EXAMEN
DE SEIS PUNTOS
SOBRE LOS ADVENTISTAS
Dan Corner
Tomado del foro de debates alt.religion.christian.adventist
1. Todos los Diez Mandamientos fueron reiterados en el
Nuevo Testamento, con una sola excepción, el mandamiento acerca
de guardar el sábado como día santo.
El primer mandamiento fue reiterado en Mat. 22:37; 1 Cor.
8:5, 6.
El segundo mandamiento fue reiterado en 1 Juan 5:21. (Col.
3:5 y Ef. 5:5 expanden la idolatría para incluir la avaricia).
El tercer mandamiento fue reiterado en Col. 3:8.
El quinto mandamiento fue reiterado en Ef. 6:1-3.
El sexto, séptimo, octavo, noveno, y décimo
mandamientos fueron reiterados en Rom. 13:8-10; Mat. 19:18; Gál.
5:14; 1 Cor. 6:9,10; y Gál. 5:19-21.
Algunas veces se piensa que Heb. 4:4 y 4:9,10 demuestran
que el mandamiento del sábado se restableció en el Nuevo
Testamento meramente porque la palabra "sábado" se encuentra en
ellos. Examinemos este pasaje:
"Porque en cierto lugar dijo así del séptimo
día: 'Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo
día'. Y otra vez aquí: 'No entrarán en mi reposo.'
Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos
a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por
causa de desobediencia, otra vez determina un día: Hoy, diciendo
después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: 'Si oyereis
hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones'. Porque si Josué
les hubiera dado el reposo.no hablaría después de otro día.
Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado
en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las
suyas". (Heb.4:4-10).
Tenga la bondad de tomar nota: ¡El pasaje menciona
sólo un "reposo sabático", no la observancia del sábado,
como se le ordenó a Israel en el Antiguo Testamento! Además,
este "reposo sabático" no puede ser equivalente a la observancia
del sábado, porque ni siquiera los israelitas, que sí guardaron
el sábado, entraron en este "reposo". El cristiano encuentra su
reposo espiritual en Cristo. (Mat. 11:28). Sólo el cuarto mandamiento,
que es ceremonial más bien que moral, no fue reiterado en el Nuevo
Testamento, el pacto bajo el cual estamos hoy día.
2. El mandamiento del sábado era un recordatorio
para aquellos que fueron rescatados de la esclavitud en Egipto.
El mandamiento del sábado fue dado poco tiempo
después de que los israelitas fueron liberados por mano de Moisés.
Puede Ud. leer acerca del cruce del Mar Rojo en Éxodo 14. Éx
19:1 afirma que los israelitas llegaron al desierto de Sinaí sólo
tres meses después de haber salido de Egipto. Éxodo 20 (cuando
los Diez Mandamientos fueron dados) ocurrió poco tiempo después.
Éxodo 20:1-17 se repite en Deut. 5:6-21, en que Moisés explica
POR QUÉ y A QUIÉNES ordenó Dios guardar el día
sábado.
"Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto,
y que Jehová tu Dios te sacó de allí con mano fuerte
y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que
guardes el día de reposo". (Deut: 5:15).
Así como la Pascua era una festividad anual que
los israelitas celebraban para recordar y celebrar que Dios pasó
de largo sobre las moradas de los israelitas en Egipto mientras los primogénitos
de los egipcios eran exterminados (Éx. 12:14-30), el sábado
habría de servir para que los hebreos recordaran cada semana su
histórica liberación de la amarga esclavitud en Egipto (Deut.
5:15). Por lo tanto, el mandamiento del sábado, de acuerdo con Deut.
5:15, no era una "ordenanza relacionada con la creación", como algunos
dicen.
3. A los cristianos se les permite hacer su propia decisión
acerca de un día especial. "Uno hace diferencia entre día
y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté
convencido en su propia mente". (Rom. 5,6).
Si el mandamiento del sábado se hiciera cumplir
hoy día, como en el Antiguo Testamento, ¡esta "libertad" JAMÁS
habría sido concedida! ¿Puede Ud. imaginarse una tal "libertad"
cristiana para tener ídolos, cometer adulterio, o robar? Puesto
que estos últimos son mandamientos claros (no tendrás ídolos,
no cometerás adulterio, no robarás), no hay "libertad" en
relación con ellos, en contraste con un día especial para
el Señor. Recordemos también que cuando Pablo escribió
Romanos 14, él conocía Gén. 2:3 y el resto del Antiguo
Testamento. ¡No existe esta libertad entre los sabatistas!
Col. 2:16,17 añade a todo esto diciendo: "Por tanto,
nadie os juzgue en comida o en bebida. o en cuanto a días de fiesta,
luna nueva, o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha
de venir; pero el cuerpo es de Cristo". Si es cierto que, como algunos
dicen, el Papa cambió el sábado por el domingo, entonces
¿por qué los cristianos del siglo primero algunas veces se
reunían el domingo? "El primer día de la semana, reunidos
los discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo
de salir al día siguiente, y alargó el discurso hasta la
medianoche". (Hech. 20:7). "Cada primer día de la semana cada uno
de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo,
para que cuando yo llegue no se recojan entonces ofrendas". (1 Cor. 16:2).
