no es obligatoria para los cristianos, es: "Muy bien,
¿entonces usted está diciendo que es correcto matar, robar,
engañar y cometer adulterio?" Nada podría estar
más lejos de la verdad. Yo creo que la moralidad que se
enseña en el nuevo pacto está a un nivel mucho más
alto que la que se enseña en el pacto antiguo. Aunque hay buenas
leyes morales en los Diez Mandamientos y
otros lugares dentro del pacto antiguo, los principios morales que se
encuentran en el nuevo pacto son mucho mejores por varias razones (30).
Primera, son principios generales más bien que leyes específicas.
Los principios pueden aplicarse de una manera cristocéntrica a
una serie de circunstancias mucho más amplias, mientras que las
leyes del pacto antiguo fueron dadas para cumplir con situaciones
específicas de la vida de Israel. El nuevo pacto ha de ir a todas las naciones y está diseñado para penetrar todas las culturas sin cambiar necesariamente cada uno de los patrones culturales.
Segunda, y más importante, dentro del nuevo pacto, el Espíritu Santo desempeña un papel en la vida de todo cristiano,
de una manera que no lo hacía en el antiguo. En la siguiente
referencia, nótese cómo el Espíritu en el nuevo
pacto reemplaza la función de la ley en el antiguo.
"Él nos ha capacitado para
ser servidores de un nuevo pacto, no el de la letra sino el del
Espíritu; porque la letra mata, pero el Espíritu da vida.
El ministerio que causaba muerte, el que estaba grabado con letras en
piedra, fue tan glorioso que los israelitas no podían mirar la
cara de Moisés debido a la gloria que se reflejaba en su rostro,
la cual ya se estaba extinguiendo. Pues bien, si aquel ministerio fue
así, ¿no será todavía más glorioso
el ministerio del Espíritu? Si es glorioso el ministerio que
trae condenación, ¡cuánto más glorioso
será el ministerio que trae la justicia! En efecto, lo que fue
glorioso ya no lo es, si se le compara con esta excelsa gloria. Y si
vino con gloria lo que ya se estaba extinguiendo, ¡cuánto
mayor será la gloria de lo que permanece!" (2 Cor. 3:6-11).
2 Corintios 3:3-18
Pacto antiguo
| Pacto nuevo
|
escrito con tinta
| escrito con el Espíritu
|
en tablas de piedra
| en las tablas del corazón
|
inadecuado (implícito)
| siervos adecuados
|
de la letra
| del Espíritu
|
la letra mata
| el Espíritu da vida
|
ministerio de muerte
| ministerio del Espíritu
|
vino con gloria
| abunda en gloria
|
ministerio de condenación
| ministerio de justicia
|
gloria que se desvanece
| gloria que sobrepasa
|
ahora no tiene ninguna gloria
| permanece en gloria
|
velo permanece sin ser quitado
| velo quitado en Cristo
|
velo sobre el corazón
| velo quitado
|
esclavitud (implícito)
| libertad
|
incapaz de cambiar el corazón
| siendo transformado
|
En los siguientes pocos versículos, Pablo toca aspectos más prácticos. ¿Leemos el pacto antiguo?
"Sin embargo, la mente de ellos se
embotó, de modo que hasta el día de hoy tienen puesto el
mismo velo al leer el antiguo pacto. El velo no les ha sido quitado,
porque sólo se quita en Cristo. Hasta el día de hoy,
siempre que leen a Moisés [los cinco libros de la ley], un velo
les cubre el corazón. Pero cada vez que alguien se vuelve al
Señor, el velo es quitado. Ahora bien, el Señor es el
Espíritu; y donde está el Espíritu del
Señor, allí hay libertad. Así, todos nosotros, que
con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del
Señor, somos transformados a su semejanza con más y
más gloria por la acción del Señor, que es el
Espíritu" (2 Cor. 3:14-18).
¿Qué está diciendo Pablo aquí? Primero, el
pueblo que tiene el velo sobre su rostro es el que acepta el pacto
antiguo por lo que dice, o lo lee a través de los ojos del pacto
antiguo. Pablo está diciendo que, para comprender correctamente
el pacto antiguo, tenemos que verlo desde la perspectiva del nuevo.
Este es un principio de interpretación muy importante. Debe
permitirse que el nuevo pacto, que es una mejor y más completa
revelación de la verdad (31), interprete, modifique o transforme
todas las declaraciones del pacto antiguo en una forma
cristocéntrica.
Segundo, si continuamos leyendo el pacto antiguo desde cualquier otra
perspectiva, sería como si estuviésemos mirando a
través de un velo, y nos confundiremos y podríamos llegar
a conclusiones erróneas. Esto quiere decir que no
debemos aceptar ningunas leyes ni prácticas del pacto antiguo
sobre la base de las declaraciones mismas del pacto antiguo. Más
bien, debemos examinar cada una de las leyes y declaraciones del pacto
antiguo desde la perspectiva del nuevo pacto: Jesucristo. (32)
Ahora cito a Riggle nuevamente:
"Pues la ley fue dada por medio de
Moisés, mientras que la gracia y la verdad nos han llegado por
medio de Jesucristo" (Juan 1:17). "Jesús, el mediador de un
nuevo pacto" (Hebreos 12:24). "Ayúdense unos a otros a llevar
sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo"
(Gál. 6:2). Aquí están los dos sistemas en
contrastate. El primero era "la ley" dada por medio de Moisés,
su mediador; el segundo es "gracia y verdad", el Nuevo Testamento, que
vino por medio de Cristo, su mediador. El Nuevo Testamento es "la ley
de Cristo". Ésta es la ley bajo la cual están ahora los
cristianos.
"En Isaías 42:1-7, tenemos
una clara predicción de la venida de Cristo y su obra redentora.
