EL PARAÍSO RESTAURADO
Una
teología bíblica de señorío
David
Chilton
Dominion
Press
Tyler,
Texas
©
1ero.
1985; 6to. 1999
APÉNDICE A
LA ESCATOLOGÍA DE DOMINIO:
RESUMEN
Para
aquellos a los que
les les gusta
que su escatología esté envuelta en un nítido
paquete, he preparado una lista de los 45 principales argumentos de
este libro, en el orden general en que fueron presentados (los
números de los capítulos están en
paréntesis). El lector debería considerar cada uno a la
luz de los argumentos bíblicos en el texto del libro.
Después de estas "proposiciones sobre la Esperanza", sigue una
breve sección que responde a algunos de los malentendidos de la
escatología de dominio.
Proposiciones
sobre la esperanza
- La Biblia
nos enseña a
tener esperanza, no desesperanza; a esperar la victoria y el
señorío del evangelio, no la huida y la derrota. (1)
- La profecía
bíblica está escrita en lenguaje tanto literal como
simbólico. La opción no es entre "literalismo" y
"simbolismo", sino entre un método de interpretar la Biblia bíblicamente o especulativamente.
(2)
- La salvación
es una re-creación.
En la
redención, Jesucristo restaura al hombre a la imagen de Dios. (3)
- La salvación
y sus
bendiciones se presentan en la Biblia como definitivas, progresivas, y finales. (3)
- No somos
salvos fuera de
nuestro entorno; más bien, la salvación obra para
restaurar la tierra como un todo. El santo monte de Dios (el huerto)
crecerá hasta llenar el mundo entero. (3-7).
- Dios bendice
la obediencia y
maldice la desobediencia; este patrón se volverá
dominante a medida que la historia progresa. (3-7)
- A través de
generaciones
de obediencia, los santos se volverán más y más
competentes y poderosos, mientras que los impíos se
volverán débiles e impotentes. (3-7)
- Los impíos
son
"arrebatados" primero (es decir, quitados de la tierra y desheredados),
mientras los justos entran más y más en posesión
de todas las cosas. (6)
- Jesucristo
vino como Hijo del
hombre (el segundo Adán) para establecer el reino de Dios en la
tierra. (8)
- La profecías
bíblicas de que Cristo reinaría como rey se cumplieron en
la entronización de Cristo a su ascensión. (8)
- La profecía
de Daniel
sobre el Hijo del hombre "viniendo en las nubes" se cumplió en
la ascensión de Cristo. (8)
- Jesucristo
derrotó
definitivamente y ató a Satanás y a los demonios en la
expiación, la resurrección, y la ascensión. (8)
- El reino fue
establecido
durante el primer advenimiento de Cristo (incluyendo el juicio del
año 70 D.C.); ahora está en progreso y aumentará
hasta el fin del mundo. (8-16)
- El Israel
étnico fue
excomulgado por su apostasía y nunca más volverá a
ser el reino de Dios. (9, 14)
- Ahora el
reino
está compuesto de todos (judíos y gentiles) los que han
sido redimidos por Jesucristo. (9)
- La iglesia
es ahora el templo
de Dios, habiendo morado en ella el Espíritu Santo en
Pentecostés y habiendo sido plenamente establecida en la
destrucción del antiguo templo en el año 70 D. C. (10-13)
- El discurso
del Monte de los
Olivos (Mateo 24, Marcos 13, y Lucas 21) no es sobre la segunda venida
de Cristo. Es una profecía de la destrucción de
Jerusalén en el año 70 D. C. (10-11)
- La gran
tribulación tuvo
lugar en la caída de Israel. No se repetirá y por ello no
es un evento futuro (aunque los cristianos de todas las edades han
tenido que soportar sufrimientos por su fe). (10-11)
- La Biblia no
predice que se
establecerá ningún futuro templo literal ni sistema
de sacrificios en Jerusalén. Las profecías
bíblicas sobre el templo se refieren a Cristo y a su iglesia,
definitivamente, progresivamente, y finalmente. (10-13)
- Aunque
Israel será
restaurado a la verdadera fe algún día, la Biblia no
habla de ningún plan futuro para Israel como nación especial. (14)
- El lenguaje
bíblico de
la re-creación (el "universo que se derrumba") simboliza el