4. A los cristianos gentiles NO se les dijo que guardaran
el sábado (o practicaran el rito de la circuncisión) cuando
el concilio de la iglesia original los instruyó sobre prácticas
y mandamientos. En Hechos 15, se nos dice que el concilio de la iglesia
se reunió para considerar una falsa enseñanza de aquellos
días: "Si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés,
no podéis ser salvos". (Versículo 1). Cuando los apóstoles
del Señor comunican por escrito a los cristianos gentiles su decisión
tocante a la circuncisión (Hech. 15:23-29), su silencio acerca de
la observancia del sábado judío es significativa, especialmente
cuando consideramos que el quebrantar el mandamiento del sábado
en el Antiguo Testamento acarreaba consecuencias muy severas, incluyendo
la pena de muerte para los transgresores. (Éx. 31:14-17 cf. Núm.
15:32-36).
5. Pablo nos dice el verdadero propósito de todos
los Diez Mandamientos (la ley) en Gál. 3:24 y Rom. 3:20. "De manera
que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos
justificados por la fe." "Ya que por la obras de la ley ningún ser
humano será justificado delante de él; porque por medio de
la ley es el conocimiento del pecado".
6. Los violadores del sábado NO serán lanzados
al lago de fuego, pero otros sí lo serán. En ninguna parte
del Nuevo Testamento se dice que los violadores del sábado serán
lanzados al lago de fuego. Por otra parte, el Nuevo Testamento sí
dice que los idólatras, asesinos, ladrones, avaros, sexualmente
inmorales, mentirosos, etc. serán excluídos del reino de
Dios y lanzados al lago de azufre hirviente (1 Cor. 6:9,10; Ef. 5:5-7;
Gál. 5:19-21; Apoc. 21:8). Además, hay otros, como los borrachos,
etc., que no se mencionan en los Diez Mandamientos, que de manera similar
experimentarán el mismo destino eterno, esto es, a menos que se
arrepientan. (1 Cor. 6:9,10; Gál. 5:19-21).
Los sabadistas no guardan el sábado
Los sabadistas aseguran que ellos guardan el mandamiento
del sábado como fue dado a Israel, pero en realidad sólo
guardan un sábado modificado, lo cual significa que no lo guardan
en absoluto. Las que siguen son tres razones para esto.
(A) En el Antiguo Testamento, cuando este mandamiento
fue dado a Israel y hecho cumplir, la gente era ejecutada por violar el
sábado. (Éx. 31:14,15).
"Así que guardaréis el día de reposo,
porque santo es a vosotros; el que lo profanare, de cierto morirá;
porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella persona
será cortada de en medio de su pueblo. Seis días se trabajará,
mas el día séptimo es día de reposo consagrado a Jehová;
cualquiera que trabaje en el día de reposo, ciertamente morirá.
Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo
por sus generaciones por pacto perpetuo. Señal es para siempre entre
mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová
los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y
reposó". (Éx. 31:14-17).
Un hombre fue ejecutado por violar este mandato. (Núm.
15:32-36). Así que los mismos israelitas que guardaban el sábado
ejecutaban a los violadores del sábado. ¡Los sabadistas no
hacen esto!
(B) A los guardadores del sábado no se les permite
encender fuego el día sábado:
"No encenderéis fuego en ninguna de vuestras moradas
en el día de reposo". (Éx. 35:3).
Si en su casa Ud. obtiene calor en el invierno por medio
de un horno automático, Ud. está violando este mandamiento.
Si Ud. enciende su estufa en sábado, Ud. está violando el
mandamiento. Si Ud. tiene un calentador de agua automático, Ud.
está violando este mandamiento. Finalmente, si Ud. arranca su auto
en sábado, Ud. también ha violado el mandamiento dado a Israel.
Nota: Cuando Ud. arranca su auto, Ud. inicia un fuego que no existía
momentos antes.
(C) Debe ofrecerse holocausto "CADA Sábado".
"Mas el día de reposo, dos corderos de un año
sin defecto, y dos décimas de flor de harina amasada con aceite,
como ofrenda, con su libación. Es el holocausto de cada día
de reposo, además del holocausto continuo y su libación".
(Núm. 28:9,10).
A la luz del libro de Hebreos, este mandato del Antiguo
Testamento para los observadores del sábado está claramente
prohibido bajo el Nuevo Pacto. Los primeros cristianos no hacían
esto, y, por lo tanto, no guardaban el mandamiento del sábado como
Israel. (Éx. 20:8-11 compárese con Gál. 1:8,9). Cuando
un sabadista dice que uno DEBE guardar el mandamiento del sábado
para ser salvo se pone bajo el anatema registrado en Gál. 1:8,9).
El verdadero plan de salvación
Además, el verdadero plan de salvación se
declara concisamente en la Biblia como arrepentimiento delante de Dios
y fe en Cristo Jesús (Hech. 20:21). Hemos de producir frutos de
arrepentimiento (Mat. 3:8) y demostrar arrepentimiento por nuestras obras
(Hech. 26:20). "Arrepentirse" significa volverse de los malos caminos (Mat.
