E. S. Ballenger escribió
tres folletos: "El mensaje del primer ángel", "El mensaje del segundo
ángel", y "El mensaje del tercer ángel". Los números
de las páginas y los capítulos de estos folletos son los
mismos que los de los folletos originales. Estos libros son muy raros y
realmente vale la pena leerlos para entender el Adventismo y sus falsas
enseñanzas. Robert K. Sanders.
EL MENSAJE DEL PRIMER ÁNGEL
o
EL JUICIO INVESTIGADOR
Parte 1
E. S. Ballenger
Tomado de Truth
or Fables
Capítulo 1: ¿Qué es el mensaje del primer ángel?
Capítulo 2: El juicio investigador en la historia del adventismo
-
¿Con cuánta anticipación
comenzaron los pioneros a predicar el mensaje del primer ángel como
lo enseñan hoy?
-
¿Qué causó la
división entre los pioneros y los adventistas del primer día?
No fue el sábado.
-
¿Dónde estaba Cristo
en los días de Pablo?
-
¿Necesita Dios libros para que
le digan quién es digno de salvarse?
-
Este folleto contesta todas estas preguntas
a partir de documentos adventistas antiguos, que ahora son muy raros.
Capítulo 1
¿QUÉ
ES EL MENSAJE
DEL PRIMER ÁNGEL?
La batalla de Armagedón representa
el último de una serie de juicios que terminan con la segunda
venida de Cristo al comienzo de los mil años, o el milenio.
Esta serie de juicios es anunciada
por un solemne pero gozoso mensaje registrado en Apocalipsis 14: 6,7.
"Y vi otro ángel volar por
en medio del cielo, que tenía las buenas nuevas eternas para
proclamarlas a los que moran en la tierra, y a toda nación,
tribu, y lengua, y pueblo; y dijo a gran voz: Temed a Dios y dadle
gloria, porque la hora de su juicio es venida; y adorad a aquél
que hizo el cielo y la tierra, y el mar, y las fuentes de las aguas". American
Standard Version.
La versión común que
dice: "Teniendo el evangelio eterno para predicarlo", no está en
armonía con el original. El texto no hace referencia al evangelio
de la salvación del pecado por medio de la muerte de Cristo. Estas
buenas nuevas del ángel son algo muy diferente.
2
La palabra "evangelio", que aparece
en nuestra versión común, ocurre setenta y siete veces en
el Nuevo Testamento, pero éste es el único caso en
que aparece sin el artículo definido "el" o alguna otra modificación
definida, como "mi evangelio", "nuestro evangelio", o "evangelio de Dios".
Aquí la palabra griega
"euaggelion" aparece sola y es fielmente
traducida en la versión citada más arriba.
Si el término "buenas nuevas
eternas", o evangelio, no se refiere a la salvación del pecado, ¿a
qué se refiere?
Téngase presente que la palabra
griega traducida como "evangelio" significa buenas nuevas, o buenas
noticias. Hay muchas clases de buenas nuevas, pero no todas las buenas
nuevas son el evangelio de la salvación del pecado. David dijo que
Ahimaas "es hombre de bien, y viene con buenas nuevas" (2 Sam. 18:27),
pero no traía el evangelio de la salvación del pecado. Los
leprosos que entraron al campamento abandonado del ejército sirio
dijeron: "Hoy es día de buena nueva" (2 Reyes 7:9), pero no era
la buena nueva de la salvación del pecado. No. Era la salvación
de morirse de hambre.
Si un padre de familia en cualquier
hogar cristiano existente le dijera a un niño: "Tráeme el
libro", el niño, sin preguntar, le traería la Biblia. Sin
el artículo definido "el", un niño podría traer cualquier
libro, obedeciendo así la solicitud del padre. Los Adventistas del
Séptimo Día tienen una frase que es más común
a su modo de hablar que "el evangelio" lo es al Nuevo Testamento. "La verdad"
es proverbial entre ellos en la letra impresa, desde el púlpito,
y en las bancas de la iglesia. Significa "el mensaje del tercer ángel".
3
Si un desconocido testificara en
una de sus reuniones sociales y usara la expresión: "Amo verdad",
¿lo considerarían un fiel Adventista del Séptimo Día?
Pero si dijera: "Amo la verdad", en seguida sería clasificado como
uno de ellos.