juicio de Dios, y recuerda especialmente el diluvio y las plagas de
Egipto y el éxodo. (15)
- Anticristo
es un término
usado por Juan para describir la difundida apostasía de la
iglesia cristiana antes de la caída de Jerusalén. En
general, cualquier instructor o sistema apóstata puede ser
llamado "anticristo"; pero la palabra no se refiere a ningún
"futuro Fuhrer". (12-13)
- La "gran
apostasía"
ocurrió en el siglo primero. Por lo tanto, no tenemos ninguna
garantía bíblica de que podemos esperar una creciente
apostasía a medida que la historia progresa; en su lugar,
debemos esperar la creciente cristianización del mundo. (12-13)
- Los últimos días es
una expresión bíblica para designar el
período entre el advenimiento de Cristo y la
destrucción de Jerusalén en 70 D. C.: los "últimos
días" de Israel. (13)
- Antes de la
segunda venida de
Cristo,
la vasta mayoría de judíos y gentiles se
convertirá a la fe cristiana. (14)
- Todos los
enemigos de Cristo
están siendo sometidos gradualmente a su reino desde el cielo.
Él permanecerá en el cielo hasta que todos los enemigos
sean derrotados. El último enemigo, la muerte, será
destruido cuando Jesucristo regrese. (16)
- Jesucristo
regresará en
el día final, cuando la resurrección y el juicio final
tengan lugar. (16)
- El rapto y
la segunda venida
ocurrirán juntos. (16)
- Habrá una
resurrección general; los justos resucitarán para vida
eterna, y los impíos resucitarán para condenación.
(16)
- La principal
preocupación de la profecía es la conducta
ética: obediencia a
los mandatos de Dios. (17)
- El canon de
la Escritura se
cerró en 70 D. C., cuando el pacto antiguo pasó a la
historia. (18)
- El libro de
Apocalipsis no debe
interpretarse "futurísticamente"; para sus primeros lectores, su
mensaje era contemporáneo,
y el tiempo de su cumplimiento estaba "cerca". (18)
- La "bestia"
de Apocalipsis era
un símbolo tanto de Nerón en particular como del Imperio
Romano en general. (20)
- El "falso
profeta" simbolizaba
a los líderes religiosos judíos. (20)
- La "ramera"
simbolizaba a la
Jerusalén apóstata, que había dejado de ser la
ciudad de Dios. (21)
- El "milenio"
es el reino de
Jesucristo, que Él estableció en su primer advenimiento.
(22)
- La "primera
resurrección" es espiritual: nuestra justificación y
regeneración en Cristo. (22)
- Los "mil
años" de
Apocalipsis 20 son un símbolo de un vasto número de
años - más probablemente, muchos miles. (22, 24)
- Todos los
cristianos son
sacerdotes en esta era: todos los cristianos están sentados
ahora en lugares celestiales con Cristo. (22)
- La nueva
creación ya ha
comenzado: La Biblia describe nuestra salvación en Cristo, tanto
ahora como en la eternidad, como "nuevos cielos y nueva tierra". (23)
- La "Nueva
Jerusalén", la
ciudad de Dios, es la iglesia, ahora y para siempre. (23)
- El centro de
la
reconstrucción cristiana del mundo es la iglesia. La esencia de
la religión bíblica, y la fuente de la cultura cristiana,
es el culto a Dios. (24)
- El culto de
la iglesia y su
gobierno son reconocidos oficialmente en la corte celestial. Cuando la
iglesia pronuncia juicios legales, éstos son ejecutados en la
tierra, en la historia, por medio de la providencial
administración del mundo. (24)
- La meta
cristiana para el mundo
es el desarrollo universal de repúblicas teocráticas
bíblicas, en las cuales cada área de la vida es redimida
y puesta bajo el señorío de Jesucristo y el reinado de la
ley de Dios. (24)
- El modelo
cristiano de
ética en todas las áreas - los individuos, las familias,
los negocios, y los gobiernos - es la ley bíblica. El cristiano
no puede estar satisfecho con el "pluralismo", sino que el llamado es a
trabajar por el señorío de Jesucristo y su reino por
medio del mundo. La prosperidad del mundo vendrá de Jesucristo,
y sólo de Jesucristo. (24).