12:41, compárese con Jonás 3:10). Todo árbol que no
da buen fruto será cortado y echado en el fuego (Mat. 3:10; 7:19).
El Señor también enseñó que el camino de la
vida es "difícil" y que sólo "unos pocos" lo encontrarán
(Mat. 7:13,14). El Señor declaró que hay sólo DOS
puertas, dos caminos, dos grupos de personas, y dos destinos eternos. Así
que no debemos seguir a la muchedumbre, porque van en camino al fuego eterno,
aunque no lo sepan.
Además, muchos son salvos, pero después
se descarrían (Luc. 8:13; Juan 6:66; 1 Tim. 1:19; etc.). En otras
palabras, después de la salvación inicial, debemos perseverar
hasta el "fin" para entrar al reino de Dios y escapar del lago de
fuego (Mat. 10:22; Heb. 3:14; Apoc. 2:10,11). La vida eterna viene al pecador
arrepentido en el momento en que cree en Jesús para salvación
(Juan 3:16; 6:47; 1 Juan 5:12, 13), pero hay otro aspecto importante de
la vida eterna del cual muchos no se dan cuenta en absoluto hoy en día,
a causa de una falsa enseñanza diferente, comúnmente llamada
"una vez salvo, siempre salvo". De acuerdo con la verdadera enseñanza
bíblica por gracia, la vida eterna también es una ESPERANZA
(Tito 3:7, se ha de SEGAR (Gál. 6:8,9) EN EL SIGLO VENIDERO (Mar.
10:30) solamente para aquellos que PERSEVERAN EN BIEN HACER (Rom. 2:7)
y NO DESMAYAN Y NO SE CANSAN (Gál. 6:9).
También, recordemos esto: Si una persona salva
siembra para complacer su propia naturaleza pecaminosa, morirá espiritualmente
(Rom. 8:13, Gál. 6:8,9). El hijo pródigo es un claro ejemplo
de esto (Luc. 15:24,32). El resultado final del pecado es la muerte espiritual.
NO OS DEJÉIS ENGAÑAR por los predicadores de la doctrina
"una vez salvo, siempre salvo" (Sant. 1:14-16). Debemos continuar creyendo
(CONFIANDO) en Jesús para la salvación de nuestras almas
si hemos de entrar en el reino de Dios. Jesús describió sus
"ovejas" como sus "seguidores" (Juan 10:27). Santiago dice que la fe sin
obras es "muerta" (Sant. 2:17).
En conclusión, Jesús efectivamente destruyó
la obra del diablo (1 Juan 3:8). Jesús es la resucitado "Señor
de la gloria" (1 Cor. 2:8), delante de quien toda rodilla se doblará
y toda lengua confesará que El es el Señor (Fil. 2:9-11).
Jesús es el ÚNICO nombre en el cual se encuentra la salvación
(Hech. 4:12), es el ÚNICO mediador entre Dios y el hombre (1 Tim.
2:5) y el juez de los vivos y los muertos (Hech. 10:42; 2 Tim. 4:1; 1 Ped.
4:5). En las Escrituras se nos aconseja ir directamente a Él para
ser perdonados, y a CONFIAR solamente en Él para la salvación
de nuestras almas.
Ellen G. White
No es por ofender, pero, si Ud. es un Adventista del Séptimo
Día, ¿sabía Ud. que Ellen G. White fue una falsa profetisa,
una plagiaria, y una falsa maestra? Su extraña enseñanza
de que Cristo entró al Santuario Celestial en 1844 para llevar a
cabo un juicio investigador es una clara negación de lo definitivo
de la expiación en la cruz. Véase Juan 19:30. También,
su enseñanza de que Satanás ha de cargar con los pecados
es una clara contradicción de las Escrituras (Isa. 53:6; 2 Cor.
5:21; 1 Ped. 2:24). Estas dos falsas enseñanzas, propagadas por
Ellen G. White, pueden encontrarse en su libro El Gran Conflicto,
página 422, publicado por Pacific Press, Mountain View, CA, 1950.
Hoja de hechos de Ellen G. White
Por Dan Corner
En círculos adventistas (SDA), una visión
que Ellen G. White (EGW) tuvo en 1847 es importante en su exaltación
del mandamiento del sábado. (Entre los Adventistas, EGW es considerada
una profetisa inspirada).
"Estábamos en un desusado espíritu de oración.
Y mientras orábamos, el Espíritu Santo vino sobre nosotros.
Estábamos muy felices. Pronto me alejé de las cosas terrenales
y me vi envuelta en una visión de la gloria de Dios. Vi un ángel
volar rápidamente hacia mí. Me llevó rápidamente
desde la tierra hasta la Santa Ciudad. En la ciudad vi un templo, en el
cual entré. Pasé por una puerta antes de llegar al primer
velo. Este velo estaba levantado, y pasé al lugar santo. Aquí
vi el altar del incienso, el candelabro con sus siete lámparas,
y la mesa con los panes de la proposición. Después de contemplar
la gloria del Lugar Santo, Jesús levantó el segundo velo
y yo entré al Lugar Santísimo.