"Y las costas lejanas esperan su enseñanza" (vs. 4). La ley de
Moisés fue dada a una nación - Israel. Pero de la ley de
Cristo - el Nuevo Testamento - se predijo que las "costas lejanas" la
esperarían. "Las costas lejanas" significan aquí quieren
decir las diferentes naciones de la tierra. El evangelio es para todos
los pueblos y todas las naciones. El mandamiento es: 'Prediquen el
evangelio a toda criatura' (Marcos 16:15); "enseñen a todas las
naciones" (Mat. 28:19). El evangelio es "su ley" [la de Cristo]. Las
costas lejanas y los confines de la tierra esperaban su ley; ella es el
modelo de juicio en la tierra.
"Cristo es el 'único
legislador' de esta dispensación (Sant. 4:12). Porque Dios "en
otros tiempos y de diversas maneras" habló a los padres en
tiempos pasados, pero "en estos últimos días nos ha
hablado por el Hijo" (Heb. 1:1, 2). En presencia de Moisés en el
monte, Dios dijo de Cristo: 'Éste es mi hijo amado; a él oíd'
(Mat. 17:1-5). Moisés y su ley son dejados fuera de esta
dispensación, y Cristo y su superior ley ahora reinan en su
lugar. Regresar a Moisés es rechazar a Cristo (33). Ponerse bajo
la ley es ignorar el evangelio.
"Cristo enseñaba al pueblo
'como quien tiene autoridad' (Mat. 7:29). Los preceptos que él
enseñó son su ley. Nosotros estamos bajo la 'ley de
Cristo' (1 Cor. 9:21) ... Su ley es la verdad (Juan 1:17). La ley de
Moisés conducía a la esclavitud (Gál. 4:24),
mientras que la verdad hace libres a los hombres (Juan 8:32).
Obedecemos y andamos en la verdad (3 Juan 3). La ley de Cristo es el
modelo de convicción para los pecadores. Cuando las almas
culpables caen delante del trono de Dios pidiendo perdón, la ley
de Sinaí nunca les pasa por la mente. Sólo consideran
cuánto han agraviado el Espíritu de Cristo y quebrantado
su ley - el Nuevo Testamento.
"El Nuevo Testamento es una ley
mucho más elevada que el Antiguo Testamento. El Nuevo Testamento
no sólo condena todo tipo de pecado, sino que exalta un modelo
de vida piadosa que está muy por encima de la ley escrita en
tablas de piedra. Las más grandiosas lecciones de verdad moral y
religiosa que jamás se dieron a los hombres fueron presentadas
por Cristo en el Sermón del Monte. El Nuevo Testamento condena
el pecado en todas sus formas, eleva el modelo de justicia y santidad
de vida y experiencia, y ofrece vida y salvación a todos. Es "la
perfecta ley de libertad" (Sant. 1:25), la ley del Espíritu de
vida en Cristo Jesús" (Rom. 8:2). Quebrantar la ley de
Moisés - el sábado, etc. - significaba ser lapidado. El
castigo era temporal. Pero quebrantar la ley de Cristo merece la
condenación eterna. En el día del juicio, el
Decálogo no será nuestro modelo para el juicio, sino "la palabra que yo, Cristo, les he hablado, ella le juzgará en el día final"
(Juan 12:48). "Cuando el Señor Jesús se revele desde el
cielo con sus poderosos ángeles, en llama de fuego, para tomar
venganza de los que no conocieron a Dios", el castigo no
será administrado a los que se desentienden de la letra de la
ley como está escrita en las tablas de piedra, sino que el
castigo será aplicado a los "que no obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo"
(2 Tes. 1:7-9). La ley de Cristo - el evangelio - será el modelo
por el cual todos seremos juzgados en aquel día. Desobedecer los
preceptos de Cristo es pecar. Y pecar contra su ley es ponernos a
merced del juicio y el castigo eternos. La obediencia a Cristo es lo
que el Nuevo Testamento ordena (2 Cor. 10:5; Heb. 5:9). Pero, ni una
sola vez en todo el Nuevo Testamento - la ley de Cristo, la ley por la
cual todos seremos juzgados en el día final - se nos
ordena guardar el sábado. Podemos observar cada uno de los
preceptos de la ley de libertad, aparecer limpios a la vista de Dios, y
sin embargo jamás observar el séptimo día, que era
una de las sombras de la dispensación de la ley" (34).
Muchos de los principios del nuevo pacto ya
están en vigor en la vida del cristiano
El Dr. Reiner afirma que las promesas del nuevo pacto han de
recibirse sólo ahora por fe y que no se realizarán sino
hasta la segunda venida de Cristo. Yo creo que ésta es
sólo una verdad a medias. Aunque hay algunos aspectos del nuevo
pacto que no se han realizado todavía, hay otros aspectos que el
cristiano puede reclamar ya. El Dr. Reiner afirma
específicamente que la ley todavía no ha sido escrita en
nuestros corazones. Cita a Hebreos 8, mostrando que los verbos
están en tiempo futuro. Nótese, sin embargo, que el
escritor de Hebreos está citando a Jeremías, cuando la
promesa del nuevo pacto erapero ahora ..." (35). A menudo, esta frase sirve para contrastar las condiciones bajo el pacto anterior, antiguo, con las condiciones actuales
bajo el nuevo pacto. Decir que la ley no puede estar escrita en
nuestros corazones ahora, se opone a los pasajes que estudiamos
más arriba. (36) ¿Qué genuino cristiano que anda
en el Espíritu querría matar, robar, mentir, o cometer
adulterio, etc., simplemente porque ya no está bajo el pacto
antiguo?