Malentendidos
sobre la esperanza
La
mayoría de las objeciones usuales contra la Esperanza se basa
en malentendidos radicales de la posición. El siguiente pasaje
del éxito literario de Hal Lindsey, Late Great Planet Earth,
es
típico de muchas declaraciones desinformadas y mal investigadas
sobre el tema:
Solía
haber un grupo llamado "postmilenialistas". Creían que los
cristianos desarraigarían el mal del mundo, abolirían los
gobiernos impíos, y convertirían al mundo a través
de un creciente evangelismo hasta introducir el reino de Dios en la
tierra por sus propios esfuerzos. Luego, después de 1,000
años de que la iglesia institucional estuviese reinando en la
tierra en paz, en igualdad, y en justicia, Cristo regresaría y
el tiempo llegaría a su fin. Esta gente rechazaba gran parte de
la Escritura como literal y creían en la bondad inherente del
hombre. La Primera Guerra Mundial desanimó mucho a este grupo y
la Segunda Guerra Mundial prácticamente hizo desaparecer este
punto de vista. Ningún erudito que se respete y que examine las
condiciones mundiales y la acelerada declinación de la
influencia cristiana hoy día es "postmilenialista" (p. 176).
Aunque
la declaración de Lindsey contiene casi tantos errores
como palabras, es un resumen notablemente conciso de las numerosas
representaciones falsas de la posición postmilenial por parte de
los evangélicos. En las siguientes secciones numeradas,
responderé brevemente a los principales errores de las
observaciones de Lindsey.
1. Solía haber un grupo
llamado "postmilenialistas".
No,
todavía estamos aquí. En realidad, más y
más cristianos se están convenciendo de la base
bíblica para una escatología de dominio todo el tiempo.
(Las razones de la declinación del postmilenialismo en el siglo
veinte se discutirán en el apartado número 6, más
adelante). Como he indicado en varios puntos de este libro. la
escatología de dominio es la posición histórica de
la iglesia. Esto no quiere decir que todo el mundo tenía en
mente algún calendario específico de sucesos conocido
como "postmilenialismo". En realidad, no se consideraba un ismo, porque la
expectativa del
dominio de Cristo sobre el mundo por medio del evangelio era
precisamente la fe ortodoxa - la actitud comúnmente aceptada por
los cristianos.
Por
otra parte, había
un punto de vista que era considerado excéntrico por la
mayoría de los cristianos - era siempre un "ismo". Desde el
tiempo de Cerinto, a esto se le llamaba chiliasm (que
significa mil-añ-ismo).
Se conoce hoy
día como premilenialismo,
la doctrina de que la "era del reino" no tendrá lugar sino hasta
la segunda venida de Cristo. Este punto de vista estuvo siempre en los
límites del cristianismo hasta que fue revivido en el siglo
diecinueve por cierto número de sectas milenialistas; finalmente
obtuvo amplia publicidad después de la aparición de la
Biblia de Scofield en 1909. Sin embargo, ahora este antiguo ismo
está siendo abandonado por muchos en favor de la posición
mayoritaria de la iglesia ortodoxa a través de las edades: la
escatología de dominio.
2.
Creían que los
cristianos
... [introducirían] el reino de Dios en la tierra por sus
propios esfuerzos.