"En el Lugar Santísimo, vi un arca. Su tapa y sus
costados eran del oro más puro. En cada extremo del arca había
un hermoso querubín, con las alas extendidas sobre ella. Los rostros
de los querubines estaban vueltos el uno hacia el otro, y los querubines
miraban hacia abajo. Entre los querubines había un incensario de
oro. Por encima del arca, donde estaban los querubines, se veía
un resplandor extremadamente brillante, parecido a un trono, donde Dios
moraba. Jesús estaba de pie al lado del arca, y al subir hasta él
las oraciones de los santos, el incienso subía como humo, y Jesús
ofrecía al Padre las oraciones de ellos con el humo del incienso.
En el arca estaba la urna de oro que contenía el maná, la
vara de Aarón que reverdeció, y las tablas de piedra que
se doblaban como un libro. Jesús las abrió, y vi los Diez
Mandamientos escritos en ellas con el dedo de Dios. En una tabla había
cuatro mandamientos, y en la otra seis. Los cuatro de la primera tabla
brillaban más que los otros seis. Pero el cuarto, el mandamiento
del sábado, brillaba más que todos los demás; porque
el sábado fue apartado para ser guardado en honor del nombre de
Dios. El santo sábado aparecía glorioso -- había una
aureola de luz todo a su alrededor. Vi que el mandamiento del sábado
no había sido clavado en la cruz. Si así hubiera sido, los
otros nueve también lo habrían sido y estaríamos en
libertad de quebrantarlos todos, así como el cuarto. Vi que Dios
no había cambiado el sábado, porque Él nunca cambia.
Pero el Papa había cambiado el día de descanso del séptimo
al primer día de la semana; porque habría de mudar los tiempos
y la ley ...
"Vi que el santo sábado es y será la pared
divisoria entre el verdadero Israel de Dios y los incrédulos; y
que el sábado es la gran cuestión que unirá los corazones
de los amados santos de Dios que esperan". (Primeros Escritos, 1863,
pp. 32,33).
En resumen, el significado de esta visión de EGW
puede expresarse así:
En esta revelación, la Sra. White fue llevada hasta
el fin de los tiempos y vio el sábado como la gran verdad probatoria
sobre la cual los hombres decidirán si sirven a Dios o a un poder
apóstata. (Primeros Escritos, pp. XXI, XXII).
¡Pero Juan no vio ningún
templo!
Hay que mencionar varios puntos importantes acerca de
esta visión clave de EGW: (1) Ella dijo que, en esta visión
de la Santa Ciudad, ella vio un templo. En contraste con esto, el apóstol
Juan, que vio la Santa Ciudad, dijo que no había ningún templo:
"Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el
templo de ella, y el Cordero". (Apoc. 21:22). ¡En la Santa Ciudad,
donde EGW afirma que vio un templo, el apóstol Juan nos informa
que no vio ninguno! Nota: Aunque leemos acerca de un "templo" en Apocalipsis
(7:15; 11:1; 11:19; 14:15,17; 15:5-8; 16:1,17), no se encuentra dentro
de la Santa Ciudad, porque el apóstol Juan dice que no hay necesidad
de él puesto que el Cordero y Dios son su templo. Puesto que, de
acuerdo con las Sagradas Escrituras, no hay templo en la Santa Ciudad,
nos debemos preguntar: (1) ¿Tuvo EGW esta visión en realidad?
(2) Si ella en realidad tuvo esta visión, no puede haber sido de
la misma fuente espiritual que la visión de Juan, porque el apóstol
dijo que no había necesidad de templo alguno allí. Esta sola
contradicción, que se centra en el templo en la Nueva Jerusalén,
es suificiente para desacreditar todo el ministerio profético de
EGW. Esto es así porque un verdadero profeta no contradice la palabra
escrita de Dios. Pero hay todavía más que decir acerca de
esta misma visión. EGW dijo que en esa misma visión:
"... el sábado fue separado para ser guardado en
honor del santo nombre de Dios." Nuevamente, las Escrituras declaran algo
diferente acerca del sábado:
"Acuérdate que fuiste siervo en tierra de Egipto,
y que Jehová tu Dios te sacó de allá con mano fuerte
y brazo extendido; por lo cual Jehová tu Dios te ha mandado que
guardes el día de reposo". (Deut. 5:15).
Las Escrituras declaran que el mandamiento del sábado
fue dado a Moisés como memorial, para que Israel recordara su liberación
de Egipto. No fue dado en honor del santo nombre de Dios. Además,
EGW exaltó el mandamiento del sábado al primer lugar:
"Vi que el santo sábado es, y será, la pared
divisoria entre el verdadero Israel de Dios y los incrédulos; y
que el sábado es la gran cuestión que unirá los corazones
de los amados santos de Dios que esperan". (Primeros Escritos, p.
33).
