LA MENTIRA WHITE
Título del libro en inglés:
The White Lie
Walter T. Rea
Capítulo 7
Nueva Luz de White
Los Hechos de los Apóstoles
El fundamento para la reinterpretación Adventista
de la historia antigua y la doctrina fue echado con Patriarchs and Prophets
(1890),
que se convirtió así en la piedra angular de la teología
y la geología Adventistas. Luego, Desire of Ages (1898) habría
de convertirse en la piedra clave en el arco de la cristología Adventista
del Nuevo Testamento. Después, el juego más importante de
conchuelas de "ahora lo ves, ahora no lo ves" tuvo lugar con otro libro,
The
Acts of the Apostles (1911), el subproducto de Sketches from the
Life of Paul (1883), y aún antes, The Spirit of Prophecy
(tomo tres, 1878), habría de erigirse en monumento al disparate
Adventista de la mentira blanca.
Muchos Adventistas han oído hablar algo del conflicto
acerca de Sketches from the Life of Paul. Había sido publicado
en 1883 y presentado a la iglesia y al público como la mayor fuente
de información inspirada sobre la vida de Pablo desde que Lucas
escribió el Libro de los Hechos. El prefacio daba la pauta:
La escritora de este libro, habiendo recibido
ayuda especial del Espíritu de Dios, está en capacidad de
arrojar luz sobre las enseñanzas de Pablo y su aplicación
para nuestro tiempo, como ningún otro autor está preparado
para hacerlo. Ella no se ha permitido a sí misma discutir teorías
ni especular. No se ha introducido ningún material extraño.
En consecuencia, mucho de lo que está contenido en otros libros,
que es interesante para los curiosos y tiene cierto valor, pero que es,
después de todo, poco más que teoría, no encuentra
cabida en este libro. 1
Claramente, este viaje rápido a través de los
más o menos sesenta años plenos de Pablo iba a salvar los
bajíos de la especulación humana, que habían hecho
encallar a otros escritores antes de Ellen. En años posteriores,
se argumentaría que ella no escribía el prefacio de sus libros
y que, a menudo, tampoco escribía las introducciones - lo cual puede
ser, pero si es así, destruye el argumento de que ella estaba siempre
en control y siempre supervisaba el producto terminado. O Ellen apoyó
esa afirmación, o no la apoyó; pero, en todo caso, la declaración
es útil para examinar lo que sucedió después de la
publicación.
El libro experimentó dificultades casi enseguida
tanto dentro como fuera de la iglesia. Francis D. Nichol, que más
tarde fue el apólogo de Ellen, hace lo mejor que puede para acallar
cualesquiera malos rumores y adelantarse a cualquier nueva crítica
contra la profeta. 2 Para darle a Nichol el crédito que merece,
quizás estaba tratando de salvar algo que era insalvable. Tuvo problemas
con esta tarea casi desde el principio. Algunos eruditos consideran la
defensa inadecuada e inexacta. 3 A decir verdad, algunos han sugerido que
el nombre de Arthur White debería haber sido incluído como
colaborador. El libro de Nichol, Ellen G. White and Her Critics
[Ellen G. White y Sus Críticos], se escribió para continuar
la huída de la realidad con la leyenda de Santa Ellen, reordenando
los hechos para negar que Ellen fuera siempre cualquier cosa, menos ética,
en su manera de escribir. Un observador ha dicho que
Nichol no hizo públicos todos los documentos
vitales que poseía. Conocía la devastadora evidencia de la
carta de la Sra. White para Bates en 1847 [concerniente a la puerta cerrada],
pero no dijo nada acerca de ello. 4
Si esta información es verdadera, entonces, ¿qué
objetividad podría Nichol aportar a las ideas que expuso en relación
con Sketches from the Life of Paul? Ya sea que hubiera o no una
amenaza de demanda judicial, el libro fue retirado de la circulación,
dando cada lado del debate diferentes razones para su fallecimiento. El
libro no estuvo disponible nuevamente hasta que se publicó una reproducción
en facsímil noventiún años más tarde.
El gran alboroto acerca del librito puede contarse de
una manera simple. El método de escribir seguía el modelo
que ya se había establecido, y no hay duda de que el material fue
robado de otras fuentes. Hubo quejas de que Sketches sonaba muy
parecido a The Life and Epistles of St. Paul, escrito por W. J.
Conybeare y J. S. Howson. Aunque las similitudes fueron negadas en ese
tiempo, un examen posterior mostró que la crítica tenía
fundamento. Se usó una comparación de por cientos para tratar
de reducir al mínimo el hecho de la dependencia.
Un estudio efectuado por H. O. Olson 5 a principios de
1940 fue la base para el material en el libro de Nichol que defendía
a Ellen. Olson presentó páginas y páginas de comparaciones,
pero sólo informó de citas directas o palabras similares.
La verdad es que Ellen había usado material del otro autor casi
sin interrupción. Comparaciones más recientes indican que
la paráfrasis del libro de Conybeare y Howson es evidente en la
estructura, las palabras, los párrafos, y hasta las páginas
del material - casi sin darle a Dios oportunidad, en muchos casos, de insertar
una palabra transversalmente. 6 Hasta el color local y el vocabulario de
Ellen son limitados en algunos capítulos.
A pesar de los trucos en la preparación del libro,
las conocidas críticas, y el hecho de que habían transcurrrido
noventa años, la reimpresión del facsímil se hizo
en 1974 sin cambios ni confesiones. En el nuevo prefacio de la edición
en facsímil, los fideicomisarios del White Estate todavía
alababan los méritos del libro como si no hubieran aprendido ninguna
lección en los pasados cien años:
Al comienzo, un lector observó que, en
sus treinta y dos capítulos, había "muchos puntos que no
se mencionan en el Nuevo Testamento" - más de 750 de ellos. George
I. Butler, presidente de la Conferencia General, escribió emotivamente
en el Review and Herald después de leer el libro:
Hay pasajes en él que tocaron nuestros
corazones en lo más profundo, e hicieron brotar lágrimas
de nuestros ojos. Terminamos de leer sus páginas con una muy grande
admiración por el carácter y la vida de este devoto apóstol,
y con un claro sentido del poder de la religión de nuestro Señor
y Salvador para ayudar y ennoblecer a la humanidad débil y caída.
- Review and Herald, julio 24, 1883. 7
Para una iglesia que siempre le había dicho al público
que nada debería añadirse al Canon, más o menos unos
pocos pensamientos, 750 nuevas adiciones serían impresionantes hasta
para un libro escrito por Ellen.
La admisión por parte de H. O. Olson de que ella
había copiado material era comprensible. Pero, como uno de los que
estaban enterados, él tenía información confidencial
adicional que Nichol no usó en su libro. Olson también había
hecho un estudio sobre otro autor que Ellen y su grupo encontraron útil
- pero que, como de costumbre, no habíe;an reconocido. Al documento
se le dio el pesado título de "Comparaciones entre The Life and
Works of Paul, escrito por Farrar, y Sketches from the Life of Paul,
escrito por la Sra. E. G. White, para establecer si el último dependió
del primero". El estudio era una verdadera promesa. Las comparaciones se
hicieron circular entre los miembros de la iglesia en el campo a solicitud,
con la particularidad de que les faltaba la primera página. Esa
página decía:
No se leyó cuidadosamente y no se hizo
ninguna comparación entre The Life and Works of Paul, escrito
por Farrar, y Sketches from the Life of Paul, escrito por la Sra. E.
G. White, como en el caso entre ésta última y Life and Epistles
of the Apostle Paul, escrito por Conybeare y Howson; sino que se utilizó
un día en un esfuerzo para establecer si alguna parte del libro
de la Sra. White estaba basado en el libro de Farrar. En especial, comparé
las secciones de Sketches from the Life of Paul, que no tenían
citas de Life and Epistles of the Apostle Paul. 8
A pesar de todas las lecciones del pasado, y como para seguir
un modelo de no ver, Olson continuó restringiéndose, como
otros que vinieron después. Nadie parecía querer reconocer
la mercancía robada en la casa de empeños de Ellen, porque
los futuros investigadores parecen haberse hecho eco de Olson cuando dice
en la primera página de su documento:
En el capítulo en el tomo I de la obra
de Farrar que trata de la obra en Corinto, encontré dos pasajes
de los cuales
se habían citado posiblemente tres y cinco
palabras, respectivamente, y en la sección en el tomo II, que
trata de Nerón, encontré cuatro pasajes, con un total de
ciento
cinco palabras que eran las mismas que se encontraban en la sección
correspondiente del libro de la Sra. White. [La cursiva ha sido añadida].
Una y otra vez, los que estaban incluídos en el Plan
del clan de la iglesia se apresuraron a emitir juicios para salvar a Ellen
- cerrando los ojos a las paráfrasis o el uso libre en las adaptaciones
de material ajeno. Así contribuyeron a mantener viva la mentira
blanca.
Sin embargo, hubo algunos contemporáneos de Ellen
que veían lo que ocurría cuando Ellen y su grupo hacían
arder el aceite de medianoche bien entradas las horas de la madrugada.
