Ellen G. White

MITOS ACERCA DE ELLEN G. WHITE:

SÓLO ASISTIÓA LA ESCUELA
HASTA TERCER GRADO

Tomado de The Ellen G. White Research Project


La Sra. White sufrió una severa lesión en la cabeza cuando estaba en tercer grado. Esta lesión la obligó a abandonar la escuela. Algunas veces, los Adventistas señalan a sus escritos y proclaman:

¿Cómo pudo alguien con sólo una educación de tercer grado escribir libros tan maravillosos?
Los que hacen esta pregunta dan a entender que la Sra. White debe haber recibido ayuda sobrenatural al escribir sus libros. Posiblemente, no se dan cuenta de que muchas personas realizadas y famosas han tenido éxito en la vida con poca o ninguna educación formal. Por ejemplo, consideremos a Thomas Edison, el inventor norteamericano que vivió durante el tiempo de la Sra. White, e inventó el fonógrafo, los bombillos incandescentes, y muchos otros artículos importantes. Edison nunca recibió más que unos pocos meses de educación formal. El hecho de que alguien con una limitada educación formal haya podido tener éxito en la actividad que escogió no es prueba de la intervención divina.

Más que una educación de tercer grado

Para comenzar, la Sra. White tuvo una educación superior a la de tercer grado. Después de recuperarse un poco de su accidente, Ellen Harmon asistió esporádicamente a la escuela durante los dos años siguientes, intentando continuar su educación con grandes dificultades:

Durante dos años, no pude respirar por la nariz,  y sólo pude asistir a la escuela por tiempo limitado. Parecía que me era imposible estudiar y retener lo que aprendía. Life Sketches, 1915, p. 26.
Un año más tarde, se matriculó en un seminario por poco tiempo:
Nuevamente, quise con ansiedad asistir a la escuela y nuevamente intentar obtener una educación. Entré en un seminario para señoritas en Portland, pero, al intentar reanudar mis estudios, mi salud se deterioró rápidamente, y fue evidente que si persistía en asistir a la escuela, sería a costa de mi vida. Con gran tristeza, regresé a mi casa. Life Sketches, 1915, p. 26.
Este intento terminó con la educación "formal" de Ellen Harmon:
No asistí a la escuela después de los doce años de edad. Testimonies, tomo 1, p. 13.
Sin embargo, ella continuó su educación informal. Fue instruída por un tiempo en su casa, y su madre la ayudaba en su educación:
Su madre, una mujer sabia y cuidadosa, no permitió que Ellen creciera en la ignorancia; en casa, ella aprendió muchas de las lecciones prácticas que necesitaba para la vida. Ellen G. White: The Early Years Volume 1-1827-1862, p. 32.
Es difícil calcular con exactitud cuánta educación recibió ella en realidad, pero sabemos que fue más de la equivalente a un tercer grado. Su educación fue suficiente para permitirle convertirse en una ávida lectora. Además, parece que su educación le proporcionó las habilidades básicas para escribir.

¿Ayuda sobrenatural o humana?

La Sra. White casi siempre recibía ayuda cuando escribía. Al principio fue James White. Más tarde, al tener más recursos económicos, contrató un equipo profesional para que le redactara sus libros, artículos, y hasta sus cartas personales. Contrató a Marian Davis, una escritora profesional, para que la ayudara con sus libros. Su secretaria, Fannie Bolton, redactó para la Sra. White por muchos años. Ud. puede saber más acerca de cómo estas mujeres ayudaban a Ellen White haciendo "click"aquí para leer las historias de Fannie Bolton y Marian Davis.

La Sra. White también recibió ayuda sustancial en su redacción copiando material de algunos de los más destacados autores cristianos de su tiempo. Se debate un poco acerca de la cantidad exacta de material que ella plagió de otros autores. Algunos libros calculan que hasta el 90 por ciento del material fue copiado.

No podemos juzgar si la Sra. White tuvo ayuda sobrenatural o no al escribir sus libros. Sin embargo, es claramente evidente que ella recibió ayuda humana sustancial.

¿Prueban sus escritos que ella fue inspirada?

¿Qué sucedería si a Ud. se le diera permiso para copiar cualquier material que Ud. quisiera de los principales autores cristianos en el mundo y ponerlo en un libro? ¿Y qué sucedería si Ud. tuviera un equipo de competentes redactores y escritores que le ayudara en este esfuerzo? ¿Cree Ud. que podría construir un libro inspirador? ¡Por supuesto que puede! A este respecto, ¡los inspiradores libros de la Sra. White no prueban que ella sea más profeta que Ud.!


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