Cuál es el mandamiento "más
grande"
En una visión diferente, EGW dijo que el sábado
es el "mayor" de los Diez Mandamientos:
"El Papa ha cambiado el día de descanso del séptimo
al primer día de la semana. Ha pensado en cambiar el mismo mandamiento
que fue dado para que el hombre se acuerde de su Creador. Ha pensado en
cambiar el mandamiento más grande del Decálogo y así
hacerse igual a Dios, o aún exaltarse por encima de Dios". (Primeros
Escritos, p. 65).
En contraste, el mismo Señor Jesús nos dice
algo diferente acerca del mandamiento "más grande":
"'Maestro, ¿cuál es el grande mandamiento
en la ley?' Jesús contestó: 'Amarás al Señor
tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás
a tu prójimo como a tí mismo. De estos dos mandamientos dependen
toda la ley y los profetas'". (Mat. 22:36-40).
Cuando se le hizo a Jesús esta pregunta, ésta
habría sido la ocasión perfecta para que Él dijera
que el mandamiento del sábado era el mayor, si es que lo era. ¡Sin
embargo, el Señor no sólo no dijo eso, sino que dijo que
el primero y grande mandamiento era otro! Así que, nuevamente, en
contraste con la Palabra de Dios, E.G. White ha declarado claramente algo
muy diferente. Esto es exactamente opuesto a la manera en que sus visiones
proféticas son presentadas:
"... A Ellen White le fue dada luz que ayudó a
explicar las dificultades de los pioneros y preparó el camino para
que el estudio pudiera continuar. Las visiones también pusieron
el sello de aprobación sobre conclusiones correctas. Así,
el don profético actuó como corrector de errores y confirmador
de la verdad". (Primeros Escritos, pp. XXIII, XXIV).
Los que reciben la marca de la bestia
De acuerdo con Ellen G. White:
"El sábado será la gran piedra de toque
de la lealtad; pues es el punto especialmente controvertido. Cuando esta
piedra de toque les sea aplicada finalmente a los hombres, entonces se
trazará la línea de demarcación entre los que sirven
a Dios y los que no le sirven. Mientras la observancia del falso día
de reposo (domingo) en obediencia a la ley del estado y en oposición
al cuarto mandamiento será una declaración de obediencia
a un poder que está en oposición a Dios, la observancia del
verdadero día de reposo (sábado), en obediencia a la ley
de Dios, será señal evidente de la lealtad al Creador. Mientras
que una clase de personas, al aceptar el signo de la sumisión a
los poderes del mundo, recibe la marca de la bestia, la otra, por haber
escogido el signo de la obediencia a la autoridad divina, recibirá
el sello de Dios". (El Gran Conflicto, 1950, pp. 552, 553).
En otras palabras, EGW dijo que los sabadistas son los
ÚNICOS que no recibirán "la marca de la bestia". ¡Si
Ud. adora a Dios en domingo, como los primeros cristianos (Hech. 20:7;
1 Cor. 16:2), entonces Ud. RECIBIRÁ la marca de la bestia, de acuerdo
con EGW! La Biblia dice que cuando la marca de la bestia se imponga, esto
"requerirá paciente resistencia de parte de los santos que obedecen
los mandamientos de Dios y permanecen fieles a Jesús". (Apoc. 14:12).
Los "mandamientos" mencionados en el contexto de este versículo
apuntan especialmente a temer y adorar a Dios. (vers. 7). El mandamiento
de adorar a Dios implica que los cristianos que "permanecen fieles" a Jesús
no cometerán idolatría adorando la imagen del anticristo.
"En unos pocos meses"
Además, Ellen G. White relató lo que ella
dice que ocurrió el 27 de junio de 1850:
"Algunos de nosotros hemos tenido tiempo de llegar a la
verdad y avanzar paso a paso, y cada paso que hemos dado nos ha dado fuerzas
para el siguiente. Pero ahora el tiempo casi se ha terminado, y lo que
a nosotros nos ha tomado años aprender, ellos tendrán que
aprenderlo en unos pocos meses. También, tendrán mucho que
desaprender y mucho que aprender nuevamente. Los que no quieran recibir
la marca de la bestia y su imagen cuando salga el decreto, deben decir
ahora: No, nosotros no daremos consideración a la institución
de la bestia". (Primeros Escritos, p. 67).
Puesto que mucho más que unos pocos meses han transcurrido
desde 1850 y el decreto para recibir la marca de la bestia todavía
no ha sido emitido, sabemos que definitivamente esta es una falsa profecía
de Ellen G. White. ¿Qué dicen las Escrituras acerca de esto?
Puede que Uds. se pregunten: "¿Cómo podemos
saber cuándo un mensaje no ha sido dado por el Señor?" Si
lo que un profeta proclama en el nombre del Señor no tiene lugar
o no se cumple, ese es un mensaje que el Señor no ha dado. Con presunción
habló el tal profeta. No tengas temor de él. (Deut. 18:21,22).
Por lo tanto, de acuerdo con la Biblia, E. G. White fue
una falsa profetisa. ¿Qué dijo Jesús acerca de los
falsos profetas? Nos amonestó para que estuviéramos en guardia
contra ellos, porque son engañadores con la apariencia de cristianos:
"... y muchos profetas se levantarán y engañarán a
muchos". (Mat. 24:11)
"Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros
con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces." (Mat. 7:15).