¿Qué sucede al cristiano que está casado con Cristo y la ley? (37) Si uno busca una transformación de alma y
está enamorado de los Diez Mandamientos, y centra su
atención en esta ley y las escenas del juicio, como Ellen White
recomendaba (38), ¿cuál será el resultado? La
Escritura es clara: "... porque éstos son dos pactos; uno del
monte Sinaí, que conduce a esclavitud
... (KJV) o los que "han de ser esclavos" (NASB). Los Diez Mandamientos
se describen de varias maneras como "ministerio de muerte" y
"ministerio de condenación" (39). Si uno enfoca su
atención en ellos, no resultará en una vida justa. No
resultó para los judíos, y no resultará para el
cristiano. Más bien, enfocarse en el pacto antiguo es regresar a
estar bajo el velo. La justicia del nuevo pacto ocurre "aparte de la
ley" (40). La promesa del nuevo pacto hecha a Abraham y la justicia de
Abraham no vinieron por la
ley (41). Los requisitos morales de la ley (42) se cumplen en los que
andan en el Espíritu (43). El Espíritu Santo no viene por
las obras de la ley (44). La persona que busca la justicia observando
la ley será tenido por responsable de todos los requisitos de la ley (45). Cristo es el fin de la ley
para obtener justicia (46). Si la justicia viniera por la ley, Cristo
habría muerto innecesariamente (47). Pablo guardó la ley
"sin reproche", pero comparaba esta justicia con basura
(estiércol, KJV) (48). La ley no está hecha para una
persona justa, sino para los desobedientes y rebeldes, para los
impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos ... (49).
Habiendo sido adventista conservador de cuarta generación, y
habiendo servido como pastor y/o instructor bíblico como por 13
años en esa denominación, ha sido mi experiencia, y ha
sido confirmado por conversaciones con docenas de otras personas, que
hay tres reacciones principales al adventismo histórico (50).
Primera, hay los que, mirando la multitud de requisitos de la ley y a
Ellen White, (51) simplemente se dan por vencidos. Muchos de
éstos abandonan el adventismo más tarde. A menudo, temen
asistir a la iglesia los domingos por temor a recibir la marca de la
bestia. Su vida espiritual se marchita y muere, al descuidar su
comunión cristiana. Muchos de estos "ex" se vuelven
agnósticos, hasta cínicos de toda religión. Yo he
conversado con muchas docenas de ellos.
Segunda, hay los que ven los numerosos modelos de ley, se proponen guardarlos todos, y se encuentran con que constantemente
se quedan cortos. Día tras día, confiesan su pecado,
decididos a no volver a fallar nunca más, pero no pasa mucho
tiempo sin que vuelvan a fallar. Con el tiempo, estas personas se
desaniman de su modo de vida y su propia santificación. A
menudo, su vida está llena de culpa por no alcanzar lo que se
proponen. Estas personas no se regocijan en el mensaje de Pablo sobre
la justificación por la fe. Y, sin embargo, la teología
adventista a menudo enloda las aguas si uno trata de armonizar a Pablo
con Ellen White. Algunos han comparado esto con tratar de mezclar el
agua y el aceite.
Tercera, hay algunos que creen que están guardando perfectamente
los necesarios requisitos del adventismo y no pueden entender por
qué otros no dan la talla - generalmente según el modelo
que los primeros han establecido para sí mismos. A menudo, estas
personas desprecian a los que no están siguiendo su estricta
observancia de las reglas, y se vuelven perfeccionistas y juzgadores.
futura. En las epístolas, encontramos una frase que se repite a menudo: "
Los Diez Mandamientos ya no son las herramientas
de Dios para promover la justicia - ¡hay un manera mejor!
Ahora es el momento de tomar
otro descanso a la orilla del lago. Observe el hogar del castor
reflejado en las aguas tranquilas y claras. Al fondo, se ven los
elevados y elegantes abetos azules de Colorado al lado del bosquecillo
de álamos cerca del lago. En la distancia, se ven los
majestuosos picos de 14,000 pies de altura ensombrecidos por nubes
ondulantes que se amontonan para una tormenta vespertina. Lo que sigue
es sólo un cuadro en la galería de arte de la
interpretación del nuevo pacto. Pero, cuando este único
cuadro es comprendido y
puesto en práctica, usted puede esperar experimentar paz
espiritual y ver importantes resultados en el proceso de
transformación de su vida.
Yo creo que el cristiano que es guiado por el Espíritu sí tiene la ley de Cristo - la ley del amor - escrita perfectamente en su espíritu (la tabla del corazón) (52). En su espíritu,
el cristiano es una nueva creación (53). Todo esto sucede en el
momento en que somos salvos - sí, ¡la Biblia enseña
que podemos ser salvos y saberlo ahora! (54). Sin embargo, nuestra alma
(psuche) (55) está siendo
salvada por un proceso de transformación. Ahora bien, es
aquí donde vemos "lo mejor" del nuevo pacto por encima del pacto
antiguo de los Diez Mandamientos.
Más bien que enfocar nuestra atención en la ley de los Diez Mandamientos, uno va al Nuevo Testamento y enfoca su atención en Cristo, y lo que dice el Nuevo Testamento ahora es verdad para el creyente! ¡Caramba! ¡Qué diferencia! ¡Ahora tenemos vida eterna! (56) ¡Ahora tenemos paz con Dios! (57) ¡Ahora nos hemos reconciliado con Dios! (58) ¡Nuestro antiguo yo (el hombre) fue crucificado con Cristo! (59) ¡Ahora hemos de considerarnos muertos al pecado! (60) ¡Ahora hemos sido liberados del pecado! (61) ¡Ahora hemos muerto a la ley! (62). ¡Ahora hemos sido liberados de la ley! (63) ¡Ahora servimos en la novedad del Espíritu, no en la antigüedad de la letra! (64) ¡Ahora no hay ninguna condenación [NINGUNA] para los que están en Cristo Jesús! (65) ¡Ahora hemos recibido el espíritu de adopción! (66) ¡Ahora somos más que vencedores por medio de aquél que nos amó! (67) ¡Ahora estamos sellados con el Espíritu Santo de la promesa! (68) ¡Ahora somos salvos por fe! (69) ¡Ahora somos la morada del Espíritu Santo! (70) ¡Ahora somos escogidos en Cristo! (71) Ahora tenemos redención por su sangre. (72) Ahora
Dios es quien produce en nosotros tanto el querer como el hacer para
que se cumpla su buena voluntad. (73) Él nos ha facultado para
participar ahora de la herencia de los santos en el reino de la luz. (74) Ahora hemos sido trasladados al reino de su amado Hijo. (75) Ahora
hemos sido predestinados para ser como Cristo (76).