10 Arthur G. Daniells, (presidente de la Conferencia General de los Adventistas
del Séptimo Día desde 1901 hasta 1922 ), cuando se le pidió
que explicara aquellas luces del norte que a menudo iluminan el material
ajeno, presentó alguna justificación del problema durante
la Conferencia Bíblica de 1919, en la cual se hicieron esfuerzos
para enfrentarse a los escritos de Ellen. Como muchos de los miembros del
clan que todavía querían trabajar para el sistema, tomó
el camino más fácil en su explicación:
Sí; y ahora consideren ese libro Life
of Paul, - supongo que todos ustedes lo conocen, así como las afirmaciones
que se hicieron contra ella, acusaciones de plagio, hasta por los autores
del libro, Conybeare y Howson, que probablemente causarían problemas
a la denominación porque una porción tan grande de su libro
fue puesto en The Life of Paul sin dar ningún crédito ni
usar comillas. Algunas personas de lógica estricta podrían
exagerar sobre esa base, pero yo no soy así. Lo encontré,
y lo leí con el Hermano Palmer cuando lo encontró, y obtuvimos
el de Conybeare y Howson, y también History of Reformation, de
Wylie, y leímos palabra por palabra, página tras página,
y no encontramos ni citas ni créditos, y realmente no supimos
la diferencia hasta que comenzamos a compararlos. Supuse que era el
trabajo de la propia hermana White. La pobre hermana dijo: Vaya, yo
no sabía nada de citas ni de créditos. Mi secretaria debería
haberse encargado de eso, y la casa publicadora debería haberse
encargado de eso". [La cursiva ha sido añadida]. 11
Ellen debe haber aprendido bien su lección de Eva,
que culpó a la serpiente por su caída. Es difícil
creer, todavía en 1883, en su plan de reescribir la historia y la
teología a partir de otros autores, que Ellen no supiera la diferencia
moral y ética en áreas tan delicadas cuando, de acuerdo con
ella, Dios estaba a su lado todo el tiempo mientras ella hacía lo
que hacía. Si, como aseguraba Ellen, Dios le estaba dando continua
información acerca de la ropa sucia de los miembros de la iglesia,
seguramente debe haberle dado información confidencial acerca de
la delicadeza de dar crédito cuando usaba material ajeno.
La mayor parte de los libros y materiales posteriores
de Ellen llegaron después de que se le había informado del
problema con Sketches from the Life of Paul y después de
la ya mencionada confesión de ignorancia. Es asombroso que ni ella,
ni sus ayudantes, ni la iglesia dieran jamás ni un ápice
de crédito a nadie, hasta la edición de 1888 de The Great
Controversy. Aún entonces, se hizo de manera tan improvisada
que tuvo que ser mejorada en la edición de 1911.
A Daniells no le gustó lo que vio. Pero, siendo
buen político, había aprendido a no decir nada bien. En 1919,
expresó honestamente la siguiente convicción:
Allí vi la manifestación de lo
humano en estos escritos. Por supuesto, yo podría haber dicho esto,
y lo dije, que deseaba que se hubiese tomado un rumbo diferente al compilar
los libros. Si se hubiera tenido el debido cuidado, se habría
evitado que mucha gente se descarriara. [La cursiva ha sido añadida].
12
Pero no se tuvo el debido cuidado. En realidad, las afirmaciones
de Ellen y de sus escritos se volvieron aún más abarcantes
y extremas, y hasta la fecha hay gente que está siendo "descarriada".
Pero Daniells estaba teniendo problemas con algo más
que con
Sketches from the Life of Paul. En la misma Conferencia
Bíblica de 1919, habría de decirles a los presentes (la mayoría
de los cuales revelaron sufrir de tortura mental acerca de la infalibilidad
y el plagio de Ellen) que había visto otros problemas en otros libros:
En Australia, vi preparar The Desire of Ages,
y reescribir capítulos, algunos de ellos una y otra y otra y otra
vez. Vi eso, y cuando le hablé a la Hermana Davis acerca de eso,
les digo que tuve que enfrentarme con esto y comenzar a establecer cosas
en relación con el espíritu de profecía. Si nunca
se hubiesen tomado estas falsas posiciones, el asunto habría
sido mucho más sencillo de lo que es hoy. Todo lo que ha sido objeto
de la acusación de plagio se habría simplificado, y creo
que hombres habrían sido salvados para la causa si desde el
comienzo hubiésemos entendido esto como debería haber sido.
Sosteniendo
esos falsos puntos de vista, tenemos dificultades para enderezar las cosas.
No nos enfrentaremos a esas dificultades recurriendo a una falsa afirmación.
[Las cursivas han sido añadidas]. 13
Daniells no hablaba de "inspiración verbal", como
algunos quieren hacerle creer a la gente. Sabía, como otros lo habían
sabido antes que él, que algunos de los que estaban alrededor de
Ellen habían estado usando el privilegio editorial y licencia para
incorporar algunos de sus propios pensamientos. Ellen no estaba en control
todo el tiempo. Daniells la había visto soltar las riendas y tener
menos control con el correr del tiempo. Él cuenta su preocupación:
La visité una vez para hablarle acerca
de este asunto del "continuo", y llevé conmigo aquel viejo gráfico
... y lo puse sobre su regazo, y tomé Early Writings y se lo leí,
y entonces le hablé de la controversia. Pasé mucho tiempo
con ella. Era uno de sus días en que se sentía alegre y descansada,
así que se lo expliqué con bastante detalle. Le dije: "Ahora,
aquí usted dice que se le mostró que el punto de vista que
los hermanos sostenían acerca del "continuo" era correcto. Ahora,
hay dos partes aquí en este 'continuo', que usted cita. Uno es este
período de tiempo, los 2300 años, y el otro es lo que era
el mismo 'continuo'".
Lo revisé junto con ella, y cada vez que yo llegaba
a ese tiempo, ella decía: "Vaya, yo sé lo que se me
mostró, que ese período de días era fijo, y que no
habría ningún tiempo definido después de eso. Los
hermanos estaban en lo cierto cuando llegaron a la fecha de 1844".
Entonces yo dejé eso, y continué con este
"continuo". Ella dijo: "Vaya, hermano Daniells, yo no sé lo que
es ese 'continuo', si es paganismo o el ministerio de Cristo. Eso no es
lo que se me mostró". Y enseguida regresaba a esa zona crepuscular.
14
Hay quienes creen que Daniells se metió en aguas profundas
tratando de reducir la velocidad de la leyenda de Ellen, y que fue despedido
por los verdaderos creyentes en 1922 en parte a causa de los rumores de
su falta de fe en Ellen y en sus escritos. 15 Ésta puede ser o no
una correcta interpretación de lo que pasó. Sin embargo,
uno por uno, los que mejor conocían a Ellen y estaban más
cerca de ella en el mundo real, a menudo eran disciplinados cuando no podían
seguir sus escritos en el mundo irreal, donde su ficción era considerada
como hechos y su fantasía como verdad. Ellen no exigía que
todos vieran lo que ella veía, pero era necesario que creyeran
que ella había visto lo que decía que había visto.
Pero la parte inmensamente importante del juego de manos
era que nadie debería venir a ver dónde ella vio lo
que dice que vio. El verdadero truco consistía en convencer, a todos
y a cada uno de ellos, de que la mayor parte de la mercancía que
ella vendía era nueva y de primera mano. Con la ayuda de Ellen,
la iglesia se vendió esta mentira blanca a sí misma y se
la vendió a todos los demás que querían comprarla
- y ha continuado vendiéndola hasta eel día de hoy. Como se
está publicando material nuevo a una velocidad alarmante, mostrando
que la mercancía era y es sustancialmente de segunda y aún
de tercera mano, Ellen está en condiciones de convertirse, en gran
medida, en compiladora de material ajeno antes que en autora o empresaria
de mercadería divina.
A la luz del material de la Conferencia Bíblica
de 1919, que fue dado a la luz pública sólo en años
recientes - no de buena fe por el White Estate, sino por particulares -
sería temerario argumentar, como hacen algunos, que nadie sabía
lo que sucedía en el closet de los escritos de Ellen; porque, si
lo hubiesen sabido, se lo habrían dicho a los demás.
En realidad, sí hubo gente que lo dijo.
Pero los que lo hicieron no han sido recompensados por sus esfuerzos: Stewart,
Sadler, los Kellogg, Ballinger, Canright, Colcord, Smith, y Daniells, entre
otros. Más tarde, las asistentes de Ellen - Fannie Bolton, su
sobrina Mary Clough, y hasta Marian Davis, su leal empleada editorial,
que trabajó para ella por más tiempo - se revelarían
preocupadas y nerviosas por su participación en el copiado de Ellen.
Aún más tarde, nos enteraríamos de que las preocupaciones
de Lacy, Prescott, y otros fueron también ignoradas, y que sus preguntas
quedaron para poner perplejas y tentar a las mentes inquisitivas de hoy
día.