Esta
es una de las objeciones a la Esperanza que se oyen más
comúnmente. Se compara al punto de vista del dominio con el
movimiento liberal del "Evangelio Social" de principios de la
década de 1900. Tal identificación es completamente
absurda, desprovista en absoluto de todo fundamento. Los líderes
del movimiento del Evangelio Social eran humanistas evolucionistas y
socialistas, y eran abiertamente hostiles hacia el cristianismo
bíblico. Es verdad que tomaron prestados
ciertos términos y conceptos del cristianismo, para pervertirlos
para sus propios usos. Por eso hablaban del "reino de Dios", pero lo
que querían decir estaba muy lejos de la fe cristiana
tradicional. Los maestros postmilenialistas ortodoxos como Benjamin
Warfield y J. Gresham Machen se opusieron vigorosamente al Evangelio
Social. El verdadero postmilenialismo siempre ha sido verdaderamente
evangélico. Enseña que el reino fue establecido por
Jesucristo solamente, y que el reino es avanzado mediante la
difusión del evangelio y la aplicación de la Biblia a
todas las áreas de la vida.
Sin
embargo, hay otra dimensión en esta controversia. Puesto que
creemos que los cristianos vencerán toda oposición y
llevarán el evangelio a los confines de la tierra, los
postmilenialistas son acusados de tener fe en el hombre. Esta es una
distorsión radical. La verdad es que los postmilenialistas creen
en Dios, que actúa en la historia por medio del hombre redimido. Creemos
que el
Señor Omnipotente del cielo y la tierra mora en su iglesia y no
permitirá que seamos derrotados en la misión que nos ha
encomendado. San Agustín oraba: "Danos lo que ordenas, y ordena
lo que deseas". Esa es nuestra actitud también. Puesto que Dios
actúa en la historia para bendecir a los justos y maldecir a los
impíos, la historia está de nuestro lado. En la batalla
entre los redimidos y los impíos, tenemos fe en los redimidos.
Creemos que el pueblo de Dios vencerá, en el tiempo y en la
tierra, así como en la eternidad. En Cristo, somos herederos de
todas las cosas.
3. Luego, después de
1,000
años de haber reinado en la tierra la iglesia institucional
...
Como
mostré en los capítulos 22 y 24, no creemos que el
reino durará sólo 1,000 años. Es verdad que
algunos postmilenialistas han creído que un período
venidero de paz y bienaventuranza mundial durará mil años
literales, pero definitivamente son la minoría. En realidad, de
decenas de sobresalientes maestros postmilenialistas en
la
historia, sólo recuerdo uno o dos que sostenían ese
punto de vista. La mayoría ha enseñado que el "milenio"
de Apocalipsis 20 es idéntico al reino establecido por Cristo a
su primer advenimiento.
Lindsey
afirma además que nosotros creemos que "la iglesia
institucional" reinará en la tierra. No estoy seguro de
cómo interpretar eso. Nunca he oído ni leído que
eso sea defendido por nadie. Suena como si estuviera diciendo que
nosotros creemos que los dirigentes de la iglesia deberían
ejercer poderes policíacos, o deberían estar encaegados
del gobierno civil. En caso de que haya alguna duda sobre ese punto,
permítaseme afirmar categóricamente que nosotros no
creemos que la iglesia institucional
debería gobernar por encima del estado. Sin embargo, sí
creemos que los gobernantes deberían ser cristianos, y que
deberían
aplicar principios bíblicos de justicia dentro de sus
áreas de responsabilidad. El punto no es que la iglesia y el
estado están fundidos en una sola organización;
más bien, el punto es que tanto la iglesia como el estado
están bajo Dios y la absoluta autoridad de su Palabra. La
iglesia es el ministerio de gracia divinamente comisionado; el estado
es el ministerio de justicia divinamente comisionado. Ambos reciben su
comisión de la Palabra de Dios.
4. Esta gente rechazó
gran
parte de la Escritura por ser literal ...