Cada uno de nosotros ha recibido ahora un don espiritual. (77)
El Espíritu ayuda a nuestra debilidad (78)
(79) ¡Y esto es
sólo el principio! ¿Ve usted por qué el evangelio
es "buenas nuevas"? Uno no puede obrar la justicia de afuera
hacia adentro - ésa era la manera del pacto antiguo - y nunca
resultó. Más bien, en el nuevo pacto, Dios crea o
regenera nuestros espírtus. Nacemos de Dios. (80) Tenemos el ADN
divino, la vida de Dios viviendo en nosotros, y esa vida es perfecta.
(81)
Algunos responderán: "Yo no creo que todas estas cosas son
verdaderas en mi experiencia". Esto es porque nuestra mente, nuestras
emociones y nuestra voluntad han sido programadas para pecar y estamos
acostumbrados a aceptar las mentiras con que el diablo nos ha estado
alimentando. Ahora que estamos "en Cristo", debemos ir a la palabra de
Dios en busca de la verdad. El camino a la transformación no es
tratar de ser lo que no somos - como en el viejo pacto. Ahora la
transformación es llegar a ser lo que ahora somos - ¡una
nueva criatura en Cristo Jesús! No debemos actuar en justicia
desde fuera, sino permitir que el Espíritu Santo, en
unión con nuestro espíritu y la palabra de Dios,
¡obre la justicia que nuestros espíritus ya poseen!
¡La vida de Dios está viva en nuestros espiritus
regenerados! (82).
En relación con el contraste que Pablo hace de los pactos, él nos hace esta poderosa reflexión:
"Sin embargo, la mente de ellos se
embotó, de modo que hasta el día de hoy tienen puesto el
mismo velo al leer el antiguo pacto. El velo no les ha sido quitado,
porque sólo se quita en Cristo. Hasta el día de hoy,
siempre que leen a Moisés, un velo les cubre el corazón.
Pero, cada vez que alguien se vuelve al Señor, el velo es quitado. Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados
a su semejanza con más y más gloria por la acción
del Señor, que es el Espíritu" (2 Cor. 3:14-18).
Nótese que la transformación ocurre sólo
cuando el "velo" del pacto antiguo es quitado. Esto tiene lugar en una
atmósfera de "libertad", no de ley. Miramos como por espejo - lo
que dice la palabra de Dios es verdadero acerca de nosotros.
Allí vemos la gloria del Señor y somos transformados en
un proceso de gloria en gloria. El Verbo (Logos) de Dios , actuando con el Espíritu Santo, es el agente activo en este proceso de transformación. (83)
Una verdadera transformación no puede tener lugar en una
atmósfera de "puesta a prueba" (84) como enseñan el Dr.
Reiner y Ellen White, sino en un entorno de plena aceptación. Aquí la "columna central" del adventismo estorba el progreso espiritual. Los adventistas enseñan que sólo
los que han aceptado a Dios son examinados en el juicio investigador,
en el cual hasta los pecados olvidados y no confesados testifican
contra el cristiano. (86) Esto significa que deben tener un enfoque de
ley/juicio. Sin embargo, la Biblia deja claro que, si hemos aceptado a
Cristo, ni siquiera vamos a juicio.
(87, 88) Los pasajes sobre el juicio que los adventistas aplican a los
cristianos, la Biblia los aplica o las fuerzas del mal (89) o al juicio
de recompensas, no a la salvación. (90)
¿Podría ser que la doctrina ASD del juicio investigador requiere
la (falsa) enseñanza que pospone las bendiciones del nuevo pacto
hasta la Segunda Venida? Según la teología ASD, el
cumplimiento de "No me acordaré más de su pecado" no
puede tener lugar sino hasta que haya concluido el juicio investigador,
poco antes de la segunda venida de Cristo (91), cuando Satanás
se convierta en el que lleva los pecados. (92) Sin embargo, la Biblia
deja claro que el acto de "borrar los pecados" tiene lugar en la
conversión/el arrepentimiento/el perdón. (93) El cuadro
del nuevo pacto de Dios es vastamente superior que el concepto del
pacto antiguo, porque es una revelación más exacta de la
gracia de Dios y el amor de Cristo. (94)
Para reforzar este argumento de que nada en el nuevo pacto se realiza
ahora, el Dr. Reiner apela a la declaración en la promesa del
nuevo pacto de que no se necesitarán maestros. Sin embargo, el
apóstol Juan parece indicar que esta promesa del nuevo pacto está en vigor ahora.
"En cuanto a ustedes, la unción que de él recibieron permanece en ustedes, y no
necesitan que nadie les enseñe. Esa unción es
auténtica - no es falsa - y les enseña todas las cosas. Permanenzcan en él, tal como él les enseñó" (1 Juan 2:27).
Es posible, sin embargo, que esta promesa no se haya realizado plenamente
todavía. Sin embargo, algunos comentaristas creen que la
declaración concerniente a no necesitar maestros se relaciona
con la revelación del nuevo pacto y el llenamiento del Espíritu Santo en todo
verdadero cristiano - condiciones que no estaban presentes bajo el
pacto antiguo, que requería una enseñanza más
intensa. (96) Cuando leemos el libro de los Hechos, es claro que el
Espíritu Santo sí
enseñaba/orientaba a los creyentes en muchas, muchas ocasiones.