Uno por uno, cada uno de ellos fue persuadido por medio
de una "reprensión", un "testimonio", un consejo, y la confrontación,
y sus testimonios minimizados. 16 Como Uriah Smith lo había averiguado
antes que ellos, no era aconsejable revolver mucho la casa de empeños
de Ellen mirando las etiquetas de su mercancía para ver si era de
primera o de segunda mano. Algunos de los que lo hicieron fueron silenciados,
cambiados de lugar, o rechazados como no aptos para Dios o su obra. Ellen
y sus "verdaderos creyentes", los custodios de las llaves, habiendo inventado
la idea de la puerta cerrada en 1844, estaban decididos a mantenerla cerrada
para todos, menos para los que juraran que creían que Ellen, y sólo
Ellen, había visto lo que había visto, y que nadie, pero
nadie, había visto nunca antes. Ella afirmaría que no había
visto ni leído el libro Paradise Lost de Milton. 17
Sé que la luz
que he recibido viene de Dios, no me la enseñó hombre alguno.
18
No leí ninguna obra sobre
la salud sino después de haber escrito Spiritual Gifts. 19
Mis visiones fueron escritas
independientemente de los libros o las opiniones de otros. 20
Ellen nunca se resignó a reconocer la influencia humana
en sus escritos. A los que veían las cosas de manera diferente jamás
se les permitió admitir lo que vieron o supieron - la base de todo
cambio para mejorar. Había que mantener la leyenda de que la relación
entre Dios y Ellen era tan estrecha que nada podría jamás
interponerse entre ellos. Y Ellen White ayudó a fomentar y a mantener
esa leyenda. Los que expresaban en voz alta su preocupación por
lo que veían eran declarados "suaves" acerca de Ellen y tratados
en consecuencia. La lista de los que recibieron noticias del desagrado
de Dios por medio de la pluma de Ellen es larga. 21
Aún hoy, mediante juramento, se hacen esfuerzos
para evitar que los maestros y dirigentes de las iglesias locales expresen
reservas respecto a Ellen y a sus escritos. A continuación, un ejemplo
de ese tipo de juramento, enviado a los miembros de iglesia el 3 de octubre
de 1980:
La junta de pastores de la iglesia de Aurora ha recomendado
que se le envíe esta carta a cada uno de los miembros. Sírvase
leer con cuidado.
Queridos miembros:
La iglesia de Aurora es miembro de la hermandad de
iglesias de la Conferencia de los Adventistas del Séptimo Día
de Colorado. Fue organizada para predicar el evangelio y sostener las enseñanzas
de la iglesia Adventista del Séptimo Día. En las Escrituras,
se le advierte a la iglesia que debe "estar alerta" contra individuos o
enseñanzas que puedan entrar y desbaratar la unidad o apartar a
los miembros de las creencias de la iglesia.
La iglesia Adventista del Séptimo Día
no tiene credo, pero sí tiene una declaración de creencias
que ha sido adoptada como la base de su existencia. La declaración
de creencias fue reafirmada en la reciente Conferencia General [1980].
Más recientemente, los dirigentes y eruditos adoptaron una declaración
de consenso que proporcionaba un fuerte apoyo a la posición oficial
de la iglesia sobre las enseñanzas relativas al santuario y el ministerio
profético de Ellen G. White.
Para preservar la unidad y mantener el orden, la iglesia
de Aurora debe solicitarles a los dirigentes y a los que ocupan puestos
en el ministerio de la enseñanza que se suscriban a las creencias
fundamentales de los Adventistas del Séptimo Día. Si un maestro
o dirigente no puede hacer esto a conciencia en este momento, le pedimos
que renuncie a su puesto voluntariamente. Le pedimos esto en un espíritu
de amor, creyendo que ésta sería la respuesta cristiana de
parte de la persona que se encuentre en desacuerdo con las enseñanzas
de la iglesia.
Reconocemos que Dios ha dado ciertos dones a individuos.
Estamos tratando de usar estos dones para la gloria de Dios. Esperamos
que cada uno de nuestros dirigentes y maestros reconozca su lealtad a la
iglesia y sus enseñanzas, y que continúe cumpliendo con sus
obligaciones.
17. El Don de Profecía.
Uno de los dones del Espíritu Santo es el de
profecía. Este don es una marca que identifica a la iglesia
remanente, y se manifestó en el ministerio de Ellen G. White. Como
la mensajera del Señor, sus escritos son una fuente continua y autorizada
de la verdad, y proporcionan a la iglesia consuelo, guía, instrucción,
y corrección. Además, sus escritos dicen claramente que la
Biblia es el modelo por el cual se ha de probar toda enseñanza
y toda experiencia. [La cursiva ha sido añadida]. 22
Quizás más que cualquier otro documento,
esta carta muestra cuán necesario ha sido y continúa siendo
que la iglesia use la fuerza y la presión para mantener la posición
de Ellen en la iglesia. También expresa con claridad que el cielo
Adventista es un cielo de Ellen G. White, y que los que vayan allí
tendrán que comprar su boleto de las santas concesiones de la iglesia
que se venden en la casa de empeños de Ellen.
Y sin embargo, ni una sola vez, ni siquiera en interés
de la justicia o la honestidad, se le ha dado crédito a nadie por
su contribución concerniente a los escritos que la iglesia hora
promociona como "el espíritu de profecía". Algunas veces
se mencionó a los mecánicos, pero siempre se negó
la influencia externa. 23 La única declaración de alguna
sustancia a la que la iglesia señaló alguna vez es la que
se puso en la introducción a la edición revisada de The
Great Controversy de 1888 y más tarde en la edición de
1911. John Harvey Kellog parecía tener la verdadera respuesta a
esa actuación cuando dijo:
Continuaron vendiéndolo, pero cambiaron
el prefacio en la siguiente edición [1888] para proporcionar una
pequeña salida a través de la cual poder escaparse arrastrándose,
y dieron un pequeño indicio, de una manera muy suave y más
bien oculta, que el autor había utilizado información obtenida
de varias fuentes, así como de la inspiración divina. Eso
es lo que yo recuerdo. Y recuerdo que vi la corrección, y no me
gustó, y dije: "Eso es sólo arrastrarse, eso es simplemente
algo puesto allí para que el lector corriente no lo descubra en
absoluto, sino que vea allí las afirmaciones mayores como de inspiración
divina, para que sean engañados con eso". 24
A medida que la historia se revelaba año tras año,
y década tras década, más y más dirigentes
de iglesia, amigos personales, ayudantes, y otros cayeron en la cuenta
del juego de esgrima que Ellen y su grupo estaban jugando, pero cuando
dieron un paso adelante para testificar de lo que habían visto,
o para hacer preguntas acerca de lo que no entendían, fueron fusilados.
Fannie Bolton, una de las asistentes editoriales de Ellen,
fue uno de los casos. Fue contratada por su reconocido talento. Pero varias
veces, llena de remordimientos por lo que veía y lo que se le pedía
que hiciera, fue donde personas importantes para contarles su historia
y tratar de obtener algunas respuestas para lo que ella sentía que
no era apropiado. Una de esas personas fue Merritt G. Kellogg, que escribió
acerca de esa experiencia:
Dijo Fanny: "Dr. Kellogg, tengo una gran angustia mental.
He venido a pedirle consejo, porque no sé qué hacer. Le he
dicho al pastor Starr [Geo. B.] lo que voy a decirle a Ud., pero no me
dio ningún consejo satisfactorio. Ud. sabe que yo estoy escribiendo
todo el tiempo para la hermana White. La mayor parte de lo que escribo
se publica en Review and Herald como si hubiese salido de la pluma
de la Hna. White, y se despacha como si hubiese sido escrito por la hermana
White por inspiración divina. Quiero decirle que me siento muy angustiada
acerca de este asunto porque me parece que estoy actuando de manera engañosa.
La gente está siendo engañada acerca de la inspiración
de lo que escribo. Me parece muy mal que cualquier cosa que yo escriba
salga con la firma de la hermana White como si fuera un artículo
especialmente inspirado por Dios. Lo que yo escribo debería salir
con mi propia firma, para que se le dé crédito a quien lo
merece". Le di a la Srta. Bolton el mejor consejo que pude, y poco después
le pedí a la hermana White que me explicara la situación.
Le dije exactamente lo que Fanny me había dicho. La Sra. White me
preguntó si Fanny me había dicho lo que yo le había
repetido a ella, y cuando le dije que sí, me dijo: "El pastor Starr
dice que ella fue donde él con lo mismo. Ahora", dijo la hermana
White con algún calor, "Fanny Bolton jamás volverá
a escribir ni una sola línea para mí. Ella puede hacerme
daño como ninguna otra persona puede hacerlo". Algunos días
más tarde, la Srta. Bolton fue devuelta a los Estados Unidos. Desde
ese día hasta hoy, mis ojos han permanecido abiertos. M. G. Kellogg.