Si un hombre declarara que ama y
obedece "la verdad" pero no guardara el séptimo día sábado,
en seguida lo acusarían de decir falso testimonio. Pero si dijera
"verdad", lo considerarían un buen candidato. La omisión
del artículo definido "el" en la expresión "la verdad" es
muy significativo para cada Adventista y correctamente de acuerdo con su
credo. No es menos significativo cuando es omitido delante de "evangelio"
en el mensaje del primer ángel.
El ángel dice exactamente
cuáles son estas buenas nuevas. Refiérase al pasaje bíblico
citado y será claro para el lector cuidadoso cuáles son las
buenas nuevas del mensaje. No. No es "Temed a Dios y dadle gloria", porque
ésas no es buena nueva, sino una exhortación en vista
de las buenas nuevas. No. No es "adorad al que hizo el cielo y la tierra",
porque ésa también es una exhortación. Las
buenas nuevas están expresadas en siete palabras de buenas nuevas
eternas, "la hora de su juicio es venida".
Esta buena nueva no es salvación
de los
pecados de un mundo impío, sino de sus pecadores.
Que el anuncio "la hora de su juicio es venida" es, en efecto, buena
nueva, se muestra abundantemente en el mismo libro de Apocalipsis. Nótese
lo siguiente:
4
"Y cuando hubo abierto el quinto
sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos
por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían.
Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor,
santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en
los que moran en la tierra?". Apoc. 6: 9, 10.
Este fuerte clamor de la sangre
de los mártires por un juicio punitivo es contestado con
la afirmación de que "los que moran en la tierra" matarán
a los hermanos de los mártires por "un poco de tiempo", todavía
futuro, y luego el clamor por un
juicio será contestado.
Cuando llegue la hora de que esta
sangrienta obra de matar a los santos termine para siempre en la destrucción
de los que han bebido su sangre, el anuncio de que esta hora de juicio
ha venido, ¿no será en verdad buena nueva para los santos,
tanto en el cielo como en la tierra? Y ésta es la buena nueva
del mensaje del primer ángel.
Nótese que las almas bajo
el altar no están rogándole al Señor que inicie
una investigación para ver si es necesaria una expiación
en el propiciatorio para silenciar las demandas de una ley quebrantada
por su muerte como transgresores de esa ley. Están clamando a Dios
en alta voz pidiéndole que "juzgue ... a los que moran en la
tierra", los que los habían muerto "a causa de la palabra de
Dios y el testimonio que tenían".
5
Notemos ahora los pasajes que registran
la respuesta de Dios al clamor de los mártires pidiendo juicio
sobre sus perseguidores, y el gozo y el regocijo que siguen.
"Y el tercer ángel derramó
su copa sobre los ríos, y sobre las fuentes de las aguas, y se convirtieron
en sangre. Y oí al ángel de las aguas, que decía:
Justo eres tú, oh Señor, el que eres y que eras, el Santo,
porque has juzgado estas cosas. Por cuanto derramaron la sangre
de los santos y de los profetas, también tú les has dado
a beber sangre, pues lo merecen. También oí a otro, que desde
el altar decía: Ciertamente, Señor Dios Todopoderoso, tus
juicios
son verdaderos y justos". Apoc. 16:4-7.
"Vino entonces uno de los siete
ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo,
diciéndome: "Ven acá, y te mostraré la sentencia
[juicio] contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas
aguas". Apoc. 17: 1.
Este juicio prometido se describe
en el capítulo 18.
Hablando a las naciones a las cuales
Babilonia ha hecho beber hasta embriagarse con el vino de su fornicación,
dice Dios:
"Dadle a ella como ella os ha dado,
y pagadle doble según sus obras; en el cáliz en que ella
preparó bebida, preparadle a ella el doble. Cuanto ella se ha glorificado
y ha vivido en deleites, tanto dadle de tormento y llanto;
6
porque dice en su corazón:
Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda, y no veré llanto; por
lo cual en un solo día vendrán sus plagas; muerte, llanto,
y hambre, y será quemada con fuego; porque poderoso es el Señor,
que la juzga." ...
"¡Ay, ay, de la gran ciudad
de Babilonia, la ciudad fuerte, porque en una hora vino tu juicio".
Apoc. 18:6-10.
"Regocijaos sobre ella, cielo, y
vosotros, santos, apóstoles, y profetas; porque Dios ha juzgado
vuestro
juicio sobre ella". Apoc. 18:20, Versión
Revisada, en inglés.
