MI RENUNCIA AL ADVENTISMO
DEL SÉPTIMO DÍA
Dudley Marvin Canright, 1914
Capítulo 8
LA SRA. WHITE Y SUS REVELACIONES
Tomado de The
Interactive Bible
Los Adventistas del Séptimo Día consideran
a la Sra. White como profetisa y a sus escritos como inspirados. Elaboran
largos argumentos de la Biblia para probar que habría dones, milagros,
y profetas en la iglesia. Pero estos son los mismos argumentos usados por
los Mormones, los Cuáqueros, etc., a favor de sus iglesias. Ellos
no tocan el caso. La pregunta no es: ¿PUEDE el Señor inspirar
a hombres y mujeres?, sino: ¿HA INSPIRADO Dios a la Sra. White?
El Nuevo Testamento repetidamente nos advierte que no aceptemos falsos
profetas. "Guardaos de los falsos profetas", Mat. 7: 15. "Se levantarán
falsos Cristos y falsos profetas", Mat. 24: 24. "No creáis a todo
espíritu...Muchos falsos profetas han salido por el mundo". I Juan
4: 1.
En cada generación, muchos se han levantado asegurando
ser profetas. Todos han encontrado más o menos seguidores. Todo
lo que tienen que hacer es creer firmememte en ellos mismos y hacer afirmaciones
extravagantes, y pronto tendrán seguidores. Notemos algunas prominentes
personas de entre ellos cerca de nuestro propio tiempo.
1. Swedenborg
Nació en Estocolmo, Suecia, en 1688, y murió
en 1772. Su padre era un noble de alta posición. De aquí
que Swedenborg fuera bien educado y que se moviera en la alta sociedad.
Viajó extensamente, y se codeó con los hombres más
eruditos de su tiempo. El rey le nombró en una importante posición,
que él ocupó con gran aceptación por más de
treinta años. Se distinguió en las ciencias, y escribió
setenta y siete libros, que cubrían cada una de las ramas de la
ciencia. Era del más puro carácter, y devotamente religioso.
Las Reglas de la Vida, según Swedenborg
1. Leer y meditar a menudo en la Palabra de Dios.
2. Someterse en todo a la voluntad de la Divina
Providencia.
3. Observar en todo una conducta apropiada, y conservar
la conciencia limpia.
4. Desempeñar fielmente las funciones de
mi empleo y los deberes de mi oficio, y en todas las cosas ser útil
a la sociedad.
Ni una sola mancha reposa sobre su carácter moral.
A la edad de cincuenta y cinco años, comenzó
a tener visiones del cielo, del infierno, de los ángeles, y del
mundo espiritual. Dice él: "He sido llamado a un santo ministerio
por el Señor mismo, que misericordiosamente se me apareció
a mí, su siervo, en el año de 1743, cuando abrió mis
ojos al mundo espiritual y me preparó para conversar con espíritus
y ángeles". Exactamente lo que afirma la Sra. White. Swedenborg
continuó esta obra durante treinta años, y escribió
como treinta volúmenes inspirados. Hizo predicciones de lo más
notables, que, según se asegura, se cumplieron exactamente.
Fundó una nueva religión basada en sus revelaciones.
Se enseña la Biblia como libro sagrado, y se insta a los fieles
a vivir una vida santa.
Esta iglesia ha crecido constantemente, hasta el punto
de que tiene sociedades en todas partes del mundo y en los principales
idiomas. Publican tres semanarios, cinco periódicos mensuales, y
uno trimestral, además de muchos libros. Se adelantó a la
Sra. White exactamente 100 años. Sus seguidores creen en él
tan implícitamente como los de la Sra. White creen en ella, y son
muy celosos en la propagación de su fe. En muchos respectos, ambos
movimientos son muy semejantes. Lo que antecede fue condensado de la Enciclopedia
Schaff-Herzogg.
2. Ann Lee y los Shakers
Son tan bien conocidos en los Estados
Unidos que sólo necesito decir algo acerca de ellos. Ann Lee, su
dirigente, nació en Inglaterra en 1736; murió en 1784. Como
la Sra. White, "no tuvo ninguna educación". Ingresó a una
sociedad que estaba teniendo notables experiencias religiosas, y pronto
comenzó "a tener visiones y a hacer revelaciones", a las cuales,
como la Sra. White, ella llamó "testimonios". "De allí en
adelante, afirmó que era dirigida por revelaciones y visiones".
Enciclopedia
Schaff-Herzog, Artículo "Ann Lee." Fue aceptada como dirigente
y como "la segunda aparición de Cristo". Como la Sra. White, requería
"una clase especial de vestido", "se oponía a la guerra y al uso
de la carne de cerdo". Enciclopedia Johnson, Artículo "Shakers".
No se relacionan con otras iglesias; son renombrados por su pureza y su
devoción. Suman como 8,000. Una cuidadosa comparación muestra
muchos puntos de similitud entre la Sra. Lee y la Sra. White. La principal
evidencia en la que los Adventistas descansan como prueba de la inspiración
de la Sra. White es la pureza de su vida y el alto tono moral y religioso
de sus escritos. Dicen que sus revelaciones tienen que ser o de Dios o
del diablo. Si fueran de Satanás, no enseñarían tal
pureza y santidad. El mismo razonamiento probaría que la Sra. Lee
es una verdadera profetisa, pues ella supera a la Sra. White en esta línea,
hasta el punto de que "Shaker" se ha convertido en sinónimo de honestidad.
Adventistas, por favor tomen nota de este punto.
3. La Sra. Joanna Southcott
Nació en Inglaterra en 1750,
de padres pobres, y carecía por completo de educación. Trabajó
como empleada doméstica hasta que tuvo más de 40 años
de edad. Se unió a los Metodistas en 1790. En 1792, se anunció
como profetisa, y "publicó numerosos folletos [más de sesenta]
con sus revelaciones". Enciclopedia Johnson, Artículo "Southcott."
Experimentaba trances lo mismo que la Sra. White, y anunciaba el pronto
regreso de Cristo. Véase Enciclopedia Americana, artículo
"Southcott". Como la Sra. White, llevó a cabo un lucrativo negocio
con la venta de sus libros. Por extraño que parezca, muchos instruídos
ministros creyeron en ella, y miles se unieron a sus seguidores, ¡hasta
que en unos pocos años sumaron más de 100.000! Hizo muchas
predicciones, que sus seguidores afirmaban que se cumplieron. "La fe de
sus seguidores, entre los cuales había varios clérigos de
las iglesias establecidas, alcanzó niveles de entusiasmo". Enciclopedia
Americana, artículo "Southcott".
"Se consideraba a sí misma
la esposa del Cordero, y cuando tenía sesenta y cuatro años
de edad, anunció que estaba embarazada del verdadero Mesías,
el 'segundo Shiloh,' al cual ella daría a luz el 19 de Octubre de
1814... Joanna murió en su autoengaño el 27 de Dic. de 1814;
pero sus seguidores, que en un tiempo sumaban 100,000, continuaron observando
el sábado judío hasta 1831". Enciclopedia Schaff-Herzog.
Un examen post-mortem mostró que había estado sufriendo de
hidropesía [edema]". Enciclopedia Johnson. "La muerte puso fin a
sus esperanzas y a sus temores. Sin embargo, con sus seguidores ocurrió
diferente; y, aunque estuvieron confundidos un tiempo por su deceso, que
apenas pudieron creer que era real, esperaban con confianza su pronta resurrección.
Con esta convicción muchos vivieron y murieron, pero su secta todavía
no se ha extinguido". Enciclopedia Americana, artículo "Southcott".
Que las personas sinceras consideren
estos hechos. Este movimiento, que ocurrió sólo treinta años
antes de la obra de la Sra. White, era en muchos respectos semejante al
movimiento del Adventismo del Séptimo Día. Una mujer sin
educación es la dirigente. Tiene visiones, escribe numerosos folletos
y revelaciones, y predice la pronta venida de Cristo. Su honestidad es
claramente manifiesta; su entusiasmo y el de sus seguidores es grande.
En un corto período de tiempo, 100,000 personas aceptan sus "testimonios".
El actual movimiento Adventista del Séptimo Día es similar
en muchos respectos, como ya hemos visto más arriba.
Y nótese aquí la terrible
tenacidad del fanatismo una vez que se inicia. Cuando Joanna murió,
era de suponer que todas las personas cuerdas renunciarían;
pero emparcharon la cuestión de alguna manera y siguieron adelante,
y allí están ahora. Así sucede con los seguidores
de la Sra. White. No importa qué crasos errores cometa o cuántos
fracasos experimente, los emparchan de algún modo y siguen adelante.
Y lo harán después de que ella haya muerto y desaparecido.
4. Joseph Smith y los Mormones
Este profeta y sus visiones y revelaciones
son tan conocidos que sólo los mencionaré brevemente. Smith
nació en 1805, y murió en 1844, el año en que la Sra.
White inició sus revelaciones. Smith surgió durante un gran
avivamiento religioso, como lo hizo la Sra. White en el movimiento Adventista
de 1843-1844. En 1823, Smith también comenzó a tener "visiones",
y "revelaciones", y a ver ángeles. El segundo advenimiento de Cristo
estaba a las puertas, decía, y de aquí el nombre, "Santos
de los Últimos Días". Su misión era introducir "la
nueva dispensación". Ellos son los "santos" y todas las otras iglesias
son "paganas", o gentiles. Los seguidores de la Sra. White son todos santos;
todas las demás iglesias son "Babilonia" y apóstatas.
La prueba de su inspiración
sobrepuja a la de la Sra. White. Hacen muchos milagros, como vigorosamente
afirman, tienen el don de lenguas, y pueden apuntar a muchas predicciones
que se han cumplido notablemente. Yo me he encontrado con ellos con frecuencia,
he visto al hijo de Smith, y los conozco bien. También tienen una
nueva Biblia, una nueva revelación, han iniciado una nueva secta,
y no quieren tener nada que ver con los demás, pero hacen prosélitos
de entre todos.