25
Al White Estate le gusta decir que hay pruebas disponibles
indicando que Fannie era emocionalmente inestable. ¿Por qué
no debería serlo, considerando las influencias y presiones que actuaban
sobre ella? Algunas de estas influencias y presiones aparecen más
tarde en su "confesión". Bajo el sistema de relación laboral
de Ellen, uno no era despedido abiertamente sin que Dios estuviese activamente
en la junta laboral. El pastor Starr cuenta cómo ocurrían
esas separaciones:
Luego, me retiré a mi habitación y oré
fervorosasmente en relación con el asunto, pidiéndole al
Señor más luz y dirección en cuanto a cómo
llegar a la raíz de la dificultad. Al salir de mi habitación,
pasé en frente de la puerta de la hermana White, y como estaba entornada,
ella me vio y me llamó a su habitación, diciendo: "Tengo
problemas, hermano Starr, y me gustaría hablar con Ud".
Le pregunté la naturaleza de su problema, y ella
contestó: "Mis escritos, Fanny Bolton" - sólo cuatro palabras.
Luego, le pregunté cuál era el problema con Fanny Bolton
y sus escritos... Ella dijo: "Quiero contarle una visión que tuve
hoy como a las dos de la mañana. Estaba tan despierta como lo estoy
ahora, y aparecieron por encima de mí un carruaje de oro y caballos
de plata, y Jesús, en su real majestad, estaba sentado en el carruaje.
Quedé muy impresionada con la gloria de esta visión, y le
pedí al ángel que me acompañaba que no permitiera
que la visión desapareciera sino hasta que yo hubiese despertado
a toda la familia. Él dijo: 'No llames a la familia. Ellos no ven
lo que tú ves. Escucha un mensaje'. Entonces me llegaron las palabras
retumbando sobre las nubes desde el carruaje y desde los labios de Jesús:
'¡Fanny Bolton es tu adversaria! ¡Fanny Bolton es tu adversaria!
El mensaje se repitió tres veces. Ahora," dijo la hermana White,
"yo tuve esta misma visión hace como siete años, cuando mi
sobrina, Mary Clough, trabajaba en mis escritos. [Ella dijo]: 'Tía
Ellen me da los escritos en borrador, y yo los pulo, pero no recibo ningún
reconocimiento por ello. Todo sale firmado Ellen G. White". 26
Ningún huelguista moderno tendría menos
oportunidad estando Dios haciendo las negociaciones en esa junta laboral.
(Evidentemente, éstas eran negociaciones de tan alto nivel que no
se le podían confiar ni siquiera a ninguno de los ángeles
subordinados). En todo caso, en aquellos días era lo mismo que ahora:
Cuando el árbitro dice que estás fuera, ¡estás
fuera!
Uno de los interesantes apartes de este asunto parece
ser el de Mary Clough, la sobrina de Ellen. A menudo, había sido
alabada por su trabajo cuando estuvo con Ellen, quien dijo de ella:
Mary es muy útil, y la aprecio.... 27
Trabaja bien con mis copias... 28 Estimo a Mary más y más
cada día....29 Mary me sigue muy de cerca. Se entusiasma tanto con
algunos temas, que me trae el manuscrito para leérmelo, después
de haberlo copiado. Hoy me mostró una gruesa pila de manuscritos
que había preparado. Los contempló con mucho orgullo....30
Pero, como Fannie, Mary también había caído
en desgracia y había sido despedida - nuevamente por Dios. Esto
demuestra que (también en aquellos días) cuando Ud. está
caliente, está caliente, pero cuando Ud. se ha enfriado (es decir,
cuando ha visto demasiado de lo que Ellen veía y dónde lo
veía), Ud. está fuera.
A pesar de todas las observaciones acerca del copiado
de Ellen que llegaban a Washington, D. C. por la línea caliente,
la posición oficial era, y es, que aún si se descubriera
que Ellen había copiado todo de Conybeare y Howson, ella no había
sido influída por lo que había reconstruído en sus
propias palabras con la ayuda de Dios. Todavía en 1959, en una serie
de artículos, el nieto Arthur todavía estaba renovando el
compromiso a favor de la abuela:
Con el paso de los años, la acusación
cambió a la de que la Sra. White había sido influída
en los mensajes que transmitía. Algunos indicaron que los mensajes
reflejaban las opiniones y los puntos de vista de sus asociados. No sería
extraño, decían, que algunos de los mensajes de la Sra. White
reflejaran las opiniones de otros, por cuanto ella estaba rodeada de dirigentes
poderosos. Algunos de los que recibieron mensajes de reprensión
se preguntaron en sus corazones o abiertamente: "¿Quién ha
estado hablando con la Hermana White?" 31
Es difícil creer que el nieto Arthur no supiera quién
estaba "hablando con la hermana White". Como custodio de las llaves de
la bóveda, él debe haber sabido cuáles evidencias
estaban disponibles para dar la respuesta. Pero continuó diciendo
por qué no se atrevía:
Si los mensajes transmitidos por Ellen G. White
tuvieron su origen en las mentes o en las influencias que la rodeaban;
si a los mensajes sobre organización se les puede seguir el rastro
hasta las ideas de James White o George I. Butler; si los consejos sobre
la salud se originaron en las mentes de los doctores Jackson, Trall, o
Kellogg; si las instrucciones sobre educación se basaron en las
ideas de G. H. Bell o de W. W. Prescott; si los altos estándares
defendidos en los escritos y los libros de Ellen G. White fueron inspirados
por los hombres poderosos de su causa - ¡entonces los consejos del
Espíritu de Profecía no significan para nosotros nada más
que algunas buenas ideas y consejos útiles! 32
Muy cierto. Es interesante especular sobre por qué
Arthur escogió los nombres que escogió, pues durante algún
tiempo la maquinaria Adventista de rumores había estado cuchicheando
los nombres de los que contribuían a los escritos de Ellen, incluyendo
los que él mencionó. H. Camden Lacey había escrito:
¿Y por qué no hablamos más
generalmente acerca de Él [el Espíritu Santo] de esa manera,
como lo hace nuestra traducción autorizada, y lo hicieron los Primeros
Escritos de la Hna. White, hasta que cayó bajo la influencia de
su esposo y otros pioneros? 33
Nuevamente, debe recordarse que los dirigentes de la iglesia
sabían que Lacey tenía información confidencial concerniente
a la composición de algunos de los libros; y en sus cartas a Leroy
E. Froom, le había escrito en 1945:
Pero él [W. W. Prescott] insistió
en su interpretación, y la Hna. Marian Davis pareció tragársela,
y he aquí que, cuando salió El Deseado de Todas las Gentes,
apareció aquella enseñanza idéntica en las páginas
24 y 25 que, según creo, ¡puede ser buscada en vano en cualquiera
de las obras publicadas por la Hna. White antes de ese tiempo! 34
Hay quienes pondrían en duda la exactitud de la memoria
de Lacey acerca de estas cuestiones, pero en fin de cuentas su memoria
tiene que contraponerse a la memoria del nieto Arthur o a la de cualquier
otro miembro del White Estate. Ellos no estaban allí cuando el incidente
tuvo lugar. Aunque Arthur no había sido adiestrado en psicología
moderna, ni había sido preparado a fondo como teólogo, sí
sabía que se le había confiado la tarea de proteger las concesiones
de su abuela, y no tenía ningún deseo de perder aquella franquicia
celestial, ni él mismo ni su iglesia. No estaba solo en la protección
de esa imagen celestial. En la segunda parte de sus artículos, cita
a la abuela Ellen como diciendo:
He tenido el hábito de no leer ningún
artículo doctrinal en el periódico, para que mi mente no
fuera influída por las ideas o los puntos de vista de nadie, y para
que el molde de las teorías de ningún hombre tuviera ninguna
conexión con lo que yo escribo. 35
Una persona razonable de mediana inteligencia y una modesta
educación puede ver que algo tiene que ceder. Una comparación
independiente de Sketches from the Life of Paul con los autores
que Ellen White usó proporcionaría suficiente evidencia para
que hasta sus más firmes defensores llegaran a la conclusión
de que, hasta en teología, las cosas iguales a sí mismas
también son iguales entre sí. 36 Pero Arthur no era matemático.
Así que, sin la restricción de esa disciplina, pudo escribir:
Estas afirmaciones de la Sra. White misma y de
los que estaban cerca de ella son francas, positivas, e inequívocas,
y deberían eliminar para siempre cualquier pregunta en cuanto a
si sus secretarias pudieron o no haber influído en los escritos
de E. G. White. La Sra. White no fue influída por los que estaban
cerca de ella, ni sus escritos fueron manipulados. Sus mensajes no se basaron
en las ideas de los que estaban cerca de ella, ni en información
que otros puedan haberle proporcionado. 37
Estas increíbles afirmaciones deberían haber
eliminado para siempre todas las preguntas - pero no las eliminaron. Habrían
de venir más, y en una secuencia más rápida. La posición
de la Iglesia Adventista cambió en la década de 1970. Para
salvarse de los efectos de la creciente evidencia de que Ellen sí
copió material ajeno, de que sí ocultó ese hecho,
y de que otros sí habían influído sobre ella, ahora
la iglesia dijo, de hecho - ¿y qué? El copiar material no
era nada nuevo. Como Ellen después de ellos, la mayoría de
los escritores bíblicos también copiaron de otros y fueron
influídos por otros. A partir de esa línea de razonamiento,
es claro que la iglesia y el nieto Arthur habían decidido en su
pensamiento que Ellen hacía mucho tiempo se había convertido
en la primera entre sus iguales.