"Después de esto oí
una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya!
Salvación, y honra, y gloria, y poder son del Señor Dios
nuestro, porque sus
juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado
a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación,
y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella. Otra vez dijeron:
¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos". Apoc.
19:1-3.
La palabra "juicio" o "juicios"
en Apoc. 18:10 y 19:2 ciertamente significa el castigo de Dios sobre los
impíos, y no una investigación. ¿Con qué autoridad
puede cualquier persona afirmar que "juicio" en el mensaje del primer ángel
significa algo más, cuando todas son traducidas de la misma palabra
griega?
7
A estas alturas, el lector debe
estar profundamente impresionado con la verdad de que el anuncio de que
la hora del juicio de Dios ha venido es ciertamente "buenas nuevas
eternas", y es buena nueva porque anuncia los juicios destructivos
de Dios sobre los perseguidores de sus santos y por lo tanto su eterna
liberación. Pero el griterío no ha hecho sino comenzar.
"Y los veinticuatro ancianos y los
cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios,
que estaba sentado en el trono, y decían: ¡Amén!
¡Aleluya! Y salió del trono una voz que decía:
Alabad
a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así
pequeños como grandes. Y oí como la voz de una
gran multitud,
y como el estruendo de muchas aguas, como la voz de grandes truenos,
que decía: ¡Aleluya,
porque el Señor nuestro
Dios Todopoderoso reina!". Apoc. 19:4-6.
¿Quién ha estado reinando?
"La mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de
la tierra". Apoc. 17:18.
Nótese que todo este tremendo
regocijo en el cielo y en la tierra, de los veinticuatro ancianos y los
cuatro seres vivientes, y los santos, grandes y pequeños, es por
el hecho de que la hora del juicio de Dios ha venido y de que, por
sus juicios punitivos, ha librado a sus santos de aquéllos
que los perseguían.
Por lo tanto, el mensaje del primer
ángel es claramente las buenas nuevas eternas de Dios, cuando
anuncia que "la hora de su juicio ha venido".
8
El primer ángel pronunciará su mensaje cuando
Babilonia comience a declarar: "Yo estoy sentada como reina, y no soy viuda,
y no veré llanto"; cuando "todos los que moran en la tierra adorarán"
a la bestia "diciendo: '¿Quién como la bestia, y quién
podrá hacer guerra contra ella'?"; cuando todo el mundo, excepto
el fiel "remanente", "esté intoxicado con admiración por
la gloria de la bestia y la mujer sentada sobre ella, y sea declarado alta
traición declarar que Dios está a punto de destruir la combinación
impía. Se necesitarán hombres de una fe y un valor más
que comunes para anunciar el mensaje del primer ángel, y se necesitará
un poder más que humano para evitar que estos mensajeros sean borrados
de la faz de la tierra. Pero Dios tendrá fieles servidores que proclamarán
su mensaje cuando llegue la hora, y Él los cuidará.
CAPÍTULO 2
El
juicio investigador
en la historia del Adventismo
El mensaje del primer ángel,
o "mensaje de juicio", como es llamado en el lenguaje común Adventista,
fue dado por William Miller y sus seguidores antes del 22 de octubre de
1844. Ellos dieron la correcta interpretación de este mensaje. La
idea de que una obra de purificación habría de tener lugar
en el cielo nunca les pasó por la mente. Enseñaron que el
juicio del primer mensaje era la destrucción de los impíos.
9
Después del gran chasco del
22 de octubre de 1844, vivieron esperando el regreso del Señor casi
todos los días. Al continuar esperando, se hundieron más
y más en la perplejidad. Se multiplicaron las explicaciones de su
desengaño. Al aparecer nuevas teorías, los Adventistas se
dividieron en muchas facciones. Había dos sobresalientes diferencias
de interpretación, que resultaron en la división de los creyentes
Adventistas en dos bandos muy hostiles entre sí. Estas dos enseñanzas
se relacionaban con el cierre del tiempo de oportunidad y la terminación
de los 2,300 días. El séptimo día sábado llegó
un poquito más tarde, lo que ensanchó la brecha entre las
dos facciones.
A comienzos de 1845, un grupo comenzó
a enseñar que habían cometido un error en sus cálculos
y que, por lo tanto, los 2,300 días no habían terminado en
1844. Reajustaron sus cifras y continuaron fijando fechas para la terminación
de los períodos proféticos y la venida del Señor.