(97) Muchos cristianos han experimentado esto hasta cierto punto.
Sin embargo, ahora podemos captar muchas de las realidades presentes
de las bendiciones del nuevo pacto. ¡Dios es nuestro Dios y
nosotros somos su pueblo! Él nos ha dado su Espíritu, que
puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos
imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros. (98)
El libro de Gálatas ha sido escrito para llevar a la gente - que
había sido alterada por los judaizantes y había optado
por regresar a estar bajo la ley del pacto antiguo - de vuelta al
pacto nuevo. Después de los convincentes argumentos de Pablo
demostrando que el cristiano ya no está bajo la ley, pasa a
contestar una supuesta pregunta: "Pablo, si no estamos bajo la ley,
entonces, ¿cómo vivimos?" Su respuesta es penetrante,
mostrando cómo el Espíritu toma el lugar de la ley.
"Les hablo así, hermanos, porque ustedes han sido llamados a ser libres; pero no se valgan
de esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones. Más bien,
sírvanse unos a otros con amor. En efecto, toda la ley se resume
en un solo mandamiento: 'Ama
a tu prójimo como a tí mismo'. ... Así que les
digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de
la naturaleza pecaminosa. ... Pero si los guía el
Espíritu, no estarán bajo la ley. ... En cambio, el fruto
del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia,
amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley
que condene estas cosas". (Gál. 5:13, 14, 16, 18, 22, 23.
El nuevo pacto trata de la relación con Cristo
Jesús es el centro del nuevo pacto. Los socios del nuevo
pacto son Dios, el Padre, y Jesús, el Hijo. "Yo te
constituí [al Mesías] como pacto para el pueblo, como luz
para las naciones". "Ahora te guardaré, y haré de
tí un pacto para el pueblo". "Sobre éste [Jesús]
ha puesto Dios el Padre su sello de aprobación" (100). "Pero el
servicio sacerdotal que Jesús ha recibido es superior al de
ellos, así como el pacto del cual es mediador es superior al
antiguo, puesto que se basa en mejores promesas" (101).
Los socios del pacto antiguo eran Dios y los "hijos de Israel". Los
socios del nuevo pacto son el Padre y el Hijo. Cristo es quien
rindió perfecta obediencia a su Padre. ¡Nosotros entramos
en las bendiciones de ese pacto cuando ponemos nuestra fe en Cristo!
Una y otra vez, oímos decir a Jesús: "Mi alimento es
hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra". ... "No
busco hacer mi propia voluntad, sino cumplir la voluntad del que me
envió". ... "Yo he obedecido los mandamientos de mi Padre"
(102). Aquel viernes de tarde, cuando nuestro Guardador del Pacto
moría en la cruz por nosotros, sus últimas palabras
fueron: "Consumado es". Justo antes de estas triunfantes
palabras, leemos estas penetrantes observaciones del escritor
evangélico: "Sabiendo Jesús que ya todo había terminado
..." (103) Luego, con la aguda visión del Espíritu Santo,
el escritor evangélico registra: "Entonces Jesús,
lanzando un fuerte grito, expiró. Y la cortina del santuario del
templo se rasgó en dos, de arriba abajo" (104). Esta
intervención divina fue para demostrar que el pacto antiguo
había llegado a su fin.
¿Cuál es nuestra obra? "Ésta es la obra de Dios:
que crean en aquél a quien él envió" (105).
"Vengan a mí todos ustedes que están cansados y
agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y
aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de
corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi
yugo es suave y mi carga es liviana" (106). Tenemos esta promesa.
"Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me
envió, tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida" (107).
Tenemos que cuidarnos de no leer en las Escrituras
los conceptos antibíblicos de Ellen White
El Dr. Reiner establece una distinción entre "el pacto
sempiterno" y "el nuevo pacto". Pero afirma que "el nuevo pacto es
eterno y sempiterno". Yo no tengo problemas con el término
"pacto sempiterno". Me parece que una manera mejor y más
bíblica de expresar el plan de salvación sería el
nuevo pacto en la promesa (108) - antes de la cruz, y el nuevo pacto en
realidad - después de la cruz (109). El término "pacto
sempiterno" (o eterno) se usa en la Escritura de varias maneras.
Se usa para designar el pacto de la circuncisión (110), que el
Nuevo Testamento dice claramente que está abolido (111). El
término "pacto sempiterno" se usa en relación con las
ofrendas de carne que los israelitas ofrecían al señor
(112) en relación con el pacto sinaítico, que está
abolido. Se usa para significar el pacto davídico (113). Se usa
en profecías futuras, centradas en Israel (114). Jeremías
usa este término en un contexto similar a la manera en que usa
"el nuevo pacto" (115). El término "pacto eterno" [o
sempiterno], como se usa en Hebreos 13:20, parece ser idéntico,
o por lo menos similar, al modo en que se usa en 12:24 cuando se
refiere al nuevo pacto. El escritor de Hebreos está reforzando
lo que se ha enseñado en todo el libro, mostrando cómo el
nuevo pacto es mejor que el antiguo haciendo énfasis en su
naturaleza eterna (116). ¿Podría ser que la manera en que
el Dr. Reiner presenta el tema es simplemente un reflejo de Ellen White
y su teología extrabíblica?