Nuevamente,
es difícil estar seguro del significado exacto de
Lindsey en este punto. Si simplemente quiere decir que los
postmilenialistas rechazan la idea de que toda la Escritura debe ser
interpretada "literalmente", tenemos que declararnos culpables; pero
estamos en buena compañía. Mateo, Marcos, Lucas, y Juan
no eran "literalistas", a juzgar por la forma en que interpretaban la
profecía. Reconocían el carácter simbólico
de este pasaje de Isaías:
Voz
que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad
calzada en la soledad a nuestro Dios. Todo valle sea alzado, y
bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo
áspero se allane. Y se manifestará la gloria de
Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca
de Jehová lo ha hablado. (Isa. 40:3-5).
Una
interpretación estrictamente "literalista" debería
entender esto como una profecía de un proyecto de
construcción de carreteras a gran escala en Paledstina. Pero,
cada uno de los cuatro evangelios declara que las palabras de
Isaías se cumplieron en el
ministerio de
predicación y bautismo de Juan (Mat. 3:3; Mar. 1:3; Luc. 3:4-6;
Juan 1:23). El hecho es que en la Biblia existen formas de hablar tanto
literales como simbólicas, y tenemos que tener cuidado e
interpretar las afirmaciones bíblicas en términos de la
dirección de la Biblia.
Por
supuesto, el mismo Hal Lindsey tampoco es un "literalista". Cuando
el libro de Apocalipsis habla de estrellas que caen, Lindsey
sólo puede ver armas termonucleares; cuando Apocalipsis menciona
a langostas, él contempla helicópteros Cobra (There´s a New World Coming
[Eugene, OR: Harvest House, 1973, pp. 132, 138s). Lo que sea que se
diga de las singulares interpretaciones de Lindsey, ellas son cualquier
cosa menos "literales".
Sin
embargo, como observé más arriba, la acusación
de Lindsey contra los postmilenialistas es algo confusa. De acuerdo con
él, "esta gente rechaza gran parte de la Escritura por ser
literal". Esto puede ser sólo lenguaje impreciso, pero da a
entender fuertemente que la escatología de dominio es una
posición liberal que rechaza
la Escritura. Nada podría estar más lejos de la verdad
(como confío que este libro haya dmostrado). En realidad, a
través de la historia, los postmilenialistas han sido defensores
sobresalientes de la inspiración y autoridad final de la
Escritura. La mayoría de los miembros de la histórica
Asamblea de Westminster eran firmes postmilenialistas, y en el mismo
primer capítulo de su influyente documento de 1646, The Westminster Confession of
Faith,
declaran que todos los sesenta y seis libros de la Biblia "fueron dados
por inspiración de Dios, para que fuesen la regla de la fe y la
vida ...".
La
autoridad de la Santa Escritura, por la cual debería ser
creída y obedecida, depende, no del testimonio de ningún
hombre ni de la iglesia, sino enteramente de Dios (que es la verdad
misma), el Autor de ella; y por consiguiente ha de ser recibida, porque
es la Palabra de Dios...
La
infalible regla de interpretación de la Escritura es la
Escritura misma ...
El
juez supremo, por el cual se han de dirimir todas las controversias de
la religión y todos los decretos de los concilios, las opiniones
de antiguos escritores, las doctrinas de los hombres, y los
espíritus privados, han de ser examinados, y en cuya sentencia
debemos reposar, no puede ser otro que el Espíritu Santo
hablando en la Escritura.
Quizás
el exponente más sobresaliente de la Esperanza a
principios de este siglo fue el Dr. Benjamin B. Warfield, cuyos
escritos han influido en muchos para inclinarlos hacia una
comprensión de la escatología de dominio. Sin embargo,
quizás él es mejor conocido por sus escritos recogidos en
el libro titulado The
Inspiration
and Authority of the Bible, que se ha convertido en un
clásico reconocido de erudición conservadora.