Por un tiempo, también ellos enseñaron la "puerta cerrada",
pero, en abril de 1845 se reunieron en una conferencia en Albany, N. Y.,
y repudiaron la "puerta cerrada", y salieron a trabajar en la conversión
de pecadores. Este grupo se volvió contra el séptimo día
sábado, y por lo tanto, se llamaron los Adventistas del Primer Día.
El otro grupo, dirigido por James
White y su esposa, Joseph Bates, y otros, continuaron firmemente en favor
de la terminación de los 2,300 días en 1844, la "puerta cerrada,"
y más tarde, el sábado. Por supuesto, éstos se llamaron
Adventistas del Séptimo Día. Ningún Adventista bien
informado y honesto negará estas sobresalientes diferencias, que
distinguían a los dos grupos.
10
Ambas facciones continuaron fijando
fechas para el regreso del Señor: Una, reajustando la fecha para
la terminación de los 2,300 días; el otro, especulando sobre
lo que estaba sucediendo en el cielo.
Los seguidores de los White nunca
cambiaron su enseñanza de que los 2,300 días habían
terminado el 22 de octubre de 1844. Habiendo fijado esta fecha, su única
explicación giraba en torno al suceso que tuvo lugar en 1844. Ambos
grupos estaban bendecidos con fértiles imaginaciones, y las usaron
bien. Uno frenéticamente cambiaba las fechas para el comienzo
y el fin de los períodos proféticos, mientras que el otro
mantenía el ritmo presentando escenas celestiales, y de esta manera,
cambiando las fechas para la venida del Señor.
Al comienzo de su desengaño,
los Adventistas del Séptimo Día enseñaban que Cristo
fue a la presencia del Padre para recibir el reino y que, por lo tanto,
regresaría a la tierra después de su coronación. Esta
enseñanza tuvo una corta vida. Luego enseñaron que Cristo
había entrado al Lugar Santísimo para hacer expiación.
Más tarde, que debían ser sellados con el sábado.
La última y más permanente teoría, y la que todavía
enseñan, se conoce como el Juicio Investigador.
El juicio investigador como lo
enseña la denominación, es un invento, no un descubrimiento.
Era el resultado de una serie de muy gravosos desengaños.
11
El juicio investigador definido
Dejaremos que James White y la Sra.
E. G. White definan lo que quieren decir con Juicio Investigador.
"El juicio investigador tiene lugar
antes del segundo advenimiento y la resurrección de los justos,
para saber quiénes son dignos de la primera resurrección".
James White,
Life Incidents, p. 323.
"Esta obra de examinar el carácter,
de decidir quiénes están preparados para el reino de Dios,
es la del juicio investigador, la obra final en el santuario en el cielo".
E. G. White, El Gran Conflicto, p. 428.
Para abreviar, usaremos las iniciales
J. I. para indicar juicio investigador.
Con estas claras afirmaciones delante
de ellos,
Review and Herald, en la edición del 29 de octubre
de 1931, afirmó que el J. I. no es para informarle a Dios, porque
Él sabe, "por cuanto Él es infinito; pero los hombres y los
ángeles no saben porque tanto los hombres como los ángeles
son finitos. La razón de un juicio es, pues, para que los seres
finitos puedan, no sólo creer que Dios es justo, sino para
que conozcamos tanto la perfección de Su justicia como la
profundidad de Su misericordia".
Con esta afirmación, la publicación
denominacional se opone de plano a su propia profetisa en dos puntos. Primero,
la Sra. White y toda la literatura denominacional enseñan que el
propósito del J. I. es el de infomar a Dios. Segundo, la Sra. White
repetidamente dice que los ángeles saben. En Testimonios,
tomo 1, p. 544, ella dice: "Los ángeles celestiales están
familiarizados con nuestras palabras y acciones, y hasta los pensamientos
y las intenciones del corazón". Véase también el tomo
2, pp. 181, 442 de El Gran Conflicto, p. 486.
El Review and Herald enseña
que los muertos permanecen inconscientes hasta la resurrección.
Por lo tanto, ningún J. I. puede informarles a los muertos sino
hasta después de la venida de Cristo, cuando vuelven a la vida.
