¿QUIÉN ERA
D.M. CANRIGHT?
Tomado de Avoiding
the Snare of Adventism
©David W. Cloud
D. M. Canright, que murió el 12 de mayo de 1919,
fue dirigente de la denominación Adventista del Séptimo Día
durante 28 años. Ingresó al adventismo sólo 28 años después
de que éste se inició en 1844, y conocía íntimamente
a sus dirigentes, su gente, y sus doctrinas, habiendo sido uno de los principales
pastores de la denominación adventista, junto con James White y
Ellen G. White, la profetisa adventista. A finales de la década
de 1860, Canright era uno de los tres miembros del comité de la
Conferencia General que controlaba la obra Adventista en todo el mundo.
Después de abandonar el Adventismo en 1884, Canright
ingresó a la Iglesia Bautista de Otsego, Michigan, y llegó
a ser su pastor, hasta que se convirtió en una próspera iglesia.
En 1887, se mudó a Grand Rapids, tomó una nueva misión,
y la levantó hasta convertirla en una de las iglesias más
fuertes de la ciudad, con varios cientos de miembros. Cuando murió,
era Pastor Emérito de esta próspera iglesia neotestamentaria.
El testimonio de un hombre así no puede ser tomado
a la ligera, y en estos días, cuando el Adventismo del Séptimo
Día está tratando de presentar un rostro nuevo, más
bíblico, haríamos bien en prestar atención a las palabras
de este hombre de Dios. En estos días de descuido doctrinal, muchos
están diciendo que el Adventismo no es una secta falsa. El finado
Walter Martin popularizó este punto de vista en sus escritos, particularmente
el libro Kingdom of the Cults (El Reino de las Sectas), que se usa
como libro de texto sobre falsas enseñanzas en muchísimas
escuelas bíblicas y muchísimos seminarios, así como
en estudios privados conducidos por dirigentes de iglesia. Aunque el Dr.
Martin tenía una penetrante percepción sobre muchas sectas,
estaba terriblemente equivocado en lo que respecta al Adventismo, que está
fundado en grandes errores doctrinales y gran confusión.
El fundamento del adventismo es corrupto, y sus doctrinas
distintivas so contrarias a las Escrituras, como se ve claramente en el
testimonio de Canright.
Cuando son confrontados con las enseñanzas y prácticas
antíblicas de Ellen White, los dirigentes adventistas en la actualidad
quieren argumentar que ya no se adhieren a algunas de las antiguas enseñanzas,
que ya no tienen a Ellen White como profeta infalible. Pero sí lo
hacen.
Las modernas publicaciones adventistas continúan
enseñando que Ellen White fue una profeta de Dios, que el culto
dominical es una abominación, que el sábado tiene autoridad
para el cristiano, que los muertos no son conscientes, que la ley y la
gracia trabajan juntos en la justificación, que Cristo está
actualmente en el Lugar Santísimo llevando a cabo el "juicio investigador",
que el infierno no es eterno, que la Iglesia Adventista es el único
y verdadero remanente de Dios.
Todas estas posiciones heréticas son presentadas
en una reciente publicación Adventista, Seventh-day Adventists
Believe: A Biblical Exposition of Fundamental Doctrines, publicada
en 1988 por la Asociación Ministerial de la Conferencia General
de los Adventistas del Séptimo Día, que profesa ser "un recurso
auténtico sobre doctrinas Adventistas".
El hecho es que el Adventismo del Séptimo Día
es tan engañoso y tan falso en la actualidad como lo fue al comienzo
de su historia. Es tiempo de que esto sea proclamado otra vez en voz alta.
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