Además, Dios le dijo a Jeremías acerca de
los falsos profetas:
"Me dijo entonces Jehová: Falsamente profetizan
los profetas en mi nombre; no los envié, ni les mandé, ni
les hablé; visión mentirosa, adivinación, vanidad
y engaño de su corazón os profetizan". (Jer. 14:14).
Los guardadores del sábado
apóstatas "aúllan en agonía"
A los sabadistas se les ha dado una muy solemne advertencia
por medio de una visión diferente de Ellen G. White:
"Después se me mostró un grupo de personas
que aullaban en agonía. En sus ropas estaba escrito en caracteres
grandes: 'Pesado fuiste en balanza, y fuiste hallado falto.' Pregunté
quiénes eran estas personas. El ángel dijo: 'Estos son los
que una vez guardaron el sábado pero dejaron de hacerlo'. Yo los
oí clamar en alta voz: 'Hemos creído en tu venida, y la enseñamos
con denuedo.' Y mientras ellos hablaban, sus ojos cayeron sobre sus ropas
y vieron la escritura, y gimieron en voz alta. Vi que habían bebido
de las aguas profundas, y contaminado el resto con sus pies -- habían
pisoteado el sábado -- y que por eso habían sido pesados
en balanza y hallados faltos". (Primeros Escritos, p. 37).
Querido lector, si Ud. es Adventista del Séptimo
Día (SDA), recuerde que no hay que tener temor de lo que diga ningún
falso profeta. (Deut. 18:22), incluyendo EGW.
De acuerdo con el Índice General de los Primeros
Escritos, las personas en la visión de EGW que aullaban en agonía
eran guardadores del sábado apóstatas (p. 307). ¡Cuán
conveniente era tener una visión que evitaría que otros adventistas
dejaran el grupo, como ocurrió después del "gran chasco"
del 22 de octubre de 1844:
"Casi inmediatamente después del chasco del 22
de octubre, muchos creyentes y ministros que se habían asociado
al mensaje adventista renunciaron". (Primeros Escritos, p. XV)!
¡Lo que EGW llama un "chasco" la Biblia lo llama
una falsa profecía! (La falsa profecía de William Miller
acerca del regreso del Señor el 22 de octubre de 1844 lo incluye
a él también).
¡William Miller rechazó
la enseñanza
del sábado adventista!
Sin embargo, Ellen G. White no era consistente con su
propia visión, porque aunque William Miller había rechazado
la observancia del sábado, ella dijo que él no era culpable
y que a su muerte él entró en la Canaán celestial:
"En el momento del chasco el 22 de octubre de 1844, Miller
estaba cansado y enfermo. Dependía mayormente de sus ayudantes más
jóvenes, que permanecieron con él en la proclamación
del mensaje adventista. Ellos le indujeron a rechazar la verdad del sábado
cuando éste atrajo su atención poco después del Gran
Chasco. Por esto, ellos, y no William Miller, serán tenidos por
responsables". (Primeros Escritos, p. 303).
"También vi que William Miller erró poco
antes de entrar en la Canaán celestial, y que le sería perdonada
su influencia contra la verdad". (Primeros Escritos, p. 258).
Uno se debe preguntar acerca de estas dos revelaciones
de EGW: ¿Hace Dios acepción de personas? La Biblia enseña
claramente que NO. (Hech. 10:34). Pero si William Miller, el apóstata
guardador del sábado, no será tenido por responsable como
lo serían otros apóstatas guardadores del sábado,
entonces una de dos cosas es verdad: (1) Dios hace acepción de personas,
lo cual es imposible, o (2) EGW no estaba presentando la verdad de Dios
al pueblo!
¿Los ángeles llevan
consigo
"tarjetas doradas" como pases?
Algunos celosos adventistas parecen creer que EGW nunca
fue más allá de las Escrituras en sus visiones, sino que
meramente confirmó la interpretación correcta. Esto no podría
estar más lejos de la verdad. La siguiente visión de Ellen
G. White menciona tarjetas de oro usadas como pases por los ángeles,
pero es imposible verificar esto con las Escrituras:
"Luego, el ángel que me cuidaba me llevó
a la ciudad otra vez. En ella, vi cuatro ángeles que volaban hacia
las puertas de la ciudad. Estaban presentando una tarjeta de oro al ángel
de la puerta cuando vi otro ángel volar rápidamente desde
la dirección de la gloria más excelente, clamar en alta voz
a los otros ángeles, y agitar hacia arriba y hacia abajo algo que
tenía en la mano". (Primeros Escritos, p. 37).
"Todos los ángeles comisionados para visitar la
tierra tienen una tarjeta de oro, la cual presentan a los ángeles
que guardan las puertas de la ciudad al entrar y al salir". (Primeros
Escritos, p. 39).