Además, la denominación, incluyendo a la Sra. White, enseña
que el J. I. termina antes de la resurrección, para que Dios "pueda
saber quiénes son dignos de la primera resurrección". Si
el J. I. termina antes de la primera resurrección, entonces los
pobres hombres finitos nunca tendrán el privilegio de conocer ni
"la perfección de su justicia" ni "la profundidad de su misericordia".
Entonces, cuán inconsistente es enseñar
que un J. I. comenzó en 1844, si Dios y los ángeles conocen
"cada pecado secreto" y "los pensamientos e intenciones del corazón"
y que los muertos permanecen inconscientes hasta que el J. I. haya terminado.
El juicio investigador en progreso
por más de 100 años
"El Juicio está ocurriendo
ahora en el santuario en el cielo. Esta obra ha estado en progreso por
cuarenta años. Pronto -- nadie sabe cuán pronto -- pasará
a examinar los casos de los vivos". La Sra. E. G. White, El Espíritu
de Profecía, tomo 4, p. 315. Publicado en 1884. Si en 1884 había
estado en progreso por cuarenta años, ahora habría estado
en progreso por más de 100 años.
13
James White se opuso resueltamente
al juicio investigador
La teoría del J. I. es contraria,
no solamente a las Escrituras, sino también a las enseñanzas
de los pioneros, incluyendo la Sra. White. El Capitán Bates enseñó
el J. I. no muchos años después del desengaño, pero
James White combatió la teoría de Bates vigorosamente. Después
de citar Mateo 25:31-33, dice:
"Este pasaje evidentemente apunta
a los sucesos más importantes del día del Juicio. Ese día
durará 1,000 años -- 2 Pedro 3:7,8. El suceso que introducirá
el día del Juicio será la venida del Hijo del Hombre, para
levantar a los santos que duermen, y transformar a aquéllos que
estén vivos en ese momento...
"No es necesario que la sentencia
final se pronuncie antes de la primera resurrección, como algunos
han enseñado, porque los nombres de los santos están escritos
en el cielo, y Jesús y los ángeles ciertamente sabrán
a quiénes resucitar y reunir en la Nueva Jerusalén". James
White en A Word to the Little Flock, p. 24.
Esto se publicó en mayo de
1847, y sin embargo, el hermano Bates continuó enseñando
esta teoría del J. I. Para enfrentarse a esta herejía del
Capt. Bates, la Sra. White tuvo una visión el 5 de enero de 1849,
confirmando la posición de su esposo sobre el juicio. En esta visión,
ella dice:
14
El J. I. es contrario a las "visiones"
"Vi que la ira de las naciones,
la ira de Dios, y el tiempo de juzgar a los muertos, eran separados y distintos,
cada uno siguiendo al otro". Early Writings, p. 36.
Estas citas muestran que James White
y su esposa no creían que el J. I. comenzaría antes de la
primera resurrección.
La Sra. White definió la
ira de Dios como las siete últimas plagas. (Véase Early
Writings, p. 64). Por lo tanto, podemos sustituir "la ira de
Dios" por las "siete últimas plagas" en la cita que antecede.
Entonces, se leería así:
"Vi que la ira de las naciones, las siete últimas plagas, y el tiempo
de juzgar a los muertos, eran separados y distintos, cada uno siguiendo
al otro".
Esto ocurrió en enero 5, 1849. Por
lo tanto, las siete últimas plagas deben haber ocurrido antes de
esta fecha, de lo contrario el J. I. no habría comenzado.
El J. I. no tiene fundamento
en la Palabra de Dios
Pero tenemos evidencia más
positiva de parte de James White contra el J. I. En el Advent Review
de septiembre de 1850, James White dice: "Algunos han argumentado que el
día del juicio ocurrió antes de la segunda venida. Esta
posición ciertamente no tiene fundamento en la palabra de Dios....
"Daniel, 'en visiones de la noche',
vio que el 'juicio fue dado a los Santos del Altísimo', pero no
a santos mortales -- no 'hasta que vino el Anciano de días', y y
el 'cuerno pequeño' dejó de prevalecer, lo cual no será
sino hasta que sea destruído por el resplandor de la venida de Cristo.
15
"'Te encargo delante de Dios, y
del Señor Jesucristo que juzgará a vivos y muertos en [no
antes de] la manifestación de su venida y de su reino'". -- 2 Tim.
4:1.