Los mormones comenzaron en 1831,
como quince años antes que los Adventistas del Séptimo Día;
suman 600.000, más de cinco veces más que los Adventistas.
Éstos aseguran que ellos tienen que ser la verdadera iglesia porque
son perseguidos; pero los Mormones han sido perseguidos mil veces más.
Smith y otros fueron muertos; muchos han sido azotados, untados de brea
y emplumados; les han lanzado huevos podridos; han sido apedreados, atacados
por turbas, expulsados de lugares poblados, y declarados fuera de la ley.
¿Deben por eso ser la verdadera iglesia? Los Adventistas del Séptimo
Día no han sufrido persecución. Ni uno de ellos ha sido jamás
azotado, ni apedreado, ni atacado con huevos podridos, ni untado de brea
y emplumado, ni atacado por turbas, ni muerto. ¡Persecución!
No tienen la menor idea de lo que es, y nunca la tendrán, aunque
están ansiosos de aparecer como grandes mártires.
Las Visiones y su Guía
La Sra. E. G. White, esposa del
finado pastor White, dirigente de los Adventistas del Séptimo Día,
asegura ser divinamente inspirada, tal como lo fueron los profetas bíblicos.
Esta afirmación es aceptada por la denominación entera. Defienden
su inspiración tan fervorosamente como la de la Biblia. Año
tras año, en sus Conferencias Estatales y Generales, se adoptan
resoluciones rigurosas, respaldando sus revelaciones de la manera más
vigorosa.
Una y otra vez, he visto adoptarse
estas resoluciones por un creciente número de miembros de la congregación
entera, y yo con ellos. "Las visiones de la Sra. E. G. White, una manifestación
de los dones espirituales de acuerdo con las Escrituras", es el título
de un libro de 144 páginas publicado por ellos para defender su
inspiración.
Apuntan a ella y a sus visiones
como la señal y la prueba de que ellos son la única y verdadera
iglesia. Apoc. 12: 17. De aquí que, como se ve, esto sea un tema
vital para ellos.
En mi debate con los Adventistas
en Healdsburg, Cal., en Feb, 21-28, 1889, afirmaron esta proposición:
"Las visiones de la Sra. E. G. White son revelaciones de Dios". Sus escritos
son llamados "Testimonios". En el Testimonio No. 33, que se acaba de publicar,
ella afirma esto de sus escritos: "En los tiempos antiguos Dios habló
a los hombres por boca de los profetas y los apóstoles. En estos
tiempos les habla por medio de los Testimonios de su espíritu".
Pág. 189. Nuevamente: "Es apenas posible para los hombres infligir
un insulto mayor a Dios que el de despreciar y rechazar los instrumentos
[sus Testimonios] que él ha señalado para guiarlos". Pág.
208. Nótese que sus "Testimonios" han de GUIAR al pueblo de Dios
ahora. Acerca de su inspiración, dice Smith: "Viene a nosotros como
mensaje divino; es un rayo de luz desde el trono; es instrucción
del Espíritu Santo". Respuestas a Canright, pág. 77.
En Advent Review, de Julio
2, 1889, se dan estas "REGLAS: 1. No descuidaremos el estudio de la Biblia
y de los Testimonios". Esto ilustra el lugar que le asignan a sus escritos,
es decir, lo consideran un apéndice de la Biblia. Ella tiene la
misma relación con su pueblo que la que tenía la Sra. Southcott
con el suyo, Ann Lee con los Shakers, y Joe Smith con los Mormones.
Entre ellos, la citan como nosotros
citamos a Pablo. Un texto de sus escritos es el fin de toda controversia
en cuestiones de doctrina y disciplina. Es común oírlos decir
que cuando abandonen sus visiones también abandonarán la
Biblia, y a menudo lo hacen.
Sus visiones, o "testimonios", como
son llamados, están tan inseparablemente conectados con la doctrina
Adventista del Séptimo Día entera que una persona no puede
consistentemente aceptar la una sin aceptar la otra. Además, son
constantemente impuestos sobre su pueblo de todas las maneras posibles,
de tal manera que una persona no puede por mucho tiempo sentirse cómoda
entre ellos a menos que también los acepte. Cualquiera que los rechace
o se oponga a ellos es estigmatizado como rebelde que lucha contra Dios.
Así, la misma Sra. White dice: "Si ustedes disminuyen la confianza
del pueblo de Dios en los testimonios que él les ha enviado, están
rebelándose contra Dios tan ciertamente como lo hicieron Coré,
Datán, y Abiram". Testimonio No. 31, pág. 62. Ella asegura
que cada una de las líneas que ella escribe, aún en una carta
privada, es directamente inspirada por Dios - "preciosos rayos de luz que
brillan desde el trono", pág. 63. De sus propias palabras, dice
ella: "Es Dios, y no un mortal sujeto a error, el que ha hablado". Testimonios,
Vol. III, pág. 257. Una y otra vez, dice que los que dudan o se
oponen a ella están luchando contra Dios, pecando contra el Espíritu
Santo. Así: "luchando contra el Espíritu de Dios. Vi que
los que.... quieren quebrantar nuestro testimonio no están luchando
contra nosotros, sino contra Dios", pág. 260. Yo podría citar
muchos pasajes como éstos.
Estos escritos inspirados ahora
abarcan cuarenta volúmenes encuadernados. Así que tienen
otra Biblia, de la misma manera que los Mormones. Tienen que leer nuestra
antigua Biblia a la luz de esta nueva Biblia. Cualquier interpretación
de la Biblia que se encuentre en estos "testimonios" fija su significado
más allá de toda disputa ulterior. Dice ella: "Tomé
la preciosa Biblia y la rodeé de varios testimonios para la iglesia",
Vol. 2, pág. 205. Exactamente; y esa vieja Biblia debe ahora ser
leída a la luz de estos "testimonios". Ella continúa: "Por
medio de los testimonios, Dios ha simplificado las grandes verdades que
ya han sido dadas". ¡Sí, ahora tenemos que aceptar la Biblia
que de ese modo ha sido simplificada por ella! Swedenborg, la Sra. Southcott,
Ann Lee, Joseph Smith, y la Sra. White, cada uno de ellos ha hecho lo mismo
- tuvo una nueva revelación, escribbió libros inspirados,
e inició una nueva secta con una nueva religión.
No hay ni una sola doctrina ni práctica
en la iglesia, desde la observancia del sábado hasta el lavado de
los pies, sobre la cual ella no haya escrito. Eso zanja la cuestión.
No se puede hacer ninguna investigación ulterior en ninguna de estas
cuestiones, sólo para reunir evidencia e interpretar todo para sustentarlo.
¿Cómo, entonces, pueden sus ministros o su pueblo ser libres
para pensar e investigar por ellos mismos? No pueden, no se atreven, y
no lo hacen. Cuán a menudo he visto algún inteligente pensamiento
extinguido con esta observación: "Eso contradice a la Hermana White".
Esto pone fin a la cuestión. Todo lo que ella escribe, ya sea en
una carta privada o un artículo de periódico, es inspirado.
Así: "Dios hablaba por medio de la arcilla....En estas cartas que
yo escribo, en los testimonios que presento, les estoy presentando lo que
el Señor me ha presentado a mí. Yo no escribo ni un solo
artículo en el periódico expresando solamente mi propias
ideas. Ellos son lo que Dios ha abierto delante de mí en visión
- preciosos rayos de luz que brillan desdee el trono". Testimonio No. 31,
pag. 63. Allí lo tiene, auténtico: cada palabra que ella
escribe es un rayo de luz desde el trono. Rechácela, y será
rechazado por Dios.
Se ve, pues, que la Sra. White asegura
tener la más alta inspiración, la voz de Dios que habla directamente
por medio de ella. Sus seguidores argumentan que ella debe ser, o una verdadera
profetisa, o una hipócrita; pero no es ni lo uno ni lo otro. Pocos
se dan cuenta de cuán poderosa influencia puede ejercer sobre una
persona una imaginación religiosa excitada. Los entusiastas y los
fanáticos suelen ser gente honesta. La Sra. White es simplemente
una entusiasta religiosa auto-engañada. Esto lo mostraré
mediante hechos rotundos.
Por mucho tiempo estudié
a la Sra. White para establecer por mí mismo su verdadero carácter,
hasta que su caso está claro en mi propia mente. Naturalmente religiosa,
joven de edad, sin educación, enfermiza, fue arrebatada por el movimiento
Millerista de 1840-1844. Aceptaba sus ataques como el poder de Dios. Estimulado
y sustentado por su esposo, este pensamiento creció hasta convertirse
en una realidad para ella. Un cuidadoso estudio de sus escritos muestra
que cada año ella hacía afirmaciones de inspiración
un poco más fuertes, hasta que ahora afirma que todas sus expresiones,
aún en una carta, o en un sermón, son inspiradas. Asegura
que todos sus sueños y todas las impresiones de su mente son la
voz de Dios para ella. Dedica 38 páginas de su Testimonio No. 33
a vindicar su propia gran inspiración. Probablemente tiene algún
método para corregir sus propios errores, y sus propias contradicciones
y decepciones para su propia satisfacción. Así que ahora,
cualquier cosa que ella pueda aprender de alguna manera, cualquier impresión
de su mente, cualquier pensamiento que sea claro para ella, es el Espíritu
que le habla. No tengo dudas de que ella lo cree. Está más
engañada que sus seguidores, pues muchos de ellos dudan en privado
de su inspiración, mientras la defienden en público.
Que ella no es inspirada lo muestran
claramente muchos hechos. Nunca hizo ningún milagro. Los antiguos
profetas y los apóstoles hacían milagros libremente, para
probar que Dios los había enviado. En todos estos setenta años,
en todos sus cuarenta volúmenes, no se ha cumplido ni una sola de
las predicciones que ella hizo Esto es asombroso, considerando que
ella se espacia casi completamente en predicciones. Parece como si debería
haberse tropezado con muchas cosas que después podían haberse
interpretado como profecías cumplidas. Pero no se puede encontrar
ni una. Esto muestra cuán desatinada y completamente erróneas
deben haber sido sus teorías.