El auditorio al cual apelaba Arthur en la Review
era un auditorio cautivo. Este auditorio no se daba cuenta, cuando leía
acerca de
Sketches from the Life of Paul, que antes de Sketches,
Ellen ya había extraído material libremente de otros autores
en su versión anterior sobre la vida de Pablo (tomo tres de El
Espíritu de Profecía). 38. En el prefacio de la reimpresión
de 1974, el lector cauteloso podría haberse tropezado con una joyita
de afirmación oculta allí, pero no muchos eran cautelosos
en la década de 1870, por cuanto ese reconocimiento habría
de venir noventiún años después de los hechos.
No se necesita un alto grado de erudición para
detectar la fórmula de Ellen para usar material de otros autores
en el precursor de Sketches from the Life of Paul. Sin embargo, se exige
cierto grado de algo más para entender cómo - después
de codearse, por decirlo así, con escritores como Conybeare y Howson,
Farrar, March, McDuff, y quién sabe cuántos más -
podía ella sostener, impávida, que no había sido influída
por ellos, cuando los rellenos sobresalían por todas partes. Si
ella
fue influída o no es ahora de menor importancia, siendo lo principal
que la iglesia y todos sus miembros ciertamente fueron influídos
por aquéllos de quienes ella copió (y fueron descaminados
en cuanto a los hechos). Y la iglesia en general continúa siendo
así influída por las ideas, oraciones, párrafos, y
hasta páginas del material que no es como ha sido representado.
Hasta H. O. Olson, que tenía la tarea de desviar
las críticas que venían de los que sabían cómo
Ellen había reunido material de otros para su Life of Paul,
admitió:
Aunque se pueden encontrar considerables paralelos
entre los dos libros, es evidente que sus objetivos no son los mismos.
39
¿Quién dijo que se suponía que sus objetivos
fueran los mismos? De alguna manera, los mayordomos del White Estate habían
"extraviado" aquella página frontal de la investigación de
Olson sobre parte del libro, y no reapareció en público sino
hasta que el Comité de Glendale se reunió en enero de 1980
para estudiar las comparaciones con las fuentes - y un Olson de otra generación
informó al grupo que su tío era el que había hecho
el estudio anterior. 40 Cualesquiera fueran los defectos de ese estudio,
fue el estudio que usó Nichol en su defensa de Ellen, y el libro
que había iniciado a la iglesia hacia abajo en el serpenteante camino
de los por cientos.
Acerca de la página frontal faltante, de la cual
pocos habían oído hablar, mucho menos leído, H. O.
Olson había dicho:
No se ha hecho ninguna lectura cuidadosa ni ninguna
comparación de The Life and Work of Paul, de Farrar, con Sketches
from the Life of Paul, de la Sra. E. G. White, como en el caso de éste
último con Life and Epistles of the Apostle Paul, de Conybeare
y Howson; sino que se utilizó un día en un esfuerzo para
establecer si alguna parte del libro de la Sra. White estaba basada en
el libro de Farrar. 41
Quizás si H. O. Olson no hubiese sido tan franco y
abierto, su trabajo habría tenido una circulación más
amplia. Él admitió las limitaciones de su estudio. Como muchos
lo harían desde sus tiempos hasta la actualidad, él buscaba
palabras y citas directas - no paráfrasis o adaptaciones de pensamiento.
Ese trabajo, que podría haberse hecho sin prisa en una tarde de
domingo, como diversión y jugando, fue considerado como defensa
sólida en el muro de la mentira blanca que pararía y rechazaría
desafíos por otros cuarenta años.
La secuela de la historia, sin embargo, es más
notable que su principio. Con la desaparición temporal de Sketches
from the Life of Paul y la expansión de la serie El Espíritu
de Profecía en la Serie del Conflicto, más grande, fue
necesario resucitar a Pablo de su funeral en Sketches. Ellen misma
expresó este deseo en 1903 cuando escribió:
Creo que debería publicarse una nueva
edición de Life of Paul. Le haré algunas adiciones
a este libro, sin embargo, antes de que se republique. 42
Ahora tenía más de setenta años y la
naturaleza había comenzado a cubrir los carbones del fuego de su
vida. En realidad, para cuando The Acts of the Apostles apareció
en 1911, ella tenía como ochenta y cuatro años de edad. 43
Lo que nació puede haber sido una nueva edición,
pero el relleno era el mismo. Para este tiempo, sin embargo, Ellen había
sido ascendida a una posición de supervisión, y actuaba sólo
como la superintendente de Dios. El Estate hace una interesante admisión
en Life Sketches of Ellen G. White:
Para cuando 1910 tocaba a su fin, la Sra. White
había considerado plenamente todos los problemas relacionados con
la edición recompuesta de Great Controversy. Habiendo completado
esa tarea, encontró tiempo para supervisar la revisión
de Sketches from the Life of Paul, y añadir varios capítulos
sobre la vida y los escritos de los apóstoles de la iglesia cristiana
primitiva. Este material se publicó en 1911, bajo el título The Acts of the Apostles [Los Hechos de los Apóstoles] [La cursiva
ha sido añadida]. 44
En realidad, no había mucho que supervisar. En algunos
casos, se reordenó el material original, se añadieron algunos
autores más, y se moderó algo del copiado más obvio
con más textos bíblicos.
Pero se había añadido una nueva dimensión.
Se llamó a los expertos para que hicieran un trabajo cosmético
sobre las cifras antiguas. De allí en adelante, sería difícil
relacionar The Acts of the Apostles con su predecesor, Sketches
from the Life of Paul, o el predecesor de éste último,
el tomo tres de El Espíritu de Profecía. Un estudio
cuidadoso y una cuidadosa comparación de los tres libros en el orden
de su producción muestra mucha imaginación y evolución
creativa - todo ello capaz de ser hecho por el hombre, no por Dios. El
tomo tres de El Espíritu de Profecía revelaba poca
teología original. Sketches from the Life of Paul añadió
material de más autores, pero no tenía más originalidad
- y no tenía ningún reconocimiiento de una creciente dependencia
de otros autores. 45
La edición final de The Acts of the Apostles
era un entretejido de materiales efectuado por un "consorcio" de conspiradores.
Algo del material que había sido copiado anteriormente fue reemplazado
con textos bíblicos. Se diluyeron y se limitaron los detalles obvios
de parafraseo. Pero un nuevo maestro entró a la arena de la inspiración.
A la vida de Pablo se le añadió la vida de Pedro. Esto, aparte
de la familia de Conybeare y Howson, Farrar, March, y McDuff, introdujo
capítulos adicionales, que mostraban la ayuda de John Harris, que
en 1836 había publicado una serie de cinco ensayos en un libro titulado
The
Great Teacher, que prometía mucho y se vendía bien. 46
The Great Teacher era diferente de cualquier cosa
que Ellen y su grupo hubiesen usado antes. La mayoría de los escritores
anteriores habían seguido bastante de cerca la narrativa de las
Escrituras. Esto había ayudado al Estate a defendese de las críticas
de que Ellen había copiado. La defensa era que, aunque se colaran
algunas similitudes de los autores usados, esas similitudes eran
sólo coincidencias, por cuanto tanto el material copiado como la
persona que copiaba estaban siguiendo la narrativa bíblica, y quizás
estaban usando las mismas referencias marginales, y quizás el mismo
diccionario bíblico, y quizás, quizás, quizás.
47
¡Pero este Harris no era ningún quizás!
Aquí mostramos una comparación de la introducción
de The Great Teacher con el tomo seis de Testimonies for the
Church:
Ellen G. White
|
John Harris
|
Debían estudiar las lecciones de Cristo y el carácter
de sus enseñanzas. Debían ver que ellas estaban libres del
formalismo y la tradición, y apreciar la originalidad, la autoridad,
la espiritualidad, la ternura, la benevolencia, y lo práctico de
sus enseñanzas. 48 |
El libro contiene cinco ensayos de considerable extensión,
y trata de los siguientes temas de importancia: - I. La Autoridad de
las Enseñanzas de Nuestro Señor. II. La Originalidad
de las Enseñanzas de Nuestro Señor.... III. La Espiritualidad
de las Enseñanzas de Nuestro Señor. IV. La Ternura
y la Benevolencia de las Enseñanzas de Nuestro Señor.