"El hecho de que el ángel
del advenimiento [Apoc. 14: 7] 'diga a gran voz: Temed a Dios y dadle gloria,
porque la hora de su juicio es venida', no prueba que el día del
juicio vino en 1840, ni en 1844, ni que ocurrirá antes del segundo
advenimiento".
No podría haber lenguaje
más fuerte para mostrar que los White no creyeron en un juicio investigador
hasta finales de 1850, seis años después del chasco. Nótense
algunas de las fuertes expresiones en este artículo: "que el
día del juicio ocurrió antes de la segunda venida ... ciertamente
no tiene fundamento en la palabra de Dios". Nótese que, además,
él afirma de lo más positivamente que el mensaje del primer
ángel "no prueba que el día del juicio ocurrió
en 1840, ni en 1844, ni que ocurrirá antes de la segunda venida".
Daniel 7:9, 10, 13, 14.
Es también digno de notarse
que el Anciano White usa Daniel 7:9-11 para probar que el juicio no podía
comenzar antes ded la segunda venida de Cristo. Por ochenta y ocho años,
la denominación ha estado usando este pasaje para probar que el
J. I. comenzó en 1844; mientras el
Hermano White lo usa con igual fuerza para probar que el jucio no podía
comenzar antes de la primera resurrección.
16
Aproximadamente desde 1857 y hasta
hace unos pocos años, la denominación había estado
unida en la enseñanza de que Daniel 7:9, 10, 13 anunciaba el comienzo
del J. I. De las muchas pruebas en apoyo de este hecho, citaremos sólo
una: Después de citar el pasaje que entecede, la Sra. White dice:
"Así fue presentada a la visión del profeta la apertura del
juicio investigador". Espíritu de Profecía, Tomo 4,
p. 307.
Algunos estudiantes bíblicos
de la denominación han reconocido la superficialidad de esta aplicación
y han tratado de corregir el error garrafal.
En el Sabbath School Quarterly
[folleto de Escuela Sabática] para el tercer trimestre de 1927,
página 30, se encuentra una lección sobre el J. I. Reproducimos
dos preguntas de este estudio:
"Pregunta 17. ¿Quiénes
han de ser juzgados después de que los santos han sido llevados
al cielo con Jesús? 1 Cor. 6:2,3; 2 Pedro 2:9 [énfasis
nuestro].
"Pregunta 18. ¿Cómo
se describe esta escena de juicio? Apoc. 20:4; Dan. 7:9, 10".
Esta es la verdadera interpretación
de Daniel 7:9, 10, y concuerda con la posición de James White en
1850.
La lección de Escuela Sabática
enseña que Dan. 7:9-14 describe una escena de juicio "después
de que los santos han sido llevados con Jesús al cielo".
17
¿Han sido los santos llevados
al cielo ya? Entonces, la escena de juicio en 7:9-14 está todavía
en el futuro. A pesar de los honestos esfuerzos de los escritores de las
lecciones de Escuela Sabática para corregir este antiguo error,
la denominación continúa enseñando esta antigua metedura
de pata.
El J. I. está basado en un
error más palpable que la errónea aplicación de Dan.
7:9-14 -- esto es, el significado del término "dentro del velo".
Esto será considerado en el siguiente capítulo.
El J. I. no fue apoyado en los
diez años
siguientes a 1844
Como se enseña hoy, el juicio
investigador no fue introducido en la literatura denominacional, aparte
de los folletos publicados privadamente por el Capt. Bates, sino por lo
menos diez años después del chasco. En la primavera de 1854,
el Anciano Loughborough sugirió la idea del J. I. en una carta privada.
La idea pareció impresionar favorablemente a Uriah Smith, editor
asistente de la Review and Herald, como lo indican sus comentarios publicados
sobre la carta del Anciano Loughborough. La idea permaneció latente
como por tres años antes de que recibiera cualquier consideración
de parte de la Review and Herald. Smith y Loughborough no estuvieron entre
los pioneros hasta 1852, pues ambos eran demasiado jóvenes para
tener alguna participación en el movimiento de 1844. Evidentemente,
no estaban familiarizados con la posición tomada por James White
y respaldada por la Sra. White en visión en relación con este
tema antes de conectarse con la obra.
18
James White y su esposa dan marcha
atrás
La fuerte posición tomada
por James White y su esposa contra el J. I. estaba demasiado fresca en
sus mentes, y demasiado fresca en las mentes de sus seguidores, para que
reversaran sus posiciones tan pronto. Por lo tanto, el Anciano White esperó
como tres años antes de respaldar la sugerencia.