Ella dice en "Spiritual Gifts",
Vol. II, pág. 293: "Yo dependo tanto del Espíritu del Señor
para relatar o escribir una visión como para tenerla". Aquí
asegura que las mismas palabras con las cuales son registradas sus visiones
son de inspiración divina. Pero yo sé que las palabras en
sus "testimonios" escritos no son inspiradas, porque -
1. Cuando está escribiendo,
a menudo cambia lo que ha escrito, y lo escribe de manera muy diferente.
La he visto tachar una página entera, o una línea, o una
oración, y escribirla otra vez de manera diferente. Si Dios le hubiese
dado las palabras, ¿por qué las tachaba y las alteraba?
2. Repetidamente la he visto
sentarse, pluma en mano, y leerle un manuscrito a su esposo por horas,
mientras él sugería muchos cambios, los cuales ella hacía.
Ella tachaba sus propias palabras y ponía las de él, algunas
veces oraciones enteras. ¿Estaba él inspirado también?
3. Como ella es ignorante
de la gramática, en los últimos años ha contratado
a una escritora consumada para que corrija sus manuscritos, mejore la redacción,
los pula, y los ponga en estilo popular, para que sus libros se vendan
mejor. Miles de palabras, que no son las suyas, son así incorporadas
por otras personas, algunas de las cuales ni siquiera son cristianas. ¿Son
sus palabras inspiradas también?
4. Ella a menudo copia su
tema de otros autores sin darles crédito ni poner el material copiado
entre comillas. De hecho, su libro más reciente, "Great Controversy",
que ellos alaban tanto como su obra más grande, es mayormente una
compilación de History of the Sabbath, de Andrew, History
of Waldenses, de Wylie, Life of Miller, por White, Thoughts
on Revelation, por Smith, y otros libros.
Ella pretende hacer creer que todo
esto le fue revelado directamente del cielo. No es algo que ella ha oído,
o leído, o estudiado, sino que es Dios el que se lo ha revelado
por medio del Espíritu Santo. Los hechos contundentes muestran que
esta afirmación es completamente falsa y que su libro es un engaño,
lo mismo que el Libro de Mormón, que Smith robó de Spaulding.
La Unión de Pastores de Healdsburg,
Calif., investigó el asunto y publicó muchos ejemplos tomados
de cientos en los cuales ella había copiado el material directamente
de otros autores sin siquiera dar a entender que había sido copiado.
Examinaron varias obras y muchísimas páginas, encontrando
lo mismo a través de todo el libro. Esto demuestra que ella es culpable
de robar ideas y material de otros autores, ¡y presentárselos
a sus seguidores como una revelación de Dios!
5. Pasajes suprimidos. Varios
pasajes importantes en la primera edición de sus visiones han sido
suprimidos en todas las ediciones posteriores, pues contradicen lo que
los Adventistas creen ahora. Por treinta años, se han sentido incómodos
bajo esta acusación de supresión. Lo han negado, lo han desestimado;
y finalmente la presión fue tan grande que en 1882 volvieron a publicar
sus primeras visiones, afirmando que las estaban dando todas, palabra por
palabra. Dicen: "No se ha hecho ningún cambio a la obra original".
Prefacio a Early Writings, pág. 4. También dicen que
la obra fue impresa "bajo la supervisión directa de la autora y
con su plena aprobación". Pág. 4. Denuncian como una malvada
calumnia el decir que cualquier cosa haya sido suprimida.
Pero yo tengo delante de mí
la obra original titulada "A Word to the Little Flock" [Una Palabra a la
Manada Pequeña], publicada por James White en 1847; también,
"The Present Truth" [La Verdad Presente], de Agosto de 1849, que contienen
las visiones originales. Comparando la edición actual con el original,
encuentro siete diferentes lugares en los cuales entre CINCO y TREINTA
líneas en un lugar han sido eliminadas de plano, ¡sin ninguna
señal de omisión! Los pasajes suprimidos perjudican mucho
su inspiración. Daré una corta como ilustración. Enseña
lo que ahora niegan, es decir, que nadie podía convertirse después
de 1844. Las líneas suprimidas están entre corchetes.
Como se publicó originalmente
"Vi que las misteriosas señales
y maravillas y las falsas reformas aumentarían y se extenderían.
Las reformas que se me mostraron no eran del error hacia la verdad, [sino
de mal a peor, porque los que profesaban un cambio de corazón sólo
estaban envueltos en un disfraz religioso, que cubría la iniquidad
de un corazón impío. Algunos parecían haberse convertido
realmente, para engañar al pueblo de Dios, pero si pudieran verse
sus corazones, se verían tan negros como siempre]. Mi ángel
acompañante me invitó a mirar, buscando el afán espiritual
por los pecadores, como antes. Miré, pero no pude verlo, porque
el tiempo para su salvación había pasado". Present Truth,
pág. 22, publicado en Agosto de 1849.
Como está publicado ahora
"Vi que las misteriosas señales
y maravillas y las falsas reformas aumentarían y se esparcirían.
Las reformas que se me mostraron no eran del error hacia la verdad. Mi
ángel acompañante me invitó a buscar el afán
espiritual por los pecadores, como era usual. Miré, pero no pude
verlo, porque el tiempo para su salvación ha pasado". Pág.
37, edición de 1882.
Ahora, si quieren ser honestos y
atreverse a publicar estos pasajes suprimidos, ¿por qué no
lo hacen? Saben muy bien cuáles son; la Sra. White sabe cuáles
son; y sin embargo, el libro es vuelto a publicar "bajo su propia supervisión",
y todos estos pasajes son dejados fuera, a pesar de que se dice que "no
se ha hecho ningún cambio a la obra original". Yo tengo ambos libros
delante de mí en este momento, y sé que que esta afirmación
es falsa, y ellos también lo saben, y sin embargo continúan
publicándolo.
6. En 1885, todos sus "testimonios"
fueron publicados nuevamente en cuatro volúmenes, bajo la supervisión
de su propio hijo y un editor crítico. Abriendo el Vol. I al azar
por cuatro diferentes páginas, las leí y las comparé
con la publicación original que tengo. Encontré un promedio
de ¡VEINTICUATRO CAMBIOS DE PALABRAS EN CADA PÁGINA! Sus palabras
habían sido eliminadas y otras insertadas en su lugar, y se habían
hecho otros cambios, tantos en algunos casos que era difícil leer
las dos versiones juntas. A la misma proporción en los cuatro volúmenes,
habría 63.720 cambios.
Tomando, entonces, las palabras
que fueron insertadas por su esposo, por su copista, por su hijo, por sus
editores, y las que fueron copiadas de otros autores, probablemente comprenden
entre la décima y la cuarta parte de todos sus libros. ¡Menuda
inspiración! El lector común no sabe nada de estos perjudiciales
hechos, pero yo no pude evitar conocerlos, porque yo estaba donde donde
yo mismo podía verlos.
Yo podría llenar un libro
con la evidencia de sus equivocaciones, pues todos sus libros están
llenos de ellas. Sólo seleccionaré unas pocas.
LA PUERTA CERRADA. Por varios años
después de 1844, la Sra. White tuvo visiones que decían que
el tiempo de oportunidad había terminado en ese año, que
ya no había salvación para los pecadores. Por supuesto, ella
tiene que negarlo ahora, pero la prueba contra ella es abrumadora.
1. Los Adventistas del Séptimo
Día se ven obligados a admitir que, por algún tiempo después
de 1844, sostuvieron que el tiempo de oportunidad había terminado.
Hasta la Sra. White lo admite. Ella dice: "Después de que pasó
el tiempo de espera en 1844, los Adventistas todavía creían
que la venida del Salvador estaba muy cerca; sostenían que.... la
obra de Cristo como intercesor del hombre delante de Dios había
cesado. Habiendo dado la amonestación del juicio cercano, sentían
que su obra en favor del mundo estaba hecha, y ya no se sintieron responsables
por la salvación de los pecadores.... Todo esto les confirmó
en la creencia de que el tiempo de oportunidad había terminado o,
como decían ellos, 'la puerta de la misericordia estaba cerrada'".
Great
Controversy, pág. 268. Esta afirmación de la misma Sra.
White es suficiente para confirmar el punto de que los Adventistas creían
que "la puerta de la misericordia se cerró" en 1844. Nótese
aquí que "la puerta cerrada" significa el fin del tiempo de oportunidad,
el fin de la misericordia para los pecadores.
Por un tiempo, el Sr. Miller abogó
por la puerta cerrada en 1844. Dice él: "Hemos hecho nuestra obra
de amonestar a los pecadores y tratar de despertar a una iglesia formal.
En su providencia, Dios ha CERRADO LA PUERTA; sólo podemos animarnos
los unos a los otros a ser pacientes". Advent Herald, Dic. 11, 1844.
Luego, en The Voice of Truth,
de Feb. 19, 1845, dice: "No he visto una sola conversión genuina
desde entonces".
El pastor G. I. Butler, en el
Review and Herald, de Marzo 3, 1885, dice: "Al pasar el tiempo, hubo
un sentimiento general entre todos los creyentes sinceros de que su obra
en favor del mundo estaba concluída". "No puede haber dudas de que,
por meses después de que había pasado el tiempo, hubo la
impresión general de que su obra de amonestar al mundo había
terminado". "Su responsabilidad había terminado, y pensaban que
su obra había concluído". Sí; esto es exactamente
lo que ellos creían, que el tiempo de oportunidad había terminado.
2. He conversado con varias
personas que afirman positivamente que oyeron a la Sra. White enseñar
esto repetidamente. Hay muchos todavía vivos que juran que la oyeron
enseñar esto.