Podríamos multiplicar los ejemplos, pero tal vez sea suficiente
señalar que los postmilenialistas han sido tan rotundos
defensores de la infalibilidad de la Biblia que, en años
recientes, algunos oponentes les han acusado de de
"bibliolatría".
5.
... y creían en la
bondad
inherente del hombre.
Desafortunadamente,
esta acusación no parece ser solamente
lenguaje "impreciso" o descuidado. Lindsey está acusando
directamente a la escuela postmilenialista de pensamiento de creer en
la falsa doctrina de la "bondad inherente del hombre". Yo
contestaría simplemente: Nombre uno.
Yo no acusaría a
Lindsey de mentir deliberadamente, pero por lo menos es culpable de
haber efectuado una investigación muy pobre y de utilizar
retórica sin fundamento e inflamatoria. En todo caso, permanece
el hecho de que ningún postmilenialista ha enseñado
jamás la herejía de que el hombre es inherentemente
bueno. Podemos refutar esto con una declaración representativa
del reformador Juan Calvino:
La
mente del hombre ha estado alejada de la justicia de Dios tan
completamente que concibe, desea, y emprende sólo lo que es
impío, perverso, asqueroso, impuro, y abyecto. El corazón
está tan sumergido en el veneno del pecado, que no puede exhalar
sino un hedor repugnante. Pero, si algunos hombres de vez en cuando
hacen una demostración de lo bueno, sus mentes empero permanecen
siempre envueltas en la hipocresía y en el arte del
engaño, y sus corazones continúan atados por la
perversidad interior (Institutes
of
the Christian Religion, 2:5:19).
Esto
quizás es poner las cosas un poco más fuertes de lo
que hasta
Lindsey podría
desear. Pero la
declaración de Calvino ciertamente no refleja ninguna doctrina
de la "bondad inherente" del hombre. Y lo mismo podría decirse
de todos los otros postmilenialistas a lo largo de la historia de la
iglesia, porque la escatología de la victoria es simplemente el
Esperanza ortodoxa del cristianismo histórico.
6.
La Primera Guerra
Mundial
desanimó mucho a este grupo, y la Segunda Guerra Mundial
prácticamente hizo desaparecer este punto de vista.
Supongamos
momentáneamente, por cuestión de argumento,
que esta afirmación es correcta. La respuesta correcta es:
¿Y qué? Eso no prueba que la Esperanza cristiana no es
verdadera - sólo prueba que la gente dejó de creer lo que es
verdad. Sin
embargo, la implicación del argumento es que el hecho de dos
guerras mundiales
constituye evidencia de que la Esperanza es errónea, puesto que
el mundo no se está "volviendo mejor y mejor". Admito hasta
esto: Las dos guerras mundiales (y la amenaza de una tercera)
causó considerable daño a las esperanzas de los
humanistas que creían en la doctrina herética del
progreso humano "automático" hacia la paz y la hermandad.
Falsamente confundido a menudo con el postmilenialismo, en realidad eso
no está más cerca de la escatología de dominio de
lo que los sacrificios paganos están de la Santa Cena. El
cristiano no necesita desanimarse por una guerra mundial o una
persecución general. Su fe está puesta en Dios, no en el
hombre; su esperanza no está ligada al destino de ninguna
cultura en particular. Si esta nación o civilización cae
bajo el justo juicio de Dios, el cristiano fiel es consciente de que
Dios está siendo fiel a sus promesas de bendición y
maldición. La Esperanza no es garantía de
bendición para el desobediente. Es una garantía de juicio
para la bendición del mundo.
Pero
ahora enfrentemos la pregunta: ¿Las dos guerras mundiales
destruyeron la Esperanza? En realidad, los orígenes de la
declinación del postmilenialismo comenzaron mucho antes de la
Primera Guerra Mundial, con el surgimiento del liberalismo
teológico (que enseñaba que no se podía confiar en
las predicciones bíblicas) y el "progresivismo" evolucionista
(que enseñaba que el progreso era "natural" más bien que
ético). En reacción a estos enemigos del cristianismo
bíblico, muchos cristianos evangélicos perdieron toda
esperanza de ver al evangelio victorioso. Abandonaron la esperanza.
