Ellen G. White

PLAGIOS DE ELLEN WHITE

SOBRE LA SALUD

Tomado de The Ellen G. White Research Project


Ellen G. White
Christian Temperance, 1890
L. B. Coles
Philosophy of Health, 1853
Es tan ciertamente un pecado violar las leyes de nuestro ser como quebrantar los diez mandamientos. p 53  ... es tan ciertamente un pecado contra el cielo violar la ley de la vida como quebrantar uno de los diez mandamientos. p. 215
Por medio del uso de estimulantes, el sistema entero sufre. Los nervios se desequilibran, la actividad del hígado se vuelve mórbida, la calidad y la circulación de la sangre se afectan, y la piel se vuelve inactiva y pálida. La mente se perjudica también. La influencia inmediata de estos estimulantes es excitar el cerebro a una actividad indebida, sólo para dejarlo más débil y menos capaz de esfuerzo. La consecuencia es postración, no sólo mental y física, sino moral. p. 35  ... afecta el sistema entero, especialmente el sistema nervioso, por sus efectos sobre el estómago. Pero, además de esto, crea una acción mórbida en el hígado. ... Afecta la circulación de la sangre, y la calidad misma de la sangre, de tal manera que una persona que toma mucho café puede conocerse generalmente por el color de su piel; le da a la piel un aspecto muerto, sin vida, pálido. El café afecta, perjudicándolos, no sólo al cuerpo sino también a la mente. Excita la mente temporalmente para que lleve a  cabo actividades extrañas. ... [Pero después] sobrevienen la postración, la tristeza, y el agotamiento de las fuerzas físicas y morales. p. 79 
Cuando estos bebedores de té y café se reúnen para participar en espectáculos públicos, los efectos de su pernicioso hábito son manifiestos. Todos participan libremente de sus bebidas favoritas, y al sentir su influencia estimulante, se les suelta la lengua, y comienzan su malvada obra de hablar contra otros. Sus palabras no son pocas ni bien escogidas. Los bocadillos del chismorreo circulan de uno a otro, y demasiado a menudo el veneno del escándalo también. p. 36  ... ver un grupo de damas reunidas para pasar la tarde. ... Hacia el final de la tarde... llegan el té y los bocadillos... la mente lánguida se anima mucho, la lengua se suelta, y las palabras fluyen como caen las gotas de un gran aguacero. ... Entonces llega el momento para los pensamientos pequeños y las muchas palabras; o, quizás, lanzar tizones de chismorreo y calumnia. p. 82 