3. Testimonio escrito. John
Megquier, de Saco, Maine, un hombre notable por su integridad, escribe:
"Conocemos bien las actividades de Ellen G. White, la visionista, mientras
estuvo en el estado de Maine. Algunas de sus primeras visiones las tuvo
enmi casa de Poland. Decía que Dios le había dicho en visión
que la puerta de la misericordia se había cerrado, y que ya no había
más oportunidad para el mundo". The True Sabbath, por Miles
Grant, pág. 70. La Sra. L. S. Burdick, de San Francisco, California,
que conocía bien a la Sra. White, escribe: "Conocí a James
White y a Ellen Harmon (ahora la Sra. White) a principios de 1845. Cuando
los conocí, estaban en un estado de alocado fanatismo, acostumbraban
sentarse en el suelo en vez de en sillas, y gatear sobre el piso como bebés.
Esos caprichos eran considerados señales de humildad. No estaban
casados, pero viajaban juntos. Ellen tenía lo que se conocían
como visiones; decía que Dios le había mostrado en visión
que Cristo Jesús se levantó el día décimo del
mes séptimo de 1844 y cerró la puerta de la misericordia;
que había abandonado para siempre el trono mediador; que el mundo
entero estaba condenado y perdido, y que ningún otro pecador se
salvaría jamás". L. S. Burdick, "True Sabbath", pág.
72. O. R. L. Crosier guardó el sábado con ellos en 1848.
Escribe así: "Ann Arbor, Mich., Dic. 1, 1887. Sí, YO SÉ
que Ellen G. Harmon, ahora la Sra. White, sostenía la teoría
de la puerta cerrada en ese tiempo". Luego, da la evidencia. Estas personas
conocían los hechos y puesto sus testimonios por escrito.
4. The Present Truth,
de James White, editor, de Oswego, N. Y., Mayo de 1850, contiene un artículo
del editor sobre "el Santuario, los 2300 días, y la Puerta Cerrada".
El pastor White dice: "En ese punto del tiempo [1844], se dio el clamor
de medianoche, la obra en favor del mundo terminó, y Jesús
entró al Lugar Santísimo.... Cuando llegamos a ese punto
en el tiempo, cesaron toda nuestra simpatía, nuestra carga, y nuestras
oraciones por los pecadores, y hubo el sentimiento unánime y el
testimonio de que nuestra obra a favor del mundo había terminado
para siempre....Jesús todavía es misericordioso hacia sus
santos, y siempre lo será; y Jesús es todavía SU abogado
y sacerdote; pero el pecador, a quien Jesús ha extendido sus brazos
durante todo el día, y quien ha rechazado las ofertas de salvación,
SE QUEDÓ SIN ABOGADO cuando Jesús salió del lugar
santo y cerró la puerta en 1844". Cualquier persona honesta puede
ver que la puerta cerrada significaba que no había salvación
para los pecadores, y esto es lo que el pastor White enseñaba en
1850. En un informe de trabajo en el Advent Review de Mayo 15, 1850,
el pastor White, mencionando la muerte de una hermana Hastings, dice: "Ella
abrazó el sábado en 1846, y siempre creyó que la obra
de amonestar al mundo terminó en 1844".
Nuevamente: "Muchos señalarán
a una persona que se dice que se convirtió como prueba de que la
puerta no está cerrada, reemplazando así la palabra de Dios
por los sentimientos de un individuo". Present Truth, Dic, 1849.
Esto muestra que ellos sostuvieron la idea de la puerta cerrada por años
después de 1844. ¡Qué doctrina tan fanática
y abominable para que la enseñaran cristianos! La Sra. White estuvo
con ellos y en pleno acuerdo con ellos acerca de esto todos estos años.
Ella tenía revelaciones casi todos los días. Si eran de Dios,
¿por qué no las corrigió de este terrible error? Aunque
ella no hubiese dicho nada para confirmar este autoengaño, el simple
hecho de que ella no tuvo revelaciones que contradijeran esta idea todos
estos años es suficiente para destruir su afirmación de que
era inspirada. Pero el hecho es que ella enseñó este error
tan vigorosamente en sus visiones como lo hicieron los hermanos con sus
argumentos.
He aquí sus propias palabras:
"Marzo 24, 1849.... Se me mostró que los mandamientos de Dios y
el testimonio de Jesucristo en relación con la puerta cerrada no
podían ser separados.... Vi que las misteriosas señales y
maravillas y las falsas reformas continuarían y se extenderían.
Las reformas que se me mostraron no eran del error a la verdad, sino de
mal a peor, porque los que profesaban un cambio de corazón sólo
estaban envueltos en un manto religioso, que encubría la iniquidad
de un corazón impío. Algunos parecían haberse convertido,
esto para engañar al pueblo de Dios, pero si sus corazones pudieran
verse se verían tan negros como siempre. Mi ángel acompañante
me invitó a mirar en busca del afán espiritual en favor de
los pecadores, como antes. Miré, pero no pude verlo, porque el tiempo
de su salvación había pasado". Present Truth, págs.
21-22, publicado en Agosto de 1849.
Aquí tiene Ud. la puerta
cerrada y la terminación de la misericordia para los pecadores tan
clara como el lenguaje puede expresarla. Cualquier lector honesto sabe
lo que esto enseña. Da lástima ver los cambios y las vueltas,
las evasiones, los subterfugios, las sutilezas, si no algo peor, a los
que se recurre en relación con este pasaje para defender las visiones
de la Sra. White. Pero allí está, para burlarse de todos
sus esfuerzos. Aquí hay otro pasaje que enseña la misma doctrina:
"era tan imposible para ellos regresar al sendero nuevamente e ir a la
ciudad como para todo el mundo impío que Dios había rechazado".
A
Word to the Little Flock, pág. 14, publicado en 1847. En esta
época, entonces, Dios había rechazado al mundo impío
- la puerta cerrada, como se ve.
Aquí hay otra visión
en que ella enseña la doctrina de la puerta cerrada en su peor forma,
es decir, que después de 1844 ni un solo rayo de luz sale de Jesús
para los impíos, sino que todos son entregados al diablo, a quien
oran ahora en vez de a Dios. Después de que Jesús salió
del Lugar Santo, dice ella: "No vi ni un solo rayo de luz salir de Jesús
para la descuidada multitud después de que él se levantó
y ellos quedaron en completa oscuridad.... Satanás parecía
estar al lado del trono tratando de llevar a cabo la obra de Dios. Los
vi levantar la vista, mirar al trono, y orar: Padre, danos de tu espíritu;
entonces Satanás hizo soplar sobre ellos una maligna influencia".
Early
Writings, págs. 46-47. ¡Ni un solo rayo de luz llega a
los pecadores desde 1844, sino que todos fueron entregados al diablo! ¿De
qué sirve que nieguen que ella enseñó esta doctrina?
Ella ciertamente lo hizo y lo sabe. Este hecho y la osada negación
de él ahora la identifican como una falsa maestra.
Mencionaré brevemente algunos
otros errores que ella cometió, los suficientes para mostrar que
ella es por completo indigna de confianza.
1. Por más de cuarenta
años, ella, personalmente, ha estado constantemente esperando el
fin del mundo, y todavía no ha ocurrido. Por sí solo, esto
debería abrir los ojos de todos para que vean que ella no tiene
ningún conocimiento del futuro.
2. Esclavos. En 1849, ella
predijo lo que sucedería cuando Jesús viniera, diciendo:
"Vi a los piadosos esclavos levantarse triunfantes y victoriosos, y sacudir
las cadenas que les ataban, mientras sus malvados amos permanecían
en confusión".
Early Writings, pág. 28. Pero ahora
no hay esclavos. En aquel entonces, ella ni siquiera soñába
con la abolición de la esclavitud.
3. Las naciones furiosas.
"Las naciones se están poniendo furiosas AHORA". Early Writings,
pág. 29. Eso fue hace 38 años. ¡Les toma un largo tiempo
enfurecerse hasta el punto de querer luchar!
4. Otro error: "Algunos miran
demasiado lejos para la venida del Señor". Pág. 49. De eso
hace 38 años, y ningún Adventista de entonces esperaba que
el tiempo durara ni diez años.
5. Otro error garrafal: "El
tiempo durante el cual Jesús estaría en el Lugar Santísimo
había casi terminado". Pág. 49. Jesús entró
allí en 1844. Quiere decir que había estado allí seis
años. Ella vio que el tiempo para que él estuviera allí
había casi terminado, pero ha continuado por sesenta años
desde entonces. Una falsa predicción, como cualquiera puede ver.
6. Sólo algunos meses
en 1849. "Ahora el tiempo casi se ha terminado, y lo que hemos estado aprendiendo
en [seis] años, ellos [los nuevos conversos] tendrán que
aprenderlo en unos pocos meses". Pág. 57. ¡Pero, en vez de
algunos meses, han tenido sesenta años!
7. Ella quebrantó el
sábado durante once años. Aunque tuvo una visión tras
otra acerca del sábado, durante once años todos lo iniciaron
a las 6:00 P. M. en vez de a la puesta del sol como lo requiere la ley.
Lev. 23: 22. Cuando descubrieron el error, ella también lo vio,
en visión. Dice así: "Entendí por qué debeíamos
cambiar en esta fecha tardía". Testimonio No. 1, pág. 13.
Una pobre dirigente, ella.
8. Sus predicciones acerca
de la rebelión fueron un fracaso. "Ene. 4, 1862. Se me mostraron
algunas cosas en relación con nuestra nación". Testimonies,
Vol. I, pág. 253. Todos recordarán la gran ansiedad e incertidumbre
de aquellos días. ¿Cómo terminaría la guerra?
Especialmente ansioso estaba su pueblo, porque eran no combatientes pero
sujetos a ser reclutados. He aquí a una inspirada profetisa en medio
mismo de ellos, que tenía abundantes revelaciones acerca de la longitud
del vestido de las mujeres, lo que la gente debería comer, etc.