V. Lo Práctico de las Enseñanzas de Nuestro Señor.
49 |
Harris y The Great Teacher habían aparecido
en las obras de Ellen anteriormente pero, como en otros casos, sin crédito
ni reconocimiento. Se había encontrado el material de su libro muy
útil al reescribir The Desire of Ages en 1898. Muchísimas
veces, Harris y sus ensayos dejan su marca en The Acts y en The
Desire, y en Ellen y su iglesia. Algunos de los dulces dichos que repicaban
la campana Adventista armonizaban con Harris, no Ellen. Sin las afirmaciones
de Harris, como la de que
Él diseñó la iglesia para que
fuera su propio peculio; es la única fortaleza que él sostiene
en un mundo en rebelión; y por lo tanto, él tenía
el propósito de que en ella no se conociera ninguna autoridad
ni se reconociera ninguna ley, excepto la suya. 50
Las introducciones de The Acts y de The Desire
habrían sido tan monótonas como las de sus respectivos predecesores,
en los cuales estas introducciones faltaban por completo - lo cual mostraba
lo que Dios podía hacer con un poquito de ayuda.
Pero el uso de Harris y The Great Teacher no se
limitó a las introducciones a estos dos libros de Ellen. Más
tarde, Fundamentals of Christian Education, Counsels to Teachers,
y Education presentarían a Ellen de principio a fin - y poca
gente sabría que Harris era realmente la sensación del espectáculo.
51 Si las declaraciones de Harris fueran extractadas de cualquiera de los
cinco libros y puestas en otro lugar del mismo libro, la continuidad de
los pensamientos no se alteraría en ningún caso. Las declaraciones
no tienen relevancia ni valor en su contexto o ambiente a menos que el
lector les dé alguna suerte de valor. Por cuanto no siguen ninguna
narrativa bíblica ni ningún orden establecido, pueden usarse
como a menudo se usan - en cualquier parte, en cualquier momento, por cualquier
persona, para decir cualquier cosa o para establecer cualquier punto.
Se ha indicado que W. W. Prescott, el genio educativo
del Adventismo, 52 tenía gran interés en Ellen, así
como en su material y sus escritos. El estilo de leer y de pensar de Prescott
está mucho más de acuerdo con el de Harris que con el de
Ellen, pues, a diferencia de cualquier otra persona, Harris aparece en
la extensa lista de ella. 53 En años posteriores, el White Estate
hizo una interesante admisión en cuanto a la participación
de Prescott en la producción de The Desire of Ages. Un trabajo
dado a la luz pública por Robert Olson, y artículos posteriores
de Arthur White en la Review afirmaban que Prescott sí tuvo
algo que ver con la "corrección" gramatical en The Desire of
Ages. 54 Esas afirmaciones, más la carta de Lacey, relacionan
bastante bien a Harris y a Prescott con la cadena de sucesos.
Una nota adicional de interés es que cuando se
compara a The Doctrine of Christ, el libro de texto de Prescott
para la escuela superior, con Harris y su material (copiado de los primeros
pocos capítulos de The Desire of Ages), los tres muestran
una notable similitud, con Harris ocupando un rápido primer lugar,
Ellen claramente un segundo lugar, y el libro de Prescott en un lento tercer
lugar, pero todavía en la competencia. 55 Un final tan cerrado explicaría
por qué el profesor estaba tan preocupado de que el material escamoteado
de Harris y entregado a los "defensores" de la iglesia apareciera más
tarde en la casa de empeños de Ellen y se vendiera como mercancía
de Dios. 56
Para cualquiera que estuviera a cierta distancia, era
obvio que todo el "prestado" se hizo con espejos - pero no enfocados para
reflejar a Harris, o a March, o a Conybeare y Howson - ni siquiera para
reflejar a Dios. La obra final fue colgada en el Salón de la Fama
Adventista para reflejar la obra y la autoridad de Ellen como los dirigentes
y teólogos las han entregado a la Iglesia Adventista. Los últimos
cinco libros de la Serie Conflicto habrían de quedar como la contribución
duradera y autorizada de Ellen (y por ende, de Dios), y del Adventismo
a la geología, la teología, la cristología, y la escatología.
Los Adventistas creen y enseñan, ya sea oficialmente o extraoficialmente,
que la "inspiración" (o el genio) de Ellen y la habilidad para reasignar
los hechos de la historia y predecir los eventos del futuro, es de incuestionable
autoridad. La Conferencia General de 1980 de la Iglesia Adventista del
Séptimo Día, la expulsión de Desmond Ford en Colorado
más tarde ese verano, la constante negación de los hechos
en las investigaciones actuales sobre el programa de copiado de Ellen White
durante su vida, la insistencia en decir que cualquier falta que se pueda
encontrar en su vida y en sus métodos puede igualarse con las experiencias
de los escritores bíblicos - todo indica que ella es la intérprete
final e infalible de toda fe y práctica Adventista.
Sin embargo, ha habido grietas en el espejo Adventista.
La fuerte posición de la administración Adventista no ha
prendido en el mundo en general. Ni siquiera ha sido aceptada por la iglesia
en general. La Ellenología
es un fenómeno norteamericano.
Casi todos en el grueso del Adventismo están fuera de los Estados
Unidos y no han tenido la totalidad de sus escritos, ni les preocupa usarlos,
o por lo menos los interpretan en forma algo diferente de como lo hace
el
adherente norteamericano. Hasta los verdaderos creyentes que dejan las
costas de los Estados Unidos tienden a adaptarse a una influencia sin Ellen
en los asuntos de la iglesia y su estilo de vida personal, sólo
para cambiar a su posición anterior nuevamente cuando regresan a
la patria de Ellen. A menudo, la señal de este cambio es un anillo
de bodas, prohibido, por instrucciones de Ellen, para ministros y miembros
por igual en los Estados Unidos. Ellen había convertido la ausencia
de un anillo en la marca del Adventismo en los Estados Unidos, cuando escribió:
Algunos han llevado una carga con relación a llevar
un anillo de matrimonio, pensando que las esposas de nuestros ministros
deberían adaptarse a esta costumbre. Todo esto es innecesario. Que
las esposas de los ministros tengan el eslabón de oro que une sus
almas a Cristo Jesús, un carácter puro y santo, el verdadero
amor y la mansedumbre y la piedad que son el fruto del árbol del
cristiano, y su influencia en todas partes estará asegurada. El
hecho de que el hacer caso omiso de la costumbre dé lugar a observaciones
no es una buena razón para adoptarla. Los norteamericanos pueden
dar a entender su situación diciendo claramente que en nuestro país
la costumbre no se considera obligatoria. No es necesario que llevemos
la señal con nosotros, pues no estamos siendo infieles a nuestro
voto matrimonial, y el llevar el anillo no sería evidencia de que
somos fieles. Me preocupa profundamente este proceso de leudamiento que
parece estar ocurriendo entre nosotros, de conformidad con la costumbre
y con la moda. No debería gastarse ni un centavo en un anillo de
oro para testificar que estamos casados. 57
Por décadas, la discusión de esta prohibición
ha generado más calor que luz en los cuerpos deliberantes de la
iglesia, perdiendo Dios la discusión, si fue el autor, porque la
mayoría de las iglesias han aflojado la prohibición para
permitir que se use el anillo. De lo contrario, mucho del talento de la
iglesia estaría fuera de los límites de la gracia y el uso
de la iglesia. Todavía es difícil para los pastores y evangelistas
de la iglesia bautizar a miembros que tengan puesto su anillo, y a menudo
se usa un pedazo de cinta adhesiva para ocultarlo. Parece que hasta hay
maneras de rodear a Ellen y a su Dios.
La confesión, el comienzo de los comienzos, es
un acto antinatural - una admisión de culpa, de haber hecho lo malo,
y de propósito humano, en desacuerdo con la ética del hombre
o las leyes morales de Dios. Cuando la confesión viene de la mente,
es útil para propósitos externos. Cuando viene del corazón,
o el alma, es útil para propósitos internos. En cualquiera
de los dos casos, la confesión puede tener un efecto corto o duradero,
dependiendo de las circunstancias. Sin embargo, siempre se desperdicia
cuando ocurre demasiado tarde o cuando es forzada o extraída mucho
después de que el conocimiento de los hechos que causan la necesidad
de la confesión se haya propagado. Tal parece ser el caso en relación
con Arthur White y su trabajo de enero 18, 1981, titulado "The Prescott
Letter to W. C. White" [La carta de Prescott para W. C. White].
Fiel a la metodología del "staff" del White Estate,
Arthur trata en su documento de minimizar, o manchar sutilmente, a Prescott,
principalmente a causa de la carta de éste último a W. C.