Además, no veo ninguna evidencia bíblica
de la ley de los Diez Mandamientos en los tiempos de Adán,
Noé, Abraham, Isaac, ni Jacob, para no hablar de la
institución de un pacto basado en los Diez Mandamientos antes de
Sinaí. Las referencias bíblicas enumeradas no mencionan
los Diez Mandamientos. Examinésmoslas. A menos que la referencia
citada apoye la conclusión declarada, no es sino una estratagema
que puede resultar en engaño. En el mejor de los casos,
Gén. 3:15 es una afirmación en sombra del Salvador
venidero. Nada se dice de la ley. Gén. 9:9-17 habla del pacto de
Dios con Noé de que no enviaría otro diluvio. Aquí
no veo nada que pueda interpretarse como los Diez Mandamientos.
Gén. 12:2, 3 habla de el pacto que Dios hace con Abraham en
relación con la tierra
de Canaán y su futura posteridad. Nuevamente, aquí no hay
nada sobre la ley. Es verdad que Dios dijo que "Abraham me
obedeció y cumplió mis preceptos y mis mandamientos, mis
normas y mis enseñanzas" (117). Pero Abraham mintió (118)
y cometió adulterio (119). Por lo tanto, a mí me parece
que debemos interpretar estos mandamientos y leyes que Abraham
"guardó" como las instrucciones específicas
que Dios a Abraham, y que él en efecto guardó (120). Si
leemos en la Escritura que estas leyes eran los Diez Mandamientos,
entonces hacemos falsa a la Escritura. Abraham no
guardó los Diez Mandamientos. Violar uno es violarlos todos
(121). ¿Podría ser que el Dr. Rainer está leyendo
en las Escrituras las enseñanzas de Ellen White? Ella apoya todos estos conceptos antibíblicos.
El Dr. Rainer hace mucho énfasis en si el pacto es "ordenado" o
un "acuerdo" en tipo. Afirma que los Diez Mandamientos son un "pacto
ordenado" y que el pacto antiguo es un "pacto de acuerdo". Sin embargo,
hemos demostrado de manera concluyente que los Diez Mandamientos son
parte del pacto antiguo. Por lo tanto, las distinciones del Dr. Rainer
parecen no tener valor alguno aquí. Hay también varias
referencias que refutan su aserto.
En Éx. 35:1, Moisés dice: "Éstas son las órdenes que el Señor les manda
cumplir": y luego siguen instrucciones relativas al sábado, las
ofrendas, los obreros del tabernáculo, instrucciones sobre la
construcción del santuario, etc., sin ninguna distinción
clara entre los Diez Mandamientos y las "otras leyes".
Nótese también que, en Deut. 29:1, Moisés dice:
"Éstas son las palabras del
pacto que el Señor mandó a Moisés que hiciera con
los hijos de Israel en tierra de Moab, además del pacto que ya
había hecho con ellos en Horeb". Deut. 29:1.
Aquí Moisés dice: "Éstas son las palabras del
pacto que el Señor mandó ...". ¿A qué
palabras se refiere? El lector cuidadoso notará que "estas
palabras" se refiere a todo entre Deut. 5:1 - 26:68 - ¡casi la
totalidad del libro de Deuteronomio! Esta sección contiene los
Diez Mandamientos (6:11-21) y las layes relativas a los siguientes
temas: el santuario, limpieza e impureza, años sabáticos,
fiestas, administración de justicia, los levitas, espiritismo,
ciudades de refugio, la guerra, el crimen, relaciones
domésticas, moralidad, a quiénes excluir de las
reuniones, el divorcio, las primicias, bendiciones y maldiciones, y
muchos, muchos otros. Por lo tanto, todos
estos temas están incluidos en el "pacto ordenado". Cuando los
israelitas aceptaron guardar el pacto, estaban aceptando guardar el
pacto ordenado.
En 2 Reyes 21:8 leemos:
"Nunca más dejaré
que los israelitas anden perdidos fuera de la tierra que les di a sus
antepasados, siempre y cuando tengan cuidado de cumplir todo lo que yo
les he ordenado, es decir, toda la ley que les dio mi siervo Moisés".
Nótese aquí que toda la ley
es lo que Dios mandó, no sólo los Diez Mandamientos. Por
lo tanto, no veo ninguna aplicación válida de la
distinción que hace el Dr. Reiner. Más bien, estos textos
refuerzan nuestra conclusión de que el pacto antiguo es la totalidad de la ley de Moisés.
Conclusión
Hemos andado un largo trecho por el sendero de la Escritura. Si
usted ha permanecido conmigo hasta aquí, es digno de alabanza.
No ha sido una caminata fácil. ¡Le advertí de las
dificultades del sendero! Mientras contemplamos el cristalino lago
color de esmeralda, examinemos los puntos sobresalientes de esta
caminata - los hechos de la Escritura.
- Los Diez Mandamientos son las palabras mismas del pacto antiguo.
- El pacto antiguo, o pacto sinaítico, está
basado en una ley, no dos. Comprende la ley mosaica entera: moral,
civil y ceremonial.
- El Nuevo Testamento define el pacto "antiguo" o el "primer" pacto como el pacto sinaítico, e inconfundiblemente incluye tanto los Diez Mandamientos como las "otras leyes" de este pacto.
- La ley del pacto antiguo fue dada sólo a los hijos de Israel.
- Las leyes de Sianí, incluyendo los Diez Mandamientos, no fueron dados sino hasta el tiempo de Moisés.
- El pacto antiguo, o primer pacto, que incluía los
Diez Mandamientos, estuvo en vigor sólo hasta la muerte de
Cristo.
- La ley de Cristo del nuevo pacto es mucho mejor que la ley del antiguo pacto de los mandamientos.
- Muchos de los principios del nuevo pacto ahora están en operación en la vida del cristiano.
- Los Diez Mandamientos no son ya las herramientas de Dios para promover la justicia - ¡hay una forma mejor!
- El nuevo pacto trata de la relación con Cristo.
- Debemos tener cuidado de no leer en la Escritura los conceptos antibíblicos de Ellen White.