¡Qué alivio habrían sido para todos unas pocas y cortas
palabras del cielo acerca del resultado de la guerra! La presión
sobre ella pidiéndole luz era tan grande que tenía que decir
algo. Así que tomó la pluma y garrapateó treinta y
dos largas páginas acerca de la guerra. Ahora es divertido leer
aquello. Por sí sola, esta "revelación" es suficiente para
mostrar que ella no sabe absolutamente nada del futuro. Todo lo que escribió
era apenas un nuevo planteamiento del punto de vista popular de la cuestión
en ese tiempo. Citaré algunas frases como muestra: "El sistema de
la esclavitud, que ha arruinado nuestra nación, es dejado para que
instigue otra rebelión". ¿Permaneció la esclavitud
para instigar otra rebelión? Ahora sabemos que esta afirmación
era completamente falsa.
Nuevamente: "Parece imposible que
la guerra sea conducida con éxito". Pág. 256. Otro fracaso,
porque fue conducida con éxito. Todos pueden ver que sus ideas eran
precisamente las que eran corrientes en ese tiempo. Por largo tiempo la
he observado y estudiado cuidadosamente, hasta que he quedado satisfecho
de que esto ocurre siempre con sus profecías - son enteramente moldeadas
por lo que al parecer ocurre alrededor de ella en ese momento. Aquí
hay otra: "Esta nación será humillada en el polvo". Pág.
259. ¿Lo fue? No. Nuevamente: "Cuando Inglaterra declare la guerra,
todas las naciones tendrán sus propios intereses que defender, y
habrá una guerra generalizada." Pág. 259. ¿Sucedió
algo de esto? No, pero es exactamente lo que todos esperaban en aquel entonces.
Una vez más: "Si nuestra nación hubiese permanecido unida,
habría sido fuerte; pero, dividida, TIENE QUE CAER." Pág.
260. ¡Y cómo cayó! "Se me mostró angustia y
perplejidad y hambruna en la tierra," pág. 260. Justo lo que todos
esperaban en ese entonces; pero, ¿dónde estaba la hambruna?
"Me pareció imposible que se eliminara la esclavitud", pág.
266. Por supuesto que lo parecía, pues así es como les parecía
a todos los demás en ese tiempo. Pero, ¿le parecía
así a Dios? Esa era la pregunta. ¿Se lo estaba diciendo Dios
a ella?
Ella asegura que lo que ella escribe
no es sólo sus propias ideas, sino la mente de Dios mismo. "Yo no
escribo ni un solo artículo en el periódico expresando meramente
mis propias ideas. Ellas son lo que Dios ha abierto delante de mí
en visión". Testimonio No. 31, pág. 63. ¡Esto, entonces,
era lo que Dios opinaba del asunto en ese momento! Nuevamente: "Se ha derramado
sangre como agua, y por nada". Testimony for the Church, Vol. I, pág.
367. ¿Fue por nada, vosotros valientes soldados? ¿Vosotros,
esclavos liberados? ¿Tú, la nación liberada? Yo podría
dar muchas de estas citas a través de sus escritos, mostrando cómo
han fallado siempre y en todas partes.
El vestido reformado
Uno de los peores errores crasos
que la Sra. White cometiera jamás, y que claramente mostraba su
fanatismo y que Dios nada tenía que ver con su trabajo, fue su iniciativa
acerca del vestido. Primero escribió: "Dios no quiere que su pueblo
adopte el así llamado vestido reformado", Testimonies, Vol. I, pág.
421. "Si las mujeres usan este vestido con una longitud de una o dos pulgadas
por encima del nivel de la calle para no ensuciarse", esto estaría
en armonía con su fe, pág. 424. Pasan cuatro años,
y nuevamente escribe: "Dios ahora quiere que su pueblo adopte el vestido
reformado", pág. 525. "Nueve pulgadas están aproximadamente
de acuerdo con mis cálculos, según lo puedo expresar en pulgadas",
pág. 521. He aquí dos revelaciones exactamente opuestas entre
sí en cuanto al estilo del vestido y su longitud, una pulgada o
dos, luego nueve pulgadas, desde el suelo. ¿Qué ocasionó
este cambio en la mente del Señor? La respuesta es fácil:
durante el tiempo transcurrido entre las dos revelaciones, la Sra. White
había pasado algún tiempo en el "Hogar" del Dr. Jackson en
Dansville, N. Y. Allí se usaba un vestido corto con pantalones,
a ella le gustó la idea, y pronto tuvo una visión que requería
que se adoptase esta moda. Eso es todo. Pero el vestido fue una vergúenza
y una desgracia y un completo fracaso. ¡Pensemos en una dama modesta
en la calle con pantalones, y un vestido a media pierna! Pero, durante
ochenta años, la Sra. White promocionó ese vestido con todas
sus fuerzas, y se lo puso ella misma como ejemplo, hasta que la mayoría
de las hermanas se lo pusieron. Pero esto creó una terrible conmoción.
Los esposos lo criticaban con palabrotas, los hermanos rehusaban salir
con sus hermanas, los hombres se burlaban, y los muchachos silbaban. Algunas
de las hermanas argumentaron, otras lloraron, otras más se rebelaron,
pero la mayoría se sometió. Lo sé, porque mi propia
esposa lo usó por ocho años - tuvo que hacerlo. La Sra. White
misma lo abandonó calladamente, y ahora nadie lo usa. ¡Aquí
están todos viviendo en violación directa de una clara revelación
de Dios! El sentido común le ganó al fanatismo.
Si Dios alguna vez habló
acerca de algo por medio de la Sra. White, fue acerca del vestido que se
requería que las mujeres llevaran. Yo estuve allí y sé
cómo ella lo impulsaba. Sus Testimonios en ese tiempo estaban llenos
de ello. Decía: "He cumplido con mi deber; he presentado mi testimonio,
y las que me han escuchado y han leído lo que he escrito les toca
ahora llevar la responsabilidad de recibir o rechazar la luz que ha sido
dada. ¡Si eligen aventurarse a ser oidoras olvidadizas, y no hacedoras
de la obra, lo hacen a su propio riesgo, y Dios les pedirá cuentas!"
Testimonies, Vol. I, pág. 525. Pero todas ellas han corrido el riesgo
y han abandonado el vestido, la Sra. White con el resto. ¿Cómo
se sale ella de esto? Mediante toda suerte de evasivas, culpando a todo
el mundo menos a ella misma. Esto ha sido una gran piedra de tropiezo.
Sus revelaciones influídas
por otros
La Sra. White no inventa nada. En
sus visiones, ella siempre ve exactamente lo que ella y sus amigos casualmente
creen y en lo cual están interesados. Su esposo y otros hombres
importantes primero aceptan o estudian una teoría y la conversan
hasta que la mente de ella está llena de la cuestión. Luego,
cuando ella está en trance, aquéllo es exactamente lo que
ella ve. Alguien que está familiarizado con la obra Adventista y
lo sabe bien, dice: "Las visiones no produjeron ni un solo punto de fe
sostenido por los Adventistas".
La misma Sra. White confiesa que
es influída por otros al escribir sus "Testimonies". Dice así
en págs. 138-139. "Lo que apareció en el Testimonio No. 11
concerniente al Instituto de Salud no debería haber sido hecho público
hasta que yo pudiera escribir todo lo que había visto en relación
con él.... Permití que mi juicio cediera al de otros y escribí
lo que apareció en el No. 11.... En esto me equivoqué". Testimonies,
Vol. I, pág. 563. Aquí ella "descubre el pastel". ¡Había
cometido un error tan craso que se vio obligada a echar la culpa a alguien
más y así decir la verdad de que había sido influída
por otros para cometerlo! Excelente inspiración.
El pastor White era bien consciente
de hasta qué punto ella era influída por otros para ver y
escribir como ellos la impresionaban para hacerlo. Por eso, era muy celoso
de que los dirigentes hablaran en absoluto con ella a solas para oponerse
a sus puntos de vista, pues temía que ella luego tuviera una revelación
que los favoreciera, oponiéndolos a él, como de hecho ella
lo hizo en los últimos años. Acerca de esto, ella escribió:
"La presión sobre mi pobree esposa ha sido terriblemente fuerte.
Ella ha sido muy impresionada por los pastores Butler y Haskell". Nuevamente:
"Creo que mi esposa ha sido más severa de lo que el Señor
realmente requería que fuese en algunos casos. Satanás se
ha aprovechado mucho.... Los pastores Butler y Haskell han tenido sobre
ella una influencia que yo espero ver quebrantada. Esto casi la ha arruinado.
Estos hombres no deben ser respaldados por nuestro pueblo para hacer lo
que han hecho". James White, Battle Creek, Mayo 25, 1881. Esto muestra
la confianza que su propio esposo tenía en las revelaciones de ella.
La filosofía de las visiones
de la Sra. White
Hay abundantes pruebas de que las
visiones de la Sra. White son meramente el resultado de una enfermedad
nerviosa, una complicación de histeria, catalepsia, y éxtasis.
Que ella cree honestamente en sus visiones, no tengo ninguna duda. He conocido
personalmente a otras cuatro mujeres, todas Adventistas del Séptimo
Día, que también tenían visiones. Todas eran sinceras
cristianas, y creían plenamente en sus propias visiones. Pero todas
eran enfermizas, nerviosas, e histéricas. No siendo estimuladas
en ellas, sino opuestas por sus ministros, finalmente renunciaron a ellas.
En toda época estos casos han sido numerosos, de lo cuales unos
pocos, como los de la Sra. Southcott, Ann Lee, y la Sra. White, han resultado
notables por cierto tiempo.
Los libros de medicina y las enciclopedias,
bajo las palabras "histeria", "catalepsia", y "éxtasis", dan una
completa descripción del caso de la Sra. White, como lo han expresado
ella misma y su esposo. Esto cualquiera lo puede ver en un día de
estudio. El espacio que tengo disponible no me permite dar sino unos pocos
puntos.