Como Pedro cuando caminó sobre el mar de Galilea, miraban la
"naturaleza", no al Señor Jesucristo; como los israelitas en la
frontera con Canaán, contemplaron los "gigantes en la tierra" en
vez de confiar en las infalibles promesas de Dios; se llenaron de
temor, y huyeron. Comenzaron a escuchar a los falsos profetas del
desaliento que enseñaban que la iglesia estaba condenada al
fracaso, y que "no es espiritual" que los cristianos procuren el
dominio sobre la civilización. Entonces demostraron un
importante principio de la vida: Si uno cree que va a perder,
probablemente perderá. Eso es lo que le ocurrió al
evangelicismo del siglo veinte, y se batió en una retirada
cultural que ha durado décadas.
Por
fin, después de mucho tiempo, el cuadro ha comenzado a
cambiar. Creo que dos factores principales proporcionaron el
ímpetus para el reciente resurgimiento del activismo cristiano
en los Estados Unidos. Primero, ocurrió el tristemente famoso
fallo pro-aborto
Roe vs. Wade por parte de la Corte Suprema
de los
Estados Unidos. Esto despertó a los cristianos. Se dieron cuenta
de que millares de niños estaban siendo masacrados legalmente
todos los días, y sabían que debían hacer algo
para detener los asesinatos. Creo que 1973 podría muy bien ser
considerado como un año decisivo en la historia de los Estados
Unidos - el momento en que los cristianos norteamericanos iniciaron la
larga marcha de vuelta hacia el arrepentimiento nacional.
El
segundo punto de controversia ha sido la educación cristiana.
Más y más cristianos han rconocido que la Palabra de Dios
nos mana a educar a nuestros hijos en términos del modelo de
Dios para cada área de la vida. Los movimientos en favor de la
escuela cristiana y la escuela en el hogar han aumentado tremendamente
en la última década, y están aumentando
rápidamente en número e influencia. El malvado intento
del gobierno federal de destruir el movimiento de la escuela cristiana
en 1978 sólo sirvió para unir a muchos más
cristianos en una decisión más fuerte de criar a sus
hijos en la fe mundial de la Biblia. Además, la misma existencia
de las escuelas cristianas ha hecho que los cristianos se den cuenta de
que la verdadera espiritualidad no significa una huida del mundo, sino
que exige que conquistemos el mundo en el nombre de nuestro
Señor. Los cristianos han visto la necesidad de desarrollar un
consistente "punto de vista cristiano "del mundo y la vida", una
perspectiva claramente bíblica sobre la historia, la ley, el
gobierno, las artes, las ciencias, y cada uno de los otros campos del
pensamiento y la acción.
Y
Dios está bendiciendo esta obediencia. Los cristianos han
comenzado finalmente a luchar contra el enemigo - y, para su gran
asombro - han comenzado a ganar. Una y otra vez, han visto que resistir
al diablo le ha hecho huir, como Dios ha prometido. Están
descubriendo la verdad del alarde del padre de las iglesia del siglo
tercero, Tertuliano, contra los demonios: "A la distancia, se nos
oponen, pero a corta distancia miden clemencia". Habiendo saboreado la
victoria, los cristianos actuales hablan mucho menos de escapar en el
rapto, y mucho más sobre los requisitos de Dios en esta vida.
Hasta están pensando en la clase de mundo que están
preparando para sus nietos, y la herencia de piedad que dejarán
atrás. Instintivamente, porque
nuevamente están actuando en obediencia a los mandatos de Dios,
los cristianos están regresando a una escatología de
dominio. Haciendo la voluntad de Dios, están viniendo al
conocimiento de la doctrina (ver Juan 7:17; 2 Ped. 1:5-8). Debido a que
una fuerte fe bíblica está aumentando nuevamente, la
escatología bíblica de la esperanza está
recuperando terreno también.