En esta caminata, no hemos explorado muchos de los senderos
laterales que dan la necesaria perspectiva a este tema. Sin embargo,
creo que hemos dado a nuestros lectores material suficente para
estudiar ¡durante los siguientes dos meses! Relea estos dos
artículos sobre los pactos, incluyendo las notas a pie de
página. Adquiera el libro del Dr. Reiner The Covenants. Adquiera los libros Sabbath in Crisis y The Sabbath and the Lord´s Day.
Luego, estudie estos libros. Compárelos con la Escritura. Es mi
oración que cada lector estudie con oración la palabra de
Dios sobre este importante tema. ¡Sí, la verdad puede
soportar la prueba de una investigación! ¡Sí, la
verdad le hará a usted libre!
(01) Éx. 40:20; Deut. 10:5, 8.
(02) Ver Lev. 23:2, 3, tomar nota del resto del capítulo. 1
Crón. 23:31; 2 Crón. 2:4; 8:12, 13; 31:3; Eze. 45:17;
46:1-7; 2 Reyes 4:23; Neh. 10:33; Isa. 1:13, 14; 66:23; Col. 2:16.
(03) En hebreo, si uno cuenta las palabras desde el principio hasta el
fin de los Diez Mandamientos, encontrará que la frase central es
"acuérdate del día de sábado para santificarlo".
(04) Éx. 31:13-18. Véase también Sabbath in Crisis,
pp. 40-43 para una comparación detallada entre la señal
del sábado en Éx. 31 y la señal de la
circuncisión en Gén. 17.
(05) Meredith G. Kline, Treat of the Great King, pp. 13, 14, 18, 19, 59.
(06) Mat. 22:37-40.
(07) Ellen G. White, Early Writings, p. 33.
(08) Véase Sabbath in Crisis, pp. 219-234, donde se ha dedicado un capítulo entero a este versículo.
(09) Véase The Sabbath and the Lord´s Day, pp. 59, 60 para apoyo bíblico adicional.
(10) The Sabbath and the Lord´s Day, p. 61.
(11) Véase The Sabbath and the Lord´s Day, p. 30ss. para ejemplos bíblicos de cada uno de los Diez Mandamientos.
(12) Gén. 17:14; Éx. 31:14; 12:15; 30:33; 30:38; Lev.
7:20, 21, 25-27; 17:1-4; 18:6-18, 19, 22, 23; 19:1-8, 20:3, 6; 23:29;
Núm. 9:13.
(13) Véase Sabbath in Crisis,
pp. 36, 37, donde se presenta abundante evidencia para demostrar que
las "otras leyes" interpretan y aplican los Diez Mandamientos a la vida
diaria de los israelitas.
(14) Véase Sabbath in Crisis, p. 79 ss. para material adicional sobre este punto.
(15) Véase Sabbath in Crisis, pp. 187-218 para una discusión de esta afrmación, con material de apoyo.
(16) The Sabbath and the Lord´s Day, p. 61.
(17) 2 Tim. 3:16-17.
(18) Cuando las Fundamental Beliefs of Seventh-day Adventists fueron revisadas por última vez.
(19) Seventh-day Adventist Church Manual, 1976, p. 32.
(20) Fundamental Beliefs of Seventh-day Adventists, No. 1.
(21) Ellen G. White, The Great Controversy, p. 595.
(22) Véase Sabbath in Crisis, p. 220ss.
(23) The Sabbath and the Lord´s Day, p. 72.
(24) Rom. 2:14.
(25) Rom. 2:15; 2 Cor. 3:2-6.
(26) Rom. 8:1.
(27) Esto no significa que el cristiano va a robar, matar, mentir, y
cometer adulterio, etc. Más bien, significa que hay una
guía mejor para el servicio, que es el Espíritu Santo en
la vida, centrada en las realidades presentes de quiénes somos
en Cristo, que nos ayuda a vivir
lo que el Espíritu Santo ha puesto en nosotros. Somos una nueva
criatura en Cristo Jesús. 2 Cor. 5:17; Gál. 6:15.
(28) Sabbath in Crisis, p. 198.
(29) Rom. 7:1-4; Sabbath in Crisis, p. 198ss.
(30) Véase Sabbath in Crisis, pp. 75-87; 173-233 para muchas más reflexiones sobre los dos pactos.
(31) Heb. 1:1-3.
(32) Sabbath in Crisis, p. 85.
(33) Véase Juan 9:28 y Sabbath in Crisis, pp. 127-138.
(34) The Sabbath and the Lord´s Day, pp. 104-106.
(35) Véase, por ejemplo, Rom. 3:21; 6:22; Efe. 5:8; Gál. 3:25; Heb 8:6; 9:26; 12:26; 1 Ped. 2:10, 25.
(36) Rom. 2:15; Gál. 3:2.
(37) En Romanos 7, Pablo compara esto con el adulterio espiritual.
(38) Véase Cultic Doctrine, pp. 225-240 para varias referencias de EGW.
(39) 2 Cor. 3:7, 9.
(40) Rom. 3:21.
(41) Rom. 4:13.
(42) Esto no significa que el cristiano está bajo la antigua ley
de los Diez Mandamientos, sino más bien que la moralidad del
nuevo pacto cumple plenamente los principios morales en los cuales se
basaron los Diez Mandamientos.
(43) Rom. 8:4.
(44) Gál. 3:2, 3.
(45) Gál. 5:3, 4.
(46) Rom. 10:4.
(47) Gál. 2:21.
(48) Fil. 3:7-9.
(49) 1 Tim. 1:9.
(50) Yo defino los "adventistas históricos" como los que aceptan
todas las 27 "Creencias Fundamentales" y creen que los escritos de
Ellen G. White son inspirados por Dios.
(51) Cualquiera que haya leído profundamente a Ellen White
conoce la enormidad del peso de instrucción y culpa que ella
pone sobre sus lectores. ¡Sólo lea los nueve tomos de los
Testimonios y lo verá! Véase también Cultic Doctrine, pp. 210-214.