Amigo, no hay en las Escrituras ni el más leve
asomo de tarjetas de oro usadas por ángeles. Ningún Adventista
del Séptimo Día puede proporcionar evidencia bíblica
para
esto. Por lo tanto, los miembros de la Iglesia Adventista van más
allá de la Biblia en sus creencias. Esto es a causa de los escritos
de Ellen G. White, una falsa profetisa definida así por la Biblia.
¿Fueron nuestros pecados
puestos
sobre Jesús o sobre Satanás?
La respuesta a esta pregunta depende de si Ud. cree en
las revelaciones de Ellen G. White o la Biblia. Primero, echemos un vistazo
a lo que EGW dice:
"Se vio, además, que, mientras que el holocausto
señalaba a Cristo como sacrificio, y el sumo sacerdote representaba
a Cristo como mediador, el macho cabrío simbolizaba a Satanás,
autor del pecado, sobre quien serán colocados finalmente los pecados
de los verdaderamente arrepentidos. Cuando el sumo sacerdote, en virtud
de la sangre del holocausto, quitaba los pecados del santuario, los ponía
sobre la cabeza del macho cabrío para Azazel. Cuando Cristo, en
virtud de su propia sangre, quite del santuario celestial los pecados de
su pueblo al fin de su ministerio, los pondrá sobre Satanás,
el cual en la consumación del juicio debe cargar con la pena final.
El macho cabrío era enviado lejos a un lugar desierto, para no volver
jamás a la congregación de Israel. Así también
Satanás será desterrado para siempre de la presencia de Dios
y de su pueblo, y será aniquilado en la destrucción final
del pecado y de los pecadores". (El Gran Conflicto, p. 394).
Ahora veamos lo que dice la Biblia:
"Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual
se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él
el pecado de todos nosotros". (Isa. 53:6).
"Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo
pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él".
(2 Cor. 5:21).
"... quien llevó él mismo nuestros pecados
en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los
pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados". (1
Ped. 2:24).
Claramente, entonces, EGW ha enseñado algo muy
diferente de lo que enseña la Palabra de Dios acerca de esta importantísima
cuestión relacionada con el plan de salvación. ¡La
verdad es que nuestros pecados fueron puestos sobre Jesús, no sobre
Satanás!
En la revelación mencionada arriba, EGW también
dijo que Satanás será finalmente borrado de la existencia.
Otra vez, esto es claramente diferente de lo que enseña la Escritura:
"Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el
lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán
atormentados día y noche por los siglos de los siglos". (Apoc. 20:10).
Ser atormentado día y noche por los siglos de los
siglos no es ser borrado der la existencia, como enseñó EGW.
¿Qué acerca del año
1844?
Hoy día, los Adventistas del Séptimo Día
sinceros creen que Jesús entró al Lugar Santísimo
en el templo del cielo en 1844 para llevar a cabo la expiación final:
"Así que los que andaban en la luz de la palabra
profética vieron que, en lugar de venir a la tierra al fin de los
2,300 días en 1844, Cristo entró entonces en el lugar santísimo
del santuario celestial para cumplir la obra final de la expiación
preparatoria para su venida". (El Gran Conflicto, p. 394).
Pero antes del 22 de octubre de 1844, los adventistas
creían algo muy diferente:
"Hiram Edson, uno de los miembros del grupo, vivía
en Port Gibson, la parte central del estado de New York. Edson era el dirigente
de los Adventistas en esa área. Los creyentes se reunieron en su
casa el 22 de octubre de 1844 para esperar la venida del Señor.
(Primeros Escritos, p. XVIII).
En otra parte, EGW escribió acerca de este período:
"Por lo tanto, aunque proclamaron el mensaje que Dios
les había encomendado que proclamaran al mundo, sufrieron desengaños
a causa de su mala comprensión del mensaje". (El Gran Conflicto,
p. 333).
Estimado lector: ¿cree Ud. que el mensaje según
el cual el Señor vendría el 22 de octubre de 1844 fue el
mensaje que Dios le encomendó a William Miller y otros Adventistas
predicar al mundo, como escribió EGW? ¿Es posible que Dios
quisiera que esa mentira acerca de la venida de Cristo se enseñara
al mundo? ¿No dice la Biblia que es imposible que Dios mienta? Véase
Tito 1:2. Si EGW era una verdadera vocera de Dios, ¿cómo
pudo escribir cosas así?
Además, en contraste con EGW, las Escrituras enseñan
claramente algo diferente acerca del punto en el tiempo en el cual el Señor
entró al Lugar Santísimo. Sírvase notar que los siguientes
versículos fueron escritos y se cumplieron mucho antes de 1844:
"Tenemos esta esperanza como segura y firme ancla del
alma, y que penetra hasta dentro del velo, donde Jesús entró
por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según
el orden de Melquisedec." (Heb. 6:19,20).
"...y no por sangre de machos cabríos ni de becerros,
sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar
Santísimo, habiendo obtenido eterna redención". (Heb. 9:12).
Sírvase notar el tiempo pasado del verbo: entró.
Pero hay aún más en la Escritura para refutar a Ellen G.