1. El sexo - femenino. "La
vasta preponderancia de histeria en el sexo femenino ha dado lugar a su
nombre". Sistema Médico, de Raynold, artículo, Histeria.
Así dicen todas las autoridades. Esto encaja con la Sra. White,
persona del sexo femenino.
2. La edad. "La histeria es
infinitamente más común entre las mujeres, comenzando generalmente
desde los quince hasta los dieciocho o veinte años de edad". Teoría
y Práctica de la Medicina, por Roberts, pág. 399. "En el
sexo femenino, la histeria comienza generalmente en o cerca de la edad
de la pubertad, es decir, entre los doce y los dieciocho años de
edad". Sistema Médico, de Raynold, artículo, Histeria. Aquí
nuevamente la descripción se ajusta al caso de la Sra. White. Ella
tuvo su primera visión a los diecisiete años. Véase
Testimonies, Vol. I, pág. 62. "A pesar de este modo de vida, la
salud de estas personas no se deteriora materialmente". Enciclopedia de
Johnson, artículo, Histeria. Así sucede con la Sra. White.
Su salud ha mejorado gradualmente y sus visiones han cesado poco a poco.
Al principio, ella tenía visiones casi diariamente, pero se han
vuelto menos frecuentes a medida que ella envejecía y se ponía
más saludable, hasta que después de como los cuarenta
y cinco años su promedio de visiones ha sido de menos de una cada
cinco años, y aún entonces ellas han sido cortas y ligeras,
hasta que ha dejado por completo de tenerlas. Ahora lea esto: "La histeria
generalmente ataca a mujeres desde la edad de la pubertad hasta la declinación
de las funciones naturales de su sexo". Enciclopedia de Johnson, artículo,
Histeria. El caso de la Sra. White nuevamente, exactamente.
3. La causa. Histeria, catalepsia,
epilepsia, y éxtasis son todas enfermedades nerviosas, que algunas
veces coexisten o se mezclan juntas de manera que es difícil distinguirlas
una de la otra. Las causas observadas son: "1. Perturbaciones mentales,
especialmente emocionales; por ejemplo, susto súbito, dolor o ansiedad
prolongados. 2. Influencias físicas que afectan el cerebro, como
UN GOLPE EN LA CABEZA O UNA CAÍDA DE CABEZA". Teoría y
Práctica de la Medicina, de Roberts, pág. 393. "En diez
de mis casos, la enfermedad se debió a causas reflejas. En seis
de ellos, estas causas consistieron de lesiones en la cabeza". Fundamental
Nervous Disease, de Putzel, pág. 66. Ésta es la Sra.
White de nuevo, exactamente. A la edad de nueve años, recibió
un terrible golpe en el rostro, que le rompió la nariz y casi la
mata. Estuvo inconsciente durante tres semanas. Véase acerca de
su vida en Testimony, Vol. I, págs. 9-10. Este impacto en
su sistema nervioso fue la verdadera causa de todas las visiones que ella
experimentó después.
4. Siempre debilucha y enfermiza.
"La mayoría de las personas histéricas están enfermas".
Teoría
y Práctica de la Medicina, de Roberts, pág. 404. "Ataques
de desmayos y palpitaciones del corazón parecen ocurrir con frecuencia.
Algunas veces, son tan severos que las personas afectadas por ellos parecen
estar muriendo". Enciclopedia Americana, artículo Histeria.
Ahora léase la vida de la Sra. White, en que ella habla una y otra
vez, incontables veces, acerca de que se desmayaba con frecuencia, tenía
dolor en el corazón, y se sentía tan enferma que creía
que se moría. Y es notable que la mayoría de sus visiones
eran inmediatamente precedidas por uno de estos ataques de desmayos. Esto
muestra claramente que ellos son el resultado de enfermedades nerviosas.
Dice ella: "Mis sentimientos eran desusadamente sensibles".
Testimonies,
Vol. I, pág. 12. Ahora lea esto: "Mujeres...cuyo sistema nervioso
es extremadamente sensible, son las más sujetas a afecciones histéricas".
Enciclopedia
Americana, artículo Histeria. Encaja perfectamente.
Las condiciones físicas
de la Sra. White, como las describe ella misma en Testimony, Vol. I
Cuando tenía nueve años,
una muchacha le acertó con una piedra que le lanzó, le rompió
la nariz, y casi la mata. Pág. 9. "Yací en un estupor durante
tres semanas". Pág. 10. "Quedé reducida casi a un esqueleto".
Pág. 11. "Mi salud parecía haberse deteriorado sin remedio".
Pág. 12. "Mi sistema nervioso estaba postrado". Pág. 13.
Éste fue el origen de su histeria de años posteriores. En
estas condiciones, ella "escuchó el sorprendente anuncio de que
Cristo vendría en 1843". Pág. 14. "Estas palabras me quedaron
sonando en los oídos; 'el gran día del Señor está
a las puertas'". Pág. 15. "Con frecuencia, asistía a las
reuniones, creyendo que Jesús habría de venir pronto". Pág.
22. De su impresión del infierno, dice ella: "Mi imaginación
estaba sometida a tanto esfuerzo, que comenzaba a sudar". Pág. 24.
"Temí perder la razón". Pág. 25. En una oportunidad,
verdaderamente enloqueció por dos semanas, como ella misma escribe.
Spiritual
Gifts, Vol. II, pág. 51. Ella continúa: "Mi salud era
muy mala". Testimonies, Vol. I, pág. 55. Se pensó
que ella no viviría sino unos pocos días. Fue entonces cuando
tuvo su primera visión, en realidad un ataque. Pág. 58. "Sólo
tenía diecisiete años, y era pequeña y frágil".
Pág. 62. "Perdí mis fuerzas", y los ángeles hablaban
con ella. Pág. 64. "Mis amigos creyeron que yo no viviría....
Inmediatamente arrebatada en visión". Pág. 67. ¡Nótese
cómo sus visiones ocurren cuando ella está muy enferma! Esto
lo dice todo; las visiones son el resultado de su debilidad física.
Si fuera el poder del Espíritu Santo, ¿por qué no
se las enviaba Dios cuando estaba bien? ¿Por qué no?
"A menudo, me desmayaba, y quedaba
como muerta". Al día siguiente, estaba bien, y "cabalgaba ocho millas".
Pág. 80. Esto es característico en mujeres histéricas,
como lo saben todos los que las han visto. Pueden estar muriendo en un
momento, y perfectamente bien al siguiente. La Sra. White ha pasado por
eso mil veces. Está moribunda, se ora por ella, es sanada por Dios,
y todo está bien en pocos minutos. En unos pocos días, ella
pasa por todo eso otra vez. Pero, si Dios la sana, ¿por qué
no permanece sana? Esto solía molestarme. Cuando Jesús sanaba
a un hombre, ¿tenía que regresar para ser sanado otra vez
cada pocos días? Ella continúa: "Me desmayé bajo la
carga. Algunos temieron que estuviera moribunda.... Pronto quedé
perdida para las cosas terrenales" - tuvo una visión. Pág.
86. Nuevamente: "Me desmayé. Se oró por mí y fue bendecida
y arrebatada en visión". Pág. 88. Allí la tiene Ud.,
la misma vieja historia. Es simplemente su imaginación histérica,
nada más. En la página siguiente: "Me desmayé...arrebatada
en visión". Y así continúa a lo largo de todo su libro.
Dice la Enciclopedia Americana, artículo Histeria: "Ataques
de desmayos y palpitaciones del corazón ocurren muy frecuentemente,
y algunas veces son tan frecuentes que las personas afectadas parecen
estar muriendo". La Sra. White exactamente.
Ella repite la misma historia en
página tras página. En el relato de su última visión,
el 3 de enero de 1875, estuvo muy enferma, hasta que terminó teniendo
una visión. Testimonies, Vol. III, pag. 570. Espantosamente
enferma, casi muerta, luego una visión - esta es la historia, en
innumerables ocasiones, de su propia pluma. Eso cuenta toda la historia.
La visión es el resultado de su debilidad física.
5. Visiones en público.
"Por regla general, un ataque de histeria ocurre cuando otras personas
están presentes, y nunca durante el sueño". Teoría
y Práctica de la Medicina, de Roberts, pág. 401. La mayoría
de sus visiones ocurre en público, y generalmente cuando está
muy enferma, o cuando está orando o hablando con vehemencia. Esto
fue lo que sucedió con su primera visión. Spiritual Gifts,
Vol. I, pág. 30. Así, nuevamente, en las págs. 37,
48, 51, 62, 83, y muchas más, ella tiene sus visiones en presencia
de muchas personas. No sé que ella jamás tuviera una visión
estando a solas.
6. Inclinación a exagerar
y a engañar. Todos los libros de medicina dicen que las personas
histéricas son dadas a la exageración y al engaño.
La inclinación es irresistible. Nada puede separarlas de ella. La
obra Obstetrics, de Gurnsey, en el artículo Histeria, dice:
"Estas personas entretienen a sus oyentes con relatos maravillosos de la
grandeza y las hazañas de sus vidas pasadas.... Estos relatos se
cuentan con un aire de sinceridad bien calculado para engañar al
oyente honesto; y una desenfrenada licencia de la imaginación y
un total olvido de la verdad, vulgarmente atribuídos a una falta
total de principios y a la más desordenada vanidad, son en realidad
debidos a la mórbida condición del organismo femenino, que
está designada por el abarcante término de histeria".
La Sra. White está siempre
contando cuán grandes cosas ha hecho. El engaño que ella
practica a menudo, y que yo mismo he presenciado en ella, se menciona aquí
sobre principios que no ponen en tela de juicio el carácter moral,
y me alegro de aceptar la explicación.
7. No respira. "Cesación,
por lo general completa, de la respiración". "Generalmente, parece
aguantar la respiración".