White, sus conexiones con Abuela Ellen, y la reconocida ayuda que él
le proporcionó a los escritos de ella. La acusación de inclinaciones
panteístas se le hace a Prescott lo mismo que se le hizo a Waggoner
y a Kellogg. Quizás por falta de pruebas, Arthur no da los detalles
de sus acusaciones, sino que usa expresiones tales como " un indicio de
esto", "ulteriores afirmaciones parecen dar a entender esto", "parecía
confuso", "sólo con una dedicación sin entusiasmo", y "los
resultados sólo tuvieron éxito moderado". 58
Es en su apología - en la cual el White Estate,
con él a la cabeza, no hizo nada para corregir los malentendidos
acerca de los escritos de Ellen - donde Arthur White baja la guardia y
abre la puerta lo suficiente para dejar entrar un poquito de luz. Como
si temiera que los que saben, o pueden oír hablar de ello, pudieran
tener verdaderas buenas ideas, dice:
Estos hechos son tales que una mente prejuiciada o inescrupulosa,
o un investigador altamente crítico, puede malinterpretarlos
seriamente y usarlos incorrectamente. Lo que sigue se escribe con la esperanza,
y en oración, de que esta información sea usada justa y juiciosamente.
¿Y por qué fue presentada de mala gana?
Porque estaban involucrados hombres buenos de incuestionable integridad;
hombres de confianza, dedicados, en altas posiciones de dirigencia en las
iglesias, hombres que merecen ser recordados con honor y admiración,
y sobre todo, porque lo que tuvo lugar se hizo inadvertida e involuntariamente.
No
estamos discutiendo una coartada, sino más bien un accidente en
el cual algunos salieron mal heridos. [La cursiva ha sido añadida].
59
Luego viene la confesión:
Pero no fue sino hasta hace tres o cuatro años,
cuando las actas de las reuniones de los maestros de Biblia y de historia
en 1919 fueron reveladas y publicadas, que me enteré de la reunión
de 1919. 60
Y nuevamente, más adelante:
Es cierto que el intenso trabajo en un estudio
de la relación entre porciones de ciertos libros de Ellen G. White
y los escritos de comentaristas e historiadores ha revelado un uso más
amplio de otros escritos por parte de Ellen White de lo que eran conscientes
el White Estate o los actuales dirigentes de la iglesia. A través
de los años, el "staff" ha sido demasiado pequeño y ha estado
demasiado ocupado satisfaciendo las demandas impuestas sobre él
para darse tiempo para sondear respuestas a preguntas que ahora se hacen.
61
¿Dónde había estado el pobre Arthur
todos estos años cuando aquellas "inquisitivas" preguntas se hacían
una y otra vez?
Su trabajo podría indicar que, si en realidad ea
ignorante de la investigación de la Conferencia Bíblica de
1919 (que algunos creen que ha sido una de las más reveladoras e
importantes reuniones del Adventismo) y era ignorante del extenso trabajo
de copiado de Ellen en la preparación de sus libros, entonces quizás
ignoraba muchos más hechos concernientes a Abuela Ellen.
A pesar de estas inconsistencias y problemas de ética,
no puede negarse que Ellen había llegado a la cima, y a lo grande,
con sus escritos. En el sistema Adventista, ella había rediseñado
el pasado, dado lustre al presente, y añadido colores exóticos
al futuro. Ese futuro, como se detalla en la escatología Adventista,
se encuentra en el libro de Ellen The Great Controversy - en sí
mismo la mayor controversia de todos sus escritos.
Referencias y notas
1. Ellen G. White, Sketches from the Life of Paul
(Washington: RHPA, 1883; reproducción en facsímil, 1974),
prefacio, pp. 7-8.
2. Fancis D. Nichol, Ellen G. White and
Her Critics (Washington: RHPA, 1951), caps. 28 y 29.
3. Comité de Glendale, "Ellen G. White
Sources", cintas (28-29 de Enero de 1980). Donald R. McAdams y otros han
sido conscientes de que el trabajo de Nichol es inadecuado. Véase
también el trabajo de Ronald Graybill presentado en la Reunión
de Obreros de la Conferencia del Norte de California , marzo de 1981.
4. Robert D. Brinsmead, Judged by the Gospel
(Fallbrook, CA: Verdict Publications, 1980), p. 158.
5. H. O. Olson, "Comparison of The Life
and Epistles of the Apostle Paul, by Conybeare y Howson, and Sketches
from the Life of Paul, por Ellen G. White". (Washington: EGW Estate).
6. Véase el Apéndice, Cuadros
Comparativos del Capítulo 7.
7. EGW, Sketches from the Life of Paul,
prefacio de la edición en facsímil de 1974.
8. H. O. OLson, "Comparison of The Life
and Work of St. Paul, by Farrar, and Sketches from the Life of Paul,
by Mrs. E. G. White, to Ascertain If the Latter Is Dependent On the Former"
(Washington: EGW Estate).
9. Ibid.
10. Durante su vida, aparecieron muchas declaraciones
relativas a en qué momento, en un período de veinticuatro
horas, trabajaba Ellen White en sus escritos. En 1882, ella escribió
una larga epístola (publicada más tarde en el tomo cinco
de los
Testimonies, pp. 62-84, y también, en parte, en Selected
Messages, lib. 1, p. 27) en la cual hay estas afirmaciones: "Me he
despertado de mi sueño... y he escrito, a medianoche.... me levanté
a las tres de la mañana para escribirle". Estas afirmaciones y otras
parecidas usadas comúnmente por ella no dejan dudas de que ella
escribía mucho durante las noches.
11. [Conferencia Bíblica] "The Bible Conference of 1919".
Spectrum 10, no. 1 (mayo de 1979): 23-57.
12. Ibid., p. 52.
13. Ibid., p. 51.
14. Ibid., p. 35.
15. Bert Haloviak, "In the Shadow of the 'Daily': Background
and Aftermath of the 1919 Bible and History Teachers' Conference", trabajo
presentado en la reunión de los Eruditos Bíblicos Adventistas
del Séptimo Día, New York City, 14 denNoviembre de 1979.
16. Ingemar Linden, The Last Trump, p. 203. El pie de página
número 78 de Linden (con referencia a la controversia entre Uriah
Smith y los White) dice: "En 1870, [James White] efectuó una completa
purga de la iglesia de la oficina central. El propósito de la reorganización
era dar a los White un mejor control sobre la iglesia. Uno de los veteranos,
G. W. Amadon (1882-1913), ha proporcionado al historiador mucha información
útil en sus diarios", Diario de Amadon 1870-73, Biblioteca de la
Universidad de Andrews, Heritage Collection.
17. Véase el Capítulo Uno para los antecedentes.
18. EGW a Bates, 13 de julio de 1847, MS B-3-1847 (Washington:
EGW Estate). Arthur L. White citado por Robert Brinsmead en Judged by
the Gospel, p. 160.
19. EGW, "Questions and Answers", Review, 8 de Octubre
de 1867, p. 260.
20. Arthur L. White, "Who Told Sister White?" Review (21
de mayo de 1959), p. 7. EGW es citada de Ms. 7, 1867.
21. Linden, Brinsmead, Winslow, aquí y allá. Se
hace referencia a H.Camden Lacey en las cintas del Comité de Glendale
del 28-29 de enero.
22. [Un ministro Adventista del Séptimo Día] en
carta a los miembros de la iglesia de Aurora, Colorado, 3 de octubre de
1980.
23. Arthur L. White, "Who Told Sister White?" Review (14
de mayo de 1959).
24. [John Harvey Kellogg], "An Authentic Interview", pp. 33-34.
25. M[erritt] G. Kellogg, declaración [manuscrita] fotocopiada
circa 1908.
26. [George B. Starr], citado en "Statement Regarding the
Experiences of Fannie Bolton [ca. 1894] in Relation to Her Work for Mrs.
Ellen G. White", (Washington: EGW Estate, DF 445), p. 8.
27. "Ellen G. White´s Writings [letters] on the Life of
Christ", Ms. 683, EGW a JW, 4 de abril de 1876.
28. Ibid., p. 2. (EGW a JW, 7 de abril de 1876).
29. Ibid., p. 3. (EGW a Lucinda Hall, 8 de abril de 1876).
30. Ibid., p. 3. (EGW a JW, 16 de abril de 1876).
31. Arthur L. White, "Who Told Sister White?" Review (14
de mayo de 1959), p. 1. p. 6.
32. Ibid.
33. H. Camden Lacey a Arthur W. Spalding, 5 de junio de 1947,
p. 3.
34. H. Camden Lacey to Leroy E. Froom, 30 de agosto de 1945, pp.
1-2.
35. Arthur L. White, "Who Told Sister White?" Review (21 de mayo
de 1959), pt. 2, pp. 7-8.
36. Véanse los Cuadros Comparativos para el Capítulo
7 en el Apéndice.
37. Arthur L. White, "Who Told Sister White?" Review (21
de mayo de 1959, pt. 2, pp. 8-9.
38. Véanse en el Apéndice los Cuadros Comparativos
sobre The Spirit of Prophecy, tomo 3, para el Capítulo 7.
39. H. O. Olson, comparaciones del libro de EGW sobre Pablo con
el de Farrar y con los libros de Conybeare y Howson sobre Pablo.
40. El Comité de Glendale sobre las fuentes de EGW, 28-29
de enero de 1980, cintas.
41. Comparaciones, por H. O. Olson, entre el libro de EGW
sobre Pablo y los libros de Farrar y de Conybeare y Howson sobre Pablo.