White. El siguiente versículo muestra que la expiación había
sido completada para cuando se escribió Rom. 5:11:
"Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos
en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido
ahora la reconciliación". (Rom. 5:11).
"Consumado es"
Para ser más exactos en cuanto a cuándo
se cumplió la expiación, consideremos las palabras del Señor
desde la cruz:
"Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: 'Consumado
es.' Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu".
(Juan 19:30).
Las palabras "Consumado es" NO significan el fin de la
ley moral, sino que muestran que el plan de redención había
concluído hasta ese punto, de acuerdo con el Señor Jesús.
Esto está además confirmado por el siguiente pasaje:
"Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz,
entregó el espíritu. Y he aquí, el velo del templo
se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las
rocas se partieron". (Mat. 27:50,51).
El rasgamiento del velo del templo, delante del Lugar
Santísimo, muestra que el sistema entero de sacrificios por los
pecados había terminado de una vez y para siempre puesto que "el
Cordero de Dios" (Jesús) había muerto en la cruz por nuestros
pecados. Es claro que no hay más sacrificios por los pecados desde
la cruz. (Heb. 10:10-14). Col. 1:20 completa esta verdad:
"... por medio de él reconciliar consigo todas
las cosas, así las que están en la tierra como las que están
en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz".
En contraste con la Escritura, EGW dice: "Por su muerte,
él inició la obra que, después de su resurrección,
él ascendió a completar en el cielo". (El Gran Conflicto,
p. 489).
"Por lo tanto, el anuncio de que el templo de Dios fue
abierto en el cielo y de que el arca de Su testamento se veía, apunta
a la apertura del Lugar Santísimo en el santuario celestial en 1844
al entrar Jesús allí para llevar a cabo la obra final de expiación". (El Gran Conflicto, p. 433).
Estimado lector, ¿cuál registro conflictivo
acerca de la expiación creerá Ud.?
Así que, ¿de dónde sacó Ellen
G. White la fecha de 1844? Esta fecha viene de una errónea interpretación
de Daniel 8:14. Ese pasaje dice: "Y él dijo: Hasta dos mil y trescientas
tardes y mañanas; luego el santuario será purificado".
EGW llegó a esta fecha interpretando los 2300 días
mencionados en Daniel 8:14 como 2300 años y añadiendo esta
cifra al año 457 A.C., el año en que Artajerjes decretó
la restauración y la reconstrucción de Jerusalén (Esdras
6:1,2). Es necesario señalar varios puntos en relación con
esta interpretación Adventista:
(1) Los Adventistas usan Ezeq. 4:6 y Núm. 14:34
para interpretar un día como igual a 1 año. Pero si rechazamos
que los 2300 días de Daniel significan 2300 días literales
de 24 horas, esto es, que significan poco más de seis años,
entonces ¿por qué no usar 2 Ped. 3:8 y Sal. 90:4, que dicen
que un día es igual a 1,000 años? Estos versículos
están tan desconectados de Daniel 8:14 como Ezeq. 4:6 y Núm.
14:34.
(2) Obsérvese que Daniel 8:14 dice "tardes y mañanas",
indicando que son períodos de tiempo de 24 horas, no años,
meses, ni ninguna otra cosa.
(3) El contexto de la visión de Daniel va de 8:9
a 8:27. El contexto muestra claramente que las 2300 "tardes y mañanas"
(también en v. 26) no son años y que no deberían calcularse
a partir del 457 B.C. Nótense los versículos 13 y 14 juntos:
"Entonces oí a un santo que hablaba; y otro de
los santos preguntó a aquél que hablaba: ¿Hasta cuándo
durará la visión del continuo sacrificio, y la prevaricación
asoladora entregando el santuario y el ejército para ser pisoteados?
Y me dijo: Hasta 2300 tardes y mañanas; luego el santuario será
purificado".
NOTA: La visión de Daniel concierne a: (1) el continuo
sacrificio, que el anticristo quitaría (v. 11), (2) la prevaricación
desoladora, (3) la entrega del santuario y (4) el ejército pisoteado.
Es claro que el marco de tiempo de esto es la rebelión que causa
desolación, como se dice en v. 13. Jesús se refirió
a este mismo suceso en Mar. 13:14-20. Allí el contexto es claramente
la gran tribulación, porque dice que serán días de
tribulación cual nunca fueron desde el principio de la creación.
Esto muestra que EGW, que claramente se ha equivocado en numerosas ocasiones
y es culpable de profetizar falsamente, también ha errado en la
interpretación de Dan. 8:14. Ella ha salido con algo diferente,
acerca de la expiación, de lo que las Escrituras dicen que fue hecho
en la cruz.
¿Qué deberían
hacer los Adventistas del Séptimo Día ...?
¿Qué deberían hacer los Adventistas
del Séptimo Día cuando se enteren de estos hechos reveladores
acerca de las revelaciones e interpretaciones anti-bíblicas de Ellen
G. White? Deberían asirse de la verdad bíblica solamente
y apartarse de toda enseñanza que esté en conflicto con la
Biblia. En otras palabras, ¡deberían creer a la Biblia y volverse
de la enseñanzas de EGW!