Teoría y Práctica de
la Medicina, de Roberts, pág. 393-394. El pastor White, describiendo
la condición de ella en visión, dice: "No respira". Life
Incidents, pág. 272. Ellos siempre se refieren a este hecho
con gran confianza como prueba de lo sobrenatural de sus visiones; pero
se verá que esto es común en estas enfermedades.
8. Importancia del yo. "Hay
una prevaleciente creencia en la importancia del yo, y el paciente cree
que es diferente de todos los otros seres humanos". Medicine System,
de Raynold, artículo Histeria. La Sra. White, exactamente. Oigámosla
alabarse a sí misma: "Es Dios, y no un mortal sujeto a error, el
que ha hablado". "Dios nos ha asignado, a mi esposo y a mí, una
obra especial". "Dios nos ha asignado una obra más exigente que
las que les ha asignado a otros". Testimonies, Vol. III, págs.
257, 258, 160. Yo la he conocido por casi treinta años, y nunca
supe que confesara un solo pecado o mala acción en todo ese tiempo,
ella no. Los Adventistas del Séptimo Día ridiculizan la afirmación
del Papa de que es infalible, pero ellos mismos se inclinan ante la autoridad
de una mujer que reclama para sí una infalibilidad mayor de la que
jamás reclamó para sí ningún papa o profeta.
El espacio no me permite mencionar cada detalle de su experiencia por medio
de citas de obras médicas comparadas con sus propias afirmaciones;
pero hasta las que hemos proporcionado más arriba son suficientes
para mostrar la naturaleza y la filosofía de sus ataques. Ellos
son el resultado de una enfermedad nerviosa, precisamente la misma que
se ha visto a menudo en el caso de miles de otras mujeres enfermas.
9. Testimonio de tres médicos.
El Dr. Fairfield fue criado como Adventista del Séptimo Día;
trabajó por años en el Sanatorio Adventista de Battle Creek.
Ha tenido la mejor oportunidad de observar a la Sra. White. Él escribe
así: "Battle Creek, Mich., Dic. 28, 1887. Estimado señor:
Sin duda Ud. está en lo correcto al atribuir a enfermedad las así
llamadas visiones de la Sra. White. Yo he tenido la oportunidad de observar
su caso por un buen número de años, lo cual, más el
pleno conocimiento de su historia desde el comienzo, no me ha dado oportunidad
de dudar de que sus ataques ("divinos") son simples trances histéricos.
La edad misma casi la ha curado. W. J. Fairfield, M. D".
El Dr. William Russell, por largo
tiempo Adventista del Séptimo Día, y que fue médico
jefe en el Sanatorio, escribió en Julio 12 de 1869, que hacía
algún tiempo se había hecho a la idea de que "las visiones
de la Sra. White eran el resultado de un organismo enfermo o un estado
enfermo del cerebro o el sistema nervioso". "Cuando, mientras dictaba una
conferencia en Pilot Grove, Iowa, en 1865, contaba una visita que había
hecho al instituto de salud del Dr. Jackson, ella dijo que el doctor, después
de examinarla, la declaró víctima de histeria". Mrs. White´s
Claims Examined [Un Examen de las Afirmaciones de la Sra. White], pág.
76.
Éste es el testimonio de
tres médicos, que han examinado personalmente a la Sra. White. Ella
se unió a los Milleristas en su gran agitación de 1843-44.
Durante sus reuniones, ella a menudo se desmayaba a causa de la emoción.
En el entusiasmo y el fanatismo de la época, muchos tenían
varios "dones", visiones, trances, etc. Ella se sumergió profundamente
en este espíritu. El dolor y el desencanto causados por el paso
de la fecha fijada para el advenimiento fueron demasiados para su débil
condición. Dice el Dr. Roberts: "La causa que provoca el primer
ataque de histeria es generalmente alguna súbita y poderosa perturbación
emocional". "Algunas veces, el ataque es precedido por la desilusión,
el temor, y emociones excitantes o hasta religiosas". Library of Universal
Knowledge [Biblioteca de Conocimiento Universal], artículo Catalepsia.
Esto fue exactamente lo que le ocurrió en 1844, durante la gran
excitación y el chasco que ella experimentó entonces.
Tiene visiones del cielo, los
ángeles. etc.
El Dr. George B. Wood, en su obra
"Practice of Medicine", en la pág. 721 del Vol. II, al tratar los
desórdenes mentales, y explicar la causa y los fenómenos
de los trances, dice: "El éxtasis es una afección en la cual,
junto con la pérdida de la conciencia de las circunstancias existentes,
y la insensibilidad a las impresiones externas, hay una evidente exaltación
de las funciones intelectuales o emocionales, como si el individuo fuera
elevado a una diferente naturaleza, o una diferente esfera de la existencia.
El paciente parece absorto en algún pensamiento o sentimiento absorbente,
con una expresión en el semblante como de elevada contemplación
o inefable luz.... Al recuperarse del ataque, el paciente generalmente
recuerda sus pensamientos y sentimientos más o menos exactamente,
y algunas veces habla de las maravillosas visiones que ha tenido, de sus
visitas a las regiones de los benditos, de encantadora armonía y
encantador esplendor, de indescriptible gozo de los sentidos y afectos".
Una persona competamente familiarizada
con la Sra. White no habría podido describir sus visiones con más
exactitud. Otra gran autoridad médica, al describir el éxtasis
y la catalepsia, dice: "A menudo sucede que las dos enfermedades se alternan
o coexisten. En el éxtasis, los miembros están inmóviles,
pero no rígidos. Los ojos están abiertos, las pupilas fijas,
los labios lívidos separados en una sonrisa, y los brazos extendidos
para abrazar la visión amada. El cuerpo está erecto, levantado
a su máxima estatura, o si no, extendido cuán largo es en
una postura reclinada. Una peculiar sonrisa radiante le ilumina el semblante,
y todo el aspecto y toda la actitud son los de una intensa exaltación
mental. Algunas veces, el paciente está en silencio, la mente aparentemente
absorta en meditación, o en la contemplación de alguna visión
beatífica. Algunas veces, el paciente habla de cosas místicas
o profetiza, o canta, o puede que los labios se muevan sin que se escape
ningún sonido.... Generalmente hay una completa insensibilidad a
las impresiones externas. El éxtasis está a menudo asociado
con una monomanía religiosa. Antes era muy común entre los
reclusos de conventos, y ahora no es raro encontrarlo en reuniones al aire
libre y otras reuniones de naturaleza similar. Muchos verdaderos devotos
son extáticos." G. Durant, M. D., Ph. D., miembro de la American
Medical Association, Miembro de la New York Academy of Medicine, etc.,
etc., recipiente de varias medallas, etc.
Este es el caso de la Sra. White
muy claramente. Cientos de casos similares han ocurrido en todas las épocas,
y ocurren constantemente en la actualidad. La parte triste de ello es que
tantas almas honestas son engañadas al recibir las visiones como
revelaciones divinas.
Mucho y de muchas maneras:
1. Es un error y un engaño.
2. Ella se engaña a
sí misma y engaña a los demás.
3. Enseña falsas doctrinas.
4. Tiene un espíritu
áspero, nada amable, y lo contagia a todos sus seguidores.
5. Construye una secta aislada,
destruyendo así toda la influencia de la secta para el bien.
6. Sus enseñanzas hacen
a la gente estrechos de criterio, prejuciados, y pesimistas. De esta manera,
hace pedazos la paz de miles de almas.
7. Sus enseñanzas llevan
a sus defensores a engañar a otros. Temiendo que les haga daño
en nuevos lugares si se llega a saber en qué luz consideran realmente
sus visiones, se las guardan hasta donde pueden, y luego niegan que sean
importantes para ellos. Esto es falso y engañoso, porque consideran
la fe en sus visiones tan importante como guardar el sábado, y a
las visiones tan importantes como la Biblia.
8. Para defender sus equivocaciones
y sus errores, tanto ella como sus apólogos tienen que negar los
hechos más claros, y recurrir a argumentos muy cuestionables.
9. Para defender sus errores,
los comparan con supuestos errores en la Biblia, destruyendo así
la fe en ese libro.
10. Ella gobierna la totalidad
de su pueblo con vara de hierro, y les dicta lo que tienen que hacer en
todo, hasta los asuntos más pequeños y más privados
de la vida familiar. Se jacta de que su obra "es interesarse en las minucias
de la vida". Testimonies, Vol. II, pág. 608. Con esta idea
en mente, se entromete en todas las cosas públicas y privadas y
todos los asuntos familiares, hasta que se convierte, para un hombre de
espíritu, en una pelmaza intolerable.
Se entromete entre marido y mujer
y entre padres e hijos, rompe los compromisos matrimoniales que no sean
de su agrado, les dicta a todos sus seguidores lo que deben comer, cómo,
y cuándo; cómo deben ser el corte y el color de sus vestidos;
cómo deben llevar sus negocios, y cómo deben disponer de
sus recursos, etc., etc. Como prueba de esto, basta que una persona lea
cualquiera de sus "Testimonios," porque están llenos de estas cosas.
11. Su severidad y aspereza
han conducido a muchos a la desesperación, a otros a reincidir,
y a otros a abandonar la iglesia. Puedo mencionar a muchos individuos y
a sus familias cuya felicidad ella ha destruído. Rompió el
corazón y oscureció la vida de mi primera esposa con las
crueles palabras que le dirigió. Cualquiera que se atreva a interponerse
en su camino tiene que, o sucumbir, ser aplastado, o ser expulsado. El
esfuerzo por imponer sus visiones supuestamente inspiradas sobre la fe
y las conciencias de la denominación entera han producido constantes
disputas, divisiones, y mucha amarga animosidad entre ellos mismos durante
los pasados sesenta años. Familias, iglesias, y conferencias se
han dividido a causa de las visiones, mientras cientos, sí, y miles,
han sido expulsados porque no quisieron aceptar las visiones de la Sra.
White como inspiradas.