7.
Ningún erudito que
se
respete y que mire las condiciones del mundo, así como la
acelerada declinación de la influencia cristiana hoy día
es un "postmilenialista".
Había
una vez un cortesano que debe haber tranquilizado a un
nervioso Faraón con estas palabras: "Ningún erudito que
se respete y que mire las condiciones del mundo y la acelerada
declinación de la influencia hebrea concuerda con
Moisés". Después de todo, Egipto era la nación
más poderosa del mundo. ¿Qué oportunidades
tenían los esclavos hebreos contra aquel poderoso imperio?
Consideremos otros ejemplos. ¿Cómo se veían las
"condiciones mundiales" el día antes del diluvio?
¿Cómo eran las condiciones mundiales el día antes
de la primera Navidad? ¿Cómo eran después de la
Navidad, cuando el rey Herodes estaba masacrando bebés en
Belén? ¿Y no sufría la "influencia cristiana" de
una terrible declinación el viernes santo?
Hal
Lindsey y su grupo de eruditos que se respetan a sí mismos
han cometido un error crucial que socava todo su sistema de
interpretación. Su
atención se enfoca en las condiciones del mundo, no en las
promesas autorizadas e inmutables de Dios. Este enfoque de
la
profecía, lleno de falacias, ha sido correctamente descrito como
"exégesis de periódico" - estudia los sucesos actuales,
no la Biblia, en busca de pistas sobre el futuro. La pregunta no es si
las condiciones actuales parecen favorables para el triunfo mundial del
evangelio: La presunta es sólo ésta: ¿Qué dice la Biblia?
Como cristianos, sabemos que Dios es el Señor de la historia.
"Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho"
(Sal. 115:3). "Todo lo que Jehová quiere, lo hace, en los cielos
y en la tierra" (Sal. 135:6). Si Dios ha dicho que el mundo será
lleno de su gloria, entonces sucederá, y ningún poder en
el cielo y en la tierra o debajo de la tierra puede detenerlo.
Su
dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades. Todos los
habitantes son considerados como nada; y él hace según su
voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la
tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué
haces? (Dan. 4:34-35).
No
debemos derivar nuestra teología de los periódicos o
del notieicro vespertino. Nuestra fe y nuestra esperanza deben basarse
en la infalible Palabra de Dios, que hace suceder todas las cosas de
acuerdo con su voluntad inalterable. Y cuando acudimos a la Palabra de
Dios, debemos reconocer que nuestro propósito no es seleccionar
jugosos bocadillos de información sobre el futuro. Más
bien, como dice el gran teólogo y educador R. J. Rushdoony,
acudimos para recibir nuestras "órdenes de marcha":
Demasiado
a menudo, el moderno teólogo y líder de iglesia
acude a la Biblia buscando discernimiento,
no órdenes. En realidad, yo puedo acudir a Calvino,
Lutero, Agustín, y otros, a eruditos cristianos y no cristianos,
en busca de discernimiento, información, y estudios eruditos,
pero, cuando acudo a la Biblia, debo acudir para escuchar las
órdenes de marcha de Dios para mi vida. No puedo tratar la
Biblia como un manual devocional diseñado para proporcionarme
paz mental o un "plano superior" de vida; es un libro de órdenes
que puede alterar mi paz con sus órdenes, y me dice que
sólo puedo encontrar la paz obedeciendo al Todopoderoso. La
Biblia no es un libro devocional para mi edificación personal,
ni un libro de hermosos pensamientos para mi placer. Es la palabra del
Dios Todopoderoso y soberano: debo escuchar y obedecer, debo creer y
ser fiel, porque Dios
lo requiere.
Yo soy propiedad suya, y su posesión absoluta. No puede haber
nada mejor que eso (Law
and Society
[Vallecito, CA: Ross House, 1982], pp. 691s).
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