 
Ellen G. White
Testimonies, 1868-1876
L. B. Coles
Philosophy of Health, 1853
La simpatía que existe entre la mente y el cuerpo es muy grande. Cuando uno es afectado, el otro responde. Tomo 4, p. 60 La simpatía existente entre la mente y el cuerpo es tan grande que, cuando uno es afectado, los dos son afectados. p. 127 
Los nervios del cerebro que se comunican con el sistema entero son el único medio por medio del cual el cielo puede comunicarse con el hombre y afectar su vida más interior. Cualquier cosa que altere la circulación de las corrientes eléctricas en el sistema nervioso disminuye el vigor de los poderes vitales, y el resultado es un embotamiento de las sensibilidades de la mente. Tomo 2, p. 347  Cualquier cosa que estropee la circulación saludable de las corrientes eléctricas en el sistema nervioso, disminuye el vigor de las fuerzas vitales; y, por medio de ellas, embota las innatas susceptibilidades del alma. El sistema nervioso es el único medio a través del cual puede la verdad alcanzar al hombre interior. La Divinidad misma no usa ningún otro medio por medio del cual alcanzar al corazón humano. pp. 266-267 
...la carne no es necesaria para la salud o el vigor. Si se usa es porque un apetito depravado la desea con vehemencia. Su uso excita las inclinaciones animales a una mayor actividad y aumenta las pasiones animales. Cuando aumentan las inclinaciones animales, disminuyen los poderes intelectuales y morales. El uso de la carne de animales tiende a causar ordinariez del cuerpo y embota las sensibilidades de la mente. Tomo 2, p. 63  El comer carne ciertamente no es necesario para la salud o el vigor. ... Si se usa, debe ser por antojo. ... ella excita las inclinaciones animales a una mayor actividad y ferocidad. ... Cuando aumentamos la proporción de nuestra naturaleza animal, suprimimos la intelectual. ... el uso de la carne tiende a crear ordinariez de cuerpo y de espíritu. pp. 64-67
Los que subsisten mayormente comiendo carne no pueden evitar comer la carne de animales que están enfermos en mayor o menor grado. El proceso de hacer a los animales aptos para el mercado produce en ellos enfermedades; y preparados de la manera más saludable posible, son calentados y se enferman durante el viaje antes de llegar al mercado. Los fluidos y la carne de estos animales enfermos son recibidos directamente en la sangre, y pasan a la circulación del cuepo humano, convirtiéndose en los fluidos y la carne de él. Así se introducen los humores al sistema. Y si la persona ya tiene sangre impura, esta condición se agrava grandemente comiendo la carne de estos animales. La tendencia a enfermarse aumenta diez veces más por comer carne. Los poderes intelectuales, morales, y físicos son reducidos por el uso habitual de la carne. El comer carne estropea el sistema, nubla el intelecto, y embota las sensibilidades morales. Tomo 2, p. 63 Cuando nos alimentamos de carne, no sólo comemos las fibras musculares, sino los jugos o fluidos del animal; y estos fluidos pasan a nuestra propia circulación -- se convierten en nuestra sangre -- nuestros fluidos, y nuestra carne. Por lllimpia que sea la carne de los animales que comemos, sus fluidos tienden a engendrar en nosotros un estado humoral de la sangre. ... El proceso mismo de preparar los animales para el mercado tiende a producir un estado de enfermedad en sus fluidos. ... Algunos de nuestros animales son engordados en potreros en el campo, pero cuando la carne llega a nosotros, el proceso de llevarlos al mercado en vehículos ha producido una acción de enfermedad en sus fluidos. ... El alimento animalexpone el sistema más efectivamente a las causas de enfermedades agudas. Cuando los fluidos están en una condición de enfermedad, las causas ordinarias de la enfermedad encuentran una presa más fácil. ... Entonces, las objeciones contra el comer carne son tres -- intelectuales, morales, y físicas. Su tendencia es a detener la actividad intelectual, rebajar el sentimiento moral, y a estropear los fluidos del cuerpo. pp. 67-71 

 
Ellen G. White
Testimonies, 1873-1876
Horace Mann
Dedicatory and Inaugural Address, 1853
El hombre salió de las manos de Dios perfecto en cada facultad de mente y cuerpo; en perfecta salud. Se necesitaron más de dos mil años de complacencia en los apetitos y pasiones lujuriosas para crear un estado tal de cosas en el organismo humano que redujo la fuerza vital. Tomo 4, p. 29 El hombre salió de las manos de Dios tan perfecto en los órganos de su cuerpo...tan lleno de fuerza vital, que a las abominaciones combinadas del apetito y la ignorancia les tomaron más de dos mil años ... para drenar sus energías eléctricas y hacerlo más accesible a la enfermedad. pp. 335-336 
Si Adán, en la creación, no hubiese sido dotado con veinte veces la fuerza vital que tienen los hombres hoy en día, la raza, con sus actuales hábitos de vida en violación de la ley natural, se habría extinguido. Tomo 3, p. 138 ...si la raza no hubiese sido creada con diez veces más fuerza vital que la que ahora posee, sus violaciones conocidas de todas las leyes de la salud y la vida la habrían extinguido por completo hace mucho. p. 340



Gracias al Dr. Ronald Numbers por su investigación del material que antecede, que fue tomado de su libro Prophetess of Health.

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Ellen G. White

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