12. Ellos causan dudas e infidelidad.
Cuando los que han sido inducidos a creer firmemente llegan a ver que han
sido engañados, quedan en peligro de perder la fe en todo y convertirse
así en infieles, o por lo menos en escépticos. Gran número
de los que yo he conocido personalmente se han arruinado por ese camino.
Algunos se ha convertido en Espiritistas, otros en Librepensadores, algunos
en Cuáqueros, otros en Mormones, y algunos se han ido al mundo.
Casi llevaron a la Sra. White misma a la infidelidad. He aquí sus
propias palabras: "En la noche, he despertado a mi esposo diciéndole:
'Temo convertirme en infiel'". Testimonies, Vol. I, pág.
597. ¡Cuán diferente de los apóstoles suena eso!
La Sra. White se enriquece
No hay ningún ejemplo en
la Biblia en que un profeta se aprovechara de su inspiración para
enriquecerse. Generalmente, trabajaban duro, poseían pocas cosas,
y morían pobres. Pero la Sra. White comenzó pobre de solemnidad.
Dice ella: "Iniciamos nuestra obra sin un centavo". Testimonies,
Vol. I, pág. 75. Pero tan pronto se convirtieron en dirigentes,
se las arreglaron para vivir bien. Desde que los conocí, hace treinta
años, han disfrutado de la abundancia, y han usado recursos sobre
sí mismos generosamente. Siempre tienen lo mejor, y en abundancia.
Por dondequiera que han ido, han requerido que se les atienda de la manera
más esclavizante. La Sra. White se viste ricamente, a menudo se
le proporcionan mujeres para que la atiendan, y todo el tiempo y los gastos
de estas mujeres son pagados por la conferencia.
Cuando el pastor White murió,
dejó un gran fortuna. Era un comerciante sagaz, y aprovechó
su posición para beneficiarse y beneficiar a su familia, y la Sra.
White le ayudaba a él con sus revelaciones. ¡Cuán diferente
del Sr. Moody! La Sra. White tiene ochenta años de edad, tiene un
capital de miles de dólares, tiene considerables ingresos, ni una
sola persona depende de ella, dice que el tiempo está a punto de
terminar, insta a todo el mundo a reducir sus posesiones, y sin embargo
recibe grandes regalías de sus numerosos libros, y parece tan ansiosa
de tener dinero como los demás. ¿Cómo es esto?
El último año en que
yo estuve con ellos, ella recibía $18 por semana, disponía
de dos mujeres para que la atendieran, y además se le pagaban todos
sus gastos de viaje. El mismo año, vendió 20.000 copias de
The
Great Controversy, por las cuales recibió regalías por
valor de $2.500, además de los ingresos de todas sus otras obras.
Su inspiración le ha producido buenos dividendos.
Consideremos uno o dos ejemplos
de cómo usó sus revelaciones para hacer dinero: En 1868,
el pastor White disponía de libros viejos por valor de varios miles
de dólares, pero que eran propiedad muerta, porque no se vendían
y se estaban volviendo anticuados. Dio con un plan para levantar un "fondo
de libros" para la distribución gratuita de libros y tratados. ¡Usó
este fondo para comprar los libros viejos suyos y de ella! Cuando el dinero
no llegaba con la suficiente rapidez, ella tuvo una revelación acerca
de esto, de esta manera: "¿Por qué nuestros hermanos no envían
el dinero para el fondo de libros y tratados más liberalmente? ¿Y
por qué no toman en serio esta obra nuestros ministros? ... No dejaremos
de insistir sobre este tema. Nuestro pueblo estará a la altura de
la obra. Los recursos vendrán. Y les diremos a los que son pobres
y quieren libros: Envíen sus pedidos... Les enviaremos un paquete
de libros conteniendo cuatro tomos de Spiritual Gifts, How to Live,
Appeal to Youth, Appeal to Mothers, Sabbath Readings, y los dos grandes
gráficos, con una clave para su explicación... y le cargaremos
$4 al fondo". Testimonies, Vol. I, pág. 689. Cada uno de esos libros
era de ellos. El dinero entró y ellos se lo embolsaron todo. Yo
estaba allí, y lo sé.
La Sra. White ahora tenía
cuarenta libros inspirados. Para venderlos, se hicieron todos los esfuerzos
posibles a través de todos los canales posibles. Ella está
constantemente empujando la venta de ellos por medio de su inspirada autoridad.
Oigámosla: "Los tomos del Espíritu de Profecía y también
de los Testimonios deberían ser introducidos en cada familia que
guarda el sábado.... Que se gasten de tanto ser leídos por
todos los vecinos.... Persuádanlos a que compren copias.... Luz
preciosa, que viene del trono de Dios, está escondida en una medida
de trigo. Dios hará responsable a su pueblo por este descuido".
Testimonies,
Vol. IV, págs. 390, 391. Así que, por supuesto, sus libros
deben ser promocionados y vendidos mientras ella haga dinero. ¡Vale
la pena ser inspirado!
Por qué una vez creí
que la Sra. White era inspirada
1. Una vez acepté la
afirmación de la Sra. White de que era inspirada por la misma razón
que lo hace la mayoría de sus seguidores. Primero acepté
el sábado, y luego los otros puntos de fe, hasta que llegué
a creerlo todo.
2. Una vez que estuve entre
ellos y me convertí en uno de ellos, me encontré con que
todos afirmaban en fuertes términos que la Sra. White era inspirada
por Dios. Yo supuse que ellos sabían, así que les tomé
la palabra; y eso es lo que todos los demás hacen al entrar, por
mucho que lo nieguen.
3. Pronto descubrí
que sus revelaciones estaban tan conectadas con la historia y las creencias
enteras de esa iglesia, que no pude consistentemente separarlas, de la
misma manera que ninguna persona podría ser Mormona sin creer en
Joseph Smith. Creí en las otras doctrinas tan firmemente que me
tragué las visiones con el resto, y eso es lo que todos hacen.
4. Cuando comencé a
sospechar de las visiones, encontré la presión tan fuerte
que temí expresar mis sospechas, o siquiera reconocerlas ante mí
mismo. Todos decían que esas dudas eran del diablo y que me conducirían
a rechazar la verdad y luego a la ruina. Así que no me atreví
a abrigarlas ni a investigar el asunto; y esto es lo que sucede con los
demás.
5. Vi que todos los que expresaban
alguna duda acerca de las visiones eran inmediatamente tachados de "rebeldes",
y se decía que estaban "en la oscuridad", que eran "guiados por
Satanás", que eran "infieles", etc.
6. No teniendo fe en ninguna
otra doctrina ni en ningún otro pueblo, no sabía qué
hacer ni a dónde ir. Así que traté de creer a las
visiones y seguir adelante, de la misma manera que lo hacen miles de ellos,
cuando la verdad es que están en duda acerca de ellas todo el tiempo.
Su último Testimonio revela
el hecho de que hay un esfuerzo bien difundido entre los de su pueblo para
modificar sus altas reclamaciones sobre ella misma. Ella protesta con vehemencia
y les advierte que mantengan sus manos alejadas. Tarde o temprano, debe
haber una revuelta contra sus afirmaciones acerca de sí misma.
Lo siguiente, tomado de la Enciclopedia
de Chamber, artículo Southcott, es también aplicable a la
Sra. White y a sus seguidores. "La historia de Joana Southcott misma no
tiene mucho de maravilloso, pero la influencia que ella ejerció
sobre los demás puede muy bien considerarse así, y la chifladura
de sus seguidores es difícil de entender, en particular cuando se
considera que algunos de ellos eran hombres de alguna inteligencia y de
mentes cultivadas. Probablemente, el secreto de la influencia de ella residía
en el hecho de que la pobre criatura creía sinceramente en sus propios
engaños. Tan pocas personas en el mundo son sinceras que es siempre
probable que sean esclavizadas por los que están convencidos de
cualquier cosa, por grotesca que sea. En su lecho de muerte, Joanna dijo:
'Si he sido llevada por un camino errado, lo he sido por algún espíritu,
bueno o malo.' La pobre Joanna nunca sospechó que el espíritu
responsable de tales extravagancias era el suyo propio".
Lo mismo puede decirse de la Sra.
White. Es asombroso que, a pesar de todas las pruebas de sus fracasos,
hombres inteligentes todavía sean guiados por ella. Pero los casos
de Joanna, Ann Lee, y otros no ayuda a resolver este. Todos han creído
sinceramente en la inspiración de ella, y esto sólo ha convencido
a otros.
Adiciones Adventistas a la Biblia
"La Biblia, y la Biblia sola, como
regla de fe y práctica", es la consigna protestante por la cual
los santos han luchado y los mártires han muerto.
La Iglesia Católica tiene
la Biblia y - y - algo más - un Papa infalible para que la interprete.
La iglesia de Swedenborg tiene la
Biblia y - y - algo más - la revelación de Swedenborg para
que la interprete.
Los Shakers tienen la Biblia y -
y - algo más - la revelación de la madre Ann Lee para que
la interprete.
Los Mormones tienen la Biblia y
- y - algo más - las revelaciones dde Joe Smith para que la interprete.
Los Cientistas Cristianos tienen
la Biblia y - y - algo más - la Ciencia y la Salud de la Sra. Eddy
para que la interprete.
Los Adventistas del Séptimo
Día tienen la Biblia y - algo más - las revelaciones
de la Sra. White para que la interprete.
Cada una de las iglesias mencionadas
más arriba han hecho exactamente lo mismo, es decir, ha puesto junto
a la antigua Biblia otro intérprete para que diga lo que la Biblia
quiere decir realmente. No importa lo que estos nuevos intérpretes
digan que la Biblia significa, todos sus miembros deben aceptarlo sin ningún
reparo. ¿Se atreve un católico a disputar la interpretación
del Papa, o un Mormón a disputar la de Smith, o un Adventista la
interpretación de la Sra. White? Ciertamente que no.
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