42. E. G. W. Sketches from the Life of Paul, rproducción
en facsímil de la segunda edición, segunda página
del prefacio, edición de 1974.
43. Bible Conference "The Bible Conference of 1919," Spectrum
10, no. 1 (mayo de 1979), p. 35. Arthur Daniells relata el esfuerzo para
comunicarse con EGW, comentando, "Y enseguida se metía en aquella
zona crepuscular".
44. EGW, Life Sketches of Ellen G. White, p. 434.
45. Véanse los Cuadros Comparativos para el Capítulo
7 en el Apéndice.
46. John Harris, The Great Teacher (Amherst: J. S. &
C. Adams, 1836; Boston: Gould and Lincoln, 1870).
47. Raymond F. Cottrell y Walter F. Specht, "The Literary Relationship
Between The Desire of Ages, por Ellen G. White, y The Life of
Christ, por William Hanna", 2 partes, fotocopiado (Biblioteca, Archivos,
y Colecciones Especiales de la Universidad de Loma Linda, 1 de noviembre
de 1979), pt. 1, aquí y allá, Véase también
mi capítulo seis, "Sources from Which She Drew, More or Less".
48. EGW, Testimonies for the Church, tomo 6, p. 160.
49. Harris, The Great Teacher, p. 18.
50. Ibid., pp. 157-58.
51. Véanse los Cuadros Comparativos para el Capítulo
9 en el Apéndice.
52. SDA Encyclopedia, Serie Comentario, tomo 10, s.v. W.
W. Prescott. Prescott participó en gran parte de la historia Adventista
desde 1880 hasta 1930 (incluyendo la controversia con John Harvey Kellogg).
53. EGW Estate, "Books in the E. G. White Library in 1915", (Washington:
EGW Estate, n.d.), DF 884. Este inventario de diecisiete páginas
de libros "On Shelves in the E. G. White Study and in the Office and Vault"
[En Estantes en el Estudio de E. G. White, y en la Oficina y la Bóveda]
incluye casi cuatrocientos títulos, un buen número de ellos
juegos de varios tomos. Más recientemente, una lista informativa
fue preparada por Ronald D. Graybill y Warren H. Johns, "An Inventory of
Ellen G. White´s Private Library, July 29, 1981, draft" [Un Inventario
de la Biblioteca Privada de Ellen G. White] (Washington: EGW Estate, 1981).
54. Arthur L. White, "The E. G. White Historical Writings", una
serie de siete artículos publicados en el Adventist Review,
desde el 12 de julio de 1979 hasta el 23 de agosto de 1979.
55. W[illiam] W[arren] Prescott, The Doctrine of Christ (Washington:
RHPA, 1919). Véase pp. 9-11.
56. H. Camden Lacey a Leroy Froom, 30 de agosto de 1945; H. Camden
Lacey a Arthur W. Spalding, 5 de junio de 1947.
57. EGW, Testimonies to Ministers and Gospel Workers (Mountain
View: PPPA, 1923), pp. 180-81.
58. Arthur L. White, "The Prescott Letter to W. C. White [6 de
abril de 1915], "fotocopiado (Washington: EGW Estate, 18 de enero de 1981),
pp. 4, 7.
59. Ibid., p. 22
60. Ibid., p. 26
61. Ibid., p. 29
Cuadros Comparativos Escogidos
Libros escritos por:
|
Fuentes que ella utilizó
|
White, Ellen G.
|
Conybeare, W. J./Howson, J. S.
|
The Acts of the Apostles
Mountain View, California, Pacific Press, 1911. |
The Life and Epistles of the Apostle Paul
New York, Crowell, 1852. |
The Spirit of Prophecy, vol 3
Battle Creek, SDA Publishing Assn., 1878. |
Harris, John
|
|
The Great Teacher, 2nd. ed.
Amherst, J. S. y C. Adams, 1836. |
|
The Great Teacher, 17th. ed.
Boston Gould and Lincoln, 1870. |
|
March, Daniel
|
|
From Dark to Dawn
Philadelphia, J. C. McCurdy & Co., 1878. |
|
Night Scenes in the Bible
Philadelphia, Zeigler, McCurdy (1868-1870). |
|
Walks and Homes of Jesus
Philadelphia, Presbyterian Pub. Committee, 1856. |
Cuadros Comparativos de
Muestra
The Spirit of Prophecy, Vol.
3
Ellen G. White 1878
[295] Alquilaron testigos falsos para testificar
que lo habían oído hablar palabras blasfemas contra el templo
y contra la ley. |
The Life and Epistles of the
Apostle Paul
W. J. Conybeare/J. S. Howson 1852
[73] Sobornaron a testigos falsos para acusarlo
de blasfemar contra Moisés y contra Dios. |
[299] Se les requirió a los testigos que
habían acusado a Esteban que arrojaran las primeras piedras. Estas
personas pusieron sus ropas a los pies de Saulo...
El martirio de Esteban causó una profunda impresión
en todos los que lo presenciaron...
[300] Su celo [el de Pablo] por llevar adelante
la persecución aterrorizaba a los cristianos en Jerusalén.
Las autoridades romanas no hicieron ningún esfuerzo especial para
detener la cruel obra...
Él no fue miembro del concilio del Sanedrín
sino hasta después la muerte de Esteban, cuando fue elegido para
ser miembro de ese cuerpo en consideración del papel que había
jugado en ese ocasión.
|
[77] Y los testigos (que, de acuerdo con la Ley,
se requería que arrojaran las primeras piedras) se despojaron de
sus vestimentas exteriores y las pusieron a los pies de Saulo...
[75] Y es evidente ... cuán profunda impresión
había causado en su [la de Pablo] memoria la muerte de Esteban...
[80] No parece que las autoridades romanas los restringieran
en modo alguno...
Hay fuertes razones para creer que, si no era miembro
del Sanedrín al tiempo de la muerte de Esteban, fue elegido miembro
del poderoso senado poco después - posiblemente como recompensa
por el celo que había demostrado contra los herejes.
|
[317] La educación rabínica y farisaica
de Pablo ahora habría de ser usada en buena cuenta predicando el
evangelio y sosteniendo la causa para destruir la cual había una
vez hecho todos los esfuerzos. |
[95] Su educación rabínica y farisaica
ahora era usada para sostener la causa que había venido a destruir. |
The Acts of the Apostles
E. G. White, 1911
|
The Great Teacher
John Harris, 1836 (ed. de 1870)
|
[11] La iglesia es la fortaleza de Dios, su ciudad
de refugio, que él tiene en un mundo rebelde. Cualquier traición
a la iglesia es traición contra Aquél que ha comprado a la
humanidad con la sangre de su Hijo Unigénito... Él ha enviado
a sus ángeles para ministrar a su iglesia, y las puertas del infierno
no han podido prevalecer contra su pueblo. |
[157] Él ha decidido que la iglesia sea
su propio peculio; es la única fortaleza que él tiene en
un mundo en rebeldía... de manera que, abrir sus puertas para dar
entrada a cualquiera de los rebeldes, por especioso que sea el pretexto,
es traición a la más sagrada confianza, y traición
a la gran causa de Cristo. |
[12] Por débil y defectuosa que sea, la
iglesia es el único objeto al cual Dios confiere su supremo cuidado.
Es el escenario de su gracia, en el cual se deleita revelar su poder para
transformar los corazones. |
[160] Pero la iglesia de Cristo, por débil
y defectuosa que sea, es el único objeto sobre la tierra al cual
confiere su supremo cuidado... Es el escenario de su gracia, en el cual
hace experimentos de misericordia sobre los corazones humanos, y efectúa
transformaciones. |
[12] No podía usar los reinos del mundo
como comparación. En la sociedad, no encontró nada con lo
cual comparararlo. Los reinos de la tierra gobiernan por el dominio del
poder físico; pero toda arma carnal, todo instrumento de coacción
está desterrado del reino de Cristo. |
[152] Porque, mientras alguna figura monstruosa,
de ferocidad y poder brutos, se consideraba símbolo apropiado de
cada monarquía precedente ... mientras ellos prevalecían
por el dominio del poder físico, toda arma carnal y todo instrumento
de
coacción debería ser desterrado de su reino... |
|
Night Scenes in the Bible
Daniel March, 1868-1870
|
[146] Pedro fue confinado a una celda labrada en
la roca, cuyas puertas tenían gruesos cerrojos y barrotes; y los
soldados de guardia fueron hechos responsables por la vigilancia de los
prisioneros... Pero los cerrojos y los barrotes... sólo harían
más completo el triunfo de Dios en la liberación de Pedro. |
[459-60] Dieciséis soldados armados, todos
los cuales respondían con sus vidas por la vigilancia, y una celda
hecha de roca maciza, y dos cadenas y tres puertas vigiladas y provistas
de cerrojos ... nos demuestran que el poder empleado en la defensa de la
religión de Jesús es más grande que los ejércitos
de los reyes. |
Véase el Apéndice
para cuadros comparativos adicionales
en relación con los libros
The Spirit of Prophecy, tomo 3
The Acts of the Apostles
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