(52) 2 Cor. 3:2-18.
(53) 2 Cor. 5:17; Gál. 6:15.
(54) Véase Cultic Doctrine, p. 228ss.
(55) Esto se refiere al "yo" - la mente, las emociones y la voluntad.
Es el "yo exaltado" por el hombre caído. Dios
diseñó la psuche
(el alma) para que estuviese sujeta al espíritu del hombre, el
cual a su vez ha de estar sujeto al Espíritu Santo. Sin embargo,
Adán y su posteridad desterraron sus psuche
y se zafaron de esta sujeción. Mientras que nuestros
espíritus son regenerados (salvados) a la conversión y
reciben la vida eterna (zoe), la psuche (el alma) está siendo salvada.
Jesús vino para deshacer lo que Adán había hecho.
Por eso encontramos que Jesús no hacía nada sin la
aprobación del Padre. Fue la psuche (alma-vida) lo que Jesús entregó, no su vida zoe. Nosotros también hemos de poner nuestra psuche
bajo el control de nuestro espíritu, el cual, a su vez, ha de
estar en sujeción al Espíritu Santo. Éste es el proceso de santificación que se efectúa por el poder del Espíritu Santo en nustras vidas.
(56) Juan 6:47.
(57) Rom. 5:1.
(58) Rom. 5:10.
(59) Rom. 6:6.
(60) Rom. 6:11.
(61) Rom. 6:18, 22; 1 Juan 3:8, 9.
(62) Rom. 7:4.
(63) Rom. 7:6.
(64) Rom. 7:6.
(65) Rom. 8:1.
(66) Rom. 8:15.
(67) Rom. 8:37.
(68) Efe. 1:13.
(69) Efe. 2:8.
(70) Efe. 2:22.
(71) Efe. 1:4.
(72) Efe. 1:7.
(73) Fil. 2:13.
(74) Col. 1:12.
(75) Col. 1:13.
(76) Heb. 4:3.
(77) Rom. 12; 1 Cor. 12; Efe. 4.
(78) Rom. 8:26.
(79) Rom. 8:29.
(80) Juan 3:3-5.
(81) 1 Cor. 6:19; Rom. 8:9-12; 1 Cor. 2:12; 1 Cor. 3:16.
(82) Para un tren completo de reflexiones relativas a esta
enseñanza, recomiendo mucho una cinta de cassette, preparada por
Dutch Sheets, titulada "Convirtiéndose en lo que usted es",
disponible en Life Assurance Ministries.
(83) Heb. 4:12.
(84) "Puesto a prueba" no es un término bíblico, pero es
usado con frecuencia tanto por adventistas como por mormones.
(85) Ellen G. White, The Great Controversy, p. 409. Véase también Spirit of Prophecy, Vol. 4, p. 258.
(86) Ellen G. White, The Spirit of Prophecy, p. 311.
(87) Juan 3:18; 5:24.
(88) Véase el capítulo "I´ve Been Acquitted" en Cultic Doctrine para un estudio exhaustivo de las buenas nuevas del juicio.
(89) Véase Cultic Doctrine, pp. 216-219.
(90) Mat. 25:31-46.
(91) Cultic Doctrine, pp. 152-165.
(92) Ellen G. White, The Great Controversy, p. 422. Véase también The Spirit of Prophecy, Vol. 4, p. 267.
(93) Véase de Ellen G. White, Spirit of Prophecy,
Vol. 4, p. 308, donde ella dice que los pecados no serán
borrados después del juicio investigador. La Biblia dice otra
cosa, Sal. 51:1-2, 9; Isa. 44:22 KJV; Isa. 43:25; Heb. 8:12; Jer.
31:34; 1 Juan 1:9. Véase también Cultic Doctrine, pp. 208-210.
(94) Heb. 1:1-3.
(95) 1 Juan 2:27.
(96) Véase de R. C. H. Lenski, Commentary on the New Testament, Hebrews, p. 268, 269.
(97) Hechos 4:31; 6:3, 8; 8:29, 39; 9:17, 31; 11:28; 13:4, 52.
(98) Efe. 3:20.
(99) Gál. 5:13, 14, 16, 18, 22, 23.
(100) Isa. 42:6; 49:8; Juan 6:27.
(101) Heb. 8:6.
(102) Juan 4:34; 5:30; 15:10.
(103) Juan 19:28-30.
(104) Mar. 15:37, 38.
(105) Juan 6:29.
(106) Mat. 11:28-30.
(107) Juan 5:24.
(108) Rom. 4:13, 14, 16, 20, 21; Gál. 3:29; 4:23, 28.
(109) Reconocer que algunos aspectos de la promesa del nuevo pacto no se experimentan sino hasta la Segunda Venida de Cristo.
(110) Gén. 17:13.
(111) Gál. 5:1-4.
(112) Núm. 18:17-19.
(113) 2 Sam. 23:5.
(114) Isa. 61:8; Eze. 37:26.
(115) Jer. 31:27-34; 32:40.
(116) "Es el pacto [sempiterno o el nuevo pacto] o testamento que fue
recibido por Abraham. Fue prometido primero, pero esta promesa fue
debidamente cumplida por Jesús, a saber, 'en relación con
esta sangre', cuyo poder expiatorio es permanente, eterno. El
testamento que fue llevado a Israel por Moisés era sólo
una adición temporal; Israel ha perdido sus promesas. El sello
eterno sobre la expiación de Jesús es su
resurrección, cuando Dios le trajo nuevamente 'de entre los
muertos'". R. C. H. Lenski, Hebrews, p. 494.
(117) Gén. 26:5.
(118) Gén. 20.
(119) Gén. 16.
(120) Gén. 12, 17, 22.
(121) Sant. 2:10.