En el Review and Herald de enero
29, 1857, James White dio marcha atrás y respaldó la enseñanza
de un J. I. Por cierto número de años después del
chasco de 1851, batallaron sin ningún mensaje definido en relación
con el advenimiento. Sentían muy vivamente la ausencia de algo que
marcara la terminación de los 2300 días. Hasta ahora, cada
una de las explicaciones había demostrado ser un sombrío
fracaso. Los Adventistas del Primer Día estaban enseñando
que los 2300 días no terminaron en 1844. Esto era combatido con
máxima firmeza por los Adventistas del Séptimo Día.
La gente exigía una explicación de lo que tuvo lugar
en 1844 si los 2300 días terminaron en ese año. Pero los
Adventistas del Séptimo Día no tenían ni una sola
respuesta. Tenían que encontrar algo que marcara la terminación
de este largo período, o capitular delante de sus más encarnizados
enemigos, los Adventistas del Primer Día. El J. I. ofrecía
la única vía de escape. Por lo tanto, James White cerró
los ojos a su antigua posición, y con entusiasmo apoyó el
J. I. que unos pocos años antes había combatido tan firmemente.
19
Después de que James White
dio marcha atrás y comenzó a enseñar el J. I., la
Sra. White tuvo otra visión, en la cual se le mostró que
el J. I. comenzó en 1844. Su esposo dio marcha atrás en 1857,
y la Sra. White lo secundó en una visión en 1858. Spiritual
Gifts, tomo 1, p. 198.
Moviendo el trono de Dios
para ajustarlo a la creencia
Para reforzar su falsa enseñanza
sobre el J. I., movieron a Dios del Lugar Santísimo en el Santuario
al Lugar Santo, o primer compartimiento. Dondequiera que la Biblia habla
de la posición de Dios, siempre lo presenta como en el Lugar Santísimo.
James White y Uriah Smith enseñaron que Dios trasladó su
trono al primer compartimiento a la ascensión de Cristo y permaneció
allí hasta 1844. Biblical Institute, p. 80. Este libro
se usó como texto en el Battle Creek College.
El Anciano S. N. Haskell da una
cálida descripción de este movimiento. "Octubre 1903 es el
quincuagésimo noveno aniversario de uno de los mayores sucesos que
jamás hayan ocurrido. El derrocamiento o el establecimiento de tronos
terrenales no son nada en comparación con él.
"Antes de 1844, el glorioso trono
del Creador del universo había estado en el primer compartimiento
del santuario celestial ...
"En 1844, el trono fue colocado
en el lugar santísimo".
Bible Training School, oct. 1903,
p. 68.
"Hace cincuenta y nueve años
comenzó el Juicio Investigador. Cristo se levantó, y el trono
de Dios fue trasladado del compartimiento exterior en el santuario celestial
al lugar santísimo".
20
Él fue escoltado por más
de 100,000,000 de ángeles. Fue la más grandiosa escena que
el cielo haya presenciado jamás. El Padre se levantó de su
trono en el compartimiento exterior, y en un carruaje de fuego entró
al Lugar Santísimo y se sentó. Entonces Jesús se levantó,
y en un carruaje de nubes, que tenía ruedas como fuego llameante,
fue llevado al lugar santísimo, donde estaba sentado el Padre."
Id., p. 73.
Es un hecho notorio que ninguna
de las posiciones sostenidas por la denominación les fue revelada
en visiones de la Sra. White. En cada uno de los casos, cuando a ella se
le mostraba cualquier punto de doctrina, era siempre después de
que alguno de los pioneros había descubierto algún punto
de la verdad, o lo que ellos suponían que era la verdad, después
de lo cual ella tenía una visión y veía simplemente
lo que sus compañeros de trabajo habían estado enseñando
antes de su visión. Cualquiera fuera lo que los pioneros enseñaban,
fuera verdad o error, si el esposo de ella lo apoyaba, ella, sin excepción
alguna, lo sostenía en visión.
Este hecho es admitido por James
White. En el
Review and Herald de oct. 16, 1855, él dice:
"Debería ser oído y entendido que todos estos puntos de vista
sostenidos por el cuerpo de observadores del sábado fueron tomados
de las Escrituras antes de que la Sra. White tuviera ninguna visión
en relación con ellos".